Estaba en el gran comedor desayunando un poco, sentada a un lado de Hermione y enfrente de Harry.
Ella estaba leyendo el profeta así que en acerque un poco para ver qué había de nuevo, hasta que mire a Harry que observaba a Cho Chang.
Esta me vio y me saludo, hice lo mismo pero lo más gracioso de todo fue que Harry pensó que le saludaban a él por lo que también alzó la mano en señal de saludo, las Ravenclaw no tardaron en reír.
Pero cuando Cho le miró a Harry este escupió el jugo y le mire con asco, le aventé un pañuelo y este ni siquiera me agradeció.
Regrese mi mirada al profeta y al notar lo que leía Hermione reí.
— Es increíble. – dijo molesta bajando el profeta, tome mi jugo de calabaza mientras sonreía burlona por su reacción —No puedo creer que haya escrito esto, la señorita Granger una ambiciosa chica, parece tener cierto gusto por los magos famosos, su última presa según nuestras fuentes, es nada menos que el el bombón búlgaro Viktor Krum, aún no se sabe cómo a tomado Potter está decepción amorosa.
— Pues pregúntale cuál Potter porque yo me lo he tomado muy mal, me a
— Para usted señor Weasley.
— Ahh, gracias Nayel. – vi la caja que Ron hizo lo mismo, frunci el entrecejo al mirar que el niño no se marchaba, Hermione carraspeo.
— ¿Puedo?– dijo mirando a Harry y reí.
— Si, hazlo, Harry dale un autógrafo al chico. – Harry asintió y lo hizo, cuando el chico se fue me miró mal. — Vamos Harry, el chico se veía muy emocionado y no te llevo mucho tiempo.
Hermione me miró mal y me encogi de hombros, seguí comiendo hasta que Hermione me pego levemente en la pierna.
— Oh mamá fue la que me lo envió. – dijo en lo que sacaba algo de la misma caja y se levantaba para verlo mejor, mire a Hermione con una sonrisa y ella rodó los ojos — Me envío un vestido.
— Combina con tus ojos, y a qui hay otra cosa– saco lo que le complementaba — Ajá.– los tres reímos.
Ron se acercó a Ginny, no pare de reír al notar que pesaba que era para su hermanos y reí junto con Hermione.
— ¿Y ustedes de que se ríen?
— No es para Ginny, es para ti.– respondió Hermione riendo y los de la mesa de Gryffindor rieron mientras Ron miraba incrédulo a mione y de ponía rojo. — Es traje de gala.
— ¿Es una broma? ¿Para que?
— Veamos por lado bueno Ron, seras el más guapo con ese traje de abuela. – le dije después de que Profesora McGonagall dijera que debían elegir parejas y del baile de navidad. — Fred, George ... – ambos gemelos me miraron— Barbos brutos barbajanes.
Ambos rieron y después imitaron cuando habían pasado a Ron con la profesora McGonagall.
— ¿Me permite bella dama? – pregunto George y reí asintiendo, no tardamos en bailar pero pésimo, yo solo estaba haciéndolo de broma.
Durante la siguiente semana todos estaban muy emocionados por el baile, menos Ron, Harry y yo.
— Siempre andan, en grupo ¿Cómo haremos para poder invitarlas? – me preguntó Harry pues iba caminando con ellos.
— Para empezar no debería venir con ustedes, pues soy una chica y no todos saben que soy la hermana de Harry Potter y que Ron Weasley también lo es. Y segunda, dejen de comportarse como idiotas, parece que le temen a las chicas y lo que yo menos querría sería a un chico cobarde.
— Rayos, enfrentas dragones y no consigues una chica.
— Creo que prefiero los dragones. – le pegue en el brazo para oír como se quejaba.
— ¡Alyssa! – mire a Theo sonriendole y este igual, llegó hasta donde me encontraba y saludo a los chicos con un asentimiento. — ¿Puedes acompañarme?, necesito que me expliques algo sobre pociones.
Asentí y mire a los dos que se encontraban a mi lado, ambos tenían una ceja alzada.
— Bien, ustedes dejen de ser tan tontos, Harry dile a Cho que si quiere ir contigo y Ron sabemos que te mueres por la francesa, solo digan algo como ¿Hey cómo estás? La típica plática que hacen con cualquier chica y después ¿Serías tan amable de ser mi acompañante para el baile de navidad? No les griten y no de pongan nerviosos.
— Claro, es tan fácil porque te irás a besuquear con Nott. – dijo Ron y reí tomando la mano de Theo para caminar.
— Bien, ¿Qué duda tienes? Aunque en realidad me sorprende seguro que sabes más de pociones que yo.
— Exactamente, es que no necesito que me ayudes en eso. – sonrió mirando un poco hacia abajo para mirarme pues era más alto que yo. — Pero si necesito que me ayudes acompañándome al baile de navidad, si es que quieres por supuesto.
— ¿Ir al baile de navidad, juntos?
— Si, ¿No te agrada la idea? – el chico comenzó asustarse y ella rió.
— No, si, por supuesto que me agrada la idea, es solo que creí que irías con Greengrass.
— Ohh, no, me agrada mas la idea de que Alyssa Potter sea mi acompañante.
— Ya veo, si por supuesto creí que tendría que ir con mi hermano.
— No me parece una buena idea que acompañes a tu hermano, tu y yo suena mejor. – reí mientras me guiñaba el ojo y me iba a la biblioteca.
Entonces choque con Cedric, que me abrazo.
— ¿Ya tienes pareja para el baile de navidad? – preguntamos los dos a la misma vez y ambos asentimos.
— Déjame adivinar, Cho Chang
— Y tú seguro que con el chico que me golpeó.
— Lo merecías, ¿Quieres acompañarme a la biblioteca o ya tienes algo por hacer?
— Nah, nunca tengo nada que hacer, ¿Pero que te pareces si por un momento dejas a un lado la biblioteca y vamos a jugar Quidditch?
— ¿Jugar Quidditch? – reí mientras el asentía sonriendo — ¿Tu y yo? – volví a asentir — ¿Un buscador y una cazadora?
— El campo nunca está libre, y seguro que les hará falta dos grandes jugadores.
— Bien, solo está vez, sabes bien que no es lo mío y creo que debería estudiar más.
— Vamos, diviértete, no has hecho más que cuidar de tu hermano, estresarme por tu cicatriz, estudiar y estudiar, además tus sentimientos confundidos por Granger, tal vez esto te haga pensar mejor lo que quieres.
— Vaya no me tenías que recordar todos mis problemas, pero bien. – caminamos al campo de Quidditch donde efectivamente habían estudiantes jugando.
— ¿Necesitan jugadores?
— Nos faltan dos cazadores y un buscador ¿Quieren jugar? – ambos asentimos, y no tardó en llegar más gente que quiso jugar, solo que nada más entro uno pues era el que faltaba.
Cedric y yo terminamos siendo de distintos equipos, sabía que era buen buscador, pero termine anotando bastantes veces la Quaffle, era bastante incómodo con la falda pues aún tenía puesto el unirme escolar.
Al final mi equipo termino ganando, Cedric había obtenido la Snitch cuando los cazadores ya habíamos hecho nuestro trabajo, cuando bajamos todos nos encontrábamos sudados y acelerados.
— ¿Te ayudo? – dijo riendo Cedric al ver más animada y asenti. — Lo sabía, tal vez el siguiente año podrás anotarte al equipo de Gryffindor, seguro que con ambos Potter en el equipo nadie les ganará y obtendrán la copa. Vendré a tus partidos a gritar por Alyssa Potter. Me sentiría orgulloso de apoyar a una gran cazadora.
— Pues tal vez no el siguiente año, le prometí a mi hermano que si se volvía capitán del equipo, entraría como cazadora a las pruebas y bueno no creo que le vuelvan capitán hasta su sexto año, y si es que lo hacen claro.
— Bueno, entonces en dos años vendré a verte jugar, seguro serás mejor de lo que ya eres ahora ¿Segura que no has entrenado ni nada?
— No…oh no, ahí viene la profesora McGonagall.
— ¿Y que tiene de malo? – rió al ver la cara de susto de la chica. — Vamos ya han comenzado a jugar.
La Potter subió con rapidez solo para no hablar con su jefa de casa, el partido fue más pesado, pues ninguno de los buscadores encontraba la snitch y bueno Potter parecía haber sido como su papá, pues no para de anotar más y más.
Cuando bajaron la chica sentía que se moría, pues no estaba nada acostumbrada a jugar Quidditch y cuando lo hacía era con los Weasley o Ginny, pero no duraban mucho pues la señora Weasley les llamaba y si subían mucho, los muggles podrían verles.
— Merlín, en mi vida había hecho tanto. – dijo agotada recargandose en su amigo que se reía por cada expresión graciosa que hacía la chica.
— Señorita Potter. – a esta se le había olvidado que en cuanto bajará se encontraría a la profesora McGonagall — Veo que ya a comenzado a jugar ¿A pensado en entrar al equipo de Quidditch?
— No, no lo creo, en realidad el Quidditch no es lo mío.
Todos los que se encontraban ahí rieron y le decían a la Potter que deseaban que estuviera en su casa para ganar la copa o como Gryffindor's le decían que haría historia si entraba al equipo de Quidditch.
— Claro, finge que no insertaste al menos ciento ochenta puntos, tu sola.
— No, lo metimos entre todos los cazadores, recuerda que sin tres, no solo yo.
— Señorita Potter, le he dado al menos cinco años para que lo piense muy bien.
— Vale pues, me lo pensaré otros dos años.
— Merlín, ¿En su último año?
— Por supuesto, y solo si mi hermano es el capitán del equipo, lo más seguro es que eso no suceda.
— ¿Bien y por qué no quiere entrar al equipo de Quidditch? No parece tener problema alguno en cuanto al deporte.
— Oh no, claro que no, pero prefiero los libros, además este año tengo mis T.I.M.O.S. y lo mejor será concentrarme en ellos.
— Pero en su último año tendrá E.X.T.A.S.I.S. ¿No le parece peor?
— No lo había pensado pero le prometí eso a Harry.
— Pues todos los Gryffindor están anciosos por verla jugar en su equipo, solo Piénselo.
— Seguro, lo pensaré y si me agrada la idea me tendrá después de seis años en su equipo. – por primera vez vio a la profesora McGonagall emocionarse, la chica rió y se acercó a su mochila, tomando una toalla para limpiar el sudor que tenía en la cara.
Mire mi reloj y tome con rapidez mi mochila, habían pasado casi dos horas en lo que había jugado.
— ¿A dónde tan rápido, Alyssa?
— Mierda, ya no fui a la biblioteca y comienza a oscurecer, en una hora debo estar en mi sala común y no me dará tiempo.
— Alyssa relájate, de aquí a tu sala común te vas a llevar unos diez minutos, pero si vas a la biblioteca tal vez veinte y en lo que lees media hora y de regreso a tu sala común serán unos quince minutos, no te dará tiempo, mejor ve a tu sala común ve por ropa y date una ducha.
— Las pagarás caro Diggory. – este sonrió negando y camine a mi sala común, en cuanto llegue tome ropa y fui al baño de perfectos, es cuanto entre me relaje.
Salí con una bata de dormir, mire nuevamente la hora y mierda, la hora se había ido rápido.
Corrí a mi sala común cunado me detuve apunto de caer al ver a Dumbledore parado viéndome.
— Joder.– este me miró sorprendido — Perdón profesor, sabe de esa manera seguro que asusta más que los fantasmas. Se que ya es tarde pero en realidad necesita ese baño o estaría sudado hasta al siguiente día y eso sería asqueroso, en fin estoy dando muchos detalles ¿Le bajara puntos a mi casa o me castigará?
— Señorita Potter, relájese, tome aire, hablo muy rápido. – asenti haciendo lo que dijo, era verdad había hablado muy rápido que seguro no se me entendió nada. — No le bajaré puntos ni le castigaré, sin embargo tal vez si me baje puntos por no haberme ido a ver.
— ¿Tengo que visitar al director? – dijo confundida la chica causando una risa de parte del anciano pues la Potter era muy distraída y sabía que solía ser una combinación de sus padres.
— No, por supuesto que no, pero hace una semana te mandé un recado con un chico de tercero, te pedí que fueras a verme.
— Ohh lo lamento tanto, si, ya recuerdo, perdón, es que a veces olvidó las cosas o a veces las recuerdo muy bien. ¿Era algo importante?
— Acompáñame Alyssa. – asentí y le seguí, me agradaba mucho que me platicara de los temas de los que hablábamos pero en verdad me asustaba que algún día de estos me dijera la verdad de dónde provengo.