15
Habían pasado tres meses desde que vi a Hessen. A menudo traía a sus hombres para espiar a Valentin, pero nunca había sido tan tiránico como lo es hoy. Eso es porque, si haces un escándalo mientras deambulas por el territorio de otra persona, las cosas se complican.
Hessen tampoco lo sabría, pero algo debe haberlo ofendido hoy.
Que no… Es como si finalmente me hubiera vuelto tan loco que ni siquiera puedo verlo.
Si era Hessen, eso era suficiente.
─¿Qué estás mirando? ¿Quieres morir?
Hessen gruñó a la multitud que se preguntaba qué estaba pasando. Sus ojos eran tan feroces que no sería extraño cometer un asesinato de inmediato.
Me deslicé entre la multitud que se retiraba,me enfrenté a Hessen y le pregunté astutamente a uno de los hombres que estaban de pie.
─Oye, ¿qué diablos es esto?
─Es decir…
Fue el momento en que el hombre estaba a punto de responder. Hessen miró a este lado y amenazó.
─¿Cómo te atreves a insultar a los Everett delante de mí?
...De hecho, ahora comprendo lo que pasó.
Recientemente, ha habido un ligero cambio en el tono de las palabrotas de la gente de Valentin hacia Everett, si antes estaba lleno de odio, ahora a menudo ridiculizaban y satirizaban a Everett.
Y Hessen era un personaje fogoso que no podía soportar tales insultos. Debe haber sido que estaba tan enojado.
Hessen sacó su espada de la vaina. En ese momento, tanto los aldeanos como los hombres de Hessen se quedaron paralizados por la sorpresa.
Supongo que las cosas se van a agrandar. Observé la situación con ansiedad.
─Les doy una opción, chicos. O se cortan la garganta o se cortan la lengua. Cualquiera de los dos ¿Ahora que van a hacer?
Hessen miró a los tres hombres que tenía delante y preguntó. Ambos ojos brillaban de locura. No era normal en primer lugar, pero parecía volverse más loco mientras no podía verlo.
─No, ¿qué estás haciendo, cortándonos el cuello y cortándonos la lengua? ¡Nuestras vidas no dependen de ti!
─¡Es verdad! ¡El único que puede castigarnos es nuestro señor!
─¿Y qué dijimos mal? Everett es una guarida de demonios, incluso un perro que pasa lo sabe..
Entonces, un anciano dio un paso adelante y comenzó a sacar a los tres hombres. El anciano pareció reconocer la identidad de Hessen por el color de su cabello y sus ojos.
¿Qué tal ese color de pelo? Fue un susurro.
─¡...!
Al escuchar las palabras del anciano, los rostros de los tres hombres palidecieron. Pronto, los rostros que miraban a Hessen se tiñeron de miedo. Uno de los hombres tartamudeó y dijo.
─Eh, joven de la familia Everett...
Entonces Hessen gimió y agarró la espada.
─Incluso después de mirar estos pelos azules y plateados, recién ahora te das cuenta de que tienes mala cabeza porque en realidad son cachorros de insectos.
Claramente, el cabello azul-plateado de la familia Everett era un color de cabello único que no se encontraba fácilmente. Fue porque la plata con una luz azulada no era común en ninguna parte.
Lo mismo sucedió con los ojos azul-violeta. La combinación de estos dos colores fue como un símbolo de Everett.
La razón por la que estos tres hombres no reconocieron a Hessen fue porque... Como era un aldeano que nunca había salido de este pueblo en toda su vida, sólo podía explicarlo.
En realidad, sucedieron este tipo de cosas. Los lugareños que nacieron y nunca abandonaron su ciudad natal a menudo ven solo a sus señores y no tienen la oportunidad de conocer a otros nobles.
Entonces, ¿tienes alguna idea de cómo es Hessen Everett? Incluso con cabello azul-plateado y ojos de color púrpura azulado, dicen: "Te ves un poco inusual".
Además, sería más difícil reconocer que viniste de civil para espiar.
Hessen, vestido con camisa blanca y pantalón negro, se acercó de esta manera con una espada. Su andar pausado era como una bestia persiguiendo a su presa.
Los hombres ahora estaban temblando y miraron a su alrededor, preguntándose si alguien podría ayudar.
Pero, como siempre, nadie se acercó a ayudar a los hombres.
─¿cuello? o lengua? ¿Que quieres cortar? Empezaré por el chico de la izquierda.
Por lo general, el acto de insultar o ridiculizar a la nobleza por parte de los plebeyos se castigaba con el pretexto de "perjudicar las costumbres".
Sin embargo, fue la 'autoridad del señor' hasta el final. En otras palabras, lo que Hessen está haciendo ahora es claramente una exageración.
La posición de Everett será un poco difícil si Valentin retoma el asunto más tarde.
Pero Hessen no parecía preocuparse en absoluto por el futuro. Sus ojos se volvieron y no pudo ver nada. Dijo, apuntando con la punta de su espada al hombre que estaba en el extremo izquierdo.
─¿Eres tonto? Lo dije bien, pero ¿por qué mantienes la boca cerrada? Si no puede decidir, lo haré por ti. Saca la lengua.
─¡...!
Afortunadamente, no parece tener ninguna intención de cometer un asesinato en Valentin, pero... No podía dejar que Hessen se desencadenara.
Cortar la lengua por insultar a un noble es una exageración.
Una ley tan perversa hace mucho tiempo que ha sido derogada. Por supuesto, los demonios de Everett suelen hacer cosas peores que eso.
Respiré profundamente unas cuantas veces y luego di un paso adelante en silencio.
─¿...?
Hessen enarcó las cejas cuando me vio de pie frente a los hombres. En lugar de responder de inmediato, incliné la cabeza lo más cortésmente que pude. Sabía cómo manejar a Hessen mejor que nadie.
Cuando actuaba como un loco, lo mejor era escuchar lo que quería en lugar de provocarlo más. Abrí lentamente la boca.
─Mi nombre es Leah, una sirvienta que trabaja en la mansión Valentin. Lamento mucho bloquear el camino de una persona noble como una humilde doncella. Sin embargo, me gustaría disculparme en nombre de estas personas, así que escuche con un corazón generoso.
─¿Hoo…?
Una mirada de interés apareció en el rostro de Hessen. Era extraño ver a una sirvienta usando una etiqueta perfecta.
Es como ver a un perro realizar un truco. Hablé en voz baja.
─Estas personas aquí carecen de aprendizaje, y durante el último año y medio han sido atacadas por monstruos, por lo que ni siquiera pueden entender bien. Le ruego a su señor que no se preocupe, tenga compasión de estas personas y, con un corazón generoso, perdónelas.
─...
Hessen, que bajó un poco la espada, me miró como si juzgara algo. Seguí con la cabeza gacha, observando su reacción con los ojos entrecerrados y esperando en silencio.
Después de un rato, sonrió, luego blandió su espada y me la llevó al cuello. Se escuchó el sonido de personas respirando.
En este punto, temblé un poco a propósito, preguntándome si debería mostrar una reacción de miedo.
─Una sirvienta es tan atrevida.
─...
─Por lo que aprendí mientras trabajaba en la mansión es que la etiqueta es de alto nivel.
─Gracias, joven maestro.
Cuando respondí con voz temblorosa, Hessen se rió a carcajadas como si fuera a morir de diversión. Sus ojos mirándome brillaban con un significado diferente al de antes.
Para ser honesta, pensé que este sería el caso. Pensé que si le lanzaba un juguete nuevo al loco que no podía dominar su temperamento, llamaría la atención.
Los ojos de Hessen, mirándome, brillaron con cruel interés. Quería que los hombres huyeran rápidamente durante este tiempo. Pero no fue más que dudar a mis espaldas.
Me preguntaba si debería decírselo con una mirada, pero Hessen, con una espada en su interior, me agarró del brazo de repente. Su rostro se acercó. La locura y el impulso familiares se vislumbraron en sus ojos de color púrpura azulado.
─¿Por qué estás haciendo esto? ¿Tu nuevo pasatiempo?
Ante ese susurro, se me puso la piel de gallina. La pregunta se la hizo a Lilian Everett, no a Leah, la criada.
No podía creerlo, pero Hessen parecía haber descubierto quién era yo.
¿Pero cómo?
La magia de la herramienta mágica de transformación debería ser perfecta...
Hessen me agarró del brazo y empezó a arrastrarme a alguna parte. La gente gritaba y chillaba por todos lados.
Miré detrás de mí y vi a los tres hombres sentados en el suelo y mirándome sin comprender. Al ver esto, suspiré por dentro.
Hessen gritó a sus hombres que salieran y me llevó a un lugar menos conocido.
Se aseguró de que no hubiera nadie y corrió hacia mí, que había sido empujado contra la pared de madera de una vieja cabaña.
Sus ásperos agarres se apoderaron de mi barbilla de una manera incómoda.
Luego se dio la vuelta y me miró a la cara con detenimiento.
Su mano era tan imprudente que me mareó.
Hessen, que me dejó ir después de un tiempo, dijo con una expresión arrogante y despectiva.
─¿Qué es este horrible caparazón? Cámbialo a tu cara ahora mismo.
─...
Fue una gran línea de comandos. Dejé escapar un pequeño suspiro y cancelé la transformación usando una herramienta mágica. El atuendo era el de una sirvienta, pero de todos modos, cuando volví a mi forma original, los ojos de Hessen se iluminaron.
Dio un par de pasos hacia atrás y me miró de arriba abajo lentamente, y de repente apretó el puño.
Cuando miré de cerca, la punta de la oreja estaba un poco roja.
─¿Por qué andas pretendiendo ser una sirvienta?
─Acaba de suceder.
─….
Iba a dejar que Hessen se ocupara de él con moderación y dejarlo ir. Entonces su mirada cambió, y de repente se acercó y agarró mi muñeca.
Sacó algo como una cuerda delgada de su bolsillo y comenzó a atarme las muñecas.
Pregunté con asombro─¿Qué estás haciendo?
─Eh, tú… ¿De verdad quieres casarte con un bastardo tan cariñoso como Lennon Chester?
─¿Qué te importa?
─¡Maldita sea, por qué no importa!
Hessen gritó y empezó a arrastrarme hasta donde había estado aparcado el caballo. También parecía más loco que antes.
Él intentó montarme en un caballo, mirándolo con expresión cansada.
En ese momento, el rugido de alguien se escuchó desde lejos.
─¡Detente!
El hombre corría rápido de esta manera sobre un brillante caballo negro.
Cuanto más se acercaba, más aparecía su figura.
Cabello negro soplado por el viento salvaje, su rostro limpio, parece estar enojado.
Ambos ojos parecían arder de un azul brillante.
Me quedé momentáneamente aturdida y murmuré el nombre en vano.
─Theodore...
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En esta novela me caen todos mal, chau.