Fue muy agradable ver de nuevo a Chrome, así que nos la pasamos el resto del día conversando y jugueteando por ahí con las niñas.
Cuando estaba por caer la noche ambos volvimos a la base del reino con los demás. Chrome iba a compartir tienda con Gen por esta noche, mientras que yo obviamente ya tenía mi lugar en la tienda que compartía con mi novio, Senku.
- Mmh... Ah, panterita...
- ¿Mmh? Lo siento, ¿duele?
Dejé de besar un momento la linda piel del cuello de Senku, levantando la vista hacia el sonrojado rostro de mi novio.
Él de inmediato negó con la cabeza, su respiración está un poco acelerada... Se ve muy lindo de esta forma.
- Para nada, solo... Creo que soy más sensible de lo que pensé en el cuello...
- Y en las orejas también, es curioso pero divertido
Sonreí y me incliné sobre él de nuevo para apretar suavemente el lóbulo de una de sus orejas entre mis dientes.
Senku se estremeció y reaccionó con una mal fingida molestia mientras me empujaba ligeramente, obedecí y me aparté para poder mirarlo mejor.
- Gato idiota, estás muy ansioso hoy. Más de lo normal
- ¿De verdad?
Le resté importancias mientras volvía a mi tarea, recostandome al lado de Senku y acercándolo a mí para continuar trazando la forma de su cuello con mis labios.
Su piel es tan linda y suave... También es fácil de marcar, se pone roja tan fácilmente cuando la muerdo o la beso muy fuerte.
- Claro que sí, t-tonto... Ah
Senku soltó un suspiro ahogado y se agarró a mi ropa. Me gusta que lo haga por algún motivo, también me gusta escucharlo sentirse acalorado por mi causa... Me gustan tantas cosas de él, y tan solo voy encontrando más cuanto más me acerco a él.
Encontré un sitio bueno en su preciosa piel, así que después de prepararlo con suaves y repetidos besos lentos lo mordí repentinamente.
Senku se tensó, aferrándose con más fuerza a mí mientras soltaba un quejido de dolor.
- ¡A-ahg! Panterita... Dolió, estúpido gato idiota
- Lo siento, lo siento... Ya está bien
Murmuré contra su piel mientras iba besando suavemente toda la marca que le acababa de dejar, incluso lamiendo poquito su piel en ocasiones.
Sentí que Senku temblaba un poco, así que me alejé un momento para mirarlo.
Tiene los ojos un poco llorosos, tal vez me excedí. Estoy intentando ser cuidadoso, así como él lo es conmigo, pero creo me emocioné un poco.
No quiero hacerlo sentir mal.
- Lo siento... ¿Se siente mal? Lo siento mucho...
- E-está bien, idiota. Solo deja de disculparte y dame un momento... Maldición, duele
Senku hizo una pequeña mueca mientras se llevaba una mano al cuello para tocar suavemente la marca.
Me disculpé en voz baja de nuevo, sintiéndome un poco culpable de disfrutar tanto la vista de esa marca en su piel.
- Ya te dije que está bien, tan solo intenta ser más gentil si tanto te gusta morder, o terminarás por hacerme sangrar en alguien momento, ¿Entendido?
Asentí, Senku extendió una de sus manos hacia mi mejilla para darme unas cuantas caricias. Cerré los ojos, complacido por eso, y me froté un poco contra su palma, buscando más caricias así.
Mi novio se mantuvo mimandome de esa forma por un momento, incluso me había comenzado a sentir adormilado hasta que finalmente su voz me hizo abrir los ojos torpemente.
- Mañana en la madrugada haremos el vuelo, deberíamos ir a dormir ya
- Hmm, de acuerdo. ¿Están seguros de que yo debería ir?
- Ya pasamos por esto. Fue tu suerte, así que aprovechala
- Si claro, "suerte"
Bufé, Senku simplemente me sonrió un poco antes de apartar su mano.
Solté un pequeño bostezo mientra me acomodaba entre las mantas de piel, Senku se acostó cerca de mí para acomodarse también.
En las noches de primavera no hacía tanto frío como en otoño o invierno, y en especial hoy hacía hasta un poco de calor así que creo que no dormiremos abrazados esta noche.
Pero aún así quiero sentir a Senku de alguna forma, me tranquiliza saber que está cerca y me ayuda a dormir...
- ¿Todo bien, panterita?
- Eh sí, solo... Uhm, ¿Podrías tocar mi... mano? O algo así, si quieres solo hasta que me duerma
No sabía si Senku se burlaría o si siquiera me haría caso con ess petición rara.
Mi novio pareció pensarlo un poco, pero finalmente terminó llevando su mano hasta la mía, apoyándola suavemente y cruzando un par de sus dedos con los míos.
- ¿Está bien de esta forma?
- ¡Sí! Está muy bien. Descansa, Senku... La luna estuvo más hermosa esta noche que ayer, ¿No lo crees?
"Te quiero más que ayer"
Eso tiene sentido, ¿No? Aunque lo diga de una manera tan tonta, es vergonzoso pensar en decirlo en voz alta.
Senku sonrió y se acercó más por un momento, apenas para besarme gentilmente en la mejilla y retirarme con cuidado los lentes.
Sentí como mi piel ardía un poco bajo su gentil tacto, al mismo tiempo que mi corazón aumentó su ritmo.
Siempre me olvido de quitarme las gafas, es más cómodo estar con ellas puestas.
- Pienso lo mismo, pero no está tan hermosa a como seguramente lo estará mañana. Descansa, ________
Senku se acomodó de nuevo sobre el lecho, pero esta vez más cerca de mí.
Tanto que cerré los ojos tanto por una repentina vergüenza de tenerlo tan cerca como porque su rostro se veía un poco borroso a esa distancia, pero no alejé mi mano de la suya.
Y al menos hasta dónde recuerdo antes de caer dormido, él tampoco alejó la suya en ningún momento.
- Despierta, gato dormilón. Es la hora
Me pareció que apenas si dormí por unos cuantos segundos antes de escuchar la voz de Senku llamándome para despertar.
Me quejé en voz baja mientras abría los ojos con pesadez, parpadeando un par de veces antes de poder abrirlos a medias mientras intentaba mirar mi alrededor.
- Uhm, cebollín... Te ves borroso
- Ah, sí. Un momento, tus gafas... Aquí están
Cerré los ojos un momento, frotándome uno de ellos mientras me sentaba torpemente y bostezaba.
Para cuando volví a abrirlos ya un poco más despierto, Senku me pasó mis gafas para que me las pusiera adecuadamente.
- Mejor, ¿Cierto?
Observé a Senku, ya pudiendo ver su rostro con claridad, antes de inclinarme un poco hacia él para depositar un pequeño y breve beso en sus labios.
- Sí, gracias. Buenos días
- E-eh si, buenos días... Mejor vamos ya, todos los demás están esperando
Asentí. Me puse de pie y me arreglé la ropa, poniéndome una camisa más adecuada antes de seguir a Senku fuera de nuestra tienda.
Tal y como el dijo, todos estaban esperando por nosotros en la zona del globo.
Y no solo eran los que iban a ir en el viaje, oses Ryusui y Chrome, si no que también estaban Gen, el abuelo Kaseki y otro gran puñado de gente que más seguramente de había reunido para ver algo tan increíble como el primer vuelo de la humanidad. Al parecer incluso la gente del antiguo mundo moderno podía sentir fascinación por las creaciones imposibles de Senku.
- ¡Buenos días lindura! ¿Listo para volar? Despreocupate, ¡Me ocuparé de que el vuelo sea como un gentil paseo por el lago!
- Hola Ryusui... ¿Desde hace cuánto que están todos despiertos?
Senku se alejó un momento para ver los preparativos del globo, mientras que aproveché para hablar un momento con nuestro capitán.
Es bastante obvio que todos llevan un rato despiertos, incluso el globo está completamente inflado y al parecer listo para elevarse.
Era enorme, eso ya era algo obvio por la cantidad de tiempo y tela que le invertimos pero era aún más intimidante verlo en acción.
- Yo diría que cerca de una hora, después de todo teníamos que usar un globo piloto con Senku para ver si era un buen clima para volar, y después de eso hubo que preparar el globo y esas cosas
- Entiendo, entonces todo está listo ya...
Me pregunto por qué Senku me dejó dormir de más, pude haberlo ayudado con los preparativos.
- ¡Bueno todos! Ya estamos listos, ¡Así que los cuatro tripulantes suban ya!
La voz de Senku nos llegó con claridad, así que atendimos de inmediato si indicación.
Para cuando llegamos junto a la canasta del globo, Chrome ya estaba arriba sumamente emocionado y mirando todo.
- Con cuidado, lindura. El globo comienza a moverse
Ryusui subió primero, y me ofreció su mano como apoyo para subir detrás de él. Tiene razón, a pesar de que tiene colgadas bolsas para hacer peso el globo ya se comenzó a elevar un poco por encima del suelo, y eso hace que se mueve irregularmente.
- ¡Cebollín! ¡Nos vamos sin ti!
- Eso quisieras
Llamé a Senku, él pareció darle unas últimas indicaciones a Gen (supongo que sobre las cuerdas que mantenían el globo atado a tierra) antes de apresurarse a ir hacia nosotros.
Le ofrecí ayuda para subir, y solo entonces me permití echar un vistazo al interior.
No había demasiadas cosas, me imagino que por el tema del peso, pero lo que más me llaman la atención era la especie de pequeño horno que alimentaba al globo.
Era increíble, ya la había visto en los planos de Senku pero era otra cosa totalmente diferente verla construida y en funcionamiento. Espero poder echarme un mejor vistazo durante el viaje.
Ahora lo que importa... Es lograr despegar, y no parece que eso vaya a ser un gran problema a juzgar por las exclamaciones de Chrome.
- Esto... Nosotros... ¡Estamos volando! ¡Es una locura!
- Tranquilo, cienticero. Apenas llevamls un par de metros
Senku sonrió al mirar la gran emoción de Chrome como reacción a lo poco que nos habíamos elevado del suelo.
Sinceramente, yo también estaba bastante impresionado, era una sensación curiosa.
Sentí un hormigueo creciente en el estómago mientras me asomaba por el borde de la cesta, mirando el suelo cada vez más distante después de que Senku les hubiera hecho una seña para que soltaran las amarras que nos mantenían atados al suelo.
- ¡______, están volando! ¡De verdad están volando!
Saludé a la pequeña Suika desde lo alto, ella gritó un par de cosas más pero ya no la pude escuchar bien.
Estamos subiendo bastante rápido, la zona iluminada por fogatas desde donde despegamos se ve cada vez más y más pequeña...
- Increíble
- Si sientes náuseas vomita fuera del globo, por favor
- Te voy a aventar a ti fuera del globo
Miré a Senku con molestia, él me regresó una sonrisa divertida.
Me disponía a mirar de nuevo hacia abajo cuando sentí un repentino escalofrío. Esto es como la montaña, hace más frío entre más subes.
Solo que ahora subimos mucho más rápido de lo que jamás podríamos hacerlo a pie, no hay punto de comparación.
Esto en verdad es... De otro mundo.
- Acércate por aquí, lindura. Está más cerca del calor
Ryusui me dirigió gentilmente al otro extremo de la canastilla, más cerca de nuestro "motor".
Le agradecí, sintiendo como el suave calor de las llamas alejaba un poco el sutil frío que traía consigo la altura.
El globo finalmente terminó su ascenso lentamente, hasta quedarse suspendido a la altura de las nubes.
Si mirabas a tu alrededor, sin mirar hacia abajo... Solo podías ver nubes.
Nube y cielo hasta donde alcanzaba la vista, suspendido en el aire por un momento que parecía tan eterno y tranquilo...
Podía sentir mi corazón golpetear fuertemente dentro de mi pecho.
No era miedo, incluso cuando debería de tenerlo al estar suspendido a una altura más que seguramente peligrosa del suelo.
No, eso no era miedo. Tal vez nervios, pero de un tipo diferente.
Este momento, y este lugar...
- ¿Y bien? ¿Qué tal la vista, panterita?
Tardé un momento en voltear hacia Senku, él estaba a mi lado mirándome atentamente.
¿Por qué mirarme a mí cuando puede ver todo esto?
Y justo entonces, luz.
Los cálidos rayos de la primera luz del día surgieron desde detrás de Senku, comenzando a iluminar todo rápidamente y dándole nuevos y maravillosos colores a esta vista salida de un sueño.
Los gentiles rayos de sol acariciaron el suave y esponjado contorno de las nubes, y se abrieron paso entre las fibra de las cuerdas que sostenían el globo... y bañaron dulcemente el rostro de Senku, mientras la suave brisa del viento nos seguía moviendo tan gentilmente que hasta podía pensar que estábamos completamente suspendidos en el cielo si no te molestabas en mirar alrededor.
- ... Es como usar un bote, pero mucho mejor. Es.. increíble, es tan increíble todo...
Tan solo quisiera poder congelar este instante para siempre. Un pequeño y eterno momento que pudiera llevar para siempre... Con esta misma sensación de paz y calma incomparable.
- ¡_______! ¡Mira! Acá ya está iluminado, pero a pesar de eso allá abajo todos están a oscuras aún
Atendí el llamado de Chrome, y aparté mi mirada de las nubes con pesar para mirar hacia abajo, aunque de inmediato me olvidé de mi sentir al encontrarme con otra maravilla más.
Tal y como dijo Chrome, todo estaba oscuro aún abajo, pero aún así alcanzaba a ver bastante bien.
Y era increíble, ojalá se me hubiera ocurrido traer lápiz y papel.
Podía ver todas varias rutas que había trazado mentalmente a lo largo de los años, también veía todos esos bosques y ríos en los que crecí y que conocía desde siempre... Y también más allá. Zonas nuevas por explorar, nuevas posibilidades para caminos y rutas... Tantas cosas que aún con mi buena memorias probablemente no podría recordarlas todas para cuando bajáramos del globo.
Sabía que sería más fácil hacer un mapa si pudieras ver desde arriba, pero no pensé que a este nivel.
El cielo es hermoso, pero la tierra también tiene su encanto vista desde el ángulo correcto.
- Bueno, estamos a 1,200 metros en el cielo. Ahora mismo, si comparamos con los de la Tierra estamos viendo el amanecer 7 minutos en el futuro. Piénsalo de esta forma, la tierra es redonda y la luz llega desde el otro lado, así que si nos elevamos...
- Lo veremos antes. Entonces... ¡El mundo es redondo! Realmente... Realmente l-lo es...
Escuché la voz de Chrome quebrarse. Más le vale no ponerse a llorar o yo lo haré también, todo esto es tan increíble... ¡A quién le importa un carajo si la tierra es redonda! Estamos volando, ¡Estamos en medio del cielo! Y es... hermoso.
- Lo he visto con mis propios ojos, joder, esto es... ¡Quiero ver más! Y-yo... ¡Yo quiero saber todo de la Tierra!
Y empezó a llorar. Y yo también.
Maldita sea Chrome.
- ¡Oye, cebollín idiota! Si le mostrarás más cosas sobre la Tierra a Chrome, ¡Entonces enséñame mucho más a mí también!
Me sequé bruscamente las lágrimas para poder mirar a Senku, él intercambio miradas entre ambos antes de sonreír, rebosante de confianza.
- Hay cosas que ni siquiera sabíamos en la época moderna... Y yo también quiero verlas. Ese rato petrificador que vino desde el otro lado del planeta, ¡Quiero saber que hay ahí!
- Todos hablando de sus deseos, ¡Eso me motiva también! ¡Déjenmelo a mí! Les juro que los llevaré ahí, ¡Todo el mundo que ahora ven bajo nuestros pies es nuestro! Ahora mismo, ¡El planeta entero nos pertenece!
Los rayos del sol comenzaron a atravesar las nubes e iluminar más la tierra bajo nosotros, y en ese instante me dió la impresión de que la palabras de Ryusui sonaban muy reales.
En ese instante, desde esta altura, en verdad de sentía como si todo este vasto mundo fuera todo nuestro.
Y moría de ganas por ver cada parte de él.