Nuevamente no estaba Remus, todos se veían muy alegres, pero yo ni siquiera me atrevía a mirarle a los ojos al señor Weasley.
— Aly...¿Estás bien? – pregunto Ginny Weasley bastante preocupada por su amiga.
— Ginny. –saludo sun ganas — Si, gracias. – respondió cortando la conversación, le dio un trago a su Whisky añejado y estaba por levantarse cuando le nombraron.
— ¡Por los hermanos Potter! Sin los cuales yo no estaría aquí.
— ¡Por los hermanos Potter! – di una falsa sonrisa y me levanté cuando me tope con Sirius que también brindaba.
— ¿A dónde va señorita Potter? – dijo tierno abrazándola. — Charlemos un poco quieres.
Ella estaba por negar cuando el hombre le llevo a una habitación.
— Bien...no soy Remus ni tú padrino, pero puedes confiar en mí ¿Qué es lo que te sucede?
— Nada, debo ir a la empresa y...
— ¿En navidad? – pregunto incrédulo, mirándola y está asintió.— Creí que eras la que mandaba ahí.
— Bueno, hay superiores a mi, no siempre debo yo dar las órdenes..– mintió la chica, si confiaba en él pero no quería contarle a nadie como se sentía.
— Claro, pues irás luego. ¿Qué buscas hacer con Hermione? Las he visto, ni siquiera quieres que nadie se de cuenta, no le permites que te demuestre una pizca de amor, parece que ni quieres que te trate como amiga. ¿Qué buscas?
— Yo....no lo sé...solo quiero que se enfoque en sus estudios y yo con mi trabajo, pero han sucedido tantas cosas que no se que hacer ni como explicarlas ni lo que quieren decir.
— Quién no sabe lo que busca no sabe lo que encuentra.
La chica comenzó a razonar las palabras que le había dicho el hombre.
— ¿Por qué no quieres mirar a ningún Weasley? No le diriges la palabra a Arthur y no creas que no se han dado cuenta.
— No lo entenderías...– murmuró lista para salir pero el hombre se interpuso entre la puerta y la chica.
— No estás hablando con chico, estás hablando conmigo y si no lo hago entonces lo intentaré.
Ella no sabía cómo comenzar, pues sentía un nudo en la garganta que le impedía hablar y..
— Cuando... Harry soñó, el dijo que era la serpiente, o al menos que veía desde la perspectiva de está, el me a preguntado que como fue lo mío, le mentí... Y le dije que igual, pero...Sirius yo estaba ahí, caminando con la serpiente sintiendo el frío del suelo. Cuando llegamos junto del señor Weasley, la serpiente me llamo por mi segundo nombre en forma de pregunta y yo...yo solo dije que si como si fuera una afirmación...Sirius ¿Y si yo di la autorización para que lo mordiera?
— Debió ser como los sueños, desde tu propia perspectiva y...
— ¡No! No lo entiendes, por eso no quería contártelo porque sabías que harías menos el problema..– dijo molesta lista para abrir la puerta pero el hombre se dio cuenta de que en realidad lo había arruinado así que le tomo de la muñeca para que no se fuera.
— Explícame, prometo escucharte, perdón por hacerte sentir que siempre haré menos tus problemas...
— En 1995 cuando...– la chica decidio que no se lo contaría a nadie y se lo llevaría hasta la muerte, pero debía decirle algo. — Cuando terminó la segunda prueba del torneo, antes de que Harry llegará a ver el cuerpo de Bartemius Crouch, fue como si hubiera tenido un Flash back, estaba caminando a un lado de Barty Crouch Jr cuando le mato a su padre, en verdad no entendí sus palabras pero parecía no tener ni un solo sentimiento hacia su padre, Fudge me miró, al igual que aquel anciano del sueño de Harry.
No supo que hacer, no tenía palabras pero sin embargo la abrazo, a su ahijado jamás le había sucedido eso, esto era extraño pues al Potter menor solo la veía desde la perspectiva de la serpiente pero jamás como si el estuviera ahí, mucho menos que le mirarán.
—Cuando todo termine, seremos una familia, ya verás pequeña...
[.....]
Comencé a caminar sola al castillo, me sentía mareada por tantas voces y pues al ver mucha gente.
— Aly, Hagrid a vuelto. – dijeron en coro los tres chicos, sonreí tomando bien mi mochila y comenzando a correr los cuatro a la cabaña de Hagrid.
En cuanto llegaron con la respiración acelerada y la Potter escuchó una voz que le advirtió que no estaba solo. Así que aprovecho para acomodarse el cabello.
— Se lo repetiré por última vez. – me asome un poco al igual que los otros tres. — Le ordenó que me diga dónde estuvo.– está miró a la ventana así que me agache de inmediato al notar que sospechaba de que estábamos ahí.
— Ya se lo dije estuve cuidando de mi salud.– volvi a asomarme por curiosa
— ¿Su salud? – Hermione me jalo para que me agachara, pues el sapo rosado volvió a mirar.
— Si, necesitaba aire fresco.
— Ahh si, como guardabosques debe ser difícil tener aire fresco.– dijo sarcástica, era claro que Hagrid ahora estuviera sin saber que decir. — Si yo fuera usted, no me acostumbraría a haber vuelto, es má tal vez ni siquiera desempacaria.
Harry y yo nos hicimos hacia atrás de la cabaña al ver qué Umbridge estaba por salir, Hermione y Ron se quedaron ahí, jale a Hermione hacia mi y ella a Ron.
El sapo rosa tomo aire y después hizo una mueca de asco y saco como un perfume comenzando a rociarlo para después marcharse.
Cuando le vimos suficientemente lejos entramos sorprendiendo a Hagrid. Después estábamos los cuatro sentándos alrededor de la mesa.
— Esto es máximo secreto entienden, Dumbledore me envió a hablar con los gigantes.
—¿Gigantes? – pregunto Hermione exaltada, le mire pegando suavemente en su pierna.
— Shhh.
— ¿Los encontraste?– pregunto hablando en voz baja.
— No son difíciles de encontrar para ser honesto, son muy grandes. Trate de convencerlos a nuestra causa; pero no fui el único que los quería reclutar.
— Mortifagos...
— Si....Trataron de convencerlos de unirse a quien tu sabes.
— ¿Lo hicieron? – cuestioné a la misma vez que Harry, mire a Fang que le gruñía a Hagrid.
— Les di el mensaje de Dumbledore, supongo que algunos recordarán que el fue su amigo...espero.
— ¿Y...ellos te golpearon? – pregunto Harry mientras Fang comenzaba a ladrarle a Hagrid.
— No exactamente...– Fang no dejaba de ladrar y Hagrid le miró mal. —Ya comételo, perro tonto.
Sonreí al ver qué Fang comía feliz y a Hagrid con una enorme sonrisa que hacía ver su ojo más pequeño.
Estire el cuello hacia atrás cerrando los ojos, sentí un escalofrío de las piernas a la cabeza.
— Está cambiando el clima...como aquella vez, se acerca una tormenta Harry, debemos estar listo para cuando llegue.
Salí de inmediato de la cabaña al sentir bastante dolor como el de la vez que Cedric murió.
— Aly...– llegaron a su lado los tres chicos mirándola preocupados.
— Algo malo sucederá, debemos volver al castillo.
El hermano miró la mano de su hermano pues estaba por tomarla pero al verla noto sangre, trago en seco y no dijo nada.
[.....]
⟨ Hemos confirmado que diez prisioneros de alta seguridad de Azkaban, a primeras horas de la noche de ayer escaparon, por supuesto el primer ministro muggle a sido advertido del peligro. Tenemos la fuerte sospecha de que la fuga fue planeada con un hombre con experiencia en escapar de Azkaban, el conocido asesino en masa, Sirius Black, primo de la fugitiva, Bellatrix Lestrange.⟩
Mire a Neville que cerraba el profeta, no parecía verse bien.
— Longbottom...– este después de tener la mirada perdida me miró. — ¿Estás bien...?– este negó, hice una mueca. — No puedo decirte que nada malo sucederá, ni asegurarte nada, pero saldremos de esta y ya verás que esa vieja odiosa se irá del colegio. – al mirar que no funcionaba, decidí que sería mejor mentirle. — Esos mortífagos serán atrapados lo más pronto los encuentren.
Este asintió con una sonrisa, le regale una sonrisa y seguí comiendo hasta que oí algo que me divertio.
— Escucha, quiero disculparme, ahora hasta mamá dice que la versión del profeta no es cierta. Así que lo que en realidad quiero decir es que...te creemos.
— Eh, Neville. – le murmuré tomando su mano al ver qué estaba decaído. — ¿Te preocupan tus padres cierto? – dije muy bastante bajo de manera que le costó entenderme. — Estoy segura de que ellos estarían orgullosos de ti...eres muy valiente aunque lo niegues, y has logrado un Expelliarmus y lograrás más. He oído lo que tu abuela dice, tu no eres Frank Longbottom, ni Alice. Solo eres Neville y aunque tu abuela diga que no pareces el hijo de su hijo,o te compare con ellos, debes saber que no todos aprenden tan fácil , otros se toman su su tiempo y otros simplemente aprenden con bastante rapidez. Eres un buen chico. – le sonrió la Potter para levantarse acomodando su túnica de Gryffindor.
[....]
— Piensen en un poderoso recuerdo, el más feliz que recuerden dejen que los llene, sigue intentando Seamus. Un Patronus de cuerpo entero es el más difícil de invocar pero su forma de escudo puede ser igualmente util contra varios oponentes. No lo olviden sus Patronus solo pueden protegerlos mientras estén concentrados, así que concéntrate Luna.
Mire a Hermione que veía a su Patronus sonriendo, me acerque y le sonreí.
— Maravilloso, una nutria. – dije sonriendo, viendo como le daba vueltas.— Debo irme, justo ahora son mis clases de apariciones y estoy llegando con retardo.
— Pero si ni siquiera lo has intentado.
— No necesito, ya lo sé, solo he venido a verte a ti. Pero vaya que es tarde.
— Vamos, ohh me obligaras a pensar que no lo sabes hacer.
— Hermione...– hizo una mueca está, pero al mirar que está insistía lo hizo. — ¿Feliz? – dijo para tomar su mochila he irse, pero al buscar a su Patronus frunció el entrecejo, no había nada.
— ¿Por qué no me dijiste que el tuyo también era una nutria?– frunci el entrecejo y negué, sentí la mirada de Harry sobre mi, parecía bastante confundido tanto como yo.
— No...mi Patronus es una…– ni siquiera podía hablar, me confundía bastante, pero antes de poder decirle cuando parecía que todo estaba oscureciendo y temblando. Sin pensarlo dos veces tome la mano de Hermione.
Entonces vieron que la pared era derrumbada, la chica al ver tanto escombro y polvo, cubrió con sus brazos a Hermione, ni tardó en sentir pequeño golpes en la espalda y en los brazos.
Cuando de giro encontró a la brigada inquisitorial con Dolores Umbridge, nada más de verla, la chica sentía la gran necesidad de matarla. No tardó en ver a Malfoy jalando a Chang.
Cerré los ojos negando, no tardamos en estar en el despacho del director.
— Los vigile por semanas y mira el Ejercito de Dumbledore, demuestra lo que te había dicho desde el principio Cornelius. – hablo la molesta de Umbridge mientras Percy nos arrastraba, me solté bruscamente mirándole incrédula pero este ni siquiera me miró. — Su campaña de mentiras sobre quién tu sabes, no nos engaño ni por un momento. Vimos sus acciones por lo que son, una cortina de humor para poder obtener el control del ministerio.
— Maldita lame huevos...– lo dijo queriendo que todos la escucharán, y así fue pues ganó la mirada de todos, le sonrió arrogantemente a Umbridge para guiñarle el ojo burlona.
— Desde luego.– frunci el entrecejo ¿Qué estaba diciendo el anciano? ¿Los años ya le estaban cayendo mal?
— ¡No! Profesor, el no sabía nada, fui yo....
— Es noble que trates de defenderme, pero como lo han mencionado el pergamino dice Ejército de Dumbledore, no de Potter. Les pedí a Alyssa y Harry que formarán esta organización, yo y solo yo, soy responsable de sus actividades.
— Envíen una lechuza al profeta, tal vez pueda salir en la edición matutina....– mire fijamente al hombre, ¿ue estaba haciendo?– A qué lo enjuicien por conspiración y sedición.
—Supuse que tendríamos está pequeña discusión, al parecer están bajo la idea de que no voy a...¿Cómo se dice? Oponerme, pero les diré, no tengo intención de ir a Azkaban.
— Ya basta... detenganlo. – hablo Umbridge para Dumbledore mirar a ambos hermanos y guiñarle el ojo, la Potter sonrió, sabía que no se dejaría tan fácil.
Todos cayeron al suelo menos los dos hermanos que sonreían porque Dumbledore no fuera a Azkaban.
Cuándo se levantaron todos tenían mala cara.
— Uhh tal vez no le agrade ministro pero no negara que Dumbledore tiene estilo. – sonreí ladeadamente ante lo dicho viendo la cara del ministro.