-El amortentia de Hermione huele a ti. - la chica sonrió como tonta a lo que su hermano rió. - Quita esa estúpida sonrisa Aly, asustas.
- Cállate. - dije pegándole en la nuca.
- ¡Ey! - se quejo justo en el momento en que Hermione llegaba a mi lado.
- ¿Te ha dicho la enorme trampa que a hecho hoy en la clase de pociones? El profesor Slughorn cree que es un genio. - dijo molesta y reí.
- Relájate Hermione, seguro debes estar exagerando.
- ¡¿Exagerando?! Se ha apropiado de un libro que no le pertenece y...
- Venga, Harry no compro este año su libro porque según no tendría sus clases de pociones, no tiene nada de malo que tome un libro en lo que le llega el suyo.
- No, no lo entiendes, este libro es de alguien que modificó el libro, y tiene no se que más cosas.
- Vaya...¿Enserio? - pregunté mirando a Harry y asintió. - Tal vez uno de estos días podrías prestarmel. - este asintió mientras la chica recibía golpes ligeros de parte de su pareja. - Auch, Mione detente.
- Debes estar bromeando. Harry es pésimo en pociones.
- Bueno entonces podrá mejorar con ayuda de ese libro. - dije encogiendome de hombros.
- No. - bufó para irse, hice una mueca y abracé a mi hermano.
- Volviste a ser enano, pero este año por fin eres guapo, has evolucionado, ya no eres un patito feo.
- En realidad los dos somos unos patitos feos en el mundo mágico.
- Ey, no cambies el tema ¿Podrías prestarme ese libro? Solo para asegurarme de que no tenga algo malo. - el asintió listo para sacarlo de su mochila y negué. - No ahora, luego. Además no lo revisaré página por página, solo lo voy a hojear y checar que no sea como el diario de Tom.
- Está bien. - dijo feliz, creyó que tal vez su hermana le quitaría el libro y lo devolvería con su dueño o se lo diría a Dumbledore, pero otra parte de Harry sabía que su hermana jamás le ha prohibido las cosas y que está no sería la excepción, sin embargo ella le decía lo que estaban mal, le advertía de distintas cosas, y le apoyaba siempre.
[......]
—Este frasco contiene un recuerdo muy personal...del dia en que lo conocí, quisiera que lo vieran...si quieren. – los tres nos acercamos en el pensadero mientras Harry se hundía para yo seguirlo.
Una calle vacía con un hombre vestido elegante con un paraguas en mano para no mojarse, caminaba por está a dirección al edificio de al frente.
En cuanto llego charlo con una señora en unos pasillos, me percate de que era un orfanato, que desesperación estar ahí. La señora junto al hombre se pararon delante de una puerta.
La mujer llamo a la puerta y la abrió, dejando ver a un niño no pasado de los doce.
— Tom tienes una visita...– dijo la señora al momento que se iba.
— ¿Cómo estás Tom?– el hombre que sabía que era Dumbledore de joven, estaba pro tocar un mueble que estaba en la habitación.
Pero ya no le prestaba tanta atención, solo quería ver a ese niño que había llamado tanto mi atención, era... interesante, pero también su habitación, junto de la ventana había siete, siete piedras distintas y muy bien acomodadas.
— Un número maravilloso...– murmuré haciendo que Harry me mirara y negué.
— No..– hablo el chico al momento que se daba la vuelta para mirar a Dumbledore.
Luego Dumbledore con cuidado se sentó en la cama, mirando al chico que se encontraba sentado delante de un escritorio.
— ¿Usted es Doctor, verdad? – pregunto, yo habría hecho la misma pregunta, el chico estaba en un orfanato, y por como la señora hablaba de él, era fácil de notar que podían hablar mal de él cuando estaban a su lado y al saber cómo hablaban de este, por supuesto que tendría las razones para que me mandarán doctores o psicólogos.
— No. – le respondió severamente el director Dumbledore. — Soy un Profesor.
— Eso no es verdad, quieren que me examiné, dicen que soy... diferente.
— Puede que sea cierto
— No estoy loco
— Hogwarts no es un hospital psiquiátrico, Hogwarts es una escuela, una escuela de magia. Haces cosas ¿No es cierto, Tom? Cosas que otros niños no pueden hacer.
— Hago que las cosas se muevan sin tocarlas, hago que animales hagan lo que quiero sin entrenarlos, hago que le pasen cosas malas a los que son malos conmigo, los lastimó, si quiero.¿Quién es usted?
— Soy como tú Tom, soy diferente.
— Demuestrelo. – el chico abrió ligeramente más sus ojos, parecía que no quería demostrar su sorpresa al mirar su mueble arder mientras el hombre sonreía.
— Creo que hay cosas en tu ropero que quieren salir Tom.– el abrió el ropero, saco una pequeña caja de este y el ropero dejo de estar en llamas.
Camino dirigiéndose a la cama donde ya no estaba el hombre.
Dejó caer las cosas que estaban en la caja y viendo objetos, pronto entendí.
— Los robos no son tolerados en Hogwarts, Tom, en Hogwarts te enseñaran no solo a usar la magia, también a controlarla. ¿Me comprendes?– dio un ligero asentimiento y cuando el director estaba por irse se detuvo al ser interrumpido por la voz del chico.
— También hablo con las serpientes, ellas me buscan, me susurran cosas. ¿Eso es normal para alguien como yo?.
Si bien su intención era presumirlo, o al menos eso me pareció a mi, el director parecía sorprendido pero se fue.
Pronto salimos del pensadero y frinci el entrecejo, ¿Qué había hecho Tom para verse tan horrendo?
— ¿Usted lo supo, señor? ¿Ese día?
— ¿Si había conocido al mago más peligroso de todos los tiempos? No. De haberlo sabido lo habría...con el tiempo aquí en Hogwarts, Tom Ryddle se hizo a fin a un maestro en particular ¿Puedes adivinar que maestro era?
— Usted no trajo al profesor Slughorn para que enseñará pociones verdad.
— No tienes razón, Harry el profesor Slughorn posee algo que deseo con ansias, pero no lo entregara fácilmente.
— Dijo que el profesor Slughorn quiere reclutarme.
— Así es.
— ¿Quiere que lo permita?
— Si...– Harry asintió, salió del despacho y cuando yo estaba por hacerlo Dumbledore hablo. — En realidad Alyssa, también necesito charlar contigo sobre Tom Ryddle...
[.....]
Amarre mi cabello y senti que me veía bien pero era extraño, pues siempre solía tenerlo suelto.
Mire a Harry que se veía totalmente nervioso, mire mis manos, vaya...se veían pálidas, comenzó a hablar pero nadie le hacía caso, mire Ginny y está asintió.
— ¡Callense! – grito Ginny y todos hicieron caso, sonreí a lo que ella guiñó el ojo, mire a mi hermano prestandole atención.
— Gracias, haber mhmm..no lo olviden, haber estado en el equipo el año pasado, no les garantiza un puesto este año ¿Esta claro? – comenzaron a murmurar y mire a Ron que parecía nervioso. — Excelente...
Mire a las gradas encontrando a Hermione, le salude con un asentimiento, esto era ridículo...las ganas de hacer las pruebas me quitaban todo, pero se lo había prometido a Harry.
— ¿Sin resentimientos, Weasley? – oí atrás mío, quitándole la mirada a Hermione.
— ¿Resentimientos?
— Si, yo también quiero ser un guardián, no es personal.
— ¿A si? ¿Un tipo fuerte como tú? Tienes más complexión de golpeador, ágil. – en ese momento el idiota de Cormac detuvo la mosca que no paraba de molestar, haciendo que Ron tragara en seco.
— Tengo confianza.
— Deja en paz a Ronald, McLaggen. – dijo tomando mi escoba para el acercarse a mi.
— Oye Potter, ¿Podrías presentarme a tu amiga Granger? No me molestaría hablarle de tu ¿Me entiendes?
— ¿Un tarado como tú? En realidad no creo que sea el tipo de Jean.
— ¿Quién es Jean?
— Hermione, maldito idiota. – dijo aún con la mandíbula apretada.
— Aly... relájate, escucha haremos esto. – no tardó en explicarme, si bien yo tendría que anotar mientras Ron y Cormac estaban de prueba, y claro que aprovecharía la oportunidad.
Las animaciones no tardaron en cuanto estábamos en el aire, mire Harry que miraba ansioso a Ron.
— Lo hará bien...espero...– dije cuando pase a lado de él para ver qué me miraba mal.
Al mirar a Cormac, vi que le regalaba una mirada coqueta a mi chica, bufé y aventé una Quaffle, la intención no era anotarla, era golpearlo, y así fue, sin embargo fue premio doble, pues también había sido anotada.
Mire a Hermione que negaba mirándome con una ligera sonrisa, sabía que estaba molesta por haber golpeado a alguien pero también le alegraba aunque no lo quisiera demostrar.
Sin embargo el idiota de McLaggen era bueno, eso no lo negaré, y Harry estaba al tanto pues me prohibió estar en esa ronda con McLaggen.
Yo solo debía hacerlo con Ron, por más que quisiera ayudarlo no podría, así que jugué bien pero menos de lo que era capaz, no quería a Cormac en el equipo.
Y sin que nadie, ni siquiera Harry se percatara, daba hacia donde veía que el cubriría. Aprete mucho en mango de la escoba al ver qué estaba por caerse.
— Tu puedes Ron. – murmuraron a la vez los dos Potter.
Le quite la Quaffle a Ginny al ver qué McLaggen no le quitaba de encima la mirada a Hermione.
La lancé fuertemente, con la intención de que lo golpeara sin embargo este se movió y fue anotada, había sido como...
Mire a Hermione y negué molesta, estaba sonriendo con diversión, volví a dónde estaba Ron, para que esté la cubriera.
— Oye, Aly ¿Que fue eso? – me preguntó Ginny y negué quitando el pequeño sudor que comenzaba a salir en mi rostro.
Cuando termino todo baje caminando a los vestidores.
Y entonces algo hizo que mi corazón se acelerará a todo lo que daba.
[....]
— Debo admitir que creí que no atrapaba la última, espero que Cormac n se sienta desmoralizado. Por cierto le gustas Hermione, a Cormac.
— Es un bruto. -
— ¿Conocen este hechizo? ¿Sectumsempra? – pregunto Harry y frunci el entrecejo, había escuchado de muchos pero nunca ese.
— ¡No no lo conozco! Y si tuvieras un poco de respeto, devolverías el libro
— ¿Que tonto lo haría? Es el mejor de la clase, hasta es mejor que tú, Slughorn cree que es un genio.
— ¿Que?
— Me gustaría saber de quién era, déjame ver
— No.
— ¿Por qué no?
— El encuadernado es frágil.
— ¿El encuadernado es frágil?
— Si...– al ver qué Ginny estaba por quitárselo se lo quite yo.
— El príncipe mestizo– le dije a Hermione mientras guardaba el libro dentro de mi saco. — ¿Feliz? Ahora ya puedes ir a buscar sobre ello, no encontrarás nada que te funcione. – mentí mientras metía mis manos en el saco y senté para no tardar en Harry llegar y yo dárselo.
[.....]
— No has soltado ese libro en cuatro semanas, prácticamente duermes con el ¿Y no quieres saber quién es el príncipe Mestizo?
— No dije que no tuviera curiosidad y no duermo con el libro.
— Yo si. – murmuré ganando una mala mirada de parte de Hermione.
— Pero es cierto, me gusta platicar antes de dormir, pero ahora solo lees ese libro. Es como estar con Hermione. – reí un poco a lo que Hermione me pego en la costilla, mientras me quejaba ella me tomó de la mano.
— Pues yo tuve curiosidad y fui a...
— A la biblioteca. – dijeron los tres a la vez para Hermione fuenci el entrecejo
— ¿Y? – cuestionó mi hermano.
— Y nada, no encontré ninguna referencia de algún príncipe mestizo.
— Ahí tienes, asunto arreglado. – respondió Harry.
— Te dije que no encontrarías nada, deberías parar con esto de tu investigación, tal vez la o el dueño ya está muerto. – la chica lo que menos quería era que su novia se metiera más en el tema, pues la chica ya sabía de quién se trataba y ella no quería que su hermano lo supiera o algo por el estilo.
— ¡Filius! Esperaba encontrarte en las tres escobas.
— No, tengo una práctica de emergencia del coro, Horace.
Mire a Harry y el asintió, entrelace mi mano con la de Hermione, gire a mirar a Harry para que lo dijera.
Al ver qué no decía lada rode los ojos y mire a uno por uno.
— Que metiches son, en vez de hacer eso, les invito una cerveza de mantequilla, porque como no son mayores de edad no queda mucho que invitarles. Andando, a las tres escobas.
Harry me sonrió y caminamos al lugar, al entrar ayude a Hermione a quitarse su abrigo.
— ¿Les ofrezco algo?
— Cuatro cervezas de mantequilla, la mía con gengibre.
— Ey, no, espera. – le llame al hombre luego de apartar mi mirada de Malfoy. — Tres cervezas de mantequilla, una de ellas con gengibre y un Whisky de fuego.
El asunto y se retiró, me senté a un lado de Hermione, mientras jugaba con mis manos por arriba de la mesa.
— Ay no puede ser...– dijo incómodo Ron y sonreí al notar porque lo decía. — Que niña tan boba.
Sonreí más al notar el rostro de Harry, eso sí que no era un rostro de preocupación porque su mejor amigo no le agradará que su hermana tuviera pareja.
— ¿Que? Solo están tomados de la mano. – pronto comenzaron a besarse y los músculos de la cara de mi hermano se tensaron. — Y se besan...
— Me quiero ir. – dijo Ron, mire a Slughorn y negué.
— Ya han traído las bebidas, será después. – dije y Ron con una mueca asintió mientras Hermione tomo mi mano entrelazandolas.
— ¿Que? ¿No hablaras en serio? – cuestionó Hermione, al mirar a Harry este no les quitaba la mirada de encima a la pareja, sonreí bastante, Harry era mi hermano pero se lo merecía, Ginny había estado por años enamorada de él, y aún lo está, pero ya era momento de que por primera vez lo dejara a un lado.
— ¿Olvidas que es mi hermana?
— ¿Y que? ¿Si ella te viera besándome, esperarias que se levantará y se fuera? – mi sonrisa se borró mientras negaba con la mandíbula apretada y apartaba mi mano de la suya.
— ¡Harry muchacho! – Hermione me miraba con insistencia sin embargo le ignore y espere a que Slughorn se parará a un lado de mi para charlar con Harry.
— Hola señor que gusto me da verlo. – pronto su mano se encontraba sobre mi hombro.
— Que gusto verlos, que gusto. – gire mi cabeza dándole la mejor sonrisa.
— ¿Que lo trae por aquí? – preguntamos los dos a la vez. Me levanté parandome junto de Harry para verle.
— Ahhh las tres escobas y yo, nos conocemos desde haces más de lo que quisiera admitir. – dijo riendo y su bebida cayó en las piernas de Granger. — Ahh, vi que tenías calor Granger. Escuchen muchachos, antes acostumbraba a ofrecer una cena de vez en cuando, para algunos estudiantes electos, ¿Les gustaría asistir?
— Lo considerariamos un honor señor. – respondieron ambos hermanos a la vez.
— Serás bienvenida Granger. – invito a la chica muy emocionado por la respuesta de los Potter.
— Será un placer, señor. – respondió Granger sin quitarle la mirada de encima a Potter.
— Espléndido, esperen a mi lechuza. – dijo riendo mientras nos miraba, después paso su mirada a Ron con una sonrisa. — Que gusto verte Wallenby.
Reí un poco en lo que me sentaba nuevamente y daba un gran trago a mi Whisky.
— ¿Que traman?
— Dumbledore nos pidió que lo conociéramos mejor.
— ¿Que lo conozcan mejor para que?
— No se, debe ser importante o Dumbledore no me lo hubiera pedido. – la chica iba por el segundo vaso cuando noto que la otra ya estaba con espuma en los labios.
Saco un pañuelo de su saco, tal vez si la Potter estuviera de buen humor se lo hubiera quitado con sus propios labios pero ese no era el caso, tomo el mentón de la chica para que la mirara y la limpió con el pequeño pañuelo.
— Gracias...– asentí mirando a otro lado sin poder dejar de pensar que pudo haber puesto otro tipo de ejemplo.