El sol de invierno entraba a través de la ventana, iluminando el lugar donde el sonido del metal contra metal, algunos jadeos y música de moda creaban una atmosfera peculiar; aún embargo, el lejano calor que brindaba el astro rey no era realmente importante, no cuando el correr en la trotadora por veinte minutos le hacia sudar de verdad.
-Hey, Nam; yo me voy ahora, debo llegar a estudiar. -Adora llegó junto a alfa, quien bajó el ritmo de sus pasos y le miró; el sudor mojando su cabello y marcando una mancha oscura en torno a su cuello.
-Uh, de acuerdo. Yo haré un poco más de piernas y luego me voy a casa. -le respondió con la voz en un jadeo.
Adora le miró y se secó la frente con la toalla que estaba en torno a su cuello.
-De acuerdo, solo no abuses, siento que si sigues así se te fundirá el cerebro por tanto músculo. -ella bromeo.
Namjoon rodó los ojos, lo que le hizo perder un poco el ritmo y trastrabillar. Sujetándose a la maquina, logró estabilizarse antes de caerse en la trotadora...otra vez.
Adora explotó en ruidosas carcajadas.
-Dios, deberían negarte la entrada a este lugar. -le dijo alejando las lágrimas de las risas -La última vez te luxaste un dedo y esta hubiera sido tu quinta caída en la trotadora.
Namjoon se detuvo del todo y miró a su amiga, quien continuaba riéndose. La empujó un poco y empezó a reír con ella.
-¡Yah! No seas así. -le pidió entre carcajadas.
-Pero es que es la verdad, Namu. Realmente vienes a puro accidentarte aquí. -ella insistió.
El alfa suspiró y se inclinó en busca de su botella de agua.
-Lo sé, pero es lo que mejor me ha ayudado este tiempo.
La omega le miró ya calmada ahora.
-¿De verdad te sirve en algo hacer ejercicio todos los días? -le preguntó con verdadera duda.
Namjoon le miró y suspiró nuevamente, antes de pasar su mano sobre su frente y tapar la botella luego de tomar agua.
-Sí, me ayuda a sacar un poco la frustración que siento. -confesó -Han sido dos meses ya. Se siente realmente bien poder estar con Hyung como...amigos. Pero...soy codicioso, quiero más. Quiero que me permita cortejarle.
Adora tomó una gran bocanada de aire y frunció el ceño cuando el aroma del alfa estaba en todas partes.
-Paciencia, mi buen amigo. No tengo otra cosa que decirte. Y solo procura no matarte en tu intento por sacar toda la frustración; o no sabrás si llegarás a ser el alfa de Seokjin-ssi.
Namjoon rodó los ojos.
-No exageres, nadie muere por caerse en la trotadora.
-¿Estás seguro?
Namjoon guardó silencio y frunció los labios.
-Bien, me voy. -dijo y le palmeó el brazo -Cuídate. Recuerda revisar el video editado. Son solo cinco segundos, pero son los cinco segundos más perfectos que puedas esperar.
-Gracias Adora, creo que jamás podré retribuirte algo como esto.
-Ya veremos qué se me ocurre. Quizás puedas pagarme una comida súper costosa o algo así. -ella respondió riendo.
-Eso me dejaría en la banca rota. Realmente eres una de las personas con mejor apetito que conozco. No sé dónde guardas todo lo que comes.
-¡NAMJOON! -ella le dio un golpe -Por algo estoy viniendo al gimnasio de la universidad, tonto. Como sea, me voy.
La omega no espero una respuesta y se fue. Namjoon se le quedo mirando la espalda en tanto ella desaparecía. Su mente divagando sobre el video del que había hablado la chica.
Espero...espero que esto resulte.
Pensó en su fuero interno y suspiró.
Porque no sé cómo reaccionará él realmente..
Mirando a su alrededor mientras meditaba, vio la maquina para trabajar los cuádriceps; tomando su botella de agua y su pequeña toalla, se fue hacia ella, dispuesto a trabajar en dejar ir su ansiedad a punta de endorfinas por el ejercicio.
Cuando su cuerpo se sintió tembloroso, totalmente sudado y fatigado, el alfa se fue a las duchas del lugar, donde se bañó y cambió por ropa limpia.
Al salir del gimnasio, se dio cuenta que el sol ya no estaba tan claro como apenas una hora antes, que las nubes habían conquistado el firmamento, tornando todo más oscuro y helado.
El alfa se fijó en su reloj de muñeca, dándose cuenta que era más tarde de lo que creía, aunque eso no importo realmente, ya que había acabado con todas las clases de ese día, por lo que solo le faltaba ir a casa.
Debo pasar ala farmacia...
Recordó aireadamente.
Al final se dirigió a la farmacia que siempre iba por provisiones, ingresando y saludando a la dependienta.
-¿Qué va a llevar hoy joven Namjoon? -le preguntó la vendedora, una señora de edad que ya le conocía por la frecuencia con la que el alfa iba, ya que no era novedad tener que abastecer su botiquín personal.
-Supresores y neutralizadores, por favor. -le contestó.
-¿Los de siempre?
El menos solo asintió y le dio una breve sonrisita.
La mujer se movió de su lugar, yendo por lo encargado. El alfa la siguió con la mirada, dándose cuenta que la pared llena de medicamentos estaba dividida por genero secundario.
Es increíble la diferencia de variedades que hay entre supresores para omegas y los de alfa...
¿Será que ellos necesitan algo más especifico?
¿Debería yo usar algo diferente?
Se cuestionó cuando se dio cuenta que jamás había ido a un medico para que le recetara los fármacos, solo compraba los que creía que eran mejores y accesibles en tema costo.
Cuando la dependienta llegó junto a él, se preguntaba seriamente si debería ir a un endocrinólogo.
-Aquí, uno de cada uno ¿verdad? -ella le comentó, sacándolo de su ensoñación.
-Uhm, sí, está bien. -respondió en tanto se apresuraba a sacar su billetera.
-¿Estaba haciendo deporte? -preguntó la mujer, sorprendiéndole -Su cabello está empapado y afuera está helando. Siempre que hace deporte se deja el cabello mojado y seguro que mañana o pasado va a nevar; cuídese joven Namjoon, no se exponga mucho.
-Uh, sí...yo lo tendré en cuenta la próxima vez. -le respondió con vergüenza al tiempo que operaba su tarjeta -Uhm tengo una pregunta. -comentó mientras la dependienta esperaba los recibos de la maquina registradora.
-¿Si?
-¿Por qué hay tanta variedad en los supresores para omegas? Los alfas apenas y son más de diez...
La mujer le observó con atención.
-Creo que es el primer alfa que me pregunta eso...-le comentó con sorpresa -Uhm...pero respondiendo a su pregunta, es básicamente porque los efectos de los supresores son diferentes, van por rango de edad y disposición hormonal de cada uno. Por ejemplo, no es lo mismo el supresor que usa un adolecente recién presentado, al que usará un treintañero emparejado, pues el supresor para adolecentes está hecho de tal modo que no afecte la fertilidad a la hora de querer tener bebés. Hace unos años esto no existía y muchos jóvenes omegas tuvieron serios problemas con sus primeros embarazos, abortándolos en el quinto mes...fue un caos.
Namjoon alzó ambas cejas, sintiendo un repentino vacío en el estomago al pensar en Seokjin perdiendo a su bebé, el dolor y la cicatriz que eso dejaría en el omega.
-Entiendo...vaya, es realmente importante el estudio científico al respecto. -comentó en tanto tomaba la bolsita con sus cosas y la guardaba en su mochila.
-Claro que sí. Los avances médicos son un regalo.
Namjoon le sonrió a la dependienta antes de despedirse y salir de la farmacia.
La tarde era helada, sin embargo, su piel se sentía un poco más acalorada de lo común.
Mi celo va a llegar...
Deberé cancelarle a Seokjin, no puedo dejar que me vea así. Mi alfa no aguanta el estar cerca y ni siquiera poder llamar a Seokjin mi omega..
El alfa suspiró y miró a los lejos, como algunos escaparates eran renovados y comenzaban a deslumbrar con sus lindas decoraciones con motivos de navidad.
¿Podré hacerle un regalo a Hyung? Porque dudo que pasé la noche buena conmigo si se lo pido...aunque si todo sale bien con el video, quizás sí aceptará pasar las fiestas conmigo...quizás no como novios, pero sí como su alfa cortejante.
Namjoon no pudo evitar la enorme sonrisa que eclipsó sus rasgos al solo sopesar la posibilidad de demostrar al omega cuan buen alfa podría ser para él y adorarle hasta ser aceptado.
*
*
*
Seokjin miró por la ventana, sorprendido por lo rápido que había cambiado el clima. En la tarde había estado soleado, pero muy helado; no obstante, en ese momento no se filtraba rayo de sol alguno a través de las densas nubes, mostrando un cielo totalmente cubierto.
-Va a nevar, lleva paraguas, hijo. -le sugirió su padre omega en tanto avanzaba con un bowl repleto en cabritas.
-Y paquetes de calor. Deje algunos en tu mueble ayer por la noche. -le continuó su padre alfa, quien iba con bebidas y una barra de chocolate, con destino a la sala de estar.
-¿Y ustedes? ¿van a tener una cita? -les preguntó el menor mirándoles con los ojos pequeños, juzgadores.
-Por supuesto, HwaJoon-ssi dijo que se haría cargo del restaurant por hoy día. Hay que aprovechar, es domingo y no hay nada mejor que películas lacrimógenas para ver con mi alfa y acurrucarnos. -le respondió MoonJi acomodándose en el sofá.
Seokjin los observó a ambos y suspiró.
-De acuerdo, pero no lo vuelvan a hacer. Me refiero a dejar a HwaJoon-sii a cargo. -les pidió volviéndose completamente serio ahora, logrando captar la atención de sus dos padres, quienes se habían acurrucado en el sofá -Si quieren una cita o un día libre, díganmelo a mi y yo voy a "Tabemono", siento que HwaJoon no es de plena confianza...hay algo sobre él que me hace sentir incomodo...
JaeHye le miró y frunció el ceño.
-¿Tienes un mal presentimiento sobre él, osito? -le preguntó.
-Sí...no podría precisar el qué, pero es...es incomodo...es como si tramara algo.
-Pero trabaja bien, démosle solo esta oportunidad ¿mmnh? -interrumpió MoonJi -La verdad, es que no queremos molestarte, hijo. Pero tomaremos tu palabra, ¿cierto cariño? -le dijo a su alfa, quien le abrazaba por los hombros.
-Claro que sí.
Seokjin les miró y asintió, sonriendo.
-Bien...iré por mis cosas y me voy.
-¿Seguro que quieres salir con este frio? Aparte es domingo. -le preguntó JaeHye.
-Sí, Namjoon canceló por el día de ayer, pero me dijo que hoy me tenía un nuevo resumen de francés, aparte que en domingo también abre el lugar al que frecuentamos. -explicó -Además, él me dijo que tenía dudas sobre administración, tengo que ayudarle. Tomaremos café y comeremos, no se preocupen. Son solo las seis, seguro que para las ocho ya estaré de vuelta.
-Que lindo, nuestro hijo también va a una cita. -MoonJi tomó el mando a distancia a su lado y prendió la televisión, dejándola en el modo para ver dvds.
-No es una cita. -se apresuró a aclarar el omega.
La pareja le miró un segundo antes de mirarse entre ellos.
-Uh...claro...claro que no, ustedes son solo amigos...-comentó el alfa.
-Sí, lo somos.
-Ay señor, te juro que yo no te crie para que hicieras sufrir tanto al pobre de Namjoon...-le comentó Moonji con cierto deje de molestía en la voz -apresúrate y ya acepta a ese jovencito, Seokjin. Te ama con cada fibra de su cuerpo, hijo. No quiero que después estes llorando por los rincones porque él se resignó.
Seokjin le miró y frunció el ceño.
-Amor, no lo atosigues. -JaeHye le dijo a su esposo -Jin, hijo, solo debes estar seguro de poder entregar la misma calidad de amor de la que se te ofrece. Solo hazlo cuando estés listo ¿de acuerdo?
El menor le miró y asintió, inseguro.
-Sí...uhm, permiso; yo me voy. -dijo antes de ir a su cuarto, tomar los paquetes de calor y luego irse llevando un paraguas con él.
Su mente un poco nublada de pensamientos. Algunos optimistas, otros críticos, pero lo peores eran los soñadores, esos donde podía imaginar un futuro junto al alfa, un futuro donde él no ganaba la beca, uno donde se quedaba en Corea y le aceptaba...
¿Estaría realmente feliz?...
Se cuestionó, mas la respuesta estaba más que clara en su corazón.
Caminando hasta la estación de metro, con el helado viento de invierno congelando cada porción de piel expuesta que tocaba, él solo pudo sentir que cada una de sus decisiones eran erróneas. Que estaba todo mal, desde su forma de actuar, hasta la relación que mantenía con Namjoon; sobretodo cuando él sabía con exactitud la razón por la cual el alfa había cancelado su encuentro para la tarde anterior.
Él estaba en celo, lo sentí, mi omega me exigía que fuera a su departamento...pero él no quiere que le acompañe. Está es la tercera vez que me evita en su calor...
Seokjin pensó con desaliento, pues no era que quisiera provocar al menor o hacerle sentir miserable por solo mantener la extraña amistad que llevaban, sino el hecho de poder consolarle, estar con él y hacerle sentir que de alguna forma, él, como omega, le pertenecía; que se pertenecían.
Pero soy demasiado codicioso. Impongo reglas y dibujo líneas, pero después quiero romperlas y pasarlas. Le digo que me espere, pero yo mismo lo ínsito a frustrarse.
El omega miró a las personas a su alrededor en el metro que acababa de subir, preguntándose si alguno de ellos tendría la respuesta a su comportamiento inmaduro e infantil.
Las estaciones pasaron lento cuando las ansias por ver al alfa le aceleraban el corazón.
Apretando la mano en torno al paraguas, su corazón martilleaba rápido contra sus costillas y la boca la sentía seca.
Cálmate, solo han sido tres días sin verle.
Pensó, tratando de serenarse, no obstante, aquello pareció potenciar las sensaciones que embargaban su cuerpo en ese momento.
Apenas el tren se detuvo en la estación a la que él iba, se bajó tan rápido como pudo, casi corriendo a través del lugar, el cual no tenía mucha concurrencia por ser domingo.
Al salir de la estación y caminar a través de las calles heladas, el frio era tal, que su piel se tornó sonrojada, pero él no estuvo realmente consciente de aquello, pues él solo quería llegar junto a Namjoon. Relamiéndose los labios partidos, se apresuró a caminar las tres cuadras y llegar al café que frecuentaba con el menor.
Al ingresar, sus pulmones se llenaron de aquella esencia a café que tantas sensaciones buenas le hacían sentir.
Mirando a los trabajadores, quienes ya le reconocían, asintió y fue hasta el segundo piso, a la mesa que era de Namjoon y él.
Jadeando por haber subido corriendo, miró directamente en dirección al ventanal y ahí le encontró. Solo fue un minuto lo que el joven alfa tardó en darse cuenta de su llegada, mas en ese instante él pudo admirarle; sus ojos un poco oculto tras sus gafas se encontraban concentrados en el libro entre sus manos, unas manos amplias, gráciles y cálidas...él lo sabía de primera fuente. La taza de café frente a él dejaba ir vapor, mientras que junto a la silla que le correspondería a él, había un batido de fresas. Su cabello oscuro y lacio caía sobre su frente, mientras que la línea de su mandíbula se marcaba varonilmente. Una ceja un poco más arriba que la otra y el entrecejo un poco marcado.
Y ahí mismo, con solo ese minuto de contemplación, la ansiedad del omega se disipo. Su boca dejó de sentirse tan seca, su corazón retomó un ritmo normal, y por primera vez en todo ese rato, supo que estaba temblando de frio.
Namjoon se volvió y una sonrisa estiró automáticamente sus labios, mas esta no duró mucho.
-¡Hyung! -se alzó y Seokjin avanzó hasta el, sonriéndole con los labios juntos.
-Hola Joonie ¿te hice esperar mucho? -le preguntó cuando llegó junto a él. El alfa no dijo nada, solo posó su mano sobre la que el omega mantenía el paraguas.
-Estás helado. -murmuró antes de tocarle suavemente las mejillas rosadas por el frio, dejando sus manos ahí -Estas temblando, osito.
Seokjin suspiró de alivió y cerró los ojos.
-Y tu estas tan cálido, Namjoonie. -le susurró, posando su mano libre sobre la del alfa.
El alfa tragó duro cuando vio lo cerca que estaban y la intimidad que compartían.
Seokjin abrió los ojos y le sonrió pequeño antes de volver a cerrar los ojos y suspirar.
Namjoon se inclinó y dejó un beso en la comisura de sus labios. Algo pequeño pero tan natural, que Seokjin no pudo alegar, solo abrir los ojos y mirarle con todo el afecto que sentía por aquel alfa y la sensación agradable de los labios tibios en su piel entumida.
Namjoon le soltó, dio una paso atrás y tomó el paraguas de manos del omega.
-Ven siéntate, osito. Bébete mi café, no tiene azúcar, -le dijo moviendo su taza hasta reemplazarla por el batido -así que añádele a gusto. Si tomas tu batido helado ahora, te dará una hipotermia.
Seokjin se sentó en la silla dispuesta para él y alzó la mirada a Namjoon, quien le sonrió antes de sentarse en su lugar y tomar el batido entre sus manos.
-Joonie, no te va a gustar. -le advirtió en tanto revolvía el café al que recién le había añadido dos cucharadas de azúcar y posaba sus manos en torno a la taza de color blanco, la cual le entregó el agradable calor.
-Bueno, debo darle una oportunidad. -comentó inclinándose y sorbiendo del popote. Su nariz de arrugó automáticamente.
Seokjin le miraba entretenido por sobre el borde de su taza.
-Esto...no está tan mal -mintió -solo un poco muy dulce para mi gusto...
-Di la verdad, lo odias. Solo déjalo y pide otro café, yo lo pago. -le comentó dejando la taza en la mesa.
-No, está bien...
-Namjoon...-le dio una advertencia por lo bajo -Has caso a tu Hyung, mocoso.
El alfa le miró y sus hoyuelos resaltaron al sonreírle, mientras que sus ojos fueron dos finas líneas.
Seokjin suspiró y volvió a beber del café, sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a entrar en calor.
Luego de que el alfa fuera a ordenar otro café y algunas galletas artesanales, ellos estaban frente a frente.
-¿Cómo estás? -le pregunto el omega -Me refiero a...tu calor. ¿Estuviste en casa? -le preguntó tratando de no verse tan ansioso por la respuesta.
Namjoon se trapicó con las migajas de la galleta que comía en ese momento, formando un alboroto.
-¿Cómo...cómo supiste? -le preguntó cuando pudo recuperarse. Su voz sonó rasposa y sus ojos contenían lagrimas por el esfuerzo por respirar bien.
Seokjin había estado asustado, por lo que tardó algunos segundos el responder.
-Uhm...uh...mi omega me lo dijo. Al igual que las tres veces anteriores...-murmuró.
Namjoon le miró con ojos amplios de sorpresa.
-Oh...
-Sí...
-Entonces...tu sabes que...-el menor divagó, sintiéndose nervioso.
-Sí, sé que me evitas cuando estas en celo. -completó la idea del menor -Pero está bien, creo,...lo entiendo. -le dijo y tomó otra galleta.
-¿Lo haces? -le cuestionó el alfa.
Seokjin asintió en tanto masticaba.
-Sé que debe ser muy incomodó estar conmigo. Somos pareja destinada, mi deber sería el calmarte y entregarte mi sumisión. Pero no puedo, aun no...por lo que entiendo que prefieras resguardar a tu alfa y...ya sabes, pasarlo solo...-le dijo con la voz lo más serena que pudo, pues aquello era algo que le hacia sentir increíblemente angustiado -Me gustaría ser así de fuerte y menos egoísta, pudiendo mantenerme lejos en mi calor y no...no acurrucándome y haciendo que te expongas a mi versión de Seokjin necesitado de cariños y jodida atención...-confesó y miró al menor directo a los ojos -Lo siento Joonie, pero no soy tan fuerte. De alguna u otra forma necesito saber que estás ahí...y que...eres mi...alfa...Realmente lo siento...
El alfa estaba anonadado, pues creyó que había estado siendo sigiloso todo ese tiempo, mas el hecho de escuchar que Seokjin lo necesitaba, le hacia sentir tan orgulloso, que la sonrisa que se poso en sus labios fue de total triunfo.
Seokjin se carcajeo y rodó los ojos.
Cosa de alfas...
Supuso.
Ellos se miraron y volvieron a reír.
-Bueno, como sea, a lo que vinimos ¿tienes los apuntes para mí? -le preguntó el mayor. Namjoon asintió -Bien, ahora dime en qué parte tienes dudas en administración. No me puedo creer que una materia se te complique, eres un súper cerebrito. -le comentó en broma.
Namjoon se sonrojó, pues aquello había sido mentira para volver la reunión en algo urgente, pero el omega no necesitaba saberlo.
-Uh sí...de hecho hice una lista de preguntas que tenía cuando iba estudiando ¿estaría bien que lo repasemos? -le preguntó y Seokjin asintió con entusiasmo, pues era la primera vez que el alfa le pedía ayuda con una materia teórica, era algo muy irrelevante, pero le hacia sentir importante para el alfa -Entonces...uhm...-y repentinamente, Namjoon se volvió muy nervioso, algo que llamó la atención del omega -Yo...sé que estas de cumpleaños el otro domingo...
Seokjin le miró y frunció el ceño.
-Sí, lo estoy...eso ¿qué tiene que ver con administración? -le preguntó con cautela.
-Bueno, yo...uhm...-le dijo sin poder mirarle, centrándose en su taza casi vacía -conseguí entradas para la premiere de "Eclipse"...sé que eres muy fan de esa saga y...uh...
Seokjin le miró con total sorpresa.
-Nam...-murmuró con algo de temor.
Por favor, que no sea lo que yo estoy pensando, no estoy preparado...
-Hyung. ¿quieres ir a una cita conmigo? -le preguntó el joven alfa alzando los ojos y mirándole con ojos brillantes en esperanza.
Jodida mierda...
Fue lo único que pudo pensar Seokjin.
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Holi! espero que les guste jiji, no olviden comentarme, que adoro leerlas :3
Ahora mismo subiré el segundo capitulo.
~Rosiee🐾💙