En cuanto el omega abandonó la habitación Jungkook se quedó un momento pensando, a pesar de tener a un cachorro saltando en su pecho y a su niña agarrada de su brazo tratando de morder y babeando a más no poder.
Era un buen día, de hecho, ni siquiera recordaba que era su cumpleaños y no creyó que su omega lo recordara por su renuencia a esta fecha. Se equivocó, y no podría estar más contento por aquel bonito detalle, no importaba que hiciera Taehyung, él lo iba a agradecer demasiado.
Suspiró feliz, este día prometía ser uno muy bueno y no pensaba desaprovecharlo. Taehyung había sugerido un picnic y que mejor que preparar algunos libros para leer y los juguetes de los cachorros para pasar un rato muy ameno, además, esperaba poder corretear con ambos cachorros en su forma animal, no había tenido la oportunidad de hacerlo y le llenaba de mucha ilusión hacerlo por primera vez en un espacio más grande y sin restricciones de nada.
Pegó un pequeño salto cuando sintió su piel ser mordida y succionada. No le había dolido, pero se sorprendió porque por un momento olvidó a los dos revoltosos que estaban sobre él. Ainara estaba completamente entretenida en su brazo y fue en ese momento en el cual se dio cuenta que iba a quedar una marca por un buen tiempo, a ambos cachorros les estaban empezando a crecer sus pequeños dientes y la necesidad de morder estaba más que presente por el picor que provocaba en sus encías.
Quiso agarrar a la niña pero esta no se dejó y se agarró de su brazo con más fuerza. Él levantó una ceja divertido mientras veía que su otro cachorro estaba atento a los movimientos de su hermana, en algún momento dejó de saltar sobre su estómago y ahora se encontraba más tranquilo.
-Por favor pequeña fiera, suelta a papá- con todo el cuidado del mundo trató de agarrarla con su brazo libre, sin embargo no tuvo ni la atención ni una respuesta de parte de la infante, bufó volviendo a poner su cabeza en la almohada. Elian no desaprovechó la oportunidad y se acercó hasta el rostro de su papá alfa y le agarró la nariz, este era uno de los pasatiempos favoritos del cachorro cuando estaba con su padre. Para Jungkook no representaba problema, sin embargo, teniendo a su hija prendida en su brazo y prontamente teniendo a su hijo halando y posiblemente golpeando su rostro si se emocionaba iba a ser difícil para él calmarlos o que mínimamente no saliera lastimado.
A veces se preguntaba cómo es que Taehyung se las apañaba tan bien con ambos. Lo hacía ver tan sencillo que algunas veces olvidaba que el omega pasaba mucho más tiempo con los cachorros, los conocía mejor y por ende estaba acostumbrado al comportamiento y energía que ambos tenían. Él por otra parte, a penas y estaba en casa por culpa del trabajo y eso de cierta forma lo ponía un poco triste.
Como último recurso y como pudo con su brazo libre envolvió a los dos niños mientras se sentaba y los sentía removerse inquietos uno en su pecho y la otra en su brazo.
-Te dije que dejaras a papá, pero eres terca- sintió como la niña intentó morder de nuevo y al final, luego de acariciarle la cabeza y hacerle cosquillas tuvo su brazo libre. Hizo una mueca al ver lo rojo que estaba la parte que estuvo en la boca de su hija, de seguro el hematoma que tendría en unas horas o al día siguiente le duraría por al menos una semana.
Sentó a ambos cachorros en frente suyo en la cama, mientras se cruzaba de brazos y los infantes tenían la idea de querer treparse nuevamente sobre su padre. Entre cerró los ojos al verlo acercarse, así que no le quedó de otra mas que poner sus manos en las cabezas de los niños tratando de detenerlos.
-No se que voy a hacer con ustedes- contempló a ambos infantes, y una sonrisa apareció en su rostro. A pesar de todo, los amaba con su alma.
El sonido de la voz de Taehyung se hizo presente, al parecer estaba cantando algo mientras preparaba todo para el picnic. Aquellas pequeñas cosas que lo rodeaban y hacían parte de su día a día, era lo que mas amaba. Sobre todo, el tener a su familia; su omega, sus hijos y aquellos momentos tranquilos pero que guardaba siempre como un tesoro.
-La voz de papi es muy linda ¿Verdad niños?- pregunto aun sabiendo que no le iban a responder y solo iba a empezar a reir como normalmente hacían- Me encanta cuando hace eso.
-¡Papi!- dijo Elian emocionado.
-Si, papi- repitió Jungkook sin darse cuenta al principio, sin embargo, frunció el ceño unos segundos despues de procesar todo y se volteo a ver a su cachorro- ¿Qué dijiste? Vamos bebé ¿Puedes repetirlo para papá?- pregunto esperanzado de poder volver a escucharlo.
El corazón del pelinegro por alguna razón se acelero al querer de nuevo con ansias, escuchar la dulce voz de su cachorrito, solo queria eso. Si tan solo lo repitieran seria el mejor regalo de cumpleaños.
-Una vez más, bebé- casi rogó el alfa-. Repite despues de mi- hizo el intento otra vez, Jungkook-. Papi, Pa-pi.
La risa de los dos bebés fue todo lo que tuvo como respuesta. Se quiso tirar de la cama cuando vió como los infantes volvían a su mundo. Se iba a volver loco.
-Por un momento pensé que ibas a decirlo- Jungkook hizo un puchero ante aquello.
Se quedo un rato contemplando a los cachorros y al final se rindió. Debió haber sido mas cuidadoso y estar mas atento.
Nuevamente la voz de Taehyung hizo presencia y solo basto eso para que el alfa se relajara. Demonios, su voz era profunda y tan, pero tan adictiva, que no había forma de que se cansara de aquello. Le había pedido innumerables veces al omega que cantara para él, pero en muy pocas ocasiones tuvo suerte, solamente por la inseguridad de su pareja de molestarlo.
Tal vez no fue lo suficientemente claro al decirle siempre que le encantaba su voz. Taehyung solía cantar, o tararear cosas cuando se encontraba en la cocina o haciendo algo de su interés así que aprovechaba esos momentos para escabullirse sin que se diera cuenta para poder admirarlo.
Sonrió más tranquilo y se quedo viendo hacia la puerta, para luego ver a los bebés, quienes lo miraban curiosos por el comportamiento extraño de su papá alfa. Ellos querían subírsele encima y empezar a jugar con su cara, sobre todo con aquella bonita nariz, sin embargo, estaban muy lejos para alcanzar su objetivo.
Ainara frunció el seño al verse ignorada por su papá alfa, le gustaba ser el centro de atención, sobre todo de su papi omega, pero tampoco descartaba que su otro padre la mimaba y le daba muchos cariñitos cuando estaban juntos, cosa que amaba y la hacia ronronear como si de un gatito se tratara.
Gateo hasta poner sus manitas en las piernas del alfa y mirar molesta al alfa. Si, de los dos hermanos, ella era la mas inquieta y también, la mas demandante, asi que no era sorpresa para ninguno de los adultos ver a la pequeña malhumorada por no lograr conseguir algo de su sumo interés. Siendo su hermano todo lo contrario.
-¡Api!- dijo la niña, con el entrecejo fruncido.
Jungkook pegó un pequeño saltito, más sin embargo no se movió de su lugar. Estaba seguro que lo había escuchado, claro que si, fue ahora su cachorrita quien lo dijo. Su corazón se derritió ante aquello, era la primera vez que lo llamaban así y realmente, no estaba seguro de como podia sentirse.
-¡Api!- volvió a escuchar.
Jungkook se paró de un salto de la cama, esto tenia que ser compartido.
-¡Taehyung!- salió corriendo bajo la mirada enojada de sus cachorros- ¡Tae, bebé! ¡Es urgente! ¡Maldición! ¿¡Donde tenemos la cámara!?
Taehyung se sobresaltó ante los gritos de su alfa. Dejó el cuchillo sobre la mesa y se lavó las manos antes de ir hacia Jungkook que parecía alterado, ¿Acaso le habia pasado algo a sus bebés?
-¿¡Qué ocurre!?- Jungkook no lo dejó hablar más y lo llevó al cuarto, donde al ingresar vieron a uno de los cachorros que estaba por saltar de la cama. Taehyung dió un chillido ante aquella imagen, siendo Jungkook quien corrió a atrapar a la inquieta cachorrita.
La niña los volteó a ver feliz con sus grandes ojos. Rió encantada al ser sostenida por el pelinegro, luego, desvió la vista hasta encontrarse con su papi omega.
-¡Api!- gritó emocionada levantando los brazos.
-¡Eso es!- gritó emocionado el alfa- ahora tu también bebé- miró con dulzura al cachorro que balbuceaba y reía ante la escena anterior.
Por otra parte, Taehyung se habia quedado ahí mirando fijamente a su pequeña, una cálida sonrisa se escapó de su rostro al sentir de la misma forma a su omega emocionado por aquel acontecimiento.
El omega corrió a tomar en brazos a sus cachorros para llenarlos de besitos y mimos. A pesar de que habían aprendido a decir "No" primero a cualquier otra palabra, ambos tenían la esperanza de que por lo menos alguno dijera la palabra papá, pues como cualquier padre querían escuchar aquellas palabras de sus bonitos y gorditos labios.
-Es un buen día- dijo el rubio con la cachorra en sus brazos.
-Por supuesto que sí, creo que es uno de los mejores cumpleaños- dijo acariciando cariñosamente las orejitas de su cachorro-. Debiste escuchar al pequeño- agregó bastante emocionado-, por la luna, se escuchó demasiado lindo cuando me llamó papá.
Taehyung solo pudo sonreír para luego darle un beso en la mejilla a su pareja. Le aceleraba el corazón y también le enternecía demasiado que su prometido se emocionara demasiado con aquello.
-Bien- se paró el omega de la cama-, estoy por terminar todo, así que por favor dales un baño y arréglalos para poder salir en un rato.
Jungkook al escuchar aquella petición que secretamente era una orden solo hizo una mueca al recordar que la hora del baño también se convertía en una zona de guerra con ambos. Estaba seguro que Taehyung estaba amando la situación, porque no por nada le pidió aquello.
En cuanto el omega abandonó nuevamente la habitación, Jungkook se quedó viendo a las dos pequeñas bestias que le harían la vida imposible en su hora de baño. Los agarró a los dos en cada uno de sus brazos y se dirigió a baño para empezar con la contienda.
Taehyung reía al escuchar los gritos de su pareja cada cinco minutos desde el piso superior de la casa; estaba terminando de ultimar los detalles del picnic y que su alfa se encargara del baño era la mejor ayuda, además, secretamente se burlaba de lo poco práctico que podía llegar a ser el pelinegro, perfectamente pudo haber bañado uno por uno y ahorrarse molestias. Se lo diría después.
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Haber llegado a aquél lugar fue renovador para el omega. Habían hecho un viaje de diez minutos desde la manada hasta aquél bonito prado cercano que el alfa conocía. Ambos concordaron en que querían pasar una bonita tarde en familia rodeados de naturaleza y sin nadie más que los cuatro.
Sin embargo, eso no detuvo a Seokjin de llevarle un pastel y darle un obsequio en una rápida visita a su casa cuando estaban por salir. Jungkook a pesar de todo, agradeció y le regaló uno de los poco abrazos que solía darle al omega cargados de mucho cariño.
A pesar de todo, quería con el alma a aquél omega.
El día soleado que estaban presenciando era perfecto para su pequeño momento familiar. Taehyung había dejado las cosas en el suelo para empezar a organizar la manta y posteriormente empezar a sacar algunos bocadillos.
Por otro lado, Jungkook estaba jugando con ambos cachorros, estos aun estaban en su forma humana, pero eso no los detenía que gatear e intentar caminar hacia su padre, quien reía divertido y enternecido por la determinación de sus bebés, estos parecían querer tarársele encima mientras el mayor los esquivaba.
-Deberías venir con los niños y comer algo- lo llamó el rubio mientras probaba un pequeño bocadillo de jamón y queso-, no almorzamos y tampoco hemos comido nada desde el desayuno, de seguro los cachorros ya deben estar empezando a sentir hambre.
-No lo creo, amor- dijo casi riendo el alfa-. Solo míralos, están siendo muy obstinados con querer atraparme.
Y aunque para el mayor aquello fuera divertido, no lo era para los infantes, quienes al cansarse del constante correteo en el que los tenía su padre alfa, decidieron invocar el cambio. Fue entonces que la sonrisa desapareció del rostro del pelinegro cuando los dos pequeños lobeznos se le tiraron encima y empezaron a morderle los bazos.
-¡No muerdan!- les gruñó el mayor al verse "sometido" por sus hijos- ¡Tae, amor. Ayuda!
Aunque al comienzo se asustó porque pensó que los pequeños se estaban pasando con su alfa, entonces recordó que el pelinegro no era especialmente débil, y que si quisiera ya se los habría sacado de encima, por lo que empezó a reir al ver que ambos lobeznos empezaron a hacerle cosquillas al mayor.
-Lo lamento, amor; pero no quiero arriesgarme a que esos temibles lobos acaben conmigo, incluso más pequeño que mis hijos en mi forma animal, lo siento pero tengo que estar en el lado ganador- dijo dramáticamente.
-¡Eres un traicionero!- gruñó con falsa molestia el alfa.
-¡Yo también te amo!- le gritó de regreso el omega mientras e lanzaba un beso al derrotado alfa.
El omega se quedó observando como los pequeñitos terminaron encima del mayor empezando a lamer su rostro y a morder sutilmente las orejas del contrario. Taehyung juraba que ni siquiera cuando vivía con su familia se sintió de esta manera.
Tan feliz y pleno.
El panorama que veía ahora, uno que no imaginaba para su vida, estaba justo frente a sus ojos. Uno que hace muchos años no se veía real y alcanzable cuando lo deseó con fuerza para su familia, para que pudieran volver a ser felices.
Era lo que siempre deseo, pero en un plano distinto. Con otras personas a las cuales amaba con todo su corazón y que orgullosamente llamaba familia.
De repente Taehyung fue testigo de como su alfa cambiaba a su forma lobuna para empezar a dar una pequeña caza hacia los lobezno. Tenía que enseñarles que con su padre no podían meterse sin tener consecuencias. Por otro lado, los cachorros corrían tratando de escapar del lobo grandote que estaba por agarrarlos en sus fauces.
-¡Oye, eso no es justo!- se quejó el omega, corriendo a salvar a sus bebés de un trágico final que incluía cosquillas.
Este fue un cumpleaños inolvidable para el alfa pelinegro, quien por primera vez sintió lo que era el calor y unión de una familia en todo su esplendor. Taehyung ese día se encargó de recordarle que su pequeña familia iba a estar ahí siempre para él, incluso cuando pensara que no era cierto.
Entre sisas, juegos y aquella merienda que el omega tanto se esforzó en hacer. Pasaron una tarde inolvidable, una que se quedaría marcada en la memoria del alfa en aquella cajita de recuerdos que solo albergaban los mejores momentos con su familia.
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Holi solecitos ¿Cómo están?
Yo vengo aquí después de mil años, pero bueno, terminado con este extra oficialmente nos queda uno para culminar definitivamente solitario. Se siente raro dejar esta obra la verdad.
Otra cosa que quería comentar aquí porque me pasó con esta obra hace unos meses. Verán, yo soy una persona muy calmada, realmente no me gustan los problemas y aunque realmente me causó un poco de desconcierto no puedo evitar comentarlo porque no quiero que se vuelva a repetir.
¿Cuál es la gana de pedirme el PDF de la historia? ósea, no esperaba que llegaran a personalmente pedir el PDF de la historia por medio de mensajes, me sorprendió bastante eso porque bueno, la historia está disponible en wattpad e incluso en dreame para que puedan disfrutarla, no entiendo para qué el PDF.
Solo quería decir que por favor no lo hagan, no quiero verme obligada a quitar la historia de la plataforma, es algo frustrante cuando empiezan a hacer este tipo de cosas.
Sin más, solo espero que les haya gustado esto y también quería desear una feliz navidad atrasada, me enfermé ese día y no pude pasarme a decir nada, pero ya ando mejor así que les mando los mejores deseos a todo el mundo.
Saludos.💜💜
🐺Any.🦊