Se Paciente Conmigo |TERMINAD...

By Demitae_6

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1ER LIBRO La vida de Elizabeth Aydin cambia de manera drástica, cuando conoce a Ahmed y Baadir, dos millonari... More

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ANUNCIO IMPORTANTE
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EPÍLOGO

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By Demitae_6

AHMED ÜLKER

Ya estoy cansado de esperar, me molesta que juegue con mi tiempo, como si no me hubiera quitado lo suficiente. La secretaria de mi padre nos ha dicho que esa mujer está en camino y que se le ha hecho tarde por el tráfico. Solo espero que todo esto acabe lo más rápido posible porque estoy ansioso por regresar a Vakirust.

—Hijo ¿Seguro que quieres hacer esto? ¿No crees que es demasiado? —dice mi padre

—¿No crees tú que esa mujer se ha aprovechado demasiado de mí? Y sí, estoy seguro de lo que voy a hacer, así que espero no te entrometas en lo que voy a hacer.

Asiente y cuando estoy a punto de reproducir de nuevo una canción en el walkman, mi abuelo habla.

—Hijo, no creo que Anastasia tenga la culpa, sé que sería incapaz de manchar tu nombre con noticias falsas. —sonrío sarcástico — Además, creo que todo este problema es una oportunidad para que se reconcilien, hacían una bonita pareja y podrían volver a serlo. Necesitas una familia y yo un bisnieto.

Trato de calmarme un poco antes de contestarle, pues, aunque sea una completa estupidez lo que me dice, debo respetarlo y no sonar grosero.

—Abuelo, no quiero faltarte al respeto, pero...

Se abre la puerta de la sala de reuniones y veo entrar a esa mujer. Y lo que más me enoja es que se vea tan feliz, como si todo esto fuera un juego para ella, cuando no es así, mi reputación no es un jodido chiste.

—Buenas tardes a todos, lamento mi demora, había tráfico y ...

—Señorita Amery, no nos interesan sus excusas solo tome asiento y empecemos con esto. —digo mirándola y esta esboza una pequeña sonrisa.

—Podrías dejar de llamarme "Señorita Amery", después de todo lo que hemos pasado y por la situación actual, creo que quedarían sobrando los honoríficos.

—Anastasia, por favor siéntate y empecemos esto de una buena vez. —interviene mi padre algo cansado.

Ella rodea la mesa y en vez de sentarse en su lugar designado, se sienta a mi lado. De inmediato me pongo de pie y me dirijo al minibar que se encuentra en la esquina de la sala de reuniones, me preparo un trago y al regresar a la mesa me siento entre mi padre y abuelo.

—Ahora sí, empecemos Kerem, que en verdad necesito que esto termine lo más rápido posible — me dirijo a mi abogado, que también es un buen amigo mío.

—Espera un momento —interviene esa mujer —¿Por qué trajiste a tu abogado? Pensé que esto lo resolveríamos solo entre nosotros.

—Comienza Kerem, explícale a la señorita la razón de tu presencia.

—Bueno, me han llamado porque vamos a empezar un proceso legal en tu contra por difamación y daños a la imagen de Ahmed. Como sabrás, esto es por todos los problemas que has provocado con la insinuación de una relación entre ustedes y sobre todo por lo del falso embarazo.

—P-pero —me mira—¿De qué hablas Ahmed? yo...

—Señorita Amery, como dijo Kerem, vamos a empezar un proceso legal en su contra, y no entiendo porque no trajo a su abogado, mi secretaria debió avisarle con antelación.

—Pero no entiendo ¿Por qué piensas demandarme? Yo no he hecho nada, yo no tengo la culpa de que esos rumores sobre nosotros se filtren, creo que estás llevando las cosas al extremo. —saca una carpeta y se la pasa a mi padre que inmediatamente la revisa—Además, no entiendo porque dicen que esto nos ha traído solo problemas, como verá señor Ülker, en esa carpeta se muestra que tanto sus acciones como las de mi empresa se han elevado en un 200% y...

—¿Y eso que tiene que ver Anastasia? —la corta mi padre—Creo que al que debes impresionar con todo esto, es a mi hijo, porque yo no tengo la última palabra en este problema.

Ella asiente y me mira.

—Ahmed, tu empresa también ha salido beneficiada y solo por un rumor. —asiento aparentando interés—Imagínate si la noticia fuera verdad, deberíamos estar agradecidos a la persona que ha difundido los rumores ¿No lo crees?

—Es cierto Ahmed, todas las partes han salido beneficiadas—dice mi abuelo y me molesta que le siga el juego a esta mujer— ¿No crees que estás llevando las cosas al extremo?

«Cálmate Ahmed, ellos no conocen lo que ha hecho esta mujer»

—Claro que no abuelo, no estoy llevando las cosas al "extremo", además, la verdad no me importa si las acciones subieron o bajaron —esa mujer suelta un bufido—Yo no necesito de sucia publicidad para que le vaya bien a mi empresa, así que no tengo que agradecer a nadie.

Antes de que alguien intervenga nuevamente en mi asunto, me levanto y tomo las carpetas que se encuentran donde antes estaba sentado, se las paso a cada uno de los presentes y regreso a mi asiento. Todos me miran incrédulos y nadie abre aún esas carpetas.

—Por favor abran las carpetas que les entregué y lean todo lo que está ahí —miro mi reloj—les doy 10 minutos para que lean y asimilen todo, así que, empiecen. —doy un aplauso y todos sin rechistar me hacen caso.

Me encanta ver la cara de cada uno, noto desde enojo hasta sorpresa en cada una de ellas, a excepción de esa mujer. Ella desde que abre la carpeta y empieza a leer las primeras líneas demuestra miedo y debe tenerlo, pues prácticamente todo su teatrito se ha desmoronado ante sus ojos y enfrente de mi abuelo y padre, que le tenían gran estima como empresaria.

Cuando noto que todos han terminado intervengo.

—Como verán, en esas carpetas están todas las pruebas de que fue la señorita Amery la que empezó con todos los rumores. —mi abuelo golpea la mesa con un puño y mi padre me mira.

—¿Por qué no nos dijiste nada? ¿Cuándo lo averiguaste? —espeta mi padre enojado.

—Lo averigüé toda esta semana, no pensaba perder el tiempo mientras la Señorita Amery se dignaba a aclarar los rumores, lo cual no ha hecho hasta ahora. — ella solo agacha la cabeza porque sabe que no tiene escapatoria—Y no les dije nada porque quería que se enteraran en esta reunión, quería que se dieran cuenta de la clase de mujer que es para que no sigan su juego.

—No puedo creer que alguien de la familia Amery haya cometido un acto tan bajo —dice mi abuelo y se escucha muy decepcionado—¡¿Cómo se atreve señorita?! Pensé que usted no haría algo tan bajo, incluso hablé con usted para darle mis más sinceras felicitaciones por el embarazo y lo aceptó..., aceptó mis felicitaciones aun sabiendo que era mentira ¡¿Cómo se atreve a jugar con las ilusiones de este pobre viejo?!

—Cálmate abuelo, déjala hablar, de seguro la señorita tiene algo que decir ¿Verdad?

Alza la cabeza y mira a todos lados, tal vez buscando alguna escapatoria, pero no la hay, esta vez tendrá que responder por sus actos tan bajos.

—Ahmed yo...Esto es mentira, esos periodistas mienten y...

—Debió ser más inteligente y sobornar muy bien a esos pseudoperiodistas a los que le dio la información, porque cuando logré acabar con sus carreras, hablaron y me proporcionaron toda la evidencia que tiene en la carpeta y también unas grabaciones de voz donde se escucha claramente su voz mientras les daba la información. — se sorprende y deja caer la carpeta — Debió ser más precavida y no dejar evidencia.

—¡Ya basta! Deja de hablarme así, no somos desconocidos para que me trates de usted —ruedo los ojos por su estúpido berrinche—¡Y sí! Fui yo la que inventó todo esto, incluso lo del embarazo, pero entiéndeme, tu no querías saber nada de mí y, y..., no halle manera de llamar tu atención—cierra los ojos y cuando los abre se muestra más calmada— Además, no tiene nada de malo, porque tarde o temprano vamos a estar juntos...

—Gracias, en verdad gracias —digo y todos me miran confundidos.

—¡Ahmed! ¿Por qué diablos le das las gracias a esta mujer? Se burló de mí, se burló de ti y ahora... —me levanto y alzo mi mano para que se calme.

—Tranquilo abuelo, solo debes calmarte.

Regreso a verla y noto que esboza una sonrisa triunfadora. Supongo que debe pensar que en verdad le agradezco por los rumores, pero no es así.

—Lo sabía, tú aún me amas y...

—Abuelo, lo que en verdad le "agradezco" a la Señorita es porque acaba de confesar que es la causante de todos esos rumores —abre sus ojos asustada — te recuerdo que lo acabas de hacer frente a todos los abogados presentes y no solo eso, también lo grabé. —saco la pequeña grabadora que solía usar para grabar a Sultana —intenta quitármela, pero soy más rápido y la vuelvo a guardar.

—Haber, Calmémonos un poco —interviene mi padre—Ambos tomen asiento, por favor.

Ahora sí, me siento junto a ella y su expresión no cambia, tiene miedo, demasiado diría yo, y es porque sabe lo que pasará, me conoce y sabe que iré hasta las últimas consecuencias.

—Hijo ¿Estás seguro de que quieres llevar esto hasta un juicio por difamación y daño a tu imagen? —Asiento— ¿No hay manera de arreglarlo solo con un acuerdo?

—No padre, le di la oportunidad de que se retractara, incluso le dije a mi secretaria que redactara un correo para la señorita, pidiéndole que salga a desmentir los rumores, pero nunca lo hizo. —regreso a verla —¿No le llegó?

—Esperaba que tú te dignaras a hablarme ¿Y qué recibí? —habla entre dientes, y se muestra iracunda—Solo un estúpido correo de tu secretaria ¿Por qué haces esto? —empieza a sollozar—¿Acaso te estás vengando por lo que te hice? Ya te dije que me dejes explicarte el porqué de mi decisión en aquel tiempo.

—No necesito ninguna explicación ahora, la necesitaba en su momento porque creí tener la culpa de todo, pero ahora no, ya ni siquiera me interesa saber sus excusas. —Intenta tomar mi mano, pero la aparto de inmediato — Como sabe, yo no me retracto de mis decisiones, así que llame a su abogado y dígale que venga preparado. —regreso mi vista a los demás—Nos tomaremos un pequeño descanso hasta que llegue el abogado de la señorita.

Me levanto con el afán de salir a tomar aire y desestresarme un poco, pero ni siquiera llego a dar el primer paso, cuando siento que se aferran a mi pierna. Regreso mi vista y la veo aferrarse a mi pierna como si su vida dependiera de ello. Levanto mi cabeza y noto que todos se encuentran igual de sorprendidos que yo.

«Genial, lo que me faltaba, un numerito estúpido para conmoverme»

—Suélteme, está haciendo el ridículo. —Trato de zafarme.

—Por favor, escúchame —solloza—N-no puedes hacer esto público, quedaré como una mentirosa, mi reputación se irá a la basura —se aferra con más fuerza y me hace tambalear—, tú me amas y no puedes hacerme esto, sé que no puedes y mi padre, ... mi padre me matará si se entera de lo que hice, el piensa que en verdad regresamos y...

—No me interesa lo que le pueda pasar a usted —muevo mi pie y me hace nuevamente perder el equilibrio— ¡Ya basta! Si no me suelta también le pondré una orden de alejamiento, así que...—niega con la cabeza — voy a contar hasta 3 y si no me suelta, aténgase a las consecuencias. —alza su cabeza y su mirada trata de buscar la mía, pero no la dejo — uno, dos y...

Me suelta de inmediato y me alejo por si acaso. Empieza a levantarse y cuando ya se recompone me mira con ira.

«Esta mujer está loca»

—Si tú me haces esto, te juro que voy a hacer que todo el mundo se entere de cómo te abandoné el día que pensabas pedirme matrimonio —ríe nerviosa—aún tengo el video que grabó una de mis amigas ¿Te parece bien si también lo difundo? ¿Te gustaría ver otra vez tu cara de decepción cuando te enteraste que no iba a llegar?

«Que bajo has caído Anastasia»

—¿De qué habla hijo? —se acerca mi padre preocupado y me toma de los hombros — ¿Pensabas pedirle matrimonio? ¿Cuándo? ¿Por qué no me lo contaste?

Aunque me duele el hecho de que trate de sobornarme con algo tan íntimo como eso, donde sé que verán mis sentimientos y emociones salir a flote, como un vil mortal que sufrió por un corazón roto, no pienso dejar que se salga con la suya. No pienso retractarme, nunca lo he hecho y no voy a empezar ahora.

—De nada padre, de una estupidez que casi cometo cuando salía con ella, pero no te preocupes, eso ya no me afecta en lo más mínimo. —Esbozo una sonrisa para que me crea.

Doy media vuelta y la encaro.

—Por mi parte señorita, le agradezco —me mira confundida —, si usted hubiera llegado a la fiesta de compromiso y me hubiera dicho que sí, en este momento yo estuviera casado y viviendo un infierno con alguien que no merece mi amor —trata de responder, pero la detengo —así que, con el video que dice tener, haga lo que le plazca.

—Pe-perdóname, no quería decir eso, yo...

—Por cierto, para que se quede más tranquila, unos meses después me enteré porque lo hizo —se sorprende —Pero no se preocupe, por el momento no voy a decir nada, no quiero que su imagen ante mi padre y abuelo se dañe más.

Esta vez sin demora me dirijo a la azotea del edificio donde sé que tal vez estaré un poco tranquilo. Noto que mi padre y abuelo me siguen sin decir nada.

—¿Por qué nunca nos dijiste? Pensé que teníamos tanta confianza que nos contábamos todo, sobre todo algo tan importante como eso. —habla mi padre.

—Si Ahmed, debiste decirnos algo, nosotros debíamos estar ahí contigo. —dice mi abuelo mientras me toma de los hombros y me hace dar media vuelta para encararlos.

«Ahora tengo que responder las preguntas que nunca quise que me hicieran, maldita sea»

—Ya no importa, ni siquiera dijo que sí y a ustedes no les afectó en lo más mínimo, por eso creí que no era necesario contarles, sobre todo porque nunca tuve una respuesta por parte de esa mujer.

—Pero ¿De qué hablas? Claro que nos afecta, si a ti te hacen daño a nosotros también nos hace daño, somos una familia y debíamos estar ahí para apoyarte —interviene enojado mi abuelo— No puedo creer que esa mujer te haya hecho eso y yo tan iluso pensando que era una blanca paloma, poniendo mis manos al fuego por ella —empieza a reír — Incluso quería que me den un bisnieto.

—Eso sí que no papá, yo no quiero un nieto de parte de esa mujer, antes muerto. —de un momento a otro, toma mis manos y me mira muy serio—Escúchame bien, esa mujer ya no será parte de nuestro círculo social, romperé todo lazo empresarial con ella y su familia, fui un estúpido al no darme cuenta el daño que te hacía con su sola presencia. Pensé que tu actitud hacia ella era solo un acto de inmadurez, pero ahora te entiendo hijo, perdóname.

—No hay nada que perdonar y puedes seguir con tus negocios—lo calmo—Recuerda que no debes mezclar los negocios con los asuntos personales. Además...

—¿Estás seguro de lo que dices? No quiero que sigas sufriendo por una tontería que puedo solucionar solo con una llamada.

—Estoy seguro, de hecho, ¿Sabes? En parte agradezco ese día que la vimos antes de irme a Vakirust —me mira confundido—Porque ese día me di cuenta de que desde hace mucho tiempo ya no sentía nada por ella, ya ni siquiera siento rencor por ella, ahora solo es una mujer más que hace negocios con mi padre, es alguien sin importancia y no volverá a entrar en mi vida.

—Tenías que ser un Ülker —interviene mi abuelo—Nosotros somos orgullosos y no dejamos que nadie nos pisotee y tampoco dejamos que alguien que nos falló regrese como si nada a nuestras vidas después de hacernos daño—mira a mi padre—Y espero que lo recuerdes muy bien Faruk, no puedes dejar que nadie que te hizo daño regrese a tu vida, nadie merece tu perdón.

Me deja pensando un poco las palabras de mi abuelo, pues presiento que tienen doble sentido para mi padre, el cual solo agacha la cabeza mientras asiente levemente. Y antes de que pregunten nuevamente, decido responder la pregunta que me hicieron antes, la cual también me hice cuando todo eso pasó.

—Lo que les diré tal vez les parezca una total estupidez, pero espero me crean—ambos asienten esperando que continúe — Quiero que sepan que no los invité a esa fiesta de compromiso por que  ni siquiera yo estaba cien por ciento seguro de lo que iba a hacer, fui un idiota.

—No eres un idiota —dicen a la vez.

—De hecho, me daba tanta vergüenza que ustedes llegaran a enterarse, que me deshice de toda evidencia, pero veo que me faltó el video de la amiga de esa mujer. Pero ya no importa.

—No te preocupes hijo, entendemos que no nos hayas querido decir, pero sabes que, si necesitas hablar con alguien, aquí estoy yo para ti, te quiero hijo—me abraza.

Me demoro un poco en asimilar el abrazo, pues me recuerda mucho a Sultana. Me alejo cuando siento que ha sido suficiente y mi padre no se lo toma a mal, porque el sabe que no me gustan las muestras de afecto.

«En este momento solo quisiera un abrazo de Sultana, necesito uno de ella»

Cuando se nos avisa que ya llegó el abogado de esa mujer, decidimos bajar y esta vez sé que cuento con el apoyo de mi padre y abuelo para acabar de raíz con este estúpido problema.

Tomamos asiento y esta vez, esa mujer se sienta donde debía hacerlo desde un principio junto a su abogada. Se nota que ha estado llorando demasiado, pero ese ahora ya no es mi problema.

—Buenas tardes, señores—comienza su abogada—antes de empezar, la señorita Amery tiene algo que decirles.

Ella se levanta avergonzada y clava sus ojos en mí.

—Qui-quisiera disculparme con todos ustedes por lo que, ... por todo lo que hice hace un momento, estaba un poco desesperada y mis acciones no fueron las correctas en ningún momento, espero me sepan entender y acepten mis disculpas.

—¿Algo más antes de empezar? —digo con desdén.

—No, creo que ahora podemos ...—interviene la abogada.

—Si, quisiera hablar contigo Ahmed, en privado, por favor. —habla esa mujer desesperada.

—Entonces empecemos Kerem. — digo eludiendo su petición.

—¡Por favor, Ahmed! —grita y su abogada de inmediato se levanta y le dice algo al oído, lo cual la hace cambiar de actitud al instante. —Ahmed, solo te pido me escuches esta vez, por favor, por los viejos tiempos dame solo 5 minutos de tu tiempo.

Mi padre se acerca a mí y me habla al oído.

—Hijo, no te pido que la perdones ni nada parecido, pero sería bueno que, para sanar completamente, hables por última vez con ella, es tu decisión, pero te aconsejo que lo hagas, creo que te hará bien. —Se aleja y mi abuelo con la mirada me pide que no haga lo que sabe que mi padre me pidió.

—Solo serán 5 minutos, vamos. — sin esperar salgo de la sala y me alejo un poco de la sala.

Por el rabillo del ojo la veo posicionarse a mi lado, demasiado cerca para mi gusto.

—Se que no estoy en posición de pedirte nada por todas las estupideces que he hecho, pero ya que tal vez esta sea la última vez que hablemos, te pido que solo me respondas 3 preguntas con sinceridad.

—Tiene razón, no está en posición de pedir nada, pero puede hacer las preguntas, tal vez le responda —intenta tomar mi brazo, pero la aparto —Señorita, debe saber que no me gusta que cualquier persona me toque, así que empiece a hablar que los 5 minutos empezaron a correr desde que salimos de la sala.

Emite un gran suspiro y no dice nada, por lo que de inmediato doy media vuelta para irme.

—¿De verdad ya no me amas? — Dice sollozando y me detengo—¿No queda nada, ni siquiera algo de aprecio por todo lo que vivimos?

—No, siguiente pregunta —veo mi reloj y noto que solo le quedan 2 minutos.

—¿Es enserio? —bufa molesta—¿Ni siquiera piensas explicarme por qué?

—Hizo 1 pregunta demás, pero las voy a responder—doy media vuelta y la encaro—No, ya no siento nada por usted, ni siquiera un poco de aprecio. Y creo que deje de quererla porque me rompió el corazón, me dejó plantado sin ninguna explicación y encima se volvió la novia de otra persona meses después de haberme dejado.

—Perdóname, perdóname, Ahmed, tu no entiendes todo lo que pasaba en mi vida durante esa época, si me dejas explicarte todo, vas a entender que...

—Tiene razón, no sabía lo que pasaba en su vida, porque nunca confió en mí, nunca fui tomado en serio y ahora la verdad ya no me interesa en lo más mínimo. —miro nuevamente el reloj y me doy cuenta de que el tiempo ha finalizado hace mucho —Se acabaron sus 5 minutos, regresemos.

—Espera ¿Podrías responderme algo más? —ruedo los ojos, pero aun así continua—¿Hay alguien más en tu vida? ¿Es verdad que ya te enamoraste de alguien más?

«Elizabeth, Sultana...»

—¿Quién le dijo eso?

—Tu padre —espeta molesta— ¿Podrías dejar de tratarme de "usted" ?, me molesta que lo hagas, sobre todo cuando antes me decías "amor", creo que por lo menos deberías tratarme de "tu".

—No, no puedo hacerlo, ahora vamos que deben estar esperándonos.

—¡Espera! No me has respondido.

—Mire Señorita, si busca ganar tiempo y tratar de convencerme para que no empiece un proceso legal en su contra, no lo logrará, yo nunca me retracto de mis decisiones, así que vamos. —hago el intento de irme, pero esta vez sí logra tomarme del brazo.

—No quiero tiempo, solo necesito que me respondas esa pregunta y no te molestaré más. —me suelto de su agarre.

Me tomo unos segundos antes de responder y no porque dude de mis sentimientos hacia esa persona que no ha abandonado mi mente desde que estoy lejos de ella, si no que siento que esta mujer no merece saberlo.

«Ya que, al final lo descubrirá y me libraré de sus estúpidas preguntas»

—Si, la hay, ahora vamos.

Esta vez no espero ni siquiera ver su reacción y voy directamente a la sala de reuniones. Al entrar noto que todos se muestran expectantes a mi reacción y a la llegada de esa mujer.

Tomo asiento y espero que ella también lo haga para empezar de una buena vez.

—Señor Ülker ¿Mi clienta y usted llegaron a un acuerdo?

—No, a ninguno, ni siquiera hablamos del proceso así que podemos continuar.

Kerem empieza a explicar nuevamente como va a ser el proceso de la demanda y los motivos. La abogada trata de defender a su clienta, pero cuando se le muestra todas las evidencias que tenemos, no tiene ningún argumento con el cual pueda desestimar nuestra demanda, no tiene modo de defenderse.

La demanda si será llevada a cabo, pues quiero que esto quede como precedente para que no piense que, por haber sido mi novia, le tengo algún tipo de consideración cuando ella no lo tuvo al manchar mi imagen y la de mi familia. Lo que pido de "compensación" es que ella diga ante todos los medios que todos esos rumores son falsos y que ella los inventó, incluido lo del embarazo.

—Kerem, necesito que hoy mismo procedas con la demanda, no quiero perder más tiempo aquí ¿Sabes cuánto tiempo llevará para que la procesen y nos den una respuesta? porque necesito volver a ... Necesito volver —digo al terminar la reunión.

No quiero decir a donde volveré, pues conociendo a esa mujer, podría seguirme y molestarme mientras estoy en Vakirust. O peor aún, podría revelar mi ubicación a la prensa y estos no esperarían para acosarme.

—Con las pruebas que tenemos podremos tener una respuesta máximo en 1 semana —lo miro molesto—Y agradece tener las pruebas porque si no, nos demoraríamos 1 mes o más.

«Maldita sea, una semana más sin verla, voy a morir, enserio voy a morir»

—Hijo, te dije que no era necesario volver, tu abuelo ya te dijo que no es necesario que cumplas con esa tradición ¿Por qué quieres volver?

—Yo...

—Disculpe que lo interrumpa Señor Ülker —interviene la abogada — Mi clienta me comenta que usted grabó cuando hizo una declaración hace un momento ¿Me la podría enseñar? Necesito escuchar lo que dijo para saber hasta dónde puedo ayudarla.

«Incompetente, sin duda necesita una buena abogada esa mujer»

—Hijo, muéstraselas, estoy seguro de que ganaremos la demanda de todos modos —asiento.

—Puedes conectarlo aquí, en los altavoces de la sala para que escuchemos todos —me muestra Kerem.

—Está bien, ten — le entrego el aparato—, conéctalo tú y lo reproduces, que yo no tengo cabeza para esto, voy a tomar un trago. —cuando lo veo conectar a los altavoces, empiezo a caminar hacia el minibar.

Cuando se empieza a reproducir el audio, mi corazón y mi andar se detienen al escuchar que es una grabación que tengo de Sultana la que suena por los altavoces. Recuerdo que esa vez no apagué la grabadora porque estaba muy enojado y todo por el idiota de Kiral que no paraba de hacerla reír mientras estábamos haciéndole una entrevista.

"—Deja de enojarte por todo, muéstrame una sonrisa ¿Sí?

— ¿Así como tú le sonreías a Kiral? No, claro que no Elizabeth, ve con él si quieres ver una sonrisa.

—¿Ya no soy tu Sultana? —puso esos ojitos que me matan, pero al ver que no caí ante sus encantos, se enojó— Muéstrame una sonrisa amargado.

Recuerdo que empezó a pinchar mis costillas con su dedo y de inmediato cambió mi humor, solo por esa simple tontería.

—Si, claro que eres mi Sultana, pero me molesta que ese imbécil te moleste y tu le sigas la corriente ¿Acaso te gusta?

—Estás loco, claro que no me gusto, pero está bien, no volveré a hacerle caso mientras estemos trabajando, te lo juro —levantó su mano como si de verdad jurara algo—¿Ahora si me muestras una sonrisa?

—No Sultana, ahora no estoy de humor para eso, además, te recuerdo que me llamaste amargado y eso hiere mi orgullo.

—¿Y si te preparo Karniyarik? ¿Y si te doy un abrazo? — reí por sus ocurrencias—Se que no podrás negarte a ninguno ¿Verdad?

«Está loca, definitivamente está loca»

—Lo del Karniyarik lo acepto, pero el abrazo no es necesario, pero en vez de eso ¿Qué te parece si me cantas?

—Olvídalo, prefiero vivir con tu odio —me hice el ofendido y ella empezó a reír

—¿Por qué no me cantas? Solo una canción, solo eso y nunca más volveré a pedirte algo Sultana.

Empezó a dar vueltas de un lado al otro como si pensara la cosa más difícil del mundo.

—Acepto ... ,  pero solo si tu te dejas abrazar por más de 3 minutos ¿Qué te parece? ¿Aceptas? —estiró su mano confiada.

Sultana pensó que voy a desistir por esa condición, pero no fue así.

—Acepto, claro que sí, es más, podemos hacerlo ahora ¿Te parece?

—¿A-ahora? —asiento —Está bien, pero primero quiero mi abrazo.

—Ven acá —abrí mis brazos —Estoy ansioso por ese abrazo y mi canción. — de un momento a otro se abalanzó contra mí y no tuve elección más que aceptar su abrazo.

«Tampoco se siente tan mal, podría acostumbrarme a esto»"

Antes de que sigan escuchando y que lleguen a la parte donde ella canta, me acerco de inmediato a Kerem y detengo el audio. Todos los presentes me ven como si me hubiera salido una segunda cabeza, pero nadie emite un solo comentario.

—Yo, emmm, ya les pongo el audio correcto. —empiezo a tocar el aparato demasiado nervioso, buscando el botón correcto.

«Patético, de verdad que soy patético»

—Hijo —habla mi padre y todos prestamos atención —La chica del audio ¿Es tu ..., es tu novia? ¿Tú eras el del audio?

Siento que mi corazón me traiciona y empieza a latir como frenético, solo con la idea que se forma en mi cabeza de que ella podría ser mi novia. Todos esperan una respuesta y por más que quisiera dárselas, no tengo una.

«Ya no eres un adolescente Ahmed, cálmate»

—Hace mucho calor aquí —empiezo a hiperventilar—¿No lo crees papá? Si, emmm ¿En qué estaba? ¡Ah, sí! el audio que me pidió la abogada. —intento buscar nuevamente el audio correcto, pero se me cae el maldito aparato.

—Ahmed, cálmate —interviene mi abuelo—¿Podrías responder lo que tu padre acaba de preguntar? Porque para mí, esa era tu voz.

—Claro que no —interviene esa mujer — ¿Cómo creen que él es el del audio? A él no le gustan los abrazos —bufa— y es más que obvio que él jamás comería el Karniyarik ¿O me equivoco señor Ülker? A su hijo jamás le gustó ese platillo, lo recuerdo tan bien. —termina con una sonrisa triunfante, como si saber esos datos inútiles fueran relevantes.

—Tiene razón papá, no creo que sea mi Ahmed, tal vez nos confundimos y ... —dice mi padre algo triste.

—Si soy —todos me miran sorprendidos — el del audio soy yo y la mujer que también se escucha es, ella es..., bueno, ahora no les puedo decir más porque la abogada debe escuchar el audio de la Señorita Amery.

Reproduzco el audio que corresponde, pero ninguno está realmente interesado, de hecho, lo único que hacen es verme como si de verdad tuviera algo en la cara. Mi padre y abuelo están hablándose al oído muy emocionados y deduzco que están haciendo planes para sacarme toda la información sobre Sultana.

Al terminar el audio, lo primero que escucho es la voz de esa mujer.

—Así que ella es la mujer que se ha entrometido entre los dos ¿Dónde la conociste? ¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¡Dime! —su abogada intenta calmarla, pero no lo logra—¿De verdad me vas a hacer esto Ahmed?

—Ya me harté —dice mi padre mientras alza el teléfono y marca — Manda a seguridad a la sala de reuniones, por favor que sea rápido.

Intuyo que llamó a su secretaria y entiendo que no queda mucho tiempo para que vengan a sacar a esa mujer.

—Por favor, Ahmed déjame..., déjame explicarte todo —sigue sollozando— Sé que me entenderás y verás que no soy una mala persona, yo nunca quise dejarte, pero mis padres, ellos...

Se abren las puertas de la sala y entran los hombres de seguridad.

—Acompañen a las señoritas fuera de la empresa por favor y les pido que no las dejen entrar a menos que yo les informe que necesito su presencia y les de la orden ¿Entendieron? —los hombres asienten ante el pedido de mi padre.

Ambas se quejan mientras las llevan porque los hombres son algo rudos con ellas, pero no pienso intervenir esta vez, de hecho, me preparo mentalmente para el interrogatorio que se viene por parte de mi padre y abuelo.

—Suerte con el interrogatorio que te van a hacer amigo, yo también me voy, pero espero puedas contarme quien es esa muchacha algún día, que por cierto tiene una hermosa voz — dice Kerem mientras palmea mi hombro.

Intento seguir a Kerem de manera discreta pero no lo logro.

—Alto ahí Ahmed, no pienses dar otro paso —dice mi abuelo —Regresa y siéntate, nos debes muchas explicaciones muchacho

Se que no tengo escapatoria, ya sea hoy o mañana, ellos me harán su interrogatorio e incluso si no lo hago, ellos buscaran por sus propios medios toda la información, por lo tanto, me resigno y me siento donde me señaló que lo hiciera.

—Ahora sí, te preguntamos cosa por cosa o nos cuentas cada detalle de la muchacha, tú decides —habla mi padre mientras se sienta junto a mi abuelo frente a mí.

—Prefiero que me hagan las preguntas, pero por esta vez solo les dejaré hacer 3 preguntas a cada uno, porque tengo cosas que hacer, así que adelante.

Se que si empiezo a hablar de ella, no pararé y ellos podrían enterarse de alguna cosa que quiero guardarlas para mí. Por eso prefiero que me pregunten cosas específicas.

—Dime el nombre completo ¿Dónde vive? y ¿Cuántos años tiene? —dice sin pensarlo mucho mi padre.

—¿Ya son novios? ¿Cuándo la traes para conocerla? y lo más importante ¿Piensan tener hijos? —habla mi abuelo casi con la misma rapidez que mi padre.

«Ok, esto es demasiado, ¡Están locos!»

—Ok empiezo —Y empiezo con rapidez a responder sus preguntas —Su nombre es Elizabeth Aydin, vive en Vakirust en un pueblo llamado Kriana, tiene 21 años, aun no somos novios, pienso presentárselas cuando ella quiera conocerlos y no abuelo, no le he preguntado si quiere tener hijos porque de seguro me tacharía de loco.

Ambos tardan en procesar toda la información que les di y al final esbozan una pequeña sonrisa cómplice.

—Así que por eso quieres regresar con tanta urgencia a Vakirust, —suelta un bufido— debiste habernos dicho antes hijo ¿Por qué siempre me entero de estas cosas por otra persona? o en este caso por ese aparato.

—Tu padre tiene razón Ahmed, debiste decírnoslo, me siento decepcionado al saber que no confías en nosotros, no lo puedo creer.

—Y-yo, perdón abuelo, no quise decirles nada porque aún no somos nada y no quería ilusionarlos a ustedes, de verdad lo siento —ambos me miran decepcionados — ¿Puedo hacer algo para ...?

—Ya que lo dices—interviene muy serio el abuelo —puedes hacer algo para aliviar esta gran decepción.

«Dramático, ahora sé de dónde lo sacó mi padre, lo bueno es que yo no soy así»

—¿Qué cosa? Solo no me pidan llevarlos con ella porque no pienso hacerlo, ya les dije que se las presentaré cuando ella quiera.

—No, eso lo entendemos, nosotros queremos una sola cosa Ahmed —dice mi padre.

—Está bien ¿Qué es?

Ambos se miran cómplices y entiendo que se están comunicando con la mirada, algo muy típico de ellos. Regresan su mirada acusadora hacia mí y hablan a la vez.

—¡Queremos un abrazo de oso! —imitan mi voz— Si no, nos enojaremos contigo nuevamente, Sultán. —Sueltan una risa y comprendo que es una muy mala imitación del audio que escucharon.

«Me quiero morir, en verdad me quiero morir»

—¿Ahora comprenden por qué nunca les cuento nada? —espeto furioso.

No paran de reír y decido irme.

—Espera "Sultán", solo quiero saber la última cosa —me detengo y reprimo mis ganas de responderle mal a mi padre —¿La quieres o solo es un capricho del momento? No quisiera que las malas mañas de Baadir se te hayan pegado y ahora juegues con las mujeres, porque eso no te lo permitiré.

Doy media vuelta y los veo un poco calmados, pero aún con unas sonrisas genuinas en sus caras.

—Claro que no papá, para mi ella no es un capricho—asiente orgulloso y su sonrisa se ensancha aún más— Y no, no se me han pegado las mañas de Baadir, tampoco soy un adolescente que se deja influenciar por cualquiera. Sabes que nunca jugaría con una mujer, lo sabes muy bien.

—Eso espero hijo, porque si la haces sufrir ...

—¿Ya la defiendes de mí? —afirma con su cabeza—Pero ni siquiera la conoces.

—No y por eso me la tienes que presentar, tal vez ella necesite que la libre de ti, pobrecita tu Sultana.

—No la llames así, solo yo puedo hacerlo—me arrepiento de inmediato por mi arrebato pues ambos ríen  por mi escenita de celos —Mejor voy, no pienso seguir escuchándolos, ustedes están locos.

No me detienen al salir, pero si los escucho festejar mientras se cierran las puertas.

«Están locos, definitivamente locos»

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