Una perfecta confusión

Par america65_

11.3M 1.2M 5.4M

«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gust... Plus

Sinopsis + Advertencias de contenido
01. Me declaro a mi crush (sale mal)
02. Hetero, pero no mucho
03. Somos novios, pero no homo
04. Hola Dios soy yo de nuevo
05. Girl crush
Para ti, algún día
06. El señor de las aves te bendiga
07. Edward Cullen no me claves los colmillos
08. Escribiría un libro sobre ti
09. Miren Amiano ataca de nuevo
10. Los novios se llaman por apodos melosos
10. Los novios se llaman por apodos melosos
Para ti, algún día
11. Viviría por ti
12. RIP Yo
13. Hola, suegrito
13. Hola, suegrito
14. Sin cambios
15. El primero
Para ti, algún día
16. Mi primera cita (spoiler: mando a mi cita al hospital)
16. Mi primera cita (spoiler: mando a mi cita al hospital)
17. La excepción
18. Los muros se caen
19. Cobarde
20. Una confusión
Para ti, algún día
21. Mentiroso
22. Valientes
23. Merecerse
23. Merecerse
24. Finales e inicios
25. Una perfecta confusión
Para ti, algún día
Para ti, ahora
YA A LA VENTA EN LIBRERÍAS (reactualización)
Extra
Extra II
Extra III

Epílogo

195K 27K 107K
Par america65_

Para el Andy de hace algunos años:

Si estás leyendo esto es porque probablemente ya esté muerto.

O en la cárcel por haber hecho alguna tontería.

Cualquier de las dos opciones son cosas que sí veo en mi futuro.

Okey esas fueron pésimas bromas, lo siento. Solo no tenía ni la menor idea de cómo iniciar esto, nunca había hecho algo así por lo que ahora mi cabeza está en blanco.

Seré lo más sincero posible: apesto escribiendo.

Soy bueno en varias cosas, pero escribir no es una de ellas, mucho menos cuando tengo que pensar en las palabras correctas en los momentos más serios. Aunque en los últimos meses me he dado cuenta que las palabras que salen de mi boca sin siquiera pensarlas no suenan tan mal como las que sí preparo con antelación, se podría decir que mi cabeza es buena en modo automático, es como si yo funcionara mejor sin cerebro, ¿se entiende lo que quiero decir?

Uh, no creo que el Andy de ocho años entienda mis estupideces, ni siquiera yo, el de dieciocho, puede entenderlas. Probablemente vaya a corregir esto cuando pase el borrador a limpio porque creo que no estoy diciendo nada concreto y solo estoy escribiendo puras estupideces porque quiero llenar la hoja. ¿Ves lo que digo? Usando el cerebro soy peor, por eso me gusta más improvisar y que salga lo que tenga que salir; sí, esas improvisaciones me han metido en varios problemas, pero también me han dado los mejores momentos de mi vida.

Y es justamente eso lo que vengo a contarte... o a contarme... o a contarle al Andy de ocho años... Agh, vengo a contar, lo dejemos en vengo a contar.

Vale, dejaré de darle tantas vueltas e iré al grano. Mi psicóloga dijo que esto sería un gran ejercicio para abrazar a mi yo de hace un par de años, para reconciliarme con esa parte, también mencionó que es parecido a ir a tomar café con el pequeño Andy, para chismosear, ya sabes.

Aunque al inicio creía que no tenía sentido, ahora entiendo lo que ella trataba de decirme. He pensado en todo lo que me gustaría decirte y al hacerlo me di cuenta de todo lo que he vivido y de todo el cambio que he tenido, mejor dicho, que hemos tenido.

Así que... pequeño Andy, espero que estés preparado para escuchar lo que tengo por decirte y que no me mates cuando escuches todo lo que nos ha pasado.

Han pasado muchísimas cosas en mi vida en tan solo un año desde que comencé a ir a terapia y no hablemos del millón de situaciones que tuvimos que pasar desde los ocho años. Podría empezar diciéndote lo que he aprendido o las personas y lugares que he conocido, pero antes de todo, necesitaba urgentemente decirte lo siguiente:

Eres suficiente. Más que suficiente.

Sé que hubo varias noches en las que te preguntabas por qué no lo eras, noches llenas de lágrimas en las que solo deseabas que papá te visitara, noches en las que pensabas que eras insuficiente y que por ello él prefería cuidar a alguien más que a su propio hijo. Pero no fue tu culpa, nunca lo fue. Solo eras un niño pequeño con demasiadas preguntas, con mucho miedo y con el corazón roto. Solo eras un niño... Uno que quería que lo amaran con la misma intensidad con el que él amaba.

Créeme, ahora estamos rodeados de personas que nos aman con esa misma intensidad, así que despreocúpate, amor es lo que nos sobra. Y, más importante aún, la persona que somos ahora también se ama a sí mismo.

¿Qué ha pasado en estos últimos meses? Bueno, papá se ha disculpado con nosotros y realmente nuestra relación ha cambiado, me ha apoyado en todo y somos más cercanos que antes, sé que eso no va a borrar las lágrimas derramadas, pero te apuesto de todo corazón que está esforzándose por ser el papá que siempre quisimos tener.

Kim sigue siendo la misma mujer que nos recibe con los brazos abiertos cada vez que nos ve, ella es la misma persona que conociste, y Luna... ella es más insoportable, sin embargo, creo que tenemos una mejor relación. (Mejor relación se puede traducir como que ya nos soportamos más y podemos convivir en una misma mesa sin pelearnos).

También quiero decirte que nunca fue tu responsabilidad cargar con toda esa ola de emociones y que nunca fue malo tener que sentir, lo que sí era malo era tener que fingir que no sentíamos nada, sé que era la forma en la que nos protegíamos, no obstante, al intentar protegernos estábamos lastimándonos más de lo que creíamos.

No fue tu culpa, hiciste lo mejor que pudiste hacer y estoy tan orgulloso de ti, si pudiera abrazarte lo haría, por Dios, claro que lo haría. Te abrazaría y nunca más te soltaría.

Hiciste un buen trabajo tratando de protegernos, pero ya no es necesario hacerlo, hay personas a nuestro alrededor que también se encargan de ello. No estamos tan apartados de los demás como solíamos hacerlo, tenemos amigos grandiosos que nos quieren muchísimo y si bien cada uno ha tomado un camino distinto porque hemos ido a universidades diferentes, seguimos teniendo la misma conexión. Salimos de vez en cuando o ellos vienen de visita al departamento que rentamos (como ahora) por lo que no estamos alejados.

Aunque extraño muchísimo a mamá.

Extraño oír su voz cada mañana, extraño sus bromas pesadas, extraño las tardes de "maratón de novelas turcas" a las que me arrastraba, extraño sus gritos cada vez que quemaba algo en la cocina, extraño sus abrazos... Dios, la extraño mucho.

Supongo que es normal cuando estás en tu primer año de universidad y tienes que mudarte lejos, ya sabes, toda tu vida cambia drásticamente. Aún no me acostumbro a estar lejos de casa mucho menos lejos de ella, lo único que me reconforta es que falta una semana para navidad, así que podremos verla muy pronto.

¿Puedes creer que llegamos a la universidad? ¡Porque yo no! ¡No sé cómo llegamos tan lejos!

Vale sí sé, nos esforzamos mucho, por primera vez lo hicimos. Además, teníamos un exceleeeeeeeente tutor que nos ayudó a estudiar (te contaré de él después).

Estamos estudiando enfermería y podría escribir miles de hojas respecto a lo mucho que odio la carrera, creo que nos equivocamos al haber elegido esa profesión, no lo sé, me gusta, pero al mismo tiempo siento que no es lo nuestro. Mamá dijo que podía cambiarme si no me gustaba y aún lo estoy pensando. Tal vez no lo haga, es decir, odio muchísimo la teoría, pero papá me dio oportunidad para practicar en el hospital donde trabaja y no lo odié, al contrario, me gustó. Ya veremos qué es lo que sucede. (Te mantendré actualizado... tal vez).

Han sido meses llenos de emociones y a pesar de que estamos lejos de casa, de mamá, y de nuestros amigos, no nos sentimos solos. Y tampoco lo estamos.

Si mi novio leyera esto y viera que no lo he incluido se sentiría ofendido.

Sin embargo, quería dejar lo mejor para el final.

Tú no lo sabes, pero Edward fue de las mejores cosas que pudieron pasar en nuestra vida. Él es el chico más amable, lindo, dulce, divertido, descarado y sinvergüenza de todo el mundo (y excelenteeeeee tutor, cinco de cinco estrellas).

Llegó cuando menos lo esperábamos, y es que, si te contara el inicio de nuestra historia, te matarías de risa y de pena ajena, yo ya lo hice, así que no te culpo si lo haces. Pero, en resumen, una confusión conectó nuestros caminos y no podría estar más agradecido con mi estupidez.

El rubio de ojos verdes más lindo de todos es nuestro novio, sí, novio. Ya tenemos nombre para lo que hay entre él y yo, no lo teníamos porque íbamos bastante lento, (según él no íbamos lento, pero no le hagas caso, sí lo íbamos).

Él fue y es de las personas que más me han apoyado, y sabes, no es el chico perfecto, tiene mal gusto en la cocina, dice que mi comida no es buena pero obviamente lo es. También está sanando sus heridas, y aunque la relación con sus padres está tan rota que es imposible reconstruirla, él prefirió iniciar de cero y yo apoyo su decisión. Estudia letras y no vamos a la misma universidad, pero sí que estamos en la misma ciudad. No te asustes, pero vivimos juntos, él dice que es un paso enorme a la relación, yo digo que es un paso enorme a mi pobre billetera, necesitaba un roomie para compartir los gastos.

Hemos tenido días buenos y otros no tanto, las parejas tienen sus roces y nosotros no somos la excepción, pero lo que sí es cierto es que hasta el momento hemos sabido afrontarlo y tengo el pequeño presentimiento de que lo seguiremos haciendo.

En general... los días grises también nos han ayudado, el gris puede parecer malo, pero es un color después de todo.

Tengo la extraña sensación de que te sentirás mejor después de saber todo lo que te he contado porque yo sí que me siento mejor. Cierro los ojos y te veo... me veo ahí, con una enorme sonrisa en el rostro. Andy pequeño, puedes estar tranquilo porque ahora somos felices, pese a cualquier día malo y pese a cualquier momento de debilidad, somos felices, muy felices. Aún nos falta mucho por vivir y espero que el Andy de diez años también sea feliz (y que no tenga muchas deudas ni calvicie, y solo si puede, una rinoplastia, no podré morir en paz si no tengo una rinoplastia).

Antes de dejar esto, quería disculparme contigo. Perdóname por haber hecho que aguantarás todo lo que sentías, perdóname por no abrazarte en su momento, perdóname por no haberte cuidado, por no habernos cuidado.

Pero no soy el mismo de antes, ahora sí sé lo siguiente:

Somos fuertes, pero también vulnerables y eso está bien.

Somos un vaso de cristal que se puede romper, pero que también se puede volver a construir.

Somos valientes, pero también cobardes y no hay mejor balance que la mezcla de ello.

Y, más importante aún, somos suficientes.

No sé qué nos espera en los próximos años, pero lo que sí sé es que no tengo miedo.

Esperando que no sea un adiós, sino un hasta pronto, me despido.

Andy O'Connell.


Aprieto los labios y dejo el lápiz sobre el escritorio cuando firmo la hoja con mi nombre. Me recargo sobre la silla y echo la cabeza hacia atrás, agotado. Estuve posponiendo esto desde hace varios días, pero tenía un fuerte motivo, no quería recordar todo lo que ha pasado en mi vida porque soy un sensible de mierda y me iba a echar a llorar. Para mi fortuna, no lo hice, y no porque no quisiera, sino porque en realidad me siento bastante tranquilo.

Esto ha sido muy terapéutico, aunque también fue como recibir un puñetazo en el rostro, sobre todo cuando he tenido que usar el cerebro, sin embargo creo que no usé mi cerebro del todo al hacer este escrito, más bien usé mi corazón.

Hago una mueca al escuchar que el volumen de la sala principal ha aumentado, uh, sabía que no debía dejarlos solos, a estas alturas es realmente sorprendente que no hayan roto nada. Sé que Edward está ahí con ellos, pero es una masita que no se atrevería a regañarlos.

Navidad está a la vuelta de la esquina y como mis amigos la celebrarán con sus familias, decidimos vernos hoy para celebrarla juntos por anticipado. Me he retirado de la sala un par de minutos porque debía hacer el escrito, se suponía que tenía que hacerlo antes, pero ya saben por qué no lo he hecho, además, aunque he cambiado bastante en este último año, sigo siendo el mismo procrastinador de siempre.

Veo el cuadro que está en el escritorio que Edward y yo compartimos, es una foto de ambos el día de la graduación con mamá en medio, sonrío. Mariel no sabe que llegaremos tres días antes de lo planeado, muero por ver su expresión de sorpresa cuando nos vea en la puerta. Este año cenaremos solo con ella porque papá irá a visitar a los padres de Kim, pero en año nuevo estaremos todos juntos, todavía estoy preparándome emocionalmente porque tener a mi mamá y a mi madrastra en una misma mesa es una vergüenza segura.

La puerta se abre y mi sonrisa se amplía. No necesito voltear para saber quién es.

—Aquí estabas —su voz hace eco por la habitación—. Oliver se va a terminar todo, ¿cómo hago para decirle que no lo haga?

Suelto una risita nasal y giro a verlo, él sostiene un vaso de cristal con una de sus manos, tiene puesto el suéter de navidad que le regalé y está descalzo, solo tiene el par de calcetines con figuras de reno que encontramos en la tienda. Edward también ha cambiado en este año, su cabello antes blanco ahora está rubio, su color natural y no sé si yo me he encogido, pero lo veo un poco más alto. No lo sé, ¿hasta que edad se supone que dejamos de crecer?

Físicamente lo hacemos en algún momento, pero emocionalmente no creo que lo hagamos.

Edward también comenzó a ir con su antigua psicóloga, lo que le ha ayudado a mejorar, los problemas con sus padres siguen latentes, pero ahora que ya no vive con ellos dice que se siente mucho mejor, sus papás no se interpusieron cuando dijo que estudiaría letras, creí que habría un gran drama familiar, pero no, lo único que sí sucedió es que no lo han apoyado económicamente con la universidad, no obstante eso no ha sido un impedimento para él, Alek y Mariel lo han apoyado, además, consiguió trabajo en una librería cercana. Le sugerí buscar a su padre biológico, sin embargo, Edward no quiere hacerlo ya que según él no quiere seguir atascado en el pasado. Yo respeto sus decisiones.

—Estaba terminando algo —levanto la libreta y él entiende al segundo de lo que estoy hablando porque asiente.

Se acerca a mí y toma asiento en la silla de al lado.

—Me alegra que lo hayas hecho, mon soleil —sonríe y pone su mirada en el calendario de enfrente—. Mañana iremos a comprar los regalos para tu mamá —me recuerda—. Subió a sus estados de WhatsApp que le hacía falta un nuevo bolso. Creo que fue una indirecta.

—Definitivamente fue una indirecta —me río. Mariel seguirá siendo la misma persona así pasen diez mil años—. También debemos comprar comida para Lazy, se le acabó hoy.

Él asiente. Me olvidaba mencionar que en nuestro pequeño departamento tenemos un polizón. Edward no pensaba dejar solo a su mascota y lo trajo con nosotros. Yo podré olvidarme de comer, pero no me olvido de alimentar a Lazy. Si Juan, que se ha quedado con mamá, supiera esto, ya me habría picado los dos ojos.

Edward baja su mirada hacia mi ropa y esboza una sonrisa coqueta.

—Tienes mi playera —señala y me hundo en la silla, avergonzado.

—Es más cómoda.

Mentira, mi ropa es mil veces más cómoda, pero me gusta oler a él.

—Te ves lindo —lleva su mano hacia la manga de la playera y juega con esta—, pero me gusta más cómo te ves sin ella.

Ruedo los ojos por su coquetería barata y lo tomo del suéter para atraerlo hacia mí. Él se ríe y presiona sus labios contra los míos, inclinándose sobre mí para poder besarme con intensidad. No importa cuántas veces nos besemos, siempre lo sentiré como si fuera la primera vez y mi cuerpo también reaccionará de esa manera. Mi pulso se acelera cuando sus manos descienden por mi pecho hasta llegar al dobladillo de la playera, acaricia mi cintura por encima de esta, pero después, alza la prenda y hunde sus dedos en mi piel.

Gimo contra su boca y mi cuerpo se prende en llamas al sentir que la mano de Edward ha bajado hacia el botón de mi pantalón. Muerdo su labio y tomo su mano con la mía para que se detenga, no estamos solos en casa, Dios, él sonríe en medio del beso porque sabe cuál es su delito.

En eso, alguien toca la puerta. Maldigo en mis adentros por la interrupción, aunque al menos agradezco que hayan tocado, no sé cómo me hubiera sentido si nos atrapaban en esta situación. Edward se separa de mí y los dos tratamos de recomponernos antes de decirle a quien haya tocado que pase.

—Hemos venido a visitarlos y ustedes se encierran para besuquearse. Dios, esperen a que nos vayamos par de calenturientos. —Es lo primero que Jean suelta al abrir la puerta. Blanqueo los ojos—. Salgan, vamos a jugar.

Asiento de mala gana y Jean no cierra la puerta cuando se marcha. Supongo que esta debe ser su venganza por haberlo interrumpido hace un año cuando estaba besándose con Oliver. Sigo sin saber qué es lo que son, pero siguen juntos, así que ponerle una etiqueta a lo que tienen es lo de menos.

Aparto a Edward y me levanto de la silla, acomodando mi playera.

—Tengo algo que darte por navidad —dice de pronto y eso me hace hundir la ceja. Él traga saliva y su rostro se pone rojo. Claro, no le da pena hacer las cosas que hacemos, pero sí darme algo. Sonrío—. No tendremos tiempo en los próximos días, así que pensaba que hoy era un buen momento.

—Ya dime, es un auto, ¿verdad? —bromeo y él rueda los ojos riendo.

—Quisieras —bufa y toma una gran bocanada de aire—. Una vez dije que escribiría un libro sobre ti —menciona, nervioso, y el corazón se me detiene—, y lo hice, me inspiré en ti para hacerlo. Aún no tiene forma como tal, pero... Uhm, es algo.

¿Qué él hizo qué? Dios, el corazón se me va a salir del pecho, no puedo creer que él haya hecho algo como eso. Siento que algo estalla en mi interior, algo como una mezcla de sorpresa, felicidad y emoción. Me acerco a él y tomo sus manos con las mías.

—No puedo creerlo, Edward, ¿estás bromeando? —Niega con la cabeza y un cosquilleo me recorrer por todo el cuerpo—. Es el mejor regalo de navidad que me han dado en la vida —sincero haciendo que él deje de estar tan nervioso—. ¿Cómo se llama?

Curva sus labios en una sonrisa.

—Para ti, algún día.

Mi sonrisa se ensancha.

—Dime que no es un romance trágico.

—Sí, lo es.

Hago un mohín con los labios.

—Estoy muy feliz como para decirte algo, pero créeme que te estaré fastidiando hasta que me des mi final feliz —advierto y por la descarada sonrisa que mantiene sé que no será nada sencillo convencerlo por un final feliz y no triste—. ¿Cuándo puedo leerlo?

—Nunca, me da vergüenza —admite y golpeo su frente.

—Me has escrito un libro, pero no puedo leerlo, ¿qué clase de regalo es ese? —reprocho.

—Uno que está preparándose todavía, solo espera a que lo termine bien —pide y vuelvo a sonreír—. Si alguna vez llego a publicar ten por seguro que estarás en la dedicatoria.

—Sé que publicarás y también sé que estaré en la dedicatoria porque de lo contrario tú y yo tendremos varios problemas —juego.

Él solo suelta una pequeña risa y aprovecha que sigue sentado para jalarme hacia su cuerpo y hacer que me siente encima. No hace nada, solo me abraza por la cintura y yo entrelazo mis brazos por su cuello. Aspira el perfume de mi playera y esbozo una sonrisa ladina. Este tipo de momentos son mis favoritos, no necesitamos hacer más para saber lo que el otro quiere decir.

—Gracias por llegar a mi vida —masculla contra mi playera.

Estoy a punto de contestar cuando la voz de Jean vuelve a interrumpirnos.

—Última llamada, calenturientos.

Giro hacia la puerta y no me sorprendo al encontrarlo en la puerta con una expresión irritada. Le alzo el dedo medio y él sonríe, cerrando la puerta.

—Vamos antes de que rompan la televisión o emborrachen a Lazy —Edward menciona, divertido y me echo a reír. Sí es algo que ellos harían.

Mi novio hace el intento por levantarse, pero lo detengo. Levanta la mirada hacia mí, confundido.

—No eres el único que está agradecido... Yo también lo estoy, eres la confusión que volvería a cometer una y otra vez. Gracias por llegar a mi vida —siento el calor en mis mejillas luego de admitir eso en voz alta. No soy de los que le dice esta clase de cosas usualmente, soy más del tipo seco antirromántico, pero quería decírselo.

Él me regala la sonrisa más linda de todas y no me responde con palabras; toma mi rostro con sus manos y me da suaves y cortos besos en los labios que me hacen sonreír también.

—Je t'aime.

El corazón me da un vuelco cuando lo escucho soltar eso.

—¿Qué dijiste? —inquiero con la voz temblorosa. Edward se encoge de hombros y me aparta para poder levantarse. No tardo en imitar su movimiento.

—Investígaloo —canturrea.

—¡Edward! —reprendo y él se ríe.

Ugh, no sé qué es lo que quiso decirme, pero apenas mis amigos se vayan lo investigaré, espero que no sea ninguna de sus frases de doble sentido porque lo asesino. El otro día creí que me había dicho algo cursi, sin embargo, al investigar me di cuenta que no. Le lancé mi sandalia.

Voy detrás de él cuando salimos de la habitación y por cada paso que doy el ruido de la sala se hace más audible, se está reproduciendo Tongue tied de Grouplove en la bocina ahora mismo, espero que la vecina de al lado no diga nada. Al llegar allí encuentro a mi grupo de amigos sentados en el suelo en circulo con una botella en medio. Todos están ahí: Karla, Oliver, Jean, Mary y Heather y su novia también. Sonrío al verlos.

—¿Que juegan? —pregunto, sentándome al lado de Oliver. Edward se sienta frente a mí, al lado de Karla.

—Verdad o reto —responde Mary y asiento. Debí suponerlo, no sé por qué les gusta tanto este juego—. ¿Juegan? Digan que sí, en honor a los viejos tiempos.

Miro de reojo a Edward para ver su reacción y como él acepta, yo también lo hago. Ya no tengo nada qué ocultar después de todo.

Karla me pasa la botella para que yo le dé vuelta, la tomo y así lo hago. Curiosamente, la botella apunta hacia mí.

—¿Verdad o reto? —inquiere mi novio con una sonrisa.

Esta vez no dudo en responder:

—Reto.

Sonrío.

Contigo siempre elegiré reto.



FIN 



***

Soy un mar de lágrimas ahora mismo. No tengo palabras para expresar lo que siento:(

Solo quiero darles las gracias de nuevo por acompañarme en este increíble viaje, todo lo que ha sucedido es surreal. Jamás esperé llegar a las 100k leídas, ni al millón, mucho menos a un libro en físico. Sigo soñando con los ojos abiertos y no puedo estar más agradecida con ustedes.

GRACIAS, INFINITAMENTE GRACIAS.

Sin ustedes nada de esto sería posible. Desde sus votos, comentarios, leídas, mensajes, edits, memes, videos, en fin, todo es gracias a ustedes y a su apoyo💛🖤

También quiero agradecer a mis amigas KarinVerduga y IgnisIsabela  por apoyarme con la historia desde el inicio, chicas, son mis pilares💛💛

A las chicas y chicos de los grupos de WhatsApp y Facebook, a los que me hablan en Instagram y los que me amenazan en Twitter JAJAJA, a los administradores de las cuentas fakes de nuestros chicos en Instagram y en Twitter, AAAAH, A TODOS 😭😭❤️❤️

Y A TIKTOK POR HACER QUE MIS VIDEOS SALIERON EN SU PARA TI JAJAJAJAJAJA TIKTOK TE AMO

EN SERIO, MUCHÍSIMAS GRACIAS, DE TODO CORAZÓN 😭❤️

Quiero que sepan que esto no es un adiós, sino un hasta pronto 💛🖤 NO SE VAN A LIBRAR DE MÍ, AÚN NOS FALTA MUCHO POR RECORRER💛💛

La historia de Andy y Edward termina, pero la de Jean y Oliver está por comenzar... AAAAAAH 🏀🎨

Antes de acabar esto, tenía que agradecer a un par de personas que cambiaron mi vida rotundamente:

Gracias Andy
Gracias Edward
Gracias Jean
Gracias Oliver
Gracias Karla
Gracias Mariel
Gracias Mary
Gracias por regresarme las ganas de escribir 💛💛

Hasta pronto🖤💛
LOS AMO MUCHO, NO OLVIDEN QUE SON MÁS QUE SUFICIENTES 💛💛

Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

67.5K 1.6K 47
Tú; sigues a través de los nueve círculos del infierno, donde se encuentran los más grandes pecadores de la historia, quienes reciben castigos a la...
451K 54.4K 71
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
39.2K 4.4K 4
Reki y Langa son los príncipes herederos de dos importantes reinos y desde niños son comprometidos para unir ambas naciones. •AU •Omegaverse •Basad...
Finge que me quieres Par Jaz

Roman pour Adolescents

68.9K 4.2K 15
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...