Italia.
Becca.
— ¿Qué? —Oí a Kora hablar.
—No puede ser...—Tragué con dificultad. —Creo que voy a volver a vomitar. —Le estiré de la manga de la sudadera a Kora.
—No, ahora no, Becca. —Pidió con desespero. —¿Jess? —Levantó la mano para llamar su atención, Jess se giró hacia nosotras. — ¿Puedo cambiarme con Becca? Quiero ir con Logan.
—Lo siento, cielo, las parejas son tal cual están. —Le sonrió y Kora se giró a mí, que miraba a todos lados sin saber qué hacer.
— ¡Es que es tan sexy! —Soltó.
— ¿Qué? ¿Que mosca te a picado? —Le preguntó Jess, confusa.
—Es que...Es mono...—Se encogió de hombros. — ¿Puedo? —Sonrió inocente.
—Es muy bonito de tu parte, Kora, pero prefiero ir con Becca...—Logan se acercó a mí.
— ¡No, espera! —Kora nos siguió mientras yo la miraba con suplica.
—Venga, Kora, ves con tu pareja. —Le obligó Jess.
—Lo siento, Bec...—Kora movió los labios sin emitir el sonido y yo le sonreí para que no se preocupara.
—Bien, chicos, el primer paso que tenéis que hacer es colocaros frente vuestra chica...Y cuando rompa la música, dais un paso al frente y hacéis una reverencia. Los dos.
Al oír esa frase me dio una arcada y la disimulé mirando hacia otro lado mientras me colocaba.
— ¿Estás bien? —Susurró Logan cuando hicimos la reverencia. Otra arcada. Asentí como pude.
—Segundo paso, dar una vuelta alrededor de vuestras parejas con las manos al frente y casi tocándose. —Indicó Jess.
Nosotros lo hicimos, pero yo, en cambio que los demás, no me giré a mirar a mi pareja.
—Muy bien, chicos, venga ahora lo mismo, pero hacia el otro lado. —Nos animó.
— ¿Me piensas mirar en algún momento? —Me habló Logan mientras hacíamos el paso.
—No. —Susurré sin mirarle.
—Genial, ahora con las dos manos al frente...—Ordenó.
—Jess, este baile es de "The Vampire Diaries". —Se quejó Kora.
—Ya lo sé, listilla. —Le miró mal. —Ahora a bailar. —Subió el volumen de la música. —Después de eso, agarraos a vuestras parejas y bailar alrededor de las demás.
En cuanto la mano de Logan me rozó la cintura, no pude contenerme más y salí corriendo hacia el baño.
— ¡Lo siento! —Me disculpé mientras corría.
••••••
—Dios mío, Bec...—Kora me sujetó el pelo.
—Kora, vete, enserio...—Le intenté echar del baño una vez más.
—Que no te pienso dejar sola. —Repitió.
—Vale, creo que ya...—Me aparté del retrete y me apoyé en la pared continua.
—Bec, no sé qué te pasa... ¿Llamo a mamá? —Sonó preocupada.
— ¿Qué? No, no, tranquila. —Le agarré la mano. —Estoy bien. —Le sonreí como pude.
—Nunca te había visto así...—Comentó.
—Lo sé...Yo tampoco me había visto así...—Dije medio divertida.
— ¿Quieres contarme lo de Logan...? —Me miró de reojo.
—Eh...Bueno, básicamente, he sido una imbécil y le he comentado que me gustaba ligeramente...—Le conté avergonzada.
—Y, ¿No se lo ha tomado bien? —Hizo un mohín triste.
—No sé cómo se lo ha tomado. —Confesé y ella me miró confundida. —Salí corriendo...—Miré al suelo.
—No... ¿Enserio? —Intentó no reírse.
—Tranquila, puedes reírte. —Rodé los ojos divertida. —No sé ni por qué lo hice.
—Sí lo sabes, Bec...Si no lo soltabas ibas a explotar y, bueno, has acabado explotando de otra forma. —Explicó.
—Sí...Supongo que tienes razón. —Asentí dándole la razón.
—Y....Bueno, creo que no es el mejor momento para decirte esto, pero...Peor sería que te lo encontraras de repente en la cena...
—Kora... ¿De qué estás hablando? —Pregunté confusa.
—Logan viene mañana a la cena...—Cerró un ojo, asustada.
—No me jodas. —Suspiré. —Creo que voy a volver a vomitar...—Me acerqué con rapidez al retrete.
—No sé para qué digo nada...—Kora me recogió el pelo de nuevo.
••••••
— ¿Cómo estás, Bubbu? —Mamá me acarició la espalda.
—Ya mejor...—Le sonreí como pude.
—Me alegro, cariño... ¿Te apetece una manzanilla? —Me sonrió.
—Vale, ahora voy yo si quieres. —Le propuse al verle como se tocaba la hinchada barriga.
—Tranquila, tú quédate aquí con la chimenea, ahora te la traigo. —Me apartó el pelo de la cara.
—Ay, mamá...Me duele la garganta a mí también...—Andrew tosió falsamente.
—No cuela, cielo. —Mamá se río. —Pero ¿Quieres una manzanilla también?
—Prefiero beberme mi propio pis, pero gracias. —Le sonrió.
—Bec, ¿Cuál quedaría mejor con los botines negros? —Kora apareció por las escaleras con dos vestidos en las manos.
— ¿Ya estás probándote modelitos? —Andrew se río.
—Mañana es un día importante, Andrew. —Kora le respondió ofendida.
—Uy sí, estoy ansioso por conocer oficialmente a tu novio imaginario...—Ironizó Andrew antes de levantarse.
—Y yo de ver a tu exnovia, otra vez. —Le sonrió falsamente y Andrew le sacó el dedo mientras entraba al baño de la planta baja. —Bueno, dime. —Me volvió a mirar a mí.
—Pero, ¿Te refieres a mis botines negros? —Le miré divertida mientras mamá me ponía una taza caliente en la mesita de luz a mi lado. —Gracias, mami. —Le sonreí con cariño.
—Nada, cielo. —Besó mi cabeza y se sentó a mi lado en el sofá. — ¿Qué hacéis? —Preguntó interesada.
—Mamá, ¿Cuál de los dos quedaría mejor con unos botines negros? —Kora volvió a ponerse los vestidos por encima.
— ¿Cuáles? ¿Los de Becca? —Bebió de su taza.
—Sí, los de Bec. -Rodó los ojos divertida.
— ¿No tenías uno burdeos? —Pregunté mientras probaba la manzanilla.
—Voy a ver. —Volvió a la habitación corriendo.
—Oye, cielo... ¿Por qué está probándose vestidos a las once de la noche? —Me preguntó mamá divertida.
—Ha invitado a Matteo a la cena de mañana, y está un pelín nerviosa. —Me reí viéndola bajar.
— ¡No lo estoy! —Me miró mal. —Bueno, ¿Qué tal este? —Posó.
—Mmm...Mejor el naranjita. —Opinó mamá.
—Sí, más otoñal. —Estuve de acuerdo.
—Vale, perfecto, ¡Gracias! —Corrió de nuevo escaleras arriba.
— ¿Cómo te encuentras? ¿Siguen moviéndose mucho? —Puse una de mis manos sobre su estomago para intentar sentir a alguno de mis hermanos.
—Por la noche se mueven mucho más, yo creo que serán fiesteros o algo así. —Bromeó. —Vera es la que más se mueve de los dos. —Se tocó el abdomen con diversión.
—No ha nacido aún y ya tiene más energía que todos nosotros juntos. —Sonreí.
—Mira, mira, justo creo que se está moviendo. —Me agarró la mano y me la movió a cierto punto de su vientre.
— ¡Dios mío! —Me llevé la mano a la boca. —Hola, Vera...—Acerqué la cara a ella, ilusionada.
—Andrew, ven, corre. —Le llamó mamá.
— ¿Qué haces? ¿Esperar a que te lea el futuro la niña? —Se burló acercándose.
—Calla...Se está moviendo. —Dije con ilusión.
—No jodas...—Acercó la mano y la puso a mi lado. —Dios, que miedo. Parece que tienes un Gremlins ahí metido. —La apartó con cara de asco.
—Parece mentira que seas el segundo. —Me burlé.
—Sí, pero es que ninguno de vosotros se movía como esta, Theo tiene que estar hasta los huevos de ella. —Comenzó a alejarse y Vera dejó de moverse.
—Hala, ya la has asustado. —Le reñí quitando la mano de su estómago.
— ¿Y tú? ¿Qué tal todo? —Mamá se giró hacia mí.
— ¿Yo? Eh...Pues bien. —Me pilló desprevenida. — ¿Por qué la pregunta? —Dije divertida.
—No, por nada. —Bebió de su té.
—Mamá...—Fruncí el ceño.
—Solo que me ha parecido raro que te pusiera mala...—Se encogió de hombros.
—Bueno, la gente se pone mala a veces. —Me justifiqué.
—Ya, pero la última vez que estuviste vomitando tanto, fue cuando te enteraste que Marco comenzó a salir con otra persona el mismo verano en el que lo dejasteis...—Explicó con sencillez y me atraganté con la manzanilla.
— ¿Por qué sacas este tema ahora, mamá? —Escondí los labios, nerviosa.
—Puede...Puede que Kora me haya comentado algo...—Comenzó a hablar.
—No puede ser...—Bufé dejando la taza sobre la mesa de café y comencé a subir las escaleras con rapidez.
—Cariño, espera. —Mamá me llamó.
— ¿Le has contado a mamá lo de Logan? —Abrí la puerta de nuestra habitación con fuerza.
— ¿Qué? —Kora me miró asustada.
—Se lo has dicho. —Le miré decepcionada.
— ¿Qué? No, no se lo he contado a na...—Se acercó a mí.
— ¡Que no mientas, Kora! Te lo conté porque pensaba que serias capaz de guardarme el secreto y porque pensaba que eras mi mejor amiga. —Hablé dolida.
— ¡Y lo soy! —Me intentó dar la mano.
—Las amigas no se traicionan, Kora. —Aparté mi mano de la suya.
—Venga, Bec, es solo mamá...No sé lo dirá a nadie.
—Becca, cielo, quiero que sepas que tenéis mi completa bendición, me alegro mucho por ti, hija. —Habló papá desde el pasillo mientras bajaba las escaleras. Miré mal a Kora.
—Bueno, pero eso ya no ha sido mi culpa. —Se justificó.
—Joder, Kora, no te pienso contar nada más en mi vida. —Negué con la cabeza, alejándome de allí.
— ¡No, espera Bec! —Me siguió.
— ¿Qué? ¿Qué vas a decirme? ¿Eh? —Me crucé de brazos. — ¿Qué lo sientes mucho? ¿Qué se te escapó? ¿Es imaginación mía? —Fruncí el ceño. — ¿Con cuál de ellas me vas a salir hoy, Kora?
—Bec, te juro que lo siento... —Suspiró. —Sabes que no lo hice con mala intención. —Me miró triste.
—Me voy a dormir. —Miré al suelo y avancé hacia la habitación. —Buenas noches. —Le deseé y ella me miró extrañada. —Si te mueres en mitad de la noche, no me perdonaría no haberte deseado buenas noches. —Expliqué obvia antes de cerrar la puerta.
••••••
Miraba a Cody con el ceño fruncido y él me miraba de reojo, ninguno decía nada.
— ¿Qué? —Habló cabreado.
— ¿Te has echado gomina? —Le miré extrañada.
—Sí, ¿A que estoy guapo? —Dijo orgulloso mientras se lo peinaba hacia el lado.
Cody siempre tenia una cara que parecía que te juzgaba en todo momento, pero lo más probable es que estuviera pensando en los nombres que les pondría a sus mocos.
—Te la has echado tú ¿Verdad? —Dije divertida viendo su pelo casi chorrear gomina por su cárdigan de lana beige.
—Si vas a criticar mi trabajo, mejor te presento a mi abogado. —Se cruzó de brazos.
— ¿De cuanto seria la pena? Porque igual me interesa, total, ya estoy rodeada de traidores. —Miré a Kora sentarse en el sillón.
— ¿Hasta cuando vas a estar con eso? No lo hice con mala intención. —Kora me miró mal.
—Veo aquí un grave caso de traición entre hermanas...Tendría que hablar con mi abogado, pero creo que podré representarla, señorita Anderson. —Habló Cody como un profesional.
— ¿A cuál de las dos? —Kora le miró confusa y Cody intercaló miradas entre las dos.
—A Bec la conocí antes. —Me señaló con el dedo.
—Gracias Cody...Luego te compro el juego que te prometí. —Bromeé mientras estrechaba su mano.
—Mierda, voy tarde. —Kora corrió escaleras arriba.
—Como se nota quienes son el futuro de la familia. —Cody me tendió el puño y lo choqué contra el mío, divertida.
—Estás muy guapo, Cody Di. —Le llamé por su apodo con una sonrisa.
—Lo sé. —Sonrió orgulloso. —Tú también estás muy bien. —Me elogió.
—Sí, si no fuera por el brazo de Terminator, diría que estás hasta guapa. —Apareció Andrew por detrás, ya vestido. El timbre sonó.
—Ja, ja, que gracioso. —Me arreglé la falda de terciopelo negra al levantarme y caminé a la puerta.
Al pasar por el espejo enterizo me miré para estar guapa frente a los invitados, ojeé con atención mi jersey de color negro con destellos; por si llevaba alguna pelusa o mancha, luego bajé la mirada a mi falda corta y mis medias por si llevaba ya algún roto, por suerte no, y por último mis botines de tacón.
Estaba lista y preparada para recibir a los invitados. Volvieron a tocar y oí pasos en la escalera.
— ¿Es Matteo? —Kora apareció con el vestido a medio poner, una pinza en el pelo y el rímel entre los dientes.
—Llevas el vestido al revés. —Le comenté mientras abría la puerta.
—Mierda. —Salió corriendo a la habitación de nuevo y yo me giré para mirar a nuestros invitados.
—Mierda. —Murmuré esta vez yo.
𖡼.𖤣𖥧𖡼.𖤣𖥧
Hola gentecilla guapa, mil gracias por el apoyo y los comentarios bonitos en el anterior capítulo <3
Espero que os sigan gustando y os quedéis a ver qué pasa con esta familia ;)
Que además, ahora se viene lo más salseante...
¡Nos vemos el martes con el capítulo 20 ya!
¿Como pasa tan rápido el tiempo? Espero que Kora construya la máquina del tiempo antes de que se acabe esto...