Enséñame a volar

By Idoia_G

1.1K 415 678

"Si a mis 38 años, soltero, friki y hogareño me dijesen que mi vida iba a cambiar radicalmente en un segundo... More

Intro
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítlulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Epílogo

Capítulo 25

20 8 13
By Idoia_G


Capítulo especial narrado por: LOLITA

Oigo el tintineo metálico golpear mis tímpanos sin cesar y quiero morir. Mi cabeza va a explotar y solo deseo que me la arranquen de cuajo. En serio. ¿Alguien puede dejar de hacer ese ruido? Abro los ojos. Me incorporo y me mareo. ¡Joder! Mi cabeza parece un globo que va a desinflarse en cualquier momento. O a explotar. Miro a mi alrededor y ¿Barrotes? ¿¡¡BARROTES!!? Pero qué narices. Me toco por todo el cuerpo. ¿Dónde estoy? ¿Y Javi? Un tipo uniformado como de policía se acerca a los barrotes

— Vaya la bella durmiente por fin se despierta.

— ¿Perdón? — no puedo dejar de sentir una sensación de incredulidad ante lo que me está pasando. ¿Es un sueño? Me pellizco en el brazo. Auch ¡mierda! Pues no es un sueño. Miro al tipo a la cara, es moreno, bajito y algo gordo. Un stripper no tiene pinta de ser. De repente un fogonazo en mi mente me recrea ante una imagen, estoy en una discoteca y Javi me está follando en medio del reservado. ¡Guau! Mis pezones se acaban de poner muy, muy duros. Madre mía si eso fue cierto, debo decirle a mi grandullón que lo quiero así más veces. Aunque le diré que sin alcohol de por medio. Tengo que dejar de beber.

— Guapa — el tipo, que debe ser un poli de verdad me abre la celda. Me tiende mi móvil. — Tienes derecho a una llamada.

— Gracias — Marco el número de Javi y suena, suena y suena. ¿En serio no lo coje? — No lo cogen. ¿Puedo probar otra vez? — le pongo mi cara de corderito degollado y parece funcionar.

— Sí, claro. Alguien tiene que pagar la multa.

— ¿Pero solo me detuvisteis a mí? ¿mi pareja no veía conmigo?

— Guapa, estabas bastante solita cuando te recogimos en la calle.

— Ya — miro el móvil de Javi y vuelve a sonar sin parar ¡Joder! ¿Por qué no lo coge? ¿Y por qué estaba sola? Marco de nuevo y cuando ya creo que que no lo va a coger, alguien lo hace.

— ¿Sí? — Parece Javi, pero está afónico y parece que le ha costado hasta decirlo.

— ¿Javi? ¿POR QUÉ NO ME COGIAS EL TELÉFONO! — No puedo evitar gritar. Estoy muy nerviosa, no entiendo que hago aquí encerrada y aunque noto su voz rara, él no está aquí. — ¿JAVI? — ¿es que ha dejado de oírme? — ¡¿JAVI?!

— Lol... — ¿Qué le pasa? Realmente le cuesta hablar ¿Está bien? — Lola.

Voy a responder cuando escucho ruido de fondo, como una puerta abrirse y cerrarse.

— Hola Bombón — ¿Hola Bombón? ¿Con quién huevos está este imbécil?

— ¡¿QUIÉN ES ESA?! — Madre mía, mi corazón se va a salir del pecho. El agente me mira mientras se ríe. Será idiota

— Recuerda que debes decirle que venga a buscarte — me dice el tipo mientras sigue riéndose.

— Yo... Lola... — Noto que su voz vuelve al menos a ser constante, aunque tiene una ronquera que no es normal — No sé quién es. ¿Don... dónde estás? — ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy? ¡Joder! En una puta cárcel.

— Yo — bajo un poco la voz — Estoy en un calabozo — ¡Qué vergüenza! Mira que me he pillado pedos en mi vida y jamás, me había pasado esto. Acabar en un calabozo.

— ¿Calabozo? De... ¿Cárcel? — Si, cielo estoy tan sorprendida como tú.

— Si

— Pero... ¿por qué?

— No lo sé. No lo recuerdo Javi. No recuerdo nada.

— Ya somos dos. Mándame la ubicación. Iré a buscarte, en cuanto sepa dónde estoy yo. Te quiero Lola. Pase lo que pase. Te quiero

— Yo también — no puedo evitarlo. Pero estoy llorando. Necesito recordar ¿Qué ha pasado? Noto un escozor intenso en mi costado, me levanto la camiseta y...

¡La madre que me parió! ¡Tengo un tatuaje... precioso! ¡PRECIOSO!

8 HORAS ANTES

¡Madre mía! ¡Menuda borrachera que lleva Javi! Nunca le he visto así, tan guapo, bueno... eso sí. Tan guapo sí le había visto, pero ahora está diferente. Esta tarde llegamos a Las Vegas y le convencí para darlo todo. Jugamos en el casino y ganamos algo de dinero. Es cierto que, gracias a su buena cabeza, no hemos perdido, porque yo habría seguido hasta conseguir aún más y lo único que conseguiría sería... perder. Porque, en los casinos, solo la banca gana. ¿No lo sabías? Pues ya te lo digo yo. Luego, no lo recuerdo bien, pero hemos estado en una discoteca y... ¡Ah, Sí! Me ha follado en medio del balcón, podría habernos visto cualquiera y le ha dado igual. Influye que él ya iba pasado de rosca, pero ha sido delicioso. Temerario, loco y super caliente. Y luego en la pista ni te cuento. Ha bailado sensual, pegándose a mi cuerpo, respirando en mi oído. ¡Los vellos como escarpias los tengo ahora mismo de pensarlo! Me pone a cien este Javi. Tengo que comprar alcohol en casa para animarle a que me folle así de rico. ¡Ohú, miarma, que calores! Luego se nos han presentado una chica con un tono de piel negro ébano increíblemente atractiva y un chico brutalmente guapo. ¡Vaya parejaza! De revista.

He sabido tras la presentación que el chico es el antiguo compañero de cabina de mi grandullón y la mujer su futura esposa. ¡Sí! Has oído bien, futura esposa. Futura en breve, porque dice que se van a casar aquí, esta noche. Y que tenemos que ser sus testigos. Yo encantada, me encantan las bodas. Las de los demás de momento. La mía, la veo lejana, aunque estoy comprometida con Javi, aún no hemos tenido... "esa conversación". Ya sabes, para hablar de qué clase de boda queremos, la fecha y esas cosas. Aunque conociendo a Javi, querrá casarse en su pueblo, con su familia cerca.

Melodie, que así se llama la mujer me coje del brazo.

— Vamos a por los vestidos más espectaculares que encontremos belleza. — ¡Belleza me dice! Y debo parecer un mandril, con la tajá que llevo encima. — Yo para casarme y tú — me clava su perfecta uña diseñada de colores en el pecho — para seducir a ese hombre que te mira con deseo. Esta noche es tuyo.

— Eso ya lo sé, es mi prometido — le muestro orgullosa mis anillos. Ella abre los ojos de par en par y me sonríe.

— Perfecto. Entonces un vestido para que quiera hacerte un hijo al menos. ¿Es el siguiente paso no?

— ¿Tú vas a tener hijos con él? — Qué pregunta más estúpida me ha salido ¿No? Se acaban de conocer. Me parto yo sola y la mujer me sigue la corriente. Seguro que piensa que soy una desequilibrada. Pero no responde. Al echar la cabeza para atrás, me mareo. Y es que llevo mucho alcohol dentro de mí.

— ¡Que te caes! — La mujer me sujeta del brazo, sí, he estado a punto de irme al suelo de boca. En fin. Seguimos riendo.

— ¡Bueno guapa! — le guiño un ojo, o eso creo — ¡Vamos a por tu vestido!

Vamos por una calle llena de tiendas de ropa. Muchas alquilan trajes, compramos una botella de champagne para ir bebiendo mientras y vamos entrando en todas y mirando. En una de ella, Melodie, se para frente a un vestido color crema, todo de encaje, con escote corazón y cuerpo de sirena. Ella es una mujer alta, pecho generoso y anchas caderas. Le quedará estupendo. La animo a probárselo y lo hace. Y menudo pibón. Casi me caigo de culo al verla. Bueno... me he caído literal de culo al ir a sentarme, pero... Da igual. Creo que ahora mismo, hasta yo me casaría con ella. Menudo cuerpazo y que estilo para llevar ese vestido. Es arriesgado, pero está claro que es para ella. Es como si quien quiera que lo haya creado, lo haya hecho para ella. Yo la aplaudo contenta, lleno su copa y la mía y brindamos. ¡Ya tenemos vestido! La chica de la tienda además nos lleva unos zapatos a juego y un bonito velo corto. Ella se emociona, se viene arriba y saca una visa negra de esas. Como la de los políticos corruptos y se pone a pagarlo todo.

— Bien, belleza, ahora vamos a por lo tuyo. — Habla algo raro, porque el español no debe ser su idioma nativo. O sí, igual es que mi cerebro no funciona al cien por cien. Pero la entiendo perfectamente así que le guiño el ojo y una vez le dan sus bolsas salimos.

Entramos en una tienda bastante chula, decorada a lo Paris años 20. Me encanta. Ya sabéis, hay trajes de charlestón, con todos sus complementos a juego y vestidos con lentejuelas, muchas plumas y nos vamos probando complementos uno tras otro hasta que el que debe ser el gerente nos echa a la calle. La verdad, lo estábamos tocando todo y no íbamos a comprar nada. Pero las risas que nos hemos echado merecían la pena. ¡Y las fotos! Hacía mucho que no me reía tanto. Ya debe ser de madrugada, porque hace rato que es de noche. Los chicos, no sé dónde andarán. Hemos quedado en un par de horas en la puerta de una capilla. Ellos comprarán los anillos. Nosotras reservaremos el hotel para la noche de bodas. Melodie dice, que tiene claro el hotel que quiere y qué va a hacer esta noche con el cuerpo serrano de Bryan. Y es que el chaval está de toma pan y moja. Aunque como mi Javi no hay dos. Ya me vienen los calores otra vez. Como lo quiero. Y como me lo quiero comer. Con papas, me lo quiero comer.

Tras reservar en un hotel, que por dentro es la caña, pero del que no recuerdo el nombre, seguimos en busca de mi vestido. Y de repente lo veo. Es rojo pasión, brillando en el escaparate. Escote corazón, corte sirena y lentejuelas. ¿Sabéis el vestido de Jessica Rabbit? Pues es igualito. Y lo quiero para mí. Melodie me ve mirándolo y tira de mí para entrar.

— Hola Bombón — Melodie se dirige a la guapa chica detrás del mostrador — queremos ese vestido para ella — y señala el escaparate.

La chica sonríe, yo no sé dónde meterme. Esto es surrealista. Abro disimuladamente mi cartera. No hay demasiado dinero y no sé qué hacer. Tiene pinta de caro.

— Yo... esto... Melodie — la atraigo hacía mí mientras la chica coge el vestido del escaparate. Mel me mira fijamente preguntándose qué me pasa — No tengo dinero para ese vestido. Mejor alquilo uno por ahí — Mel se carcajea de mí, en mi cara, claro.

— Tranquila belleza — me agarra del brazo — mi ex paga — y saca de nuevo la misma tarjeta de antes — La tarjeta es suya — y entonces yo también me río. No conozco de nada a esta mujer, pero está aquí comprando ropa para su boda, con un tipo que acaba de conocer, a costa de su ex. ¡Muy heavy! ¿No?

— Acepto — Le asiento con la cabeza entre risas y entonces nos volvemos locas. Vestido, zapatos, bolso y pamela. A lo grande. Di que sí.

Después de dar más vueltas y empezar una segunda botella de champagne llegamos a la puerta de la capilla. Hemos llegado media hora antes de la reserva para cambiarnos. Entramos en una sala que el hombre de la capilla nos muestra para cambiarnos. Me miro al espejo y no sé si es el alcohol, pero me veo matadora. ¡Esta noche follas! La voz de Marta se oye en mi cabeza. Ella siempre me decía eso antes de salir de fiesta, siempre que quería animarme. Y no se solía equivocar. Y esta noche follo seguro.

Salimos después de la media hora en busca del galán que desposará a Mel esta noche. Llegamos a la puerta y el hombre que nos ha indicado el camino antes nos dice que pondrá una música y entraremos. Bryan, se ha encargado de todo el papeleo esta tarde y está todo listo para su bodorrio. Entramos y Mel y Bryan se miran y se sonríen. ¿es posible que vea amor en esa mirada? ¡Pero que se acaban de conocer! Bryan está espectacular, pero Javi. ¡Madre mía Javi! Ahí está, con un esmoquin, seguramente alquilado, porque cuestan un ojo de la cara. Aunque qué decir de nuestros vestidos. En mi vida me he gastado yo ni una décima parte en un vestido de boda. Pero... paga el ex de Mel ¿no? Perfecto. Javi Y Bryan van algo perjudicados también. Bueno Bryan sí, Javi va que se cae. Pero al verme me sonríe. Nuestros ojos no pueden dejar de bailar juntos cada vez que se encuentran. ¡Joder, puto amor empalagoso! Debería estar prohibido que la gente se enamore como yo lo he hecho. Porque moriría por ese hombre. Está perfecto. Y me imagino que somos nosotros, que vamos a casarnos. ¡Dios me muero por besar sus labios! Estoy divagando lo sé. Llegamos a la zona que debe ser como el altar. Javi me agarra de la cintura y devora mis labios. Sabe a wiski y yo a champagne, la combinación perfecta. Un carraspeo nos saca de nuestro momento guarro. Porque Javi me ha agarrado del culo y me está estrujando contra él. Cero decoro, amigos.

Después de un rato, el amigo de Javi ha dado el sí quiero. Mel ha llorado un poco. Quiero pensar que, de emoción, pero volvemos al ¡Se acaban de conocer! Total, que ahora estamos en una cafetería comiendo como cerdos. Bueno comiendo Javi y yo porque Bry y Mel se fueron hace un rato al baño, creo que están sellando su amor y esas cosas. ¡Ya sabéis!

— ¡Están follando Lola! — Javi me saca una sonrisa.

— Eres un guarro cuando bebes grandullón — le guiño un ojo, divertida.

— ¿Yo? — finge estar ofendido — Pero sí, voy como una cuba. Necesitaré veinte hamburguesas para empapar todo el alcohol que llevo.

— Al menos se te entiende al hablar — me río mientras me meto mi bocata hasta el fondo. Yo también necesito empapar. El alcohol, se entiende.

— A ti también.

Seguimos comiendo y llegan los recién casados, él descamisado y ella despeinada. Sí han sellado su amor en el bar de un mugriento restaurante. Es lo más romántico del mundo ¿No?

— Bueno amores — Mel se pronuncia — Ahora hemos pensado ir al hotel. Hemos reservado dos suites del amor — levanta sus cejas juguetonas — Una para nosotros — se señala a ella y Bry — Y otra para vosotros, lovers.

Javi y yo nos miramos. Nosotros tenemos nuestra habitación con vistas a la torre Eiffel, pero, bueno por mí vale. Total, yo no pago.

— Paga mi ex — saca de nuevo a relucir la tarjeta y los cuatro nos reímos a carcajada limpia.

— Por mí vale — grito y me levanto de golpe. La verdad es que me meo un montón — voy al baño, chicos — todos me asienten y me voy.

Estoy sentada en el váter ¡Oh, sí cielo! Estoy sentada en el váter porque si no me siento me doy de morros o me caigo de culo. Vamos que sigo borracha, es lo que hay. Ya pensaré higiénicamente cuando se me pase. Ahora estoy en ese estado, cuando estás en las fiestas del pueblo, has bebido de más y meas en medio de la calle. Todo te la resbala. Pues lo mismo. Así estoy yo.

Termino y me lavo las manos. Soy guarra pero no tanto. Salgo y me topo de bruces con un torso duro. Muy duro ¡Joder! Parece una roca. Levanto la vista y veo a un tipo con mala cara, muy pálido y muy grande. Mucho. Una roca, casi.

— ¡Cuidado! — me grita el hombre de mala maneras. Me ha hablado en español, cosa que me extraña, pero prefiero no darle importancia.

— Perdón — Le digo, agacho la cabeza y sigo mi camino.

El tipo me agarra de la muñeca antes de que queda moverme.

— Toma — me da una bolsa negra opaca y se larga por donde ha venido. Yo no entiendo nada de nada. ¿A qué ha venido esto?

— ¡Lola! — oigo a Javi que grita mi nombre. Levanto la vista y le veo, se han levantado. Deben querer irse ya. Los tortolitos a lo suyo y yo a seguir disfrutando de este Javi, loco y desinhibido. Levanto la mano, me guardo la bolsita en el bolsillo del bolso y salgo corriendo hacia ellos.

— ¡Vamos! ¡Estoy lista!

Salimos y observo que el tipo de la bolsita está siendo cacheado por dos polis. Seguro que es un maleante. Javi me rodea con su brazo y se me olvida, el maleante, el poli y todo. Quiero llegar a ese hotel y hacer de todo con mi hombre. Este que me quita el sentío.

Llegamos al hotel. Es espectacular. Sigo sin recordar su nombre. Es raro. Subimos a la habitación entre besos, porque Javi borracho es un guarro y un besucón de cuidado. En el taxi no hacía más que querer meterme mano y ahora solo quiere besarme. Que no me quejo, oye. Es más, me encanta. Entramos en la habitación y ni siquiera encendemos la luz. Nos comemos a besos, nos desnudamos y hacemos el amor. No tengo claro si contra la pared o contra el suelo. A la cama no llegamos seguro.

— ¡Javi! ¿estas despierto? — le pego con la mano en el brazo. Estamos tirados en el suelo.

— Un poco — balbucea.

Cojo mi bolso del suelo. No recuerdo si me he tomado la píldora hoy. — ¡Vamos a la cama! — le doy de nuevo. No encuentro la cajita de las píldoras. Meto más la mano en el bolsillo y toco la bolsita. La saco y la miro ¿Qué será? La abro y... ¡Oh! Marihuana.

— ¡Javi! — le golpeo de nuevo — ¡Tengo marihuana!

— ¿Marihuana? ¿de qué?

— No lo sé — me levanto corriendo, bueno a mi ritmo rápido de borracha. Me golpeo con todo mi alrededor ¿Cuántos muebles hay aquí? ¡La virgen! Consigo encender la luz y miro la bolsa. Es un gran cogollo de Maria. — ¡Mira! — se lo enseño. Javi se incorpora y lo mira atentamente.

— ¿Nos lo fumamos? — No puedo creer que esto haya salido de la boca de mi futuro marido. Hoy está on fire.

— ¿Cómo? — Quiero cerciorarme de que lo he entendido bien.

— Cuando iba a la Uni fumé unos cuantos, ¿Quieres?

Dentro de la bolsita también hay un kit completo para hacerse unos cuantos cigarros. Pero no hay tabaco. Listo, pues será solo de marihuana. Veo que Javi mira la bolsa, la coge y se pone a liar el cigarrillo. Lo encendemos y nos lo fumamos sentados en el suelo de la habitación, desnudos.

Recuerdo risas, muchas, más sexo, mucho. La calle, agua ¿Una piscina? No recuerdo más. Solo recuerdo que amo a Javi. Y que he despertado en la puta cárcel. Con un tattoo. Super chulo. Y me da que la idea fue mía. 

Continue Reading

You'll Also Like

534K 62.3K 15
Harry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo qu...
736K 32.1K 47
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
48.4M 4.6M 83
Primer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Inteligente, perfeccionista, competitivo, meticulo...
1M 162K 151
4 volúmenes + 1 extra (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso justo...