— ¿Ahora a dónde? ¡Espera! ¿Cómo supiste a dónde hacer la aparición?
— Legeremancia ¿Recuerdas? Ahora dime por dónde, parece que ya va a amanecer.
— Claro, claro...– encendió su aparato y comenzó a salir una bola, está comenzó a andar y lo segui mirando por todos lados con la varita en las manos.
Vi una sombra y pareció que Ron también porque saco su varita, entonces vi a una cierva pero la perdí.
— ¿Ahora a dónde Ron?
— Espera...se detuvo, creo que tardará, si quieres siéntate. – asentir y puse mi túnica en el suelo y me senté mirando a nuestro alrededor. Luego de casi quince minutos la bola de luz volvió a moverse.
— Mira vamos, vamos. – levanté mi túnica y seguí la bola junto con Ron, entonces escuché un ruido, estaba por correr pero ron me detuvo.
— No sabes que tan débil este el hielo. – ignore eso al darme cuenta que se parecía a la ropa de mi hermano. Cuando estuve sobre el hielo, este estaba por quebrarse, así fue entonces sentí la fría agua, ayude a Harry y este salió.
Luego volví a entrar por la espada mientras Ron se acercaba a él.
— ¿Hermione? – reí ligeramente al momento que salía del agua
— ¿Estás loco? – sonreí y apunte con mi varita a Harry para que sintiera un poco de calor y después seque mi ropa.
— ¿Eras tú?
— Pues si, pero ¿era obvio no?
—¿Y también creaste el ciervo? – el idiota ni siquiera me había visto.
— No, creí que era tuyo.
— No, mi Patronus tiene astas.
— Ahh si, el de las astas...– Ron me miró discretamente y negué, camine en busca de aquella persona, tal vez destruirian el guardapelo, y si tiempo me daba la persona podría estar ahí.
Fue entonces cuando una rama trono, pero no provenía por mi. Me gire entonces vi a un hombre.
Este se dio cuenta de mi presencia y aceleró su paso, comencé a correr para seguirle.
Pronto recordé que era bruja, saque mi varita y le apunte pero este se defendía.
— ¡Esperé! – grite aún apuntandole, en realidad no quería lastimarlo. Pero...el Patronus de...mi..madre era una cierva. — ¡Por favor. – suplique pero este no se detenía, así que lo desarme y pronto cayó al suelo.
Corrí hacia este que ya hacía en el suelo, con la respiración acelerada hice un Lumos y no podía creer lo que estaba viendo.
— Usted...– dijo entre dientes. — ¿Que hace acá? ¿Por qué tenía la espada?
— Estoy seguro de que sabes la respuesta, ahora sueltame maldita niña inepta. – rode los ojos y así lo hice, le aventé su varita y lo ayude a levantarse.
— Debería irse.
— Por si no te has dado cuenta eso estaba haciendo.
— Ya, pues ahora hágalo, solo quería saber quién era .
— Ya lo sabías, Potter.
— Joder por eso mi madre jamás le puso atención.
— ¿No te parece que eres algo igual a mi, en cuestión de humor y sarcasmo?
— Probablemente pero me niego a aceptarlo. Ahora larguese y estoy segura que tengo una charla pendiente con usted.
— Pero mira nada más Potter, parece que los lugares cambian, hace unos años estaba seguro de quién decía eso era yo. Además...por primera vez aunque no me agrade la idea debo admitir que sí.
— Pero miren, detesto que no haya nadie pero este no es Quejicus, es el mismísimo Severus Snape.
— ¿Que sabes? Estoy seguro de que sabes más de lo que yo se.
— ¿Y no puede soportar que una joven de diecinueve años sepa más que usted?
— No...
— Bien pues me importa un bledo pero sabe que si preguntaré.
— Adelante Potter, soprendeme con tus maravillosas preguntas, ¿Cómo en primer año?
— ¿Por qué de todos mis estúpidos años, debe recordar solo el primero?
— Una niña idiota, que no tenía idea de nada de la magia, puedo asegurar que estabas peor que los hijos de muggles.
— Ya pues...no íbamos a ese tema. Su Patronus...es una cierva, el de mi madre también lo era...
— No termines Potter, sabes bien que el tuyo cambio por Granger, de ser una serpiente paso a ser...no importa. ¿Ya me permitirás marcharme o tendré que ser por más tiempo tu animal de exhibición?
— ¿Me está pidiendo permiso? Pero si esto es un sueño imposible.
— ¿Cómo por ejemplo que Alyssa Potter se lleve con el enemigo de su hermano, Draco Malfoy?
— ¿Cómo por ejemplo que Severus Snape sea amable con una Potter? Ya váyase señor director y espero que no me decepcione al confiar en Dumbledore. – la chica se dio la vuelta y escuchó cómo el hombre hacia una aparición.
Comencé a caminar hacia donde se había ido Ron, unos metros más para atrás...¿O para adelante? No sabía con exactitud pero pronto vi la carpa, eso decía que estaba dentro de la protección.
— ¡Y tú!– abrí mucho los ojos al ver qué venía hacia mí, ¿Era mal momento para decir que se veía perfecta? Creo que si porque no tardó en golpearme.
— ¡Aly! – mi hermano corría hacia mi y empujo a Hermione que está aún estaba enfadada.
— ¿Que hay? – deje un beso en su frente y acaricié un poco su mejilla. — Te pareces tanto a él...– dijo con una sonrisa caída, todos se percataron de que la chica podía estar pensando en su padre.
— Somos lindos ¿no?
— Claro que sí, ahora ¿Crees que podrías ir con Ron a buscarte una varita? Según se el debe tener.– asintió y se llevó a Ron. — Lo lamento mucho...
— No, no tendremos está charla ¿En verdad lo haces?
— Si, por supuesto que lo hago. Hermione, ese Horrocrux...es más significativo para mí...más de lo que tú crees. Y lamento haberte dicho tantas cosas que estoy segura de que te dolieron.
— No, no me dolieron.
— Si...si lo hizo y te prometí que nunca lo haría, no cumplí con mi promesa. – Granger tenía mala cara y rodó los ojos para irse pero Potter la tomo del brazo sin embargo la chica se soltó de inmediato de su agarré. — Yo jamás mataría a Ron... escúchame, por favor....
— No. Porque cuando yo te lo pedí solo te marchaste ahora no me pidas que te escuché. – cerré los ojos masajeando el puente de mi nariz y camine dentro de la carpa, atrás de ella.
[......]
— Quiero ir a ver a Xenophilius Lovegood.– la mayor se recargo en la litera mirando y escuchando con atención.
— ¿Que dices?
— Lee esto...– se acercó a mi hermano mostrándole la página inicial del libro. — Es una carta de Dumbledore a Grindelwald, mira la firma, esa marca otra vez ¡No deja de aparecer! En Beedle el Bardo, en la tumba en el Valle de Godric.
— ¿Que hacían en el Valle de Godric? – Ron apoyo mi pregunta pero ninguno de los dos me respondió.
— También la vi ahí.
— ¿Dónde?
— Fuera de la tienda de varitas de Gregorovitch.
— ¿Que significa?
— Escucha, no tienes idea de que será el siguiente Horrocrux y tampoco yo. Pero esto, esto significa algo, estoy segura.
— ¡Si! Tienes razón, tenemos que ver a Lovegood.
Sabía que Ron sería nuevamente ignorado como también yo sí decía algo, así que salí de la carpa y me senté mirando las estrellas, se que me lo merecía pero odiaba ser ignorada.
Saque la carta y la abrí con delicadeza, está era reciente pero no del todo, una vez abierto el sobre, saque el pergamino doblado.
Al extenderlo había mucho que leer, estaba por comenzar a leer cuando oí un carraspeo, de inmediato la guarde y mire a Hermione, rayos...aún molesta se veía genial.
— ¿Puedo ayudarte en algo? – la Potter no estaba dispuesta en ser tratada así, si bien había tomado la rápida decisión de tratar a Hermione con arrogancia como en su cuarto año.
— ¿Ahora quién debe hablarme con frialdad eres tú?
— No te pregunté por algo relacionado con un tema que pareces no tomarle importancia. Vete a dormir yo me haré cargo de esto. – respondió secamente Alyssa mientras Hermione no podía creer lo que estaba viendo.
— ¿Recibes cartas? ¿De quien?
— No me parece que sea de tu incumbencia, deberías dormir, si iremos a ver a Lovegood entonces deberás dormir para salir por la mañana.
— No. ¿Quién recibe cartas en medio de todo esto? Además tu, odias las cartas.
— No finjas conocerme a la perfección, y no odio las cartas.
— No si lo haces, no solo es eso, estás poniendo a riesgo a todos y si lo haces al menos déjame saber de quién se trata.
— Que más da, dije que fueras a dormir. – la chica se levantó para sacar su varita y dar vueltas por todo el terreno pero Granger la detuvo, Alyssa se soltó de inmediato del agarre de Hermione y la miró.
— ¿Estás hablando con Nott? Vaya veo que cumpliste tu palabra.
— No te alteres o seguramente los despertarás y no creo que quieras hacerlo por una estúpida pelea.
— ¿Estúpida pelea? Solo quiero saber con quién escribes.
— ¿Acaso tu tomaste la decisión de decirme con quién te escribías en tu quinto año? La respuesta es no, exacto porque no dejabas de hablar tanto con Krum, le escribías el metro entero sin embargo jamás dije nada y no te insistí porque me dijeras con quién te escribías.
— Debes estar bromeando.
— No, quién debe estar bromeando eres tú, se que cometí un error bastante grande pero si te enojas así yo....
— ¿Tu qué?
— Nada...ve a dormir Hermione...– cuando está estaba por avanzar Granger tomo la carta y miro confundida a Alyssa.
— ¿Por eso lo defendías tanto? – rode los ojos y se la arrebate.
— Ya basta Hermione, ve a dormir. Tu rostro dice que no lo has hecho en días.
— ¡No! No lo he hecho porque estaba preocupada por ti, esperaba que esa misma noche volvieras arrepintiendote, creí que tal vez me pedirás perdón en el momento en que te quitaste el guardapelo. Pero jamás fue así, solo quería que estuvieras de regreso y no dudaría en perdonarte y...y... Y es tan imposible no perdonarte porque has hecho maravillas desde mi tercer año, pero Aly, es como si ya no te conociera. Pero a pesar de lo que sea que ocultas espero que no te haga más daño a ti, a pesar de todo...siempre has apoyado más a los demás.
Alyssa se quedó en completo silencio, vio a Jean sollozando, y no dudo en abrazarla. Trago en seco cerrando los ojos con su mentón recargado levemente en la cabeza de Hermione que escondía su rostro en su cuello. No tenía la menor idea de que hacer o decir.
Todo le era tan difícil de digerir, sabía todo, todo lo que debería saber y no podía creer nada de lo que sabía, porque era tanta información para ella pero estaba al tanto de que no podía decírselo a nadie, ni siquiera a Harry.
“ Sucederá cuando deba suceder” y ella había comprendido bien aquellas palabras.
— Te quiero tanto, Hermione...– soltó de la nada la chica y la tomo de la mano para caminar cerca de un árbol y está sentarse, palmeó sus piernas, Hermione un poco dudosa accedió a recostarse en sus piernas.
La chica no paraba de sollozar, mientras su novia acariciaba su cabeza como si fuera lo más frágil del mundo. Hasta que Hermione se quedó profundamente dormida con los ojos húmedos como habían sido los anteriores días que no había estado su novia. Sin embargo está vez se sentía bien.
Teniendo la compañía de Potter con ella, se sentía relajada y como si estuviera a salvo con aquella chica.
— Lo lamento tanto Hermione...todo...– murnuro la chica para dejar un beso en su mollera y después estar al pendiente a cada ruido.
— ¿Que tan fuerte será la verdad?– pregunto la chica en aquella torre mirando el cielo estrellado, mientras el aire golpeaba su rostro.
— Más de lo que imaginas...pero la aceptaras en el momento en que te des cuenta de todo. De la verdadera verdad, no solo se trata de lo nuevo que averigües, si no de lo que ya has vivido y vivirás.
— Siempre...he intentado comprender a Harry, pero me es imposible, el ha pasado por tanto y yo tan poco, solo quisiera sentir por un momento su dolor. Comprender todo, es solo un joven...aún no es mayor de edad siquiera...
— ¿Y jamás te has preguntado cómo te sientes tú? Te preocupas tanto por el dolor de Harry, para averiguarlo, pero...¿Cómo podrías comprenderlo si no comprendes el tuyo? Me parece que has sufrido demasiado, pero no dejas de hacer menos tu dolor.
— Harry es menor y...¿Que haría sin mi pequeño hermano?
— Solía....ser ambicioso, quería más de lo que ya tenía, quería lograr ser más de lo que ya era, tenía la inteligencia para ser grande...pero también tenía una familia. Y...en un momento debía hacerme cargo, cargo de ellos, pero era egoísta que solo pensaba en ser más grande de lo que ya era. Un error que muchos cometen pero se que tú no...
— ¿Que tiene que ver eso con mi hermano?
— Me cegue y perdí a mi hermana...por mi culpa murió y...la culpa...jamás desaparece pero, tú sabrás todo, todo hija...cuando sea el momento...