Solo son negocios.

Darknessanarchy द्वारा

35.3K 1.3K 2.9K

Descubrirás con el tiempo que lo que vivías era otra cosa y no lo que pensabas. Todo por ser una persona que... अधिक

Déjame vivir en tú casa
¿Cómo pasó esto?
¿Cómo que un Ship?
Principio de la teoría del caos
El comienzo
Daños del pasado sacude el presente
aparece Amber y esto está en llamas
Soy una basura
Only You
Y eso que solo es el comienzo (fin del volumen 1 )
Wat Talk
Binarie Codes
T2 No metas a otros en tus asuntos
Half Life
ha vuelto!!!!
Un increíble día🔞
Introspectiva🔞 (parte 1)
La Lola
Dicen que los hombres no deben llorar
DARK
After Dark
The nights
Good Day :)
Bittersweet
Symphony
preludio
I-ll stay with you
The Less I Know The Better
Son los 30
Unwritten
Nunca Es Suficiente (Crimen)
Castigo (Para mi)

Stay With Me

1.2K 49 128
Darknessanarchy द्वारा

Antes que nada quería agradecerte por darte el tiempo de leer esta historia, sí sé que he dicho esto antes pero me gusta recalcar ciertos aspectos, así les agradezco por su atención, tiempo y no puedo dejar a un lado los que se toman el tiempo para comentar en mis fic, sepan de antemano que me gusta leerlos y ver lo que piensan. ¡Oh si! También por las estrellas que me dan y también a los que solo leen la historia y ya también gracias.

Este en si no es un capítulo de la serie sino un AU de la historia para que no se confundan, en si lo hago para saber si les interesa esta historia, y si les gusta, puede que piense en sacar un fic aparte, es como una muestra de algo así que será como un One-shot, así que solo espero que les guste.

(La carrera de la vida)

Eran las 5 de la mañana en mega City, hogar de la super heroína más famosa de la historia de mega City, así es hablamos de Max, la chica que presenta su famosa bebida energética GT Max.

A esa hora los autos se movían tranquilamente para así evitar el tráfico de la hora pico, donde las carreteras se congestionan y todo es un desastre, pero dejando aún lado eso no tenemos que enfocar en las alturas, y ¿Por qué? Pues de allí viene nuestra historia.

En los techos de los edificios se encontraban Max la heroína que vestía su ropa de civil, ella corría alegremente por la cima de los edificios saltando de edificio a edificio, ella estaba siendo perseguida por un joven de cabellos color negro y ropa de colores oscuros que contrastaban con el único color vibrante que tenía puesto. Una chaqueta sin mangas roja, ese chico de tez blanca y mirada seria no era más que el siempre odiado chico de la bufanda Edgar, Edgar intentaba atrapar a Max en una carrera pero le era imposible, ella era reconocida como la mujer más veloz de toda la ciudad sino también del mundo.

—¿Qué sucede Edgar? —Max se dió media vuelta y corría de espalda—. Ya te cansaste y eso que faltan 3 KM.

Edgar se veía molesto y aceleró su paso, Max sacó su lengua mientras le sonreía y dando la media vuelta saltó para llegar al próximo edificio en el cual cayó bien, Edgar sorprendido por ese salto no titubeó y se lanzó de igual manera y tomó aún más velocidad estando a unos pocos metros de distancia de la corredora, pero la distancia se acortaba a cada segundo, Edgar estiraba su brazo ya que solo necesitaba tocar a Max para poder ganar.

Max se dió cuenta al ver de reojo y solo sonrió levemente, Max se sentía feliz al tener a alguien con quien competir en lo que más le gusta, aunque siempre ella saliera victoriosa en esto.

—Veo que aún tenias un tanque más, ok espero que no te pongas a llorar después de esto. —Max giró su gorra hacía atrás y empezó a correr con más esfuerzo, ella ganó aún más terreno y dejó por mucho a Edgar quién poco a poco se detenía, Max vió de reojo y empezó a reír victoriosa, eso si, sin dejar la velocidad que llevaba.

Edgar veía como la chica se alejaba más y el no podía hacer nada, intentó seguir con la velocidad que llevaba pero el cansancio físico se le estaba acumulando y el aire que entraba en sus pulmones era igual a respirar fuego, pero esa sensación de fuego en su pecho que le dolía se tornó en un sentimiento distinto ya que vió como Max le hizo el terrible “DISLIKE”, un increíble coraje le invadió en el pecho y ese dolor de esfumó toda barrera que le decía ya no más desapareció.

Edgar empezó a correr como si su vida dependiera de eso, es más el dolor se volvió agudo y eso hizo que Edgar empezará a gritar, Max se asustó mucho al escuchar el grito desesperado del chico y al girar notó que la mano de Edgar estaba muy cerca de tocarla, Max no sabía que hacer, esa sería la primera vez que perdería contra Edgar, eran centímetro y a veces milímetros de distancia que tenía esa mano con su espalda, Max siguió corriendo y poniendo más fuerza pero Edgar estaba que no se detenía, Max no tendría escapatoria.

O si...

La chica en un rápido movimiento sacó su recipiente donde guardaba su bebida energética y le dió un trago, rayos de color verde recorrieron su cuerpo y ella empezó a correr con aún mayor velocidad que antes, ahora sí Edgar no podía hacer nada y el chico colapsó cayendo en el techo de un edificio en el cual se llevó muchos golpes ya que por la velocidad empezó a rodar en el suelo y estando a centímetro de caer por la borda de un edificio, Max se dió cuenta de eso y detuvo su marcha para poder auxiliar al joven, al llegar vió que Edgar tenía una herida en la cabeza y muchos hematomas en el cuerpo, pensó lo peor al ver que había sangrado abundante en su cabeza.

—¡Surge, Max al habla! —Max hablaba por su reloj, ella se veía afligida por el estado del chico—. ¡Necesito que vengas a estas coordenadas hay un herido de gravedad!

Al terminar de hablar Surge el robot de defensa se teletransportó donde estaba Max, el robot se acercó al chico y le dió una revisión.

—No está en riesgo de muerte pero si necesita atención médica, tiene un brazo roto y el hombro dislocado. —Max se sorprendió y le pidió a Surge que lo llevara al médico, pero la máquina se rehúso—. No puedo llevarlo al médico, preguntarán como se hizo esto y luego tendré que decir que fue por tu culpa.

Max estaba sorprendida por eso, vió a Edgar y luego a Surge, aún no sabía que hablar pero no le puso más atención al robot y sin ninguna duda habló.

—¡Entonces llévalo donde Pam! —Surge, acatando la orden cargó a Edgar, Max se subió detrás de el robot, el cual se teletransportó frente a la chatarrería.

—Llévalo rápido antes que le pase algo malo. —Max estaba realmente preocupada por la salud de chico, ella sentía culpable por ese accidente que Edgar tuvo, sino hubiera sido por su ego y no querer perder, el chico no hubiera salido tan lastimado.

Ambos entraron y le contaron a Pam sobre las lesiones de Edgar, Pam activó su torreta y dejó al chico en una camilla, no sin antes acomodar el hombro de Edgar y ponerle yeso en el brazo roto el cual era el derecho.

—Creí que curaría el brazo y no sería necesario ponerle yeso… —Max le preguntaba a Pam quien seguía tratando a Edgar, la pelirroja suspiró y habló

—Soy médico y se que es lo mejor para un paciente y sí, mi torreta puede curar cualquier herida pero con fracturas es más complicado, el hueso tiene que estar en su lugar ó sino pues usa la imaginación. —Pam había aplicado el yeso y ahora lo estaba secando.

—Max. —Surge llamó a la heroína que estaba sentada viendo con preocupación como el chico no despertaba, ella reaccionó retardada y miró al robot, este le hizo una seña que se acercara. Fue directamente a donde estaba el robot.

Max notó que Surge jugaba con chatarreta y eso le dió risa, Surge notó que Max estaba allí y se puso serio de inmediato, bueno o como un robot que su programación lo deje serio.

—Max, deberías de explicarme qué hacías en ese edificio y como supiste que el chico estaba allí. —Surge se cruzó de brazos esperaba una respuesta convincente de Max, ella se sorprendió y aunque tenía miedo de decirle la verdad a Surge aún así lo dijo.

—Llevo semanas saliendo con Edgar... —Max estaba cabizbaja, levantó la mirada y vió a Surge sorprendido y sorprendido me refiero a que sus lentes se cayeron al suelo, Max se sonrojó pues imaginaba que Surge mal entendiera lo que ella dijo y explicó bien el caso—. ¡No de esa forma! Solo competimos en carreras y le he retado que sí me llega a tocar le podía dar cualquier cosa que el me pidiera. —Max estaba tocando sus dedos índice y tenía la mirada baja, Surge levantó sus lentes y observaba el comportamiento de la heroína.

—No entiendo las relaciones humanas así que supongo que la forma en la que te expresas debe significar que solo estaban divirtiéndose… —Dijo Surge mientras se cruzaba de brazos, ella levantó la mirada y respondió.

—¡Si! Eso es lo que hacíamos. —Max solo afirmaba eso pero por alguna razón parecía que había algo más.

—El tratamiento ya está terminado. —Pam salió de su taller y les avisó a los héroes.

—¿Y como sigue Edgar? —Max preguntó algo preocupada, Pam sonrió levemente y le respondió.

—Pues tu novio necesita descansar y beber mucho líquido, ahora mismo le suministre suero así que va estar un rato más. —Pam jugaba una broma, Surge claramente no entendió y solo quedó estático miraba a su compañera de equipo y ella al contrario de Surge estaba roja y tapaba su rostro sonrojado con su gorra.

—N-no es mi novio, solo es un buen amigo. —Max respondía sonrojada, se dió media vuelta y se fue sin antes agradecer y decir que volvería con el dinero para pagarle por el tratamiento.

Surge se quedó viendo cómo se iba a toda velocidad, el robot parecía estar preocupado así que le quiso preguntar a Pam sobre eso.

—Es normal que cada vez que dicen el  nombre de su amigo, su presión arterial se aceleren y su corazón lata más rápido solo por nombrar “Edgar”. —Surge quería saber si eso era normal entre los humanos, Pam reía suavemente y le dió una palmada al robot.

—Descuida es muy normal, de hecho estoy segura que vas a verla así muy a menudo. —Pam entró a su taller para chequear al chico y Surge volvió a jugar con chatarreta.

(***)

Max caminaba por retropolis, lugar donde estaba la cafetería de Bull, ella necesita un poco de azúcar debido a todo lo que gastó en su carrera contra Edgar, Max entró y fue vista por todos los clientes de la cafetería, muchos la saludaron y otros se tomaron fotos, ella tuvo la paciencia para cumplir con la petición de cada uno de los clientes,   ella se sentó en la barra y Bibi la atendió.

—¿Qué se te ofrece? —Bibi preguntaba secamente sin ningún toque de amabilidad.

—¿Tienen cheesecake? —Max preguntaba algo intimidada, Bibi se puso a pensar y habló.

—Hay un pedazo, ¿Lo quieres? —Bibi masticaba chicle e hizo un globo con su chicle cuando explotó el chicle ella con su lengua  lo volvió a meter en su boca y lo volvía masticar.

—Si por favor… —Max ya se sentía algo desanimada por la mala atención de Bibi pero era algo que muchos clientes amaban de Bibi.

Bibi se marchó y Bull se apareció dándole una malteada de chocolate, Max se asustó y lo iba a devolver pero Bull la detuvo y dijo.

—La casa invita, para nuestra heroína que siempre cuida nuestra extraña cuidad. —Bull le mostró su pulgar y se marchó dejando a Max un poco fuera de si, ya que según ella estaba dizfrazada para no ser reconocida, aún así no desaprovechó la malteada y le dió una gran sorbida.

Max observaba detenidamente cada parte de la cafetería y le gustó mucho el ambiente, no siempre tenía la oportunidad de visitar retropolis ya que sus misiones siempre eran en la mega Ciudad, Max notó que estaba una rockola de las antiguas y se levantó a verla ya que nunca había visto una parecida.

Ella volvió a ver a todos lados para ver si alguien la estaba viendo, así que se movió con sigilo como si no estuviera caminando hacia la rockola y al llegar se sorprendió ya que era un mecanismo algo viejo, con botones y discos con ella, habían una larga listas de canciones y Max no reconocía ninguna. Miró y leyó cada una de las canciones y solo reconoció una que alguien le había recomendado.

—My generation... —Max decayó de ánimo al recordar el sucio acto que había hecho para poder ganarle a Edgar, y sí, Edgar le había recomendado muchas veces esa canción ya que siempre hablaban y él le recordaba esa canción...

Dejó un lado ese pensamiento pero el malestar estaba presente y era obvio que aún iba a estar sino se disculpaba con Edgar, ella sacó una moneda de su chaqueta y la metió en la ranura, no sabía que hacer pero vió que al lado de la canción había un número y una letra así que miró el tablero y vió un número igual, ella lo toco y luego vió la letra y la tocó.

—¡Wow! —Max se sorprendió al ver como un disco de vinilo era elegido y luego empezó a dar vuelta y la canción empezó a sonar por toda la cafetería.

🎶 People try to put down (Talkin 'bout My generation)🎶

Max se sorprendió por lo fuerte que sonaba y le gustó mucho el ritmo y la letra aunque está era un poco sosa para ella, ella movia su pie izquierdo al son y el ritmo de la canción y luego la pierna, poco después sus caderas y empezó a bailar, ella al ser hiperactiva era algo que siempre hacía, bailar cada vez que una canción le gustaba.

🎶I hope i die i before i get old🎶

Max movia todo su cuerpo, levantaba sus hombros, movía sus brazos y levantaba levemente sus piernas, ella lo hacía con los ojos cerrados e iba de retroceso, ella siguió hasta que chocó con algo... Bueno mejor dicho con alguien.

Max en un rápido movimiento dió la vuelta y vió frente a frente quien fue la persona con la cual había chocado.

—¿Quién te dió permiso de tocar la rockola? —Era Bibi quien estaba armada con su bate, ella lo colocó en su hombro derecho y veía con una mirada de pocos amigos a Max.

—Pues, no sabía que había que pedir permiso para tocarla, digo usé mi moneda para escuchar una canción que alguien me recomendó.

Max contestaba sin importancia, el miedo no andaba en la heroica mujer y sabía bien que si había una pelea en la que estuviera involucrada sin duda ella estaría lista para batallar.

Obviamente eso fue algo que Bibi no tomó bien y sin mediar palabras ella levantó su bate y estubo apunto de golpear a Max pero fue detenida por un Bull que actuó rápidamente.

—¡Estas loca! —Dijo Bull sonando preocupado, él había abrazado a la chica para evitar cualquier percance, aún así Bibi tenía de fuera su brazo con el bate.

—Sueltame, déjame mostrarle a esa perra que no puede hablarme así. —Bibi forzejaba pero el agarre de Bull era fuerte, la ira había consumido la cordura de Bibi y solamente quería derramar sangre sin dudar.

—No ves que ella no es de aquí, solo es una visitante, obviamente ella no sabía de eso. —Bull parecía estar perdiendo la fuerza ya que le costaba hablar, él miró a Max y le pidió que se marchara—. Señorita, por favor márchese antes que ella se suelte, descuide si viene la próxima vez le daré un descuento muy bueno.

Max no dudó y se marchó rápidamente dejando una muy furiosa Bibi que gritaba palabras en japonés, la heroína se sorprendió y se fué de retropolis, ahora sí debía ir a un cajero para poder sacar el dinero y poder pagar el tratamiento de Edgar, logro encontrar uno en el banco de retropolis, al llegar pudo ver qué había un cajero automático y fue directamente a sacar dinero.

El tratamiento de Pam era algo costoso pero a diferencia de un hospital si era barato, Pam cobraba 1000 monedas de oro o 130 gemas, y sí, algunos llegaban a pagar con gemas, aunque veces llegaban a pagar con las gemas un ejemplo; Mortis quien le pedía un tratamiento completo a Pam y siempre le llevaba unas jugosas 170 gemas.

Las Monedas venían en una tarjeta para depositar en una cuenta donde Pam guardaba su trabajo ganado del día, Max empezó a correr para llegar a la chatarrería de Pam.

(***)

Habían pasado unos minutos y Max corría rápidamente mientas comía unas barras de chocolate, miró que a largo Surge volaba por los cielos, Max encendió su reloj comunicador en el cual ella podía escuchar la voz de Surge y alguien más.

Max llegó a la chatarrería y apagó su comunicador ella miró que Surge ahora jugaba con la chatarreta y con una niña pequeña peliroja, a ella le pareció tierna la escena y decidió mirar un poco más.

A los minutos ella entró al taller de curación ya que los tres tomaron otro rumbo, Max al estar dentro volvió a sentir ese incómodo malestar que le causaba recordar la trampa que había causado y que por esa razón Edgar estaba muy mal de salud, pero aún así ella entró y vió al joven sin camiseta, él estaba sentado con un yeso en su brazo derecho, ambos chicos se vieron a los ojos y se apenaron al momento, Pam notó ese gesto en ambos y se levantó.

—Tengo que hacer algo más, si quieren pueden hablar mientras termino. —Pam salió de allí con una sonrisa en su cara.

Al salir ambos quedaron en la misma posición, en silencio y si ningún movimiento por parte de ambos. Pasaban los segundos y estos no se movían, hasta que Edgar habló para romper el hielo.

—Te agradezco que me hayas traído hasta aquí, fue muy imprudente de mi parte el sobre forzarme para intentar poder ganarte, en verdad era ridículo…

Edgar veía al suelo mientras tocaba el yeso de su brazo derecho, el chico lo apretó con fuerza debido a cierta impotencia. Max sintió un fuerte golpe en su ser al escucharlo, no podía creer lo que el chico decía, era obvio que ella fue tramposa y sabía que Edgar la vió tomar su bebida energética.

Así que ella se abrazó a ella misma y poniendo su ego en su lugar, habló con toda sinceridad.

—Yo soy la que debería de disculparse contigo, fuí yo la imprudente que te hizo eso…

Max miraba abajo, no podía ver de frente a Edgar debido a la vergüenza que estaba sintiendo en ese entonces, era increíble lo que un error podría hacer, Edgar estuvo apunto de perder la vida por intentar ganarle en una carrera, era increíble el esmero que este le ponía a cada competencia, no le importaba si era día o era de noche, si llovía o nevaba, él quería ganarle en una carrera para poder pedir algo, pero ¿qué era eso quería?

—Edgar, tú sabes bien que hize trampa, admito que me ganaste así que puedes pedirme lo que quieras.

Max tomó valor y dejó todo su ego atrás y le dijo la verdad, ella lo miró a los ojos y se sorprendió al ver que el estaba serio y sin mostrar ningúna expresión, él suspiró profundamente y con su mano sana rascaba su cabeza.

—No, fue claramente mi derrota, eso no fue trampa ya que tú bebida energética es como si fuera mi bufanda, así que deja de pensar que hiciste trampa.

Max se sorprendió por eso ella no esperaba que él dijera eso y no podía aceptar eso que Edgar dijo, él podía estar en lo cierto pero ella quería una carrera justa.

—Si, pero no puedo aceptar eso como una victoria, distes todo de tí y no puedo dejar eso a un lado por mi ego de ser la mejor.

Edgar se sorprendió pero estaba molesto por eso, una parte de el estaba alegre pero en si se sentía mal porque sentía lastima por parte de Max.

—Ya deja de molestar con eso. —Edgar levantó su voz y Max se sorprendió siguió con la mirada al chico—. Sabes que no me gusta que sientan lastima por mí y eso estás haciendo al decir que aceptas tu derrota por descalificación.

Max iba a hablar pero Edgar se quejó por el dolor de su brazo, Max se acercó a él y quiso tocarlo pero se detuvo, por lo complicado que era la actitud de Edgar.

El chico se recompuso y suspiró, observó a Max con su mirada cansada y le sonrió, sin duda alguna fue algo nuevo para Max, ella jamás en su vida le miró una sonrisa en la cara al chico, era como ver una faceta nueva por parte del chico, Edgar dió la vuelta y parecía estar buscando al, mientras tanto Max en su mente guardaba esa imagen.

—¿Sabes donde la señora Pam dejó mi ropa? —Edgar le preguntaba a Max quien estaba perdida en sus pensamientos, Edgar giró para ver a la corredora y alzó su ceja derecha, al notar que Max tenía sus manos en sus mejillas y viendo hacia arriba, quiso decir algo pero notó que Pam entraba por la puerta.

—¿Ya te sientes mejor? —Preguntó Pam sacando así de sus pensamientos a la velocista.

—Aun me duele todo el cuerpo y estoy mareado. —Edgar contestó de inmediato, Max solo estaba expectando, Pam de acercó al chico y le entregó unas pastillas en bolsa de plástico.

—Beberas una cada 6 horas y si quieres puedes beber una, es para el dolor. —Pam le explicaba la receta de las pastillas, luego de eso le dió un fuerte manotazo en la espalda del chico—. También tienes que comer mejor, tienes anemia por deficiencia de hierro.

Edgar se asustó por las palabras de la mamá J, Pam se cruzó de brazos y con su alegre actitud respondía.

—No pongas esa cara, ¿Qué esperabas al no comer bien? —Edgar se tapó la cara por la vergüenza y se fue a sentar en la camilla. —Yo por ahora no tengo nada para darte pero deberás comprar comprimidos de hierro para reponer todo ese hierro que no tienes.

Pam notó que Edgar parecía estar en el aire osea no entendía nada de lo que ella hablaba, suspiró profundamente sabía que solo era un chico y se dirigió a Max.

—Mira, tu que eres su novia te vas a encargar de esta receta. —Max dió un gran respingo y se sonrojó ligeramente, iba a decir que no era su novia pero Pam le entregaba en sus manos la receta escrita en papel—. Van a la farmacia y le dan esto al que esté a cargo, esa persona entenderá y les dará lo que necesita, en si eso no es caro, pero recomiendo que los bebas con jugo de naranja ya que trae vitaminas C y eso puede ayudarte a que tú cuerpo absorba mejor el hierro.

—No cree que es demasiado... —Edgar se bebía la pastilla sin la necesidad de agua, Pam lo miro y le pegó en la cabeza—. ¡Ouch! Eso duele...

—Mi deber es recetar medicamentos y si te estoy dando esta receta es por tu bien, mocoso impertinente. —Pam se dirigió a Max y le dijo entre risas—. No deberías consentir mucho a tu novio, después se vuelven flojos, ponle mano dura a veces.

Max miró de reojo al chico sin camisa y se sonrojó más, pero no mostró esa debilidad ante Pam, suspiró y le contestó.

—Muchas gracias señora Pam, pero antes me gustaría saber si tiene la ropa de Edgar, ya que no podemos salir así sin camisa…

Pam notó ese detalle y de un grito llamó a su pequeña hija peliroja.

—¡Jessie! —Pam soltó un fuerte grito que hizo a ambos jóvenes tapar sus oídos, la pequeña niña llegó montada en su Chatarreta, su mamá al verla le dió una orden—. Ve por una de los suéter que tenemos en la caja de objetos perdidos.

—¡Chi señora! —Al terminar hizo una saludo militar y se fue rápidamente en su Chatarreta, ambos chicos vieron como la niña manejaba su extraña mascota sin la necesidad de ningún control remoto o algún artefacto.

Max sintió curiosidad ya que ella estaba al tanto de la tecnología que ella usaba en sus trajes y en Surge, su camarada de combates así que sin meditar sus acciones ella preguntó.

—Señora Pam. —La peliroja atendió al llamado, dándole atención—. Espero que no sea imprudente ya que entenderé bien sino quiere responder…

—Al grano hija, no quiero perder mi tiempo con tantas palabrerías, si quieres saber porque mi hija anda en scrappy como si este tuviera vida, pues deberías hablarle a ella. —Pam el interrumpió a Max, siendo esta impresionada al ver que la mujer fue directamente al hoyo del asunto.

Pam se cruzó de brazos y con su rostro sonriente veía a Max, quien estaba apenada por el asunto.

—En verdad espero que me disculpe si le falté el respeto. —Max bajó su rostro por la pena que sentía—. Es solo que... Me interesa mucho la tecnología y ver a su hija y verla montada en su robot fue algo que me trajo recuerdos. —Max jugaba con sus manos, viendo también al suelo, ella suspiró profundamente cosa que Edgar y Pam notaron.

Pam miró sutilmente a Edgar y luego a Max, quien seguía con esa aura triste, negó con la cabeza y habló nuevamente para molestar a ambos jóvenes.

—¿Y cuándo planean hacer niños? —Edgar y Max vieron de inmediato a a Pam, ambos estaban sorprendidos por tales palabras dichas por esa bella mujer, Edgar era quien estaba más rojo que Max, hasta parecía que saldría vapor de su cabeza, Pam notó eso en el chico y se acercó a él. Le pegó en el brazo y luego le acariciaba la cabeza—. Deberían de pesar cuantos van a tener, así no se van a meter en tantos problemas, mira que ambos son lindos, sus seguramente hijos serían geniales.

Max tosió un poco ante esa incómoda situación, miró que Edgar estaba completamente rojo, según la vergüenza y ella sonrió levemente, pues era gracioso ver al chico en ese estado, además ese abrazo de Pam parecía ser la madre consolando al chico.

—Ehm, pues no somos novios, solo somos amigos. —Max miraba a otro lado, para no ver a Edgar y a Pam, ella colocó la brisera de su gorra hacía en frente y la bajó para ocultar su rostro, ella habló muy bajo pero si pudo ser audible—. No me importaría tener dos hijos.

Pam sonrió ampliamente y Edgar solo podía apreciar a la chica que se miraba hermosa, un rayo de luz la iluminaba y parecía ser algo angelical, solo faltaba el coro de angeles para dar a entender que ella era una mujer divina, Pam metió su cuchara y le habló a Edgar mientras que con su codo le picaba las costillas.

—Bueno ahora que ya sabes solo deben estar de acuerdo. —Pam miraba como Edgar sonreía con cierta esperanza, era algo que la hacía sentir feliz y siguió hablando—. Bueno tiene todo el tiempo del mundo, así que solo deben hablar.

—¡Mami!. —Jessie se hacía presente llamando la atención de todos los presentes, ella seguía montada en su perrito mecánico, en sus manos traía una pieza de ropa—. ¡aquí traje el suéter rosa de gatitos!

Edgar se sorprendió al ver como la niña le mostraba un gran suéter de lana que tenía tres gatitos, curiosamente los gatitos tenían algo que los hacía parecer a otras personas; uno de los gatitos tenía trenzas rojas en la cabeza, el otro tenía una bandana en la cabeza adornado con un cráneo y el otro gatito tenía un gorro de oso.

Max vió el suéter y le gustó mucho al ver que lo hermoso que estaba decorado, era un increíble trabajo y contando el tamaño si duda alguna ese fue un trabajo hecho con mucho esfuerzo, no era algo que estaba en objetos olvidados, así que ella tomó la palabra.

—Señora Pam, !está muy hermoso ese suéter! —Max tapaba su boca al ver el suéter.

—Si, yo lo hice con mis propias manos. —Pam mostraba sus manos al decir lo anterior luego vió a Edgar y con su gran y fornido brazo derecho, atrapó el cuello del chico—. ¿Verdad que sí pequeño delincuente?

Edgar al sentir la presión del brazo de la mamá de Jessie rápidamente afirmó.

—¡Es muy bello y precioso! —Era claro el temor que el chico expresaba con sus palabras, Jessie y Max reían suavemente para no hacer sentir mal al chico.

Jessie se acercó a su mamá y le dió el suéter, Pam le ayudó a Edgar a vestirse y el simplemente accedió, Max y Jessie miraban atentamente y con eso Max afirmó que Pam podría ser la madre de Edgar, bueno talvez de cualquiera que se viera joven a su lado.

Al terminar de vertirlo ambos Jóvenes se fueron, de la chatarrería de Pam, Surge los esperaba afuera a ambos y de largo veía como los dos estaba caminando juntos, iba a decir algo pero su chip integrado que conectaba con su cuartel general se activó, era una llamada que seguramente le pedía que regresar y sin decir ninguna palabra empezó a volar sin embargo Max no sabía porque el robot se marchó, no le tomó importancia a eso y siguió caminando con Edgar hasta llegar a cierta parte de la ciudad, una parada de buses que estaba algo abandonada.

Edgar se veía apenado por vestirse con ese suéter.

—No puedo creer que este vistiendo esto, el rosa no me va... —Una depresiva aura salía del chico, Max quien miraba de pies a cabeza habló.

—Pues no te ves mal, combina muy bien con tu cabello y tus ojos. —Max aceleró su paso para poder verlo de frente—. De hecho me sorprende más ver cómo la señora Pam supo tu talla, digo el suéter te que da exelente.

Edgar se detuvo y siguió observando su atuendo y solo pudo suspirar, además de sonrojarse levemente.

—Mientes… —Edgar evitó la mirada de la chica que estaba frente a él.

Max sintió curiosidad y un leve impulso de que saber la verdad, miró de pies y cabeza a Edgar y luego habló.

—Edgar, puedo hacerte una pregunta… —Ella llamó la atención del emo, ella puso sus manos detrás y lo miró a los ojos, Edgar se sorprendió y sintió una leve vergüenza, la chica tomó la palabra—. Hace cuánto empezamos a hablar con más confianza.

Edgar se sorprendió por las palabras de la chica, no esperaba que ella le preguntara eso, es más ni siquiera tenía en mente lo que ella dijo, pero al ver la seriedad de la chica solo pudo responder con la misma seriedad.

—2 meses talvez… —Edgar bajó la mirada y avanzó, paso a paso, hasta dejar a atrás a la chica.

Max tomó del brazo bueno a su amigo y lo detuvo, el chico le daba la espalda y ella lo miraba fijamente.

—Si, llevamos eso de conocernos mejor. —Ella soltó a Edgar y este de quedó allí quieto ella tomó la palabra nuevamente—. Desde hace unos días está este pensamiento en mí, no sé porque pero, yo quisiera saber más de tí…

Edgar levantó su cabeza y Max notó eso, pero ella no apartó la mirada y el chico tampoco giró a verla.

—Sabes más de mí que lo que yo sé… ¿Acaso no es suficiente eso? —Alegó Edgar.

—Creo que no me estas entendiendo… —Max bajó su mirada y se acercó a Edgar para poder poner su mano en el hombro del chico, ella sintió como se tensó el cuerpo del chico, ella habló muy decidida—. ¿Porqué quieres ganarme en una carrera?, Digo ya notaste que no podrás ganarme, y hasta ahora no habías ni siquiera estado cerca de alcanzarme pero ahora. ¿Qué fue lo que te impulsó a pedirme una carrera?, Dudo que sea para sentirte bien por haberle ganado a Max...

Edgar veía la vacía carretera, estaba sorprendido por lo que había dicho la mujer, un ligero temor le invadió y le hacía imposible hablar, tenía miedo a lo que podría pasar desde ahora, así que calló.

Max notó eso y sintió una leve molestia, tanto así que le puso presión a su mano, Edgar sintió el dolor ya que era donde recientemente se había dislocado el hombro, pero aún así no habló. Max quien se mostró molesta por eso, soltó a Edgar y caminó hasta quedar frente a él, pero ni aún así la encaró; harta ya de eso, Max le tomó la cara y lo obligó a verla, solo así pudo ver la molestia que expresaba la chica que a la vez de sus ojos botaban pequeñas lágrimas, la respiración de Max era pesada y le costaba respirar, todo por la falta de valentía del chico.

—Esta bien, lo entiendo. —Esa molestia se convertía lentamente en un dolor punzante en el pecho de Max, las lágrimas que salían de sus ojos ahora salían con más frecuencia—. Entonces solo estuve muy equivocada con todo eso que vivimos, supongo que solo querías presumir que podías ganarme…

Max dejó de sostener la cara de Edgar, ella soltó su mano y fue a sentarse en la cabina de la parada de buses, Edgar sorprendido por todo eso no pudo hacer nada más que ver, le dolía con el alma ver cómo la chica hablaba esas cosas pero su temor era un más grande que ese sentimiento de culpa por ver a Max llorar. Quería decirle con toda su fuerza sus verdaderos sentimientos pero era imposible para él, sentía que estaba en un pozo y de ese no podía salir, además de sentir una soga en su cuello que no lo dejaba hablar.

La chica se quitó sus gafas y limpió las lágrimas de sus ojos, al colocarlos nuevamente en su cara ella se levantó con más ánimos pero se veía realmente molesta, se acercó al chico y le agarró del cuello del suéter.

—Sino vas a hablar con tus propias palabras te voy a obligar a hacerlo.  —Max vió como Edgar estaba completamente sorprendido, ella lo soltó y caminó dos pasos frente a él y lo señaló con su dedo índice—. Escúchame bien y espero que no pidas que te repita esto, pero yo Max, conocida como la Brawler más veloz de toda esta ciudad y la heroína de súper ciudad te reto a tí Edgar, de la tienda de regalos.

Max entonó muy bien su voz que sonaba muy seria, pero por dentro parecía estar muy nerviosa ya que respiraba hondo y con cierta dificultad, él iba a decir algo pero Max gritó fuertemente dejando aún más sorprendido al chico.

—¡Te reto a una carrera y si te logro atrapar me tendrás que dar algo que yo pida! —Edgar estaba con la boca abierta parecía no entender que pasaba pero dicho reto le hizo hablar.

—Sabes que no estoy en condiciones de correr, ¿Cómo me pides semejante cosa? —Salió de su boca lo que pensaba, Max empezó a reír muy burlesca y ella tomó la palabra.

—Por favor, ¿Edgar poniendo escusas?, Es eso ó solo eres un cobarde que no puede decir lo que siente. —Eso fue un golpe en el esternón para el emo, Max le había dicho su verdad en la cara y eso lo molestó pero tenía que admitir que eso era cierto.

—No son escusas, mira que estoy lastimado y no podré correr. —Alegaba el chico pero Max fue aún más directa.

—Solo me estás diciendo que eres un cobarde, es increíble que me estás mostrando tu verdadero rostro, ni siquiera con esa bufanda podrás esconder lo mediocre que estás siendo. —Esa fue la última gota que rebasó el vaso de Edgar, se molestó y en gran parte por Max.

—Ok, quieres que acepte tu reto, está bien si pierdo voy hacer lo que quieras pero si no yo te voy a hacer cosas que ni siquiera pensarían que yo sé hacer… —Edgar se acercó a la cabina y con su brazo enyesado le dió un fuerte golpe a un poste que señalaba la parada.

Max se sorprendió al ver cómo Edgar rompió el yeso en pedazos, ella quiso preguntar si estaba bien pero no podía ya que esto era un reto y se sentía que era de vida o muerte.

Ambos se pusieron en posición, a unos cuantos metros de distancia, Max se estiraba para no tener un calambre en sus piernas. Edgar se veía molesto y decidido estaba atento a cualquier movimiento de parte de Max, sabía que esa mujer podía atraparlo en un parpadeo así que te la sus ojos muy bien abiertos aunque tuviera uno oculto por un mechón de cabello.

Max al terminar su estiramiento de un compartimiento que estaba detrás de ella sacó una bebida energética, Edgar se sorprendió e iba a decir algo pero en un instante la chica ya estaba frente a él, fue de un momento a otro dónde ella había se había tirado como una lanza para botarlo al suelo quedando ella encima de él, ella puso sus manos en los hombros del chico y acercó su cara a la de Edgar.

—Te gané. —Dijo con una sonrisa muy coqueta al igual que su tono de voz, Edgar la vió y se sonrojó, solo pudo sonar sus dientes.

—Ok, puedes pedir lo que quieras… —Edgar aceptó su derrota y esperó que Max hablara, ella levantó su mano y con esa le apartaba el cabello que tapaba el ojo izquierdo de Edgar.

—Se sincero conmigo. —Max dijo sin ningún sentimiento, solo lo dijo.

Está vez Edgar no tenía nada más que hacer, había perdido una apuesta y como tal tenía que ser pagada, aunque el temor le volvió a llegar está vez la sonrisa de Max le daba confianza, sin entender porque pero sentía su que ese temor se esfumaba.

El rostro de Edgar empezó a enrojecerse, Max se sorprendió pero le encantaba ver ese rostro sonrojado, le gustaba y sentía como su corazón latía con fuerza por esa pequeña reacción por parte del pelinegro.

“Te amo”

Fue un suave susurro cargado con amplios sentimientos, Max escuchó muy bien y se sorprendió, fue muy bajo pero aun así fue lo suficientemente audible para lograr que su corazón latiera como loco, su rostro al igual que el de Edgar estaba muy sonrojado.

—¿Qué? —Solamente pudo decir eso, ella esperaba eso pero era muy distinto a lo que creía que era, ella no calculó el golpe sentimental que le daría eso.

—¡Me gustas!, ¡te quiero!, ¡te amo!, ¡quisiera pasar toda mi vida contigo!, ¡Maldición como puedo decir lo que siento por ti!, Digo solo quería llamar tu atención y pensé que si te ganaba podría por lo menos llamar tu atención.—Edgar expresó todos sus sentimientos, Max estaba aún más sorprendida por todo eso, la verdad le pareció tierno al inicio pero después fue algo raro, pero sin duda estaba alegre por esa confesión.

Max se levantó y le dió la mano a Edgar, quién al verla notó una bella sonrisa en el rostro sonrojado de la velocista, quedó sorprendido por la belleza que estaba oculta por una gorra y una capucha. Edgar agarró la mano y se levantó con ayuda de la chica, al estar frente a frente, ambos se acercaron y claramente había una diferencia de tamaños, edgar era unos 6 centímetros más grande de ella.

—Ya escuchaste mis sentimientos, ahora quisiera escuchar los tuyos. —Edgar colocó sus manos en los hombros de la chica y ella sonrió levemente, parecía querer coquetear con él usando solo sus expresiones.

—Yo también te amo. —Dicho eso ella se colocó de puntas y le dió un beso en los labios al chico, que se sorprendió por la velocidad que empleó para hacer eso, no puso oposición y abrazó fuertemente a Max y con su bufanda aseguró más el abrazo, bajó un poco su cabeza para que así Max no se canse al estar de puntillas.

Al separarse Edgar vió a Max y le sonrió levemente, Max se percató de eso y cuando iba a preguntar él habló anticipado a lo que ella iba a decir.

—Por fin pude atraparte, por eso estoy feliz. —Max se sorprendió y se separó entre risas.

Poco a poco nos alejamos y vemos como un amor florecía.

—Fin—
.
.
.

¿O no?

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

290K 26.5K 53
Park Jimin... Un chico pobre que solo está en busca de trabajo ya que su familia lo echaron de su casa por sexualidad y necesita encontrar un trabajo...
305K 43K 50
•∘˚˙∘•˚˙∘•ꕥ 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐅𝐔𝐈 𝐓𝐔𝐘𝐎 ꕥ•∘˙˚•∘˙˚•∘ Park Jimin un joven que es obligado por su familia a contraer matrimonio con un hombre mayor que e...
247K 7.9K 99
1-Serguirme 2-Comentar ideas 3-Vota por cualquier cap caps donde hay,Chisme,Peleas,Amor, más☝🏻🤓😉
41K 3.3K 34
FEDERICO VIGEVANI🤍