Después de salir de la habitación de Akane con mucha dificulta, ya que tenía miedo de dejarla sola y que mañana no quisiera abrí la puesta otra vez, Ranma se dirigía muy inseguro a su cuarto hasta que de pronto se detuvo en seco.
-No, tengo que regresar, necesito estar cerca de ella, y ¿si se siente mal? y ¿si por cosas del destino la caminata la enferma?.
Ranma dio media vuelta para regresar con Akane, pero después recapacito.
-No, si hago eso levantaré sospechas, mejor la voy ver en la mañana.
Y con estas palabras se fue a su habitación, pero aunque se trató de dormir no pudo conciliar el sueño, al final no durmió las pocas horas que quedaban para que amaneciera.
-¿Quién será el culpable?, ¿quién se habrá atrevido a firmar su sentencia de muerte?.
Ranma seguía rodeado de sus pensamientos.
-Existe algo que no entiendo, ¿porqué su vientre es ta grande? si se supone que tiene casi cuatro meses y según las clases, los bebés empieza a crecer después de los cuatro meses, a no ser que sean gemelos, gemelos yo padre de unos gemelos y si se parecen a su padre porque según los libros...
Como Akane no había vuelto al ínstituto, Ranma había comenzado a estudiar para poder explicarle a Akane la materia.
Y así siguió pensando hasta que el sol rozó su rostro, esto marcó el fin de su vigilia, se levantó y fue directo a donde estaba Akane, quien aún se encontraba dormida, así que volvío a salir de la habitación y le preguto a Kasumi si ya estaba el desayuno, era fin de semana y por eso Ranma no tenía que ir al instituto.
-Buenos días Ranma, si en un momento, primero déjame subirle el desayuno a Akane.
-No te preocupes, yo lo hago.
-Estas seguro, ayer se pelearon.
-Si ló se, pero creo que es una buena manera de hacer las pases, ¿no lo crees?.
-Bueno.
Kasumi le entrego el desayuno de Akane a Ranma, este tenía la perfecta excusa para ir donde Akane.
Subió las escaleras y entró.
Akane se acababa de despertar.
-Buenos días Akane, aquí esta tu desayuno.
-Gracias Ranma.
-Lo pondré en tu escritorio.
-Esta bien.
Ranma se acerco y lo coloco en el escritorio, después akane se levantó para ir al baño.
al pasar al lado de Ranma este noto algo extraño.
-¿Akane?.
-Si.
-Estas más alta.
-Ah.
En efecto, Akane había crecido por lo menos cinco centímetros, aunque no superaba la estatura de Ranma si se le acercaba.
-No, es solo tu imaginación.
-Claro que no.
Ranma se dirigío a Akane y la acerco a él para poder medirla, pero esto lo hizo sin pensar, así que el cuerpo de Akane se poso sobre el suyo y nuevamente el bebé comenzó a moverse tanto que está vez Akane lo noto, por lo que se separo de él inmediatamente.
-Lo siento.
-No, esta bien, ahorita vuelvo.
Akane salió de la habitación y Ranma se quedó de pie en medio de esta, más rojo que un tomate. Para calmar su calor se puso a ojear las cosas que Akane tenía, y se encontró con la bolsa que le había visto en otra ocasión.
-¿Qué es esto?.
En eso Akane entro y Ranma escondió la bolsa.
-Lista para desayunar.
-Si gracias.
-Pues bien, te dejo sola para que comas.
Ranma se giro y estaba a punto de salí cuando.
-Ranma, ¿podrías desayunar conmigo?.
-¿Qué?
Ranma estaba sorprendido, Akane pidiéndole que desayunaran juntos, ni en sus más profundos sueños.
-Si claro, voy a buscar mi parte y vengó.
-Esta bien, te espero.
Ranma salió a toda prisa y así como bajo al la cocina subió llevando con sigo su desayuno.
-Ya volví.
-Que bueno.
-Bien comencemos.
-Si, me muero de hambre.
Mientras comían, Ranma noto como el vientre de Akane se movía y está hablaba con su bebé.
-Ya sabía que tenías hambre, dime te gusta el desayuno que preparo tía Kasumi.
Ranma miraba embobado como Akane le hablaba al bebé mientras acariciaba su vientre, no podía creer que hace unas horas atrás deseaba que no existiera y más aún que ahora lo quiera proteger con su vida.
-¿Akane?.
-Si.
-¿Puedo preguntarte 2 cosas?.
-Si, mientras no sea..
-Si ya entendí, dime ¿alguien más a parte de mí sabe?
-No Ranma, de aquí tu eres la única persona que sabe.
-¿A que te refieres de aquí?.
-Bueno, solo tu sabes.
-Y otra cosa, ¿ya sabes cómo le nombraras?.
-No, pero si quieres puedes nombrarlo tú.
-¿Enserio?.
-Si claro, ¿qué nombre le pondrías?.
-No se, ¿qué es, niño o niña?.
-Eso no lo sé.
-Entonces ¿cómo?.
-Busca dos nombres, uno de niño y otro de niña.
-Esta bien.
Y así fue pasando el día,
Ranma no se despegaba de Akane y esta no rechazaba su presencia, se sentia a gusto con él.
Los demás miembros de la familia estaban extrañados pero felices, por fin Akane permitía que alguien entrara en su cuarto y más aún ese alguien era Ranma.
-¿Akane?
-Si.
-Dime ¿cuándo le piensas decir a tu papá?
-No sé, aun es pronto.
-Ya veo.
Desde hacía ya unas horas Ranma veía algo extraño en el rostro de Akane, talvez era por su embarazo, pero había algo en ella que no entendía que era, pero que la hacía ver diferente, aunque estaba más tranquilo que le permitiera estar con ella, así que ya no le preguntaría más cosas con referente a su estado.
-Akane, ¿no te aburres aquí encerrada?.
-Si un poco, aunque ahora te tengo a ti.
Al escuchar estas palabras Ranma se sonrojo.
-Ya vengo, voy a buscar el juego de shogi de papá y tío Soun.
-Esta bien.
Ranma salió de la habitación pero no tardo en encontrarse con alguien.
-Ranma hola.
-Hola.
-¿Cómo esta Akane?.
-Bien tío, tenias toda la razón, solo debía darle tiempo.
-Lo vez.
-Tio me prestas...
-Toma lo que necesites.
Ranma subió de nuevo a la habitación y encontró a Akane dormida en la silla de escritorio.
-Mira, mira...
Ranma dejo el juego a un lado y tomo a Akane en sus brazos y la llevo a la cama, cuando la acostó esta le lanzó un brazo y justo como hacía un año atrás esta lo capturo, Ranma cayó en la cama, esto hizo que Akane lo abrazara más, tanto que Ranma ya no se pudo mover por miedo de golpear al bebé o a Akane, así que finalmente se resigno pero esta bajo sus manos a torso del pelinegro y así ambos se quedaron dormidos ya que la noche anterior no habían podido dormir bien.
Mientras dormían, Ranma comenzó a tener pesadillas donde una sombra con grandes garras arrastraba a Akane y la alejaba de él, repetía una y otra vez que Akane era suya y que ya nadie podría quitarle el vínculo que había creado con ella, mientras Akane lloraba pidiendo a gritos..
-¡¡AKANE!!.
-¿Qué pasa?.
Ranma había gritado y había despertado a Akane.
-Fue un sueño, todo fue un sueño.
-Tranquilo Ranma, mira ya es de noche.
Ranma se incorporo y observo como todo estaba oscuro.
-¿Será que no hay nadie?.
-Puede ser, déjame ir a ver.
Ranma salió de la habitación y en efecto no había nadie, así que prendió las luces y encontró una nota.
-Querido Ranma, salimos a hacer unas compras, por favor cuida a Akane regresamos al rededor de las 8pm
Kasumi.
-Así que no hay nadie.
Ranma miro el relog y vio que apenas eran las 6:45 de la tarde.
-Bien, esto es una oportunidad.
Fue por Akane y la convenció de salir.
Con mucho cuidado Akane salió del cuarto.
-Por fin puedo salir.
-Si, llevas muchos días encerrada.
-Si, más bien llevaba ya que anoche tuve que....
-Mmmm...¿Quieres ver televisión?
-Si vamos.
Cuando salieron del cuarto, Ranma tomo la mano de Akane para que esta no fuera a resbalar y se dirigieron a la sala.
Ambos se sentado a ver una película.
Era una película cómica, así que Akane no paraba de reír y Ranma no paraba de mirarla.
-Akane se ve muy hermosa, ¿pero que estoy pensando?, ¿desde cuando pienso en la belleza de Akane?.
-Ranma, Ranma.
-¿Que?.
-¿Que si me estabas escuchando?.
-Ah...no, perdón.
-Te decía ¿qué si ya habías visto esta película?, ¿pues en qué pensabas?.
Con esa pregunta Akane hizo que el corazón del pelinegro se acelerará.
Como le iba a decir el que estaba pensando que se veía hermosa.
Un color carmesí inundó sus mejillas, lo cual hizo que este se levantara.
-Akane ¿tienes hambre?, ¿te traigo algo de comer?.
-No es necesario, yo prepararé algo, tu espera aquí.
Akane se levantó y se dirigió a la cocina, Ranma no pudo detenerla y aunque tenía miedo de lo pudiera pasar, se propuso a comer cualquier cosa que la peliazul cocinara.
Al cabo de unos minutos fue a ver como estaba y al llegar a la puerta de la cocina, no pudo evitar quedarse viéndola, parecía una mujer casada en espera de su primer hijo, se veía tan hermosa y radiante, pero había una sombra que lo oscurecía todo.
-Algún día lo encontraré, y ese será su último día, lo haré pagar por esto.
-Ranma, estas bien.
-Si yo.
Akane se acercó y poso su mano en la frente de Ranma, esto hizo que olvidara su rabia y se estremeciera todo su cuerpo.
-No tienes fiebre, parece que todo está bien.
Akane esboso una sonrisa, esta fulmino toda muralla que el artista marcial hubiera puesto, lo dejo desarmado e indefenso ante esa sonrisa, por fin podía ser sincero con sigo mismo y admitir lo que siente por ella.
De pronto Ranma se inclino hacia ella, la sugeto con sus manos, deseaba besarla más que nada en el mundo, queria que supiera que no estaba sola, que lo tenia él, que siempre la protegería y también a su bebé que aunque no fuera su hijo biológico, el lo sentia muy suyo porque ella lo llevaba en su vientre.
Akane