Suena el despertador, las 9:30. Hoy toca gym, llevo unas semanas sin hacer ejercicio. Me levanto rápido de la cama y un mareo intenso hace que me caiga para atrás, y si no recuerdo mal ayer bebí tanto que mi hermano tuvo que traerme borracha en mi coche.
Pillo una pastilla y bajo a la planta de abajo al oír voces. Me asomo un poquito y veo a mi hermano y a Pablo, desayunando? Llego al salón.
- Buenas- digo sentándome en una silla.
- Buenos días Olaya, la resaca bien?- dice con un tono graciosillo. Por qué cojones le ha invitado a desayunar?
- Wow y qué importa? No me ves?- digo dramatizando.
- A alguien no le ha sentado bien la botella de Larios- dice mi hermano engullendo una tostada.
- Pesados- me subo con mi desayuno y lo saboreo mientras enciendo la gran TV de mi habitación. Enciendo Netflix y desayuno mientras veo Lupin.
Tocan a la puerta insistentemente y ya empiezan a cabrearme.
- QUIEN COJONES ES?
- Abre- dice Pablo al otro lado.
- Para qué? Para oír tus estúpidas excusas?
- Si me dejas explicarte te enterarás de todo. Que cerrada eres para unas cosas y para otras no.- dice cansado.
- Ahora vienes a decirme como soy? Vete a la mismísima mierda- digo ya cabreada y me encierro en la terraza.
Saco mi libro y me pongo a leerlo bajo las nubes. Y de nuevo oigo ruidos en el patio, vaya día.
- Callaos ya hostia- digo asomándome y viéndoles jugar a fútbol.
- Baja con nosotros- después de un rato insistiéndome decido bajar. Les veo jugando a hacer pases y chutar a portería.
- Qué pasa?- digo acomodándome las gafas de ver. Pablo me mira abajo y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.
- Juega con nosotros porfi.- insisten un rato más, y no me queda otra que aceptar, aunque soy muy patosa.
- D'accord!
Me posiciono delante de la portería y coloco el balón delante mía.
- Así no- dice Pablo acercándose a mi. Pone sus manos en mis caderas y me coloca justo recta para chutar.- Así se hace mi chica- susurra en mi oído.
Tiro y entra dentro de la portería. Lo celebro con los dos la mar de loca. Y al fin y al cabo razono que debo darle paso a una explicación de Pablo.
- Tú ven aquí- digo señalando un butacón al lado mía.- No querías hablar conmigo?- asiente y viene conmigo.
- Ehm bueno, debo decirte que te has enfadado por un puta tontería. Si te digo el porqué de todo ya no es una sorpresa- dice jugando con un mechón de mi pelo. Se acerca a mi oído peligrosamente- Solo te puedo decir que te va a encantar- me susurra y me muerde el lóbulo. Y en un instante me ha puesto muy cachonda.
- No me vuelvas a morder- digo amenazándole.
- Por qué? Porque te encanta?- dice mientras me pica. Elevo los hombros y esbozo una sonrisa.