Cuestión de tiempo

By Majosn

407 35 5

Alexandra Vandenberg. More

NOTA
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 6
Capítulo 7

Capítulo 5

38 5 0
By Majosn


Mis primeras dos horas habían pasado más rápido de lo que pensé, llegaba la hora donde compartía clase con Valentina; cálculo.

En todo este lapso de tiempo, no había dejado de pensar si tocar el tema o si era mejor fingir que nada había pasado, así como ella estaba haciendo.

Tal vez eso era lo mejor...

—Creo que el destino se empeña en juntarnos.–escuché la voz de Olivia junto a mí, su casillero estaba a dos del mío.

¿Qué es esto? ¿El destino me quiere dar una indirecta?

—Empiezo a creer que realmente me acosas.–bromeé tomando la hoja donde tenía su horario–Estamos en algunas clases juntas.–afirmé reconociendo la próxima, cálculo.

—Gracias a Dios.–levanté la mirada y no pude evitar reír ante su notable expresión de alivio–Te juro que ya estoy harta, todos son insoportables e idiotas que se creen tocados por Dios.–solté la carcajada sabiendo que algo de lo que decía era verdad–En especial una chica que hablaba desde la perspectiva de su perfecta y privilegiada vida. Insufrible.

—Supongo que ya no debo hacer la típica pregunta de cómo te ha ido.–me burlé dándole su hoja del horario–¿No crees que estás teniendo un poco de prejuicios? –negó rápidamente.

—La mayoría pinta a ser insoportable con aires de grandeza.–bufé en una sonrisa algo amarga–Me urge terminar el curso para largarme de este lugar de niños ricos.

Detestaba la negatividad que emanaba Olivia desde temprano, pensé que se le iba a pasar ese humor pero ya veo que no.

—Es tu primer día, falta todo un año para que acabe así que te recomiendo te vayas acostumbrando.–rodó los ojos–Y por cierto, habemos personas muy agradables y no todos tenemos una vida tan perfecta como tú lo dices.

—Alexandra Vandenberg, manejas un Audi a tus dieciocho.–levanté la ceja–Yo comparto un viejo Altima con mi hermano.

—Regalo de dieciséis.–expliqué–Si solo te centras en lo material y minimizas lo mucho o poco que tienes basándote en lo que tienen los demás, créeme que entonces siempre sentirás que no tienes nada.

Mi tono fue un poco molesto, detestaba escuchar cuando alguien se quejaba de algo tan insignificante como lo monetario, se me hacía estupido y a decir verdad, me molestaba más que Olivia hiciera un comentario así aún sabiendo lo que sus padres habían luchado por darle a ella y a Garret.

No se me hacía justo que los demás paguemos platos rotos.

El timbre sonó dando por inicio a la siguiente clase y empecé a caminar haciéndole una seña.

—Está clase la tenemos juntas, es por acá.–ella no dijo nada y solo me siguió.

De reojo observaba como me miraba desconcertada por mi contestación, tal vez fui un poco más brusca de lo que quería.

—Mierda.–escuché el susurro de Olivia al llegar al aula.

Preferí pretender que no la había escuchado porque no quería cuestionar el porqué lo había dicho.

No me correspondía.

Divisé a Valentina que me hizo señas para que me sentara junto a ella, detrás estaba Daniel acompañado de Nate que reía de algo que a él parecía darle igual.

—Voy con mis amigos.–caminé a donde ellos sin decir mencionar más. Olivia solamente asintió y se sentó en un pupitre retirado de donde nosotros.

Aunque no la estaba mirando, podía jurar que ella a mí sí.

—Chicos.–saludé ofreciéndoles una sonrisa que fue correspondida por Daniel.

—Hola Lex.–saludó Daniel con una sonrisa de lado.

Vi sus intenciones de levantarse y sabía para qué pero de igual manera se detuvo.

Nate por otro lado si se levantó y me dió un abrazo acompañado de un beso en la mejilla, correspondí riendo por lo exagerado que era al tronar su beso.

—Te odio por no invitarme a tu fiesta.–habló separándose, fruncí el ceño–Camille me enseñó unos videos.–bufé sabiendo de que hablaba.

—Fue una juntada anti idiotas.–el tono de Valentina fue burlesco.

—Del odio nace el amor.–miré a Nate que le lanzaba un beso a Valentina guiñándole un ojo.

Reí negando, su relación de amor apache me generaba gracia porque para nadie era un secreto que Nate gustaba de Valentina quien para su desgracia era mejor amiga de su hermana, aún no tenía claro si eso realmente era un impedimento pero ella siempre lo mencionaba aunque a Camille le daba rotundamente igual si ellos se enrollaban o no.

—Señorita Vandenberg y señor Langford, tomen asiento.–se escuchó la voz del profesor O'Malley entrando al aula.

Me senté junto a Valentina sintiendo su mirada fija.

—¿Qué hacías con la nueva? –susurró.

La miré de reojo extrañada por su pregunta.

¿Qué clase de pregunta era esa?

—¿Olivia? –susurré de vuelta–¿La conoces?

—La conocí en Economía.–la miré fija–Me dijo idiota frente a toda la clase.–mordí mi lengua para reprimir la risa y rápidamente giré buscando a Olivia con la mirada, ella solo sonrió encogiéndose de brazos como si entendiera perfectamente que estaba pensando.

—Señorita Vandenberg, ¿hay algo que quiera compartir con la clase antes de iniciar? –miré al profesor y negué rápidamente no pudiendo evitar sonreír de disculpa–En ese caso...–empezó a escribir en la pizarra.

La clase empezó su curso en silencio total, el profesor O'Malley nos daba muy cotidianamente clases sobre el área de exactas o algunas variantes de esta, no me era nuevo verlo y agradecía eso totalmente.

Me agradaba porque tenía la virtud de empatizar con nosotros de una manera que no cualquier docente lo haría.

—Me dijo Cami que quieres hablar conmigo.–susurró Valentina rompiendo mi estado de concentración, la miré rápidamente con algo de pánico aunque traté de ocultarlo. Ella no me miraba, observaba fijamente la pizarra–¿Sobre qué?

Maldita sea Camille, ¿por qué hacía eso?

Y SIN AVISARME.

—Yo...–tragué saliva mirándola de reojo sintiendo que igual lo hacía–¿Cuando te lo dijo? –cuestioné.

—¿Eso importa? –se burló.

—Sí.

—Ayer.–mmm–¿Qué?

¿Habló del beso con Camille?

¿Camille le platicó lo que yo pensaba? No...ella no es así.

—Deja de hacer eso.–miré a Val–Empiezo a creer que es algo realmente serio.–se burló–Actúas nuevamente extraña y ahora solo piensas qué responderme.

Iba a contestar pero el profesor se adelantó.

—Señorita Altieri, ¿podría explicar lo que acabo de decir sobre las variables? –cuestionó señalando la pizarra.

Valentina empezó a explicar sin ningún problema, era muy buena para retener información como para no saber de lo que hablaba el profesor.

Por algo era su alumna favorita.

Valentina...

Tal vez era el momento de confrontarla.

Tal vez era el mejor momento de decirle lo que pienso y siento.

Conocía perfectamente a Valentina para saber que si no le tocaba el tema directamente ella iba a seguir fingiendo que nada pasó porque le era cómodo.

Preferí no decir nada para evitar que nos volvieran a llamar la atención y ella tampoco lo hizo, terminamos la clase en silencio sintiendo como me miraba de reojo por momentos.

Preferí actuar como si no me diera cuenta.

—No sabía que Cami y Kev ya habían regresado.–murmuró Nate mientras entrábamos a la cafetería, divisé a ambos juntos en la misma mesa hablando animadamente con Valentina–Solo falta que tú regreses con Dani y todo será igual que antes.–giré los ojos escuchando su risa traviesa.

—Te veo luego.–corté separándome de él.

Disimuladamente busqué con la mirada a Olivia para saber si estaba con alguien, no me gustaba la idea de que se sentara sola.

Con el humor que se cargaba hoy seguramente no había hecho amigos.

La ubiqué haciendo fila para pedir comida, caminé a ella y me sonrió alzando las cejas en sorpresa, fingí ignorarla reprimiendo mi sonrisa aunque ella no la ocultaba en cuánto notó mi presencia.

Saludé primero a la chica detrás de Olivia, no la consideraba una amistad cercana pero si cruzaba palabras muy seguido con ella.

—Pensé que no me volverías a hablar.–alcé la ceja y reí negando.

—¿Por decirle idiota a mi mejor amiga o por hablarme mal de ella? –me burlé hablando bajo.

—Por todo. Por actuar como idiota, por prejuiciosa, por estar de mal humor por cosas que ya no tienen sentido.–murmuró apenada, desvió su mirada a la comida que había en exhibición–No ha sido mi día, bueno...no había querido verlo así. Me disculpo.

Asentí sintiendo sus disculpas sinceras aunque realmente conmigo no debía disculparse pero ya no mencionaría eso.

—Espera, ¿mejor amiga? –solté la carcajada por su expresión y me tapé la boca al intuir que uno que otro debía haber volteado a verme por escandalosa–Maldita sea, ya no tendré su aprobación.–eso último lo agregó casi en un susurro provocando un leve rubor en mis mejillas.

Esa era la Olivia que yo conocía.

Segura y coqueta.

—¿Te quieres sentar con nosotros? –pretendí ignorar lo que me acababa de insinuar y ella negó rápidamente–¿Ya tienes amigos? ¿Conoces a alguien? Aparte de mí.–ella sonrió divertida pero volvió a negar–Entonces si te sentarás con nosotras.

—Alexandra Vandenberg mandona...–sonreí encogiéndome de hombros–¿quién lo diría? –añadió divertida.

Olivia me contó su versión de los hechos, a mi parecer era una estupidez y exageración total.

Valentina no era una persona de carácter dócil, mucho menos cuando se trataba de defender su ideología ante algún tema, era terca y algo obstinada pero siempre era con fundamentos.

Por lo que entendí, comenzaron a tener una disputa por el manejo administrativo que tenía una empresa que recién cayó en bancarrota, ambas hablaban desde sus perspectivas y son respetables, era tonto que se engancharan tanto con algo que no les competía, pero se me hacía aún más idiota que Olivia le dijera a Valentina que era una estupidez sus fundamentos.

Peor aún, que le dijera idiota.

Según Olivia, aunque Valentina no se lo dijera directamente, también le insinuó ciertos insultos pero con otras palabras antes de que ella le dijera idiota, cosa que también lo creo.

Nos quedamos en silencio un par de minutos en lo que esperábamos a llegar con Cleotilde, la señora que atendía la cafetería; por momentos miraba de reojo a dónde estaban las chicas porque sentía la mirada fija de alguien, sabía que eran sus ojos verdes que me miraban molesta.

—¿Como que no aceptan efectivo? –el tono molesto de Olivia me hizo prestar atención–¿Están de broma verdad? –quise reír pero me contuve así que intervine.

—Cleo, añade una ensalada cesar y una botella de agua, por favor.–hablé analizando lo que había pedido Olivia, un sándwich de pollo gigante con papas a la francesa, un pay de queso pequeño y un refresco de cola–Tome.–extendí la tarjeta con la cual se paga cualquier cosa en la cafetería–Y discúlpela, es nueva.–añadí.

—Estoy...estupefacta.–sonreí mirando de reojo a Olivia quien ya había juntado las cosas en una misma bandeja, tomé la botella de agua y me encogí de hombros restándole importancia–Gracias.

Nos guiaba hasta la mesa bromeando con ella sobre lo mucho que comía y lo delgada que estaba, ya lo había notado desde la comida con los Adler pero pensé que era porque había sido parrillada, no que era algo de todos los días, aún así no comprendía como no cuidaba su alimentación y su complexión era media, para su estatura se veía perfectamente bien.

—¿Olivia? –se escuchó una voz masculina tras nosotras deteniéndonos.

Olivia giró confundida pero sonrió en cuanto vió a Jay, igualmente le sonreí por cortesía, es el hermanastro de Valentina pero no lo conocía lo suficiente para tener una confianza o hablarle más allá de un hola, ¿cómo estás?, no me caía bien ni mal, simplemente me era indiferente.

Aunque físicamente estaba algo distinto a la última vez que lo vi, hace unos días, se había rasurado la típica barbita que solía tener, muy aparte también se rapó al estilo militar.

Cambió bastante pero para mejor.

—Oh por Dios, ¡Jay! –saludó efusivamente abrazándolo–Al fin alguien conocido.–añadió divertida.

—Lo mismo digo, ¿no ibas en la estatal? –cuestionó interesado–¿Sigues haciendo videos en YouTube?

¿Videos?

Miré a Olivia que me observó de reojo como esperanzada a que yo no escuchara eso pero sonrió asintiendo con los ojos cerrados.

—Aún.–murmuró con un tímido rubor en las mejillas, sonreí escuchándola.

Así que videos...debía investigar sobre eso.

—Oh mierda, ya dije tu secreto.–su tono era divertido tapándose la boca, mirándome por primera vez en todo el rato–Alexandra, ¿que tal? No sabía que se conocían.

—Puedo decir lo mismo de ustedes.–fui sincera–¿De dónde se conocen?

Mi interés era genuino en su totalidad, se notaba que tenían una buena relación pese a que noté, no tan concurrente.

Olivia miró rápidamente a Jay cómo pidiendo autorización para contestar, al menos con sinceridad.

—Anduve con un amigo de Olivia.–respondió él tranquilamente–¿Ustedes?

¿Amigo? ¿Dijo amigo?

—¿Amigo? –salió de mi boca casi tan rápido como lo pensé.

Mierda, que pena.

¿Como pude preguntar eso?

Vi que Olivia reprimía su risa, debí sonar hipócritamente homofóbica aunque en lo absoluto, más bien fue mi sorpresa al saber que también era gay la que me traicionó.

—Sí, amigo. Soy gay.–reafirmó divertido–¿Tienes algún problema con eso? –eso último no lo dijo en un tono agresivo ni molesto, más bien interesado.

Negué tan rápido como contestó.

Los estereotipos que tengo aún en mi cabeza en relación a la comunidad a veces me sorprendían, lo digo en serio y sin el afán de justificarme; me sorprendía tanto que jay fuese homosexual porque no lo parecía en absoluto, emanaba masculinidad y era jugador de basketball por lo que sabía, estereotipos que tenía en mi mente...

—En absoluto.–murmuré mirando de reojo a nuestro al rededor, muchos nos veían pero no sabía desde cuando ni porqué–Sólo...no lo sabía, no lo imaginé.

—Nadie va gritando su sexualidad, Vandenberg.–habló Olivia burlona–¿No lo crees?

—No la molestes Oli.–pidió Jay sin dejar su típico tono burlón–¿Nos sentamos? Me siento muy observado en estos momentos.

Me reí al notar que en efecto éramos los únicos que estábamos de pie platicando, busqué a mis amigos en donde Valentina me miraba fijamente, en cuánto notó que yo también la vi me hizo señas de que me acercara.

—¿Se quieren sentar con nosotros? –señalé disimuladamente la mesa donde ahora estaba también Nate, Kyle y Daniel.

—No creo que mi hermanita me quiera cerca.–sonreí por como se había referido a Valentina–Me sentaré...por allá.–hizo una seña con la cabeza a una mesa vacía–¿Vienes? –preguntó a Olivia directamente que me miró con duda, le sonreí para que entendiera que no pasaba nada, ella correspondió con otra de disculpa.

—No te preocupes, comprendo.–musité tomando mi ensalada, la botella de agua ya la traía en mi mano–Te veo a la salida, ¿nos vamos juntas? –aunque fue una pregunta, sonó más a un aviso.

La expresión de Jay fue de sorpresa y con ganas de cuestionar pero se lo dejaría a Olivia, ella sabría que responder, sinceramente le tenía confianza pese a que no la conocía casi nada.

Ha demostrado ser discreta.

—Nos vemos.–murmuró Jay.

No esperé su respuesta porque conociéndola capaz se negaba asi que empecé a caminar a donde mis amigos estaban, ya me miraban curiosos a excepción de Valentina, que tenía más molestia que curiosidad.

—Pensé que nunca vendrías con nosotros.–saludó Valentina amargamente.

Le sonreí al escuchar su tono, a veces más que molestarme o preocuparme, me daba ternura su lado berrinchudo.

—Hola chicos.–dije en general tomando asiento junto a Daniel porque era el único lugar disponible.

—Hola.–murmuró Daniel en voz baja con su típica sonrisa de lado.

Observé que Camille y Kevin estaban jugueteando de la mano, murmurando entre ellos como antes lo hacían, entonces si habían regresado...

—¿Esa chica no fue la que...? –Camille interrumpió a Nate.

Ya todos sabían lo qué pasó en esa clase, aunque no lo dejara terminar ya todos teníamos contexto.

—Nathaniel, no le eches más leña al fuego.

—Ya Camille, toda la escuela sabe que le dijeron idiota a Val.–se burló Kyle, ella rodó los ojos–A veces lo eres pero no es correcto que te lo haga saber frente a todos.–puntualizó provocando la risa de todos, en especial de Nate.

Yo reprimí mi risa porque tenía a Valentina frente a mí y aunque todos sabíamos del humor de Kyle, ella se podía enojar realmente conmigo si me reía de eso.

—Que los jodan.–alzó el dedo de en medio en dirección de Nate y Kyle, estos solo le guiñaron el ojo con una sonrisa.

Empecé a comer mi ensalada con la intención de aprovechar la tranquilidad; Camille y Kevin estaban muy entretenidos entre ellos como matrimonio recién casado, Daniel y Kyle habían empezado un tema al cual no le estaba prestando atención y Nate hablaba muy entretenido con algunos amigos suyos que se habían acercado a él.

Por fin estábamos en paz.

—Es muy guapa.–comentó Nate de la nada, todos lo miramos sin comprender–La chica nueva.–explicó, asentí ocultando mi sonrisa porque en efecto, si lo es.

—La vi primero.–se adelantó Kyle señalándolo.

Ay amigos...Muy guapa y muy lesbiana.

Conociéndolos aprovecharan cualquier oportunidad para intentar coquetearle y ver quien se la lleva primero a la cama, que risa me dará cuando se enteren que no está en su liga.

—¿Puedes ocultar tu estupida sonrisa? –bufé al escuchar el tono de Valentina, lo había dicho prácticamente para que solo yo lo escuchara–Tienen pésimo gusto.

—No te pongas celosa bebé, aún eres la más guapa de este instituto.–contestó Nate–Ese lugar nadie te lo quita.

—Difiero.–intervino Daniel mirándome de reojo.

Le sonreí por cortesía pero seguí comiendo mi ensalada ignorando la conversación de todos.

—¿Podemos hablar? –levanté mi mirada al frente sabiendo que Valentina me hablaba a mí.

Tenía el semblante serio e inexpresivo.

—Déjala mínimo que coma.–intervino Daniel en tono autoritario. Lo miré molesta.

¿Quién se creía para hablarle así a Valentina?

Esto me trajo un flashback de hace unos meses cuando todavía éramos novios.

—Por esa razón es que te dejan.–lo atacó Valentina sin piedad–Como amigo te adoro pero eres insoportable como novio.

Suspiré rodando los ojos, miré a Daniel que prefirió guardar silencio pero sonrió con amargura, le dió en el punto. Sabía que se había contenido para contestarle y le agradecía porque el humor de Valentina tampoco estaba para bromas.

—Ya no eres su novio hermano, no te metas.–habló Kyle, lo miré agradeciendo el gesto de intervenir, tal vez había notado mi expresión de incomodidad.

—Puedo comer afuera.–comenté indiferente restándole importancia, Valentina asintió tomando mi botella de agua y levantándose.

Miré de reojo a Camille quién también me miraba, sabía que no le había dicho a Valentina que quería hablar con ella con una mala intención pero me generaba conflicto que no me avisara, no estaba lista para esto; así que una parte de mí quería matarla pero otra muy opuesta quería agradecerle porque sabia que si me lo dejaba a mí, probablemente nunca lo haría.

¿Era el momento de decirle todo a Valentina?

Aún estaba a tiempo de crearme una excusa...

Empecé a seguir a Valentina en dirección a las mesas del jardín frontal, íbamos en silencio y algo distanciadas porque ella caminaba como alma que lleva el diablo mientras que yo iba a mi ritmo, se sentó en una mesa lejana a donde estaban otras personas y la seguí sin antes sonreír a quienes nos saludaban.

—¿Quién es ella? ¿De dónde la conoces? Apenas lleva unas horas aquí y ya parecen amigas de toda la vida.–soltó sin dejar de observarme, sonreí un poco en burla de que aún no terminaba ni de sentarme y ya estaba bombardeando.

Su tono era irónico y cargado de amargura, estaba exagerando...

—Es Olivia.–mi tono fue un poco burlón, llevé un poco de ensalada a mi boca y ella suspiró rodando los ojos–Cambia tu tono si quieres que hablemos bien.–pedí encogiéndome de hombros.

—¿Es qué cuál quieres que use? –manoteó, rodé los ojos–Te dije que me dejó en ridículo y luego te veo a las risitas con ella frente a todos pese a eso–suspiré negando–Y luego con el idiota de Jay, ¿de quién eres amiga?

Me levanté y ella tomó mi mano para evitar que me fuera, fruncí el ceño al notarla pero me relaje al tacto.

Mi propio cuerpo me traicionaba ante su toque.

Valentina sabía que si era capaz de irme y dejarla ahí, siempre prefería eso a esperar que me dijera algo que realmente me molestara y que ambas discutamos, era mejor optar por eso y que lo habláramos cuando ella estuviera tranquila.

—Te odio.–reí observando una pequeña sonrisa aparecer al fin.

Su hermosa sonrisa.

—No lo haces, lo sabes.–murmuré tomando asiento nuevamente–¿Para eso querías hablar conmigo a solas? –solo me miraba–¿Recuerdas a la chica de aquel club? El club gay.–ella pareció pensarlo unos segundos pero asintió–Es ella. Es Olivia.

Su cara cambió de relajación a sorpresa y alerta en un segundo. Reí al verla.

—Y viene lo mejor, también es mi nueva vecina.–empezó a negar eufóricamente.

—Maldita sea Alex, es una acosadora.–sonreí sorprendiéndome porque yo también le había dicho eso a Olivia–La podemos demandar, yo puedo explicarle a tu papá.

—No seas idiota Val.–me burlé–Todo es coincidencia, literalmente ella no sabía ni cómo me llamaba realmente.–frunció el ceño–Emily, ¿Recuerdas?

Ella negó.

—No existen las coincidencias. No tantas.

—Tal vez es el destino premiándome por aceptar ser gay.–me burlé pero ella bufó con una sonrisa casi escondida.

—Sería el premio de consolación.–levanté la ceja–Teniéndome a mí en tu vida, cualquiera es premio de consolación.–bromeó con una sonrisa.

Al fin se había relajado un poco, incluso yo...aunque con ese comentario había dado justo en el clavo.

Empezaba a detestar que hiciera ese tipo de comentarios.

—Entonces, ¿qué querías hablar conmigo? –la miré–Por como me lo dijo Camille parece importante.

Es ahora o nunca Alexandra.

Observé detalladamente cómo colocaba un cigarrillo en su boca y lo encendía mientras me miraba fijamente.

Sus ojos mantenían opaco el brillo que usualmente tenía, seguramente por su rabieta de hoy.

—Yo...bueno, es qué...–escuché su risita y la miré.

—¿Aquí vamos de nuevo? –se burló–Sé directa Alex.

A veces detestaba que no me tuviera paciencia cuando no sabía expresarme, no todos tenemos la facilidad de ella para decir simplemente lo que piensa.

—Aquella noche...en la alberca...en mi cumpleaños.–musité observando a los lados, cuidando de que nadie me escuchara. Ella habló.

—¿Quieres hablar del beso? –fruncí el ceño escuchando la naturalidad con la que hablaba–Oh por Dios Alex, sufres tanto para hacerme la pregunta que me da pena ajena–No es para tanto.

Auch.

—¿Por qué lo hiciste? –traté de que no se notara lo que me había dolido ese corto comentario.

—Quería ganarte.–contestó fácil–Estábamos compitiendo, ¿recuerdas?

—Eso no responde mi pregunta.

—Una estrategia para ganar siempre es distraer al oponente.–soltó el humo–Mi beso fue la distracción y funcionó.–no pude evitar sonreír con algo de burla ante su "estrategia"–Aunque todavía no he pensado en tu castigo.

¿Qué mierda?

No estábamos compitiendo por quién moría o quién no, es una completa estupidez ese razonamiento.

Habíamos competido sobre quién aguantaba más en anteriores ocasiones y jamás me había besado.

—No tiene sentido.–musité.

—¿Qué es lo que quieres escuchar realmente? –la miré–Porqué lo que te dije es la verdad.

—¿Por qué fingías que no te acordabas de nada?

—¿Qué dices? –cuestionó burlona–No creí que fuera para tanto Alex, no inventes.–su desinterés me provocaba molestia–Apenas y recuerdo un choque pero no estoy segura de que fuese en la boca, ¿lo fue? –rodé los ojos y ella rió–Oh por Dios, besé a una chica.

Maldita sea, estaba sintiendo algo dentro de mí que no sabía con exactitud qué era.

¿Enojo? ¿Tristeza? ¿Decepción?

Me daba mucha rabia que ella hablase como si de nada se tratara cuando había sido mi primer beso con una mujer.

Se había robado mi primer contacto íntimo, que para mí si era relevante y no le estaba dando la importancia que merecía.

—¿Por qué tanta insistencia en esto? –la miré, seguía con su tono desinteresado pero al mismo tiempo curioso–Alex, ¿es por tu sexualidad? Porqué yo no tengo problema con eso, tú lo sabes...yo, bueno no me molesta saber que realmente nos dimos un beso.

¿A que venía eso?

—Maldita sea Valentina, a veces detesto que seas un poco egoísta.–me levanté furiosa sintiendo su mirada–¿Por qué no me preguntas si yo tuve problema con eso? ¿Si me siento cómoda? ¿Lo sabes?

Mierda ¿Qué hice?

¿Por qué dije eso?

—Mierda, perdón.–me disculpé rápidamente mirándola pero negó.

—Escúpelo porque empiezo a creer que tienes algo qué decirme.–su tono había cambiado y su expresión también, era neutra. Empecé a negar.

No era el momento.

No debía decirle nada.

Ya había dejado en claro que no valía la pena mencionarle algo.

—No tengo nada que decirte.–musité encogiéndome de hombros–Fuiste mi primer beso con una mujer.

—Soy tu mejor amiga.–levanté la ceja–No había nadie más especial para que lo tuvieras.–levanté la comisura de mi labio como pude, ella se acercó y me abrazó–Lamento haberte robado eso, no pensé...estaba ebria. Discúlpame Alex.

Su disculpa sonaba totalmente sincera...

¿Realmente valía la pena ponerme así por un beso que me dió ebria? Al final, ya tenía la respuesta que tanto me quitó el sueño.

No fue la que ansiaba pero tampoco me sorprendió la que me dió.

Ahora solo quedaba aceptar que no tenía ninguna oportunidad, ningún chance pero que mínimo me quedaría con un beso.

—Ya, que tampoco es como que me hayas robado la virginidad.–me burlé empujándola para aligerar el ambiente y ella sonrió alzando la ceja.

—Tampoco es que tengas mucha suerte.

—Suerte sería la tuya de tenerme en tu cama.–me burlé.

—Si me gustaran las mujeres ya lo estuvieras.–se encogió de hombros.

—¿Quién te hizo pensar que eras de mi gusto?

—Yo soy el gusto de todos Vandenberg.–reí fingiendo incredulidad.

—No creo.–fingí pensarlo–Mis gustos son más...de morenas y tatuadas.

Hice referencia a Olivia porque sabía que no le agradaba.

—Ni tu misma crees lo que acabas de decir.–su tono divertido me hizo saber que ya estábamos bien nuevamente.

Solo a esto debía acostumbrarme, bromear de vez en cuando y simplemente aceptar que no volvería a pasar.

—¿Te gusta? –alcé la mirada sin comprender de qué hablaba, nos habíamos quedado un rato en silencio y su seriedad me confundió–Olivia.

Si tan solo supieras que eres la única que me nubla el pensamiento cada cinco minutos.

No pude evitar sonreír al pensar eso, era irónico que ella me lo preguntara.

—Supongo que es un sí.–reí negando.

No sabía si era producto de mi imaginación pero sus facciones parecieron relajarse al escuchar eso.

—Me acordé de algo.–mentí–No lo sé...es guapa.–acepté.

No podía mentir diciendo que no había algo en ella que llamaba mi atención, físicamente era muy atractiva y su personalidad me agradaba, al menos lo que conocía de ella hasta ahora me gustaba.

Tenía curiosidad por saber más de ella y no lo sé, en un futuro tal vez podría llegar a gustarme.

Lo que si sabía es que hasta ahorita no me gustaba pero llamaba mi atención, pero lo que si tenía claro es que Olivia no sería ningún premio de consolación.

—Que bueno, porque no me gusta. No para ti.–habló mi mejor amiga en un tono serio.

Reprimí mi sonrisa al escuchar eso porque tenía una perfecta contestación para eso, pero preferí quedarme en silencio para terminar mi ensalada.

[...]

Las clases del día habían finalizado hace poco más de diez minutos, después de guardar mis cosas opté por esperar a Olivia aquí mismo ya que su casillero quedaba cerca del mío.

Nos iríamos juntas de nuevo a casa.

—Hey.–giré al reconocer esa voz.

Pertenecía a Daniel.

—Dani.–saludé dándole un beso en la mejilla tratando de no sentir esa incomodidad.

Sin decir nada me abrazó dando un beso en mi cabeza, la mayoría de los que caminaban en el pasillo nos miraban algo extrañados.

Muchos sabían que habíamos sido novios.

—Feliz cumpleaños.–me reí alejándome de él lo más rápido pero no tan obvia para herir sus sentimientos–He pensado en ti casi todo el día, me sentí mal de no abrazarte hace rato, Dios, yo realmente quería pero a veces no sé como actuar y lo de la cafetería...yo...–negué cortándole.

—No le des importancia.–era simple, él negó.

—Quiero compensarlo.

—No tienes porqué, no hace falta de verdad.

—Pero quiero hacerlo.–sonrió–Muy aparte es la primera vez que pasamos un cumpleaños tuyo separados.–levanté la ceja–Me refiero a todos estos años de conocernos, no como pareja.–explicó rápidamente–Vamos al cine o a comer o...–escuché el ruido de un casillero detrás de mi, giré para ver a Olivia que miraba de reojo.

—¿Lo puedo pensar? –contesté mirándolo a él nuevamente.

—Solo si sugerirás algo más.–me reí negando–Como amigos Lexi.–suspiré asintiendo observando como sonreía genuinamente más grande–¿Mañana a las ocho?

—Me parece bien.–se acercó a darme un beso en la mejilla el cual correspondí–¿Conoces a Olivia? –murmuré haciéndome a un lado para incluirla.

Él la miró tratando de reconocerla, sabía que no era bueno con los rostros de con quienes no convivía así que no me sorprendía que no la reconociera inclusive aún si tenía clase con ella.

—Olivia Adler.–se presentó ella extendiéndole la mano–Tenemos economía juntos.

—Oh, eres la que discutió con Val.–comentó divertido ubicándola de inmediato–Daniel Buzolic.–tomó su mano con una gran sonrisa.

—¿Todos me reconocerán así? –el tono divertido de Olivia me hizo reír pero asentí.

—Nadie le lleva la contraria a Val.–se burló él–Tienes suerte de ser amiga de su mejor amiga.–le di un manotazo a Daniel que volvió a reír–Es la verdad.

—Exagera.–dije a Olivia quien no comprendía muy bien a lo que se refería él–Esto no es chicas pesadas.

No era nada malo.

En realidad Val solo excluía, aunque en su mayoría de veces era sin la intención, muchos de nuestro grado parecían seguirla sin pensar. Podría decirse que si en este colegio había una abeja reina, era ella; pero este problema había quedado resuelto horas atrás ya.

—¿Qué no es chicas pesadas? –se escuchó la voz de Camille.

—Sinceramente me es irrelevante.–habló Olivia restándole importancia–Ya te tengo a ti, ¿no?

Miré de reojo a Camille que tenía una mirada sugestiva acompañada de una sonrisa burlona por lo que acababa de decir Olivia.

Daniel por su parte no prestó atención.

—Paso por ti a las ocho.–se despidió nuevamente pero sacudiendo la mano esta vez, prácticamente había corrido para alcanzar a sus compañeros del equipo de basketball.

—¿Me acompañas al baño? –seguí a Camille que ya me llevaba de la mano.

Le hice señas a Olivia para que me esperara.

—Necesito que me contextualices.–reí cerrando la puerta del baño.

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