Un nuevo día había comenzado.
Me levanté extrañamente tranquilo, sin ninguna pizca de sueño o cansancio. Simplemente... tranquilo, como si hubiera alcanzado la iluminación.
Deje de divagar por unos segundos y me fijé en mi reloj despertador, aún faltaban 30 minutos para mí hora habitual en la que me despertaba.
Apague la alarma para que no sonara luego. Me levanté de mi cama y estire mis brazos, me sentía extrañamente enérgico.
Salí de mi habitación en dirección al baño, me di una ducha con agua tibia. Me cambié y luego baje a la cocina.
—Oh buenos días Kazuma, es raro que te despiertes antes de lo habitual.
Mi mamá me saludo con una ligera sonrisa, viendo cómo estaba pelando finamente unos vegetales.
—Buenos días mamá. Y si, yo también pienso lo mismo, aunque me siento extrañamente bien y tranquilo, me desperté sin ninguna pizca de sueño.
Inicié una conversación con mi madre, me senté en una de las sillas que estaban apoyadas sobre las mesas y miraba a mi mamá cocinar, se veía feliz haciendo lo que hacía.
—Eso es bueno cariño, ¿tuviste un buen sueño?
—No sabría decirlo con exactitud, pero siento que he dormido mejor que nunca.
—Jeje.
Ella ríe ligeramente, agarra un vaso de los tantos cajones que hay y me sirve algo de jugo de naranja.
—Toma, ya estará el desayuno dentro de poco.
—Gracias.
Le doy un pequeño sorbo y noto que no está ni muy frío ni muy caliente, lo que hacía que el sabor sea más agradable de alguna forma.
—¿Y papá?
—Acaba de salir hace unos minutos, al parecer hoy le toca una dura jornada en la oficina. Así que tal vez llegue tarde hoy.
—Ya veo. Dile que no se esfuerce demásiado, que ya no está en edad para sobrecargarse de trabajo.
Suelto una carcajada, para luego darle otro sorbo a mi jugo, terminandola de una vez.
—Hey jovencito. Tu padre y yo tenemos casi la misma edad, ¿acaso estás diciendo que ya estoy vieja?
—No, no es eso...lo juro mamá, lo juro.
—¿Entonces que es lo que tratas de decir?
—Eehmm... jeje..
Estaba nervioso, había olvidado ese pequeño detalle de la edad de mis padres, y como se sabe bien, las mujeres odian que se les diga viejas..mundo, tal vez este sea el último respiro que dé.
—¡Jajajajajajaja!. ¡Deberías haber visto la cara que pusiste!. ¡Te cagaste del miedo!
—Tch.
Debí haberlo suponido...pero estaba tan metido en mi nerviosismo que no se me pasó por la cabeza.
—No te enojes, era solo una broma.
—Hmph.
Bufé y oculte mi mirada, como cierto emo Uchiha que no es necesario mencionar.
—Emm..mamá... se está oliendo algo quemado.
—¡¡El desayuno!!
—¡¡Jajajajajaja!!. ¡El karma si existe!
—Tch.
Y ahora fue mi madre quien bufo en molestia, fue un interesante cambio de roles.
- Time Skip -
Llegué a la preparatoria minutos antes de lo habitual, un desayuno un poco quemado fue el causante de mi llegada anticipada.
Aunque al parecer no era el único que llegó temprano.
A unos metros de mi, había una limusina que se notaba bastante cara aparcando cerca de la entrada.
Ya me daba una idea de quién sería, pero decidí esperar mejor.
Segundos después, una reconocible melena rubia atada en una cola de caballo abría las puertas y se dirigía hacia los casilleros.
—Darkness.
Era mi compañera de salón Darkness. Nunca sabía su hora de llegada ya que siempre que llegaba ya se encontraba sentada y mirando alrededor o simplemente hablando con Chris.
—Debi suponer que ella ese tipo de persona.
Hablo a lo bajo, no dándole tanta importancia al asunto y solo la seguí.
—Yo Darkness.
Saludé con una leve sonrisa luego de acercarme lo suficiente, notando que se estaba cambiando los zapatos.
—Oh. Buenos días Kazuma-san.
Me correspondió el saludo con una sonrisa alegre. Quedé embelesado por un instante, pero como ya estaba medio acostumbrado a eso, el efecto fue..leve, por decirlo de alguna manera.
—Es la primera vez que veo que llegas temprano. Pensaba que era común en ti desvelarte hasta tarde.
Inicio la conversación, como ya había cierta confianza entre nosotros, ella suele hacer algunas pequeñas bromas que normalmente solo terminan en risas.
—¿Que me habrá querido decir?
—Nada Nada.
Como en estos momentos por ejemplo.
—¿Irás ahora al aula?. ¿O que tienes en mente?
—Tengo algo de hambre, cómprare algo de Ña Cuca.
—Oh, te acompaño.
Luego de cambiarme también los zapatos, me encamine con Darkness a comprar algo ligero.
Minutos después, ya estaba sentado en mi respectivo asiento en mi aula correspondiente.
Mientras esperaba la llegada del profesor, decidí escuchar algo de música. Estaba algo indeciso de que escuchar, pero al final opte por algo de Green Day. Más específicamente la canción Holiday.
Musitaba levemente la letra, jugando con mi lápiz, golpeándolo repetidamente contra el contorno de la mesa.
—Oi Kazuma.
Escuche una voz cerca de mi. Dirigí mi vista hacia donde pensaba que se encontraba y me encontré con la figura de Megumin.
—¿Que haces aquí?. ¿No tienes clase en unos minutos?
—Nuestros profesores de la primera hora y segunda hora avisaron que llegarán tarde. Así que nos dieron horas libres mientras tanto, aunque supongo que no escuchaste el comunicado con esas cosas en tus oídos.
—Se llaman auriculares.
—Se que es un auricular.
Rio levemente, mientras agarraba una silla y se sentaba a mi lado.
—¿Que tienes pensado hacer?
Pregunto Megumin con un deje de ¿curiosidad?
—Pensaba esperar aquí hasta que venga el profesor, pero siento que tu tienes otros planes. ¿Me equivoco?
Solo recibí una pequeña risita como respuesta.
—Sigueme.
No la respondí, simplemente enrolle mi auricular por mi teléfono y lo guarde en mi bolsillo mientras me levantaba y la seguía. Hacer cualquier otra cosa que quedarme aqui a esperar es aceptable.
Minutos después, nos encontrábamos cerca de lo que me gustaría llamar "la bodega". Ya que es solo una habitación común y corriente, pero que contiene suficiente vino para emborracharte durante toda tu vida sin preocuparte, entre mucha más cosas.
Si se preguntan cómo sé lo del vino, pues...hay cosas de las cuales no me siento orgulloso, al menos gane mucho dinero al revelar está ubicación a los de cursos mayores. Aunque lo gaste en poco menos de un mes comprando vídeojuegos, o una máquina de expreso..que según lo que aprendí en School Love, nunca se cuando puede ser útil.
—¿Acaso quieres tomar a muy temprana edad?. Que sepas que nunca dejare que hagas algo así en mi presencia.
—No, eso no. Ni siquiera me gusta el vino. Solo vengo por una caja que está detrás de la bodega.
Que palabras más hipócritas. Como si no supiera las 2 botellas que sacas aquí al menos una ves a la semana.
Aunque ignoremos ese hecho por ahora, ya discutiré con Megumin sobre ese asunto luego.
Ella empezó a caminar, deje de tener estos estúpidos pensamientos y la seguí, lo que había ahí era más increíble de lo que pensaba.
—¿Estás listo para unas horas de diversión?
Lo que había ahí eran nada más ni nada menos que fuegos artificiales.
Y no eran pocos. Eran más de 5 cajas repletas de todo tipo de fuegos.
—Bueno, antes que nada. Me llevaré estos a mi casa.
—¿Tronadores?, que infantil resultaste.
Agarre una bolsa llena de tronadores y saque unos cuantos. Los coloque en mi mano y los lanze directamente hacia Megumin.
—¡¡Kyaaaaaahhhhhh!!
— Fufufu. Que infantil resultaste, asustarte solo por unos simples tronadores.
—¡¡Chinga tu madr-
—Ya basta de distracciones, dime cuál es tu plan.
Sentí como soltó un ligero bufido de molestia, lo que solo hizo que me riera aún más de ella, causando aún más molestia que era notable en su rostro.
—En todo caso...lo que te quería decir era..
—¿Era?
Un breve silencio se hizo presente en el ambiente.
Megumin poco a poco se acercó hacia mi, su rostro estaba a escasos centímetros de la mía. Note un leve sonrojo en sus mejillas.
¡¡Espera Espera!!. ¡¿Lo que ella quería decirme era esto..?!
Estábamos tan cerca que podía sentir su leve respiración en mi cuello, y su sonrojo era cada ves más leve..si sigue así ella..
—...explotemos..los fuegos...artificiales..
—S-Si.....hágamoslo.......espera...¡¿Que?!
Me aleje rápidamente de ella luego de escuchar eso.
—Si, explotemos los fuegos que se encuentran en esas cajas, por eso te traje aquí. ¿Que esperabas?
—Na-Nada...¡Exactamente eso es lo que pensaba!
—Bien, ahora ayúdame con estas cajas.
—O-Ok.
- En otro lugar -
POV Aqua.
Watashi no na wa Aqua.
Soy una diosa que fue mandada a la tierra con la misión de proteger a la humanidad. Fue una orden directa de Maljon-sama.
Y como soy una diosa benevolente que ama a la humanidad, lo acepte sin ningún reproche.
Aunque desde que llegué aquí siento que perdí la mayoría de mis poderes.
Aún sigo siendo todo poderosa, pero ahora los humanos ya no sé arrodillan al verme o besan el piso por el que pasó.
En especial ese tonto y odiable Kazuma.
Debería estar honrado de que siquiera le hable y debería pasarme o darme todo lo que le pido al instante sin dudarlo.
Pero desde que llegué y me instale en esta lugubre preparatoria. Las cosas no son buenas para mí.
No puedo leer manga a tiempo completo, sin que unos sujetos denominados "Profesores" me los quiten y me obliguen a prestar atención a los que ellos dicen "clase". ¡¿Cómo osa querer hablarle así a una diosa como yo?!. Debería castigarlo por solo intentar levantar la voz, pero como soy una Diosa benevolente nunca haría algo así.
También me quitan mi preciada máquina de entretenimiento. ¡Mi Switch!. ¡¿Cómo osa quitarme un artilugio tan divino de mi pertenencia?!
Si tan solo pudiera usar mis poderes divinos, podría terminar con un Divine Punch de una vez.
Pero como soy misericordiosa dejaré que tengan sus momentos de felicidades.
Aunque dejando de lado lo increíble que soy.
Me encontraba en la oficina de un tal "Director".
Es alguien que finge ser un caballero. Con el pelo peinado hacia atrás.
Usa un traje negro con una especie de morado, acompañado con guantes blancos.
También lleva puesto una máscara en blanco y negro con un pequeño diseño de estrella colocado debajo de cada ojo. Con un numero uno en romano en la zona de la frente. En todo el tiempo que he estado aquí nunca he visto su rostro, pareciera como si tuviera la máscara pegada a la cara.
Pero a pesar de eso, podría sentir una mirada que pareciera que me atravesaba el alma.
Lo detesto, tiene toda la fachada y aura de un demonio, que solo me dan ganas de purificarlo como la diosa que soy. Pero eso es algo que no haré, eso no es una actitud a la altura de mi divinidad.
—Oh. Señorita Aqua, no pensé que acudiría a mi llamado tan rápido.
Dijo, con una especie de sonrisa en su rostro, no podia describirla del todo. Pero parecía como si todo lo malo que pase a él le causa gracia.
—Es obvio, me quitaron mi preciada Switch. ¡A mí!. ¡Una diosa todopoderosa!. ¡Exijo su devolución!
—Jojojo.
Soltó una leve carcajada, si así podría llamarse a eso. Arqueo su espalda y se posicionó de una forma en la cual Gendo estaría orgulloso.
—Pues déjeme decirle que no le devolveremos nada hasta terminada el horario escolar, desde hace varias semanas que los profesores te han avisado que prestes atención a sus demandas, pero como has sido tan desobediente todo este tiempo, creo que es la hora de un ligero castigo.
—¡Pero..!. ¡No pueden tratarme así, eso va en contra de mis derecho-!
—Le recuerdo que soy el director, si quiere devuelta su querida consola, la tendrá. Pero como mencione anteriormente, terminando el horario escolar, de lo contrario será expulsada de esta institución y su preciada Switch se quedara con nosotros por siempre.
—¡Si serás..!
—Porfavor, cuide su lenguaje señorita Aqua. Le vuelvo a recordar que está enfrente del director.
—Tch, está bien.
Malditos dirigentes, creen que pueden hacer lo que quieran con sus alumnos, ¡si tan solo pudiera hacerle algo!
—Eso sería todo por hoy. Puede regresar a su respectivo salón.
—Bien..
Podría jurar que estaba sonriendo ampliamente en estos momentos, ver el odio y la miseria de las personas debe causarle algún tipo de satisfacción.
Salgo de su oficina. Y saludando a Shion, salgo de lugar, hacia ninguna dirección en específico, solo necesito algo que hacer mientras espero que los profesores reanuden las clases.
Tch. ¡¿Como se atreve ese maldito enmascarado de quitarme esas divinas preciosidades?!. ¡Solo una Diosa tiene derecho de tocarlas, no un odioso como el!
Pero maldecirlo no me servirá de nada en estos momentos..rayos, no tengo nada que hacer en estos momentos a decir verdad. En casos como este hace falta alguna señal divina o algo por el estilo.
—¡Vamos Kazuma!. ¡No seas tan perezoso y lleva bien esa caja!
—Lo haría, si está caja no estubiera tan llena que se siente demasiado desvalanceada.
—¡No te quejes!
—¡Pues tómalo tu y llévalo mejor!
—¡Eso ni en broma!. ¡Está tan pesada que no podría llevarla!
—¡Entonces solo cállate y sigue avanzando!
Al parecer...las señales divinas a veces solo están a la vuelta de la esquina.
HOLAAAAAAAANDAAAAAAAA GENTE.
Si, lo sé. Me extrañaron, no?
Pues yo tampoco a ustedes, malditos desagradecidos.
En todo caso, poco a poco nos vamos enterando de más cosas acerca del pasado de Kazuma y su familia. ¡Así que no te pierdas los siguientes capítulos que van a estar buenos!...
O eso quiero creer. Si es que llegó a actualizar más seguido.... joder, ni siquiera tengo esperanza en mi mismo XD.
En fin.
VOTEN CARAJO >:V
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FOLLEN CARAJO >:V
HASTA LA PROCSIMAAA ACTUALIZASAO!!