Ferry.
A las ocho en punto de la mañana, Yan Junxun y Shi Shanyan estaban sentados en la sala de investigación de la Oficina de Inspección a tiempo.
—Llegaron muy temprano —Piao Lin se sentó y, mientras ajustaba la temperatura de la habitación, preguntó—: ¿Han desayunado?
—Sí —Shi Shanyan suspiró intencional o inconscientemente, mirando la información de Liu Chen—. Nos levantamos temprano.
Yan Junxun se recostó en la mesa para dormir, haciendo oídos sordos a su conversación. El día de hoy llevaba una camisa blanca, con un brazo alzado cubriendo su rostro, manteniéndose al margen.
—¿El Sr. Yan no descansó? —Jue preguntó suavemente.
Yan Junxun no dijo una palabra, como si se hubiera dormido.
La sala de investigación estaba un poco tranquila. Después de un rato, Jiang Lian abrió la puerta para entrar. Colocó los materiales sobre la mesa y les dijo:
—Liu Chen está aquí.
—Buenos días a todos —Liu Chen entró por la puerta completamente sonriente. Hoy también portaba una corbata y había pulido sus zapatos, muy estilizado. Se sentó en la silla bajo el gesto de Jiang Lian y dijo con mucha cortesía—: Gracias, gracias.
—No es fácil pedirte que vengas aquí —Jiang Lian descansó su brazo en el asa de la silla—. Tienes que ser programado.
—Ha habido una gran cantidad de invitaciones para entrevistarme recientemente, estoy muy avergonzado. —Liu Chen se quitó la chaqueta de su traje y, naturalmente, sus ojos recorrieron a todos en busca del perfilador. En un tono discretamente curioso, preguntó—: ¿No sé quién es el perfilador?
Yan Junxun no le prestó atención a Liu Chen. Sus hombros esbeltos estaban ocultos detrás del asiento y el sonido de la respiración constante se enterró en sus brazos, como si se encontrara en un profundo sueño.
—¿Quién crees que es? —Shi Shanyan cerró el documento y miró a Liu Chen con sus manos juntas.
Liu Chen le dio un vistazo a Shi Shanyan. Tan pronto como entró por la puerta, lo había notado, pero, en este momento, tuvo que fingir una gran sorpresa. Él dijo:
—Eres tú. Ayer estuve muy feliz de hablar contigo. Siempre he tenido curiosidad por ti y quería hacerte una entrevista. Pero, ¿sabes? Aún tenemos algunos malentendidos que no se han resuelto.
Liu Chen le estrechó la mano mientras asumía una postura de entrevista, aparentando que no tenía reclamos por las cosas que le habían metido en problemas ayer, y habló con facilidad:
—Ya sea este caso o el de Chen Xiulian, cooperaré y explicaré lo que sepa.
—Hoy no será un contrainterrogatorio. —Jiang Lian bajó sus anteojos, hablando sin emoción—: Tan solo es una simple indagación. Piao Lin, empieza.
—De acuerdo. —El costado de Piao Lin se iluminó con una pantalla y se mostró toda la información de Liu Chen compilada por Jue. Sostuvo su bolígrafo, abrió y cerró su tapa, y preguntó—: ¿Conocías a Chen Xiulian?
—No. No conocía a Chen Xiulian antes del secuestro. Tal vez leyó mis reportes y siguió siendo mi lectora leal, pero realmente no la conocí. Si han leído mi columna, sabrán que soy muy popular. A esta clase de lectores fanáticos y extremistas... —Liu Chen se preocupó por su encanto—, frecuentemente les aconsejo que piensen dos veces antes de hacer las cosas, pero aún no entiendo la razón por la que quería encontrarme. Yo no he agredido sexualmente a nadie.
Shi Shanyan continuó mirándolo y no pudo evitar sonreír al escuchar esto.
—Realmente eres una señal vial en el Distrito Tingbo.
—Pese a que la polémica sobre mí es extrema, juro que nunca he violado ningún tratado legal —Liu Chen levantó la mano suavemente, como si esto demostrara que estaba diciendo la verdad—. Su Oficina de Inspección se encuentra en el Distrito Tingbo. En este mundo, la "era del sistema" ha comenzado. Yo estoy diciendo la verdad, son ustedes quienes hicieron que la Oficina de Inspección perdiera su función gradualmente. ¿El mundo no necesita a personas como yo? A pesar de que tú y yo discutimos a menudo, tenemos una relación simbiótica. A menos que, un día, el sistema realmente gobierne el mundo y los humanos se extingan. De lo contrario, incluso sin mí, habrá otros "Liu Chen" para hablar por los grupos desfavorecidos de la humanidad. Ese es otro asunto, de cualquier manera, no tengo ninguna relación con Chen Xiulian, pueden pedirle a la Srta. Jue que confirme esto. Escuché que es la mejor base de datos de información en el Distrito Tingbo.
Liu Chen necesitaba expresarse, esta era su forma de vivir. Tenía la intención de utilizar todas las palabras para confesar su corazón y demostrar que era una buena persona en el sentido tradicional. No obstante, al mismo tiempo, sabía exactamente lo que estaba haciendo y también lo que deseaba hacer, por lo que la expresión tan solo era un medio para él.
—Le agradezco por su cumplido —Jue respondió cortésmente—, pero necesitas declarar los detalles sobre el secuestro de nuevo.
—No hay problema. —Cada movimiento de Liu Chen exhibía su cooperación—. Remontándome al tiempo de la semana pasada, me encontraba descansado en casa y luego llamé al servicio de limpieza. Ella, esa Chen Xiulian, entró con una máscara. Creí que era parte del personal de limpieza, quién sabría que me atacaría.
Yan Junxun no supo cuándo se despertó. Estaba descansando sobre su brazo, mirando a Liu Chen en silencio. Podría decirse que atraía la atención por completo.
—Recuerdo que portaba un transmisor de comunicación, del tipo de artículos obsoletos que se compran en el mercado de segunda mano —Liu Chen sostuvo sus dedos sin apretarlos. Pese a que se comportaba con naturalidad, esta seguía siendo un indicio de que quería relajarse deliberadamente.
Al recordar a Chen Xiulian, no le fue muy sencillo como parecía en la superficie.
La pequeña pizarra en la cabeza de Yan Junxun resonó con el sonido de la escritura.
Recientemente, este tipo había estado soñando con el secuestro, recordando todos los detalles, mas lo hizo muy vago con deliberación para eliminar su vergüenza.
Sin embargo, esto no importaba.
Yan Junxun dibujó una barra en la palabra "Liu Chen", sin tener el deseo de explorar la sombra interna de este último.
—Ella me lanzó al suelo. Como una mujer, su fuerza era asombrosa.
Por supuesto.
Yan Junxun pensó con un poco de impaciencia.
Ella no iba a hablar contigo.
—Cuando estuve a punto de caer en coma, sentí como si estuviera discutiendo con alguien. Posteriormente, también confirmaron que no tenía una mente normal. Al principio, pensé que quería asesinarme, pero cambió de opinión a mitad del proceso, quería utilizar mi influencia con una actuación en grande.
Este hombre estaba hablando estupideces.
Yan Junxun garabateó en la pizarra, arrastrando la línea trazada con tiza blanca en una gran longitud. El día de hoy, él se encontraba en condiciones normales, como si tan solo una de sus mitades estuviera trabajando. Mas no lo decía con seriedad, debía restringir su pensamiento para no divergir a otros sitios.
—También han visto el frenesí de la opinión pública provocado por la retransmisión en vivo. Esta es una asombrosa notarización mediática, ya que Chen Xiulian saltó escaleras abajo frente a nuestros ojos —Liu Chen emanó sentimientos encontrados—. Cuán impactante. Ella despertó a la reflexión pública. Se los dije con mucha antelación, la Oficina de Inspección quiere recuperar su reputación, por lo que necesita tales casos y nuestra cooperación es el mejor método.
Estúpido.
En su mente, Piao Lin pensó silenciosamente. Colocó la tapa del bolígrafo con un rostro sin expresión alguna y brindó una evaluación sincera acerca de la imagen de Liu Chen como una persona entusiasta de los medios de comunicación. Entonces, dijo:
—Oh. ¿Cómo te involucraste en otro caso inmediatamente después del término del de Chen Xiulian? Habla sobre la llamada telefónica de ayer.
—Luego de que Chen Xiulian saltara del edificio, alguien me dejó un mensaje, distinto a los de mi página de inicio. En esta ocasión, las noticias vinieron de mi sala de chat...
La sala de chat, era una maldita sala de chat nuevamente.
—Me agrada experimentar. Mientras que alguien esté dispuesto a darme noticias, yo estoy dispuesto a probar si son ciertas o falsas —Liu Chen extendió sus manos—. Los resultados fueron muy positivos y les ayudé a atrapar a una verdadera asesina. Ayer, aún estaba escéptico durante la llamada, pero hoy estoy seguro. Incluso el perfilador está dispuesto a sentarse aquí y escucharme decir tonterías, demostrando que la persona que hizo la llamada de ayer es el verdadero asesino. Necesitan sus datos, ¿cierto?
—Increíble —Piao Lin dijo superficialmente—. Entonces, ¿qué puedes proporcionarnos?
—Su número de identificación se llama "ferry" en mi sala de chat —Liu Chen le sonrió a Shi Shanyan—. ¿Lo recuerdas, perfilador? Él te llamó.
Yan Junxun rompió la tiza mientras miraba hacia arriba desde la pequeña pizarra. Él lo recordaba, por supuesto que recordó que, durante la noche en que Liu Chen expuso al perfilador, un demente le llamó y también atacó a su sistema.
Pero ¿no era un lunático?
—Así es —Shi Shanyan pensó por un momento—. Déjame confirmar, ¿dijiste que el asesino de esta vez es el pervertido que tomó fotografías de mis caninos? —Finalmente lo recordó y sus dedos golpearon ligeramente en el respaldo de la silla de Yan Junxun—. Ah... entonces estoy un poco asustado.
La espalda de Yan Junxun sufrió una reacción sutil, como si hubiera sido pinchada por unas antenas diminutas. No necesitaba mirar hacia atrás para saber que los dedos de Shi Shanyan aún estaban envueltos en las tiritas que Panda le había regalado.