[Tump... Tump... Tump...]
El sonido en seco de las patas del lobo hicieron eco nuevamente de manera tortuosa mientras se acerca a la puerta.
—Je... —Soltó el alfa. Está emocionado.
Sabe que quién sea que estuviese detrás de esa puerta está terriblemente asustado; Temblando, llorando y buscando desesperadamente ocultar su agitada respiración.
Decker, incluso, siente que si cierra los ojos y se concentra en escuchar, podrá oír los acelerados latidos del corazón de aquel individuo.
—¡Gaz! —Suelta el alfa un ligero estornudo, la pluma que a perforado su mejilla izquierda aún sigue atorada en dicho lugar, así que mueve su cabeza hacia los lados buscando hacerla caer.
Pero no puede, está tan encajada que es prácticamente imposible sacarla.
Y no es hasta después de que mueve su lengua dentro empujando aquel objeto, que logra empujar la pluma hacia el exterior, finalmente haciéndola salir.
La sangre no tarda en salir. Gota a gota, la sangre se derrama produciendo un sonido acuoso, la herida parece ser insignificante, pero inevitablemente, sangra mucho.
Al paso de unos segundos en el suelo ya hay un pequeño charco de sangre que naturalmente de mezcla con el del chico en el suelo.
La herida de Kin sangra mucho y se ve terriblemente dolorosa, las garras del alfa han desgarrado la carne sin perdón alguno y han dejado una profunda herida que debe ser tratada a la brevedad posible, aunque gracias al cielo, la herida no es mortal, el dolor es meramente insoportable, incluso si el afectado está inconsciente, sufre.
Decker, molesto e impaciente, decide que es mejor apresurar todo y entrar, lo único que le detiene el paso es una puerta de madera, la ventaja; Está hueca. Es una puerta que incluso podrías romper de una patada.
[¡Crash!]
Tan pronto cómo el lobo se alejó y tomo impulso, se estampó contra la puerta rompiéndola al instante.
Está vez, las bisagras aguantaron el golpe, pero la puerta se partió por la mitad y pequeños pedazos de madera volaron por todas partes.
El lobo había entrado a la habitación.
—Grrr... —Rápidamente, tomo una posición defensiva; Sus patas bien pegadas al suelo, un ceño fruncido y unos dientes descubiertos. Parecía que estaba a punto de soltar una mordida, pero, quería saber a quién...
—¡Hic! —Chillo el individuo al ver cómo el alfa entraba.
Aquel lobo de más de un metro y medio de altura es intimidante, da la sensación de que podría comerte de un bocado.
Su hocico está entre abierto, y su boca llena de sangre, como si se hubiese tragado a alguien...
—Ven aquí pequeña luna —Soltó en un gruñido áspero y dio un par de pasos. Las patas del lobo, que se mancharon de sangre, dejan una línea de huellas en rojo carmín.
El olor es aterrador, y las pesadas feromonas ahogan al Omega escondido detrás de un sillón.
—¡Sal ahora mismo! —Su orden fue absoluta, más no acatada —No me digas que también eres de esos omegas mutantes.
Soltó con burla mientras sus ojos recorrían la inmensidad de la habitación de manera rápida.
Escondido entre las sombras, el chiquillo de abdomen abultado chillo. El chillido que soltó viene desde lo profundo de su garganta, por instinto, está pidiendo a gritos protección de su alfa.
—Fletcher... —Susurro entre dientes mientras sus ojos derramaban lágrimas.
Debido al miedo, se escondió detrás de una silla de madera y se mantuvo agachado, protegiendo su estómago con ambas manos, tratando desesperadamente de proteger a su tulipán, mientras rogaba al cielo, una pronta aparición del alfa, su alfa.
Pero sus súplicas jamás fueron escuchadas, para este punto, cree que su alfa jamás llegara y sus esperanzas poco a poco se desvanecen conforme el alfa se acerca.
—¡Fletcher, ayúdame! —Suplico entre un llanto desgarrador.
—Pronto ambos estarán en el mismo lugar, no te preocupes —Dijo el alfa con maldad en sus palabras.
—No... —Con la cabeza enterrada en sus rodillas y sus manos cubriendo sus oídos, grito una diez veces más por ayuda, pero no recibió respuesta, solo una masiva cantidad sofocante de feromonas que poco a poco le roban oxígeno —Aléjate... No me toques, no...
—Ha... —Soltó Decker en un suspiro y se acercó lo suficiente como para estar frente al Omega —Levántate —Ordeno, pero el joven simplemente no se movió ni un centímetro —¡Que te levantes!
—¡Hic! —Volvió a chillar. Está más que claro que está asustado, y busca desesperadamente llamar a su alfa, es una lástima que lo haya abandonado a su suerte.
—Si no te levantas ahora mismo, te daré motivos verdaderos para no poderte levantar —Amenazo nuevamente, pero de igual manera, no fue escuchado.
El chico en el suelo, chillando y suplicando, está lo suficientemente aterrado como para no acatar las órdenes del alfa.
Está en Shock.
Harto de ser ignorado, levanto nuevamente su pata y soltó un arañazo que destrozó el mueble que le impedía llegar hasta el omega, la silla se hizo trizas y calló al suelo, el golpe que había soltado el alfa había Sido tan fuerte que destruyó la silla sin ningún esfuerzo, dejando al joven al descubierto.
Después de eso, todo sucedió tan rápido bajo la antena mirada de la luna en el cielo...
Mientras el Omega se escondía entre la oscuridad de la habitación con los ojos cerrados buscando protegerse a sí mismo, el alfa se acercó con dudosas intenciones y atacó.
—¡Ahh! —Grito Max al sentir como su brazo izquierdo era mordido por el lobo como castigo por no haber obedecido sus órdenes —¡No! ¡Duele!
Aunque realmente el agarre no es tan fuerte como para romperle el brazo, si es lo suficientemente fuerte como para sostenerlo firmemente, arrastrarlo por el suelo y sacarle mucha sangre, produciéndole dolor.
—¡Ah! ¡No quiero, no!.
El joven pataleo con todas sus fuerzas buscando separarse del lobo, y en todo momento, instintivamente, mantuvo los ojos bien cerrados. Cómo si tuviese un profundo miedo de ver cómo llegaba la mordida que podría ponerle fin a su vida, prefería simplemente sentir la mordida, a verla venir...
—¡No! ¡Fletcher! —Grito importándole poco el dolor que eso le provoca a su garganta, incluso si está duele y se desgarra, no dejara de gritar —¡Mamá!
La desesperación fue tanta en su mente, que Incluso pidió ayuda a su madre, aunque esta ya estaba muerta...
—¡No!
Incluso si grito y pataleo, su brazo no fue liberado, el lobo, en la oscuridad de la noche, lo arrastró hasta la mitad de la habitación y luego lo soltó como diciendo; "Será mejor que hagas caso a partir de ahora"
—Huug —Se quejó el Omega mientras sostenía su brazo contra su pecho y lo apretaba buscando aliviar un poco el dolor. La mordida realmente había perforado la piel hasta el punto de casi arrancarla de un mordisco.
La sangre caliente sale y se desborda empapando su ropa, ensuciando el nido de Tulipán de una manera asquerosa.
—Ah... —El sollozo salió de su garganta, como si fuese el sollozo de un niño asustado e indefenso.
Luego, el alfa se acercó hasta la ventana y de un mordisco sujeto las cortinas y las arranco de su lugar haciéndolas caer al suelo. Finalmente, la luz de las farolas alrededor de la residencia entro de lleno en la habitación.
Recostado sobre el frío suelo, con el rostro pegado al suelo y sus brazos cubriendo su cabeza, el cuerpo del Omega fue iluminado por la luz del exterior.
Allí, Decker se dio cuenta de dos cosas; La primera, el Omega estaba en cinta, pegado a su vientre, hay un abultado estómago que resalta demasiado, incluso se sintió estúpido por no haberlo notado. Y la segunda; El Omega debe ser un chico desafortunado...
Pero incluso cuando sintió lástima en su corazón por ese pobre Omega en el suelo, no le importo, su familia era primero, así que no dudo en seguirlo torturando.
—Hace unos segundos creí que no existías... ¿Sabes lo que acaba de hacer tu alfa? —Pregunto con una voz fuerte y áspera —Tu alfa atacó a mi familia, intento matarlos —Gruño con cólera en sus palabras—Tu alfa es un asesino de mujeres indefensas, tu alfa es un jodido Traidor.
—No... —Dijo entre sollozos más marcados y aceleró su respiración —Fletcher jamás haría algo así...
Susurró con la voz rota.
—Pues quieras creerlo o no, eso hizo —Luego soltó un suspiro pesado —Venía con intenciones de romperte los brazos y llevarte como rehén...
Ante esta terrible declaración, Max siente su cuerpo tensarse y temblar sin control, como una gelatina. ¿Arrancarle los brazos? ¿Realmente aquel alfa, sería tan capaz de arrancarle los brazos como venganza?.
El simple hecho de imaginar tal destino, le hizo sentir el estómago revuelto.
—Pero no soy tan hijo de puta como para hacerle eso a un Omega embarazado... —Confeso —Aún no sé si mi familia está bien, depende de cómo estén ellos, estarás tú. Tu amado alfa te ha dejado en las manos del enemigo, a tu suerte, como si no le importaras...
Más allá de la tortura física, Max se siente aún más abatido por la tortura psicológica; Su mente está plagada de preguntas que parece que por el momento no tendrán respuesta alguna; ¿Fletcher sería capaz de hacer daño a alguien?
¿Fletcher realmente lo había abandonado? No, de algo podría estar seguro siempre, Fletcher jamás sería capaz de abandonarlo. Incluso si aquel alfa malvado le dice lo contrario, él no dejara de confiar el Fletcher.
Fletcher es amable y cariñoso, siempre se preocupa por los demás. Fletcher jamás lo obligó a nada, ni lo presionó en ningún momento. Fletcher siempre se preocupó por él sin pedir nada a cambio.
Max siente que es muy grosero de su parte desconfiar del hombre que más lo ha amado en el mundo.
—No... —Murmuro en un jadeo mientras soportaba el punzante dolor en su brazo —Fletcher jamás le haría daño a nadie... Él jamás me abandonaría.
Y Decker soltó una carcajada.
—Realmente debes confiar mucho en él —Se acercó a Max con pasos firmes y pesados —¿Cómo puedes confiar en alguien que te ha abandonado a tu suerte?
Max no contestó, simplemente guardo silencio y cubrió su rostro tratando de ocultarse, como si eso fuera a evitar que lo lastima.
—Mírame —Susurro con aires de superioridad.
Pero el chico tirado en el suelo no obedeció, más bien, se quedó estático, sin moverse, temiendo ser asesinado.
—¡Que me mires! —Ordeno en un fuerte gruñido anunciando que su paciencia oficialmente se había agotado.
Y en ese momento, bajo la atenta mirada del lobo, el frágil y magullado cuerpo de Max se movió un poco, sus brazos temblaron mientras se alejaban de su rostro. No estaba listo para ver a su agresor, temía que este le mintiera y tuviera intenciones de destrozarle el rostro como castigo.
[Pum, Pum. Pum, Pum]
Su corazón se aceleró de golpe dentro de su pecho a tal grado que parecía que pronto estallaría.
Con un dolor inmenso, recorriéndole el brazo, se dispuso a bajarlo. Tiene que dar la cara.
Lentamente, el brazo se movió, y gradualmente dejo al descubierto un rostro manchado de sangre, un rostro totalmente conocido por el alfa.
Un rostro que jamás creyó que volvería a ver...
El omega levantó el rostro con lentitud, y observo atentamente al alfa que lo amenazaba.
No pasaron ni dos segundos cuando ya había entrado en shock, sus manos temblaron como nunca antes y su boca se quedó entre abierta debido a la impresión.
—No... —Jadeo con miedo mientras se arrastraba hacia atrás con un pavor inmenso, incluso importándole poco el burbujeante dolor en su brazo—¡No, no, no! ¡Fletcher, Fletcher ayúdame!
Grito con horror y se cubrió el abdomen como si estuviese esperando un impacto desgarrador.
Cuando no hubo lugar hacia donde alejarse, simplemente se arrinconó en una esquina y como pudo se hizo bolita y tembló infinitamente.
Su mente no tardó en recordarle el sufrimiento que conllevó estar con la otra persona en un pasado; Mentiras, humillaciones, dolor y abuso en tan solo unos días...
La marca, el dolor insoportable en su cuello y terror de estar en un quirófano con un loco demente le hacen recordar con claridad que estar cerca de Decker Raxton, es equivalente a sufrimiento.
Decker Raxton es el hombre que más odia y teme...
Por otra parte, el alfa, incluso con la moderada visibilidad del lugar pudo distinguir muy bien aquel rostro... Aquella apariencia que creyó haber olvidado se presentó bajo su atenta mirada y le provocó dolor en el pecho.
—Imposible... —Susurro sin creer lo que estaba observando.
Con temor a lo que estaba sintiendo, se alejó unos cuántos pasos y se quedó estático de igual manera.
Por primera vez en su vida, siente una confusión más allá de lo explicable. Nada de lo que ha escuchado o visto puede explicar lo que está sucediendo. Incluso cree que es una de sus alucinaciones que se está reflejando en ese Omega. Se niega a creer lo que está sucediendo.
—Fletcher... —Volvió a susurrar con miedo —Alisha... Ayuda...
Suplico cubriendo su abdomen y temblando sin control.
Aquellas últimas palabras terminaron de confirmar lo que había negado de antemano.
¿Cuántas probabilidades había de que un chico similar a Max suplicara la ayuda de una tal "Alisha"?
No supo cómo, ni el por qué, pero si supo una cosa, incluso si trataba de negarla, sus ojos no podían ser engañados de tal manera en esta situación, lo que se presentaba frente a él, no era nada más ni nada menos que la persona que más ha amado en su vida; Su luna.
No lo dudo mucho y abandonó su forma de lobo, rápidamente se acercó al omega sin importarle el hecho de que estaba desnudo o que el Omega le tenía un miedo des conmensurado.
—No te acerques... Aléjate, aléjate —Hablo con un terrible temblor en su hablar.
Pero el alfa simplemente lo ignoro.