꧁𝒬𝓊ℯ ℯ𝓃 ℯ𝓈𝓉ℯ 𝒷𝒶𝒾𝓁ℯ, 𝓉𝓊 𝓎 𝓎ℴ 𝒸ℴ𝓃ℯ𝒸𝓉ℯ𝓂ℴ𝓈
El borde del espejo estaba bien pintado, amaba el color menta pues pensaba que era un color refrescante, es interesante como habrán inventado los espejos.
Todo eso pensaba Holy mientras sus damas de compañía la peinaban para el baile de Navidad, cada año se hacía solo que este era diferente. Pues sus padres no estarían junto a ella, habían fallecido en un accidente, por lo tanto de inmediato tuvo que convertirse en reina.
—Su majestad, ya esta lista para bajar— habló su consejero, un hombre mayor quien la vio crecer, era como su padre y el siempre estaba ahí cuando ella se sentía sola.
—¿No podría quedarme?— este negó y ella solo hizo una mueca, se puso de pie y tomó el brazo del consejero, este le sonrió— No deje que me caiga
—Jamás su majestad.
Las puertas de su habitación se abrieron, caminaron por algunos pasillos y se detuvieron al ver a todos los invitados en la sala de baile.
—Con ustedes, la Reina Holy Jones.
Todos hicieron una reverencia al verla, ella solo sonrió tratando de no verse tímida. Empezó a bajar las escaleras mientras miraba a todas las personas que se encontraban ahí, miró al mejor amigo se su padre junto a varios chicos, tenían máscaras por lo cual no reconocía a todos.
Pero aquel chico de máscara de pájaro la miraba con atención, cada movimiento que ella hacía.
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—Es ella, tienes que llamar su atención— añadió un chico de cabello negro, alto y con una sonrisa traviesa
—Hermano, hasta crees que Remus lo logrará, ni siquiera estaba interesado en venir a la fiesta— añadió el otro hermano, cabello marrón, con ojos azules y por supuesto que alto
—James y Sirius, ¿pueden callarse?— añadió el padre de los tres hermanos, estos sólo pusieron los ojos en blanco.
—Vamos Remus, jamás rechazas una apuesta.
Este solo la miraba sin decir una sola palabra, no podía mirar su rostro por completo, pero sabía que era una mujer bella, eso era lo que decían desde que había llegado.
Remus sonrió al abrazar a su padre, hace mucho no los veía pues se quedó todo el verano con sus abuelos para ayudarles, abrazo a sus hermanos y hablaron toda esa noche.
—Mañana tendremos un baile de máscaras por Navidad, así que busca que ponerte
—Hace mucho no voy a un baile
—Es de la Reina, una belleza— añadió James mientras tomaba su corbata para preparar su vestuario
—Nunca ha tenido novio y nadie jamás ha logrado tener una cita con ella— comentó Sirius mientras se miraba al espejo— ni siquiera me nota y eso que es difícil, todas las mujeres se mueren por mi.
—Espera un segundo, no conoce a Remus— los dos lo miraron y el solo frunció el ceño— Hermanito, ¿Quieres hacer una apuesta?
—Ja, primero tengo que aceptar si ir a un ridículo baile o no.
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Ella saludaba a todas las personas que se le acercaban, claramente no le gustaba convivir con muchas personas pero tenía que hacerlo, era la Reina ahora.
—Señor Jhon, es un gusto verlo— el padre de los trillizos hizo una reverencia.
—Es un gusto ver que esta bien Holy, ellos son mis hijos ya los conocen, Sirius, James y el es Remus
—Me contó que se encontraba con sus abuelos, ¿No es así?
Remus se sorprendió al saber que ya sabía sobre su existencia, el fue el último en besar su mano.
—Es un gusto conocerla, gracias por recibirme aunque no estuviera invitado.
—Descuida, muchas personas suelen colarse, usted no es el único— Remus sonrió sorprendido, era muy directa para parecer una mujer delicada
—Apuesto que odia la fiestas y el tener que saludar a todas las personas— ella asintió sin dudarlo— entonces ¿porque no escapa de la fiesta?
—¿Es una recomendación o una orden? Joven Remus
—¿Podría darle una orden a la Reina?
—Si tantas agallas tiene como sus hermanos de coquetear con mis primas— Remus los miró y se avergonzó
—Lo siento mucho, yo soy diferente y más serio
—Lo note desde que lo vi mientras bajaba las escaleras, no pude evitar mirarlo al sentir que alguien me miraba con tanta atención.
El se sorprendió, un leve sonrojo apareció en sus mejillas, suerte que tenía máscara.
— Y dígame, ¿usted también buscar salir conmigo?
—¿Como podría invitar salir a alguien sino me parece interesante?
—Entonces no soy interesante para usted— ella sonrió
—¡No! Habló de que no la conozco y no saldría con alguien tan rápido, sin conocerla y estar seguro de querer salir...
—Comprendo, Remus. Que buena respuesta
—Su majestad, esta es la máscara para su vestido, la que tiene no combina y esta grande
Ella se quitó la máscara dejando su rostro a la mirada de todos, Remus la miró con más atención, era realmente hermosa, su piel pálida, nariz fina, con el cabello entre castaño y anaranjado.
En serio es hermosa, pensó.
Ella lo miró mientras tomaba su máscara, le sonrió al notar que la miraba pero sentía que era diferente.
—Fue un gusto conocerte.
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Remus tomó un último sorbo a su bebida, algunas chicas lo perseguían pues era el "nuevo" en el lugar.
Pero el solo miraba a ella.
Cada paso.
Cada movimiento.
Cada gesto.
—Atención, es hora del baile, los invitamos a pasar al centro con su pareja— añadió un guardia, muchos pasaron, algunas chicas esperaban a ser invitadas, James y Sirius invitaron a las primas de la Reina, ellas estaban encantadas.
—¿Te quedaras ahí?— le habló a su padre, el solo miraba alrededor
—Nunca me ha gustado bailar
—Y eso que eres el mejor haciéndolo, todo porque tu madre te enseñó— el sonrió al recordar cuando bailaba con su madre.
—A la chica que quiero invitar tiene muchos pretendientes
—Pero no eres como ellos, sabes como caer bien, así que ve por Holy
—Espera, ¿cómo sabes que era ella?
—Soy tu padre, además la ves sin darte cuenta, Remus ella es diferente a todas las chicas, no espera a que alguien la busque para bailar
—¿A que te refieres?
—Hola Holy, ¿No bailará?
Ella sonrió y se quitó los guantes para dárselos a sus damas, Remus la miró sorprendido al ver su mano extendida, el padre sonrió mientras tomaba vino.
—¿Me acompañaría a bailar?
—Su Majestad, perdón por no invitarla primero yo...
—¿Bailas?
Remus tomó su mano y la llevó al centro, todas las miradas cayeron en el, las chicas celosas y los chicos enojados por ser rechazados.
—No haga caso a las miradas, puede ver el techo o el piso
—Mejor la veo a usted— ella sonrió, Remus tomó su cintura para pegarse más a ella
—Dos cosas; diríjase hacia a mi como Holly, odio que me digan usted porque porque tengo 20 años y la segunda es que usted baila muy bien
—Muchas gracias...Holly, entonces soy mayor que usted, por meses quizá
—Cumplo años en 5 días, quisiera viajar y no hacer fiesta
—¿Y porque no lo hacen?
—Todos aquí me han visto crecer, una fiesta es la mejor opción— ella frunció el ceño.
—¿Quiere salir de aquí?
—¿Perdón?
—Ven
La jaló rápidamente mientras los guardias estaban distraídos, salieron al jardín de atrás y se dirigieron a un quiosco.
—Mi madre no le hubiera gustado verme con un chico a solas.
—A mi madre no le gustaría saber que yo fui quien la llevó lejos de los demás— los dos rieron. Ella se apoyo en el barandal, mirando muchos peces que habían en los estanques.
—¿Eres feliz?
Remus pensó, no esperaba esa pregunta.
—Bueno, creo que nadie es feliz al 100%, unos nos preocupamos por cualquier cosa, nos estresamos o vivimos vacíos.
—Yo soy la prueba, tengo todo y podía pedir más pero no me hace muy feliz
—Yo creo que eres fuerte, querida Reina.
Ella sonrió
—¿Intentas coquetear?
El sonrió y miró el cielo, la miró de manera coqueta, su inocente rostro se había desvanecido
—Mis hermanos querían jugar una apuesta, si conseguía una cita con usted me darían lo que yo quisiera
—¿Y tiene en mente que quiere?
—Para nada, tal vez que me dejen de molestar todos los días— ella rió
—Bueno dígale que consiguió una para ganar, ni sabrán cuando será
Remus se puso enfrente de ella, lo miró sin decir nada.
—¿Y si quiero invitarla a salir de verdad?
Ella se sorprendió, miró el suelo apenada y con una sonrisa.
—¿A donde me llevará?
—A cualquier lugar fuera del castillo.
—Suena interesante.
—Tu eres muy interesante— habló, tomó sus manos y las acarició— Es muy rápido y hasta yo mismo me contradigo. Comenté que no saldría con alguien si no la conozco pero yo quiero empezar a conocerla
—Deseo lo mismo
El sonrió, le dio un beso en sus manos y ella sonrió.
Se miraban con tanta pasión y admiración, ¿estaban destinados a estar juntos?