Se Paciente Conmigo |TERMINAD...

By Demitae_6

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1ER LIBRO La vida de Elizabeth Aydin cambia de manera drástica, cuando conoce a Ahmed y Baadir, dos millonari... More

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EPÍLOGO

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By Demitae_6

BAADIR GIRAY

Apenas Ahmed se va con Eli, entro a la farmacia y me dispongo a llamar a mi padre para pedir un poco de su ayuda. Omito la actitud que ha tenido Ahmed todo este día, para centrarme en lo que le voy a pedir a mi padre, pero me es casi imposible creer que ese imbécil esté mostrando rastros de emociones cuando antes nunca lo hacía.

«Supongo que no lo hacía solo conmigo.»

—¿Diga? ¿Quién llama y cómo consiguió mi número?

— Soy yo padre, te llamaba para pedirte un favor.

—Lo sabía, sabía que no podrías cumplir con tu famosa venganza, pero no te preocupes, hoy mismo contrato a alguien para que mate a ese estú...

—No, no, no me estás entendiendo solo quiero pedirte algo, pero mis planes siguen en pie y van bien.

—¿Y qué necesitas? —Suelta un bufido, demostrando lo cansado que está.

—Solo necesito que contactes con Kiral, el asistente que despedí, no recuerdo su número, pero quiero que lo contrates y lo mandes para acá.

— Como siempre tu padre un paso adelante, él ya debe estar llegando al pueblo, lo contraté porque ...

—Espera ¿Lo contrataste? ¿Por qué? — pienso rápidamente y caigo en cuenta en algo — No me digas que él es quien te tiene informado de todos mis pasos.

—No, no es él, lo contraté porque Faruk me dijo que posiblemente Ahmed va a regresar a Turquía y no quería que tú te veas perjudicado al perderlo como asistente.

«Al fin una buena noticia.»

—¿Es algo seguro que se vaya? — pregunto desconfiado pues no quiero hacerme ilusiones.

—No lo sé, pero es obvio que, de haber alguna posibilidad de regresar a Turquía, Ahmed no se lo pensará dos veces y se irá.

—Bueno, bueno, eso es lo de menos, entonces Kiral ya debe estar llegando al pueblo, gracias, papá por tu ayuda, ahora debo irme. — hago el intento de colgar, pero su voz me detiene.

—Espera, espera, quiero que sepas que lo que dije en la carta era verdad, te tengo vigilado y espero hagas las cosas bien, porque si no veo algún progreso en 3 semanas como máximo, créeme que iré yo mismo y cobraré la venganza ¿Entendiste?

—Sí padre, adiós. — cuelgo de inmediato.

Al salir de la farmacia empiezo a replantearme algunas partes del plan que tengo, pues sin duda Elizabeth me ha caído muy bien, y no quiero que la maten, pero en caso de ser necesario tendrá que ser así. Además, no tengo mucho tiempo, pues debo hacer que Emir se gane la confianza de Eli y se comprometan y mientras tanto yo le sigo endulzando el oído con palabras dulces que le gustan para después usar todo eso a mí favor.

Al cabo de un momento llego a la estación de policías que me trae malos recuerdo, sin decir nada paso inmediatamente a donde recuerdo era la oficina del imbécil de Emir. Cuando estoy por abrir completamente la puerta que se encontraba a medio cerrar, escucho 2 voces conocidas, la primera es la del imbécil y la segunda es de... ¿De Issadora?

—Pero no lo entiendo ¿Por qué no puedes pedir mi mano? — solloza Issadora — Tú me quieres a mí, los tiempos han cambiado y si tratas de persuadir al alcalde, tal vez no te hagan nada.

— Ya dije que no, además ¿Qué pasaría con Elizabeth? De seguro ella no se salva del castigo y podría terminar muerta.

—¡¿Te preocupa más lo que le pueda pasar a ella antes que mi felicidad?! — dice indignada.

—Si, de hecho, si, sabes muy bien que tu solo eres su suplente hasta que nos casemos, lo cual será muy pronto. — escucho una bofetada.

«Así que no solo yo soy el maldito que juega con las mujeres, ahora veo que tengo competencia.»

—No vuelvas a ponerme una mano encima Issadora, porque créeme, puedo olvidar todo lo que hemos hecho y hacerte pagar como mereces por tu osadía ¿Entendido?

Escucho a Issadora romper a llorar y decido abrir un poco más la puerta para presenciar esta escena de telenovela.

«En algo tengo que entretenerme ya que no hay televisión.»

— Ya, deja de llorar, si lo vas a hacer ve a tu casa porque aquí me estás estorbando. —se levanta.

—E-es que no lo entiendo, te he dado todo, hasta mi pureza y aun así la sigues eligiendo a ella ¡¿Qué tiene de especial, dime?! —Emir la ve sin inmutarse y pienso que no le va a decir nada.

—No quisiera hacerte daño, pero para que conozcas tu lugar te lo voy a decir. — acerca su cara a la de Issadora, como si la fuera a besar — Ella, es la mujer más hermosa de Kriana, cosa que tú no eres, ni siquiera te le pareces aun cuando eres su hermana; ella es muy inteligente, cosa que claramente tampoco eres porque después de haberte dejado sin tu pureza ¿Crees que alguien te querría? Fuiste demasiado ingenua cariño.

Issadora intenta darle otra cachetada, pero se detiene, tal vez recordando la amenaza anterior.

—Entonces si crees que ella es la mujer perfecta ¿Por qué acudiste a mí? — ríe sarcástica — No te mientas querido, yo soy mejor que ella, por eso me buscaste, yo te doy lo que ella no te quiere dar y ahora estás coladito por mí, pero te haces de rogar.

— Bueno, tienes razón — Issadora sonríe triunfante — tú me das lo que ella no puede darme ahora, porque como te digo, hasta para eso es más inteligente y no una regalada como tú que se acuesta con el primero que le hable dulce al oído.

—¡Eres un maldito! —solloza «Dios esta mujer parece loca cambiando de ánimo demasiado rápido» — Te he dado todo de mí y a cambio no he recibido nada, ni siquiera el gusto de ver la cara de esa idiota si se enterara que la hemos engañado desde siempre.

No me sorprendo, pues recuerdo claramente que el pueblerino que estaba conmigo en la celda me contó que los había visto engañando a Eli, pero no sabía que desde siempre. Emir es un maldito, e idiota por haberlo hecho con la hermana de Eli.

—Y te quedarás con las ganas, porque si no...

—¡Ya me cansé! Ahora mismo se lo voy a decir a ella y a todo el pueblo y todos tus planes de boda se irán por la borda, todo se irá a la borda y me regocijaré sobre la tumba de ella y sobre tu orgullo que será pisoteado por el pueblo.

—Hazlo —Emir alza los hombros — total, puedo irme del pueblo y comenzar de 0, en cambio tú, estarías manchada, toda tu familia quedaría manchada por la falta que has cometido, sería el hazme reír del pueblo cuando ni siquiera un indigente te quiera tomar como esposa, porque créeme, haré que todos sepan todo lo que hacíamos, haré que tengas vergüenza hasta de salir de tu casa.

«Yo me encargaré de que no puedas empezar de 0 en otro pueblo idiota»

—Eres un maldito, no serías capaz, no lo serías...

—Créeme que, si y lo único que lamentaría de todo esto, es saber que Elizabeth nunca fue mía, que solo probé la imitación barata de su hermana y que aun así siempre me quedé con ganas de más. Pero ya me cansé, vete, no te quiero ver hasta que yo te llame y se te pase ese estúpido pensamiento de que te tomaré como esposa.

—¿En verdad me vas a hacer esto? — lo toma del brazo e intenta besarlo, pero él se aleja.

—No te hago nada, vete ya — se suelta brusco — y te lo advierto, si ella llega a enterarse o a tan siquiera sospechar algo, haré tu vida miserable, incluso si no eres tú la que se lo cuente, te lo juro.

Sin esperar más me doy media vuelta y cuando estoy lo suficientemente lejos espero algún indicio de que van a abrir la puerta para empezar a caminar en dirección a la oficina de Emir y piensen que recién llego.

«Sería el colmo que me descubran.»

Cuando veo a Issadora salir de la oficina con la cabeza agachada, decido hacerme a un lado y dejar que pase para que no me note. Cuando lo hace siento un poco de alivio, pero cuando escucho la voz de ese imbécil me preocupo al pensar que tal vez me descubrió o lo sospecha.

—¿Estabas escuchando?

—¿Qué cosa? —me hago el desentendido —Recién llegué y justo vi salir a Issadora, la hermana de Elizabeth ¿Qué hacía ella aquí? — digo sin hacer notar que escuché todo su estúpido teatrito.

—Nada, no pasó nada, ya sabes, es mujer y se la pasa llorando por todo, pero bueno, entra que quiero hablar contigo.

«Odio que me dé órdenes, pero debo tener paciencia porque luego seré yo quien se las de»

—Entonces ¿A qué viniste?

—Vine a decirte el nombre del tipo que está cortejando a Elizabeth, ya lo averigüé.

—¿Tan rápido? — ríe — eres muy eficiente, esta mañana me lo contaste y ahora ya sabes su nombre, eso es mucha coincidencia ¿no lo crees?

—Si, demasiada, pero tuvo mucho que ver el que haya ido con Elizabeth al voluntariado, ahí me enteré varias cosas, entre ellas, el nombre del tipo.

—Entonces ¿Cómo se llama? ¿A qué se dedica? ¿Dónde lo puedo encontrar?

— Solo se su nombre, es Kiral, dicen que es un tipo que está hospedándose en el pueblo vecino del este, no recuerdo su nombre.

—Kiral, buen nombre para su lápida — dice algo perdido en sus pensamientos — Ahora, si me permites voy a hacerle una visita. —Se levanta y decido interferir.

«Nunca puedo predecir sus posibles reacciones, por eso siempre daña mis planes.»

—Espera, espera, lo vas a arruinar todo y tal vez Eli termine odiándote si le pasa algo a Kiral. — me paro frente a él, cortando su paso.

—No sabes lo que dices, apártate — intenta pasar, por un lado, pero no lo dejo — ¿Acaso crees que ella podría odiarme? No, no lo haría porque está enamorada de mí, así que voy a cortar de raíz este problema.

—Pues no se si creerte, porque por lo que me he enterado puede que no tengas tanta razón.

—¿De qué estás hablando?

—Mira, yo solo sé que ella te tiene miedo —miento — por eso tal vez no te comentó que tiene un nuevo amigo y tampoco creo que te lo diga si la enfrentas, así que, si haces algo contra él, tal vez salga huyendo de ti.

—¿Entonces qué propones? —sonrío al saber que gané esta batalla.

—Propongo que hagas las cosas bien, que no actúes como un salvaje y no vayas a golpearla nuevamente, porque sería el colmo. Además, tanto tú como yo necesitamos que tu compromiso con ella sea lo más pronto posible, nos beneficiaría a ambos.

«Sobre todo a mí, pues ese será tu fin. Te estoy ayudando a cavar tu tumba maldito.»

—¿Entonces? No escucho nada productivo de tu boca, solo descartas mi plan, pero no me das soluciones.

—Bueno, es muy fácil, solo debes ganarte nuevamente su confianza, debes volver a enamorarla, tienes que volverte el hombre más dedicado y cursi con ella hasta que vuelva a confiar en ti y puedan comprometerse.

—Estás loco, yo jamás haría eso —ríe a carcajadas.

—Entonces vete haciendo a la idea de que tu compromiso no sea pronto y quien sabe, tal vez ese tal Kiral se la lleve a la ciudad y créeme, ahí no les interesan sus tradiciones por lo que Eli viviría con él sin el más mínimo remordimiento por dejarte aquí, sin pan ni pedazo.

—¡Estás loco, ella jamás me dejaría! —se levanta de su asiento eufórico— Y yo jamás dejaría que se vaya con otro, la he estado esperando por mucho tiempo como para que otro venga y me la robe. —dice eufórico y molesto.

—Entonces haz las cosas bien, sé que parece una estupidez, pero créeme, yo más que nadie sé que las mujeres caen con "palabras y acciones dulces" — uso las palabras que él utilizó contra Issadora, pero no se inmuta. — Y tal vez, en menos de 2 o 3 semanas la tendrás como tu prometida.

Lo veo debatirse internamente muy concentrado y espero que acepte, pues tampoco quiero que le haga algo a Kiral y me deje sin asistente, lo odiaría porque tendría que buscarme otro y para mí es una pérdida de tiempo.

—Está bien, hagámoslo, pero tendrás que ayudarme porque nunca he sido esa clase de novio que le da cosas cursis a su novia, nunca necesité enamorarla porque ella siempre estuvo perdidamente enamorada de mí.

«Que humilde.»

—Entonces harás todo lo que te diga, deberás seguir al pie de la letra todos los consejos que te doy y ya verás que en menos de 3 semanas la tienes nuevamente "perdidamente enamorada de ti" — lo último lo digo con sarcasmo, pero él ni se da cuenta.

—Está bien amigo, haré lo que digas, pero no hoy, lo haremos desde mañana porque voy a salir con los otros policías ¿Quieres acompañarnos a un bar? — sonríe burlándose de mí — Pero no te preocupes, esta vez no te pasará nada, podrás hacer lo que quieras, estarás exento de cualquier ley.

«¿Amigo? Ni en sus mejores sueños.»

—No gracias, tengo que regresar a casa rápido, porque... porque debo editar algunas cosas del libro para enviarlo mañana a la editorial, ya sabes que eso del correo entre la ciudad y el pueblo es algo lento, así que debo enviarlo lo más rápido posible.

—Si es por eso no te preocupes, puedes usar mi computador que tiene internet para que lo envíes por ahí.

—¿No que en este pueblo no hay internet?

—Si lo hay, solo tienes que comprar este aparato —señala el router de internet— y ya, lo tienes. Y si, nadie en el pueblo lo tiene, pero es porque no podrían costearlo y tampoco tienen algún dispositivo para acceder a internet. Esa es una de la ventaja que tengo al ser el jefe de policías, a mí me lo dan gratis para cumplir mi trabajo —alza los hombros—, así que puedes usarlo.

—Te agradezco, pero ahora mismo no creo que pueda pasar todo el trabajo a tu computadora, ya tengo la mayoría escrito a mano y sería un fastidio pasarlo al computador, así que hoy no podré acompañarlos, será para la próxima —veo mi reloj — y ya voy tarde, debo hacer una llamada urgente, así que adiós.

Salgo corriendo sin esperar respuesta para evitar su insistencia. Me dirijo nuevamente a la farmacia y hago una llamada de inmediato a mi secretaria para pedirle que compre y me mande ese maldito dispositivo para tener internet.

«Fui tan estúpido al no darme cuenta de que podría tenerlo desde hace mucho.»

Al regresar a casa lo hago de manera despreocupada y lenta, pues no quiero llegar a ver la cara larga de Ahmed por haberlo dejado con Eli, de seguro me está esperando para echar bronca. En el camino, voy pensando en mis planes y en todo lo que tengo preparado para el golpe final, pues pienso en todas las posibilidades que pueden presentarse para que nada salga mal.

Sin embargo, después de un tiempo noto que alguien obstruye mi camino y me saca de mis pensamientos. Y cuando lo veo siento un poco de alivio.

«Al fin, al fin llegó Kiral»

—Señor, no sabía dónde encontrarlo, me dieron la dirección equivocada y lo estuve buscando todo el día, lamento mi tardanza.

—No te preocupes — me mira sorprendido por mi actitud —Necesito hablar contigo, pero no podemos hacerlo en la casa en la que me estoy quedando ¿Trajiste el auto?

—Si, claro, pero... tuve un accidente, así que la parte delantera está un poco dañada, pero no se preocupe, yo lo pagaré con mi sueldo, me disculpo por ello.

—Ese auto vale más que tu vida ¿Crees que puedes llegar a pagarlo? Incluso si fuera un rayón no te alcanzaría, ¡Es un maldito Bentley imbécil!

—Lo siento, yo aceptaré el castigo o lo que disponga señor —agacha la cabeza.

«Esta es mi oportunidad, no pensé que Dios me pondría esta oportunidad en el camino.»

—Podrías hacer algo para compensarlo, pero no hablaremos de eso aquí, vamos al auto, no importa que esté chocado.

Nos dirigimos al auto y cuando lo veo, efectivamente, las ganas de matarlo surgen por la estupidez que ha hecho. Intentar explicarme algo, pero lo detengo antes siquiera que me haga enojar más.

—Cállate, no me digas nada, solo sube al auto, a la parte de atrás. — me mira y duda, pero al final lo hace.

Cuando ya nos encontramos cara a cara, empiezo.

—Mira, lo que has hecho es algo que no podrás pagarme ni, aunque trabajes las 24 horas por todos los años de tu vida, así que te voy a dar una oportunidad para saldar esa cuenta.

—¿Qué tendría que hacer?

—Es algo muy fácil, demasiado diría yo, para saldar toda tu deuda. — nuestras miradas se cruzan y esbozo una sonrisa recordando mi plan, pero cuando trato de continuar esta habla.

—Yo lo siento señor, pero... no me gustan los hombres, lo siento — pone sus manos entre sus piernas, tapando su miembro.

«¡¿Acaso piensa que me gustan los hombres?!»

—No es eso imbécil — me masajeo las sienes por el dolor de cabeza que me provoca su estupidez.

—Perdón, pensé que... está bien, entonces ¿Qué debo hacer?

—Te lo voy a decir de una vez y ya verás tú si aceptas o no—asiente — Tienes que aparentar conquistar o coquetear con una chica del pueblo, no es necesario que sepas el porqué, pero necesito que lo hagas por un tiempo, ahora, la dificultad en todo esto es que su novio es el jefe de policías y puede que intente matarte, pero no te preocupes, trataré de que no pase.

—¿¡Trataré!?— lo miro mal por su altanería — lo siento, pero prácticamente me está pidiendo que vaya a mi muerte, porque el "tratar" de evitarlo no me asegura mi vida. Además, no pienso jugar con los sentimientos de una mujer. Así que no, no puedo hacerlo.

—Está bien, entonces para mañana necesito el dinero para reparar este auto, tu verás de donde lo sacas.

—P-pero mañana es imposible, de hecho, ni en un año podría pagarle, no sea cruel, he trabajado para usted durante mucho tiempo y ...

—No me interesa, así que, o aceptas mi propuesta o me pagas el maldito auto, es tu decisión. Además, no sé porque te haces problema, la chica es muy hermosa y el novio puede que ni te tope, de hecho, voy a hacer todo lo posible para que no pase.

—Pero ¿Por qué? ¿Qué gana usted si logro enamorarla o algo parecido? —Río a viva voz por su seguridad.

—No tienes que hacerlo y tampoco creo que lo logres así que solo limítate a aparentar coquetear con ella solo cuando su novio esté presente y ...

—Me quiere muerto ¿Verdad? — dice preocupado —Me está diciendo que el novio puede matarme y quiere que lo haga frente a él, definitivamente me quiere muerto.

—No es eso, no te preocupes es por...por una buena causa —Miento — Ellos se deben comprometer pronto y ahora andan separados, por lo que trato de ayudarlos y tú sabes bien que un hombre no puede evitar sentir celos cuando alguien está con su chica ¿Verdad?

—Sí, pero...

— Entonces, si me ayudas a darle celos al tipo, podrías ayudar a una pareja a reconciliarse, así de fácil, no quería contarte mis planes porque no quería que me veas como cupido, pero ya que, es por una buena causa.

—Haberlo dicho antes —sonríe —claro que lo haré, si es por una buena causa claro que lo haré. Entonces ¿quedaría saldada mi cuenta?

—Claro que sí, tu solo preocúpate por hacer lo que te pido —asiente—ahora vamos a casa para que te instales ahí.

Nos dirigimos a la casa y en el camino le comento que nadie se puede enterar que se acaban de conocer pues supuestamente quiero hacerle creer al "novio" que llevan viéndose algún tiempo, él solo asiente y acepta hacer todo lo que le pido. Además, le cuento lo del libro, trato de contarle lo mismo que le dije a los padres de Elizabeth, para que no sospeche de mis otras intenciones.

Al llegar frente a la casa, Kiral trata de decirme algo, pero lo ignoro y me adelanto hasta que él coja sus maletas. Al abrir la puerta lo primero que veo es a Ahmed dirigiéndose a las escaleras.

—Ahmed espera —se detiene y me mira — Vino alguien y quiero presentarte. —Asiente.

No esperamos mucho pues de inmediato aparece Kiral junto a mí y ambos abren los ojos asombrados.

«¿Qué les pasa?»

—¡¿Tú?! —dicen a la vez

—¿Se conocen?

—Claro que lo conozco, por su culpa Sultana y yo tuvimos un accidente esta tarde.

«Odio que la llame así, odio que se haya ganado su confianza tan rápido.»

Me regreso hacia Kiral

—Así que fue así como dañaste el auto —miro a Ahmed—¿Ella está bien?

—Si, ya está en su casa, no debes preocuparte por ella.

—Yo pensé que era su esposa —dice casi en un susurro Kiral, pero se escucha muy claro.

—¿Esposa? ¿Quién?

— Ellos, Eli y él —señala a Ahmed — pensé que lo eran, pero supongo que lo interpreté mal, además él nunca lo negó.

Pensaba intervenir por la estupidez que dice, pero Ahmed me gana.

—Te dije que la llames Elizabeth, no es Eli, y no lo negué por la presión del momento, ni siquiera me acordaba de eso, estaba preocupado por ella, no por lo que el estúpido que nos chocó piense de nosotros.

—Lo siento, no quería decir eso, pero...

—Ya basta, olvídenlo, ahora que sé que ya se conocen no es necesario las presentaciones, pero bueno solo para aclarar, Ahmed, él es quien tomará tu lugar apenas te vayas. Kiral, él es mi nuevo asistente, pero ya se marcha así que...

—Espera, espera ¿A dónde me voy?

—A Turquía, mi padre me dijo que el tuyo te había hecho una oferta para volver, entonces supongo que lo harás ¿verdad?

«Por favor, incluso te hago las maletas si lo haces.»

—No me voy a ningún lado, así que puedes regresar a este tipo a la ciudad, no lo necesitas.

—¿En serio no te irás?

—No y tú — señala a Kiral que se encuentra metiendo más las maletas —deja de acomodarlas porque nadie te necesita aquí, así que puedes regresar por donde viniste.

—Espera, yo soy su jefe, de ambos de hecho y solo yo puedo dar las órdenes — me mira irritado— Te quedarás Kiral, ya sabes que me tienes que ayudar en... en algunas cosas y tú Ahmed si te quedas, seguirás acatando mis órdenes, así que piénsalo bien, te doy hasta mañana para que lo hagas.

—No necesito pensarlo, ya tomé una decisión, no me voy y punto así que no te preocupes, todo seguirá como siempre, ahora, buenas noches. — da media vuelta y sin esperar respuesta sube de inmediato a su cuarto.

—Vaya, sí que tiene carácter, pero bueno, espero llevarme bien con él —dice Kiral entusiasmado — Por cierto ¿él sabe de todo esto del plan cupido?

—Ya te dije que no lo llames así —digo irritado— y no, no sabe nada y tampoco puedes decirle nada porque de seguro arruina todo, de hecho, te ordeno que no lo comentes con nadie, esto solo es entre tú y yo ¿Ok?

—Está bien señor, entonces...

—Lo olvidaba, cuando estemos en público no me digas señor, trata de sonar lo más informal, como si no me conocieras ¿ok?

—Está bien, lo haré.

—Ahora vete, tu cuarto es el segundo a la derecha, piérdete.

Cuando se va, al fin puedo respirar y descansar un poco en el sofá, este día he mentido más de la cuenta y por suerte no me han descubierto, solo espero que esta red de mentiras no se dañe hasta poder completar mi venganza. No, no dejaré que se estropee, esto va a funcionar, porque tiene que funcionar, no puedo ser el hazme reír de mi padre y dejarme como un incompetente ante él.

— Voy a ganar tu respeto otra vez padre y esta vez será para siempre. — digo en voz alta para darme ánimos.

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