La habitación de invitados donde dormía Taehyung aún no había sido reparada del todo, aún faltaban muebles para completar después de dos días, los trámites y las compras podían llegar a ser tardadas por eso él continuaba en la habitación del mayor, apreciando la televisión desde la extensa cama que le pertenecía al rubio. Estaban pasando una de sus películas de romance favoritas: Los puentes de Madison, una película que siempre lo hacía derramar ciertas lágrimas al final, influenciado fuertemente por su abuela que lo llamaba para verla juntos cuando llovía.
El amor correcto en el tiempo menos indicado. Tan trágico.
La perilla de la puerta dio una vuelta para darle paso al rubio que ingresaba exhausto, llevaba su corbata ya deshecha alrededor de su cuello colgando, su cabello implacable se veía más desordenado y caminaba como un pingüino desorientado.
ㅡHola JungKook ¿qué tal tu día?
El mencionado se detuvo una vez se sentó en la cama para voltear lentamente, encontrándose con la expresión curiosa del pelinegro que esperaba una respuesta. Pasaban los días y JungKook aún no se acostumbra al trato tan cálido comparado con el frío de su prometido, que muy contrario a este siempre lo emocionaba, provocando en su corazón una mezcla de emociones que aún no podía entender.
ㅡFue agotador, se crearon algunas discusiones por los desacuerdos así que tendremos una nueva junta la siguiente semana, con los pensamientos más claros para dar una decisión final. ㅡ respondió entonces hasta dejarse caer en la cama, a la altura de los muslos descubiertos de Taehyung.
El pelinegro despegó un momento sus ojos de la pantalla para ver el rostro de JungKook. Era realmente guapo, era tan versátil. pasaba de ser un imponente hombre en traje a un soñador joven que se emocionaba por alcanzar las estrellas en un columpio, sus expresiones habían comenzado a hipnotizar al pelinegro cuando se dio cuenta de que bajo sus labios había un bonito lunar, cuando concluyó que sonreía primero con los ojos cuando estaba feliz y luego bajaba hasta sus labios, sus labios rosas, delgados que siempre brillaban bajo el bálsamo.
Cuidadosamente su mano se perdió entre el cabello rubio del mayor, acariciando con sus yemas logrando que el contraído rostro del pálido se relajara hasta soltar un suspiro en completa tranquilidad, sonriendo, pasó su surda por la encantadora mandíbula hasta crear caminos en sus mejillas .
Las manos de Taehyung eran suaves, muy suaves y también eran cálidas, cada caricia que dejaba en su rostro se sentía como un arrullo. El rubio detuvo su movimiento al atraparla entre la propia, aún sin abrir los ojos pasó su pulgar entre los falanges y luego en el centro de su palma, una sutil caricia que tenía hipnotizado al moreno, JungKook finalmente entrelazó ambas manos y aún en ese agarre sus labios tocaron delicadamente la muñeca, escuchó el jadeo del menor y con una sonrisa regresó a una posición derecha, a una corta distancia del otro.
El recuerdo del día anterior llegó a él.
Era de madrugada y faltaba poco para el amanecer, el cielo continuaba siendo cubierto por una extensa capa oscura con manchitas blancas, preciosas estrellas o bien, el pasado de ellas. No había viento afortunadamente a pesar de ser de madrugada pero sí se sentía el ambiente frío al ser inicios de diciembre.
Observó a su acompañante que dormía abrazado a una maleta. Sonrió apartando un mechón que cubría su rostro, viendo la tranquilidad en él, la manta que se había resbalado hasta su cintura la subió aún más hasta cubrir su pecho.
El insomnio de ese día era por las palabras que estaban taladrando su cabeza y en cierta parte su corazón. La causa de sus desvelos era Taehyung, aunque no era de extrañarse. Cuando el pelinegro le preguntó aquello se había quedado sin palabras alguna, con su mente en blanco, no le dio ninguna respuesta por el momento así que el menor se había levantando con ganas de columpiarse, jugando como adolescente hasta media noche.
ㅡ¿Acaso esto es correcto?ㅡ volviendo su atención al menor sintió una presión en su pecho ㅡLo que está pasando me da miedo Tae, no creí que realmente...
ㅡTambién tengo miedo JungKook.
El rubio inmediatamente calló, observando como Taehyung se acomodaba mejor en su lugar y de igual modo observaba el cielo.
ㅡLa aparente explicación detrás de esto me hizo sentir un remplazo, lo que ocasionó mi quiebre estos díasㅡ explicó tranquilamente, recordando algunas escenas de ese día. ㅡPor eso quería que me veas a mí, por un momento me gustaría que veas a Kim Taehyung, aunque no sea inigualable.
ㅡTaehyung.
ㅡLo siento JungKook, estoy sintiendo emociones que son incorrectas, un sentimiento que no me corresponde... y aún así lo estoy tomando en bandeja de plata.
La voz calmada del menor confundió a JungKook, quien se sentó correctamente para poder ver bien al moreno que seguía perdido en el cielo nocturno.
ㅡNo me siento culpable por si tienes curiosidad.
ㅡTe corriges demasiadoㅡ bromeó.
Taehyung sonrió de lado alzando los hombros ㅡTal vez.
Cuando el leve bullicio de los insectos era lo único audible entre ellos, Taehyung mencionó que estaba cerca de amanecer y le sugirió verlo, ambos se levantaron y cubiertos por una manta con chocolate en manos apreciaron uno de los tantos espectáculos que la naturaleza ofrecía, el inicio del alba.
Regresando de su ensoñación el rubio volvió a hablar ㅡTae ¿sigues esperando mi respuesta no es así?ㅡ Taehyung asintió algo tímido. ㅡEntonces dame permiso de hacer esto.
El menor no comprendió, ni cuando sus mejillas fueron apresadas entre las palmas tibias de JungKook para ser cuidadosamente acariciadas antes de acercarse peligrosamente, la nariz del mayor acarició la suya y sus labios besaron su nariz, justo donde estaba su lunar favorito, hasta que aquellos labios que a veces observaba de más estaban sobre los propios, presionando con cuidado hasta unirlos en un toque suave y casi invisible pero que estaba ahí, una unión que se mantuvo inmóvil.
JungKook lo estaba besando.
Lo estaba besando a él, a Kim Taehyung.
Cerraron sus ojos y permitieron que el mar de sentimientos jugara con ellos por un rato, con sus corazones confundidos que buscaban el camino para llegar al otro entre la oscuridad, encontrándose finalmente cuando la mirada de ambos se conectó al separarse.
Los ojos almendra que brillaban bajo la luz tenue de la televisión guiaron a los orbes oscuros del rubio, cayendo juntos.
ㅡTe veo a ti Taehyung, a nadie más que a ti.
El azabache veía atentamente cada movimiento del menor, leyendo su lenguaje corporal podía deducir que estaba ansioso y la sonrisa que aparecía en sus labios cada cinco segundos lo tenía inquieto, llevando su mano a su mejilla para apoyarla en ella decidió preguntarle directamente.
ㅡDime qué ocurrió pastelito, no creo que tanta emoción sea solo por comenzar a trabajar.
ㅡ¡Claro que es así! Me emociona ser capacitado nuevamente.
ㅡAlgo ocurrió en casa y no puedes mentirme, anda, cuéntame.
Los labios de Taehyung se cerraron en una fina línea al recordar lo sucedido la noche anterior.
Después del beso JungKook decidió tomarse un baño, acordando bajar juntos para cenar, sonrientes Guri Yeo les sirvió y la noche fue bastante tranquila, nuevamente había sido mimado hasta que cayó dormido viendo por última vez la sonrisa del rubio que le deseaba dulces sueños.
Buscando alguna excusa respondióㅡ: Estamos trabajando en nuestra relación con JungKook.
Taehyung fue consciente de la emoción del más pálido también de cómo sus manos se juntaban a la altura de su pecho, mostrando una bonita sonrisa.
ㅡMe alegro tanto, tanto, merecen ser felices juntos.
Taehyung soltó un suspiro antes de darse cuenta de que estaban ya frente a la oficina, el moreno inspeccionó su atuendo y creyendo que se veía lo suficientemente presentable salió junto al más bajo que rápidamente tomó su antebrazo para cruzarlos. Caminando juntos nuevamente hacia el edificio.
Saludaba a cada trabajador dentro hasta que llegaron al ascensor en dirección al estudio, un piso menor a donde estaba la oficina de Taehyung.
ㅡVamos a comenzar desde cero Tae Tae, me dijiste que veías algunos programas en internet y que viste las pasárselas de Vante ¿no? Entonces con eso tendrás una idea.
Taehyung frunció el ceño al escuchar a YoonGi mencionar tal sobrenombre pero se quedó callado cuando entró al estudio para admirar como se debía el trabajo dentro.
Increíble. Habían mesas extensas, telas aquí y allá, diseñadores laborando arduamente y en una enorme repisa habían diferentes hojas con dibujos en ellas, eran vestidos y trajes, versátiles, femeninos y masculinos, otros jugando entre ellos para crear algo neutro pero elegante, sus dedos acariciaron con anhelo cada uno.
ㅡVamos arriba cariño, están trabajando.
Todos se habían detenido al ver a Taehyung entre ellos, haciendo una reverencia completa como si fueran soldados. YoonGi lo tomó y guió hasta el estudio que estaba más separado, no dejaba de observar todo lo que lo rodeaba, hasta que su atención se mantuvo en una pintura que lo había hipnotizado por completo.
ㅡ¿Qué te parece?ㅡ preguntó YoonGi viendo la alegría del pelinegro.
ㅡSiendo sincero es algo que en algún momento quise tener, pero ahora lo veo y es maravilloso, es como si mi sueño se hiciera realidad pero mucho mejor.
ㅡEn ocasiones los sueños con una vista previa al futuro.
Taehyung sonrió dejando la pintura atrás, acercándose al mesón que tenía una tela blanca extendida en ella y al lado un cuaderno bastante ancho con hojas salientes.
ㅡ¿Qué es esto?
ㅡUn proyecto olvidado hace ya algunos meses.
Taehyung quiso abrir el cuaderno pero la mano de YoonGi se lo impidió, llevándolo hasta la cómoda silla. ㅡEmpecemos pastelito, te diré todo lo que pueda hoy, haz preguntas y anota lo que gustes.
Los ojos de Taehyung brillaron de ilusión cuando el pálido se colocó frente a él comenzando a hablar, explicar y hacer algunas demostraciones.
Después de algunas horas y pasando el día ambos salieron del edificio para cenar, no quería comer dentro así que decidieron ir a un restaurante cercano que YoonGi recomendaba mucho.
ㅡ¡Este lugar tiene las mejores brochetas de cordero! Créeme, no te arrepentirás de estoㅡ dijo el pálido apurando al moreno dentro, donde les atendieron rápidamente al ser personas reconocidas ㅡMe encanta tener ese pase por mi posición, los meseros suelen ser crueles con los de clase media.
Taehyung podía confirmar eso porque una vez salió por curiosidad a un restaurante, no lo atendieron hasta que él fue personalmente por su pedido.
ㅡDebe ser molesto.
YoonGi asintió tomando un poco de soju que les habían llevado mientras esperaban, sirviéndole al más alto que inmediatamente bebió no sin antes voltear hacia un lado. ㅡQue formal eres, puede que sea tu mayor pero no hagas eso porque me siento más viejo.
ㅡ¿Viejo? ¿Qué edad tienes?
ㅡEso no se pregunta Tae Taeㅡ bromeó antes de soltar una leve risa ㅡTreinta y tres años, con el alma de un joven de veinte años que vive disfrutando.
La incredulidad atacó a Taehyung que muy a penas podía creer lo que estaba escuchando, era imposible, tenía que tener menos y YoonGi estaba por bromear cuando detrás de su amigo apareció un rostro conocido que le hizo borrar su sonrisa de inmediato.
ㅡ¿Taehyung, Kim Taehyung eres tú?
El moreno confundido volteó hacia atrás para encontrarse a un hombre bastante alto, de traje negro y castaño, mismo que lo veía con una sonrisa emocionada.
ㅡ¡Taehyung! Que encantador encuentro.
El pelinegro no entendía las palabras del más alto por lo que buscó respuesta alguna en YoonGi que se veía irritado, este notó la confusión en él y decidió hablar.
ㅡÉl es Jeon JooHyuk, el hermano mayor de JungKook.
El pálido se mordió la lengua para no soltar la palabra venenosa que bailaba en su boca, rodando los ojos cuando el más alto se sentó junto a Taehyung en una distancia para nada considerable.
Y Taehyung no entendió por qué el hermano de JungKook pasaba una de sus manos entre su espalda baja hasta detenerse en su cintura.
OMG, DRAMAAA
Jeon JooHyuk
Tengo un enorme crush con este actor desde que vi Start Up, en fin ¿teorías?
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