All the young dudes - español

By zszyam

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¡ESTA HISTORIA NO ES MÍA, PERTENECE A MsKingBean89 EN AO3, SOLO LA TRADUZCO Y ADAPTO! Historia completa (los... More

Capitulo 1: Primer año: St Edmund's
Capítulo 2: Primer año: El expresso de Hogwarts
Capitulo 3: Primer año: Las elecciónes
Capitulo 4: Primer año: Luna llena
Capitulo 5: Primer año: Pociones
Capitulo 6: Primer año: Venganza
Capitulo 7: Primer año: Merodeadores
Capitulo 8: Primer año: Secretos
Capitulo 9: Primer año: Cicatrices
Capitulo 10: Primer año: Historia
Capítulo 11: Primer año: Cumpleaños, libros y los Beatles
Capitulo 12: Primer año: Navidad 1971
Capitulo 13: Primer año: Lectiuncula Magna
Capitulo 14: Primer año: La broma
Capitulo 15: Primer año: Consecuencias
Capitulo 16: Primer año: Astronomía
Capitulo 17: Primer año: Doce
Capitulo 18: Primer año: Revisión
Capitulo 19: Primer año: Fin de la escuela
Capitulo 20: Verano 1972
Capitulo 21: Segundo año: Regulus Black
Capitulo 22 Segundo año The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From
Capitulo 23: Segundo año: Hermandad
Capitulo 24: Segundo año: Pociones, de nuevo
Capitulo 25: Segundo año: horas después
Capitulo 26: Segundo año: Quidditch
Capitulo 27: Segundo año: Un compromiso de cumpleaños
Capitulo 28: Segundo año: Suposiciones
Capitulo 29: Segundo año: Luna de Diciembre
Capitulo 30: Segundo año: Navidad con los Potter
Capitulo 31: Segundo año: Sirius regresa
Capitulo 32: Segundo año: Gryffindor vs Slytherin
Capitulo 33: Segundo año: Descubrimientos
Capitulo 34: Segundo año: Trece
Capitulo 35: Segundo año: ¿Que hay en un hombre?
Capitulo 36: Amor y matrimonio
Capitulo 37: Segundo año: Exámenes
Capitulo 38: El largo último día (parte 1)
Capitulo 39: Segundo año: El largo último día (parte 2)
Capitulo 40: Verano 1973
Capitulo 41: Tercer año: De vuelta a casa
Capitulo 42: Tercer año: Animales fantásticos
Capitulo 43: Tercer año: El mercado negro de Hogwarts
Capitulo 44: Tercer año: Hogsmeade
Capitulo 45: Tercer año: Noble y más antigua
Capitulo 46: Tercer año: El Slung club
Capitulo 47: Tercer año: James Potter y la mierda abultada de elefante
Capitulo 48: Tercer año: Sirius cumple catorce
Capitulo 49: Tercer año: Conozcase usted mismo
Capitulo 50: Tercer año: Philomena Pettigrew
Capitulo 51: Tercer año: The man who cried wolf
Capitulo 52: Tercer año: Confianza
Capitulo 53: Tercer año: Davey Gudgeon
Capitulo 54: Tercer año: Marlene
Capitulo 55: Tercer año: Greyback
Capitulo 56: Verano 1974
Capitulo 57: Cuarto año: Una tormenta en camino
Capitulo 58: Cuarto año: Competencia
Capitulo 59: Cuarto año: Septiembre
Capitulo 60: Cuarto año: Octubre
Capitulo 61: Cuarto año: Noviembre (parte 1)
Capitulo 62: Cuarto año: Noviembre (parte 2)
Capitulo 63: Cuarto año: Diciembre
Capitulo 64: Cuarto año: Navidad
Capitulo 65: Cuarto año: Enero
Capitulo 66: Cuarto año: Febrero (parte 1)
Capitulo 67: Febrero (parte 2)
Capitulo 68: Cuarto año: Marzo
Capitulo 69: Cuarto año: Abril
Capitulo 70: Cuarto año: Separaciones
Capitulo 71: Cuarto año: Junio
Capítulo 72: Verano 1975
Capítulo 73: Quinto año: dinero
Capítulo 74: Quinto Año: Dolor
Capítulo 75: Quinto Año: La sorpresa
Capítulo 76: Quinto Año: Moony & amigos
Capítulo 77 : Quinto Año: Hermoso
Capítulo 78 : Quinto Año: Deseando y Esperando
Capítulo 79 : Quinto Año: Luna celosa
Capítulo 80 : Quinto Año: Fue la noche antes de Navidad
Capítulo 81: Quinto año: imperdonable
Capítulo 82: Quinto año: Consecuencias
Capítulo 83: Quinto año: Enero
Capítulo 84: Quinto año: Sentimientos heridos
Capítulo 85: Quinto año: Bombas de estiércol y armario de escobas
Capítulo 86: Quinto año: Dulces dieciséis
Capítulo 87: Quinto año: La mañana siguiente
Capítulo 88: Quinto año: Punto muerto
Capítulo 89: Quinto año: La semana anterior
Capítulo 90: Quinto año: Búhos
Capítulo 91: Quinto año: La semana después
Capítulo 92: Quinto año: Cierre
Capítulo 93: Verano 1976: Londres
Capítulo 94: Verano 1976: Los Potter
Capítulo 95: Verano 1976: Charlas de Paz
Capítulo 96: Sexto año: Septiembre
Capítulo 97: Sexto año: Octubre
Capítulo 98: Sexto año: Halloween
Capítulo 99: Sexto año: Fiestas y pústulas
Capítulo 100: Sexto año: Límites
Capítulo 101: sexto año: Nueva normalidad
Capítulo 102: sexto año: tartas de carne picada
Capítulo 103: sexto año: Doce noches
Capítulo 104: Sexto año: Mala luna ascendente
Capítulo 105: Sexto año: Derramando secretos
Capítulo 106: Sexto año: Una larga noche
Capítulo 107: sexto año: Negociaciones
Capítulo 108: Sexto año: Mary, Mary
Capítulo 109: Sexto año: Heniokhos
Capítulo 110: Sexto año: Diecisiete
Capítulo 111 : Sexto Año: Separación
Capítulo 112 : Sexto Año: Apariciones
Chapter 113: Sexto Año: La caja
Chapter 114: Verano 1977: Parte uno
Chapter 116: Verano 1977: Parte tres
Capítulo 117 : Verano 1977: Parte cuatro
Capítulo 118 : Verano 1977: Parte cinco
Capítulo 119: Séptimo Año: De regreso a la escuela.
capítulo 120: séptimo año: truenos
capítulo 121: séptimo año: compra de plumas
capítulo 122: séptimo año: la mente maestra
capítulo 123: séptimo año: el caer de la oscuridad
capítulo 124: Séptimo Año: Navidad (Parte uno)
capítulo 125: séptimo año: navidad (parte dos)
capítulo 126: séptimo año: navidad (parte 3)
Capítulo 127: Séptimo año: responsabilidades
Capítulo 128: Séptimo año: Preparación
Capítulo 129: Séptimo año: Instinto
Chapter 130: Séptimo año: Castor
Capítulo 131: séptimo año: interludio
Capítulo 132: Séptimo año: Víctimas
Capítulo 133: Séptimo año: domingo por la tarde
Capítulo 134: Séptimo año: San Valentín 1978
Capítulo 135: Séptimo año: bromas internas del Merodeador
Capítulo 136: Séptimo año: Juegos mentales
Capítulo 137: Séptimo Año: Remus el mártir
Capítulo 138 : Séptimo Año: Esperanza
Capitulo 139: Séptimo Año: Borrachos
Chapter 140: Séptimo Año: Ideas brillantes
Capítulo 141: Séptimo año: Star star
Capítulo 142 : Séptimo Año: Visitas al hospital
Capítulo 143 : Séptimo Año: Colapso
Capítulo 144 : Séptimo Año: Decisiones
Capítulo 145 : Séptimo Año: Lo que nos falta
Capítulo 146 : Séptimo Año: Superego
Capítulo 147 : Séptimo Año: Noche y día.
Capítulo 148: Séptimo Año: La final
Capítulo 149 : Séptimo Año: Legado, parte uno.
Capítulo 150: Séptimo Año: Legado, parte dos.
Capítulo 151 : La guerra: Julio, 1978.
Capítulo 152 : La guerra: Infiltración
Capítulo 153 : La guerra: Frente interno
Capítulo 154: La guerra: Otoño, 1978
Capítulo 155: La guerra: Invierno, 1978-1979
Capítulo 156: La guerra: El Cuartel General del Auror
Capítulo 157: La guerra: Manada
Capítulo 158: La guerra: Cautivo
Capítulo 159: La guerra: Sumisión
Capítulo 160: La guerra: Infantería
Capítulo 161: La guerra: Luna sangrienta
Capítulo 162: La guerra: La historia de Moony
Capítulo 163: La guerra: Finales de la primavera, 1979
Capítulo 164: La guerra: Verano de 1979
Capítulo 165: La guerra: Dulce et Decorum est
Capítulo 166: La guerra: Otoño, 1979
Capítulo 167: La guerra: Invierno, 1979
Capítulo 168: La guerra: Primavera y verano de 1980
Capítulo 169: La guerra: Otoño e invierno 1980
Capítulo 170: La guerra: Invierno de 1980 y primavera de 1981
Capítulo 171: La guerra: Triaje
Capítulo 172: La guerra: Verano, 1981
Capítulo 173: La guerra: Otoño, 1981
Capítulo 174: Armisticio
Capítulo 175: 1982
Capítulo 176: 1983
Capítulo 177: 1985
Capítulo 178: 1986
Capítulo 179: 1987
Capítulo 180: 1989
Capítulo 181: 1990
Capítulo 182: 1991
Capítulo 183: Verano 1993
Capítulo 184: Verano 1994
Capítulo 185: Principios de 1995
Capítulo 186: Verano 1995: Grant
Capítulo 187: Verano 1995: Sirius
Capítulo 188: Hasta el final

Chapter 115: Verano 1977: Parte dos

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By zszyam

Dos horas después...

Peter y Dorcas se estaban besando, rodando hacia atrás sobre la hierba. Todos estaban borrachos, pero probablemente ellos eran los más borrachos.

— ¡Váyanse a una tienda, si van a hacer eso! — James les arrojó una lata de sidra vacía.

— ¿Te importa, Moony? — Peter salió a la superficie, rojo en la cara y con los ojos nublados — ¿Si vamos a la nuestra? Puedes acostarte con Prongs y Padfoot, ¿no?

— Oh, no te preocupes — Remus agitó una mano — Encontraré algún lugar. — Sirius todavía no lo había mirado, y tenía la sensación de que después de las revelaciones de la noche no sería particularmente bienvenido.

Peter y Dorcas desaparecieron, se oyeron unas risitas ahogadas dentro de la tienda, luego el silencio fantasmal y hueco de un hechizo silenciador.

—Puedes compartir con nosotras si quieres, Remus — Mary dijo, levantándose para irse a su propia tienda. Lily asintió.

— Sí, nuestra carpa es mucho más grande, ven con nosotras.

— Gracias chicas — sonrió, realmente estaba agradecido. — Vayan ustedes, todavía no estoy cansado. Creo que simplemente iré a caminar.

Se levantó, con los miembros rígidos y doloridos, y se dirigió al mar. Ahora el lugar estaba bien oscuro, lejos del fuego, pero Remus siempre había podido ver en la oscuridad. La marea estaba alta y más fuerte que nunca. Soplaba una brisa fría. Buscó un cigarrillo en su bolsillo trasero. Lo encendió e inhaló profundamente, cerrando los ojos, sintiendo que ahora realmente podía pensar.

Se alegraba de haberlo dicho, sin importar la reacción, pero aún consideraba irse. Ok, ninguno de las ellos quería patearle la cabeza, pero quién sabe cómo actuarían todos en la fría luz de la mañana, severos y sobrios. ¿Era mejor o peor que ser un hombre lobo?

Aún podría aparecerse, si quisiera; ir a buscar a Grant, tal vez. Remus sintió una oleada de culpa. No había pensado en Grant en un tiempo, tal vez en todo el año. El chico había sido muy amable con él; lo había acogido, y había estado dispuesto a alojarlo indefinidamente. También le había dado a Remus un excelente consejo, si tan solo Remus lo hubiera tomado. "Mantente alejado de los chicos elegantes."

— ¿Estás bien, Moony? — James se le acercó. Remus se volvió. Sirius estaba con él, luciendo avergonzado. Parecía como si James lo hubiera arrastrado contra su voluntad. Remus no se sorprendió.

— Estoy bien, — asintió. Le ofreció a James un cigarrillo. James negó con la cabeza.

— Solo... quería ver si estabas bien.

— Bien, gracias.

— Claro.

— Perdón si hice las cosas incómodas.

— ¡No lo hiciste! — Dijo James, un poco demasiado ansioso, como si hubiera estado esperando que Remus lo mencionara primero. Sirius hizo una mueca, pero solo Remus se dio cuenta. — Honestamente, amigo, nos alegra que nos lo hayas dicho, de verdad.

Remus solo asintió y miró hacia el mar, dando otra calada a su cigarrillo. Detrás de él, escuchó a James empujar a Sirius, obviamente tratando de que dijera algo tranquilizador y amistoso, pero fue en vano.

James habló de nuevo: — No te escapes, ¿de acuerdo, Moony?

Remus se volvió, arqueando una ceja. James estaba sonriendo. — Sí, sabemos cómo eres. Quédate, ¿ok? Todo está bien. Incluso a Pete no le molestó tanto.

— Pete — resopló Remus — está demasiado ocupado tratando de terminar lo que empezó.

— No puedo culparlo. — James rió. Tocó el hombro de Remus — ¿Quieres hablar sobre eso?

Remus negó con la cabeza, mirando hacia abajo. Apagó su cigarrillo e inmediatamente encendió otro. Sirius quería uno, podía decirlo. Pero Remus se sentía beligerante y, a menos que Black lo pidiera, como un ser humano normal, no iba a conseguirlo.

— Gracias, James. — Remus dijo, deliberadamente, exhalando humo — Eres un verdadero amigo.

— Aún somos los merodeadores. — James sonrió, cansado. Bostezó. — Creo que me voy a acostar. ¿vienes?

— Voy a fumar otro, después de este. — Remus levantó su segundo cigarrillo.

— Yo también quiero uno. — Sirius dijo, con brusquedad. James asintió con la cabeza, reprimiendo otro bostezo y se alejó.

— No vuelvan apestando a humo de cigarrillos, ustedes dos. — Lanzó sobre su hombro, mientras caminaba hacia la fogata en el césped.

Remus volvió su mirada al mar, pero le entregó la caja a Sirius. Le oyó sacar un cigarrillo, encenderlo, e inhalar. Lo esperó.

— ... ¿Por qué dijiste eso? — Dijo Sirius.

Remus cerró los ojos y sonrió suavemente. No quería una pelea, pero estaba listo para una, siempre estaba listo.

— Porque quería. Solo quería que saber qué pensaban, de una forma u otra.

— Es como si... te hubieras lanzado y cambiado todo a mi alrededor. — No sonaba como si lo estuviera acusando. Sonaba herido.

— No quise hacerlo. — Dijo Remus.

— ¿Esperabas que yo también dijera algo?

— No, no esperaba nada. — Remus espetó. — En realidad, no tenía nada que ver contigo.

— Bien, bien. — Sirius levantó las manos en señal de rendición, todavía luciendo incómodo. — Tan solo... pensé que podrías haberme dicho a mí en primer lugar, eso es todo. Dada la... situación.

Esto tomó a Remus completamente desprevenido, y finalmente miró a Sirius.

— ¡¿Quieres decir que no lo sabías ya?! ¡¿Cómo podías no saberlo?!

— Dijiste que no lo eras. — Sirius se encogió de hombros. — Como yo dije que no lo era. Pensé que ambos estábamos en la misma página, eso es todo.

Remus encontró que su ira regresaba. Típico de Sirius, nunca piensa en nada más que en su propia gratificación personal, sin considerar ni una sola vez que alguien más podía llegar a tener sentimientos o pensamientos.

— Obviamente no lo estábamos. — Dijo con frialdad. — De todos modos, no veo como te afecta ahora. Si eso es todo lo que te preocupa, no lo pienses mucho. Estás a salvó conmigo. — Remus dijo, impasible. — No voy a contarle a nadie sobre nosotros y dudo que alguien sospeche de ti, teniendo en cuenta tu considerable historial con las chicas. No veo por qué te importa tanto lo que le digo a la gente.

— Me importa. —Protestó Sirius.

Remus cerró los ojos. Hace unos meses, eso habría sonado maravilloso. Pero Dios, estaba tan cansado.

— ¡¿Remus?! — Sirius sonaba medio molesto, medio asustado — yo puedo preocuparme por ti y no... ya sabes, no gritarlo a los cuatro vientos.

— Querer salir conmigo no es lo mismo que preocuparse por mí.

— ¡Remus! Maldita sea, solo porque yo no... no he llegado a donde tú estás, todavía. No significa que no tenga los mismos... uf, carajo. — Sirius maldijo por su propia falta de articulación.

— ¿Y todas las chicas? — Remus gruñó.

— Eso es... eso es diferente.

— Okay. — Remus suspiró, su voz vacía. Estaba dispuesto a dejarlo ahí. Sirius no lo estaba.

— No lo entiendes.

Remus no dijo nada. No veía qué tenía que entender. Solo tenía que ser el más fuerte de los dos.

Sirius continuó, una mano en el brazo de Remus. — Cuando pienso en mí con ellas, puedo... verlo, ¿sabes? Sé cómo saldrá todo. Sé lo que se supone que debo hacer. Cuando pienso en nosotros... ya sabes, nosotros en verdad. Tan solo... no puedo ver cómo termina. Intenté no pensar en eso mucho. Así que, sí, sé que he sido un idiota, pude haber manejado las cosas mucho mejor, pero te juro, no quería que terminara así. — Su respiración era superficial ahora, Remus podía escuchar su ritmo cardíaco aumentando por segundo — No quería que terminara en absoluto, para serte honesto.

Remus asintió. Apartó la mano de Sirius, suavemente, mirando al mar. Sabía que Sirius lo estaba observando, pero seguía mirando hacia adelante.

— Mira, Sirius, no quiero ser cruel contigo. Yo sí entiendo todo eso que dijiste. — Realmente lo hacía, ¿No lo había repasado todo en su propia cabeza? — Sé que no es fácil para ti.

Sirius soltó un suspiro aliviado ante eso, pareció relajarse un poco. Quizás estaban llegando a algún lado por una vez.

Remus continuó — Pero... es fácil para mí. Soy gay, ¿si? Sé que cuando empezamos dije que no lo era... bueno, no debería haber dicho eso, porque si lo soy. Y no estoy diciendo que tú también seas gay, o que tengas que serlo, ni nada, pero no podía seguir con eso sin que tú... Solo, no sé... sin que tú lo entendieras.

Sirius lo estaba mirando muy de cerca mientras decía esto, pensando mucho. Remus sabía cómo se veía cuando pensaba; cuando estaba resolviendo un problema. No se veía travieso, descarado o sarcástico, era solo una mirada profundamente solemne y seria. En realidad, era muy sexy, pero Remus trató de ignorar esa parte.

Finalmente, después de pensar, Sirius asintió brevemente.

— Ok entonces. — Dijo, simplemente.

— ¡¿Qué?! — Remus frunció el ceño.

— Joder, ya lo entendí. Mensaje recibido. — Sirius apagó su cigarrillo en la arena mojada.

— ¿Y qué? — Remus se quedó boquiabierto — ¿Dejamos las cosas como están?

Sirius se rascó detrás de la oreja, mirando hacia abajo, un gesto extraño y tímido.

— Preferiría que no.

— Preferirías que no. — Remus repitió, estupefacto.

— No. Quiero decir, si quieres que vaya diciéndole a todos los que conozco sobre eso, lo siento, pero no todos tenemos tantas bolas como tú. Necesito más tiempo. Pero... podría intentarlo.

— Podrías intentarlo. — Este no era para nada el resultado que Remus se había imaginado cuando comenzó la conversación. — ¿Qué quieres... ?

Sirius lo interrumpió, colocando una palma en la mejilla de Remus para girarla hacia él, y besándolo suavemente en los labios.

— Quiero decir que lo intentaré. — Dijo, mientras se alejaba. — Te extraño, Moony.

Oh, no puede ir y decir algo así... Remus lo agarró y y lo tiró hacia él. Era como el agua después de una sequía, un refugio en una tormenta: eran el punto quieto del mundo que cambia y todos los demás clichés estúpidos y descuidados que se te ocurran. Se besaron durante mucho tiempo, y cuando se separaron prácticamente estaban jadeando del alivio.

— ¿No más chicas? — Preguntó Remus, todavía sosteniendo a Sirius en su lugar, como si fuera a huir.

— No más chicas. — Sirius estuvo de acuerdo. — Veamos primero cómo resulta esto.

— Oh, encantador. — Remus lo soltó, satisfecho.

— Cállate. — Sirius le dio un codazo con el hombro, con las manos dentro de los bolsillos. — Vamos, volvamos a la tienda, ¿eh? Me estoy congelando.

Caminaron hacia las tiendas y hacia el fuego moribundo de espaldas al viento.

— Creo que estoy borracho — dijo Remus, tembloroso. Se sentía todo conmovido. — Tomo malas decisiones cuando estoy borracho.

Sirius se rió y apretó su hombro rápidamente.

— Lo sé. Te prometo que esta no es una de ellas.

— Ok. Q— Confío en tí...

Desafortunadamente, encontraron que ninguna de las carpas estaba disponible. La tienda que Remus había estado compartiendo con Pete estaba bien y verdaderamente ocupada, por los sonidos de la misma. Sirius hizo una mueca y lanzó un nuevo hechizo silenciador sobre el que flaqueaba.

— Aficionados. — Él murmuró.

También lanzó un hechizo silenciador sobre la tienda de James y Sirius. Mary asomó la cabeza por la siguiente, riendo.

— ¡Son James y Lily!

— ¡¿En serio?! — Sirius se quedó boquiabierto. — Maldita sea. Quiero decir... wow, como que quiero entrar y estrechar su mano.

— Tengo la sensación de que sus manos están ocupadas. — Remus arqueó una ceja.

— ¿Quieres entrar conmigo, Remus? — Mary preguntó, achispada.

— ¿Qué hay de Sirius?

— Oh, claro... ugh bien, me quedaré con Marls. Buenas noches, muchachos. — Se arrastró por la hierba hasta la tienda de Marlene.

Sirius y Remus se miraron el uno al otro por unos momentos, antes de que Sirius entrara primero. La tienda de las chicas era mucho más cómoda que la de ellos, llena de mantas y almohadas y un colchón.

— Sabía que deberíamos haber hecho que las nacidas de muggles nos arreglaran nuestras tiendas. — Sirius refunfuñó, mientras se acomodaba. El colchón era viejo y se hundía un poco en el medio, enrollándolos de una manera casi cómica. Al final, la única forma de sentirse cómodo era acurrucándose como cucharas.

— ¿Está bien si hago esto? — Preguntó Remus, mientras pasaba un brazo alrededor de la cintura de Sirius.

— Por supuesto. — Sirius respondió.

— Podríamos dormir...

— Sonoro Quiescis.

— Ah, está bien...

Bien. Ha pasado un tiempo.

Después, Remus se sintió más despierto de lo que nunca se había sentido en su vida. Su cerebro estaba lleno de preguntas, declaraciones, pensamientos, palabras. Se sentía como si hubiese salido de su escondite, como si se hubiese quitado un disfraz que había usado demasiado tiempo. Quería mostrarle cada parte de sí mismo a Sirius; quería que Sirius lo viera.

— ¿Sirius?

— ¿Mmhh?

— Hay algo más que necesito decirte.

— Oh Merlín — gruñó Sirius, rodando sobre su espalda, adormilado — ¿Y ahora qué?

— Soy un... bueno, no tengo hogar.

— ¡¿Qué?! — Sirius abrió los ojos y se dio la vuelta de inmediato — ¿Qué?

— Desde que cumplí diecisiete. Ya sabes, soy mayor de edad ahora, así que...

— ¿Así que te echaron?

Remus asintió, contento de compartir el problema.

— Sí, así que una vez que Hogwarts termine el próximo verano, no tendré a dónde ir...

— Bastardos. — Sirius dijo enojado. Miró a Remus muy seriamente — Puedes quedarte conmigo y con James, en los Potter. No les importará, sé que no. Luego, cuando termine la escuela, encontraremos nuestro propio lugar.

— ¡¿Nosotros?! — Remus arqueó las cejas.

— ¡Sí! — Sirius respondió, feliz, cruzando los brazos detrás de la cabeza. — Será como en la escuela, tú, yo, James y Pete, todos juntos.

— Oh — Remus se dio cuenta de lo que había querido decir. — Sí, suena genial. Tengo un poco de dinero que Lyall me dejó.

— Pff. — Sirius respondió: — Tengo suficiente dinero para todos nosotros, no te preocupes por eso.

— Está bien — dijo Remus. — No me preocuparé.

— Vete a dormir — dijo Sirius — o estarás hecho polvo mañana.

— Está bien — repitió Remus, cerrando los ojos.

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