Esmeralda
Ayer fue un día bastante ocupado con ambas escuelas, no tuve tiempo de hacer ni pensar en nada, llegue a casa a hacer algo de trabajo que tenia pendiente y me dormí temprano ya que un día antes no dormí bien. Hoy al salir de las clases con los niños invite a Micaela a casa y ella trajo a las de más chicas, ya conocía a Tess y esta vez Lexy si pudo venir, al parecer Nam seguía de viaje pero ella había tenido que regresar antes, lo que le permitió venir el día de hoy. Acaban de llegar a mi casa, son las siete de la tarde y no tenemos nada planeado, simplemente pasar el rato, preparé botanas y compre cerveza, ellas trajeron pizza y más cerveza, aun tenía la sensación de que seria algo incomodo por que no conocía bien a Tessa y a Lex y a pesar de ya conocer a Majo y Mica las deje de ver demasiado tiempo, la vez que fuimos a comer todo resulto bastante bien pero tampoco fue tanto tiempo. Entraron a la casa, dejaron las cosas, Lex me abrazo como si tuviéramos toda la vida conociéndonos y Tess como si hubiéramos salido mil veces antes, inmediatamente mis nervios desaparecieron.
-Me da mucho gusto conocerte, Esmeralda.- me dijo Lex mientras servían botanas y ponían cosas en las mesas. -Las chicas me han hablado muchísimo de ti pero Nam y yo hemos estado de viaje por negocios sobre la galería y esas cosas, siempre aprovechamos para conocer los lugares a los que vamos pero esta vez ha sido un poco complicado.
-No te preocupes. A mi también me contaron sobre ti, me da gusto que hayas podido venir.- le conteste
-¿Cuando regresa Nam?- pregunto Mica.
-Hasta la próxima semana- dijo Lex y su expresión se volvió un poco triste.
-¿Estas bien?- le pregunte un poco preocupada.
-Claro- me sonrió -No estoy a costumbrada a separarme de él, me refiero a la distancia, siempre viajamos juntos, si estamos aquí en el pueblo no pasa nada si no nos vemos durante el día porque sabemos que en la noche nos veremos en casa, pero esta vez es diferente.
-Ya entiendo- dije sin saber realmente qué decir. No podría darle un consejo de amor a alguien, cuando mi propia vida amorosa es un desastre.
-¿Y tú?- pregunto Lex.
-¿Yo?-
-Si, tú. ¿Algún chico?- levanto sus cejas lo que me hizo reír. Dejamos las botanas y bebidas en la mesa y tomamos asiento con las chicas que ya se encontraban en la sala. -¿Y bien?- Lex se me quedo viendo.
-Bueno, no hay nadie ahora, de hecho solo he tenido una relación digamos un poco seria, el más grande error de toda mi vida.- dije y mire hacia mis pies.
-¿Qué sucedió? No es que sea entrometida, pero después de lo sucedido con Mica, deberíamos saber si tuviste un novio loco- preguntó Tess, todas quedamos en silencio por un momento y después nos empezamos a reír como locas, la tención que se había creado por el tema de mi relación se aligero con ese comentario.
-No estaba tan loco, solo decidió que era buena idea tener sexo con la que supuestamente era mi amiga, fue peor el hecho de que considere perdonarlo porque según yo , lo amaba.
-¿Lo ibas a perdonar?- pregunto Majo.
-Si, me dijo que cambiaria que no lo haría de nuevo, ya saben. Después cuando había ido tantas veces a llevarme flores, regalitos y a disculparse, pensé en una segunda oportunidad, estaba decidida así que le hable y le dije que aceptaba salir a comer con él para hablar, quedamos en salir al día siguiente porque ese día tenia mucho trabajo él, acepte y pensé que era buena idea, necesitaba comprar algo lindo para ponerme. Fui a una plaza que estaba un poco más retirado de mi casa porque ahi vendían ropa muy linda, entre a un local a arreglar mis uñas y mi cabello y compre un lindo vestido, estaba caro pero pensé que me lo merecía- suspire -ni siquiera lo use. Cuando salí de la tienda de ropa camine para salir de la plaza y tomar un taxy, iba pensando como me arreglaría al otro día, a donde iríamos, me sentía feliz pero, antes de llegar a la salida me detuve en seco, el muy cabron venia entrando a la plaza abrazado de la misma tipa, me escondí y me fui a casa. Llore como una semana seguida, más que nada por lo mal que me sentía conmigo que por lo que me hizo, no volví a hablarle nunca y fue el fin de mi relación.- la chicas me observaban muy entretenidas.
-¡Que idiota!- dijo Lex.
-Si, lo se. En fin, desde ese día decidí no confiar tan fácilmente en un hombre de nuevo, el problema es que los hombres guapos son todos unos idiotas y he leido tantas novelas que mi hombre ideal parece estar bastante lejos de la realidad.- dije y ellas se vieron entre sí.
-Bueno, eso creíamos todas pero creo que deberías conocer a nuestros chicos, son guapos y son excelentes personas- dijo Majo.
-Aunque al principio eran unos completos idiotas- dijo Tess.
-Principalmente Jimin- dijo Lex y todas rieron -No te preocupes aun quedan tres de ellos para que escojas al que te guste, los tres son lindos.
-Creo que el que le va mejor es Tae, piénsenlo harían la pareja perfecta- comento Mica, le brillaban los ojos mientras mas pensaba sobre ello.
-¿Tae?- pregunto Lex y se quedo pensando unos segundos.- Puede ser, el pequeño JK dudo mucho que ahora busque algo serio y Yoongi, con el nunca se sabe.
-Pero Tae puede ser muy infantil- Majo no estaba tan segura de la sugerencia de las chicas.
-¡Ay! piénsenlo, se verían tan bonitos juntos, a ambos les gusta leer, ambos son lindos y pienso que harían una hermosa pareja, además por más infantil que sea Tae, también es muy centrado cuando es algo de importancia y es guapo.- Mica insistía.
-La verdad es que no estoy interesada y menos con el idiota que conocí apenas, me hizo recordar porque odio a tipos como él.- dije y bebí un gran trago de mi cerveza.
-¿Idiota? ¿Qué sucedió?- pregunto Mica.
-Fui a una librería y me encontré con el tipo mas guapo que he visto en mi vida, pero era un idiota, ya saben de esos que te hablan bonito y te coquetean pero sonríen como si se estuvieran burlando de ti, no volveré a caer con alguien así.- las chicas asintieron y empezaron a contarme de cuando conocieron a los muchachos, Jimin era todo un idiota y no puedo creer que Mica y Hoseok se llevaran tan mal, por lo que me cuentan es como si hubieran nacido el uno para el otro.
Continuamos la platica, me contaron algunas anécdotas y de repente sentí la necesidad de vivir este tipo de cosas con ellos, eran tan amigos y su relación era tan pura que daban ganas de haber estado ahí. Dieron las once de la noche y las muchachas se despidieron, quedamos en que el viernes haríamos una pijamada con karaoke y algunos juegos, se que se acaban de ir pero ya quiero que sea viernes, tenia tiempo de no sentirme tan a gusto y de divertirme tanto.