- Ah perdón, me fui por las ramas, si, a ver, cada guerrero cuenta con un poder o habilidad diferente que es más o menos poderosa según sea el rango, por ejemplo, actualmente, los poderes de los caballeros son:
¨Uno¨, Sanación, mientras tenga energía, puede curar por completo a quien sea, pero por desgracia, debe tener contacto con la persona o animal, que esté sanando y para que la sanación sea completa, debe tocarlo por 2 minutos seguidos.
¨Dos¨, Parálisis, todo aquel que es tocado por su mano derecha queda paralizado, la única forma de salir de ese trance, es ser tocado por su mano izquierda o luego de 10 días, de cualquier forma, cuando sales de la parálisis quedas fuera de combate.
¨Tres¨, Naturaleza, todos los seres vivos, excepto los humanos, cumplen su voluntad, incluso las plantas le obedecen, crecen o mueren a su gusto.
¨Cuatro¨, su poder es Cambio, puede convertirse en lo que sea o quien sea, y si es una persona. Copia su carácter, recuerdos, voz, todo menos poderes, eso no lo adquiere.
¨Cinco¨, Sombra Asesina, es capaz de matar o herir a sus enemigos atacándolos mientras se oculta en las sombras, por supuesto, eso de día generalmente o donde haya luz, de noche se vuelve casi invisible, pues se mezcla con la noche y se transforma en la oscuridad.
¨Seis¨, tu padre, Súper fuerza y Teletransportación, es el más fuerte de todos los caballeros, posee una fuerza descomunal hasta ahora no medida, ni superada, además se teletransporta a una velocidad increíble, siempre y cuando vea el lugar donde desea aparecer o ya haya estado allí antes, ver fotos o imágenes no le sirve de nada, además posee una habilidad única, anular los poderes, el que haya sido golpeado por él, pierde los poderes por 2 horas, eso siempre nos ha dado una buena ventaja en batalla.
- ¿Mi padre?
- Si, él.
- Pero si él es un simple escritor.
- Eso era lo que necesitabas conocer y lo que todos en tu mundo deben creer. En fin, continúo. ¨Siete¨, posee un poder increíble, Desintegración y Creación, puede desintegrar a su gusto lo que esté en un rango de 20 metros a la redonda, siempre y cuando sea algo físico, palpable, además cosas como el rayo, el fuego, el viento, espectros, eso no puede desintegrarlo, y la Creación, con ella es capaz de crear cualquier arma u objeto que su imaginación le permita, pero no puede emplear los dos poderes al mismo tiempo.
¨Ocho¨, o sea yo, Electricidad y el Rayo, puedo producir descargas eléctricas capaces de destruir casi cualquier cosa, además puedo convertirme en un Espectro, intocable para cualquiera, aunque yo sí puedo tocarlos, puedo atravesar paredes y eso, además, en ese estado poseo la capacidad de introducirme en el cuerpo de cualquiera y controlarlo, pero eso me causa una mala digestión que no quieras ver cómo queda el baño, o el campo de batalla después, es asqueroso.
¨Nueve¨, Clima y Absorción de Alma, ese último nombre lo inventó, tiene pésimo gusto, pero a ver, si, ¿por dónde iba? Controla el clima a su antojo, puede calmar o desatar enormes tormentas, y con el segundo poder, si te toca, te extrae toda la fuerza vital, es como si te absorbiera el alma, no hay fantasma o espectro que pueda con ella, nosotros le decimos ¨La exorcista¨, se pone, que no hay quien se le acerque cuando le decimos así.
Por último, el más poderoso de todos nosotros, ¨Diez¨, nuestro líder, al que nosotros llamamos ¨El inmortal¨, es casi invencible, digo casi porque tu padre le gana en fuerza bruta ¿sabes?, pero son muy buenos amigos, sus poderes son, Regeneración, Invocación, puede invocar criaturas, espectros, animales y personas, incluidos nosotros, a donde él se encuentre, puede invocar a la vez hasta 100 hombres o animales, pero con las criaturas y monstruos solo llega a 4, me refiero a bestias gigantes, como Quimeras, etc., además, copia los poderes de todo el que toca o golpea, la única habilidad que no puede copiar es la de anular los poderes que posee ¨Seis¨.
- Esos son todos los caballeros, ahora, para poder cuidar mejor de este mundo, nos dividimos en parejas seleccionadas al azar, actualmente estamos distribuidos así: ¨Uno¨ y ¨Cuatro¨, ¨Dos¨ y ¨Diez¨, ¨Tres¨ y ¨Siete¨, ¨Cinco¨ y ¨Nueve¨, y, por último, ¨Seis¨ y ¨Ocho¨, de esa manera nos separamos y defendemos diferentes regiones, para liberarlas de cualquier mal que las agobie, aunque en muchas ocasiones hemos tenido que unirnos para combatir.
- Me va a explotar la cabeza- dije-, hay lagunas que todavía no lleno, primero ¿qué es este lugar? ¿qué es el Cetro Carmesí? ¿cuál es el mal ese contra el que pelean?, pero primero que todo, papá, respóndeme una cosa ¿sabes si mamá está viva?
- Si hijo, aunque se encuentra prisionera, está viva, pero primero escucha toda la historia, luego vamos a rescatarla, de cualquier forma, estamos esperando la llegada de los otros caballeros para cumplir esa y otras tareas.
Esta noticia me dejaba perplejo, venían los demás caballeros ¿era tan difícil rescatar a mi madre?, al parecer la faena iba a ser dura, pero aunque la curiosidad me mataba, el hambre también y no hay quien escuche una historia larga con el estómago vacío, así que le pedí a los anfitriones un pequeño refrigerio, al menos para hacer boca.
Los dos se miraron y asintieron con su cabeza y con su estómago también, porque el de ¨Ocho¨ rugió como si lo que tuviera por estómago fuera un dragón. La conversación quedó en pausa mientras mi padre y aquel árabe procuraban preparar una buena merienda, todavía no me podía creer lo que estaba pasando, que mi padre tuviera poderes, caballeros, otro mundo, era bastante que digerir, pero ya mi mente comenzaba a aceptarlo un poco.
Luego de alrededor unos 10 minutos, ambos sujetos regresaron, con una merienda que parecía que querían atragantarme: tostadas, jamón, queso rallado, una jarra de leche y otra de jugo. Mientras disfrutábamos de la merienda, le pregunté a ¨Ocho¨ por algo que me había quedado en la mente.
- Oye, ¨Ocho¨, cuéntame algo, como es eso de que yo soy un discípulo, que recibiré los poderes y eso.
- Está bien, pero solo un resumen. Como ya te dije, tú eres el discípulo de tu padre y así como tu él, cada caballero posee uno, excepto ¨Diez¨, ya luego entenderás por qué. Cada 20 años se debe realizar un cambio de generación entre los caballeros, es una regla que no permite excepciones, por eso cuando ya se cumplen 16 años de formar parte de la orden se realiza un ritual con el que son seleccionados los próximos caballeros, es una selección divina, que todos respetamos, los elegidos no siempre coinciden en edades, esta es la primera vez que el ritual escogió a 3 que eran menores de 18 años, o sea, que desde que tenías 14 años fuiste elegido y desde ese momento fuiste entrenado por tu padre.
- Entrenado, pero si yo nunca he entrenado.
- Ah sí, ¿y por qué tu cuerpo es tan atlético si nunca has entrenado o ejercitado?
- Bueno, no sé.
- Pues porque tu padre te entrenaba, pero como todavía no podías conocer de nuestra existencia, los recuerdos de esos entrenamientos eran sellados; ya los otros discípulos conocen la verdad y los sellos de sus recuerdos fueron liberados, tú eres el único que falta, aunque tu padre estaba desesperado por hacerlo, nuestra última misión nos había impedido regresar, pero ya es hora de que recuerdes todo, además, dentro de 3 horas llegarán los demás para realizar la última parte, el ritual de paso, así que ¨Seis¨ por favor, el maestro es el único que puede quitar el sello de su discípulo.
En eso, mi padre se levantó del sofá donde había estado sentado, dejó su merienda de lado y se acercó a mí, puso su mano derecha en mi frente, con el dedo pulgar apretando mi entrecejo y los otros cuatro dedos agarrando mi frente y la parte delantera de mi cabeza, con una voz firme recitó: ¨Por la gracia de Paltros y su poder divino, libérate de las ataduras del pasado y fluye con las aguas del presente¨.
Sentí como un golpe en mi cabeza, era como si me estuviera zambullendo en un estanque profundo, cientos de recuerdos como imágenes llegaron a mi mente, mi entrenamiento, mi padre instruyéndome, lo recordaba todo. De pronto volví en mí y todo era un poco más claro que antes, pues era cierto que mi padre me entrenó, pero nunca me explicó para qué, así que todo lo que estaba escuchando me daba vueltas en la cabeza.
- Está bien, reconozco que me están diciendo la verdad, pero todavía tengo algunas lagunas por llenar, así que ahora que merendamos y antes de que lleguen los demás, necesito que me expliquen algo más ¿Quién es Paltros? ¿Qué es este mundo del que me hablan? ¿Cómo se llama? ¿Qué es el Cetro carmesí? Y además ¿Cómo y por qué surgieron los Caballeros?
- Está bien, es una historia larga, pero mejor que te la cuente ¨Diez¨ cuando llegue, es mejor así.
- ¿Por qué él?
- Por dos razones muchacho, primero, porque es una historia que deben escuchar todos los discípulos y segundo, porque ¨Diez¨ es el que posee más experiencia entre todos nosotros, te dije que él no tiene discípulo ¿verdad?
- Pues sí, lo mencionaste, pero ¿por qué?
- Pues porque él es el único de nosotros que pertenece a los primeros caballeros, es prácticamente inmortal gracias a su poder de regeneración y otra cosa, que entenderás con la historia, por eso es nuestro líder y confiamos en él. Por ahora vamos a descansar, reposa la merienda, descansa y espera por el almuerzo y a que lleguen los demás, además, aprovecha para reflexionar sobre lo poco que te he contado.
- Bien, pero no me voy satisfecho.
Poco convencido, pero sabiendo que no lograría sacarle una palabra más, acepté la condición de ¨Ocho¨ y me retiré al pequeño cuarto donde había despertado, allí me recosté y pensando en lo que había escuchado fui quedándome dormido.
De pronto desperté, alguien me llamaba, era una voz de mujer, miré a mi alrededor y para mi sorpresa estaba en mi cuarto, mi cuarto de la casa del lago, en México. La voz insistía.
Manuel, baja a desayunar, que se te hace tarde.
Era mi madre, mi madre me llamaba, rápidamente me vestí y corrí hacia el comedor, allí estaba mi padre, sentado, desayunando rápido como siempre, pues tenía que salir a trabajar y mi madre me preparaba unas tostadas para mi desayuno.
Corrí a su encuentro y la abracé mientras pensaba ¨...qué bueno, todo fue un mal sueño¨, mi padre se levantó de la mesa riéndose, nos besó a ambos y salió para el trabajo, cerró la puerta y se fue, pero yo continuaba abrazando a mi madre, las lágrimas me brotaban, ella me abrazó fuerte, me secó las lágrimas, se me acercó al oído y me dijo:
- Ayúdame por favor.
De pronto todo se tornó oscuro, ya no estaba en la casa, sino en un paisaje árido y rocoso, lleno de plantas muertas; a lo lejos veía a mi madre siendo arrastrada por unas bestias inmundas mientras pedía ayuda desesperada, yo lo intentaba con todas mis fuerzas, pero mi cuerpo no se movía, intentaba gritar, pero no tenía voz, frente a mí vi 10 imágenes de personas, entre ellos estaba mi padre.
Todos me daban la espalda diciéndome: ¨Débil¨, ¨...no la salvaste¨, era una tortura. De pronto, sentí una mano fría y gigantesca que me agarraba el hombro, era la imagen de alguna criatura desagradable, pero a la vez poderosa; con fuerza descomunal se dispuso a estrangularme y...
- Manuel, Manuel ¡despierta!
Sobresaltado me levanté y frente a mí estaba ¨Seis¨, o sea, mi padre y ¨Ocho¨ también.
- Tus gritos se escucharon por toda la casa, tenías un mal sueño, vamos, ya todos están aquí, esperan por ti.
Luego de despertarme y darme la noticia de la llegada del grupo, ambos salieron de la habitación. Le dediqué un momento a mi cuerpo para quitarme la pereza de encima, hice unos estiramientos y comencé a despojarme de la ropa de dormir que aún tenía puesta y me coloqué otra muda que habían dejado para mí encima de la mesita de noche.
Consistía en un pantalón de una tela fina, pero a la vez, flexible y resistente, también unas botas, un pulóver, que parece que mi padre lo trajo, pues era ¨ADIDAS¨, o sea que no iba exactamente con el resto del conjunto, aunque gracias a eso mi mente regresó a mi mundo por al menos unos segundos.
Con la ropa también venía incluido una chaqueta desmangada de cuero, bastante fuerte y resistente, no me la puse, pero la llevé en el hombro; también había un cinto de cuero negro y para sorpresa mía, encima de la mesita se encontraba mi manopla, como me alegró recuperarla, la coloqué en mi bolsillo y me dispuse a bajar.
Realizando el mismo recorrido que en la mañana llegué al salón, pero ahora estaba lleno de extraños, había en total 19 personas y solo conocía a 2 de ellas. Rápidamente supuse que los 10 más viejos, o veteranos, o menos jóvenes, como les quieran decir, incluidos mi padre y ¨Ocho¨, eran los caballeros sagrados actuales y los 9 restantes serían los otros discípulos, aunque si mirabas detenidamente, el número de jóvenes superaba al de los adultos, pero que iba a saber yo, si no conocía a nadie.
Una voz desconocida, autoritaria, pero a la vez amable fue la que me recibió:
- Hola próximo ¨Seis¨, al fin te conozco, perdona que te llame así, pero como mismo pasa con los caballeros, solo entre ustedes, la próxima generación podrán conocer sus nombres, a parte de sus maestros, ni si quiera otro caballero puede conocer el nombre de un discípulo diferente al suyo, de esta manera nos protegemos entre nosotros y a nuestras familias. Perdona el pequeño sermón, yo soy ¨Diez¨.