Regina: es verdad, perdóname.
Daniel: extrañaba tanto tenerte así- dijo mientras la apretaba con sus brazos-
Regina: yo también, me has hecho tanta falta.
Daniel: ¿entonces? ¿Qué sentido tiene continuar separados cuanto tú y yo nos amamos?
Regina: aunque la manera en que concebimos a Miranda no fue el mejor, me alegra que tu seas el hombre de aquella noche, ella no pudo tener mejor padre.
Daniel: y a mí me alegra que tengamos una hija tan maravillosa, perdóname mi amor por no habértelo dicho antes.
Regina: y tu perdóname por haber querido sacarte de mi vida, por molestarme tanto contigo, la verdad es que el impacto de saberlo fue muy fuerte para mí.
Daniel: puedo entenderlo, no tuve la suficiente valentía de decirte la verdad a tiempo.
Regina: solo esperabas el momento, eso me queda claro, además fui muy injusta contigo, ni siquiera te deje hablar, me deje llevar por el coraje y me cerré totalmente a una explicación, yo no te odio, te amo más que a nada en este mundo y solo deseo vivir el resto de mi vida a tu lado.
Daniel: ¿eso quiere decir que me perdonas?
Regina: si, vamos a olvidar todo esto, intentemos salvar nuestro matrimonio, pero prométeme una cosa.
Daniel: lo que quieras mi vida.
Regina: que nunca más volverá a haber secretos entre nosotros.
Daniel pasó saliva, sabía perfectamente que había algo muy importante que le ocultaba a Regina, los motivos que lo llevaron hasta la constructora de su padre.
Daniel: te lo prometo.
Lorenza intento localizar a Regina, pero no obtuvo una respuesta, mientras Ariel ya molesto se hizo cargo de la reunión que se suponía dirigiría con su hija.
Ariel: cuando llegue a casa Regina, me va a oír, no puede hacer lo que le da la gana.
Regina y Daniel se quedaron profundamente dormidos, después de un buen rato ella despertó, lo vio dormir y no pudo evitar verlo con amor, tocar sus labios y besarlo, se levantó de la cama con mucho cuidado para no despertarlo, se vistió, tomó sus cosas y salió de la habitación, luego paso a recepción a pagar la cuenta y abandonó el hotel, unos 5 minutos después Daniel despertó.
Daniel: ¿Regina? Mi amor, ¿dónde estás?
Al no escuchar una respuesta Daniel se puso de pie y la buscó por toda la habitación, como no la encontró supuso que ya se había ido, entonces se vistió, salió del lugar, y tomó un taxi para regresar a su trabajo.
Regina llegó a la constructora de su padre con una enorme sonrisa.
Recepcionista: arquitecta su padre la anda buscando desde hace rato.
Regina: gracias, voy a verlo.
Recepcionista: le advierto que está bien molesto.
Regina: no te preocupes, puedo manejarlo. - dijo guiñándole un ojo.
Daniel regresó a su trabajo, al entrar a su oficina se encontró con una Ximena muy seria y cruzada de brazos.
Daniel: hola
Ximena: no puedo creer que me hayas dejado plantada.
Daniel: discúlpame tuve un imprevisto.
Ximena: ¿así le dices a tu esposa?
Daniel se sorprendió con aquellas palabras.
Ximena: ya sé que la viste en el restaurante; no puedo creer que te persiga de esa manera., ¿Cómo se lo permites?
Daniel: ella no me persiguió, estaba desayunando con una amiga.
Ximena: como sea, no me gusta que tu esposa se interponga en tu desempeño laboral.
Daniel: si lo dices por mi ausencia esta mañana no te preocupes que me pondré al día ahora mismo.
Ximena: ¿y como le vas a hacer con los clientes que dejaste plantados? Porque están muy molestos.
Daniel: dame sus datos yo mismo me encargaré de ofrecerles mis disculpas.
Ximena: es tarde, debido a tu falta se echaron para atrás, solo espero que esta sea la primera y última vez que dejas tirado tu trabajo para perseguir a esa mujer.
Ximena salió furiosa de la oficina y azotó la puerta.
Daniel: lo que sea que haya pasado valió la pena, por que acabé de recuperar al amor de mi vida. - dijo muy sonriente.
Regina tocó en la oficina de su padre, ya estaba psicológicamente preparada para su recibimiento.
Ariel: adelante.
Regina: ¡Hola papá!
Ariel: ¡vaya! Hasta que la señorita se digna a venir.
Regina: discúlpame es que se me presentó un imprevisto.
Ariel: ¿y que puede ser más importante para ti que cumplir con tus obligaciones?
Regina: mi felicidad.
Ariel: ¿a qué te refieres?
Regina: quiero que sepas que regresé con Daniel.
Ariel la vio muy enojado.
Regina: ¡jamás pensé que fueras tan débil Regina!
Regina: ¿le llamas debilidad a seguir mi corazón y tratar de salvar mi matrimonio?
Ariel: a lo que sea que hagas por estar cerca de ese miserable.
Regina: pues te recuerdo que ese "miserable" es mi esposo y también el papá de mi hija.
Ariel: en mal momento te enamoraste de ese tipo.
Regina: ¿sabes qué no? Después de pensarlo por días me he dado cuenta de que soy afortunada por que el padre de mi hija es un buen hombre que está dispuesto a hacernos feliz a las dos y no se llena de boca hablando mal de los demás, a pesar de que lo corriste de manera injusta no se ha atrevido a lanzar juicios en tu contra.
Ariel: porque sabe que tuve toda la razón en correrlo.
Regina: ¡No! Porque siempre se portó muy profesional contigo, si hablamos de correr deberías hacerlo conmigo, porque te dejé botado en una reunión importante, incumplí con mis obligaciones, eso si es una falta imperdonable.
Ariel: pero tú eres mi hija.
Regina: ¡soy una empleada más y el ser tu hija no me hace estar en una mejor posición que el resto de los que trabajan aquí!
Ariel: Regina ya deja de decir tonterías.
Regina: no son tonterías papá, siempre te has caracterizado por ser un hombre justo, pero ahora te desconozco.
Ariel: yo te desconozco a ti, no acepto que hayas vuelto con ese tipo, podrías poner en riesgo tu trabajo.
Regina: ¿me estas amenazando? Porque si quieres me voy de una vez.
Ariel: ¿y dónde vas a trabajar? Desde que terminaste tu carrera nad más lo has hecho aquí.
Regina: soy una mujer preparada y puedo hacerlo en cualquier constructora.
Ariel: no sin un certificado que este firmado de mi puño y letra.
Regina: si piensas que por eso me voy amedrentar, estás muy equivocado, ahora además de buscar un buen ingeniero deberás buscar un arquitecto que te aguante, suerte papá- dijo con una sonrisa desafiante.
Regina se retiró de la oficina dejando a su padre callado; fue a su oficina tomó sus cosas, las guardó en una enorme caja y salió al estacionamiento, mientras iba conduciendo Susana su amiga la llamó.
"Regina: Hola, ¿Cómo estás?
Susana: pues no tan bien como tú, soy tu fan, mira que hacer enojar a Ximena fue toda una hazaña.
Regina: ¿de qué hablas?
Susana: no te hagas, vi el beso que tú y Daniel se dieron, pero lo que más me gusto fue que esa trepadora los vio.
Regina sonrió triunfadora.
Regina: ¿en serio?
Susana: si, la hubieras visto, estaba furiosa, tanto que tomó sus cosas y salió casi corriendo del restaurante.
Regina: solo espero que Daniel no se haya metido en problemas.
Susana: y si lo hizo, ¿crees que valió la pena?
Regina: por supuesto.
Susana: ¿entonces volviste con él? - dijo entusiasmada-
Regina: No solo eso, estuvimos juntos, ya sabes.
Susana: ¡que buena noticia!
Regina: todo lo que tú y Verónica me dijeron me hicieron pensar mucho, no quiero perder a Daniel y al ver a esa mujer rondándolo como ave de rapiña me hizo tomar una decisión definitiva.
Susana: que bueno"
Al llegar a casa de sus padres Regina le escribió un mensaje a Daniel.
"Daniel, perdóname por dejarte solo, pero recordé algo que debía hacer, espero que no hayas tenido muchos problemas por nuestra escapada, te espero esta noche en el departamento no olvides que te amo, Regina"
Se bajó del auto y entró a la casa, en la sala estaba su madre muy seria.
Regina: ¡Hola mamá!
Lorenza: ¿se puede saber cómo es posible que hayas interferido en el trabajo de Daniel? Ximena me llamó, estaba furiosa por que la dejo plantada, tenían unos clientes y ellos se molestaron mucho.
Regina la miró sorprendida, soltó su bolsa y la puso en un sofá.
Regina: Yo no interferí en su trabajo, por casualidad nos encontramos en ese restaurante, él estaba con su jefa y yo con Susana, ambas pudimos darnos cuenta de cómo esa mujer se le insinuaba, ¿Qué querías? ¿Qué me quedara de brazos cruzados? Tú sabes que esa mujer colecciona hombres y hoy sus intenciones por seducir a Daniel fueron muy evidentes, supongo que eso si no te lo dijo.
Lorenza se quedó pasmada.