Regina tomó su bolsa, y salió muy a prisa, se cruzó con la recepcionista quien iba a decirle algo pero al verla así no pudo hacerlo, llego hasta el estacionamiento de la constructora, se subió a su auto y salió del edificio.
Miranda estaba en la enfermería de su escuela, se veía muy mal.
Enfermera: ¿pudo hablar con sus padres?
Miss: si, acabe de hablar con su mamá ya viene en camino.
Miranda tenía sus manos apretando su estómago y se quejaba de un fuerte dolor.
Miranda: me duele, me duele mucho.
Miss: tranquila, tu mamita no tarda en venir.
Miranda: quiero ver a mi papito.
La miss vio con preocupación a la niña.
Miss: ¿cree que sea algo de cuidado?
Enfermera: no lo sé, es mejor que la vea un médico, tiene fiebre y eso no me gusta.
Miss: a lo mejor es un resfriado.
Enfermera: ese dolor de estómago de un momento a otro es extraño me preocupa, puede ser algo de cuidado.
Regina conducía lo más rápido que podía, mientras lo hacía no dejaba de sentirse nerviosa, y pensar lo peor.
Así que usted es Daniel García, el recomendado de Lorenza- dijo una mujer de unos 40 años-
Daniel: así es, mucho gusto.
Daniel estiro su mano, la mujer la estrecho.
Ximena: mucho gusto.
Daniel: igualmente.
Ximena: su currículo es perfecto, es usted la persona idónea para este cargo.
Daniel: ¿de verdad?
Ximena: por supuesto, Lorenza me hablo de su buen desempeño en la constructora de su esposo, esa referencia más los cargos que ha desempeñado con anterioridad son suficientes para confiar en sus capacidades , ¿Cuándo puede usted empezar?
Daniel: mañana mismo si es posible.
Ximena: me parece bien, esta tarde me encargaré de su contrato, y mañana a primera hora nos veremos para firmarlo.
Daniel: claro.
Daniel sentía sentía que las cosas iban mejorando; al salir del lugar llamo a Lorenza.
"Lorenza: ¿entonces te aceptaron?
Daniel: si señora, muchas gracias.
Lorenza: no es nada, espero que disfrutes de tu nuevo trabajo.
Daniel: ¿puedo preguntarle por ellas? ¿Cómo están?
Lorenza: Regina está en el trabajo y Miranda en la escuela, en un par de horas estarán en la casa para comer.
Daniel: ¿puede darles un beso de mi parte?
Lorenza: por supuesto."
Regina llego a la escuela.
Miss: señora, que bueno que vino.
Regina: ¿Qué fue lo que paso?
Miss: pues deje a la niña con la psicóloga y unos minutos después ella fue a buscarme, al parecer la pequeña empezó a quejarse de un fuerte dolor de estómago.
Regina: ¿Dónde está?
Miss: en enfermería, venga conmigo.
Cuando Regina entró a la enfermería vio a su pequeña acostada en una camilla quejándose de un dolor, se acercó, le beso la frente.
Regina: aquí estoy mi amor.
Miranda: mamita.
Regina: tiene mucha fiebre.
Enfermera: ya le di un jarabe, en un rato le bajara, sin embargo, le aconsejo que la lleve con un doctor de inmediato.
Regina: si, es lo mejor.
Regina cargó a su hija en sus brazos, la miss le llevó sus cosas hasta la camioneta, acostó la niña en los puestos de atrás y condujo hasta la clínica.
Regina: vas a estar bien.
Miranda guardaba silencio, su mirada seguía triste y se veía muy débil.
Daniel regresó al departamento para darle la buena noticia a su madre.
Alicia: ay hijo, te dije, Dios aprieta, pero no ahorca, puedes ver que las cosas buenas empiezan a sucederte.
Daniel: solo recuperare mi felicidad cuando tenga a mi lado a mi esposa y a mi hija.
Alicia: ese momento va a llegar muy pronto ya verás.
Sofia regresó a su departamento, el comportamiento de Daniel y Gabriel en la mañana le había afectado mucho, por su embarazo sus malestares la hacían sentirse mucho más vulnerable; estuvo un buen rato en el baño vomitando sin tener a su lado a alguien que la apoyara.
Regina llego a la clínica donde trabajaba su hermana con su hija en brazos.
Regina: por favor, ¡ayúdenme mi hija tiene mucha fiebre!.
Una enfermera corrió a su llamado.
Enfermera: ¿comió algo?
Regina: no lo sé, vengo de su escuela.
Enfermera: por favor deme a la niña, la llevare para que la revisen.
Regina: yo voy con ella.
Enfermera: lo siento, pero debe registrarla primero, llenar unos datos importantes, comentar los síntomas que tiene y cuando lo haga podrá acompañarla.
Regina dudó un segundo, pero terminó por darle a la niña, estaba muy preocupada; hizo el registro y espero unos minutos que para su angustia sentía como si fueran horas.
Gabriel pasó por la zona de urgencias y al verla se acercó.
Gabriel: ¿Regina? ¿Qué haces aquí?
Ella se dio la vuelta y al verlo le dio una espantosa mirada.
Gabriel: sé que estas muy enojada, pero dime que pasa, ¿en qué puedo ayudarte?
Regina: no necesito nada de ti, aléjate de mí.
La enfermera salió.
Enfermera: Doctor, que bueno que lo veo, acaba de ingresar una niña de 5 años, tiene mucha fiebre y se queja de un fuerte dolor abdominal.
Gabriel volteó a ver a Regina.
Gabriel: ¿es Miranda?
Regina asintió muy seria.
Regina: necesito ver a mi hija.
Enfermera: podrá hacerlo después de que el doctor la revise.
Regina: por amor de Dios, es muy pequeña y esta asustada no puedo dejarla sola.
Gabriel: puedes pasar.
Enfermera: pero doctor, eso no es posible, se salta el protocolo de ingreso de pacientes a urgencias.
Gabriel: bien, asumiré el riesgo, acompáñame.
Regina entró con Gabriel a la sala de urgencias y vio a su pequeña acostada en la camilla.
Gabriel: Hola Miranda, ¿te acuerdas de mí?
Miranda, aunque seguía quejándose del dolor y tenía un mal semblante asintió con su cabeza.
Gabriel: voy a revisarte.
Gabriel sacó su fonendoscopio y empezó a revisarla detalladamente, le tomó signos vitales, temperatura, a medida que lo hacía le dictaba a la enfermera sus observaciones.
Gabriel: bien, voy a tocar tu barriguita, me avisas donde te duele.
Al hacerlo, la niña pego un grito de dolor.
Regina la tomó de la mano.
Regina: tranquila mi vida, no me voy a separar de ti.
Gabriel: vamos a inyectarle un medicamento para bajar la fiebre, y a sacarle una ecografía.
Regina: ¿es algo grave?
Gabriel: podría tratarse de una simple indigestión, pero antes de suponer prefiero agotar todas las pruebas necesarias para descartar todas las posibilidades.
Regina: ¿puedo ir con ella?
Miranda: mamita, no me dejes solita.
Gabriel: tranquila, no te preocupes, tu mamita se va a quedar contigo todo el tiempo.
La enfermera y una auxiliar se llevaron Miranda y Regina, Gabriel aprovechó para hacer una llamada.
"Gabriel: ¿Daniel? que bueno que me contestas.
Daniel: ¿Cómo estas?
Gabriel: bien, te llamo por que necesito que vengas a la clínica.
Daniel: no estoy de ánimos para charlar, discúlpame será otro día.
Gabriel: no necesito que vengas por mí, sino por tu hija, está enferma.
Daniel: ¿Qué dices?
Gabriel: así como oyes acaba de entrar por urgencias...
Niñas feliz año🥳, que este 2022 venga cargado de enormes sorpresas y bendiciones para todas y que por fin le demos fin a esta historia 🤭gracias una vez más por su paciencia con cada capitulo y sus comentarios positivos.