Atenea es la diosa de la sabiduría y la batalla, y es algo así como...
Tu suegra.
¡Jason Grace! No, aún no...
Dijiste aún, dijisteeeeeeeeeeeee aúuuuuuuuuuuuun.
Cállate o haré que te sirvan una grapadora para cenar. Eso es, calladito te ves menos feo.
Bien, Atenea es una diosa muy versátil respecto a sus gustos y su forma de ser; en su forma griega es estricta y nunca puedes saber lo que está pensando.
En su forma romana es artística y libre de pensamiento, aunque no tiene hijos romanos, da bendiciones.
Los hijos de Atenea son...
Cerebritos.
¿Quieres que Annabeth nos mate, no es así?
Me refería a que son mentes brillantes; cuando algo les llama la atención ponen todo su empeño para saber sobre el tema. Les gusta leer, la matemática, física, biología y todas esas cosas que para las personas normales son insoportables. No pueden quedarse quietos en cuanto aprender respecta.
Son líderes naturales, les gusta tener la razón.
Por lo general, siempre tiene la razón, Jason.
Les gusta dar su opinión, así no se la pidan.
Piensan en mil maneras de realizar una acción básica, como por ejemplo, tomar un vaso con agua. Una persona normal ni siquiera lo piensa, simplemente toma el vaso con agua y lo bebe. Un hijo de Atenea piensa en qué ángulo el agua (o cualquier bebida) hará mejor digestión, y luego definen la palabra digestión, y, al final, definen la palabra definir... Dioses, ahora me duele la cabeza.
No es difícil saber si eres hijo de la diosa de la batalla; si te gustan las estrategias, eres bueno al combate cuerpo a cuerpo y sabes de armas, casi tanto como los hijos de Marte, y, a veces, más.
Y, como a todos, les gusta vencer. No se conforman con un "no". Siempre tienen un plan de respaldo, y muy pocas veces se dejan llevar por los nervios o el miedo.
Así que si las matemáticas, la física, química o biología son lo tuyo, probablemente eres hijo de esta diosa...
¡No tener ombligo no es una pista!
Cierto, nota importante: Nunca le preguntes a un hijo de Atenea si tiene ombligo o no; es un tema sensible.
Por cierto, la respuesta es sí.
Así que, semidiós o semidiosa, toma tus armas y prepárate.
El Campamento Mestizo te está esperando.
Hermano, ya supéralo.