Dos pares de pasos resuenan desde la planta alta, se escuchan pesados y producen eco.
Hombro a hombro se encuentran Decker y Farkas Raxton, el antiguo líder de la manada y su hijo, el gran alfa. Ambos, con rostros inexpresivos, bajan las escaleras tranquilamente y observan a lo que queda de su familia en la planta baja.
Cerca de la puerta está la esposa de Farkas, Emilia Raxton cargando a su hija Michelle, y junto a ellas está Scott Raxton acariciándole el rostro a su hermosa y pequeña hermana de cuatro meses de nacida, quien no asistiría a aquel evento, Kriss, el general, quien estaría junto a los escoltas Y Roxana Bullet, la persona que más detesta Decker, si no fuera por qué legalmente es su esposa y debe cumplir con su papel de "Luna" no estaría en ese lugar.
—Valla, pensé que jamás bajarían, llevamos una eternidad esperando —Hablo la madre de Decker mientras sonreía con carisma.
—Perdóname amor —Se apresuró a contestar el antiguo alfa y bajo lo más rápido que pudo dejando a su hijo detrás —Estaba platicando con nuestro hijo.
Cuando el alfa estuvo lo suficientemente cerca de su esposa, fue detenido por la mano de la mujer; una mano al frente extendida y una mirada fija en su cuello.
—¿Estuviste fumando? —Levanto una de sus cejas y dijo; —Si hueles a cigarro será mejor que no te acerques, podría hacerle daño a la bebé.
—Cambie mi saco y comí una menta —Rápidamente se excusó y trato de no provocar a su esposa.
—Hum... —Produjo un sonido nasal, como si estuviera diciendo "Ok, más te vale". Aquel gesto encendió la alarmas en la cabeza del alfa que rápidamente llegó y beso la cabeza de su amada sosteniendo la de la cintura
—Perdóname querida, es difícil dejar de fumar.
—¿Ni siquiera por qué yo te lo pido?
Y el alfa se quedó mudo. Se sintió realmente mal, no supo formular palabras y simplemente suspiro derrotado. El estrés que siempre le provoco ser alfa de manada lo guío a ser adicto a la nicotina.
Es difícil dejar algo a lo que estás profundamente acostumbrado.
—Prometo que intentaré dejarlo...
—Hablemos de esto después, Farkas —Y nombrado sintió como su cuerpo se tensó de golpe, Emilia no suele llamarlo por su nombre a menos que esté molesta, Farkas debía hacer muchos méritos si quería calmar la furia de su esposa.
—Ya solo vámonos.
Dijo el gran alfa llegando al pie de las escaleras, acercándose a su familia, mostrando poca importancia al reciente desacuerdo familiar y a su "esposa".
Su mente divaga en pensamiento pasajero aún más importante que una riña familiar.
—Andando —Terminando de decir aquello, paso de largo y miro al frente con la misma mirada perdida de siempre, como si no hubiese nada importante en su vida, aunque... Eso no era del todo falso.
Realmente casi no le quedaba nada, ni siquiera las ganas de vivir.
Scott, al escuchar que se irían, recordó que su pequeña hermanita no iría a aquel evento, así que se acercó a su preciada hermana menor y le planto un beso delicado en la frente con todo el cariño del mundo.
—Pórtate bien cariño y tu hermano mayor te alimentará con papilla de mango. Tu favorita —Luego, el joven Raxton le acaricio la mejilla derecha y le dio otro beso en la frente, realmente no se quiere ir y dejar a Michelle sola.
El joven no está acostumbrado a dejarla sola mucho tiempo, y la bebé no está acostumbrada a dormir sin tener a que aquel hombre que solo conoce de vista, por un lado, arrullándole y meciéndola mientras hace un relajante sonido que la adormece.
Scott siempre había querido una hermana menor, y ahora que la tiene, está totalmente chiflado, a diario la lleva a dar un paseo por el jardín para que conozca el mundo de a poco, también la alimenta y se queda al lado de la pequeña durante las noches hasta que se duerme.
Incluso parece que la pequeña Michelle está aún más encariñada de su hermano mayor que de su madre.
—Nos vemos princesa —Se despide el alfa y se aleja esperando no escuchar el llanto de su hermana al alejarse.
El alfa menor, que va vestido con pantalones de vestir negros a medida, una camisa color rojo sangre y un saco negro, ignora deliberadamente a su cuñada, pasa de largo y sube a su auto esperando a que su madre y su padre salgan de la residencia para seguirlos por detrás en el camino.
Cómo siempre, Decker debe ir hasta el frente en su Mercedes negro acompañado de Roxana, seguido de sus padres en un modelo igual solo que en color gris y después Scott en su auto; Un Cámaro negro.
Cómo ya es protocolo, deben ir protegidos por una caravana de autos a los costados, al frente y por detrás.
Scott odia esa parte de su vida, siempre teniendo que tener seguridad a su alrededor, siempre teniendo que protegerse hasta del aire que respira.
Cuando Decker está por entrar en su Mercedes y dar por iniciado el recorrido, suelta un profundo y marcado suspiro que resuena con estrés y molestia.
—Mierda... —Gruñe Decker al percatarse de algo importante, así que se detiene y le dirige la palabra a su padre; —Olvide unos documentos, iré por ellos, pueden adelantarse y esperarme allá.
—Te esperaremos —Hablo Emilia con amabilidad y se detuvo justo cuando iba a subir al auto
—No, adelántense, iremos después de ustedes. Kriss, escóltalos, por favor—Y se dio la vuelta dando por finalizada la conversación.
—Entendido —Dijo el general mientras veía a su alfa alejarse —Señor y señora Raxton, debemos partir —Dijo con amabilidad.
Ante esto, Farkas y Emilia subieron al auto y juntó a Scott y una parte de los escoltas se fueron con ellos. No deben perder mucho tiempo, en menos de una hora y media comenzará el evento lunar, y, aunque el tiempo alcanza y sobra, deben llegar y presentar formalidades ante los demás alfas.
Protocolo.
—Pediré que me lleven —Hablo Roxana por primera vez dirigiéndose a Decker —Para ver a mi padre.
—No. Es tu deber llegar conmigo. Protocolo —Gruño Decker con molestia mientras se alejaba. Detesta tener que seguir conviviendo con Roxana después de lo que sucedió, pero, aún no puede anular su matrimonio por razones diplomáticas.
Eso siempre lo hace enfurecer más.
—Pero yo quiero-
—¡Me importa un carajo lo que quieras! —Grito molesto, realmente no puede estar un segundo cerca de Roxana sin sentirse muy, muy molesto. —Tienes que llegar conmigo. Fin de la conversación
Y se alejó realmente importándole un carajo lo que Roxana sentía o pensaba, dejando a una chica nerviosa y conmocionada.
A Decker, importándole menos que nada la mujer que había dejado plantada en el primer piso, llegó hasta su oficina nuevamente y luego de entrar, cerró la puerta con firmeza.
El olor a humo de cigarro dentro de la oficina es muy notorio, está prácticamente impregnado en cada rincón del lugar, todos los alfas que han usado esa oficina, han sido totales fumadores.
Es como si fuese un requisito necesario para obtener el puesto fuera; Tener ganas de morir por cáncer de pulmón y cirrosis.
El alfa se acercó e importándole poco el hecho de que acababa de acomodar todos sobre el escritorio, revolvió los papeles mientras buscaba aquellos documentos y papeles faltantes.
—Aquí están los contratos...
Murmuro en cuanto encontró una carpeta negra de plástico con algunos papeles que contenían unas cuantas reformas que algunos alfas de otras manadas debían firmar este año.
—Aquí está la propuesta del tren de pasajeros, la ley contra el maltrato y... Falta el discurso.
El discurso que daría en memoria de su antiguo amigo; El ministro Evans.
—Mierda, no la imprimí —Hablo con cierto grado de frustración. Ha tenido tanto que pensar y procesar que incluso olvidó que debía imprimir el discurso que daría rindiendo homenaje al difunto ministro Evans.
Incluso si los únicos que escucharían dicho discurso solo eran alfas de manada que quizá jamás lo conocieron.
O Incluso si Alisha ni siquiera estaría presente. Después de todo lo ocurrido, está seguro de que Alisha Evans lo único que desea es arrancarle la cabeza.
—Demonios —Susurro para sí mismo al darse cuenta de que no encuentra el archivo en dónde había guardado dicho discurso.
Al parecer ni siquiera lo guardo bien, tal vez tenga que volverlo a escribir.
No hecha a perder el tiempo. Se sienta nuevamente frente a su laptop y comienza a teclear con agilidad.
Recuerda bien algunas partes del discurso fúnebre, le tomo varias horas plasmar resumidamente lo que quería decir.
El ministro Evans fue alguien quien lo guío durante su ascenso al poder, un hombre Simple que únicamente buscaba marcar un cambio.
Así que sus palabras de agradecimiento se traducen en un:
“Hoy estamos reunidos para recordar a quien en vida fue una grandiosa persona, cuyo recuerdo nos acompañará por siempre a través de sus enseñanzas y de los momentos que a su lado tuvimos la oportunidad de compartir.
Me resulta difícil pronunciar esta lamentación, tanto dolor y pena me abrazan. Pero estas palabras de despedida a un amigo son reconfortantes para este momento; expresarlas, ayuda a entender mejor las cosas para alcanzar la paz.
Su muerte es nuestro gran dolor hoy...
Su partida marcará un nuevo rumbo, y su legado prevalecerá con firmeza, un legado que pienso honrar con esta nueva ley; Trato justo e igualitario entre alfas y omegas...”
—Después de eso improvisamos, decimos sus logros y un minuto de silencio —Dijo en tono bajo como si formulará un plan estratégico para sí mismo.
Cuando terminó, envío el archivo a imprimir y espero con paciencia a qué las hojas blancas salieran con aquel pequeño discurso.
Es sonido de la impresora es lo único que resuena en la oscura habitación, ya que el alfa se mantiene pensativo y callado, mirando a la nada...
No sabe que pensar, o que hacer, rasguña levemente la madera de su escritorio con las uñas y emite un golpeteo constante en el suelo con la suela de su zapato, además, su pulso aumenta un poco y se siente fatigado... Ansioso.
[Bzzz... Bzzz... Bzzz]
Repentinamente, el sonido vibratorio de su teléfono lo saca de su trance y lo obliga a llevar su mano hacia el bolsillo de su pantalón para ver quién lo está llamando
Cuando saca su teléfono lo primero que le apareció en la pantalla de llamada fue; "Kriss"
Se extrañó un poco al ver el remitente de aquella llamada, pero no lo pensó mucho, presiono la pantalla, contesto la llamada y se llevó el teléfono a la oreja para luego decir:
—Que sucede Kr-
Fue interrumpido por una fuerte tos del otro lado del teléfono seguido de unos jadeos muy fuertes y marcados, como si batallará para respirar.
[—Decker... Debes esconderte, ellos...]
—¡¿Qué sucedió?! —Exclamo el alfa en gran Shock tratando de descubrir si aquello era una broma, pero era imposible... Kriss jamás haría una broma así...
[—Un estallido... Los coches volcaron...]
Luego se escuchó del otro lado una terrible explosión que logro dejar a Decker paralizado.
—¿Kriss que sucedió? —Hablo con el corazón en la mano tratando de calmar sus nervios.
Durante unos segundos no se escuchó nada del otro lado de la línea, tal parecía había demasiada interferencia y solo escuchaba una molesta estática.
[—Tus padres... Scott... Ellos están]
Y nuevamente la interferencia no lo dejo escuchar el final de la oración.
—¡¿Mis padres que?! —Grito totalmente nervioso y salió de su oficina a pasos pesados —¡Kriss por un carajo! ¿Qué les sucedió a mis padres?
[—¡Debes esconderte!]
—¡No me pidas algo tan estúpido, voy para allá!
Finalmente, la interferencia desapareció por unos segundos y permitiéndole a Kriss decir:
[—Decker escúchame carajo. Tienen armas y van por ti... Escóndete... La ayuda viene en camino... Escóndete hasta que lleguemos, escóndete y no te dejes atrapar...]
Cuando pareció que la llamada estuvo a punto de finalizar, se escuchó distorsionadamente como Kriss murmuro una palabra sin terminar "Flet..."
Y el alfa se tensó en su lugar al escuchar el sonido de fuertes disparos que parecían producirse a centímetros del teléfono.
Un tiroteo.
Segundos después se oyeron gritos de una mujer y algunos gruñidos y chillidos de lobo.
Una pelea.
Luego, la llamada se cortó repentinamente y el lugar se quedó en total silencio.
Por primera vez en mucho tiempo, el gran alfa, sintió temor, un temor tan arraigado a su corazón que se temió ser superado por aquel sentimiento.
Es una sensación tan pesada que le provoca un nudo en la garganta y le prohíbe respirar con normalidad.
—Ah... —Jadeo sintiendo como se le iba el aire. Aquello fue tan repentino que la corbata que llevaba puesta rápidamente fue arrojada al suelo tras ser desabrochada por manos torpes y temblorosas.
No estaba preparado para recibir una llamada de ese tipo. Hacía solo unos minutos atrás estaba tranquilamente platicando con su padre y repentinamente... Tal vez ya no está vivo.
—Decker, respira... —Hablo Lan con un poco de nerviosismo. Él, como su lobo, es capaz de sentir con más profundidad el miedo y la desesperación, el hecho de que a Decker se le esté yendo el aire naturalmente lo altera y lo pone tensó.
—Mi mamá... Ah... Mamá... —Poco a poco, el alfa se siente mareado, el piso parece moverse bajo sus pies y se ve obligado a recargarse en una de las paredes y a dejarse caer lentamente hasta el suelo mientras se le nubla la vista.
—Kriss está con ellos, estarán bien —Hablo el lobo al sentirse naturalmente vulnerable.
Como si estuviese al descubierto.
Jamás se había sentido tan vulnerable como hasta ahora, le da la sensación de que es como un pequeño niño asustado e indefenso
—¡Levántate, carajo, debemos salir de aquí ya!
—No me esconderé. Iré a ayudar a mi familia —Hablo mientras jadeaba y sudaba sin control. El simple echó de pensar en que algo malo le había sucedido a su madre, le hace sentir un terrible dolor en el pecho tan, pero tan fuerte que lo incita a llorar.
Su madre fue su único apoyo emocional en los tristes días en los cuales, en vez de parecer humano, parecía un títere.
—¡No iremos, es peligroso!
—¡Mi madre está allí!. Si algo le sucede, jamás me lo perdonaré...
—¡No podemos hacerle frente a las armas! —Exclama Lan buscando hacer entrar en razón a Decker, pero realmente parece que es imposible, el alfa simplemente se levanta, aprieta los puños y comienza a bajar las escaleras—¡Decker hijo de perra detente!
—¡Cierra la puta boca, es mi familia Lan, no Puedo simplemente huir y esconderme a esperar a que ellos estén bien! Perdí a mi luna por qué fui un cobarde, no perderé a mi familia también...
Cuando Decker termina de bajar las escaleras, voltea hacia todos lados y cierra los ojos buscando captar el ligero y sutil aroma de su pequeña hermana; Un olor a jabón de bebé, talco y aceite de coco.
Debe ir, buscar a su pequeña hermana que está siendo cuidada por la niñera y hacer que algunos de sus escoltas las lleven a la base militar para que esté más segura.
—¡Carolina! —Exclama con una voz imponente mientras avanza a una de las salas de estar, lugar en el que el aroma de su pequeña hermana se vuelve más fuerte y pronunciado.
—¡Alfa! —Cuando la puerta es abierta, la joven se queda estática, nerviosa —¿Qué sucede? —Pregunta con la voz temblorosa
—Dame a Michelle y sígueme —Ordena con firmeza y se da la vuelta en cuanto tiene a su pequeña hermana en brazos y a la niñera, por un lado,
—Señor... ¿Sucedió algo?
—La manada está bajo ataque, pediré que te lleven a la base militar, cuida de Michelle hasta que todo esto se solucione —Con pasos marcados llegan hasta la entrada en dónde permanece la mitad de la caravana que debía escoltarlo
Algunos hombres se bajan de los autos y se acercan al alfa, tal parece ya saben que algo malo sucedió.
—Alfa, esperamos indicaciones —Dijo uno de los hombres y guardo silencio.
—Envía un auto y tres escoltas hacia la base militar. Deben escoltar a Michelle y a su niñera —Hace una pausa, mira a su hermanita y luego dice; —Morirán si les sucede algo a alguna de las dos.
La manera tan voraz e intimidante de decir aquello heló el corazón de los soldados.
Es realmente intimidante ver los ojos fúricos del alfa soltando una amenaza.
—¡Si señor!. Por favor, señorita, sígame, la llevaremos a la base —Dijo uno de los hombres señalando uno de los autos en dónde debía subir
Cuando llego la hora de despedirse, Decker le planto un beso a su hermana en la frente y en cada una de sus regordetas mejillas.
—Te amo mucho Michelle, prometo que solucionaré esto e iremos por ti...
Luego, Michelle fue llevada a un auto junto a su niñera. Decker, con pesar, vio como el auto se alejaba y rogaba a cualquier que lo escuchará, que mantuviese segura a su hermana menor.
El día de hoy, no quiere tener que enterrarla, ni a ella, ni a sus padres, ni a su hermano...
—Debemos ir como apoyo —Soltó en una orden y los autos se movilizaron con rapidez.
Y cuando estuvo a punto de subir a uno de los Jeep, Lan lo detuvo.
—¡Decker entiende, no puedes ir, si tú mueres, cualquier alfa en esta manada con un poder similar al de nosotros puede tomar la manada!
—No hay tal mana-
Y el mismo se calló la boca.
—Si la hay... —Murmuro Lan con la voz ronca.— "Fletcher" —Dijo Lan muy convencido —Fue lo que quizá trato de decir Kriss antes de que la llamada se cortará.
Fue como colocar la última pieza de un rompecabezas, el hecho de que Fletcher no quisiera presentarse ante el cuándo recién llego, excusándose detrás de su pareja enferma...
El hecho de que salieran de la mansión antes que sus padres, los estaban esperando para emboscarlos...
O el hecho de que casualmente mientras había una balacera en el lugar del incidente se pronunciaran su nombre...
Fletcher Cameron Antonov es el único alfa que admite abiertamente entrenar a sus soldados y escuadrones con armas de fuego...
—¡Bastardo de mierda! —Gruño muy molesto y detuvo sus intenciones por subir al Jeep.
No tiene que ir a buscar a Fletcher después de todo...
—¿Recuerdas lo que dijo tu padre?—Dijo Lan con un todo de voz neutro —Sobre el Omega enfermo que se hospeda en la residencia en nuestro patio...
—Hum... —Soltó un sonido nasal seguido de una sonrisa media—Fletcher quiso lastimar a mi familia... No veo el problema en que yo no pueda hacer lo mismo... ¿Verdad?