¿Por qué tenia que soltarse a llorar delante de Yoongi? No podia esperar a que este se fuera a su habitación y entonces soltarse a llorar por lo que tenia, por lo que no tenia. Se escucho callar así mimo cuando los labios del alfa se unían a los suyos, siempre lo iba a calmar de la misma manera, entonces si era así procuraría llorar más seguido.
Podia sentir el peso de Yoongi encima suyo, tratando de no soltarse por completo, de a todo momento cuidarle, también podia sentir la mano de este subir por su costado, subiendo y bajando lentamente, como si a ratos le diera consuelo, como si en otros disfrutara lo que estaba haciendo. De sus labios paso a su cuello y ahí se interno besando y mordiendo tan lento que Jin se llego a sentir de cristal frágil siendo tocado por una suave brisa de verano.
Le encantaba sentir la atención del alfa solo para él, le encantaba sentir que sus besos solo le pertenecían a este y que cada una de sus caricias solo iban destinadas para él, las manos del alfa se detenían de golpe sobre su vientre, al igual que su mirada buscaba la suya.
-Me encanta como te ves - confeso - eres adorable moviéndote por toda la mansión con algo de dificultad.
-Eres un mentiroso - respondió Jin tomándose el atrevimiento de acariciar la obscura cabellera del alfa.
-Después de que nazca Jungkook me encargare de que tenga un hermanito lo antes posible - Jin rio ante esto - no te costaba nada sonreír. Me encantaría que terminaras de entender que solo tengo ojos para ti. ¿Qué parte de eres mi prometido y futuro esposo no entiendes?
-Que nadie de buenas a primeras acepta a un omega preñado en su vida y lo llama futuro esposo, y menos en las circunstancias en como llegue a tu vida. Eso es lo que me encantaría entender.
-Me creería si te digo que me enamore de ti la primera vez que te vi, como en las historias de predestinados.
-Eso no existe.
Yoongi se acomodo al lado de Jin abrazándolo sin importarle lo sonrojado que este se estaba poniendo, le encantaba la cercanía del alfa.
-Un día cuando era niño leí una historia del por que los predestinados existes y nosotros solo le cambiamos el nombre de predestinado a enamorado. No somos lo suficientemente valientes para aceptar que existe un destino al que tarde o temprano debemos de enfrentar, tenemos miedo a entregar nuestro corazón por completo por que es más fácil caminar en la incertidumbre del no saber por si no llegamos a dar con nuestra mitad. No nos gusta ser decepcionados ni lastimados por que tal vez no todos tengamos la suerte de hallar a ese ser especial.
-Lees mucho y eso no esta bien, te hace pensar que ahí más cuando tal vez no sea así. Además eso que dices no da respuesta a mi duda.
-Acabo de confesarte que eres mi predestinado.
Jin lo volteo a mirar incrédulo "acabo de confesarte que eres mi predestinado" esa frase la habia escuchado antes. Un beso se estampo en su frente en respuesta de cualquier otra duda que pudiera tener. Los predestinados no existían y él lo sabia, pero ya no hablo más solo se hundió un poco en el pecho de Yoongi, le gustaba estar tan cerca de este, sentirse querido, consentido que fácilmente podia olvidar el mal rato vivido un par de días atrás.
-Voy a demostrarte que tu lugar es junto a mi Jin, lo prometo.
Aquella noche durmió entre los brazos de Yoongi, un sueño tan profundo y acogedor por tenerlo a su lado respirando su aroma que ni siquiera noto cuando este se levanto de su lado en cuanto amaneció, solo supo que el suéter que usaba como pijama amaneció tendido sobre de él.
Jin sonrió al verlo y no dudo en ponérselo, tener algo del alfa le hacia una ilusión enorme, se sentía como si acabara de recibir el obsequio que tanto habia esperado.
-Hola - la voz cantarina de Jimin anunciándose antes de abrir la puerta y aparecer este con Yoongi detrás.
-Hola - saludo Jin de mejor humor que el día anterior.
-Puedo saber si se te antoja algo en especial de la calle, lo conseguiré para ti luego del trabajo - anuncio Yoongi sonriendo y ciertamente orgulloso de ver su suerte en Jin.
-Pan - respondió este sin pensarlo mucho - por favor, tiene días que tengo antojo de uno.
-Ok, entonces eso será.
-Y tal vez podrías . . . - dudo - me gustaría cambiar mi cabello a otro color, quizá negro.
Yoongi sonrió ante esto - Me gustan los chicos de cabello obscuro.
Fue lo ultimo que menciono antes de salir al trabajo y dejarlo con Jimin quien ese día en especial lucia feliz, mirando de vez en cuando su celular y sonriendo ante este, Jin quería saber pero no se atrevía a cuestionarlo, no eran tan amigos como para contarse sus cosas y dudaba que quisiera hacerlo, Yoongi ya le habia dejado en claro la relacion que tenia con este y dudaba sinceramente que se tratara de él alfa enviándole algún tipo de mensaje, eso lo llevo a recordar que quería indagar más en el pasado de Yoongi.
-¿Puedes decirme como usar el internet en el celular? Se usarlo en la computadora y no se si sea lo mismo -añadió rápidamente no quería sonar como un ignorante, por que no lo era, simplemente los celulares y él no iban.
-Claro - contesto sonriendo - dime que deseas buscar y lo busco por ti.
Tal vez no debía decirlo, pero al final de cuentas no es como que las cosas en internet sobre Yoongi no las tuviese al alcance todo mundo, no era como que escondiera algo mayor.
-Quisiera leer sobre . . . Yoongi - dijo al fin.
Jimin no hizo más preguntas busco en el celular de Jin lo que este le pedía y se lo paso, ahí habia varios artículos de este y del imperio de los Min, aunque habia uno en especial que le llamo la atención y comenzó a leer.
Describía la dura vida de Min Yoongi como el único heredero de los Min, del como su padre le exigía ser el mejor en todo y que siempre tenia que estar a la alta en las expectativas que este tenia para con él, en pocos palabras la perfección no era suficiente para que el señor Min viviera complacido con su único hijo. Y pensar que él era ahora el prometido de aquel hombre perfecto, debía imaginarse lo frustrado que debía de estar Yoongi ante aquello, Jin sabia que se sentía no ser suficiente para tus padres y que todas las expectativas puestas sobre de ti se fueran a la mierda por el simple hecho de ser omega y ahora el peso que el alfa llevaba sobre sus hombros debía ser un tanto mayor.
Suspiro sabiendo que ahora él mismo estaba logrando un disgusto entre padre e hijo, todo un escandalo seguramente solo por estar preñado, sonrió irónico tal ves era el karma alcanzando por fin al viejo alfa perfeccionista.
-¿Necesitas algo? - preguntaba Jimin sacándolo de sus pensamientos - iba a bajar a la cocina, Woozi ya debió de llegar.
-Solo café, oye Jimin . . .
-Dime.
-El señor Min es muy duro con Yoongi.
Un suspiro surgió del pecho del pequeño omega era por que esperaba la pregunta o por que no podia cree lo evidente de la situación penso Jin viéndolo regresar a su lugar a sentarse a su lado.
-Yoongi es quien tiene toda la responsabilidad de la compañía sobre sus hombros ahora y no solo eso si no que debe dar el ejemplo a la sociedad de ser un alfa en toda las extensión de la palabra, con valores, noble, inteligente, educado, no puede darse el lujo de cometer un error y si lo hace este debe enmendarlo al instante.
-¿Cómo la pelea que tuvo con Kim Taehyung? - ironizo.
-Como esa pelea donde no fue el responsable, pero si, los errores los paga caro al menos ante su padre.
-¿Qué ahí de mi? Soy uno de esos errores.
Jimin negó con la cabeza - Tú eres el omega que eligió para pasar su vida, en eso nadie se puede meter.
-El omega que eligió eso . . . no termino de créemelo ni de entenderlo.
-Predestinado.
Menciono el omega antes de salir de la habitación, ya no tenia caso que Jin continuara atormentándose con lo mismo. Voto el celular aun lado recordando al momento que Yoongi tenia unos cuantos libros en su habitación, esta estaba al lado así que no tendría tanto problema en ir por unos cuantos antes de que su niñero estuviera de vuelta.
Se encamino a la habitación tan rápido como su cuerpo se lo permitía, pensando en que con suerte podría moverse libremente en unos cuantos días, eso si nada de esfuerzos, ya habia tenido suficientes sustos como para arriesgarse. Llego a la habitación hallándola abierta como lo tenia esperado encaminándose hasta el pequeño librero a un lado de la cama, aun le resultaba increíble que el alfa tuviera una biblioteca y aun así existieran varios libreros en otros lados. Tomo una copia de orgullo y prejuicio, una de la divina comedia y cuando estaba por dar la media vuelta lo vio, una copia del principito más desgastada y vieja que la que él tenia en su habitación. Era tan extraño dos copias del mismo libro, aunque este tenia algo que se le hizo familiar, lo tomo llevándoselo con los otros dos y cuando ya estaba en la puerta su maldito lobo lo obligo a regresar por una camisa del alfa que este habia dejado sobre su cama, esa y dos chocolates de su cajón volviendo ahora si a su habitación donde Jimin ya le esperaba con el desayuno listo.
-Busque algo para leer - comento mostrando los libros y volviendo a su cama, donde coloco cuidadosamente la camisa del alfa a un lado y escondiendo los chocolates de la vista de su cuidador.
-Que lindo - señalo Jimin la prenda de vestir de Yoongi - ya estas haciendo tu nido.
-No, eso de hacer un nido en definitiva no es para mi.
-Como digas - comento Jimin lanzando una sonrisita.
Claro que no estaba haciendo ningún nido, la ropa de Min solo le habia llamado irresistiblemente la atención, era así de simple. Decidió desayunar en silencio hojeando los libros que habia traído para distraerse, ya los habia leído otras veces así que solo se detenía en las partes interesantes de estos, para cuando acabo con ambos se giro en dirección a la copia del principito, no es que no hubiese terminado de leer su copia era la simple curiosidad de que ese libro en especial tenia algo que le atraía vivamente.
Sus ojos se llenaron de lagrimas en cuanto observo la primera pagina y ahí con garabatos se encontraba escrito un nombre que hasta el día de hoy se resistía a repetir, si quiera a pensar, por el sencillo hecho de que si lo repetía sabia que nada de lo vivido en aquel campamento habia sido un sueño, que él no habia faltado a su promesa de esperarlo, simplemente que Suga nunca habia estado en su vida.
Él tierno alfa que habia robado el corazón de Jin durante su infancia y que aun de mayor se resistía a salir con alguien con la esperanza de que este apareciera en su camino nuevamente y cumpliera aquella promesa que ambos se habían realizado un día antes de que Suga volviera a casa por asuntos familiares.
"-Acabo de confesarte que eres mi predestinado, Jin lo se, aquí en mi corazón mi lobo me lo dicta a gritos, así que me esperaras y cuando seamos mayores iré hasta donde estés y nos casaremos"
Las palabras de un niño de doce años dichas a otro de diez, en su momento pesaron tanto en Jin que respeto aquella promesa por años, incluso fue una de las razones por las cuales decidió mudarse a la ciudad y estudiar la universidad en ella, tenia una pequeña esperanza de hallar a Suga en alguna de las esquinas de la gran ciudad, pero pasaban los días y aquello nunca sucedió y para cuando Taehyung llego a su vida esa esperanza ya se estaba extinguiendo. Durante cuantas noches no le dedico sus sueños, sus anhelos, sus pensamientos de una vida junto al único alfa que le habia hecho ver lo bonito que era ser un omega, sabia que con él las cosas habrían sido tan distintas, como la vida de un varadero príncipe.
Pero por que Yoongi tenia aquel libro. ¿Cómo era que este habia llegado a su poder? Y cuando volteo la pagina no supo si reír o continuar llorando por lo que estaba ahí, "propiedad de Min Yoongi el gran Suga".
Maldita sea era él, Yoongi era él eso era tan increíble, ese lindo alfa del campamento de su infancia y el poderoso empresario Min Yoongi eran la misma persona. Toda su vida supo que Suga no era un nombre claro estaba, pero nunca se detuvo a preguntárselo, prefería pasar el tiempo hablando de otras cosas, hablando de su futuro, escuchándole alagar lo buen omega que seria que nunca lo pregunto. Y su aroma , en aquellos años no estaba tan marcado como lo estaba ahora, sin contar que. . . ¿Cuántos alfa podrían oler a café? Hasta ahora solo Yoongi. Era un tonto, tan distraído de no ver lo evidente, de no podia creer que la persona que estaba llamando con el pensamiento todos esos años ahí estuviera, frente suyo.
Pero Suga era tierno, divertido, fantasioso en cambio Yoongi, Yoongi era todo un alfa en la extensión de la palabra, al principio lucia serio, incluso frio aunque ya llegando a conocerle mejor era todo lo contrario amable, sencillo. No se culpaba por no haberlo reconocido antes, los niños de doce años no suelen ser los mismos que los hombres a los veintisiete años, sin embargo ahí estaba.
Habia cumplido su promesa, al final de todo lo habia ido a buscar y lo habia encontrado y ahora . . .estaban juntos como lo dijo de niños, eso explicaba tantas cosas, el por que lo acepto a cambio de una estúpida deuda con apenas haberlo visto un par de veces, las fotografías escondidas, las palabras que le decía, pero ¿por que no se lo conto desde un principio? ¿Por qué callarlo cuando era más que evidente que él si habia hecho lo imposible por tenerlo a su lado?
Quizá era simple y sin tanto drama de por medio, él tenia la certeza de que Jin lo reconocería en cuanto lo viera y eso no paso, y ahora esperaba a que lo recodara. Tonto Jin se maldijo mentalmente al no notarlo, aunque como hacerlo si habían pasado tantos años, pero ahora que ya lo sabia todo cambiaba. Además se habia enamorado de Yoongi sin saber que era él, lo que le indicaba una cosa en verdad podría ser cosa del destino.
Una sonrisa se dibujo en su rostro al instante, sintió como la calma, sintiéndose el omega más afortunado del mundo.
-¿Estas bien? - preguntaba Jimin seguramente por estar viéndolo llorar.
-Si, muy bien - dijo continuando con su inspección a aquel maravilloso libro.
Todo el día lo vio riendo con lo que contenía escrito en cada margen o pie de pagina, algunas hacían referencia a él, Jin el omega más hermoso o Jin el bonito omega que será mi novio; cada frase le sacaba una sonrisa, cada una le traía un dulce recuerdo y sabia que la espera para que Yoongi llegara del trabajo seria eterna.
El olor a café inundaba la nariz de Jin indicándole que los pasos que se acercaban por el pasillo eran de Yoongi quien se asomaba por la puerta a los pocos segundos, llevaba consigo una gran bolsa de pan; ahí estaba su alfa después de un largo día de trabajo pensaba Jin inflando el pecho lleno de amor por este.
-¿Cómo te haz portado hoy? - pregunto el alfa deteniéndose en el marco de la puerta como ya le era costumbre -hoy si te duchaste.
-Tu niño se ha portado muy bien Yoongi - comento Jimin levantándose de su lugar - incluso me llamo con un lindo apodo.
No podia negar su buen humor, Jimin tenia la complexión pequeña de un lindo omega, así que lo habia llamado Mini mientras le ayudaba a bañarse, era increíble como cambiaba la perspectiva de las personas cuando su entorno lo hacia.
-Mini se tiene que ir - anuncio Jimin tomando sus coas y despidiéndose de ambos con una dulce sonrisa saliendo en busca de Seokmin para que lo llevase a casa.
Tenia que decirle de alguna manera que ya lo habia descubierto que ya sabia quien era en verdad, que le agradecía por haberlo buscado todo ese tiempo, pero no tenia idea de como.
Yoongi entro a la habitación sentándose al lado de Jin y colocando la bolsa de pan en sus piernas.
-No tenia idea de cual traerte así que te traje varios - explicaba clavando sus ojos sobre la camisa de este al lado de Jin, sin mencionar que el omega aun traía puesto aquel suéter, que por alguna extraña razón se negaba a abandonar.
-Gracias - comento echándole un vistazo a lo que le habia traído.
-El tinte esta ahí también, ¿quieres que te tiña el cabello?
-¿Lo harías?
-Por que no, es una linda manera de formar recuerdos, pero te tendrás que quitar mi suéter o de lo contrario se manchara.
-No, es mío - dijo haciendo un puchero cual niño consentido a lo que Yoongi comenzó a reír.
-Prometo prestarte otro, anda vamos.
Jin saco el tinte del fondo de la bolsa de pan al mismo tiempo que tocaban a la puerta entrando un escandalizado Woozi.
-Tu padre esta abajo Yoongi - anuncio.
Pálido el alfa volteo a mirar a Jin levantándose al ínstate de su lado - Iré a verlo, te prometo que no tardo Jin.
Dicho esto salió tan rápido que parecía que se iba a lanzar a correr en cuanto estuviera en el pasillo.
-¿Sabes que desea? - pregunto a Woozi.
-No, pero no te preocupes Jin deben ser cosas de la empresa.
-Él padre de Yoongi . . . no le agrado.
-Descuida, él señor Min es así, no tienes por que preocuparte.
Claro que se preocupaba, un alfa con el mando del señor Min era algo que no se podia pasar fácilmente por alto.
Espero unos veinte minutos los cuales se le hicieron eternos para que por fin Yoongi regresara a su lado con el rostro dejando ver su mal humor.
-¿Paso algo Yoongi? - quiso saber para ver si existía algo en que poder ayudar.
-Nada grave, solo cosas de la compañía, descuida, ¿aun quieres que te tiña el cabello?
-¿Seguro?
-Mi padre solo viene por cosas referentes a trabajo, y cuestiones de la familia que llegan a perjudicar el apellido. Hoy vino por negocios - lanzo un suspiro - vamos Jin quiero ver como lucirás.
-¿No me menciono? - pregunto preocupado, no quería ser el causante de alguna fractura familiar.
Yoongi no necesito hablar su rostro respondió a la pregunta hecha por Jin, inmediatamente se puso serio y sus ojos se volvieron fríos, ausentes.
-Lo que tu y yo hagamos no es su problema. -contesto después de un rato - Además en un par de semanas más anunciaremos la fecha de nuestra boda.
-¿Yoongi?
-Mi padre no se opondrá, no luego de lo hablado hoy.
-No quiero que pelen por mi culpa.
La sonrisa en el rostro de Yoongi apareció, para luego tocar el rostro de Jin tiernamente.
-No te preocupes por mi, estoy bien siempre y cuando tu estés aquí. Anda vamos para cambiarte el tono de cabello.
Jin obediente se levanto dejando caer la copia del libro del principito a pies de Yoongi, este de inmediato se agacho a recogerlo poniendo los ojos como plato para luego voltear a mirar a Jin.
-¿Donde lo encontraste? - pregunto con un hilillo de voz - creí que lo habia guardado . . . ¿entraste a mi habitación?
Jin asintió lentamente sin tener idea de como reaccionar a continuación, estaba seguro que quería lanzarse a los brazos y decir que habia descubierto todo.
-Querías viajar como el principito, conocer el mundo y yo te encontraría en uno de tus tantos viajes para que volvieras a casa a mi lado y casarnos; ¿lo recuerdas?
-Cada palabra Suga.
Una sonrisa se extendió en el rostro del alfa quien miro el libro por unos instantes más para luego dejarlo a un lado y voltear a mirar a Jin.
-Lamento haberte encontrado un poco tarde, pero es que la vida también me reservo muchas sorpresas y no logre llegar a tiempo.
-Ya estas aquí, ¿no?
-Lo siento.
Los brazos de Yoongi lo rodearon al mismo tiempo que Jin le devolvía el abrazo notando que una vez más lloraba, era inevitable no hacerlo, estaba ahí, junto a él, aquel alfa que lo enseño lo hermoso de ser omega, que le hizo una promesa y se la cumplió, si a eso se le sumaba que como Yoongi ya estaba realmente enamorado de él, ahora que este también se trataba de Suga el alfa que espero tantos años . . .
-¿Por qué no me dijiste que eras tú todo este tiempo? - pregunto Jin buscando el rostro del alfa.
-Por que tenia una leve esperanza de que me reconocieras, que alguna de mis palabras despertara algún recuerdo . . . no sabia si aun pensabas en Suga, después de todo éramos unos niños, unos niños hablando de sueños imposibles en una vida de inseguridades y malas sorpresas. . . además tenia la incertidumbre de que tal vez me rechazarías.
-Perdí la esperanzas de dar contigo cuando conocí a Taehyung - confeso Jin - pero eso no quería decir que te olvidara, no por completo. Me preguntaba como será la vida si Suga hubiera vuelto, si nada de lo que me toco vivir hubiera pasado por que él no lo permitiría y . . .
-Lo lamento - dijo una vez más besando su frente - en verdad que desee ir por ti antes que él pero no me fue posible. Así que cuando vi la oportunidad de tenerte la tome, aun cuando no fuera la mejor forma, aun cuando me arriesgaba a que posiblemente me odiarías por tratarte como una moneda de cambio y no como lo prometí. No salió como lo planee, solo . . . terminamos lastimándote, pero lo compensare, lo juro.
GRACIAS POR LEER 💜💜💜