โ›ยณโœโธ™ ๐‘๐„๐ˆ๐†๐ | ๐”—๐”ฅ๐”ฌ๐”ช๐”ž๏ฟฝ...

By GhostPepper-

20.4K 3.1K 1.4K

๐‘๐„๐ˆ๐†๐ | โ Hemos perdido tanta gente el aรฑo pasado que el dolor es indescriptible. Pero no imaginamos, q... More

๐‘๐„๐ˆ๐†๐
โ†ณ 1 8 8 2
I
II
III
IV
V
VI
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
โ†ณ ๐€๐ ๐ซ๐š๐๐ž๐œ๐ข๐ฆ๐ข๐ž๐ง๐ญ๐จ๐ฌ
ยกADVERTENCIA!
โ†ณ 1 8 8 9
I
II
III
โ†ณ 1 9 0 4
I
II
III
(!) memes
ยกDESPEDIDA!

VII

491 88 41
By GhostPepper-

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1882 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

   Tomó su rostro para darle un beso en la mejilla. Thomas se lo agradeció tiernamente.

     —Lo único que sé, es la pieza que estábamos practicando hoy. Pero puedo tocarla para tí ¿Quieres oír?—Le dijo.

     Thomas asintió mientras volvía a colocar su mentón en el hombro de Lauren tranquilamente, para poder escuchar.

[•••]

     Lauren empezó aquellos acordes delicadamente para no equivocarse delante de él. Poco a poco, aquellos lindos sonidos armonizados, conectaron y se formaron como debían. Era una pieza muy sencilla, y estaba bien, porque Lauren recién estaba aprendiendo. Y le estaba yendo bien.

     Thomas la escuchó con atención, y cuando por un segundo Lauren estuvo distraída por querer al menos presentir si a él le estaba pareciendo bien, olvidó la siguiente nota del acompañamiento, del que estaba encargado su mano izquierda, bloqueandose un pequeño momento. Thomas tuvo una pequeña risa nasal y él apretó la nota que seguía, era obvio que también se sabía la pieza, y como no. Si era el príncipe.

     Lauren siempre se avergonzaba un poco, a pesar de todo lo positivo, era imposible no sentirse tonta ante él. Él sabía tanto, había estudiado tanto y seguía estudiando tanto. Y a pesar de que ella también esté empezando a hacerlo, siempre era extraño entrar a un mundo al que nunca se había pertenecido antes.

      No le hacía caso a la Reina, pero de vez en cuando, indirectamente a veces su cerebro se lo terminaba recordando. Con pequeñas frases, que después de un momento pasaban a no importar, pero que en los segundos que sucedía, si podía dejarla pensando.

     "No pertenecía ahí."

[•••]

     —Me pareció muy lindo. —Dijo Thomas, cuando la pieza terminó. Pero aún con el mentón apoyado en el hombro de Lauren, la misma pudo sentirlo fruncir el ceño. —¿Estás bien?

     Lauren asintió mientras sacudía la cabeza un poco. —Sólo me puse a pensar un poco. Ya sabes, lo de siempre. —Dijo con la voz un poco baja, Thomas sabía sobre ese tema también, porque habían podido hablar de eso, porque como una pareja era necesario comunicarse de esa manera, era sano, y era sincero. —Pero ya se me pasa. Solo es por un segundo. —Dijo sinceramente, desviando el tema también.

     —Lo entiendo, no puedo decir que no pienses en eso. A veces pasa. —Dijo el joven. —Pero como ya te había dicho ¿Qué importa si es verdad? De todas formas yo estoy contigo y tú conmigo. Sé que te esfuerzas mucho, y que te exiges mucho. Demasiado tal vez. —Dijo, y también tenía razón, solía ser muy dura consigo misma, sus esfuerzos en esos estudios que a penas llegarían a poquísimos meses desde que los inició, podían ser excesivos. Quería mantenerse al nivel. Más porque tenía la presión de tener que avanzar rápido, para poder estar igual a los demás integrantes de esa familia, a la que iba a pertenecer. Muchas noches no había dormido, se había frustrado mucho al no entender, o al no poder algo. Y eso solo hacía que sea aún más dura con ella misma. —Ningún instructor ha dicho algo malo. Ni de ti, ni de Frizzy. Se paran quejando de mi hermana y de mi, pero de ustedes no. —Bromeó un poco. —Cualquier persona puede no entender algo, hasta yo a veces me olvido de cuanto es 5+3 con todo lo que tengo que tener en la cabeza. —Consoló. Lauren rió un poco. —He visto como intentas ayudar a Frizzy en lo que ella no entiende y viceversa. No quiero que dudes de que lo estas haciendo bien. —Dijo. —Tienes que estar orgullosa de ti, todos los días. Como yo lo estoy de ti.

     —Gracias. —Dijo Lauren sinceramente en un suspiro, apoyando su cabeza encima de la del joven suavemente.

     —No hay de qué. —Dijo. Y pareció suspirar nuevamente. Haciendo silencio unos segundos.

[•••]

     —Disculpa, que cambie el tema. —Dijo de repente. Lauren le prestó atención sin problema. —Pero a parte de venir por la música, esta pequeña visita y todo eso. No sabía pero, quería encontrar un momento para hablar contigo. —Dijo y parecía algo nervioso. —Creo que, ha pasado el suficiente tiempo para sentirme cómodo de hacerlo, porque tu has sido muy paciente conmigo y te lo agradezco. —Dijo, empezando con la introducción de a donde quería dirigirse con sus palabras. —Es sobre, ya sabes, lo de mis veinte años. —Se alejó agachando la cabeza.

     Lauren entendió, y se sentó mejor para poder escucharlo.

     Iba a ser muy difícil para él y Lauren estaba ahí, le aseguró que siempre lo estaría, y que siempre lo iba a escuchar.

      —Aquí estoy. —Dijo Lauren tomando las manos del joven para darle soporte.

[•••]

     Thomas suspiró para continuar su historia —Sabes que con mi madre, no he tenido la mejor de las relaciones nunca. Que desde mi adolescencia se puso muchísimas veces peor. —Se fue explicando. —Buscaba y aún busco tal vez, una figura materna que me de lo que yo sentía que mi madre no. En Karoma, en Octavia, en tí. No lo sé. —Suspiró. —Y durante esos años adolescentes, solía hacer eso mucho, posiblemente era muy confiado, o solamente estaba desesperado por sentir que alguien podía quererme y no solo tenerme respeto porque sí. —Se lamentó. Y volvió a respirar. —Mi madre tenía una amiga, mayor que ella, que siempre visitaba, que me agradaba por alguna razón, era buena conmigo y tenía mucho cariño por mí. —Dijo y miró a otro lado un segundo. —Se ganó mi confianza, o yo se la di muy rápido. Y me tocó. —Dijo notoriamente aguantándose las lágrimas. Lauren no pudo procesar aquella declaración por varios segundos. —No abusó de mí, ni nada cercano a eso. Pero si me tocó sin que le dé permiso, y me sentí muy incómodo. Dijo, que los muchachos eran lindos hasta los 18, que esperaba que siempre parezca más joven de lo que soy. —Se lamentó en sus recuerdos, con un doloroso silencio después.

     —Thomas, perdóname de corazón estar interrumpiendo. Pero desde que te tocó sin tu querer, sí es un abuso. —Aclaró Lauren y sintió que el joven empezaba a temblar. —No respondas esto siguiente si no lo deseas, mi amor —Empezó tranquilamente y luego respiró. —¿Pero dónde te tocó esa persona?

     —Metió sus manos en mis pantalones. —Dijo bajando la voz en cada palabra.

     De todo lo que se podía imaginar de esa conversación, eso era lo último. Ella sentía que también se estaba rompiendo.

[•••]

      —Por eso, ahora lo de Alex me daba tanto miedo. Por eso me afectó tanto. Demasiado. —Intentó recomponerse. —Y yo sé que a mi solamente me tocaron, pero que a esas chicas les hicieron algo mucho peor. —Dijo, y aún era difícil escuchar como se invalidaba a si mismo por lo que sentían los demás —. Y nadie lo sabe, nadie. —Susurró. —Ni Dylan. No se lo he dicho a nadie. No se lo digas a nadie, por favor.—Rogó. —No se lo digas a nadie. —Repitió. —Por favor. —Siguió rogando.

     Hubo un gran silencio de nuevo. Lauren ni siquiera tenía voz para hablar.

     —Yo ya lo superé, porque ya pasó, ya está, no volví a ver a esa mujer. —Dijo más para sí mismo. —Yo lo superé y yo estoy bien. —Repitió esta vez para Lauren. —No lo dije porque nadie me iba a creer. —Explicó. —Si decía algo, iban a pensar pensar era mentira, porque todos piensan que no es posible que un varón sea víctima de eso. Porque es una suerte, supuestamente, recibir atención de una mujer, ser tocado por una. Es algo para celebrar, algo de lo que sentirse orgulloso. Algo de lo que no se puede llorar, y que si lo hiciese, era porque era homosexual. Y no iba a importar cuánto lo explicara, iban a convencerme que solo hice una hazaña. —Dijo. —Me guarde eso por más de dos años, solo para mi, me puse más rebelde con mi madre, y era algo que me atacaba mucho, que pensaba que me iba a pasar otra vez, y que yo iba a tener que asumir que estaba bien, que eso era un premio, que no era malo. Que solamente era malo cuando era al revés, pero si no, no era más que una hazaña que contar. —Dijo. —El día que escapé de aquí a los veinte, había discutido fuertemente con mi madre, su amiga había fallecido, y quería que vayamos al entierro, yo me negué, no quería volver a verla, ni muerta. Mi madre gritó diciendo lo egoísta que era, que yo era su hijo, y hacía lo que ella quería. No podía decirle lo que pasó con su amiga dos años atrás, ella sería la primera persona en no creerme, o bien gritarselo a todo el mundo, llamándome un inútil, inservible para cualquier mujer, que jamás conseguiría una. No lo podía soportar, no quería decirlo porque sabía exactamente como me iban a responder todos. Y tampoco quería decírselo a quienes me hubiesen ayudado, porque no quería hacerlos sufrir. —Tomó un respiro. —La única solución era matarme, ya fuera de algún estrés, de lo que me había pasado, de cual siempre pensé que estaba exagerando. Ya sin vida, no habían malos recuerdos, de una mala adolescencia, de mi madre. De toda la presión que tenía encima. —Cerró los ojos probablemente recordando aquel momento en su vida. —Así que después de discutir con mi madre me dije ¿Por qué no? Si al fin y al cabo solo llorarán por mi un tiempo. Y huí, y corrí tanto como pude. No sabía ni a dónde quería llegar, solo que ese día quería terminar con mi vida. Ya cuando estaba agotado, sabiendo que me seguían guardias me metí en la biblioteca, disimulé lo mejor que pude que no me estaba desmoronando, y planee quedarme hasta que los guardias piensen que no estaba ahí. —Volvió a respirar. —Pero no sé, en esa desesperación y esa angustia mire a todos lados, y te vi. Eras tú saltando para alcanzar un libro de arriba y por ese par de segundos me distraje milagrosamente porque me dio gracia que no lo alcanzaras y por como estabas saltando. —Recordó. —Estabas cerca, y cuando sentí que podías verme me escondí, no quería que vaya a hacerse un tumulto, que de un momento a otro alguien salga gritando que el príncipe de Inglaterra estaba en la biblioteca. Pero no lo hiciste. Sólo me preguntaste por qué me escondía, y por evadir el tema hablé del libro en tus manos. —Sus manos dejaron de temblar como antes. —Y solamente me olvidé de todo. Todo lo que me había pasado. Todo lo que estaba pensando. Solo se fue. De forma rápida, de forma que no pensé que iba a curar. Una muchacha de 17 me había salvado la vida y no la había vuelto a ver para decirle gracias. Pero ese día, cuando te vi de nuevo y yo sabía que no tenías idea de que era yo quien hablaste en algo que para ti posiblemente no fue nada. Casi se me salió el corazón, tenía que volver a hablarte, pero aún no estaba listo para hablar de ese tema. No podía. Y me intenté acercar a ti para tener la suficiente valentía y hablarte del tema al menos solo a tí y darte las gracias. Pero no podía, en las mañanas venías con Frizzy y me daba miedo hablarte en otras circunstancias porque tú me dabas miedo. En esos pocos días, meses, lo que hayan sido, sentía que después de que sepas que fui yo esa vez, me mirabas no solamente como el príncipe, yo quería creer eso, porque me gustabas mucho. —Dijo, y luego sacudió la cabeza cayendo en que sin darse cuenta había traído el tema en otra dirección que en el inicio, porque lo estaba evitando.

      —Yo... —Lauren intentó formular alguna palabra ante aquel nuevo silencio.

     —No quiero que digas que lo sientes o lo lamentas por mí. —Interrumpió el joven sin querer, casi leyendo la mente de la muchacha. —Porque como te digo. Yo estoy bien, y estoy bien gracias a tí. Fue simple, fue sencillo fue hasta extraño. Pero tú me salvaste. Por eso tenía que hacerlo yo después. —Se explicó. —Eres a quien le cuento esto, porque tienes que saberlo, porque estoy listo para poder decírtelo, porque si tu me contaste lo que fue y sigue siendo tal vez lo más difícil y doloroso en tu vida, debo hacer lo mismo. No porque tengamos que pagar algún tipo de deuda con el otro. O algo así. —Tomó aire. —Sino, simplemente porque te quiero. Porque yo te amo. Porque siempre quiero hacerlo.

       Lauren aún tomando las manos del muchacho, besó el dorso de ambas. —Yo te amo a tí. Lo sé, ahora lo puedo saber. —Dijo. —Y no diré que lo lamento. —Aclaró. —Solo quería decir que eres una persona muy valiente, y muy fuerte. Que si tú me dices que estás bien, te voy a creer, pero que si en algún momento no lo estás, yo estoy aquí y siempre voy a estar aquí. No sé cuál es la suerte que me permitió poder saber que era poder amar a alguien como te amo a tí, pero quiero que sientas eso de mi, que sientas que te quiero, que te sientas amado. Porque todos merecemos sentirnos así, tú no te has sentido así en un tiempo. Y eso sí me duele mucho. —Hizo una pausa. —Gracias por haberme contado eso. Y si en algún momento esto tiene que salir más allá de solamente los dos, lo va a tener que hacer. Y como ya has de saber. Voy a estar aquí.

     —Me vas a hacer llorar. —Thomas se separó para llevarse un par de dedos bajo los ojos para notar si es que tenía alguna lágrima por ahí. —Se supone que no tenía que. —Decidió bromear un poco.

      No sabía cuan superado Thomas tenía ese tema, pero esperaba fuese lo suficiente como lo había dicho, porque le creía. Y estaba más que feliz que haya podido ser su salvación en ese momento aunque no lo haya sabido.

      Entendía mucho más varios de sus miedos y comportamientos. Era un chico muy bueno. Era muy dulce. Pero siempre había quedado un niño interno bastante herido por lo que le había pasado, no haber tenido una madre cercana, no haber sentido a sus padres tan cerca a pesar de que se lleve bien con al menos uno de ellos. Haber vivido una especie de abuso, haberse callado del mismo, haberse recuperado gracias a poder enamorarse, pero no haber podido estar con esa persona, hasta que decidió luchar por ello. Estando anteriormente comprometido, con el riesgo de dejar su corona, con el riesgo de dejar todo.

      Podía estar feliz. Merecía estar feliz. Lauren quería hacerlo feliz.

      Lo de Alex y la situación del año pasado había desencadenado muchas cosas. Muchas realidades y muchas verdades de un mundo que así de maravilloso como podía ser. Era igual de malvado, y siempre lo había sido.
  
      Era una lección, que siempre recordaba también. Que por todo lo bueno, siempre había algo malo. E igual a la inversa, en todo lo malo, siempre hay algo bueno.

       No todo es tristeza, ni todo alegría. De eso se trata vivir.

      Esa mujer también ya estaba muerta, de qué ya podían acusarla. Posiblemente al igual que Alex pagaba en algún lado su alma por lo que había hecho. Ya estaba atrás.

      Todo dejaba marca, pero al final siempre dependía de uno mismo, con que tipo de sentimiento quisiese recordar su cicatriz.

Continue Reading

You'll Also Like

9.3K 717 55
Dicen que cada estrella le pertenece a una persona. Y eso es lo que pasa en esta historia, Thomas es la estrella guardiana de _____. Y aparece en su...
18.3K 1.1K 13
la pelea final inicia y Maia y sus amigos harรกn lo posible por recuperar a su amigo Minho y a los chicos que se a llevado Cruel Un viejo miembro del...
14.8K 802 28
Sophia llegรณ al รกrea en la misma caja que su hermano Oliver, un aรฑo despuรฉs de la llegada de Newt. Prรกcticamente han sido los tres uรฑa y carne pero...
193K 23.9K 48
Por un caso que esta investigando la aurora Hermione Granger llega a la mansiรณn Malfoy en busca de su ex compaรฑero, llevรกndose la sorpresa de que el...