Regina: Arturo.
Arturo: ¿Qué haces aquí? ¿A caso no estabas de luna de miel?
Sofia: eso es algo que a ti no debe de importarte.
Arturo: pues me importa por que yo quiero a tu hermana.
Sofia: tu no sabes ni siquiera lo que es querer a alguien.
Arturo: tu tampoco, por eso sigues sola.
Regina: ¡Ya por favor! Dejen eso, no es el momento Sofia para discusiones tontas.
Sofia: si, perdóname, vamos a ver a mi sobrina.
Arturo: ¿tu hija está enferma? – dijo deteniendo a Regina-
Regina: suéltame.
Regina y Sofia siguieron de largo.
Arturo: entonces se daño su luna de miel, no están juntos - dijo con una sonrisa.
Daniel: esa es la razón por la que no me presente hoy a primera hora, le pido disculpas y entiendo si quieren prescindir de mis servicios.
Ximena: No se preocupe, puedo entender su situación, solo que me sorprendió que no me dijo que tenía una hija.
Daniel: bueno, yo me entreviste con usted por un trabajo no para contarle mi vida privada.
Ximena: si claro, y se puede saber ¿Qué edad tiene su hija ingeniero?
Daniel: 5 años.
Ximena: esta chiquita y ¿Cómo se llama?
Daniel: Miranda.
Daniel le enseñó una foto de su teléfono.
Daniel: es ella.
Ximena: es muy hermosa, un momento... esta niña la conozco, ¿no es la nieta de Lorenza de Rivera?
Daniel: si, es ella.
Ximena: bueno creo que la vi un par de veces al igual que a su hija Regina, jamás habría imaginado que le estaba dando trabajo a padre de su nieta.
Daniel sonrió tímidamente.
Daniel: La señora Lorenza es muy buena.
El celular de Daniel sonó.
Daniel: disculpe.
"Miranda: ¿papi? ¿Dónde estás?
Daniel: en el trabajo princesa.
Miranda: no vas venir conmigo?
Daniel: claro que si, pero primero necesitaba arreglar un asunto, ¿con quién estas?
Miranda: con mi mamita y la abue, ya no tardes por favor.
Daniel: nos vemos en un rato, ¿Quieres que te lleve algo en especial?
Miranda: ¿me compras un helado de chocolate?
Daniel: claro.
Miranda: te quiero mucho.
Daniel: y yo a ti."
Daniel: perdón, era mi hija.
Ximena: eso veo, Daniel quédese tranquilo.
Daniel: es que me apena, ni siquiera cumplí con mi primer día de trabajo.
Ximena: pero fueron por causas mayores, Daniel si quiere puede llevarse algo de trabajo así puede estar con su hija y no quedar tan mal conmigo.
Daniel: me parece bien.
Arturo estuvo investigando donde estaba la habitación de Miranda, quería acercarse a Regina.
Daniel pasó por su mamá al departamento quería llevarla a la clínica a ver a su hija.
Una enfermera encontró a Arturo y lo regreso a su habitación.
Enfermera: no esta bien que ande por esos lados, usted necesita descansar además puede perderse la clínica es muy grande.
Arturo: es que estaba buscando una persona que también esta interna.
Enfermera: bueno dígame cual es el nombre a lo mejor puedo hacer algo por usted.
Arturo: ¿de verdad?
Enfermera. Si así evito que vuelva a salirse.
Arturo: se llama Miranda, tiene como 5 años.
Enfermera: ¿y cómo se apellida?
Arturo: Rivera, es el apellido de su madre, no tengo presente el del padre, es más ni siquiera sé si lo tiene.
Enfermera: creo que con esos datos puedo hacer algo, buscare ayuda en el área de pediatría.
Arturo: Gracias.
Daniel llego con su mama a la habitación de Miranda.
Alicia: ¿Cómo estas preciosa?
Miranda: bien, pero ya me quiero ir de aquí, estoy aburrida, extraño mis juguetes, mi escuela.
Alicia: bueno, pues te traje este libro para colorear y estos plumones, así podrás ocuparte en algo más.
Miranda: Gracias.
Alicia: ¿puedo darte un beso?
Miranda: sí.
Daniel: yo te traje el helado de chocolate que me pediste.
Regina: pero Daniel...
Daniel: no te preocupes le pregunte a Gabriel antes, el me autorizo.
Regina: ahh bueno entonces no hay problema.
Lorenza: bueno yo voy a la cafetería ¿necesitan algo?
Regina: nada mama gracias.
Daniel: no gracias.
Alicia: ¿puedo acompañarla?
Lorenza: por supuesto.
Daniel y Regina se quedaron con su hija.
Miranda se estaba tomando su helado.
Miranda: ¿quieres mamita?
Regina: esta bien, pero solo un poco.
Miranda tomo la cuchara y saco un poco.
Miranda: yo te lo doy.
Regina: claro.
Miranda: ¿y tu papito? ¿Quieres un poquito?
Daniel: por supuesto.
Después de que Regina tomo un poco de helado Miranda volvió a llenar la cuchara para darle a su papa.
La enfermera regreso a la habitación de Arturo.
Enfermera: ya tengo lo que me pidió.
Arturo: por favor dígame.
Enfermera: efectivamente la niña que usted busca esta en esta clínica internada.
Arturo: ¿por algo grave?
Enfermera: no, parece que en uno o dos días le darán de alta.
Arturo: entonces debo darme prisa.
Enfermera: ¿a qué se refiere?
Arturo: necesito verla.
Enfermera: no puedo permitirlo.
Arturo: entonces acompáñeme le prometo que no volveré a salirme de mi habitación, es urgente ver a esa pequeña y hablar con su madre.
Enfermera: bien, pero tendrá que ser a la noche que termine mi turno, hay muchos pacientes ahora.
Arturo: esta bien, pero le suplico no le diga nada a mi esposa.
Enfermera: esta bien, pero eso le costara.
Arturo: le daré lo que quiera.
Enfermera: perfecto entonces vengo en la noche.
Miranda se termino su helado y quedo totalmente manchada en la cara, su pijama, las manos.
Regina: mi amor mira como estas.
Daniel: lo importante es que disfruto de su helado.
Regina y Daniel rieron.
Regina sacó una toallita húmeda para limpiar a su hija.
Regina: ¿me alcanzas otra por favor?
Daniel: claro.
Daniel sacó otra toallita y cuando iba a pasársela a Regina las manos de ambos se rozaron, y sus miradas se cruzaron, ninguno pudo evitar sonreír.