Odisea | Enzo Pérez

بواسطة bebecvitax

242K 14.7K 3.1K

Yo no tengo la culpa de que me gustes, la culpa es tuya por tener todo lo que me encanta. المزيد

Sinopsis
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
📷
18
19
20
21
22
📷
23
📷
24
25
📷
26
27
📷
28
29
📷
30
31
32
📷
📷
33
34
📷
35
36
37
📷
📷
38
39
📷
40
📷
41
📷
📷
42
43
📷
45
46
47
📷
48
49
📷
50
📷
51
📷
📷
52

44

2.6K 215 74
بواسطة bebecvitax

31 DE MAYO, 2021

Génesis | Capítulo: El riesgo

Observo las muecas en la cara del ginecólogo frente mí mientras termina de revisar los análisis de sangre que tiene entre sus manos y que me pidió que me realice hace unos días atrás.

Fue lo primero que me indicaron hacer en cuanto llamé a la clínica para pedir un turno con él. Después de aquella tarde de emociones en mi departamento y de descubrir que aquella mínima ilusión que tenía podría ser real, no quise dejar pasar más tiempo y Enzo mucho menos.

Así que buscamos a uno de los mejores especialistas que Enzo insistió en pagar y pudimos conseguir un turno lo antes posible para poder informarnos de manera correcta y tratar de llevar la noticia del embarazo lo mejor posible.

Teniendo en mente más que nada mis diagnósticos pasados de los que tan confiada estaba.

–¿Está todo bien? –pregunta mi novio de forma impaciente. Desde que llegamos a la clínica que está nervioso y se nota por como mueve su pierna constantemente.

Ni siquiera sabría decir cual de los dos está más ansioso que el otro en éstos momentos.

Nuestras emociones fueron un sube y baja constante durante éstos últimos cuatro días. Teníamos nuestros momentos de felicidad así como también aquellos de preocupación y hasta algunos de enojo, tengo que admitir.

Un enojo ciertamente particular, como es de esperarse de mí, dado que todo empezaba en mis desvaríos, con Enzo pidiéndome que deje de ser tan extremista, y terminaba conmigo también, enojada con él por no entenderme.

Obviamente que al rato yo ya estaba como si nada, teniendo en cuenta además que la carita de exasperación que pone Enzo cada vez que lo hago enojar es mi debilidad.

Mis arranques de locura no duran mucho cuando se trata de él, de eso no caben dudas. Y mucho menos cuando hasta yo sé, y él sabe que yo sé, que estoy exagerando aunque no vaya a reconocérselo.

Y es admirable la paciencia que éste hombre me tiene. Enzo es de los que ya no existen.

–Los estudios son normales, pero vamos a trabajar mucho en cuanto a tus ovarios –habla finalmente el médico, dejando sobre su escritorio mis análisis. Y la seriedad con la que esos ojos azules nos observan captan mi atención tanto como me asustan– Quiero ser claro con ustedes, hay varios riesgos y si queremos que el embarazo siga su curso normal van a tener que escucharme con atención. ¿Se entiende?

Rápidamenre asentimos, Enzo entrelaza sus dedos con los míos y ese calor familiar me calma automáticamente.

–¿Pasa algo malo? –me animo preguntar y el médico asiente lentamente.

Espero una respuesta de su parte, parece algo eterno sin duda.

–Debido a tu condición de ovario poliquistico, sos más propensa a tener perdidas –habla con cautela, una presión en mi pecho se instala y sólo apreto la mano de Enzo– Hay riesgos en todos los embarazos, pero en tu caso hay más probabilidades, vamos a tener máximo cuidado para que puedas pasar las próximas semanas.

Mordí el interior de mi mejilla, una parte de mí no quiere creer sus palabras, desearía que no sea así.

–¿No existe algún tratamiento o algo? –pregunta Enzo, interrumpiendo las palabras del profesional.

–Por el momento no hay medicamentos que reduzcan la posibilidad de pérdida –responde éste acomodando sus anteojos sobre su nariz– Es importante que sean conscientes de que van a tener que multiplicar los cuidados para no ocasionar la pérdida completa del feto.

Sus palabras impactan fuertemente en mi cabeza y en mi corazón. Sabía que las posibilidades de un embarazo por mi condición eran casi nulas, durante mucho tiempo creí que no sería posible. Pero pasó.

Y ahora tengo esa misma esperanza de que vamos a superar estas semanas de riesgos, mi visión de lo imposible cambió mucho.

–¿Cómo serían los cuidados? –mi mirada recae unos segundos en Enzo y ese aspecto de preocupación en su cara no me gusta.

Hay que ser positivos. Es la única forma de pasar ésto de la mejor manera. Hubo un tiempo en el que creí realmente que nunca podría concebir un bebé, pero pasó y se siente tan bien.

Es mi bebé, mío y de Enzo.

¿Como será? ¿Como él? ¿Tendrá cosas mías también? Todos pensamientos que están constantemente presentes en mi cabeza.

Bajo mi mirada a la camisa beige que cubre gran parte de mi estómago plano, en el cual aún no se nota nada, pero sé que está ahí.

Parpadeo ante el apretón de mi novio sobre mi mano, bajándome a la realidad, luce algo preocupado y una mueca de disculpas se forma en mi cara. Me perdí la conversación importante dejándome llevar por mis pensamientos.

El médico vuelve a repetirme muy seriamente cada precaución que tengo que tomar y no puedo hacer más que asentir ante el bombardeo de información en mi cabeza.

Ambos nos levantamos de nuestro lugar, estrechamos la mano del doctor, quién me da la indicación de volver en quince días; la primera ecografía nos espera.

Y un sentimiento agradable se instala en mi pecho.

Dejamos el consultorio, ese olor de hospital entra en mis fosas nasales, dándome cierto asco que me hace arrugar mi nariz para sacar esa fea sensación de mi sistema.

Enzo mantiene la pequeña carpeta color marrón en la mano derecha y su otro brazo rodea mi hombro atrayéndome hacia él. Sonrío ante su pequeño contacto, me hace feliz de tantas formas que no se da cuenta.

El embarazo en un principio me dió tanto pánico, pero saber que él es quién me acompaña y el papá de mi bebé me da esa seguridad y paz que necesito.

Quiero que él sea parte de todo.

No me caben dudas que a Enzo como padre no hay nada que reprocharle, lo he visto en su día a día con Pía y Santiago siendo lo mejor que puede ser para ellos, y no puedo estar más feliz con eso.

–¿Desayunamos? –propongo con una media sonrisa y él asiente automáticamente.

En silencio caminamos por los pasillos de la clínica hasta llegar a la recepción principal, con la intención de pedir un nuevo turno.

–Andá, yo lo hago –aseguro. Él duda un poco y termina aceptando, dejándome la carpeta marrón con mis cosas. Me da un beso rápido en los labios antes de retirarse cabizbajo, lo que me parece algo totalmente inusual en él.

Espero pacientemente detrás de una mujer con un embarazo bastante avanzado, y un escalofrío recorre toda mi columna vertebral. Es tan raro pero a la vez es tan hermoso.

Apenas espero unos minutos más hasta que una de las administrativas me atiende y rápidamente me da el turno sin necesidad de explicar mucho, está todo escrito en la orden médica.

–Perfecto, muchas gracias –miro una última vez a la rubia de labios rojos y sonrío, guardando el papel antes de perderlo y así poder salir.

Apresuro mis pasos para llegar a la camioneta y Enzo no parece verme. Le doy unos golpes a la ventana y destraba la puerta en seguida. Tiene esa costumbre de trabar todo con él adentro.

–¿Vamos al de siempre? –pregunto, abrochándome el cinturón y dejando la carpeta en los asientos de atrás.

Enzo se mantiene callado y quieto en su lugar, con la mirada perdida, llamando mi atención.

–¿Estás bien? –murmuro preocupada. Sus ojos se clavan en los míos y un temor casi palpable atraviesan éstos.

–Génesis...¿vos escuchaste lo que nos dijo el médico? –habla con cierto miedo y el ambiente se vuelve tenso.

Asiento rápidamente con un movimiento de cabeza, pero realmente me cuesta creer que algo malo pueda suceder.

–Me tengo que cuidar, lo sé –contesto, repitiendo las palabras utilizadas anteriormente por el médico.

Él relame sus labios y una mueca vuelve a formarse en sus facciones.

–Vamos a estar bien, quédate tranquilo –apoyo mi mano sobre su pierna e intento darle la mejor sonrisa tranquilizadora que puedo.

–Génesis, es serio, tenemos que tener cuidado. Hay que ser realistas...puede pasar –sus palabras me duelen y se que lo nota.

–No pienses en eso, se puede equivocar. Decían que no podían quedar embarazada y mírame ahora –le recuerdo, confiada– Vamos a estar bien, créeme que va a ser así.

Enzo no parece convencido y eso me duele peor. Pareciera que toda esa ilusión que él tenía hace unos días atrás se perdió en cuestión de minutos.

Sé que tengo razón, el médico puede equivocarse.

Y yo voy a hacer todo lo que me pidan para que mi bebé crezca como corresponde y tenga todo lo que necesite, no soy una inconsciente al respecto por más que él o quien sea piense lo contrario.

No voy a descuidar tan fácilmente algo que tanto deseé tener.

Enzo toma mi mano, sus ojos están apagados y tiene esas expresiones de alguien herido, acaricio su piel y sonrío de forma tímida.

–Confía en mí, vas a ver que todo va a salir bien –aseguro otra vez, acercándome a su rostro y él asiente lentamente, dejándome ver el reflejo de una sonrisa sobre su boca.

Nuestra distancia se corta gracias a él, mis labios se mueven sobre los suyos y nuevamente esa felicidad aparece en mí. Acaricia mi mejilla y esas pequeñas caricias hacen que sonría en medio del beso.

Sólo unos minutos son suficientes para que el ambiente vuelva a ser el de siempre, cálido y hermoso.

Me separo de él convencida de que logró entender que vamos a pasar esas semanas que el médico nos dijo. Tenemos que estar tranquilos y dejar que pasen lo mejor posible, sin presiones.

–Te amo –sentencio, dejando otro corto beso sobre sus labios al que en seguida corresponde.

–Los amo –murmura Enzo y puedo volver a sentir ese vacío que se había formado en mi pecho llenarse otra vez.

Estamos formando una familia.













N|A

ANTES DE QUE EMPIECEN A PEGARLE A MI BEBÉ GÉNESIS, quiero que entiendan el lugar en el que ella está ahora, la ilusión en la que literalmente está viviendo. Es normal que esté negada o que no quiera caer en una realidad que no es tan color de rosa como imaginó. Pónganse un segundo en su lugar y véanlo desde ahí, desde los zapatos de alguien que pensó no ser capaz y que al final si pudo; no va a dejar que nada ni nadie le tire abajo esa ilusión.

Dicho eso, quiero hacer una mención especial a AguustinaHemmings porque sin ella (y sus conocimientos médicos ahre) real que la mitad de éste capítulo no hubiera sido posible. Muchísimas pero MUCHÍSIMAS gracias hermana❤

Y como siempre digo, espero que el capitulo les haya gustado tanto como yo lo amé!

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

306K 20.8K 93
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
90.2K 16.2K 50
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
137K 8K 15
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
615K 89.7K 88
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...