Inestabilidad ⨾ Connor

By windsofwinter_

18.6K 1.8K 579

Detroit, distrito de Michigan, Estados Unidos. Año 2038. Los casos de divergencia se propagaban sobre los and... More

0; Protagonistas.
Volumen I; Detroit: Become Human
Prólogo; RK800.
II; Interrogatorio.
III; Confrontamiento.
IV; Charla.
V; R.T.
VI; La Ruleta Rusa.
VII; El Club Edén.
VIII; No Estás Solo.
IX; La Torre Stratford.
X; Ebria.
XI; El Test De Kamski.
XII; Estáis Fuera.
XIII; Plantearse Dudas.
XIV; Cuerpo A Cuerpo.
XV; Si Tú Vas, Yo También.
XVI; La Torre CyberLife.
XVII; La Libertad.
XVIII; Divergente.
XIX; Completamente Vivo.
XX - Epílogo; Sentir Y Adaptarse.
0; Protagonistas II.
Volumen II; Detroit: Become Lover.
Avance Parte II; Consecuencias.
I; Quiero Sentir, Al Igual Que Tú.
II; VB800.
III; Contactos.
IV; Cicatrices Del Corazón.
V; La Gente No Cambia.
VI; Tortura Sentimental.

I; Carlos Ortiz.

920 76 7
By windsofwinter_

5 de noviembre, 2038. Barrio pobre del distrito de Detroit. 22:46 p.m.

Te dirigías con tu patrulla hacia una nueva escena del crimen, sola.

Hank te había vuelto a dejar sola. Se pasaba los últimos días en el bar de Jimmy. Y con «últimos días» me refiero a «los últimos tres años». Desde la muerte de Cole no volvió a ser el mismo policía, ni la misma persona.

Intentabas con todas tus fuerzas que tu compañero fuera contigo durante vuestros casos, pero aparecía cuando quería. Porque tu tío era así. Ahora, por lo menos.

Te habían avisado de que habían identificado un cuerpo en una casa de un barrio pobre de Detroit. Joder, como odiabas tener que ir sola, sin tu tío, tu compañero. Hank podía ser difícil y terco, pero lo querías como al padre que perdiste. Y sabías que actualmente era el mejor policía de Detroit, o lo era antes de lo de Cole.

Nada más llegar un grupo de periodistas te abordó, al ver que eras una de las policías que se iba a encargar de aquel caso.

Te llovían preguntas a gritos, agobiándote de sobremanera. No era la primera vez que la prensa metía las narices en un caso criminal implicado con androides.

Eran como una puta secta de insensibles.

Te abrías paso entre la multitud de micrófonos y gente que por ahí rondaba, mientras te disculpabas levemente. Pero no, no eran ni el momento ni el lugar para hacer preguntas.

— Subteniente Enith Anserson. — Salió de tu voz, dirigido al agente novato que se encargaba de que nadie no permitido se acercara a la zona del crimen.

El chico asintió con la cabeza, permitiéndote el paso.

— Enith. — Sonrió Chris. — Te hemos dado el placer de no haber investigado nada aún. ¿Qué te parece? ¿Abrimos esa puerta?

— Sois de lo más comprensivos. — Dijiste, con cierto tono de desagrado. — Vamos.

Tras varios minutos intentando abrir la puerta de vieja y desgastada madera, lograsteis acceder al interior de la vivienda. Otro gran error. Llevabas unos meses de casos intensos, pero este se llevaba la palma. Después del caso de la niña rehén, por supuesto.

— ¡Por Dios! ¡Qué olor! — Se quejó un agente de mayor rango.

El fuerte olor a descomposición y putrefacción llegó a vuestras fosas nasales. Las ventanas estaban trancadas, al igual que la puerta principal. Y eso no ayudó en absoluto con el hedor que un cadáver desprendía por sí sólo, sin necesidad de estar encerrado.

Solo unos escasos minutos bastaron para que notaras la urgente necesidad de largarte de ahí más rápido que nunca.

— Iré a interrogar a los vecinos. Seguro que sacamos algo. — Dijiste, reteniendo con todas las fuerzas que podías para no vomitar ahí mismo, en la escena del crimen.

Da igual cuántas veces vieras un cadáver en descomposición. El olor parecía volverse peor con cada cuerpo que investigabas.

Saliste de la casa, la cual necesitaba ser ventilada con suma urgencia, y te dirigiste a la calle, divisando posibles testigos.

Treinta y ocho minutos bastaron para corroborar tus dudas: Carlos Ortiz era un tío despreciable. ¿Cómo sino, iba a terminar así?

Descubriste que tenía un androide, y que aquel tío tirado en la sala de su casa lo que debían ser unas tres semanas, era un desgraciado; historial de película policíaca. Un criminal, con antecedentes penales, asesinado en su casa. Un clásico.

Mientras te dirigías de nuevo a la casa, - la cual esperabas con todas tus fuerzas que ahora oliera de una manera menos vomitiva - pudiste notar que más periodistas aparecieron frente a la vivienda.

«Que agoreros.» Pensaste. ¿Qué otra cosa podrías pensar de ellos? Sólo buscaban información la cual poder difamar, con imágenes equívocas o distorsionadas de la realidad.

Muy a tu pesar, volviste a adentrarte en la casa. Y, mientras hablabas con Chris de lo que pudo haber pasado con solo analizar la escena con los ojos, el grupo de policías tomaba análisis de todas las posibles muestras.

Apuntaste en una libreta lo que pudo haber ocurrido, y rogaste salir de nuevo al aire libre.

Mientras trabajaban ahí dentro, tú revisabas las conclusiones y teorías desde el porche del alojamiento.

Y una voz se hizo presente.

— No hables, no toques nada y no te pongas en medio, ¿vale? — Era la voz de tu tío.

Increíble. ¿Desde cuándo viene a los casos «a tiempo»?

— Vale. — Otra voz contestó a sus peticiones.

Esa voz.

Te giraste sobre tus talones, dándole la cara a tu tío, y compañero.

— Tío Hank. Empezábamos a pensar que no aparecerías. — Soltaste. Estabas demasiado centrada en él que no te fijaste en todos los periodistas y policías que había por ahí.

— Ese era el plan, querida... Hasta que me encontró este capullo.

Centraste tu vista en otra persona que no fuera tu tío, y ahí estaba; Connor.

Tras varios segundos observándolo, saliste de tu trance. Aunque ya había cantado más que una almeja la manera en la que lo habías estado mirando.

— Respecto a esto... Puede que tenga algo que ver. — Susurraste.

— ¿Qué? — Tu tío no quería convencer a su mente de que la culpable de que un androide hubiese ido esa noche a sacarlo de su bar preferido para llevarlo a una mohosa casa con un cadáver putrefacto dentro fueses tú.

— ¿Podemos hablar después de ello? — Hank suspiró.

— Pues claro. — Si giró hacia Connor, con la esperanza de que hubiera desaparecido por arte de magia. Pero no, seguía ahí. — Anda, dime qué ha pasado.

— Recibimos una llamada del casero, el inquilino llevaba meses sin pagar el alquiler, se pasó para ver qué ocurría... Y fue cuando encontró el cuerpo... — Hiciste una leve pausa mientras os adentrabais a la vivienda.

— ¡Que olor! — Se quejó Hank entre dientes.

— Era peor con las ventanas cerradas... — Corroboraste, mientras intentabas no recordar aquel olor. — La víctima era Carlos Ortiz. Con historial por robo y... agresión con agravantes... Según los vecinos era un hombre solitario. — Observabais el cuerpo de la víctima, tú por décima vez aquella noche. — Estaba siempre en casa, a penas lo veían.

— Bueno... dado su estado, tampoco había que venir corriendo en plena noche. Se podía esperar a mañana. — Se quejó el peligris.

— Dímelo a mí. — Acompañaste su desagrado. — Creemos que lleva ahí unas tres semanas. Sabremos más cuando llegue el forense. — Te separaste un poco, mientras tu tío se centraba en el cadáver, pudiste divisar a Connor mirando todas las pruebas que previamente habías marcado.

Estaba atento a todo lo que decías.

— Hay un cuchillo de cocina aquí... El arma del crimen, suponemos...

— ¿Había señales de allanamiento? — Preguntó Hank.

— Ninguna. — Negaste. — La puerta delantera estaba atrancada por dentro y las ventanas cegadas. El asesino debió entrar por detrás.

— ¿Qué sabemos de su androide?

— No mucho. Los vecinos dicen que tenía uno, pero no estaba aquí... — El aire empezaba a hacerse pesado para tus pulmones, llevabas ahí demasiado tiempo. — ¿Sabes qué, tío Hank? Necesito tomar el aire. Estás en tu casa. Estaré fuera si me necesitas.

Saliste al porche de nuevo. Habías evitado a toda costa cruzar miradas con el androide, pues todos los pensamientos que habías tenido con él desde aquella noche de agosto hacían que te avergonzaras a más no poder. ¿Quién es culpable de sus propios pensamientos? Sólo la mente, que quiere hacernos jugar malas pasadas como si fuera su único objetivo.

Hacía frío esa noche, no demasiado quizá. Pero soportabas el frío de una manera horrible, y la lluvia no te estaba ayudando.

Sacaste la caja de cigarrillos, te llevaste uno a la boca y lo encendiste. Habías pasado por demasiadas cosas los últimos años. El tabaco no era bueno, pero te ayudaba a soportar las muertes y maltratos que habías sufrido meses atrás.

Unos minutos acompañados del sonido de la lluvia y caladas llenas de humo fueron suficientes para que tu mente se despejara ligeramente. Ahora podías volver dentro. Aunque te aterraba la idea de poder cruzar miradas con el androide.

Nada más entrar pudiste oír a tu tío quejarse, una completa novedad.

— ¡Agh, Dios! ¿Pero qué coño haces?

— Estoy analizando la sangre. — Se defendió Connor. — Puedo hacerlo sobre la marcha. Perdone, debí decírselo. — En ese preciso momento entendiste por qué tu tío se había puesto a gritar; Connor sabía analizar las pruebas con la boca.

¿Qué coño le pasó a CyberLife por la cabeza para diseñarlo de aquella manera? Cualquiera diría que sus intenciones eran con el fin de su completa integración en la sociedad. Sí, definitivamente, no hicieron que se pareciera al completo a un humano.

— Está bien. Aunque... no te metas más pruebas en la boca, ¿vale?

— Vale. — Replicó cual niño de seis años.

— No me jodas. Lo que me quedaba por ver... — Se quejó Hank por lo bajo.

Tu tío empezó a revisar las pruebas que el androide había analizado previamente. Dio con una prueba bastante influyente en el caso, y también para vosotros dos;

— Cristal rojo... Se ve que a Carlos le gustaba la fiesta. — Miraste a Hank mientras decía eso, sabías cuánto le seguía afectando a día de hoy aquella droga. — Chris, quiero un análisis de narcóticos.

— Ya lo he pedido por tí. Sabía que si venías ibas a hacerlo. — Le sonreíste. Se notaba que erais familia.

— Tan atenta como siempre. — Te sonrió levemente, mientras ponía su mano en tu cabeza.

— Lo apuñalaron... — La voz de Connor os distrajo de ese pequeño momento familiar. — hasta veintiocho veces.

— Ya. Parece que el asesino le tenía ganas. — Corroboró Hank, con una media sonrisa sin gracia.

Viste como el androide se dirigía a la cocina. «Para reconstruir la escena» suponiste.

Aprovechando el momento, en el cual todo el mundo estaba centrado en alguna tarea en concreto, te dirigiste al baño, habitación la cual no llegaste a investigar del todo porque tuviste que salir a interrogar a los vecinos.

Retomando justo dónde lo habías dejado, cogiste tu cámara de nuevo, y apuntaste a las paredes del baño de la ducha. Paredes que estaban tras una cortina que previamente habías corrido.

Fotografiaste aquel código de índices erráticos. «rA9», se repetía por doquier en aquella pared. ¿Era alguien? ¿Era algo? No tenías ni idea, por eso lo fotografiabas.

— ¿Eres alguien, «rA9»? — Esa pregunta iba para tí misma, no para un intruso que hizo presencia justo en aquel momento.

— Parece serlo. — La voz del androide sonó calmada, dándote la razón. Pegaste un salto ante tan repentina aparición. — Perdone, subteniente. No pretendía asustarla.

Te giraste con la cámara en las manos, mirándolo directamente a los ojos. Tenía facciones realmente bonitas las cuales no pudiste llegar a perfeccionar por culpa del estado crítico en el que estabas la primera vez que os visteis.

— Tranquilo, Connor. Me asusto por cualquier cosa. — No era cierto, solo querías restarle importancia para no estar encerrada en el mismo diminuto sitio con él más tiempo del necesario.

Te ponía nerviosa, y no en un mal sentido, precisamente.

— He venido para terminar de revisar la casa. — Te hiciste a un lado, dejándole paso a lo que estabas fotografiando.

— Adelante. — Mientras él revisaba la estatuilla, la cual parecía una ofrenda, tú revisabas las fotos que habías hecho. Perfectas para el informe.

— También he venido a buscarla. — Dejaste de mirar las fotos para fijar la vista en su espalda, pues seguía agachado analizando la ducha. — Tengo que informarla a usted y al teniente de lo que he descubierto.

Asentiste en cuanto lo viste levantarse para mirarte a la cara. Carraspeaste la garganta al poco tiempo.

— Vamos a buscar a Hank, entonces.

Saliste casi corriendo de ahí. Era solo un androide, pero causaba algo en tí. Algo que no sabías qué era, o sí lo sabías pero no lo querías admitir.

Notaste cómo Connor salía del baño, siguiéndote de cerca.

— Teniente, subteniente, creo que ya sé lo que pasó. — Dijo Connor cuando vio que te habías puesto al lado de tu tío.

— ¿De verdad? Suéltalo. Te escuchamos. — Contestó Hank, sin muchas expectativas.

— Todo empezó... en la cocina.

— Hay señales evidentes de lucha... La cuestión es, saber qué sucedió de verdad. — Habló Hank de nuevo, mientras los tres os dirigíais al sitio nombrado. Los dos iban en cabeza, tú preferías mantener una cierta distancia.

— Creo que la víctima atacó al androide con el bate.

— Eso concuerda con las pruebas. Continúa. — Hank incitaba a Connor a seguir.

— El androide apuñaló a la víctima.

— Así que el androide trataba de defenderse, ¿no? Bueno, ¿y luego qué pasó?

— La víctima huyó hacia la sala. — Escuchabas los argumentos de Connor con detalle. Estabas completamente impresionada. ¿Lo había deducido todo tan bien cuándo había empezado a analizar las pruebas nada más que metiéndoselas en la boca?

— Y él trató de escapar del androide... Sí tiene sentido. — Sonreíste de lado, por fin Hank estaba empezando a ver la utilidad de Connor.

— El androide mató a la víctima con el cuchillo.

— Era evidente. — Hablaste por fin. Ese hombre parecía un colador. — Gran trabajo. — Sonreíste.

Tu tío se giró para mirarte con cierto desconcierto, se había fijado que te dirigías a Connor de una manera más apaciguada que con el resto.

— Está bien, — Se dirigió a Connor, mirándote aún. — tu teoría no es del todo ridícula. Pero no nos explica adónde fue el androide.

— El bate le causó algunos daños, y perdió thirium.

— ¿Que perdió qué? — Hank estaba completamente desorientado.

— Thirium. Lo que llaman «sangre azul».

— Es el fluido que sustenta los biocomponentes de los androides.

Tu tío estaba ahora más desconcertado que antes.

— ¿Cómo es que sabes tú eso?

— Llevo meses documentándome sobre los androides, a diferencia de tí. Tenemos casos de divergencia desde hace semanas, debía buscar información sobre ellos.

Connor sonrió de lado levemente, mientras te miraba.

— El thirium se evapora al cabo de unas horas y se vuelve invisible. — Continuó.

— Ah... Pero supongo que tú puedes verlo, ¿a qué sí?

— Correcto.

— Ya...

«Cómo no», te ahorraste ese comentario mientras veías al RK800 seguir lo que parecía ser un rastro.

Connor desapareció a los poco segundos, y tú lo seguiste de cerca.

— ¡Eh, eh, eh! ¿Qué haces con esa silla? — Le preguntó tu tío al androide mientras esperabas ahí, a que él volviera, bajo la puerta del desván.

— Tengo que comprobar algo. — Se excusó.

— Ah... tiene que comprobar algo.

Lo esperaste ahí, a que volviera con la silla para poder subir al desván.

— Déjame a mí. — Soltaste.

— No. — Se negó. — No quiero que le pase nada.

— Soy subteniente, sé lo que debo hacer. — Era de las pocas conversaciones que estabas teniendo con él y ya le estabas mintiendo otra vez. No, no sabías lo que debías hacer. Solo querías valer para algo.

— Sé que es perfectamente capaz de hacerlo, puede que incluso más que yo. Pero son las órdenes que recibo y... no quiero arriesgarme a que le pase algo.

Te callaste después de eso. ¿Qué se suponía que debías decir tras aquel comentario? Absolutamente nada.

El RK800 se subió en la silla que previamente había colocado y se adentró con paciencia al desván.

Pasaron escasos minutos, pero tú todavía no sabías nada de él. Mirabas hacia arriba, esperando algún índice de «vida» por su parte.

Hank se puso a un lado tuyo, harto de esperar.

— Connor, ¿se puede saber qué coño pasa ahí? — Preguntó él por tí, pues tenías miedo de que tu pregunta no obtuviese una respuesta.

— ¡Está aquí, teniente! — Se oyó de vuelta, tras unos segundos en los que contuviste la respiración.

— No me jodas... Chris, Ben, venid aquí echando leches. — Tú no te moviste de ahí, esperabas primero a que Connor bajara. — ¡Deprisa!

————————————————————

Continue Reading

You'll Also Like

160K 16.9K 38
⠀⠀⠀⠀ ⠀★ jeongguk es un ⠀⠀⠀⠀⠀⠀famoso actor porno ⠀⠀⠀⠀⠀⠀y taehyung un lindo ⠀⠀⠀⠀⠀⠀chico que disfruta de ⠀⠀⠀⠀⠀⠀public...
1M 107K 143
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
899K 134K 103
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
216K 12.3K 20
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...