Un deseo

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-Akane.

Al percibir las intenciones de Ranma, Akane con cuidado se aparto de él y fingiendo que no se había dado cuenta siguió cocinando.

-Akane yo.

-Ranma, si quieres ve a la sala, ahorita esta la comida.

-Esta bien... ¿Qué paso?

-Creía que todo iba bien, creía que Akane lo aceptaría, talvez no fue el mejor momento o lugar.

Así que resignado volvió a la sala y unos minutos después entró Akane con comida, se veía muy bien y hasta olía sabroso.

-Bien Ranma, ¿qué te parece?.

-Se... es muy bien, pues buen provecho.

Ranma se comio el primer bocado y como nunca se lo imagino, sabía muy bien, Ranma se lo comio todo y hasta repitió.

Al termina ya faltaban diez minutos para las ocho.

-Pues bien, creo que es hora de volver a mis aposentos.

-Pues bien Akane parece que tienes razón.

-Pero antes voy a lavar los platos.

-No tranquila, yo lo hago.

-No espera.

Y en una que va y otra que viene Ranma y Akane por esta discutiendo ¿quién lavaba los platos? resbaló, así que Ranma como pudo hizo que Akane callera sobre él, para que no se lastimara.

-¿Akane estás bien?

-Si gracias.

Akane se puso en pie y luego extendió su mano a Ranma, este se levantó y quedando de frente a ella nuevamente sentía la necesidad de besarla y esta vez no dejaría que escapara, estaba decidido era todo o nada. Akane intento escapar como antes, pero esta vez Ranma la tomo de la cintura y se acercó lentamente, en ese precisó momento tocaron el timbre, así que no le quedó más opción que soltarla.
Y mientras que Ranma se dirigía a habrir la puerta dejando un deseo que no pudo ser en los labios de Akane, ella se dirigía a su cuarto aliviada por ¿quién quiera que fuera?, le había salvado esta vez.

-¿Si quién?

-Hola Ranma.

Una voz muy familiar le advierte a Akane, que ya su familia había llegado

-Hola Nabiki y ¿tus llaves?

-Las deje aquí ¿y mi hermana?

-Esta en su cuarto, yo estoy solo aquí.

-Enserio y ¿porque esta la mesa servida para dos?

-Eso es porque me serví doble ración.

-Si claro.

-Nabiki no los molestes.

Después de ese día Ranma se convirtió en el fiel protector de Akane, eso sí, sin que nadie lo sospechara, además se había puesto a investigar a espaldas de Akane ¿quién era el padre del bebé? y un futuro cadáver .
Desde ese día todas las noches sin que nadie lo supiera Ranma salia de casa a buscar una clave que lo llevara al paradero del cadáver viviente, como lo llamaba él, y unas semanas después ya había averiguado donde vivía Gosunkugi y también que ya había regresado kuno, así que armo una estrategia, estaba seguro que era uno de ellos y si un día lo comprobaba, ese sería su último día.
Una noche se decidió y puso manos a la obra, así que primero fue con Gosunkugi y le tendió una trampa, no iba a permitir que por un descuido todo se fuera a la basura, así que como Ranko lo cito en una banca del parque a las nueve de la noche.

-Buenas noches bella señorita.

-Buenas noches.

-Me tomo por sorpresa que me invitará a venir aquí.

-Es un agradecimiento por la ayuda que me brindo en otro momento.

-No hay porque.

Mientras Ranko platicaba, analizaba cada uno de los movimientos de Gosunkugi, la forma en como se expresaba y como actúa.

-Akane jamás perdería una pelea con alguien tan débil, a menos que hubiera utilizado algún truco.

-Y dime, ¿qué hiciste interesante este año?.

-Nada en especial.

-Enserio.

-Si ¿porqué?.

-Que tal un día cualquiera, no sé talvez como hoy hace cuatro meses.

-¿Hoy?.

-Si

-Déjame ver, hoy, a si, falte a clase porque el día anterior pesque un resfriado.

-Un resfriado.

-Si, es que el día anterior estaba... bueno básicamente trataba de que mi mayor enemigo le fuera mal.

-¿Y cómo?.

-Haciendo un conjuro, pero llovió esa noche y amanecí resfriado.

-Ya veo.

Gosunkugi tenía razón, la noche anterior había llovido ya que estaba pasando por Japón un frente frío.
Gosunkugi tenía una cuartada, eso lo tendría que comprobar por si mismo.

Después de hablar, Ranko observo la hora, se despidió y se fue, ya que había planeado lo mismo para kuno pero este al igual que Gosunkugi tenía una coartada, había estado en una reunión de la escuela san geberes que era donde estaba Kodashi su hermana menor.
Así que derrotado y sin pruebas regreso a casa.

-Espera un momento me falta el doctor Tofu.

Ranma esta muy confundido y no quería creer que el último sospechoso era el doctor, pero no tenía de otra así que se fue a verlo, lo encontró revisando unos medicamentos naturales y este le contó por casualidad que ya le le estaba acabando las reservas que había ido a traer hacía cuatro meses, justo para el aniversario luctuoso de su padre.
Así que finalmente Ranma sin una sola pista regreso a casa.

Al entrar vio que alguien merodeaba así que lo encaro.

-¿Quién eres y que haces aquí?

Los ruidos habían despertado a Akane quien dormía en su cuarto, y aprovechando que todos menos Ranma que se encontraba afuera estaban durmiendo, bajo las escaleras y salió al patio.

-¿Quién eres?.

Replicó Ranma.

Una voz conocida comenzó a responder

-Soy.

-¡¡Ryoga!!.

De repente Ranma miraba incrédulo, como Akane había salido corriendo y se había abalanzado a los brazos de Ryoga.

-Te extrañe mucho, tenía miedo que algo te hubiera pasado y no volverte a ver.

-¿Qué esta pasando aquí?

Ranma entrado en cólera exigía una explicación y de pronto.

-No me digas, que Ryoga es el padre del bebé.

-¿No se lo dijiste?.

-Ryoga no digas eso así, Ranma espera.

-No me dijiste que no me traicionarias.

-Yo no lo hice...

-Yo fui tan tonto y te creí, tu Ryoga, creía que eras mi amigo, ¿como pudiste?, pero ahora, ahora seré yo quien te de tu merecido.

-No espera Ranma .

Ryoga rápidamente aparto a Akane para recibir un golpe de Ranma, quien estaba enfurecido a más no poner y así comenzó una pelea, mientras Akane le pedía a Ranma que por favor se detuviera, Ranma no escuchaba se sentía humillado, traicionado, era indescriptible lo que sentía.
Necesitaba saber la verdad.

Cuestión de tiempo.Where stories live. Discover now