Detrás de cámaras (PGP2023)

By CarolAdams15

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¿Qué hay detrás de una jovencita célebre? ¿Qué escondé la fama sobre ella? ¿Qué sucéde detrás de cámaras? Kia... More

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Capítulo 1 (Primera y segunda parte)
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4 (Primera y segunda parte)
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9 (Pequeño resumen)
Capitulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 (RELEVANTE)
Capítulo 16
Capítulo 17

Capitulo 18

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By CarolAdams15

Kiara Wilson

15 de septiembre de 2011

Por la mañana

París, Francia

一 ¡Kiara! ¿Qué sucede? 一; Carol se sorprendió ante mi presencia. No solía asustarla de tal forma cuando ella estaba ocupada en su escritorio. Si bien nos urgía ayuda unas cuantas veces al día, mis llamadas eran casi silenciosas. Pero en esta ocasión, era una situación diferente. Aún la desesperación perturbaba a mi mente recordando cada hecho a flor de piel y teniendo bajo mis ojos grandes bolsas negras, decidí volcar mis aflicciones en una hoja de papel.
Le entregue a Carol sin expresión alguna la nueva composición y mientras la observaba se puso de pie como si me hubiese dado unas felicitaciones de su parte. Me llamo la atención que su vestimenta no fuera elegante, ni de colores oscuros como el azul marino o el negro. Pareciera que prefirió lucir criolla.
一 ¡Oh! ¡Se ve interesante! ¿Cuándo...? 一se interrumpió a sí misma.
Me aferre a mi sien tratando de sacar el valor que tenía para disimular lo que había sucedido por la noche. Aunque por sus gestos tan preocupantes, supo darse cuenta. Era incapaz de esconder algo obvio.
一Anoche.
一Deberías descansar, Kiara.
Aquel recordatorio rondaba en mi por cada sitio y sin embargo, las situaciones se volvían más imposibles por las promesas que tenía por cumplir.
一Lo se, lo se一suspire.
一¿Hay algo de lo cual quieras hablar? 一murmuró, queriendo brindar ayuda.
Otro suceso no cabía en mi cabeza: madre, fama, promesas y presión.
一Sabes que mi madre y yo no podemos convivir juntas.
一Si ya veo一breve pausa一. ¿Te inspiraste en ello para escribir esta canción?
Stop your crying. A partir de una lágrima pude encender mi imaginación mientras el humo huía. Era el único intento de desahogo que la soledad me daba. Nunca pude lograr que mis estrofas quedaran tan desoladas, pero esto fue tan grande que de hecho, me sorprendió. Releía miles de veces y abría mis labios.
一No precisamente; en demasiadas cosas.
Carol contempló la letra durante segundos y una fuerte mirada la envolvió.
一¿Tienes muchos problemas dentro de ti?
No quise hacer contacto visual, me desvié mirando mi calzado.
一Tu sabes, la fama me está siendo abrumadora一tragué saliva一 Intento no dejarme tentar por ciertos temas, pero es el único camino.
Nuevamente pude percibir una gran punzada en mi pecho y Carol se aferró a mi hombro.
一No lo hagas. Nunca.
≪Es lo que estoy haciendo» quise golpearme la nuca al cuestionarlo y como el asunto desgastaba mis energías fortalecedoras quise cambiar de tema.
一 ¿Podríamos trabajar en este proyecto?
一¡Por supuesto! 一contento.
Sin avisarle absolutamente nada, la abracé. Tenía la necesidad de querer hacerlo desde hace tiempo o quizá mi deseo era lo contrario: un abrazo sin tener que pedirlo.
一Gracias.
Al separarnos, Carol me sonrió transmitiendo vibras hermosas. Fue oportuno saber que contaba con ella. En muchas ocasiones, me hacía recordar a mi abuela Sarina, que en ese instante, se encontró en el marco de la puerta extendiendo sus extremidades para entregarme mi apapacho merecido. Esboce una enorme sonrisa al verla, porque pasaban días en los que mis proyectos eran tan grandes que charlar con mis seres queridos solía ser un obstáculo.
一¡Oh abuela! te he echado de menos en estos días一; Sus brazos reconfortantes calmaron el inmenso nudo que sobrellevaba desde anoche. La verdadera paz acudió al besar mi frente con dulzura.
一Yo también一divisó a Carol, que asintió amablemente, en modo de saludo.
一Estamos organizando nuevos proyectos.
Reí cuando mi abuela realizó un mohín gracioso.
一¡Así es! Te aseguro que te agradaran abuela.
一Todo de ti me agrada.
Lleve una mano a mi corazón. La calidez reinó en segundos. Aquellas frases sanas hacían que las cicatrices se fueran. Carol también imitó mi acción observándonos con afabilidad.
一Bueno, me marcharé. Luego, vuelvo一dijo, alejándose de las fantasías. Nos ofreció una mano y antes de irse, reflexiono sobre algo. Volvió hacia mí con demasiada importancia en lo que tenía que aportar.
一Si necesitas algo, estaré en el cuarto piso.
Asentí con agradecimiento y cerró la puerta. Mi abuela corrió las cortinas enseñando la potente luz del día. El sol cubrió toda la habitación ahuyentando la oscuridad, causando que las palomas que posaban sobre los tejados se fueran espantados.
一Es un hermoso día en París一añadió, mirando la ciudad.
一Todos los días 一; Vine a su lado para también observar Paris desde una perspectiva diferente. Cada edificio se notaba más cerca de lo normal, y la gente era un verdadero hormiguero al cruzar las calles.
一¿Tu como estas? 一Tomó un mechón suelto y lo enredó entre sus gruesos dedos. Sabía que la pregunta provenía de alguna razón. Mi abuela tenía una cierta habilidad para detectar conflictos interiores.
一Como siempre; feliz一agache mi mirada y sentí a centímetros como con trasparencia pudo adivinarlo. Frunció el ceño con sospecha.
一Los días no son siempre soleados, Kiara.
Pude comprender el dicho en el instante. Fue temerario saberlo.
一Lo sé一trague saliva一. Discutí con mamá ayer.
Iba a desanimarme, pero por pura coincidencia un coche cruzó por las avenidas oyendo wish en altos volúmenes. El ritmo aceleró mis pálpitos y me desvió del tema de conversación principal. Mi abuela no se dio cuenta, pero alerte en estar tranquila para no olvidarme de sus opiniones.
一Ninguna de las dos está haciendo que el vínculo mejore一encogió sus hombros.
一Nunca tuve la culpa.
Giró su cabeza dejando de lado el panorama.
一Cielo, las dos tienen que hacerse cargo. Tu padre opina lo mismo一advirtió.
Debatir sobre aquel tema derrotaba todas mis capacidades. Preferí guardar silencio y continuar en lo opuesto.
一Lo siento abuela, no quiero hablar sobre este tema一Lo siento abuela, no quiero hablar sobre este tema.
Mi abuela lo lamento con tan sólo conectar con su mirar. No fue una reprochable, sino afligida.
一No hay ningún conflicto en ello, pero sabes que puedes contar con mi ayuda. Todos necesitamos nuestra caverna protectora.
Mi cuerpo se tenso. Quise fingir qué en ese momento no me afectaba su comentario, ni la potente emoción qué divago sobre mi ser. Sabía a la perfección cuál era mi mayor refugio. Ni las palabras, ni los consuelos podían superarlo. Sentía qué la solución nunca llegaría a darse y cada vez las noches se me hacían mas pesadas.
一Ya descubrí mi vicio一susurre. El tráfico en París me desconecto de mis pensamientos, pero la presencia de mi abuela hizo que me desviara de ello. 一¿Cantar y escribir canciones? ¿No? 一pregunto, en un modo sospechoso.
No quería que sonara demasiado obvio porque el tono de mi voz solía estar asociado a algo secreto y sobre todo oscuro.
一Aja, pero además de eso, tengo uno más...一; Mi voz se esfumó, aunque la interrupción de mi abuela hizo qué aliviara mi presión.
一 ¡Oh, es precioso lo que dices! ¿Cuál es?
Sacudí mi cabello, tratando de colocar una faceta completamente diferente a la anterior.
一Tiene qué ver con la música...
一Esta bien. Todos tenemos vicios buenos y malos一pensó y río一. El tío Henry, tiene una gran obsesión con el heavy metal, por ejemplo.
一Como no olvidarlo一puse mis ojos en blanco al recordarlo. Henry siempre fue un verdadero aficionado del heavy metal. Era una obsesión extraña desde entonces. En las épocas qué cuidaba de nosotros, todas las mañanas tenía la constante tradición de despertarnos con aquella fogosa música. Algunos solían tratarse de un buen despertar, pero la mayoría de las veces me hundía en sollozos ya que, entre sueños daba respingos y la oscuridad me desorientó por los altos volúmenes. No era divertido para una niña de tan solo cinco años.
一Me alegra de qué nuevamente puedan hablar sin las disputas del pasado.
一Yo también.
La puerta soltó un crujido hasta abrirse completamente y parado en ella estaba Henry asombrado al vernos. Teníamos una conexión de neuronas, ya que se notaba que esperábamos por semanas este reencuentro; lanzamos un grito ahogado.
一¡Te he extrañado! 一exclame, envuelta en sus brazos. La sensación de rechazo había muerto al comprender abundantes temas y se me hacia maravilloso admitirlo.
一¿Te has enterado..? 一le pregunté con una pizca de picardía.
Henry se quedó pensativo, buscando las miles de formas de detectarlo, hasta esbozar una enorme sonrisa comprensiva.
一Oh, por supuesto. Michael me ha contado.
Zapatee al saber qué en su comentario tenía que estar mi hermano.
一 ¡Debería cortarle la lengua!
Mi abuela y Henry rieron.
一Es un buen chico, felicidades.
Palpe mi pecho enternecida.
一Oh, muchas gracias tio.
一Ahora a cumplir con el deber一; Mi abuela levantó su dedo índice, refiriéndose a mis propias responsabilidades, como me lo había aclarado mi padre. Mis mejillas ardieron y el clima hacía movimientos tensos esforzándose en regresar a su lugar.
一Exacto一dijo Henry.
一¡Las cumplo! 一cruce mis brazos.
Henry le hizo una seña a mi abuela y arqueé una ceja.
一Era solo una advertencia一añadió cómplice de lo qué decía mí tío Henry.
Asentí no tan convencida, aunque mi tío decidió cambiar el rumbo de la conversación porque pudo presentir el repudio:
一Mañana tendré una profunda charla con los dos.
Parpadee sin esperarlo.
一¡Henry! 一gritó mi abuela manteniendo su ironía.
一No es para regañarlos一trago saliva一.Sólo...deseo pasar tiempo contigo, Kiara.
Sonreí con nostalgia. Las veces que lo cuestionaba podría llegar a ser una locura. El alcance de tener todo en mis manos no era una tarea sencilla. Implicaba trabajo proviniendo de mis propios zapatos. Ya nada era como antes. Las circunstancias se ponían cada vez más polémicas y los caminos tenían el poder de hacerme alejar de mi alrededor. Realizar daños en mi interior no concurría en mí, sino que los mismos aires lograban hundirme de una forma inconsciente pero a la vez consciente.
一Yo...espero... poder estar aunque sea un rato contigo...一tartamudee y aquella acción se volvió visible e inquietante para ambos一,Y...lograr sacar un poquito de tiempo para...despejarme.
Unas cuántas palomas grisáceas se sentaron sobre el barandal del balcón, emitiendo sonidos roncos y gaturales suspiros, sacando el foco de atención por completo. A penas duró segundos, pero luego volvimos a mirarnos con normalidad sin echar vistazos tontos.
一¡Oh! ¡Si, claro! ¡No te preocupes si no puedes...!
Lo interrumpí con ánimos.
一¡Sí qué podré tío!
Los dos afirmaron mi respuesta con una simple mueca. El tierno hoyuelo qué obtenía mi abuela en la barbilla también lo habia heredado mi tío. Los genes eran increíbles. Me resultaba extraño no poder llevarlo en mi piel.
一Lamento mi interrupción一; Sonrojada y con pena acudió a la habitación. Era la primera vez qué pudo haberse mostrando con dos trencitas y la hacía verse acaramelada.
一¡Oh! ¡Estrella! 一di un respingo.
Estrella colocó sus dos trenzas delante de sus hombros y tomó el coraje de darle un apretón de manos a mi tío y a mi abuela. Ellos estuvieron agradecidos por el acto de amabilidad.
一¡Vaya, que hermoso peinado! 一; Mis dedos rozaron su cabello.
一Me alegra de que te gusten.
一Tio, abuela; nos veremos一lance un pulgar y ellos se despidieron desde adentro. Al toparnos con el pasillo, Estrella no supo disimular su encanto y sacó de sus bolsillos una preciosa invitación. Ella largó un profundo suspiro.
一¿Es para mi?
Estrella se tiñó de bordo, deseando controlar la intensa emoción qué le causaba tener aquella carta en directo. Sospechaba de todas las señales presentes qué daba en menos de cinco segundos.
Sin pedirselo, se lo saqué.
一Es pura casualidad, vine para dartelo.
El papel era de lino. Tenía una estructura medieval y una decoración sumamente delicada. La letra negrita en cursiva resaltaba cada ángulo de la tarjeta y principalmente el nombre del apreciado Stephen Hamilton. Mis palpitos se aceleraron al releer el nombre y tape mi boca.
一 ¡Es lo que estoy pensando...! 一dije, atrapando las palabras en un hueco.
Estrella sonrió con una extrema inquietud. No dejaba de juguetear con sus trenzas. Parecía qué no podía controlar sus propias emociones.
一Si, es lo que estás pensando.
Me aferre a su muñeca y la presione dando varios brincos. Ella no sabía qué hacer entre tanta torpeza y no respondía al notar tales acciones.
一¡Stephen Hamilton te ha...invitado!一exclame, recuperando la respiración.
Estrella se río un poco incómoda.
一No comprendo; no me conoce, pero se siente...bien一encogio sus hombros.
Le guiñe.
一Voy a tener que ayudarte.

Un rato más tarde...

Vallée Village (Serris)

Una música nostálgica y penosa rondaba en todos los rincones de aquella calle similar a la de una aldea. Pintorezca, con casas y callejuelas decoradas con flores. Un lugar muy agradable para salir de compras, pero la serenidad reino poco por mi presencia. A pesar de qué mis guardaespaldas siempre atendían a las grandes multitudes, era presa de todos ellos. Estrella se atemorizó al ver tanta circulación. Principalmente Harry quien se aferró a mi brazo para conducirme. Ellos no tenían ni la más mínima idea de que la única solución la llevaba dentro de mis bolsillos.

一Kiara ¿Tu mamá no te deja ir, verdad? 一consulto, preocupada.
Me observe con cautivacion en el espejo, tratando de conseguir una respuesta. El vestido qué había elegido era azul marino y sólo dos tiras podían sostenerlo. Se ajustaba muy bien a mi silueta, pero para mis costillas era todo lo contrario. Aunque de igual forma, lo iba a escoger sin revuelos.
一Seguro que no. Igualmente algún truco travieso haré.
Cuando me enteré de la grandiosa noticia, fue lo primero que se me prendió en mi mente. Los reclamos ya no servían en el dificultoso vínculo que teníamos con mi madre, así que opté por esconder mis salidas. Michael me suplicaba una y otra vez qué se lo dijera sólo a mi padre, pero aquel plan era desagradable. Sus puntos de vista ya eran influenciados por mi madre.
Estrella negó con la cabeza.
一Tú y tus trucos.
一¿Qué más da? La vida es una sola, hay que disfrutarla.
Era una frase icónica en la cuál me guiaba a realizar cosas tomadas por mi propio pulso, sin cuestionarlo.
Estrella río
一Eres lo máximo.
Tiré pequeños besos en el aire y sacudí mi melena.
一¿Te agrada? 一pregunte, colocando una mano en mi cintura.
一¡Luces preciosa!
Aleteé mis dedos con orgullo hasta verlos llegar a Harry y Michael. Caminaban extrañados, como si estar juntos fuera un caos. Pude percibir que la conexión de ambos se iba decayendo lentamente. Tenían los hombros tensos y ninguno de los dos abría la boca para hablar. Sólo mi hermano le lanzó una sonrisa pícara a Estrella. Ella no la aceptó, ignoró sus intenciones.
Por un instante, Harry se quedó paralizado en un solo lugar, enfocando la dirección de mis pies y me golpeó el pecho. Aparté mi vista reservada para mí, pero alcanzó a jalar de la cintura con los ojos muy abiertos.
一 ¡Eres maravillosa!
Mi ardor subió desde mi cuello hasta mis mejillas, causando qué mi estómago se encogiera. Él me tomó la cara con delicadeza y selló sus labios con los míos logrando un beso tierno.
一Te adoro.
Harry se alejó y elevó sus cejas mostrando cierta sorpresa.
一¡Tu primero te adoro!
Mi mente se tornó en blanco por segundos aún cuándo logré captarlo.
一¡Tienes razón! 一chille con entusiasmo一. ¿Eso contará cómo te quiero?
一¡Oh dios! ¡Por supuesto! 一extendió sus extremidades.
一¿Vieron? Esto es increíble.
Estrella nos transmitió pasión consiguiendo qué su palidez se transforme en un tono rojizo.
一Fue la mejor declaracion de amor.
Michael en un estado funesto la invadió en círculos.
一No exageres.
El espacio en dónde estábamos ya no era fresco, sino pesado. Con desagrado apreté una tira del vestido y traté de arrojar mi brusquedad en otras cosas. Harry se tocaba el cuello de una manera obsesiva hasta ponerse en una postura defensiva.
一Te debe faltar afecto.
Michael cambió su perspectiva divertida y aún más al carcajear causando un apestoso ámbito.
一Colega, estás muy equivocado.一trago saliva一.Tengo muchas chicas por detrás.
Estaba muy en claro su enojo. Su cuello lo sostenía por alto y puesto en el suelo, como sí él fuera un rascacielos y nosotros unos edificios.
一Eso no te hace ser más hombre一agregó Estrella.
Harry sonrió con orgullo.
Él rió irónicamente. ¿Quién le habría hecho tan mal para qué reaccione así? . Era un completo desconocido para los tres.
一¡No arruines nuestro momento! 一masculle, con los puños cerrados. De ningún modo aceptaría su sarcasmo inapropiado.
Michael con una gota de atrevimiento, hizo una seña con los dedos y se marchó ardido.
一No le veo el sentido de su viveza一dijo Harry.
Estrella presionó sus labios.
一Ni yo.
一No le den importancia一suspire, queriendo tragar la gran soga qué llevaba en mi garganta.
Una brisa de melancolía había caído en mi. ≪Lo extraño≫ pensaba. Extraño cómo nos comunicabamos, aquellos códigos secretos sin ser resueltos o las bromas pesadas que surgen entre hermanos. El éxito nos fue separando de a poco y los estrechos generados llevaron tiempo en entenderlos.
一Por cierto, será que...一, Harry se refirió a Estrella con un mohin provocativo. Al haberlo oído me sobresalte, consiguiendo desorientar a mis nostálgicos pensamientos.
一Estoy nerviosa ¿Saben?
Estrella dejó escapar un fuerte suspiro y cerró sus párpados. La información qué tenía sobre cuánto le atraía aquel chico era leve. Sólo era fácil detectar su encanto. El cariño que desprendía en cada lugar siempre se hacía reconocer y mucho más sí alguien le robaba su corazón. Para ella recibir y dar amor era una forma de vivir más digna.
一Debes escoger el vestido más llamativo一; rodeé su espalda con un brazo y le mostré de lejos la cantidad de vestidos qué había en la tienda.
一Detesto llamar la atención, Kiara.
La empuje con ánimos.
一 ¡Augh! Pero es sólo en esta ocasión... ¿O no es así?
Harry intervino entre las dos presionando los labios.
一Tu mejor amiga esta demente; tú deberías elegirlo.
Abrí mi boca con asombro y golpee su espalda de un modo suave. Estrella nos miraba enrollando entre sus dedos su cabello sin saber que hacer ante la acción.
一No me molesta, Harry.
一 ¿¡Viste?! ¡No le afecta! 一le mostré mi lengua a la defensiva.
Rieron juntos.
En el instante, Estrella desapareció por segundos entre la ropa. Hasta aparecer de nuevo, algo predida, pero sujetaba el colgador de un vestido de seda. Era celeste pastel. Un color seco, sin gracia para mi simpatía.
一Que tal... ¿Este?
Arrugue la nariz.
一Un poco más...brilloso.
Estrella lo examinó miles de veces sin encontrar lo malo en la prenda.
一¿Más brilloso? 一pregunto extrañada.
Asentí.
一A los chicos les encantan los brillos.
Comenzó a morderse las uñas sin tomar una clara decisión.
一Los colores suaves coinciden con mi personalidad一acarició su barbilla一. Aunque...si tú dices qué el brillo es mejor lo probaré一encogió sus hombros, convencida de mi comentario.
Esboce una sonrisa.
一Tienes que estar perfecta.
Antes de qué Estrella pudiera dar media vuelta a elegir cualquier otro vestido, Harry le tocó la espalda con un dedo. Mire el gesto con demasiada lentitud, sin comprenderlo.
一Debes dejar de complacer a los demás.
Estrella se pasó la lengua por los labios, incómoda por el dicho.
一¡Oh! Si eso dices...
Harry ladeó la cabeza y cuando ella se fue pellizque su brazo sintiendo el calor que desprendía aquel miembro. Él gimió apartandose.
一¿¡Porque...!? ¡Es mi mejor amiga!
一Lo sé Kiki一pausa一. A veces tienes qué dejarla decidir por ella misma. Sabes qué Estrella nunca suele decirle un "no" a las personas.
Por aquel instante, corroborar su situación era complicado. Tener aquellos comportamientos decían mucho sobre su pasado. A veces era inevitable no frenar en ciertas circunstancias lúgubres. Los minutos pasaban y sus indecisiones aumentaban. Igual a los efectos de un reloj y similares a los asuntos que tenía que arreglar con mi familia. Directamente mi madre no me hablaba, mi padre solo cuando las incomodidades se iban, Diana ya ni me conocía y bueno, Michael consideró tomar otro camino. Dentro de poco, haría lo mismo. Imitaria sus pasos para desaparecer, porque, una parte de mi solían ser colores y la otra mitad tan solo...sustancias, noches sin dormir, ojeras, bostezos; una definición de oscuridad.
Pestañee y le devolví una mirada a Harry realmente preocupado por mi comportamiento extraño.
一¿Kiki?
一 ¡Oh! cariño, estoy bien.
Arrugó la frente.
一¿Estrella?
一Me manifestaste.
Estrella llevaba puesto un vestido dorado. Era límpido y se adueñaba de cada espacio de la tienda, ya que era incapaz de no poder llamar la atención ni que la distancia te limitara. La palidez de su piel hacía una competencia inigualable con el intenso color, de un modo bellísimo. Los contrastes producían cierta elegancia por sobretodo, belleza. Un nivel elevado.
一Es impresionante一expresó Harry con admiración.
Estrella se sonrojo al ver tanto cúmulo de emociones y más aún cuando quebré el pequeño distanciamiento para visualizar el vestido de un mejor ángulo.
Solté un grito.
一¡Es perfecto! ¡Perfecto para tu estilo! ¡Qué emoción! ¡Mi chica está creciendo!
Los dos hicieron una seña para que me callara, pero ya era demasiado tarde. Unos jóvenes nos habían oído desde afuera y por varios minutos estuvieron golpeando las vidrieras por mi presencia. Aunque no duró por un prolongado tiempo, los guardaespaldas acudieron enseguida tratando de dirigirlos a otro sitio. Tenía el estómago revuelto, el sudor en las palmas de mis manos y un frecuente cambio de humor. Algo que ni siquiera sabía guardar. Adaptarse en ese mundo diferente aún era un costo gigante. Los recuerdos inundaban mi mente cuando íbamos a las alfombras rojas, pasarelas y demás, pero en tu propia piel es desemejante.
一Freddie rechazaría las cámaras, como a su madre一dijo Harry.
Hice una mueca de confusión y de entendimiento.
一¿Tienen alguna idea de lo que le sucedió a Freddie?
Estrella se tornó pensativa, buscando una posible respuesta.
一Últimamente se lo ve desanimado.
Las causas podrían ser demasiadas. No era difícil detectar los motivos 一A no ser de su carácter extraño一; el problema provenía de una palabra importante con un significado portentoso. Relatarlo era como sacar una parte de su intimidad consigo mismo. "La privacidad tiene un valor grande en tu vida, nunca debes traicionarla" decía, recogiendo la sabiduría del maravilloso recorrido de sus aprendizajes.
一Hay que consultarle一sugirió Harry.
Ladee mi cabeza.
一Se muy bien lo que le puede estar pasando.
El silencio definió la gran variedad de resoluciones. Ellos sabían el caos, pero sus gestos temerosos hacían que la tensión dañara el ambiente.
一¿Su madre, no?一; Estrella arrastró las palabras, con el esfuerzo de no arruinarlo del todo.
Tome una bocanada de aire.
一Así es.
Harry hizo despertar la forma de su mirar.
一Tendríamos que ayudarlo.
一Su cura son mis abrazos, él siempre me lo ha dicho一dijo Estrella apenada. Una muestra de afecto era lo que necesitaba, pese a su personalidad inexpresiva.
一 ¡Ahora a mostrar tus habilidades amorosas!
一¿Se vale aplicar lo que dicen los libros sobre las relaciones románticas? 一preguntó, como si fuera un pastel azucarado.
Puse mis ojos en blanco.
一Luego, lo regañamos a Freddie.
Colapsamos de risa sin importar que algunos jóvenes del exterior habían descubierto nuestras huellas. Nos seguían con una mirada pasiva, similar a los asesinos en serie.
一Pienso que funcionan一añadió Harry, después de acomodar un rizo que cubría su frente. Demore en encontrar un tema de diálogo, una sensación tibia gobernó mi pecho. Intente escoger el mejor lugar para poder acurrucarme a él. Descubrí que era su tórax, cerca de su corazón. Un sitio en donde podíamos latir juntos.
一¿Cómo lo voy a aplicar hoy?
Harry me transmitió seriedad y Estrella solo disfrutaba el momento de vernos tan apretados el uno con el otro.
一¿Estás segura de que va a funcionar? 一interrogó, en un tono protector.
一Si no llega a funcionar queda como anécdota一moví una mano quitándole la debida importancia, mientras una mejilla se hundía en su pecho.
Estrella sonrió. Parecía apreciar con pasión nuestro cariño sincero.
一No importa, ten cuidado Kiki一beso mi nuca.

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