🦋 cicatrices ◍ santake fanfic 🦋
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El chico de aspecto rubio se sujeto con ayuda de sus brazos sobre los hombros anchos de su novio, mientras abrió su boca tras sentir como sus entrañas fueron abriéndose de paso cuando el miembro del contrario volvía introducirse en su cavidad anal.
─ah, ... Maldición...─ gimió cuando los besos ardientes y dulces de Sanzu devoraron en toda la extensión de su cuello y hombros, siendo sostenido por ambas manos sobre su trasero para impedir que fuera a caerse y quedar el uno con el otro apoyados sobre la pared.
Las piernas del menor de estatura ya no podía siquiera sentirlas, en cambio temblaron cuando su novio se novia de forma deliciosa con frenesí, gimiendo los dos en pleno acto cuando el calor emanó encima de sus cuerpos con frecuencia.
Los dedos de Takemichi tomaron el rostro de su amado para atraerlo y volver a caer ante la locura por sus labios, siendo correspondido de manera gustosa ya que no se quedó atrás y continuaron devorando sus bocas.
Si no fuera por la calentura, ambos hubieran terminado con una sola vez e irse cada quien por su camino, pero sus cuerpos sólo deseaban estar encerrados bajo las olas del calor y unir sus almas toda una eternidad.
─más, más... Por favor.─ susurró Takemichi cuando su novio terminó por salir de él y masturbarse frente a este, antes de que eyaculara dentro del condón, la cual tomó con cuidado de que nada saliera y botarlo en un tarro de basura que había por ahí, obviamente cubriendo algo encima. Sanzu echó una mirada de reojo a su novio y no dudó en calentarse cuando lo vió follarse a sí mismo con sus dedos, sólo creando otra gran erección por la maldita imagen cachonda que estaba mostrándole al quedarse en una posición de cuatro, levantando su trasero al aire.
─maldita sea... Y luego te quejas que soy yo el que está como un perro necesitado.─ rebuscó entre sus bolsillos y al ver que no quedó otro condón de repuesto, no tuvo de otra opción más que tomarlo de las caderas y frotarse sobre él simulando embestirlo, dejando al bajo de estatura con ansias. Al mismo tiempo que una de sus manos tomó el pene del cabellos amarillos y complacerlo, subiendo y bajando sus dedos sobre el pene. La paciencia de Takemichi acabó cuando se percató que solamente su novio lo ayudaba a venirse también, y lo apartó unos segundos para empujarlo un poco y posicionarse encima de este para tomar su miembro y dejar que su agujero se deslizara con bastante facilidad después de que lo hicieran, sacando un gemido ahogado al chico de apariencia albina.
La complexión delgada y pequeña de Takemichi esperó unos segundos para apoyarse en los muslos de su pareja para empezar a cabalgar sobre su pene, haciendo que Sanzu echara su cabeza hacia atrás disfrutando el momento y el cambio de rol que tomó su novio la dominarlo de la misma manera que lo hacía con él, no le desagradaba ni rechazaba la idea de que Takemichi fuera dominante durante el sexo.
─ah, Take-michi.─ trató de circular una palabra en su boca pero los constantes movimientos del mencionado, era casi imposible de pensar y hablar con claridad cuando lo tenía adueñándose de su cuerpo total. El opuesto se movió antes de que diera un gran sentón, causando que esta vez Sanzu gimiera en voz alta y tomarlo de su cintura donde conservaba algunas marcas ya hechas y lo ayudó a tener un orgasmo.
En cuanto ambos jadearon con un gran rostro caliente y rojizo al llegar dicho paraíso, Takemichi se tumbó a un lado para recargarse en uno de los brazos de su novio, quien este lo rodeó en un abrazo y besar su frente. El rubio no respondió más que dejarse llevar por los besos lindos que aquél lo recibía, en eso notó el leve dolor en la parte de sus muslos y se sintió apenado cuando vió las recién marcas volviendo a ser notables, siendo los dedos de Sanzu aferrarse a sus muslos para seguir follándolo salvaje.
─¿puedes levantarte, o necesitas ayuda, Takemichi?─ se burló un poco al no ser el único quien el nombrado miraba sus propias marcas, pues Sanzu no pasó desapercibido para darse cuenta del desastre que hizo con su cuerpo. Tomó la ropa de ambos y en seguida se apresuraron a vestirse, quedándose aún en el suelo.
─Sanzu...─ lo llamó apenado.
─¿sí?─ respondió terminando de abrochar por último su camisa blanca y mirar a su pareja con las mejillas rosadas y no sólo precisamente por el calor─. ¿Ahora me necesitas?
─cállate y ayúdame a levantarme.
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─oye Sanzu, ¿Por qué Takemichi está cojeando? ¿Tuvo un accidente?
La figura masculina, Takeomi, se acercó preocupado hacia su hermano menor y a la pareja de este, quien sólo bajó su cabeza hacia el suelo avergonzado y asintió con timidez. Sanzu a veces se preguntaba si de verdad su hermano mayor era algunas veces inocente o mayormente idiota, haciéndolo soltar una carcajada para volver a guardar silencio luego de sentir una mirada afilada de Takemichi viéndole por encima del ojo.
Sanzu pasó saliva por su garganta al entender dicho mensaje indirecto.
─se resbaló cuando estábamos saliendo de las clases.─ finalizó para tomar con cuidado el brazo de su novio y ayudarlo a sentarse en la silla, recibiendo una queja de dolor de su novio, pero aún manteniéndose firme.
─ah, ahora que lo recuerdo. Creo que había una crema especial, tal vez sirva de ayuda. De hecho me recuerda la vez que trataste de montar un caballo y...─ Sanzu cubrió los oídos de Takemichi para evitar ser deshonrado sobre la vez que fue correteado por un caballo, tras visitar a la Granja de sus abuelos paternos y salir dos semanas después con un gran dolor de trasero que duró unos cuantos días más.
─como sea, hermano mayor. No es necesario recordarlo.
El mayor de estatura sonrió.
─sólo quería recordar varios momentos antes de la tragedia.─ un gruñido de su hermano menor se escuchó─. Cálmate. De todas maneras, de seguro ni escuchó.
─ajá ya quisiera yo.─ murmuró y luego procedieron a cenar, esperando que Senju llegara con su novia Yuzuha, quien se presentó con una sonrisa tímida ante los hermanos de la albina.
Dentro de poco se sintió cómoda de haber dado a conocer realmente como eran los hermanos Akashi misteriosos, pues no eran tan aterradores como lo expresaban sus rostros a excepción de Sanzu, quien seguía dándole un poco de incomodidad pero sólo por las veces que discutían al inicio de conocerse gracias al ojos azules, presentando al ojos azulinos como su pareja oficial.
Estando en el presente, Sanzu y su novio salieron al patio trasero ya que decidieron darse un espacio para estar a solas, tomándose de las manos y sentarse debajo del árbol. Takemichi acabó recargando su cabeza en el hombro de su novio a la vez que estaba acurrucando en su cuerpo, Sanzu sonreía de lado.
─tan tierno.─ besó sus labios de forma rápida para pasar un mechón por detrás de sus cabellos. Dejándole con un leve sonrojo y una sonrisa de enamorado en el rostro de Takemichi─. Oye cariño... Takemichi...─ tomó su mano para entrlazarla con la suya, agachando su mirada al césped.
─¿sí? ¿Qué ocurre, Sanzu?─ se aferró a su brazo, dándole un vistazo preocupante.
─Takemichi, ¿seguirás amándome después de graduarnos?─ le preguntó sin verlo. Apretando un poco su mano sin lastimarlo del todo, borrando en unos segundos su sonrisa para estar serio─. Tengo miedo que después de graduarnos, sea nuestro último adiós. Que no te volveré a ver y... Estar sólo sin tú compañia.
El peliblanco se quedó en silencio oyendo los grillos escondidos en el jardín y la brisa recorrer por sus cuerpos, aguardando que su novio pensara las cosas que sucederían dentro de un año. Aún faltaba por graduarse pero eso no evitaba que el tiempo fuera avanzando con rapidez, siendo consciente que podrían estar en diferentes lugares para trabajar y alejarse poco a poco.
─te amaré como quiera, Sanzu. No voy alejarme de ti por más que el destino quiera hacerlo.─ el mayor de estatura se giró en un instante y el rubio enseñó su sonrisa. Tomando las mejillas de su novio─. ¿Qué te hace pensar que voy a dejarte de amar, tontito? Te amo y por ti escaparía de clases para ir a verte.─ besó cada lado de sus cicatrices y restregó su nariz con la suya─. Mientras esté contigo, no hay ningún problema en donde sea que estudiemos o trabajemos. Yo mismo iré a verte si llegas a necesitar mí lado, no te voy a dejar sólo.
Sus manos tomaron la cabeza de Sanzu y lo llevó a su pecho, en la zona donde reposaba el corazón adueñado por él. El peliblanco quedó acostándose en sus piernas mientras su novio estuviera besando su frente y repartiendo abrazos en su cuerpo, dejándole varias caricias en sus cabellos cortos.
─¿me prometes que estaremos juntos?─ besó la palma de su mano metiéndola con sus propias manos─. Después de graduarnos y conseguir un trabajo, te pediré matrimonio y tendremos un bebé.
─eso te lo aseguro, lo haremos dentro de doce años.─ se agachó quedando cerca los labios de su novio─. Prometo que construiremos un lindo futuro juntos.
Los dos juntaron sus meñiques sellando su promesa para luego besarse debajo del árbol iluminando la luna sus sombras unidas amarse sobre el tiempo que tuvieran.
Nota:
Jamás creí actualizar. 💀🧐