Un refugio para dos | NATZU G...

By jxoyrene

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En una sociedad donde la mayoría de los aromas son dulces a Tzuyu le llama la atención uno completamente dife... More

Aclaración.
Desconocido.
(No) Quiero saber.
Sin saber qué hacer.
Probablemente.
Veintiuno y un par de meses.
Más tarde.
Rosas.
Esconder.
Conejo.
¿Mamá?
Sí, pero no lo es.
Cuida mi corazón.
Perdidamente.
Como termina Moana.
Seré paciente.
Yo soy de ti.
¿Puedo?

¿podrías hacerme recordar?

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By jxoyrene

hola👍, no sé q escribí, lo subo xq si jajaja, creo q es lo peor q  he escrito:0 (háganse los sorprendidos pq de por si no escribo bien):00. aquí creo que entenderán algunas cosas no c tal vez el 1er amor de tzuyu no es como ella piensa pq hay algunas emociones q nunca había conocido. ahora me siento obligada a actualizar pq no puedo acabar la historia con 1 capítulo tan malo, pésimo,,, chau.

Decir que cruzar miradas con Nayeon en la universidad era incómodo es quedarse corto. Tzuyu en parte estaba apenada por su comportamiento de la semana pasada, cuando se vieron en la que sería su primera clase, pero también estaba molesta ¿cómo es que su lobo podía llegar a ser tan injusto con ella y hacerla sentir culpable de no hablar más con la omega?

Había sido su decisión de tener una relación solo profesionalmente, para lo único que hablaban era al momento de entregar su tarea. Ni siquiera hacía preguntas relacionadas a su clase, bueno, también Nayeon era muy buena en lo que enseñaba así que no le dejaba ninguna duda para preguntarle, por lo tanto tampoco tenía una excusa para hablarle.

Era más que obvio que la omega se había preparado mucho para ese trabajo, eso le aseguraba a Tzuyu que no lo iba perder solo porque una tonta alfa quería verla después de clases. Aparte Nayeon le había dejado en claro que para ella aún era una niña, tal vez tenía razón, las relaciones con diferencia de edad no siempre son las mejores, y eso es solo un pensamiento, no es que Tzuyu estuviera pensando realmente tener una relación con ella.

A este punto la morena ya no podía seguir evitando ir a la cafetería, no podía seguir pasando los días sin almorzar, tampoco tenía chance de ir a comer fuera de la universidad, era temporada de exámenes y apenas tenía tiempo para dormir. Por lo tanto a veces, Tzuyu se encontraba con la tonta imagen de la directora logrando parecer una completa idiota al hablar con la maestra Im.

—¡Chou Tzuyu!—la voz de Shuhua la saca de sus pensamientos, la morena voltea y puede ver que el rostro de su amiga es para nada amigable—Puedo aceptar que apenas respondas mis mensajes, puedo aceptar que te quedes en silencio la mayoría de veces en las que tenemos conversaciones…

—Shuhua baja la voz que la gente nos está mirando.—interrumpe la morena una vez que su amiga está lo suficientemente cerca.

—Lo que no puedo aceptar es que estés saliendo con alguien y no me hayas contado nada.—habla ahora en un susurro sentándose justo al lado de la alfa.

Tzuyu la mira confundida ¿cuándo empezó a salir? ¿Con quién?

—¿Yo? ¿Saliendo con alguien? ¿Quién te dijo eso?—pregunta, esta situación es completamente ridícula.

Shuhua resopla—Fui a tu dormitorio porque tenía días sin verte y cuando toco la puerta la primera que sale es Lisa—Un escalofrío parece extenderse por el cuerpo de la omega—me dijo que no estabas y que lo más probable es que anduvieras con quién sabe quién, que dejabas el dormitorio con otro aroma.

Sabía que Lisa era algo entrometida pero no sabía que era lo suficiente como para apreciar su cambio de aroma.

—¿Sabes lo celosa que me hace sentir que tu compañera de cuarto lo sepa primero que tu mejor amiga?—un puchero forma los labios de la omega, Tzuyu se ríe por su comportamiento infantil.

—Shuhua no estoy saliendo con nadie.—Responde acariciando el cabello de la omega—Tal vez solo nos vimos un par de veces.

No fue la mejor elección de palabras porque su mejor amiga parece sorprendida de la peor manera y detiene las caricias que le estaba haciendo.

—¿Nos vimos?—cuestiona sorprendida—Tzuyu sabes que no quiero que nadie se aproveche de tu corazón.

Tzuyu suelta una risa desganada—Shuhua ya soy lo suficientemente grande.—dice y es algo tonto, aunque ya sea mayor de edad la omega que que quería solo la veía como una niña—Nadie se aprovechará de mí.

Shuhua la mira con ojos preocupados y se abalanza a abrazarla—Solo dime si pasa algo y juro por Dios que…

A Tzuyu le causaba gracia, si en un caso dado no podría defenderse de cualquier cosa, Shuhua era la omega más delicada que conocía, no creía que hiciera mucho pero no la desanimó tampoco—Si, Shuhua te diré, lo prometo.—interrumpió antes de dejarla terminar.

—Me debes una cena por no avisarme que no estabas y hacerme pasar ese momento con la tonta de Lisa.—Shuhua le susurró, la morena no le prestó mucha atención, algo estaba molestándola ahora.

Una emoción o sensación (no sabía qué era así que no puede llamarlo correctamente) se extendió por su cuerpo, es desconocido, jamás le había pasado, sintió su piel erizarse por alguna razón, su lobo parecía también estar inquieto. Se quedó en su lugar tratando de intensificar sus sentidos para ver si lograba identificar la emoción que viajaba por su cuerpo.

Había muchos aromas, después de todo estaba en la universidad, la cafetería estaba llena. El aroma que más reconocía era el de su mejor amiga por la cercanía en la que estaban y porque (se había convencido a sí misma) es el único tipo de vainilla que no detesta, algunos olores insignificantes y otros muy fuertes, entre ellos su aroma favorito.

Apenas reconoció ese aroma ahora ya familiar su lobo pareció inquietarse más, no entendía que estaba pasando, no la veía por ningún lado y mucho menos cuando Shuhua ocupaba toda su vista.

Se separó un poco de Shuhua y por fin pudo observarla, la omega no la miraba ahora a ella, su mirada estaba puesta en alguien más, Tzuyu no pudo reconocer con quién parecía estar hablando, la persona le daba la espalda.

Tzuyu vio que aparentemente Nayeon no estaba metida en problemas así que no le prestó más atención a su inmaduro lobo.

—Podemos ir a comer algo hoy, si quieres.—volvió a prestar atención a la omega que tenía sobre ella.

Shuhua hizo un mohín—No sé si pueda hoy, mañana me toca entregar mi investigación de pediatría, debo estudiarla por si hacen algunas preguntas.

Tzuyu se quedó en silencio, a pesar que ya haya visto que Nayeon se encontraba completamente bien, sus instintos seguían de la misma manera.

—Me han dicho que la nueva maestra es muy bonita y que sus clases son mejores que las de la señora Kim.

Tzuyu asiente con su cabeza, cualquiera que le haya dicho eso tenía definitivamente razón, las clases con Nayeon se hacen rápidas y con la señora Kim parecían durar una eternidad.

—¿Qué piensas de ella?—Shuhua le pregunta y la observa.

La pregunta casual e inocente  le toma por sorpresa, no sabía de qué manera responder, si decía algo Shuhua podría sospechar y a pesar que confiaba con su vida en su mejor amiga lo mejor que podía hacer sobre esta situación es no hablarla con nadie, menos alguien relacionado con la universidad.

—Yo… yo creo que es—Tzuyu hace una pausa, no sabía que hacer, Shuhua se separa un poco y la mira confundida, su mirada volvió a caer sobre Nayeon, sus instintos ahora estaban más intensos, mataría dos pájaros de un tiro—Allá está, debo preguntarle algo sobre mi próxima clase, espérame aquí.

Así salió de esa situación, se acercaría a Nayeon para evitar cualquier pregunta inocente de su amiga y para ver si así su lobo dejaba de molestarla.

—Maestra Im, ¿tiene un segundo?—pregunta una vez está lo suficiente cerca, la mujer que había llamado voltea a verla, Tzuyu no descubre que había en su mirada.

—¿Yo? Sí, por supuesto.—responde, la morena capta que lo estaba haciendo solo para salvarse a sí misma.

Tzuyu iba a hablar de cualquier cosa pero alguien más se le adelanta.

—Chou, yo creo que no es el horario adecuado para ocupar a los docentes, es la hora del almuerzo.—Interrumpe Mina, esta vez la morena no disimula la mirada de desprecio con la que la mira.

Antes de que pudiera decirle algo, la omega se le adelanta—No creo que haya problema, directora Myoi. Tzuyu tenía algunas dudas…

La alfa mayor vuelve a interrumpir—Aparte que interrumpe su hora del almuerzo, tampoco presta atención a su clase. Que peculiar, la única que al parecer tiene dudas es usted, ¿está segura que está en la universidad y no en el jardín de niños?

La mandíbula de Tzuyu se tensa, la morena sabía que era un poco tonta pero la forma en la que la acusa la directora, a este punto ya estaba exagerando.

Nayeon se aclara la garganta llamando la atención de las dos alfas—Creo que no será problema aclarar una pequeña duda, directora Myoi.

Esta última mencionada luego de un silencio sonríe y hace una leve reverencia a Nayeon, mira con una mirada que no le causa ni el mínimo miedo a Tzuyu y sin más se aleja de donde estaban ellas dos.

Las dos se quedaron en silencio ¿y ahora qué?

Esto le hace saber a la alfa que la omega había aceptado "aclarar una duda" solo por interés propio, sabía muy bien que Tzuyu no tenía ninguna pregunta. O bueno tal vez si, pero no lo iba a decir.

Desde que se habían conocido nunca habían tenido silencios incómodos, y el de ahora lo hacía resaltar más el ruido de conversaciones ajenas a ellas en la cafetería.

No tenían mucho tiempo conociéndose, de hecho la morena podía asegurar que aún no se conocían, pero ahora se sienten tan distantes que no puede evitarlo—Lo siento.—Dice finalmente cortando el silencio.

Sus palabras toman a la mayor por sorpresa y finalmente la mira, voltea todo su cuerpo para darle atención.

—Siento haberte hablado de esa forma en tu primer día de clases.—aclara la menor en un tono de voz suave.

Nayeon juega con su cabello aparentemente no dándole importancia—No hablemos más de eso.—responde con indiferencia, su cuerpo parece rígido y lo único que hace Tzuyu ahora es juntar sus manos tras su espalda.

Al ver la nula respuesta la alfa solo se queda en silencio, mordiéndose su labio inferior para no decir algo que no debiera.

—¿Cómo supiste que necesitaba que vinieras?—pregunta la omega luego de otro silencio incómodo—quiero decir, ¿cómo supiste que necesitaba que alguien interviniera?—se apresura a aclarar.

Tzuyu también se pregunta lo mismo, ¿si quiera sabía?, sólo se dejó guiar por su lobo y al parecer estaba en lo correcto.

—No lo sé.—susurra encogiéndose de hombros.

La omega suelta un suspiro un poco exasperada y vuelve a arreglar su cabello—La directora quiere invitarme a cenar, no sé como decirle que no—hace una pausa—prefiero mantener una relación laboral y nada más.

Estas palabras no deberían hacer sentir a la alfa de esta forma, apenas se conocían y no tenían ningún tipo de afecto la una hacia la otra, no habían compartido más que unos besos, pero, maldición, Nayeon si que besaba bien.

Tzuyu no puede evitar sentirse así, ella cree que los besos que la omega llegue a regarle a Mina, la morena sabría recibirlos mejor.

Encrespa sus  dedos de los pies y le pregunta:—¿Qué le dijiste?

Nayeon voltea a mirarla y finalmente sus miradas se conectan, la alfa siente su estómago revolverse—Estaba a punto de decir que si por obligación, ahí apareciste.

Tzuyu agradeció a su lobo mentalmente, por fin hacía algo bien.

—Creía que sabías decir que no.—la morena dice mirando a sus zapatos. Sabía que insinuaba al decir eso, debió callarse pero no pudo evitarlo.

Nayeon enarca una ceja—¿A qué viene ese comentario?—pregunta cruzándose de brazos.

Tzuyu traga en seco, lo menos que quería es discutir con Nayeon y alejarla más.

—A nada en especial.—Responde encogiéndose de hombros.

La omega pone los ojos en blanco y agrega:—Te veré en la clase de mañana, asegúrate de terminar tu tarea.—sin más se aleja y deja a Tzuyu solo observando su bonita y delicada espalda. Notó que su cabello estaba un poco más largo desde la primera vez que la vio, no se notaba mucho pero a la alfa no se le pasó desapercibido.

                                  -
Nuevamente entraba Tzuyu a clase, su clase de pediatría, ya se había acostumbrado a ver la materia pero aún le tomaba por sorpresa ver a Nayeon, por las altas horas de la mañana y el poco sueño que consiliaba su cerebro es traicionero y le hace creer que están viéndose como la primera vez, fantasía que acababa cuando escuchaba a la omega decir que la clase comenzaba.

Tzuyu por lo general se sentaba al final de la clase, no le gustaba mucho participar por si decía algo incorrecto y porque llegaba a bloquearle la vista a la pizarra al que estuviera sentado detrás de ella. Y aún así la distancia, pudo notar los ojos rojos e hinchados de Nayeon, se atrevía a decir que las gafas que usaba ahora las usaba con el propósito de disimularlo, obviamente, con Tzuyu no funcionó.

Tzuyu se quedó en su lugar, su corazón se sentía pesado, recordó aquella vez que la vio y estaba en el mismo estado, pensó por un segundo acercársele pero lo ignoró, la omega comenzó la clase.

Los ojos de la omega no se encontraron con los suyos y parecía que evitaba cualquier contacto visual,  en el momento que entregó su tarea no tuvo el coraje suficiente para hablarle, era obvio que la mayor estaba mal, Tzuyu no quería molestarla.

La clase fue rápida como siempre, al menos para todos, menos para la morena, se le hizo eterno ver la cara triste de la omega.

El timbre sonó dejando saber que la clase había terminado, todos se pusieron de pie, Tzuyu también, recogió sus cosas mirando a la omega quien estaba de espaldas a ella y a los demás.

¿Debería acercársele? ¿Debería hacerle caso a su preocupado lobo?

Tzuyu agarró su mochila con una mano, caminaba a la puerta de salida pero sus ojos no dejaban a la delicada omega. No podía dejarla así, mucho menos tan triste en su clase, su lobo era quisquilloso y no se quedaría en paz hasta cumplir su cometido, cuidarla. Suspiró profundo y lentamente se acercó.

—¿Nayeon?—la llamó en voz baja, faltaba gente por salir y no quería que su atención se centrara en ellas.

La mencionada voltea verla, pretendiendo que todo estaba bien—¿Tienes alguna duda sobre la clase?—sus compañeros podrían no prestarle atención a su voz, pero lo rota que sonaba no pasó desapercibido para la alfa.

—Yo...—Tzuyu extendió sus palabras, observando por su mirada periférica que sus compañeros ya hayan salido todos—¿Puedo ayudarte con algo?

La omega sonríe desganadamente, sus ojos parecen brillosos, podía observar como estaba reteniendo las lágrimas—¿Ayudarme?—suspira—Todo está bien.

Tus ojos no mienten. Se quedó en silencio, se acercó un poco más, el aroma que había estado aparentemente normal ahora se había vuelto un poco amargo.

Nayeon desvía la mirada y su postura no cambiaba, aún cruzada de brazos, totalmente erguida. Finalmente, una lágrima cae y así sus hombros caen hacia adelante.

Tzuyu podía jurar que sintió su lobo llorando, también comenzó a sentirse mal. Se acercó un poco más, extendió su mano y tomó una de la omega, esta última no rechazó el contacto y la dejó acariciarla, la alfa dejaba leves caricias sobre sus dedos y palma. El rostro de la omega estaba mirando hacia el piso, su cabello caía a sus lados, la hacía ver más débil.

Tzuyu dio un paso más y la atrapó en un abrazo, esperaba que Nayeon la empujara para alejarla pero no fue así. La omega suspira en su abrazo.

Nayeon la abrazó de vuelta, sus manos se aferraban con fuerza a la camisa blanca de la morena, Tzuyu no sabía que hacer, solo dejaba sus manos viajar en la pequeña espalda de la omega, Tzuyu de alguna forma podía decir que sentía el dolor de la mujer entre sus brazos, incluso sintió en sus ojos lágrimas formarse.

El rostro de la omega estaba escondido entre su cuello y su hombro, subió una de sus manos y acariciaba su cabello, los delicados hombros temblaban levemente, la duda volvía otra vez ¿qué la hacía llorar de esa forma?

¿Cómo podía ayudarla? ¿Siquiera Tzuyu podía ayudar?

Estuvieron unos minutos así, la morena con un peso en su corazón que jamás había sentido, todo ese peso de alguna forma también se sentía vacío, no sabía cómo explicarlo.

Tzuyu la oye sorber por la nariz y observa que antes de encararla la omega se limpia algunas lágrimas—No puedes hacer trampa con tu aroma, estoy bien, pero por alguna razón me haces sentir emocional.

Tzuyu solo se quedó mirándola, su ceño levemente fruncido por la preocupación y la atención que le daba.

La morena aclaró su garganta antes de hablar—Mi aroma está normal.—Dice descansando su mano en la espalda baja, esto es lo más cerca que habían estado desde que Nayeon empezó a ser su maestra.

—Toda la mañana pude detener mis lágrimas, te acercaste y de repente dejé mis lágrimas caer... es obvio que intensificaste tu aroma.—dice la omega limpiando aún alguna de sus lágrimas.

Tzuyu sube una de sus manos al rostro ajeno y copia sus movimientos—En serio no hice nada.

Se quedan observándose por un par de segundos, Nayeon parecía ahora un poco confundida, luego de unos segundos suelta el agarre en su camisa y nuevamente están manteniendo una pequeña distancia.

Caminan en silencio hacia la salida del salón, Tzuyu quería decirle algo pero se quedó en silencio, Nayeon salió antes de ella y la morena pudo notar como la directora Mina se acercaba a ella, Tzuyu no detuvo su paso, incluso se apresuró antes de volver a ver esa tonta sonrisa en la alfa mayor.

Probablemente la alfa le preguntó a Nayeon si había estado llorando porque la escuchó decir "es un simple resfriado" y obviamente la tonta directora le creyó.

Ahora que caía en cuanta no había visto más a Miyeon, olvidó preguntarle a Shuhua sobre ella, ellas dos son un poco cercanas. Esperaba que esté bien.

Estos días no había hecho más que estudiar y estudiar, necesitaba ir a su casa, comer de la comida buena de sus mamás y compartir un helado de fresa con Chae, probablemente así estaría bien y no centraría sus pensamientos solo en Nayeon.

Un par de clases más y había finalizado su rutina, estaba en el estacionamiento y recordó que aún no había buscado su auto desde la noche que había salido con Nayeon. Ojalá pudiera devolver el tiempo a ese momento y detenerlo ahí, y así jamás saber que los mejores besos que había probado no los volvería a probar.

O mejor aún, sentirse como se sintió esa noche, sin preocuparse por nada.

Luego de que tomara un taxi hasta el lugar donde habían empezado aquella noche, conducir con su auto de ahí hasta su casa finalmente llega a su hogar, toda preocupación desaparece cuando su hermana corre a abrazarla.

Jeongyeon y Momo parecían estar haciendo la cena, había sido un tiempo desde que había visto a su mamá alfa, sintió ganas de llorar de la emoción cuando su madre un poco más grande que ella la abrazó. Solo con sus madres había llegado a sentir esa sensación, que ella no es la única que siempre tiene que proteger, que también tiene derecho de sentirse protegida y segura.

A pesar de la emoción no dejó sus lágrimas escapar, esta noche que compartirían no se volvería triste. La vida estaba comenzando a ser un poco más difícil y no tenía con quien hablarlo, no quería preocupar a su familia. Tal vez era exagerado sentirse  así con solo fallar dos exámenes, pero en eso es lo que se centra su vida, debería enfocarse más.

Ayudó a poner la mesa y luego de unos minutos estaba sentada del lado derecho de su mamá. La cena transcurre en silencio, una calidez se expande en su corazón, extraña sentirse en casa, tal vez por eso quería seguir viendo a Nayeon, de alguna forma la omega le hace sentir ese sentimiento, aunque de una forma muy diferente.

—¿Qué tal va la universidad?—pregunta su mamá masticando aún la comida.

Tzuyu traga su bocado y responde—Bien, un poco difícil pero me adapto.

—Sabes que puedes contarnos lo que sea.—ahora habla Momo sirviéndole más comida a su plato.

¿Debería decirles que sentía que estaba a punto de rendirse, que su cuerpo se siente cansado?

—No te preocupes mami—Dice sonriéndole, esperando que no noten que miente—deberías solo preocuparte que Chae se coma todas las verduras.

Su hermana inhala exageradamente—¡Tzuyu, no seas aguafiestas!—Dice y trata de esconder su plato.

Tzuyu solo se ríe y despeina el cabello de su hermana, lo próximo que dice la pequeña la toma por sorpresa pero sabe que lo hace por vengarse—¿Tienes alguna novia Tzuyu?—hace una pausa la pequeña—Claro suponiendo que alguien quiera estar contigo.

Todas las miradas caen sobre ella y la alfa solo traga su juego en un sorbo. Iba a responder algo pero el timbre suena, salvándola.

—Yo voy.—dice rápidamente levantándose a ver quién estaba en la puerta.

—¡Mira a quién tenemos aquí!—Dice Joy con un tono muy infantil y pellizca una de sus mejillas una vez que abre la puerta.

Son amigas desde pequeñas por lo que verla pasar directamente a la cocina sin pena alguna no es raro o molesto. Tzuyu vuelve a cerrar la puerta y camina tras ella.

Sus madres le sirven comida a Joy, quien sin dudarlo la recibe, Momo vuelve a llenar el plato de la morena diciéndole que acompañe a su amiga. Tzuyu estaba un poco llena pero no le importó porque cuando está en el dormitorio esto es lo que más extraña.

Comió junto a su amiga alfa, escuchándola hablar de todo lo que había pasado en el día de hoy.

—...Y ahora no sé por qué Irene esté molesta conmigo. ¿Qué crees que deba hacer?

La pregunta la saca de sus pensamientos, había estado divagando, iba a decirle que repitiera otra vez lo que había dicho pero no lo hizo, una pregunta llegó a su mente y la dejó escapar.

—¿Crees que esté mal querer salir con alguien mayor?—pregunta alejando su plato de comida hacia un lado.

Joy se queda mirándola, tal vez tratando de entender de dónde viene esa pregunta.

—¿Creo que no?—dudó—¿recuerdas cuando me gustaba tu tía Sana?

Tzuyu le afirma en silencio.

—Recuerdo cuando me dijo que si no estuviera casada con el amor de su vida me daría una oportunidad.—Dijo  Joy limpiando sus manos y recogiendo su plato.

Tzuyu se río, Sana era una omega muy posesiva y sabría que no dejaría a Jihyo, pero no arruinó la ilusión de su amiga—Estás exagerando, Sana sí podría ser tu mamá.

—Eso no es lo que quiero decir, lo que quiero decir es que si me gusta no me importará realmente que tan mayor sea.—Aclaró, sus palabras le dejaron muy claro a Tzuyu que no le gustaba a Nayeon, la omega le prestaba mucha atención a sus edades.

Se quedó en silencio y su amiga siguió hablando.

—Y si quieres un ejemplo más realista—Joy hace una pausa para beber su jugo—Sana es mayor que Jihyo, por cuatro años y veo que su matrimonio funciona.

El ejemplo es bastante bueno, la única diferencia es que ellas habían funcionado. Y la morena y Nayeon ni siquiera lo intentaron.

Las dos se quedaron en silencio limpiando la cocina, Tzuyu muy atrapada en sus pensamientos y Joy parecía saberlo.

—Sabes...—comienza a hablar pero hace una pausa para pensar bien sus palabras y transmitir correctamente lo que quiere decir—No tengo mucho tiempo conociéndola, no debería querer saber sobre estas cosas o siquiera intentarlo, pero...

—Tzuyu-ah, ¿cómo crees que empieza la gente a enamorarse?—pregunta interrumpiendo—Todo comienza porque deciden dar el paso, no pienses que...

—No estoy enamorada.—se apresura a  decir.

—No estoy diciendo eso, estoy diciendo que...—se detiene frustrada  porque la morena no comprende sus palabras—Los sentimientos y emociones llegan sin que te des cuenta, es normal que te hagas esa pregunta si la persona te gusta, solo no pienses demasiado.

Tzuyu se queda en silencio, la realidad la golpea ¿Nayeon le gustaba? No estaba segura.

No.

—No me gusta.—aclara.

—¿Entonces para qué me preguntas si está mal querer salir con alguien mayor?—cuestiona entre cerrando sus ojos—Es muy raro que me hagas una pregunta solo por curiosidad y lo sabes.—agrega al final.

—Bueno porque...—comienza pero hasta a ella la sorprende que su curiosidad es genuina.

Puede que si le gusta Nayeon un poco. No, no lo cree.

—No creo que me guste aún no la conozco.—finaliza mientras seca los platos.

—¿Y eso que tiene que ver?—Joy resopla—Irene me gustaba incluso antes de conocerla.

—Eso es totalmente distinto.

—No, no lo es Tzuyu.—su amiga aclara—no todo el tiempo te vas a enamorar como la primera vez, saca ese pensamiento de tu mente.

—¿Qué quieres decir con eso?—cuestiona frunciendo el ceño.

—No te vas a enamorar de la misma manera, jamás, no te va a comenzar a gustar tu vecina de toda la vida, amigas desde la infancia de la cual finalmente te enamoraste. Esa historia no se repetirá.

No entiende a qué quiere llegar con eso y por qué trae esa vieja historia llena de malos y buenos recuerdos, los cuales la morena prefiere no recordar ninguno.

—¿Con eso quieres decir que...

—Puede gustarte cualquiera, sin ninguna larga historia que compartir, puede gustarte con tan solo verla una sola vez.—finaliza Joy quitándole los platos de la mano ya que Tzuyu dejó de hacer el trabajo.

—Sabes que no creo en el amor que nace de la noche a la mañana.

—No es amor, eso lleva tiempo, es atracción.—aclara Joy ¿Desde cuándo es tan sabia?—La cual lleva poco a poco al amor.

Tal vez si le gustaba Nayeon.

—¿Entonces que debo hacer?—pregunta, no puede creer que esté aceptando esto.

—¿Entonces si te gusta alguien?—Cuestiona Joy emocionada.

—Tal vez.

—Cuéntame.—Dice en un chillido y Tzuyu se tapa los oídos.

—No hay mucho que decir...—Se muerde el labio inferior tratando de recordar—Ella es bonita.

Joy pone los ojos en blanco—Dime más, haz salido con chicas bonitas ¿Qué tiene ella?

Realmente no han llegado tan lejos para poder decir qué es lo que más le atrae de ella. Lo recuerda.

—Su aroma fue lo primero que llamó mi atención, me hizo sentir... tranquila.—Dice mientras se servía otro vaso de jugo.

Joy tararea—Me pasa lo mismo con el de Irene. ¿Qué más?

—Cuando la veo quiero...—hace una pausa, atrapada en sus pensamientos, finalmente diría todo lo que tuviera en mente—quiero cuidarla.

Joy solo la mira en silencio así que prosigue—Sé que tan solo por ser una alfa tengo ese instinto de protección, pero con ella es diferente, no pienso correctamente.

—Y...—su amiga la incita a seguir.

—A veces su mirada solo refleja tristeza y me hace desear tenerla entre mis brazos.—su mirada se fija en la de su amiga quien está enfocada en sus palabras—y a veces sus ojos brillan de una manera, que me hace sentir extraña.

—¿Extraña?—cuestiona Joy.

—Sí, no lo sé. Mayormente su mirada es fría o triste, así que cuando está feliz no sé cómo controlar a mi lobo.—Finaliza, por alguna razón se siente más liviana, como si un peso fue quitado de sus hombros.

—No creo que la quiera, pero sus ojos y lo que transmiten tienen gran efecto en mí.—Es lo último que dice para luego de haber limpiado la cocina salgan a la terraza.

La fría brisa choca con su piel, el invierno cada vez más cerca.

—¿Estás segura que no crees del amor de la noche a la mañana?—Joy pregunta sonriendo.

—Definitivamente, no. Solo soy una alfa muy sentimental, a veces pienso cosas que anhelo que alguien las haga por mí.—Dice encogiéndose de hombros, no debería estar contando esto y menos a una alfa pero a Joy le tenía confianza.

—¿Ha pasado algo más?—Joy pregunta y la morena sabe con qué intención.

—Un par de besos tal vez.—Tzuyu dice en voz baja, al recordarlo un escalofrío viaja por su cuerpo.

—Y...—Joy parece ansiosa por saber.

—Más nada.—la morena finaliza tranquila.

—¿Qué se siente besar a alguien mayor?—pregunta y Tzuyu sabe que la pregunta no va en serio.

—Excelente, me recuerda a la vez que besé a tu mamá.—responde y la sonrisa descarada que tenía su amiga hace un momento se borra completamente.

Tzuyu no puede evitarlo y se ríe escandalosamente.—Lo siento.—se disculpa entre risas.

—¿Y para que preguntas eso si Irene es mayor que tú?—cuestiona luego de que las risas cesaron, aunque su amiga aún tenía su cara larga—¿y por qué usaste de ejemplo a mi tías si podías usar tu relación?

Joy suspira profundamente—Porque como dije, Sana y Jihyo funcionan. Irene y yo no.

Eso sorprendió a la morena, Joy e Irene parecían llevarse muy bien.

—No quería arruinar tu ilusión de salir con alguien con un ejemplo de una relación tóxica.—Dice poniendo un cigarrillo entre sus labios, Joy fumaba e incluso le había ofrecido uno, al cual se negó.

—No siempre nos llevamos bien, ella es muy celosa y a mí me divierte hacerla sentir así. Me llena de ego saber que se cree dueña de mí.—Dice luego de una calada, el aire que exhalaba viajaba con la brisa.

—¿Crees que eso tenga que ver con la diferencia de edad?—su curiosidad es genuina.

Joy sonríe desganadamente—No, solo dos tontas que no tienen idea de lo que hacen.

Luego de eso se quedaron en silencio, la morena no sabía que decirle, no tenía mucha experiencia con estas cosas por lo que quedarse en silencio haciéndole compañía a su amiga esperaba que bastara.

—No hablemos más de mí, espero que con el tiempo podamos resolverlo. Cuéntame, ¿qué tan mayor es la omega?—Joy vuelve a hablar luego de un rato, habían estado observando las estrellas.

—Seis años.

Joy parece pensar—No creo que sea mucha la diferencia.

—Eso es lo que dije.—Tzuyu quita el cigarro de sus labios y lo tira al suelo.

—¡Ey! Ese era mi último —Joy exclama—¿Qué te dijo ella?

—Que aún era una niña.—Dijo Tzuyu haciendo un puchero.

Joy suelta una carcajada y la morena no entiende que es tan cómico para reírse así a estas horas de la noche—¿Tú una niña?

Tzuyu le afirma.

—Definitivamente no ha visto que tienes entre las piernas.—Dice señalándola y Tzuyu se apresura a tapar su boca con su mano.

—Shh, ¿sabes que cualquiera puede oírte?—habla entre dientes, un tanto amenazador.

Joy levanta las manos y la morena la suelta lentamente por si llega a decir algo indebido nuevamente.

—Tal vez se refiere a que no tengo la suficiente madurez emocional y no crea que me tome en serio salir con ella.—Tzuyu ahora estaba un poco molesta así que molestaría a Joy—Puede que tenga razón, existe personas así, creo que conozco una.

Joy frunce los labios y ahora a la alfa menor le daba risa. Su amiga parecía pensar algo para molestar a Tzuyu pero aparentemente no encontró ninguno.

—Deberías agradecer que eres mi amiga, te hubiese lanzado de aquí.—Dice señalando hacia la planta baja.

—No creo que pudieras.—Tzuyu niega con su cabeza y Joy suspira exasperada.

—Salir con una mujer mayor te ha vuelto valiente, ¿cierto?

Un suspiro escapa de la morena, parecía dramático, incluso sus hombros cayeron—No salgo con ella, no creo que llegue a hacerlo.

Joy le da un suave golpe (realmente no suave) en la parte trasera de su cabeza—El cielo es el límite. Demuéstrale que eres digna de salir con ella.

—¿Cómo?

—Eso lo averiguarás tú, mi amiga.

                                   -
Nuevamente empezaba otro día, nuevamente Tzuyu estaba en la universidad, apenas había dormido un par de horas pero estaba muy conforme con su tarea completamente terminada y mucho más conforme de haberla aprobado.

No había visto a Nayeon durante toda la mañana, no tenía clases con ella así que si es por la omega no la vería durante todo el día.

Estaba sentada disfrutando de la fría brisa de la mañana, sentada debajo de un árbol, disfrutando de un helado. El día no podía ser mejor, finalmente se sentía relajada, con algo tan barato y sencillo.

—¿Está rico el helado?—escucha que alguien le pregunta.

—Sí.—responde sin mirar quién era y sin reconocerle, por fin estaba relajándose, no prestaría atención a nada.

—¿De qué es?—pregunta, y finalmente reconoce la voz, levanta la mirada hacia la mujer que estaba de pie a su lado.

Se apresura a levantarse y ponerse a su altura. Estaban en el estacionamiento en donde todo había empezado. Se sacude la arena que tenía en su pantalón y ofrece:—¿quieres probarlo?

Nayeon niega con su cabeza, hoy estaba sonriendo, se veía muy bonita.

—Te estuve buscando ayer y no estabas por ningún lado.

Tzuyu realmente se sorprendió.—¿A mí?

La mayor le afirma—Quería... quería darte las gracias por...

Tzuyu pasa la lengua por sus labios limpiando el helado que tenía—No tienes que agradecer. No tengo problema con cuidar de ti.

La omega le sonríe y finalmente Tzuyu siente que no tienen un silencio incómodo, la hace recordar a cuando no era su maestra.

—También podría cuidar de ti si en algún momento lo necesitas.—Nayeon le dice acercándose un poco.

—Lamentablemente ninguna de las dos puede—la omega saca del hechizo a Tzuyu—Aunque quisiera tener una amistad contigo no puedo.

—¿Por qué?

—Simplemente por el hecho que no creo en la amistad entre omegas y alfas.—Dice encogiéndose de hombros. Y la morena entiende a qué se refiere.

Tzuyu no supo si eso era bueno o malo, la dejaba en el mismo lugar pero igual va a darle lugar a un pensamiento—Yo para ti no soy una alfa, dijiste que era una niña.

Nayeon pone los ojos en blanco—Tzuyu estoy hablándole en serio.

—Podríamos saltarnos la amistad y tener algo más.—se atrevió finalmente y a Nayeon tal vez le han hecho tanto esa propuesta que ni siquiera se inmutó.

—Debo besar muy bien para que con solo un par de besos quieras salir conmigo.—se ríe la omega.

Tzuyu finge pensarlo, no tenía necesidad de hacerlo, era correcto lo que decía—No lo sé, no lo recuerdo ¿podrías hacerme recordar?

Su juego tenía éxito porque la omega bajó la vista a sus labios, si alguien las llegaba a ver estarían en problemas pero el árbol tras ellas las cuidaba.

—Debemos aprovechar que apenas estábamos empezando así no es más difícil dejarlo.—Dice Nayeon mirándola fijamente, no es raro que un escalofrío tome lugar en su cuerpo.

—Deberíamos aprovechar que apenas estamos empezando para poder retomarlo.—Tzuyu contradice, su lobo  completamente emocionado al poder apreciar el aroma de cerca.

—No hay necesidad de hacerlo más difícil.—la voz de la omega es segura. Tzuyu suspira y no insiste más.

—Que conste que tú decidiste acabar lo que sea que empezaba a ser esto,  por lo tanto no quiero que vuelvas después a pedirme salir contigo ya que será difícil tener un sí de mi parte.—Tzuyu bromea y Nayeon se ríe.

—Ya veremos.
                                 -
Después de la conversación de ayer Tzuyu puede mirar a Nayeon y no sentirse incómoda cómo había empezado a ser, incluso la omega la saludó guiñándole un ojo, Tzuyu sintió sus piernas flaquear.

Si algo detestaba Tzuyu es a su directora, ¿Por qué carajos había asignado una hora de ejercicio? Tzuyu odiaba el gimnasio, tenía que agradecer que tenía buen físico solo por su buen metabolismo y haber heredado el físico de su mamá.

Dar vueltas corriendo alrededor del gimnasio no era lo mejor para hacer al comienzo del día, no sabía de donde venía el entusiasmo de Shuhua.
Con solo un par de vueltas sentía a su corazón acelerado, no podía detenerse ya que este tonto ejercicio le daría un par de puntos extras.

Nunca había visto a la directora ejercitándose, era la típico alfa que se cree inalcanzable e indetenible. Todos comentaban que se veía muy bien con la ropa que usaba ahora, es bonita, si lo es pero no demasiado. O bueno, tal vez. Sigue siendo una tipa completamente molesta.

Lo más molesto fue que luego del gimnasio la morena no estaba de humor por todo el sudor que corría por su cuerpo, y mucho menos cuando vio una sonrisa genuina de parte de Nayeon hacia Mina.

—¿Viste?—llama su atención Shuhua—La maestra Im y la directora Mina creo que se verían bien.






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