Atracción mortal.

By andreawoon

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Dereck Jones y Hailey Williams en un mundo perfecto, jamás hubiesen coincidido. Él no tenía nada, ella poseí... More

Dedicatoria.
Personajes
Prólogo
1.- Dejar de ser.
2.- Escape.
3.- ¿Alianza?
4.- Cobardía.
5.- Contra esquina.
6.- Culpas.
7.- ¿Otra vez tú?
8.- Muffins.
9.- Sentirse bien.
10.- Consecuencias.
11. -No es un error.
12.- Quedarse o escapar
13.- Permitirse confiar.
14. -Muffins y algo más
15.- Si eres importante.
16.- El chico que quiero ser.
17.- Más que una fachada.
18.- Un sitio seguro.
19.- Era cuestión de tiempo
20.- Sueña conmigo.
21.- Merecedor de más.
22.-No sería capaz.
23.-Rayo de luz.
24.- Falsa esperanza
25.- Respuestas
26.- Ojalá pudiera
27.- Romper el silencio
28.- A la luz.
29.- Liberación
31.- Usar la razón.
32.- Deseos
33.- Tener un lugar
34.- Sellwood.
35.- Ser capaz.
36.- Son solo mentiras.
37.- ¿Ahora qué?
38.- Serie de malas decisiones.
39.- Cumplir el propósito.
40.- Culpas
41.- Aceptar la realidad.
42.- Familia.
43.- No es el final
44.- Fuego extinto.
45.- Paraíso
46.-Parte de algo.
47.- Lo que siempre merecí.
48.- Perdonar
49.- El chico real.
50.- Crear arte.
51.- Enfrentamiento
52.- Apagar el dolor.
53.- Un futuro grande.
54.- La vida más bonita.
55.- El ser real.
56.- Los infiernos no son para siempre.
Epílogo.
Extra 1.- Mi paraíso
Extra 2.- Lo mejor del mundo.
Extra: Jayden Lewis.
Agradecimientos
Secuela Extra
HISTORIA NUEVA: JAYDEN LEWIS

30.- Darle el poder.

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By andreawoon

«En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible.»

-Albert Camus.

Dos días después, me encuentro frente a Cleveland, en el interior del auto de Luke debatiéndome si es buena idea bajar o no.

—Hace frío y según el pronóstico, la temperatura seguirá bajando así que la frazada te queda muy bien. Nadie lo notará —dice Luke con una leve sonrisa—. Anda, baja.

—¿Y si me tomo un par de días más?

—Oh, no. No lo creo —dice divertido—. Has faltado lo suficiente, el curso avanza y necesitas estar al día. Anda, ¿qué tan malo puede ser?

Lo miro con fastidio.

—Vamos Dereck, no seas un chiquillo y baja del auto —insiste.

—Eres una malísima persona —reprocho acomodándome la frazada alrededor del cuello.

—Lo sé. —sonríe con suficiencia—. Vendré por ti, no se te ocurra escaparte.

—¿A dónde más iría? —inquiero bajando del auto—. Gracias por traerme.

Le doy la espalda, sin embargo, apenas he avanzado algunos pasos cuando él llama. Ha bajado la ventanilla del auto y extiende el torso un poco para acercarse.

—Si algo va mal, solo llámame ¿sí? Y vendré por ti.

Dibujo una sonrisa en los labios y asiento.

—Lo haré.

Tomo una profunda inhalación antes de girarme y caminar hacia la entrada de Cleveland. Apenas habían pasado un par de días, pero se sintieron como una eternidad. Como si hace mucho no pisara este sitio.

No he hablado con Halley, no he respondido sus llamadas, ni sus mensajes. Y cuando se presentó en casa de Luke, no quise verla.

Una parte de mí me repetía a gritos que no debía desconfiar de ella, que Halley hizo todo para ayudarme, hizo lo que por tanto tiempo nadie había hecho, decir la verdad.

No tenía por qué estar enojado con ella, no tenía por qué esquivarla, pero el hecho de considerar que lo que Zane dijo era verdad, se sentía como una maldita traición.

¿Cómo más sino pudo haberse enterado?

—Dereck —apenas y reconozco a Colton antes de que mi amigo me arrastre lejos de los pasillos.

—¿Qué...?

—Escucha, antes de que digas cualquier cosa, debes prometerme que lo tomarás con calma —pide.

—¿Tomar con calma qué?

—Hay rumores, de lo que tu padre hizo, son peor de lo que pasó en realidad, pero...

—Espera ¿Cómo qué...? —Me toma apenas unos segundos entender que es lo que Colton quiere decir—. ¿Qué es lo que dicen?

—Tonterías —Colton sacude la cabeza—. Nada que sea verdad.

—Dímelo. —exijo.

—Nada que sea verdad —repite.

La campana suena, mi amigo observa al pasillo y me hace un gesto para que salgamos.

—Colton...

—Escucha, Dereck, no les des a esos idiotas lo que sea que busquen ¿sí? Son solo rumores, nada verdadero y nosotros lo sabemos, tú lo sabes, eso es lo que importa.

La incomodidad regresa a mi sistema, el sentimiento de que debí tomarme un par de días más ahora se vuelve más fuerte que nunca. La frazada que cubre la piel amoratada de mi cuello comienza a sofocarme, pero no la quito.

Mientras avanzo por los pasillos rumbo a la primera clase, me siento observado, como si de pronto me hubiese convertido en el centro de atención y el pensamiento de que eso es ridículo, me consuela tan solo un poco.

—Nos vemos en el almuerzo —dice Colton sonriéndome—. Son solo idiotas, recuérdalo.

Su maldita actitud de protector comienza a desesperarme porque me siento fuera de balance, sintiendo que estoy a punto de enfrentarme a algo, pero no sé en realidad a que.

Tomo asiento en el lugar acostumbrado, Luke tenía razón, varios estudiantes ingresan con bufandas y frazadas que el hecho de que yo traiga una pasa completamente desapercibido.

Comienzo a tranquilizarme conforme las clases pasan, creo que Colton solo ha sido un tanto paranoico, pero cuando la clase de historia llega y Halley ingresa, el malestar vuelve.

Se coloca a mi costado, siento su mirada y me esfuerzo tanto por no voltear.

—¿Crees que podamos hablar después de clases, D? —su voz se cuela por mis oídos, aprieto los puños sobre el pupitre intentando eliminar la sensación molesta de mi pecho.

—No tenemos nada de qué hablar —respondo sin mirarla.

Se incorpora, una de sus manos viaja a mi rostro y me obliga a mirarla.

—¿Qué haces? —le aparto la mano en un movimiento rápido.

—¿De verdad? ¿Ahora vas a fingir que no existo? —inquiere en un susurro molesto—. Tú y yo necesitamos hablar, Dereck...

El profesor ingresa y me siento aliviado cuando ella se aparta.

—Tu y yo, ya no tenemos nada —expreso y soy consciente de como su cuerpo se tensa—. Déjame en paz, Williams.

No vuelve a dirigirme la palabra y una parte de mí, una muy pequeña, se alivia de que eso sea así.

El cambio de clases llega, salgo sin esperar ni un minuto más y camino hacia los baños. Ingreso a uno de los cubículos y me libero de la tela que rodea el cuello, ¿por qué todo se sentía de esta manera?

Me tomo el tiempo suficiente para recomponerme, para armarme de nuevo con esa apariencia de que nada importa, cuando la realidad es que me importa lo suficiente como para hacerme sentir una mierda.

Las palabras de Colton siguen en mi mente, no había escuchado nada, o todos habían sido lo suficientemente discretos como para conseguir hablar de mi sin que me diera cuenta.

Sin embargo, cuando llega la clase de la profesora Miller, todo se va al carajo.

—Dereck, ¿puedes quedarte un momento? —La atención de las personas que están en la sala se centra en mí por algunos instantes.

—Claro —aguardo a que todos salgan del aula para incorporarme y caminar hacia el escritorio de la profesora—. ¿Todo en orden?

—Sé que lo que estás pasando debe de ser complicado. Si necesitas un poco de tiempo más para entregar el borrador del ensayo...

—No —interrumpo—. En realidad, lo estoy llevando bastante bien. Pero agradezco la preocupación, profesora Miller.

—¿Estás en un centro...?

—Estoy continuando mi vida normal. —La molestia es evidente en mi voz—. No estoy en ningún centro, y si así fuera, no es de su incumbencia.

—Lo siento, Dereck, no fue mi intención...

—¿Hay algo relacionado con su materia de lo que quiera hablarme? —inquiero con impaciencia.

—No, puedes irte.

No me molesto en despedirme, salgo del aula y tan pronto lo hago, Colton y Lucie está esperando por mí.

—¿Todo en orden? —inquiere.

—Todo en orden —repito sin mirarlos.

No hablo con ellos en todo el camino hacia la cafetería, Jennifer se nos une cuando ya estamos en la acostumbrada mesa, y agradezco que al menos ellos, actúen como si nada hubiese pasado.

—Escuché lo de Halley —Jennie pronuncia cuando Colton y Lucie se han marchado—. Realmente lo siento.

—No hay nada que sentir —respondo—. ¿Vamos?

Ella asiente, la ultima hora era el taller. Jennie tomaba el de diseño, que estaba un par de salas después que el de cerámica, así que caminamos juntos hacia ahí.

—¿No has hablado con ella? —inquiere—. Debe haber alguna explicación, ¿no lo crees?

—En realidad no sé si quiera saberlo.

—Dereck, te digo esto sinceramente, no creo que Halley haya dicho eso, mucho menos a alguien como Zane —asegura.

—¿Por qué la defiendes? —cuestiono—. Creí que te desagradaba.

—No me desagrada, solo...—suspira—. Es evidente que no iba a profesarle mi entera simpatía a la novia de mi mejor amigo, teniendo en cuenta que siento algo por ti.

—Jennie...

—Pero ese no es el punto aquí —me interrumpe—. El punto es que Halley... ella no es de esa clase de chicas que revelan cosas intimas, ella te quiere, Dereck. Deberías considerar al menos escucharla. ¿No lo crees? Deja que se explique.

—Te veo luego, Jennie.

Ella resopla.

—Sigues siendo tan testarudo —dice con una sonrisa—. Parece que hay cosas que nunca cambian.

Sonrío, antes de hacerle un ademán de adiós e ingresar al aula, dispuesto a terminar con el horario escolar de la mejor forma posible.

Una vez escuché a alguien decir, que no se debe cantar victoria antes de tiempo. Y en esta ocasión, no debí de haber pensado que Colton estaba exagerando con su intervención en la mañana.

—Así que ¿estás viviendo con Luke? —inquiere Colton—. Me alegra saber que saliste de esa casa.

—Si, por un tiempo. Creo que hasta que acabe el curso, no quiero aprovecharme demasiado de ellos.

Caminamos fuera de las instalaciones de Cleveland, el clima parece haberse vuelto demasiado frío por lo que escondo las manos en el interior de los bolsillos de la chaqueta.

—No creo que...

—Oh, y Jones volvió —retengo la maldición cuando reconozco la voz de Zane—. Realmente no creí que lo hicieras.

—¿No tienes nada mejor que hacer, Zane? —inquiere Colton.

—¿Ahora necesitas a tus amigos para que te defiendan? —la burla es evidente en su voz.

—Creo que tú, mejor que nadie, sabe que puedo defenderme solo. ¿O no?

Colton sujeta uno de mis brazos cuando me acerco.

—Déjalo —dice—. No vale la pena.

—Sí, porque no creo que esta vez tengas quien pague para librarte de la suspensión —asegura—. Porque es evidente que el señor Jones, tiene que mandar a alguien para solucionar los problemas de su hijo.

No vale la pena, solo quiere molestarte.

—No haré esto otra vez.

Le doy la espalda, apenas me he alejado algunos pasos cuando él grita.

—¡Al menos mi padre no asesinó a mi madre!

Me detengo, como si alguien me hubiese apuñalado por detrás, como si hubiese recibido una maldita pedrada que anula mis movimientos.

Giro, sintiendo de nuevo la ira recorrer cada parte de mi cuerpo.

—¿Qué dijiste? —me acerco con rapidez—. ¿Qué fue lo que dijiste maldito imbécil?

—Que mi padre no es un asesino —espeta. No lo pienso, es como si algo hubiese anulado toda parte de cordura en mi cerebro.

Lanzo un golpe en su dirección que no puede esquivar, olvido las advertencias de Luke, de Less, incluso olvido las palabras del director. Porque no tolero que hable de mi madre.

—¡No vuelvas a mencionar a mi madre! —bramo antes de golpearlo de nuevo. Esta vez Zane parece más preparado porque consigue defenderse, escucho a Colton gritar algo, pero no interviene, y de reojo miro como alguien le impide acercarse.

—¿Te molesta tanto que la verdad se sepa? —inquiere—. ¡Pues ya no hay nada que puedas hacer!

Lo escucho jadear cuando golpeo su torso. Se encorva y eso me da la oportunidad de golpear su rostro con fuerza, sin embargo, en vez de devolver el golpe, se apodera de la frazada y tira de ella.

Son segundos, en los que intento tomar la tela, pero esta se desliza con rapidez sobre la piel y termina en el suelo.

Por una fracción de tiempo, me congelo.

—¡Ahora...! —Zane se detiene, soy consciente de como su mirada recae en la piel amoratada del cuello. Las marcas no han desaparecido, en un intento de ocultarlo de nuevo llevo una de mis manos hacia la zona.

No soy capaz de reaccionar. Y tan pronto como ubico a Halley, con la mirada llena de temor, sé que no hay nada que pueda hacer para ocultarlo.

—¡Todos, largo! ——el grito de Colton penetra mis oídos. Lo observo recoger la frazada, tomarme del brazo y me aleja de la multitud.

Pero es tarde. Todos lo han visto.

—Dereck... ¿qué...? —Luke aparece frente a mí. Observa a algo detrás de mí y luego vuelve su atención hacia la frazada que Colton sostiene.

Se lo arrebato de las manos, ubico el auto estacionado a un par de metros y camino con rapidez. Solo me siento seguro cuando estoy dentro, cuando el material de las ventanas impide que alguien mire.

Luke sube, no dice nada por algunos segundos y el silencio me tortura.

—Dereck...

—¿Podemos ir a casa? —inquiero en un hilo de voz—. Por favor.

—Claro que si —responde—. Claro que sí.

Mientras avanzamos, cierro los ojos y apoyo la cabeza contra el respaldo de la silla.

Parece que al final, tantos años intentando ocultar lo que ocurría no sirvieron de nada. Todo el esfuerzo, las mentiras, las excusas, han caído en cuestión de segundos. El temor de verme como alguien vulnerable, la vergüenza que me invade al darme cuenta de que ahora no hay nada que pueda hacer para negarlo, me consume.

Sé que nada fue mi culpa, sé que no debería de sentirme avergonzado, pero lo hago. Tanto que no soy capaz de hablar, ni hacer nada más. Solo soy capaz de sentir como la vergüenza me consume más y más, y me devuelve al sitio del que he estado queriendo escapar.

No hablamos en lo absoluto, tan pronto como Luke estaciona en la casa, bajo con rapidez. No saludo a Less, ni a Lili que me recibe con una sonrisa. Subo las escaleras con rapidez hacia la habitación que me habían ofrecido, y cierro la puerta.

No pasa mucho rato hasta que un par de toques en la puerta se escuchan, no respondo y la puerta se abre.

—No quiero volver —es lo primero que digo tan pronto como Luke ingresa—. Todos lo vieron.

Señalo el cuello, una punzada me atraviesa el pecho mientras me siento al borde del colchón.

—No planeo volver.

Él camina, se coloca justo a mi costado, en completo silencio.

—Una vez, cuando Less y yo apenas nos conocíamos, ella dijo algo que consiguió hacer que mi vida cambiara.

Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro mientras parece recordar.

—Ella me preguntó, ¿qué harías si no tuvieses miedo? —voltea hacia mí—. Yo le dije que comenzar de nuevo.

—Es fácil decirlo, pero...

—Pero vaya que es difícil hacerlo. Sé lo que te digo —la firmeza se adueña de su voz—. Sé lo que es estar tan asustado como para intentar comenzar de cero, pero no es imposible, Dereck.

—No sé cómo es que pueda hacerlo.

—¿Quieres saber qué fue lo que Less dijo? —lo miro con atención—. Me dijo "Sufre ahora, grita todo lo que quieras, está permitido, pero no te rindas. Esa es una palabra prohibida."

Aparto la mirada, incapaz de dar una respuesta.

—Siempre puedes renunciar, Dereck. Es válido darse por vencido, y huir cuando las cosas se ponen feas. Puedes esconder la cabeza, escapar, puedes hacer lo que quieras, pero la cuestión es, ¿te arrepentirás? ¿A caso no quieres demostrarles a todos esos idiotas que se equivocan contigo?

—¿Y cómo se supone que lo haga? Estoy tan avergonzado como para siquiera presentarme a Cleveland.

—¿Sabes cómo conseguí mi primer título de campeón? —pregunta.

—No.

Luke sonríe.

—Me enfrenté al hombre que casi acaba con mi carrera —expresa—. Me enfrenté al hombre que me arrebató a la persona más importante en mi vida, al que me hizo sentir tan avergonzado y frustrado conmigo mismo.

—¿De verdad?

Asiente.

—Si lo colocas en Google seguro sale la historia completa —sonrío y él también lo hace—. No importa que tan avergonzado alguien quiera hacerte sentir, no importa las veces que quieran derrumbarte, importa si tú estás dispuesto a permitírselos. Importa si estás dispuesto a darles ese poder sobre ti. Yo decidí que no, que no iba a dárselo. Así que me preparé, lo enfrenté, y gané.

Se incorpora de la cama.

—Nunca sabrás que tan valiente puedes ser, sino lo intentas.

Me dedica una sonrisa, camina hasta la puerta y cuando tiene la intención de marcharse, lo llamo.

—No quero Googlear esa historia —expreso—. ¿Me la contarás algún día?

Él sonríe, o casi lo hace.

—Sí, puede que si —y tras decir eso, se marcha.

Nunca sabrás que tan valiente puedes ser, sino lo intentas.

Tal vez era hora de demostrarme a mí mismo, de lo que era capaz. Este es el momento de deshacerme del Dereck cobarde, y mostrarles a todos, al Dereck real.

Ese que por tanto tiempo estuvo escondido. Tal vez es momento de dejar desear ser alguien más, y solo atreverme a ser yo mismo. 

_______________________________________________________________________

¡Nos leemos mañana! Gracias por votar y comentar 

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