IX

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬 1882— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬 1882— 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

     Cuando llegaron a la enfermería. Rose no tenía idea de cual era el alboroto, siempre parecía salir de uno para entrar en otro. Y estaba muy estresada.

      Más cuando vio al pobre animal, y no tenía idea de qué podía hacer. Enfermeras dieron consejos, de que podía pasar, de que podían hacer.

     Lauren no podía quedarse viendo solamente, tenía que hacer algo, salir, encontrarse a la Reina. Tenerla en frente.

     Salió de la enfermería, a paso rápido y claramente muy alterada. No la siguieron, posiblemente vieron que no sería muy conveniente por el estado en el que estaban las cosas.

[•••]

      Para su suerte se estaban juntando todos en la sala. Aún no estaba Thomas ni el Rey pero sí que estaba la Reina, Dylan y Frizzy.

     Como si Dylan tuviera un presagio de todo lo malo que podía pasar, se puso como barrera delante de Lauren tratando de decirle que se calme.

     Lauren seguía intentando esquivarlo. Con él no tenía ningún problema y entendía que quisiese ayudar, pero eso era un tema entre la Reina y ella.

      La Reina segura y arrogante solo miraba la escena. No podían hacerle nada.

      Tal vez por eso había estado relativamente tranquila. Porque tenía planes para hacerlos estallar. Y claro que lo había logrado.

      Afortunadamente llegó Thomas, bastante apurado y claramente alarmado. Diciendo que el Rey no iba a poder estar presente. Porque no se quería meter, y no quería ver a su esposa. Eso la hirió y cuando iba a reclamar posiblemente también para desviar el tema le trajeron en cara lo que había pasado.

      Y todavía tuvo la cara de fingir que no sabía nada.

[•••]

       —¿Vamos a tener un conflicto en verdad por un simple perro? —Decía la mujer. —Hoy es importante para Lauren y Thomas, tenemos un banquete. No puedes comportarte como una sucia mercadera. —Dijo, burlándose de paso.

        Todo lo había hecho por su propio beneficio, todo era para hacerse quedar como inocente, y posiblemente a  Lauren como la loca de la historia.

Cancelar el banquete o quien sabía que.

       —Si algo le sucede a ese pobre animal. —Lauren le hablo desde la distancia que la preferían mantener de ella.

         —Por Dios santo. No seas corriente. —Interrumpió al instante la mujer. ¿Qué sabe Dios te atreverías a hacerme? Yo no tengo la culpa de nada, ni siquiera he estado cerca de ese tonto perro. Que se haya encontrado maíz envenenado no es asunto mío.

❛³❜⸙ 𝐑𝐄𝐈𝐆𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora