Se Paciente Conmigo |TERMINAD...

By Demitae_6

4.4K 1K 672

1ER LIBRO La vida de Elizabeth Aydin cambia de manera drástica, cuando conoce a Ahmed y Baadir, dos millonari... More

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
ANUNCIO IMPORTANTE
39
40
41
EPÍLOGO

16

65 19 0
By Demitae_6

AHMED ÜLKER

No puedo creer que esté tan a gusto en este momento, siento que podría estar así siempre y no me molestaría en absoluto que Sultana esté casi encima de mí. Desde que empezamos a escuchar música no hemos vuelto a hablar, no habría motivo, pues estamos más concentrados en la música que en otra cosa.

«Algo incómoda la situación porque no me gusta el contacto físico, pero lo tolero.»

De un momento a otro, noto que Sultana se remueve y al final se quita un auricular para mirarme directamente.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — no me deja contestar—Bueno, algunas preguntas.

— Está bien, dime— me quito el auricular.

«Estábamos tan bien y... Mejor lo olvido»

— Es que no sé cómo preguntarte ni que preguntar en realidad, porque es algo que... No, mejor olvídalo — aparta su mirada y se coloca nuevamente a mi lado.

— Ya dime, no creo que sea la gran cosa, solo tienes que soltarlo y ya.

Retoma su posición frente a mi muy entusiasmada.

— Bueno, si lo dices así — esboza una sonrisa— Lo que quería que me cuentes es eso que... Lo que me dijeron de las tradiciones en la ciudad.

— Bueno, eso es fácil...

— Espera, antes de que empieces, levanta la mano como lo hago yo. — la levanto como si fuera a jurar algo— Júrame que no me mentiras en nada de lo que me cuentes Ahmed.

— ¿Por qué tanto drama por eso?

— Solo hazlo, por favor.

No entiendo el afán de Sultana por saber si lo que le decimos es verdad, es decir, no es como si fuera un secreto de estado o algo misterioso y en tal caso, ¿Por qué creería que le vamos a mentir con eso? A pesar de que todo esto me resulta algo infantil, igual, prefiero seguirle la corriente.

— Está bien, lo juro.

— Ahora sí, cuéntame ¿Qué sabes sobre las tradiciones que se acatan en la ciudad? O... ¿No las acatan? O... ¿Son peores que las de nosotros y Baadir me mintió? O...

— Cálmate — tomo su rostro con las dos manos y hago que me mire y se centre nuevamente en mí.

— Lo siento. — suelto su rostro con molestia.

— Ya te dije que no me gusta que te disculpes por todo, pero bueno, lo dejaré pasar esta vez. — Digo sarcástico.

— Entonces, cuéntame todo lo que sepas.

— Bueno, para empezar, déjame recordarte que yo no soy de aquí, — veo desilusión en su rostro — Pero te puedo decir lo que todos saben de tu país y lo poco que he visto en Şekırul, la capital.

— Lo que sepas bastará para mí.

— Bueno, según las noticias que salen a los medios internacionales, tu país desde el 2015 ha intentado desligarse de sus tradiciones, de hecho, hay reportajes que muestran el gran cambio en la sociedad y cómo viven las mujeres ahora, bueno, qué es lo mismo que viven las mujeres en sociedades civilizadas y con derechos.

— No entiendo muy bien eso de los derechos, pero lo que me interesa saber es si las mujeres en la ciudad, podemos hacer una vida sin necesidad de estar casada o si podemos estudiar en la universidad sin la autorización de nuestros padres o esposos, o ...

— Entiendo, entiendo y sí, he visto que las mujeres son muy independientes en la ciudad sin necesidad de un novio o la autorización de la familia, porque pueden tener su apartamento, pueden salir cuando y como quieran, pueden estudiar lo que ellas quieran, e incluso pueden tener varios novios, o no tenerlos, pero si pueden pueden acostar -... , si pueden "besarse" y nadie lesdice nada, como en todo país civilizado.

— ¿Tanto así? — dice asustada — Pero ¿Se besan con diferentes personas y nadie les dice nada?

— Si, de hecho, un día antes de venir al pueblo yo ...

«Que imbécil, no debí abrir mi boca.»

— ¿Tú qué? — dice confundida, pero de inmediato noto que capta algo— ¡¿Te besaste con alguien sin ser novios o prometidos?!

— Si, bueno no, fue una confusión. — me molesto y no sé por qué — Olvídalo, no es como si se acabara el mundo, además solo fue un beso.

— Está bien, está bien, de seguro la chica era muy bonita y no tienes que darme explicaciones. — sonríe — Pero bueno, entonces, si lo que me dices es verdad, yo podría ir a la ciudad y hacer una vida sin necesidad de casarme ni nada, podría ser libre. — Lo último lo dice casi para ella misma.

— ¿No te quieres casar?

Se demora en contestar y entiendo que es porque hay dudas en su cabeza, tal vez por lo que le acabo de contar o tal vez porque en realidad no quiere casarse con el maldito que se cree su dueño.

— No — Se ve algo asustada — Es que no quiero casarme con Emir y me da miedo decirlo en voz alta porque si él se llega a enterar podría ...

— Podría golpearte como lo hizo ayer.

— N-no, la verdad no sé qué le pasó ayer, porque nunca me había pegado, antes solo me tomaba fuerte del brazo o del cabello, pero nunca llegaba a pegarme, no sé qué le pasó, tal vez estaba muy enojado y viéndome con Baadir, pensó mal y ...

— ¡¿Solo?! — se asusta y de inmediato se aleja — Lo siento, no quería gritarte, pero lo que me dices es ... es una estupidez, porque no hay razón que justifique el que te haya puesto una mano encima, incluso si hubieras estado en realidad con el estú ... Con Baadir, así que no intentes justificarlo.

— P-pero ... si, tienes razón, pero igual, tengo que acostumbrarme para cuando nos casemos.

— Sobre mi cadáver — digo en un susurro que espero no me haya escuchado.

— Oh no, no me había dado cuenta de que nos demoramos demasiado — se levanta de inmediato — ahora vámonos, que se nos hace tarde para llegar a ver a tu amigo y ...

— No es mi amigo — digo molesto — pero me gusta que no lo llames por su nombre— le sonrío como un idiota—, de ahora en adelante le diremos "El innombrable".

Hace como si pensara algo de suma importancia y me sigue causando gracia.

— Está bien, vamos a ver al Innombrable, pero ya, que se nos hace tarde — ríe.

Mientras llegamos a casa, empezamos a hablar de trivialidades, de cosas que nos gustan, de cosas que no nos gustan, entre otras. Y me doy cuenta de que Sultana es una chica un poco diferente a las demás, simple en el buen sentido de la palabra, pero muy interesante.

En cambio, yo, solo me limito a responder lo mínimo, pues no me gusta que la gente sepa mucho de mi porque cuando me abro con alguien y le cuento algo de mi vida, es típico que a la mañana siguiente esa información se encuentre en los medios de todo el país.

«Ella no haría eso, pero aún tengo que conocerla mejor.»

— Entonces, no te gusta que te regalen flores, te dan miedo las aves, sabes hablar español, quieres ser médica veterinaria, te encantan los abrazos y te gusta cantar cuando nadie te escucha.

— Si, eso mismo, no pensaba que lo ibas a recordar todo. — sonríe entusiasmada.

— ¿Y cómo piensas ser médica veterinaria si le tienes miedo a las aves?

— ¿Te acuerdas de que te dije que mi profesora de español también fue es mi amiga? — Asiento — Ella era médica veterinaria en Turquía de hecho, y cuando me explicó sobre la carrera, dijo que no necesariamente debo tratar aves, o algo así, no lo recuerdo bien.

— Entonces supongo que está bien si quieres hacerlo. —asiente con una sonrisa— ¿Y yo? ¿Te acuerdas algo de lo que te dije?

— Claro que sí, no te gusta el contacto físico, en público, sobre todo, eres muy serio y orgulloso, tienes nictalopía, no te gustaba el Karniyarik, hasta que probaste el mío, obvio — dice orgullosa — y... No me dijiste mucho, debes contarme algo más, tú sabes más cosas de mí.

— Bueno, la última cosa es que soy un importante empresario millonario de Turquía y podría incluso comprar este país si así lo quisiera. — Digo tranquilo esperando su reacción.

Se detiene y pienso que lo hace para asimilar lo que le digo, pero en cambio empieza a reír de una manera descomunal y por estúpido que parezca, no me ofende, al contrario, me contagia su risa y por primera vez en mucho tiempo empiezo a reír de verdad.

— F-fue un muy buen chiste, sobre todo porque lo dijiste con tu tono serio de siempre, casi te creo — sigue riendo.

«Ok, esto ya no es gracioso»

— Bueno, no me creas, pero luego cuando te des cuenta de que soy una persona importante, no vengas a pedir una foto o un autógrafo.

— ¿Autógrafo? —Dice confundida.

— Es prácticamente una firma que siempre hacen las personas famosas, es como una prueba que te sirve para demostrar que conociste a alguien famoso.

Empieza a sacar de inmediato la libreta de su mochila y me resulta algo extraño que quiera ponerse a escribir mientras estamos caminando.

— Por favor "Querido" ¿Podrías firmar esto para mí? — me pone la libreta en frente.

«Paciencia Alá, es lo único que pido.»

— Claro que sí "Querida" Sultana, lo haré con mucho gusto — Tomo la libreta y la firmo al final de esta.

— No lo puedo creer, el millonario Ahmed firmó mi libreta, ahora yo también podré comprar Vakirust y seré famosa— Dice sarcástica.

— No funciona así —digo riendo—tendrías que ser mi novia o mi esposa para ser verdaderamente famosa por mi causa, no solo te basta con mi firma.

— Entonces nunca seré famosa, ya nada, tendré que conseguir a otro famoso para casarme y hacerme famosa.

«Auch, ¿Por qué no conmi...? Olvídalo»

— Bueno, bueno, ya llegamos y el innombrable tal vez se enoje nuevamente conmigo. — Asiente

Sin más, solo nos dedicamos a caminar y en algunas ocasiones hablamos de trivialidades que para este punto me parecen muy interesantes.

ELIZABETH AYDIN

— Hasta que llegan ¿Dónde estaban? — Dice Baadir apenas llegamos a la casa.

— Solo fuimos a... a conocer el pueblo, perdón, no queríamos hacerte esperar —mira mal a Ahmed—Pero no es culpa de Ahmed, es mía así que no lo retes a él.

Su mirada cambia a mi dirección y aunque antes esa mirada me empezaba a gustar y a parecer la más hermosa, ahora solo me provoca miedo, porque es igual a la de Emir cuando está enojado conmigo.

—No te preocupes por mi SULTANA, Baadir no se enoja por esas cosas, además él debió estar muy ocupado "hablando" con Elif, que ni cuenta se ha deber dado. —lo veo sonreír—¿Verdad Baadir?

— Ya cállate, Ahmed, hablaremos luego... a solas.

— Uy que miedo — dice muy serio — espérenme aquí, solo saco las cosas que necesito y de ahí nos vamos al voluntariado.

— Aquí estaremos Queri... Ahmed — lo veo esbozar una sonrisa incompleta.

«¿Por qué cuando estamos con otras personas no demuestra lo gracioso que es?»

Apenas Ahmed entra a la casa, Baadir se acerca un poco más y por reflejo me alejo de él.

— No te voy a hacer nada, deberías tener miedo de Ahmed, no de mí.

— ¿Por qué habría de tenerle miedo?

— Olvídalo, no hablemos de él, quiero hablarte de lo que viste esta tarde ¿Me dejas explicarte?

— No te preocupes, no es necesario, entiendo que estés interesado en Elif y ...

— Eso mismo quiero que entiendas — me toma de los hombros —, no estoy interesado en ella, solo fue un malentendido — lo miro confundida, pues lo que vi no creo que sea un malentendido.

— Está bien, pero como te digo, no es necesario que lo hagas, es tu vida.

— Igual te lo diré — asiento, no tan convencida— lo que pasa es que esa muchacha desde que llegué al pueblo ha estado intentando seducirme. Incluso el primer día que llegué a la casa, me besó sin más, e intentó chantajearme con decirle a su abuelo si yo no accedía a tener algo con ella.

— ¿Estás seguro? Porque ella es la hija del alcalde y lo que me dices es un poco... un poco fuerte, ella no suele ser así, es una señorita muy respetada, de hecho, pensé que ...

— Pero no es así, incluso el malentendido de hoy fue a causa de ella, porque se había metido a mi cuarto y me había estado esperando sin ropa, mientras yo tomaba una ducha. — «No puede ser» — Se que no me vas a creer, pero es la verdad, yo nunca estaría con ella, no me gusta.

—P-pero Ahmed me dijo que suelen...

— ¡¿Ese imbécil te metió ideas equivocadas?! — me asusto — Lo siento, pero debes saber algo y dejar de creer en todo lo que dice Ahmed.

— ¿Qué cosa? Él no me mentiría.

Empieza a reír un poco sarcástico y por alguna razón me molesta.

— Pues lamento decirte que sí, él te mintió esta vez — lo veo debatirse internamente — y creo saber porque ¡Claro! ¿Cómo no lo había visto antes? — lo último lo dice para sí mismo.

— ¿Qué cosa? No entiendo...yo...

— Es que Ahmed está enamorado de Elif y al ver que ella no le hacía caso tal vez quiso hacerla quedar mal ante ti, ante el pueblo o incluso ante mí. Claro, por eso la anterior vez que ella estaba aquí y quería llamar mi atención, él se molestó demasiado.

— ¿A Ahmed le gusta Elif?

— Si, le gusta desde que llegó al pueblo, yo lo he visto babear por ella, así que créeme, lo que te dijo solo lo hizo por dolido, y no porque sea verdad.

—Vaya, no lo sabía, pero ¿Estás seguro de que...?

— Si, muy seguro ¿No has visto como la queda viendo? —niego— Pareciera que no hay mujer a parte de ella que le importe, porque desde que llegué solo habla de ella. Pero no le vayas a decir nada, él no quiere que nadie se entere, de hecho, lo sigue negando, pero por la forma en que la ve y habla de ella, es obvio que está enamorado hasta los huesos, supongo que fue amor a primera vista.

Ahmed corta mis pensamientos y la conversación que estamos teniendo cuando sale de inmediato de la casa.

— Ya tengo todo ¿Nos vamos? — Nos mira algo confundido.

— ¿Te puedes adelantar y sacar el auto? — Dice Baadir y Ahmed algo dudoso acepta.

Cuando se va, inmediatamente Baadir me toma de los hombros, haciéndome concentrar nuevamente en él, ya que mis pensamientos y mi mirada por alguna razón seguían a Ahmed.

— Eli, sé que tal vez no me creas del todo, pero quiero que sepas que yo jamás le faltaría el respeto a una mujer y mucho menos jugaría con su honor como de seguro piensas. Por favor, necesito que me creas porque... porque no quiero que te alejes de mí.

—Te creo, no hace falta que lo digas más veces ni que me expliques otra vez. Pero...

—¿Pero ¿qué?

—¿Por qué te importa tanto que me aleje de ti?

«Creo que fui muy atrevida, debí quedarme callada y ya.»

—No lo sé exactamente, pero creo que tú también sientes algo... algo que no sé cómo explicarlo, pero sé que está presente entre nosotros ¿Verdad?

Inconscientemente asiento y casi me arrepiento por haber hecho eso, pero la sonrisa que me da borra las inseguridades que tenía y nuevamente, como si hubiera vuelto a creer en... en el amor, mi corazón empieza a palpitar algo frenético, lo cual me asusta demasiado.

En este punto de mi vida, ya no me importa mucho lo que piensen los demás de mí, y si en algún momento llego a confesar lo que estoy sintiendo por primera vez en mi vida, espero que valga la pena el castigo que de seguro me impondrán por haber demostrado mis sentimientos.

Cuando vuelvo a la realidad, dejando de lado mis pensamientos, me doy cuenta de que Baadir se ha acercado un poco más, estamos tan cerca que...

—¡¿Los sigo esperando?! — toca el claxon furioso Ahmed.

Me separo de inmediato de Baadir y trato de centrarme, pero es en vano porque no dejo de pensar en lo que casi acaba de pasar.

— Ya vamos, amargado. — Digo casi gritando mientras nos acercamos al auto con Baadir.

Todo el camino hasta el voluntariado, el cual no duró mucho, fue algo incómodo, sobre todo porque Ahmed se estuvo quejando de todo, desde el camino por el que pasamos con el auto, hasta la incomodidad del asiento que supuestamente sintió. Baadir nunca dijo nada y solo se limitaba a mirarme por un espejo pequeño que se encontraba en el medio de ambos. Pero dejó de hacerlo cuando Ahmed acomodo tal espejo y perdí todo contacto visual con Baadir.

Cuando llegamos a la entrada del voluntariado, noto que todos los chicos e instructores se encuentran ahí, y aunque quisiera, ya es demasiado tarde para dar la vuelta y evitar ser el centro de atención.

«De seguro me odiarán más, o hablarán mal de mí.»

— Recuerda Eli, nosotros solo venimos a ver tus actividades, así que no te preocupes por nosotros, solo hablaremos con la coordinadora del voluntariado ... ¿Cómo se llamaba?

— El voluntariado se llama Honeycomb, la coordinadora, Mmmm, no recuerdo su nombre, pero es ella. — Señalo a la coordinadora que está literalmente frente al auto.

Ambos me regresan a ver y no se a quién ver, pues el uno está muy enojado y al otro, ni siquiera puedo verlo a los ojos.

— ¿Honeycomb? Entonces ustedes los voluntarios son como... como ¿Las abejas del panal? — sonríe con gracia y provoca que yo también lo haga.

— Si, supongo que sí, pero ...

— Entonces, ya que Ahmed no me quiere prestar su seudónimo para llamarte, ¿Me dejarías llamarte abejita? — De inmediato noto que Ahmed se acomoda mejor, casi dando la vuelta todo su cuerpo en mi dirección y me mira aún más enojado.

— Emmm, sí, creo que...

— Pero estabas enojada con él — reclama Ahmed y dirige su mirada a Baadir— Y tú, la puedes seguir llamando como siempre, no tienes que hacer todo lo que hago para llamar la atención.

—¡Está decidido! Te llamaré abejita, ahora vamos porque se nos hace tarde. — Sale del auto y se dirige a la coordinadora.

Ahmed no sale y yo aún no sé porque sigo aquí, sintiendo que algo hice mal.

— Así que lo perdonaste Sul-Elizabeth, la verdad no te entiendo. — niega con la cabeza —Pero está bien, después de todo debes averiguar si te gusta o no, así que vamos. — Intenta salir del auto, pero lo tomo del hombro.

—¿Por qué te enojas?

—Eso no te debe de importar, solo preocúpate de tu "Abejita" — lo último lo dice tan sarcástico y hace las comillas con los dedos, lo cual es una clara señal de su enojo.

—Él no es mi "abejita", yo soy su... Olvídalo, pero dime ¿Por qué...?

—Tienes razón, mejor olvidémoslo y ya ve buscando un seudónimo para él también, o espera ¿Por qué no también le dices "Querido" como a mí? Total, ese seudónimo es tan estúpido como él y por favor, ya no me llames así si lo vas a usar con Baadir.

«E-es ¿Estúpido? ¿Qué le pasa?»

— P-pero ¿Qué te pasa? No entiendo, estábamos tan bien en la tarde.

— Si, bueno, ahora ya reconozco que tú solo eres un trabajo, el cual quiero terminar lo más rápido posible, así que dejemos de hablar y vámonos, porque la mirada de estas personas me enferma. — Señala.

Efectivamente, todo el mundo incluido Baadir nos miran sin disimular y eso provoca que mis mejillas se vuelvan más rojas.

Cuando salimos, todos se empiezan a acercar, como si nunca hubieran visto a dos hombres. Baadir inmediatamente se acerca a mí y me toma de la mano para llevarme con la coordinadora, mientras Ahmed se queda atrás sin siquiera mirarme.

— Es ella, la seguiremos a ella algunos días, entonces espero no haya ningún inconveniente.

—Claro que no, ustedes pueden usar las instalaciones de Honeycomb como su casa y si quieren la ayuda de otra persona ya sabe, yo estoy más que dispuesta para ayudarlos.

— Muchas gracias, lo tomaré en cuenta, ahora ¿Vamos? — Aprieta el agarre en mi mano y empieza a guiarme.

Nos adentramos junto con todos los voluntarios a las instalaciones y ahora me resulta más incómoda la situación que antes, porque literalmente nadie se despega de nosotros, solo nos van siguiendo como si esperaran que algo asombroso pase.

— Lo olvidaba — Baadir se gira — Ahmed, quisiera que hoy tomes algunas fotos de mi Abe... — tiro de su mano haciéndole entender con la mirada que no lo diga en frente de todos — de Elizabeth, estas tienen que ser mientras ella realiza las actividades del voluntariado, o sea desprevenida, ¿Entendiste?

—Claro. — Dice Ahmed y lo regreso a ver porque su voz se nota más alegre que antes.

«Seguro ya se le pasó el enojo.»

Apenas reconozco donde está entre tanta gente, lo noto, bueno, los noto. Elif y Ahmed se encuentran muy cerca, de hecho, ella tiene enganchado su brazo con el de él, que se encuentra un poco más feliz que cuando hablamos en el auto.

«¿No que no le gusta el contacto físico en público?»

—Te dije que Elif le gustaba a Ahmed —susurra Baadir en mi oído.

«Lo había olvidado, de seguro por eso se encuentra feliz.»

Durante todo el tiempo que pasé haciendo las diversas actividades del voluntariado, noté que ahora sí, todos mis compañeros se portaban más amables conmigo que antes, bueno, a excepción de las chicas, pero por lo menos ahora me hablaban algunos.

Además, como dijo Baadir, ellos no han interferido en ninguna de mis actividades, pero sí han llamado la atención, sobre todo de Elif y su grupo de amigas, las cuales han estado molestando a ambos todo el día con preguntas. Noté que obviamente Ahmed solo respondía las preguntas de Elif y de hecho trataba de alejarse un poco de nosotros para estar más tiempo con ella.

«No hacen bonita pareja... o ¿Sí?»

Al terminar con todas las actividades, decido al fin ir a casa, pues noto que empieza a oscurecer y aunque Ahmed esté enojado conmigo, no quiero que tenga problemas para regresar a casa, sobre todo porque en esta época del año, los apagones en todo el pueblo empiezan a ser muy seguidos.

—¡Eli, espera! — volteo y noto que Max viene corriendo en mi dirección.

Cuando llega, tarda algo en hablar y mientras recupera fuerzas, tanto Baadir como Ahmed se acercan un poco más.

—Hola Eli, pensé que ya no ibas a venir.

—¿Por qué no iba a venir?

— No viniste el lunes y la última vez que te vi fue el viernes de la semana pasada, de hecho, ni siquiera noté que regresaste con el grupo, pensé que te había pasado algo.

Tanto Baadir como Ahmed carraspean al mismo tiempo y recuerdo que no saben quién es Max.

— Oh, lo había olvidado, Max ellos son Baadir y Ahmed, mis ... amigos. — Los señalo —Baadir y Ahmed, él es Max mi otro amigo. — Max estira la mano y solo Baadir la toma.

—Disculpa, pero, yo no soy tu amigo — dice Ahmed mirándome

—O-oh yo, pensé que, lo siento...

— No te preocupes Abejita, él no es amigo de nadie — me susurra Baadir.

—Bueno, yo solo quería saber cómo estabas, pero creo que estás algo ocupada, entonces nos vemos el viernes amiga. — me sonríe y escucho como ambos hombres que están a mis lados bufan sin disimular.

—Claro Max — «Casi lo olvido» — Por cierto ¿Cuál es tu comida favorita? — me mira confundido — Es que ahora que somos amigos quería hacer algo especial, como un regalo, y lo único que sé hacer muy bien es cocinar.

—Ya entiendo, bueno, mi comida favorita es la Lasaña, el platillo no es de aquí, pero si no puedes hacerlo, cualquier comida hecha por ti, de seguro me gustará.

«¡¿La qué?! No sé qué es eso.»

— Bueno, trataré de averiguar la receta — digo dudosa — Entonces, adiós.

Todo el camino de regreso a casa resultó igual de incómodo que en la mañana. Pasé pensando de donde sacaría la receta para la Lasaña que ni siquiera me había dado cuenta de que estábamos frente a la farmacia donde la amistad con Baadir había comenzado.

—Yo me quedo aquí, tengo que hacer unas llamadas importantes a la ciudad ¿Puedes llevarla a su casa? — mira a Ahmed que aún se encuentra molesto.

—Ya que, total queda muy cerca de la casa. — dice algo cansado.

— No hace falta que me dejes en mi casa, puedes dejarme en la de ustedes y solo tendría que caminar 2 cuadras.

—Claro que no Abejita, por tu seguridad y para mi tranquilidad es mejor que te deje en la puerta de tu casa — me sonríe — Y por cierto Ahmed, en tu escritorio dejé unas cartas que llegaron hoy.

—Ok, gracias — me mira por el espejo pequeño — pásate adelante, que no soy tu chofer para que vayas atrás.

Sin decir nada decido hacerle caso y pasarme al asiento delantero. Baadir con lo caballero que es, me abre la puerta y me ayuda a subir, pero cuando estaba a punto de cerrar la puerta, Ahmed pone en marcha el auto, dejando atrás a Baadir muy contrariado por su actitud.

— ¡¿Qué te pasa?! —Cierro bien la puerta — Pudiste haber golpeado a Baadir o causar algún accidente.

— Ponte el cinturón. — Dice más enojado que nunca y no le hago caso.

—No, deja de portarte así, no entiendo porque te enojaste, pero deja de portarte como un imb-tonto.

—Dime, dime que soy un imbécil, pero ¡Ponte el maldito cinturón! — acelera el auto justo cuando pasamos por un lado de la autopista donde hay muchos autobuses y algunos carros.

—Está bien, pero detente que me está dando miedo — No se detiene, de hecho, acelera más.

—No es necesario parar, solo ponte el maldito cinturón ¡¿O eso tampoco puedes hacer?! Lástima que no esté tu querido Baadir para ayudarte.

Iba a responder, pero cuando escucho el sonido de un auto muy cerca de mi lado del auto, me paralizo completamente, de hecho, empiezo a percibir que todo pasa muy lento. Por reflejo solo puedo voltear mi cabeza y cuando enfoco el auto que está demasiado cerca de impactar con el nuestro, lo único que hago es gritar, pero no duro mucho, pues siento como todos mis sentidos y movilidad se van perdiendo, siento que empiezo a perder todas las fuerzas y al final sin poder entender muy bien que pasa solo veo negro. No siento más.

«¿Estaré soñando?»

Nota: Perdón la demora, esta semana empecé clases pero espero les guste el capítulo. 

Continue Reading

You'll Also Like

120K 13.6K 60
Portada realizada por: Annie Morales Nunca fui de las chicas consideradas bellas o populares, yo vivía en mi propio mundo, y así era feliz. Mi mundo...
2.2M 34K 7
Sarah Fiore ha consolidado una exitosa carrera como jefa de producción en una famosa casa de modas en Italia, no le ha sido particularmente fácil, so...
5.5K 577 14
Kookgi El destino como la vida es una perra. Donde el hijo de la luna esta destinado al rey del pueblo Pero su corazón y cuerpo, le pertenece al de...
134K 29K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...