JungKook apretó el ícono de la pantalla, poniendo la llamada rápidamente en altavoz.
Mientras los pitidos sonaban alzó la vista a TaeHyung, quién hizo lo mismo.
Ambos en el cuarto que compartían, en total oscuridad salvo por la luz del teléfono, iluminando una muy poco agraciada foto de YoonGi en la pantalla mientras la llamada continuaba.
—¿JungKook? Aprecio que me llames, pero preferiría que no fuera a las tres de la mañana. — murmuró, su voz sonaba ronca y cansada, escucharon un alejado bostezo.
—Si no te llamo "por qué no te llamo", y si te llamo, "por qué te llamo". — JungKook rodó los ojos. — Nada te queda bien, Min YoonGi.
—Se nota que no me escuchaste. — dijo. — Pero, dime, brother, ¿Cómo va todo?
El azabache miró a TaeHyung de nuevo.
—Estoy con TaeHyungie ahora.
—Por qué no me sorprende.
—Cállate un momento. — JungKook miró el teléfono con el ceño fruncido. — Bebé, ¿Quieres decirle algo?
TaeHyung apretó los labios un momento, antes de tomar el celular entre sus manitos, acercándolo a su rostro.
—Hola, YoonGi.
Escuchó su grave risa, baja por el cansancio.
—Hola, TaeHyung. — dijo, se notaba la alegría en su voz, que hizo al castaño sonreír de nuevo. — ¿Cómo estás?
—L-Los ex-traño. — murmuró, su voz se quebró un poco, comenzó a parpadear rápido. — P-Per-dón por no de-decirlo. — murmuró, intentando tragar sus lágrimas.
Las manos de JungKook fueron a sostener sus brazos por los lados, en gesto de apoyo, mientras dejaba caricias con sus pulgares, logró reconfortarlo un poco.
—TaeHyungie, no lo sientas. — dijo el mayor, su voz sonaba seria. — Estamos para ti, siempre, en todas, ¿lo sabes, no?
TaeHyung asintió, como si su amigo pudiera verlo.
—Sí, gra-cias. — murmuró.
—Ya queremos que regreses. — dijo YoonGi, y los ojos del castaño fueron hasta JungKook, como si pidiera ayuda, el pelinegro tomó el celular sin dudarlo.
—Nosotros no... Volveremos muy pronto. — dijo. — No sé cuándo en verdad.
—¿Pasa algo?
JungKook miró a TaeHyung, buscando aprobación, el castaño asintió, ya no le ocultaría nada a sus amigos.
—A TaeHyung tienen que operarlo. — dijo. — No sé cuanto tiempo nos quedaremos en Daegu, pero no será poco.
Notó a su novio morder su labio inferior, mientras sus ojos se volvían rojos de nuevo por las lágrimas.
—Iremos para allá. — dijo el pelirubio, haciendo que TaeHyung se sorprendiera. — SeokJin dijo que nos llevaría, seguro vaya con su novio también.
—¿NamJoon?— preguntó JungKook.
—Ese mismo.
TaeHyung sonrió un poco, su novio lo notó.
—TaeHyung está feliz porque vengan. — dijo, mirando la expresión de su novio, quien asintió.
—Esperenme con vodka. — dijo, haciendo reír a los dos. — Hace mucho que no me embriago con personas tan buenas como ustedes. Festejaremos todas las noches.
—¿Cuánto se piensan quedar?— preguntó JungKook.
—JiMin tiene parientes en Daegu. — dijo. — Pueden hospedarnos a los dos. SeokJin y NamJoon no sé en dónde se quedaran, no quiero saberlo, y tampoco compartiría hotel con ellos... No sé, hay riesgo de derrumbe, ¿Me entienden?
Ambos rieron de nuevo.
YoonGi era el tipo de persona que podían hacer reír a cualquiera en cualquier momento, y ambos se sabrían aliviados de tener un amigo así.
—Gracias, Yoon. — dijo JungKook. — Te esperamos. — añadió, TaeHyung asintió.
—No hay de qué. — dijo. — supongo que volveré a dormir, chicos. — añadió, un nuevo bostezo lo siguió, Nos vemos pronto.
—Nos vemos pronto. — repitió JungKook.
—N-Nos vemos pronto. — murmuró TaeHyung.
Escucharon la risa de ternura de YoonGi desde la linea, antes de que cortara la llamada.
—No fue tan difícil. — dijo JungKook, mirando a TaeHyung, quien había discutido con el por varias horas porque no estaba listo para hablar con sus amigos.
TaeHyung sonrió de forma penosa.
JungKook borró un par de lágrimas que habían quedado en sus mejillas, dejó besos en ambas y en los abultados labios de su novio antes de acomodarse en la cama, a su lado para dormir.