*El chico misterio*
Diana Dawson.
Me aparté rápidamente de Kenneth, no podía responder ese beso ni un segundo más. Aunque no sea oficialmente nada de Gael, sentía que lo estaba traicionando.
Además, nunca me iba a esperar que mi mejor amigo me fuera a besar. ¡¿Cómo es posible que me haya besado?! ¡Los mejores amigos no se besan! ¿O sí?.
__Estoy enamorado de tí, Diana, estoy enamorado de tí hasta los huesos. Siempre quise darte lo mejor de mí, demostrar que siempre has Sido la niña de mis ojos, pero tú ... tú no te dabas cuenta, joder. ¡Solo me veías como tú mejor Amigo! __habló con su frente pegada a la mía. Su aliento cálido de menta mezclada con cigarrillo golpeaba mi nariz.
Las lágrimas se acumulaban en mis ojos. He sido una estúpida todo este tiempo, y aunque haya intentado con todo mi ser, ser la mejor amiga del mundo, terminé lastimando al chico más genial del mundo por mis malditas dudas. Hubo una etapa en la que pensé que estaba enamorada de él, se lo comenté y él se mostró genuinamente feliz, intentamos ser novios, de hecho, él fue el primer chico que me besó. El día de mi cumpleaños quince jugamos a verdad o reto con nuestras amistades más cercanas del cole, recuerdo que yo había dicho verdad por miedo a que me retaran y, la pobre alma inocente de Kenny, me preguntó a cuántos chicos yo había besado. Él siempre intentaba hacerme quedar bien, pero tiene un don sobrenatural para arruinarlo todo en cuánto abre la boca. Tal vez por eso sea tan callado.
En ese momento mis mejillas ardían de la vergüenza, y fue como si todos los números se me hubiesen olvidado, porque no supe qué cifra decir. A veces puedo ser una pésima mentirosa. Entonces no me quedó más remedio que admitir que nunca en la vida había besado a ningún chico. Todos se sorprendieron, excepto Kenneth porque él ya lo sabía y estaba orgulloso de que fuera así. Él me preguntó cuando éramos más chicos si yo quería que él fuera el primer chico en besarme, y yo le dije que sí. Así que así fue. El día de mi cumpleaños me robó mi primer beso, y desde entonces lo hacía de vez en cuando para enseñarme, cosa que le agradezco bastante.
Pero el tiempo pasó y yo comprendí que éramos solo niños. La amistad de Kenneth es muy importante para mí, es como mi hermano. Sentía formarse un nudo en mi garganta porque, definitivamente no siento lo mismo y desearía que ese hecho no le doliera, pero no va a ser así.
__Y te sigo viendo como mi mejor amigo, Kenneth__respondí a la misma vez que un par de lágrimas se escapaban de mis ojos sin control. __¡Eres mi mejor amigo, joder! ¡Se supone que no debías enamorarte de mí!.
__¡¿Acaso crees que yo elegí sentir toda esta mierda?! Se nota que lo dices porque no sabes cuánto duele ver qué le sonrías a otro de la misma forma en que yo te sonrío a tí. __ Dos gruesas lágrimas se escaparon de sus peculiares ojos y las apartó furioso__ Eres la única chica con la que he sido sincero y no un cabrón. ¡Joder!. Tal vez el Karma me está castigando y por eso tú no sientes lo mismo que yo.
En ese instante, al ver la desesperación en sus ojos, al ver finalmente el amor en su mirada, el amor de un hombre por una mujer, no el de un amigo, no pude evitar romper en llanto.
Ken me envolvió en sus brazos y lloró conmigo. Yo lloraba por miedo a perder a mi mejor amigo. Él por desamor. Pasaron los minutos, y nosotros seguíamos parados en medio del bosque verde y colorido abrazándonos como si fuera la última vez.
__Podemos fingir que nunca te conté nada sobre mis sentimientos, Diana. Tú sientes cosas por ese chico que conociste en Las Vegas, y yo lo único que puedo hacer es respetar eso y conformarme con tu amistad. Para mí el hecho de tenerte en mi vida es más que suficiente. __ habló en mi oído, causando que me erizara.
Me aparté de golpe de él y lo miré como si estuviese loco. Porque definitivamente tiene que estarlo.
__¿Cómo puedes pedirme que finja que no tengo conocimiento sobre lo que sientes por mí? ¡Tus sentimientos no son insignificantes, Kenneth!. __le digo exasperada. __Yo siento cosas muy bonitas por ese chico que conocí en Las Vegas, sí, pero tú también me importas mucho aunque no sea de la misma forma ni en el mismo sentido. __le explico, pero su semblante no hace más que entristecer.
__Diana, ya, por favor, no quiero seguir hablando de esto, ¿Sí?. Es bastante difícil para mí y me gustaría mucho que respetaras eso. __me pidió con las cejas arrugadas y una mirada húmeda. Sus ojos brillaban y se habían puesto ligeramente rojos.
__De acuerdo. Pero no quiero que me trates diferente ahora, porque pase lo que pase yo siempre seré tu mejor amiga. Te lo prometo. __ me lancé a sus brazos y volví a abrazarlo. Él sollozó en mi hombro y yo, me sentía la persona más triste del mundo porque me dolía en el alma ver en ese estado a mi mejor amigo.
Kim apreció un poco después y nos tiró algunas fotos.
Unos minutos después nos unimos a toda la aglomeración de gente y bailamos y nos sonreímos igual que siempre. Nos hicimos algunas selfies, pero solo subí a mis historias de Instagram las fotos que Kim nos hizo. Mi móvil tenía 5 % de batería y apenas terminé de hacer la publicación se apagó. Luego apareció Kimberly de la nada nuevamente y tiró de mi brazo.
__Venga, guapa, ¡Mueve ese culazo!__ gritó por encima de la música a la misma vez que se terminaba de beber un trago de Brandi.
Me dejé llevar y me moví al ritmo de la música entre toda esa gente. Me di un chot de tequila, y luego otro y otro hasta que mi vista se volvió borrosa. Entré al baño de la cabaña y vomité la vida. Sentía mis manos temblar, me ardía la garganta y las lágrimas se escapaban solas de mis ojos. El baño daba vueltas a mi alrededor, o tal vez el efecto del alcohol así me hacía verlo.
La puerta del baño se abrió de golpe y sentí una carcajada masculina. Me tensé e intenté fijarme en su cara, tal vez le conocía, pero me resultaba imposible enfocar.
Gael....
Ojalá fuera él. Gael era como el efecto del alcohol sobre mí, me hacía temblar y nublaba mis sentidos. Me pareció escuchar el sonido de un vaso roto, tal vez se le cayó al chico que entró al baño. No podía moverme, sentía mi cuerpo demasiado débil. Esto es un poco extraño. No bebí tanto como para terminar en este patético estado de embriaguez. Recosté la cabeza a la pared del baño, y cerré un poco los ojos porque la luz del techo me molestaba y empeoraba mi visión.
__Tú y yo nos vamos a divertir mucho, princesa. __susurró sobre mis labios.
Mi vista estaba normalizándose, pues noté que iba con una capucha puesta y un nasobuco, por lo que su cara iba demasiado cubierta. Estaba segura de que tenía que correr lo más lejos posible de allí pero mi cuerpo estaba totalmente inmóvil.
Las lágrimas se desbordaban de mis ojos y el miedo recorría cada célula de mi cuerpo. No conozco a este tipo. Él tuvo que haber puesto algo en mi bebida con el objetivo de acorralarme aquí.
__ ¿Quién eres? __ le pregunté con la voz temblorosa
__Oh, mi princesa, algún día prometo responder esa pregunta. __ habló delante de mí cara. Estaba en posición de cuclilla mirándome fijamente con la cabeza ladeada como si estuviera analizándome.
Mi vista seguía sin nitidez alguna. Podía sentir la mirada de ese psicópata sobre mis labios.
__Joder, ¿Sabes que tienes unos labios que harían pecar a cualquiera?__ me preguntó. Su voz era muy ronca y varonil. __A la verga, llevo mucho tiempo soñando con este momento. __dijo, antes de bajar su cubrebocas y besarme.
Intenté apartarlo, y enseguida lo hizo. Cosa que me sorprendió bastante pero lo que me dejó verdaderamente confundida fue que se fuera de repente como un maldito fantasma.
Miré de nuevo la luz amarilla del bombillo que había en el techo del baño y luego recosté la cabeza en la pared hasta que sentí mis manos y mi cuerpo temblar y sudar. Estaba realmente débil y lo próximo que ví fue oscuridad absoluta.
[•••]
__Diana, ¡Despierta! ¡Por favor!
__¡Échale agua fría en la cara!
__¡Mejor Pónganla bajo la ducha! __propuso Kenny
__Ya, claro, para que le dé hipotermia, imbécil, mira la hora que es.__ replicó Kenneth.
__Cierto.
Abrí los ojos lentamente. Sentía punzadas de dolor en la cabeza. No volveré a beber jamás.
«__Estoy enamorado de tí, Diana, estoy enamorado de tí hasta los huesos.»
«__Podemos fingir que nunca te conté nada sobre mis sentimientos, Diana»
«__Venga, guapa, ¡Mueve ese culazo!»
«__Tú y yo nos vamos a divertir mucho, princesa. »
«__Oh, mi princesa, algún día prometo responder esa pregunta»
«__A la verga, llevo mucho tiempo soñando con este momento.»
Los recuerdos pasaron por mi mente como ráfagas. Mierda. ¿Quién era ese tipo?
__¿Qué te pasó, Diana? ¡Estabas inconsciente en el baño!__ habló Kimberly con la voz quebrada.
__El tío ese de la capucha y el cubrebocas, ¿Ustedes no lo vieron? __ les pregunté nerviosa.
__¿Qué tío de la capucha, Diana, de qué hablas? __inquirió Kenneth obviamente preocupado.
__Un chico se metió al baño cuando yo entré. No pude ver su cara, iba de negro y tenía la cara demasiado cubrida. Mi cuerpo estaba extrañamente débil, no creo que haya bebido tanto como para terminar en tal estado...__ me callé.
Estoy asustada. Ese chico no sale de mi cabeza y estoy segura de que esta no será la única vez que lo vea.
__¿Y qué se supone que hizo ese gilipollas en el baño? __ preguntó Kenny con las cejas fruncidas y haciendo puños a sus manos.
__No lo sé exactamente. Recuerdo que dijo que se divertiría conmigo, luego intentó besarme y yo hice un intento débil de apartarlo y él se apartó. No me forzó a nada.
__¿Qué? ¿Me estás diciendo que un psicópata de mierda te hechó alguna droga de mierda en tu bebida de mierda, y se metió en el baño contigo estando en ese estado en el que ni siquiera tenías control de tu cuerpo, y no te forzó a nada? __me preguntó Kenneth exasperado.
__En efecto.
Se pasó los dedos por entre su cabello con frustración. Agarró un búcaro que había en una pequeña mesa al lado de mi cama y lo estampó contra el suelo con toda su fuerza. Yo pegué un brinco, al igual que Kim, mientras que Kenny solo miraba la escena sin expresión alguna en su rostro y sin pronunciar palabra alguna.
__¡Maldito enfermo! Te juro que voy a buscarlo y cuando lo encuentre, le voy a pegar tantos guantazos que tendrá que reconstruirse la maldita cara si es que no lo mato. __gritó. Las venas se marcaban en su cuello. Su respiración estaba agitaba. Joder, nunca lo había visto así. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
__Lo importante es que no me tocó. No me hizo nada, Ken. __ hablé casi en un suspiro para intentar tranquilizarlo.
__¡¿Que no te hizo nada, Diana Dawson!? ¡Te Drogó, maldita sea!
Sacó de pronto las llaves de su coche de su bolsillo derecho del pantalón, y salió de mi habitación pegando un portazo estruendoso.
__Gracias por traerme a casa, chicos.
__No tienes nada que agradecer. Hoy pasaremos la noche contigo.__ anunció Kim y les dediqué una cálida sonrisa.
Kenny salió bufando de la habitación. Seguramente para ir a buscar a su hermano. Como siempre.
__¿Qué hora es? __ le pregunté a Kimberly.
__Las diez, Didi.
Cuando dijo Didi, automáticamente Gael me pasó por la mente. Joder, no he podido hablar con él en todo el puto día.
Me levanté un poco mareada de la cama y me metí en la ducha. Se había roto y ahora el agua estaba helada. Pero no me importa.
Un rato después me metí en mi cama y puse mi móvil a cargar. Luego me quedé dormida.
__Ey, mi vida, Kimberly hizo sopa con pollo y verduras, venga, vamos a comer. __ susurró Kenneth en mi oído y un escalofrío recorrió mi cuello y sonreí. Le encanta hacerme cosquillas
Abrí los ojos y me encontré con sus preciosos ojos de diferentes colores mirándome fijamente. Los tenía muy rojos. Al igual que la nariz y la cara completa. Ha estado llorando.
__ ¿Por qué lloraste? __ le pregunté con la voz ronca mientras acariciaba una de sus mejillas. Él atrapó esa mano con la suya y se la llevó a los labios para dejar un casto beso en el dorso de la misma.
__Porque imaginé todo lo que ese estúpido te pudo haber hecho mientras yo me estaba bebiendo todo el alcohol de la barra. Te dejé sola, joder. __ dos lágrimas resbalaron por sus mejillas y apartó la mirada
__Ken, no fue tu culpa, ¿Vale?, Ven aquí.__ le pedí con los brazos abiertos.
Él se acostó a mi lado de la cama y le abracé. Estuvimos así un rato y después bajamos a cenar.
Kenny tenía puesto un pantalón de algodón gris que revelaba su zona V. Traía el cabello mojado y una camiseta blanca que dejaba a la vista sus tonificados brazos. Kenneth tenía puesto unos vaqueros negros ajustados y nada para arriba. Le encanta mostrar su abdomen perfecto. Kim se había hecho dos coletas muy graciosas que la hacían parecer una adolescente de High school. La tenue luz cálida de la cocina resaltaba los ojos de ellos tres. Ella tenía puesto un vestido marrón.
__Dios, ¡Necesito que me droguen para que mi hermana me haga una sopa como esta! __ comentó Kenny y todos lo fulminamos con la vista.
__¿Qué?__ se atrevió a preguntar.
Okay. Es idota definitivamente.
Cuando terminamos de cenar Kenneth y yo fregamos los platos. Luego subí a mi habitación y casi a la una de la mañana llamé a Gael. Omití la parte en que me drogaron porque conociéndolo, es muy capaz de venir para Los Ángeles ahora mismo y aunque me estoy muriendo por verlo, no quiero que se preocupe.
A la mañana siguiente me llamó él y respondí con una sonrisa de oreja a oreja tal cual adolescente enamorada.
__¡Hola mi vida!__ lo saludé nerviosa como si estuviera frente a mí.
__He, Kenny, ¡Dame mi teléfono!__ le pido molesta cuando este se mete a mi habitación y me lo quita de la mano así de repente.
__ Dame alguna razón para hacerlo. __contestó él.
__Venga, Kenny, dame el teléfono, ¡Nunca me haces bromas y decides hacerla el día que necesito que no la hagas!
__Eso es lo divertido.
__¡Estoy hablando con el chico que me gusta! Dame eso__ intenté quitárselo pero era imposible.
__ Oh, eso no le gustará a Kenneth.
__¡Kenny, si a tu hermano le gusta o no, no es asunto mío!
__¿Entonces por qué se besaron ayer?
En ese instante quise que la tierra se abriera, me tragara, y me escupiera en el fin del mundo. ¡Maldita sea! Gael no tenía que enterarse de eso así.
Miré a Kenny con rabia, le quité el teléfono y lo empujé.
__Vete de aquí. __le ordené.
Él se fue sin replicar.
Me llevé el teléfono al oído. Mi corazón latía a toda velocidad.
__ Gael lo siento, no quería que __ me detuve cuando sentí el pi, pi, pi fastidioso que estaba sonando. Me había colgado.
¡Oh, mierda!
Lancé el teléfono a la cama con impotencia y luego salí a despedirme de los chicos. Ya se iban.
__Gracias por haberos quedado, chicos.
Kim me abrazó, mientras que sus hermanos solo asintieron con la cabeza y se metieron al coche. Supongo que ya Kenny le fue con el chisme de que estaba hablando con Gael. Odio cuando se vuelve así y quiere quedar bien con su hermano en todo momento.
Aproveché que estaba fuera de casa y caminé por la ciudad. Luego me encerré en mi estudio a pintar.
Las paredes eran blancas. Habían ventanales enormes con vista al patio trasero. Tengo varias especies de plantas aromáticas dentro que me ayudan a relajarme. La luz era tenue, pero suficiente. Me senté frente a un lienzo y sonreí, porque ya sabía cuál sería mi próxima pintura. Acomodé los pinceles y la barra de colores frente a mí, y con una sonrisa dibujada en la comisura de mis labios, pinté lo que ya considero una obra de arte. Espero mostrarle este cuadro a Gael Mackenzie algún día.
Dos horas después sentí que tocaban en la puerta principal así que a regañadientes abandoné mi trabajo para ir a ver quién era.
Pero para mí sorpresa no había nadie. Solo había un pequeño papel en el suelo. Lo tomé nerviosa y los nervios solo empeoraron cuando lo leí.
«Tu libertad es solo una mentira. Serás libre solo cuando aceptes vivir en mis brazos, princesa»
Entonces recordé al tipo de la capucha y mis manos empezaron a temblar cuando vislumbré una sombra escurrirse al final de la calle.
Cerré la puerta con llave y guardé la nota en una gaveta.
Al parecer este chico es más preocupante de lo que yo pensaba.
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Gracias por esperar pacientemente por este capítulo. Espero les haya gustado.
¿Quién podrá ser ese chico misterioso?