Le habían dado una poción que me ayudaría a calmarse cuando lo estuvo recordó a su hermano, recordó a todos y no solo a ella y Cedric Diggory.
— ¿Dónde está Harry?
— Relájate, Aly, debes sentarte.
— No me digas que hacer. ¿Dónde está Harry? – los tres que se encontraban ahí se sorprendieron por el tono.
— Está bien, Moody se lo llevó para....– está no me dejó terminar poder comenzó a correr con la varita en mano.
Estaba corriendo más que nunca en su vida, subió hasta que encontró a los profesores que al verla correr le siguieron.
No tardó en abrir bruscamente la puerta, con los profesores gritándole.
— ¡Aléjate de Harry maldito mortifago! – dije apuntandole con la varita y viendo que Harry estaba atónito.
El hombre buscaba sus pociones con mucha rapidez pero la chica sonrió ladeadamente.
— ¡Avada Ked....!– no pudo terminar pues fue empujada notando la mirada de su hermano con sorpresa.
— ¡Expulso! – el hombre salió empujado contra la pared junto una silla en la que se encontraba sentado
— ¡Severus! – suponía que era veritaserum, me levanté de suelo, ya no se veía nada de sangre en mis manos, eso era bueno en realidad. — Bebela. ¿Sabes quién soy?
Sentí la mirada atenta de el profesor Snape, pero le reste importancia y me acerque a Harry que me abrazo con rapidez.
— Albus Dumbledore. – hablo con difícil.
— ¿Eres Alastor Moody? – pregunto, mire el baúl o lo que fuera que era, sentí un escalofrío, me acerque a este.
— No...
— ¿Esta aquí? – deje de prestarles atención porque le apunte con mi varita, intenté tres hechizos de abertura, hasta que cuando todos me miraban se abrió.— ¡Alyssa aléjate de ahí!
Sin embargo ni me hice caso y en cuanto se terminó se abrir me acerque encontrando a un hombre que debía ser Alastor Moody.
— ¿Estás bien Alastor?
— Lo siento Albus.
— Es Moody pero ?quién es...?– cuando se dio cuenta su hermana se encontraba apuntandole al hombre.
— ¿Disfrutaste meter el nombre de Harry en el cáliz maldito idiota? ¿Matar a tu padre tal vez? Debí saberlo desde el día que en entraste, Barty Crouch Jr, que decepción para ser un Crouch, mandaste a tu madre al matadero.
— ¡Potter! – Snape le jalo al ver qué el hombre estaba por acercar a la chica.
— Puedo defenderme sola, gracias. – dijo quitando la mano del hombre de su brazo, sin embargo este si se dio cuenta de la sangre en la cicatriz.
El hombre estaba por acercarse a la chica cuando Snape se puso en medio y empujo al mortifago.
— Barty Crouch Jr...– hablo Dumbledore mirando a la chica.
— Te enseñare la mía si me muestras la tuya. – dijo alzando su manga, mostrando su marca, Harry tenis el brazo sangrando. — ¿Sabe que significa cierto? A vuelto, Lord Voldemort a regresado.
— Lo siento señor no pude evitarlo.
— Notifiquen a Azkaban que en encontramos a su prisionero. – dijo mientras me tomaba de la mano y agarraba a Harry del hombro.
— ¡Me recibirán como a un héroe!
— Tal vez, pero yo no tengo tiempo para héroes. – le solté la mano y me fui caminando por mi propia parte ignorando que me llamaba.
[.....]
Revise cada uno de los pergaminos, todo era perfecto, no había nada que mejorar. Era cuestión de dar la orden de construcción que no tardaría más de dos días.
En caigo se abriera solo debía ir y fabricarla, para después hacer que existieran unas trescientas, pues no podía hacer más de mil si no tenía éxito que haría con las escobas.
Le prometí que seguiría con el plan, pasará lo que pasará y debía cumplir con mi palabra. Sentí un dolor en el pecho al ver una carta de Cedric.
Llamaron a la puerta y guarde los pergaminos en el baúl, era lo último que me faltaba por guardar.
— Adelante. – respondí y cerré el baúl mientras pasaba Hermione.
— ¿No irás? – intento preguntar sin embargo se sentía incómoda pues estos días la chica había estado distante y seca con todos.
— No. – tome el baúl, la casetera y un casete para conectarle unos audífonos, no era obligatorio ir y lo que menos quería era estar ahí.
Le había dado mi condolencias al señor Diggory e incluso se abrió bastante a mi, se notaba que era un buen padre, Cedric debió amarlo mucho y eso no lo pongo en duda.
El era un padre orgulloso de su hijo y Cedric era un hijo que haría todo Lara jamás decepcionar a su padre.
Me subí al tren y baje las cortinas de la puerta al igual que le cerré de manera difícil para que nadie entrara.
Me senté y puse unos pergaminos sobre la mesa reproduci la música, eran unas que en realidad me gustaban.
Tome una pluma comenzando a pasar todo a limpio y luego tome otro pergamino comenzando a escribir bastante, había creado un sello, mejorando unos detalles pues se notaba que Cedric lo había hecho rápido, le heche será y le celle.
Abrí la jaula de Buck y este me miró atento.
— Vamos deja esto en ya sabes dónde, dile que sería un gran honor trabajar con él, y que espero para antes del 27 de Julio, espero una respuesta. Vuelve pronto Buck.
Esta salió volando y no tarde en sentir que el tren avanzaba.
Me recargue en el asinto cerrandonlos ojos, después de media hora la música comenzó a sonar.
Mire el paisaje y como todos los años se veía perfecto, pero desgraciadamente ya no lo disfrutaba con mi compañero de compartimento.
Por alguna razón me gustaba pensar que en Cedric murió, me agradaba la idea de echarme la culpa, hacerme sentir menos por el hecho de no decirle que no entrara a ese laberinto.
Tenía mis sospechas de que algo malo sucedería y no lo impedí, me gustaba eso, porque se que es algo que el me diría que no, pero el ya no estaba.
Sin embargo no me agrada nada el recordar que lo tuve sin vida en mis brazos, me hace bien echarme la culpa, para no cometer el mismo error, aunque soy solo una adolescente jamás pararé de pensar que tuve la culpa de investigar cuando empezó la tercera prueba en lugar de antes.
Seguro que cualquiera que lo supiera diría pobre chica enferma, pero era la gran manera de castigarme por haber permitido que mataran a mi mejor amigo, que un padre se quedará sin hijo y solo, que una novia sintiera un vacío al lo tener su otra mitad.
Por supuesto que ella no pensaba en el puesto de mejor amiga que era el que tomaba ella, aunque la chica que en sus pensamientos intentaba demostrarse a ella misma que no le dolía la perdida.
Ella no veía los pensamientos que apartaba, eran bastantes problemáticos para una chica de su edad.
Desafortunadamente ella solo pensaba en que su hermano y los de su alrededor sufrían más.
La voz para cantar no podía, pues con quién lo hacía ya no se encontraba para unirse y reír.
Tal como se había dicho antes, a la chica se me había quedado grabado aquel recuerdo bailando mientras ella cantaba y él la cubría con sus brazos para hacerla sentir un calor acojedor.
Pero ella ahora se encontraba haciendo más y más planos sobre siguientes escobas.
Luego de hora y media noto a su lechuza volar hacia ella con una carta en el pico, sonrió abiertamente, y le abrió espacio a su lechuza.
— Veamos que nos has traído Buck. – soltó la carta y la abrí con delicadeza.
Una amplia sonrisa se formo en los labios de la chica, para cuando quería su respuesta sería cuando darían la noticia de una nueva escoba fabricada por Alyssa Potter.
A su contacto le había gustado bastante el modelo que se apresuraria por mostrar a la luz una fotografía de la nueva escoba.
En ese momento le estaban informando que tendría su fábrica de escobas tal y como lo quería en los planos, se informaba que estaría todo listo para la siguiente semana y ella pudiera a fabricar su escoba.
Seguro que si el chico Diggory estuviera vivo, diría que había sido muy rápido y que empezarían mañana para divertirse y más.
Sin embargo Cedric Diggory ya no vivía para decírselo.
CGD74
Debía diseñar el modelo de la escoba, las iniciales serían encriptadas de oro, al principio quería hacer una de Fresno, como la varita de su mejor amigo pues si estaba haciendo era gracias a la motivación de el chico.
Pero si le hacía de fresno sería como la saeta de fuego. Así que opte que en la cola fueran muy bien seleccionadas ramitas de Fresno, el palo sería por supuesto de sauce, en realidad ya tenía dos modelos más el de Cedric y está era la primera que sacaría.
Era un lindo color el del sauce, y la cola justo la punta tendría un poco de amarillo medallón con un negro degadrandose.
Durante el resto del viaje no hice más que escuchar música y planear pues está semana debía ir a dónde será la empresa, con suerte pasado mañana debía presentarme y si mal no recordaba, la carta decía que desde el día de hoy se solicitaban empleados.
Mire el paisaje disfrutando un poco de la música hasta que vi que Buck tenía hambre, saque algo de mi baúl y le di.
Aún faltaba mucho para llegar a Londres y cuando decía mucho, era mucho, al menos llegaríamos a las cuatro y media o por ahí.
Busque un lápiz, y un pergamino, hacia mucho que no tocaba un lápiz.
Memorice el paisaje y comencé a dibujarlo cambiando un poco la música pues no podría concentrarme si tenía musica con la que me daban ganas de bailar o algo por el estilo.
Luego de media hora lo terminé de dibujar, yo no era de arruinar mis dibujos coloreando pues eso no es lo mío, soy bastante mala en ponerle color.
Le puse mi firma y lo guarde en el baúl, le di vuelta al casete pues ya se había acabado el lado A.
Me acosté en el asiento y cerré los ojos mientras tarareaba la canción, seguro que esa y la de Love my Way eran de mis favoritas.
Abrí mi baúl sacando ropa, no tenía planeado bajar del tren con el uniforme escolar, si lo traía puesto era porque según iría a oír las palabras conmovedoras de Dumbledore.
Pero cambié de opinión de un momento a otro y ahora me encuentro en el tren.
Tome un pantalón recto color negro, una playera blanca lisa, por último una chamarra negra, tipo rompevientos pero no tenía nada de rompevientos pues en realidad si eran muy distintas pero a la vez iguales para describir.
Guarde mi varita dentro de uno de los bolsillos de la chamarra, acomode mi reloj y cadena.
Después de hora en lo que me vestía y todo, el tren se detuvo, tome mis cosas y abrí la puerta del compartimento.
Encontré a mis tíos, sin embargo los pasé por lago y pase la pared de ladrillos, tome el primer tren que pasará y recordé algo.
Saque una venda de mi baúl y comencé a vendar mi mano, pues había sangrado bastante y ahora era buen momento para decir que a mí mano le sucedió algo mientras estaba en el mundo muggle.
Explicación para Harry por supuesto, pues a Vernon y a Petunia les importaba un carajo si a alguno de nosotros le sucedía algo, inclusive si nos murieramos ellos brincarian de felicidad.
El viaje no duró mucho pero por supuesto que no me baje, no sabía ni siquiera en donde estaba y aún no sabía hacer apariciones, este año las aprendería.
Pero mire la hora, debía llegar antes de las seis para acompañar a Harry para su corte de cabello, había mandado una carta a Petunia para que hiciera una cita a las seis de la tarde el día que volviéramos.
Lamentaba haber dejado a Harry solo, pero de ves en cuando el se daba sus escapadas y yo me quedaba en esa horrible casa.
Si bien no vendría mal llegar más tarde pero se lo prometí, llame a la puerta para no tardar en ser recibida con una mueca de asco por parte de Dudley.
Subí las escaleras encontrando a un Harr desanimado.
— Corre Harry o se hará tarde. – y ahí estaba de nuevo aquella hermana que menos quería ver, pues no le agradaba para nada el como era tan fría hasta con él.
Este asintió y le estaba por dar la mano cuando la chica metió las manos en sus bolsillos.
Potter menor suspiro cansado, solo esperaba que con el paso de las vacaciones pudiera recuperar a su hermana mayor que era bastante graciosa.