ELIZABETH AYDIN
"...Go easy on me, baby / Sé paciente conmigo, bebé
I was still a child / Yo era todavía una niña
Didn't get the chance to / No tuve la oportunidad de
Feel the world around me / Sentir el mundo a mi alrededor
I had no time to choose what I chose to do / No tuve tiempo de elegir lo que elegí hacer
So go easy on me / Así que ten paciencia conmigo"
Siento que me quitan los audífonos de manera brusca y casi boto el último vaso que estaba lavando — ¡¿Te puedes callar?!, ¿por qué no puedes hacer las cosas callada? — me dice Issadora, mi hermana.
— Bueno perdón, pero sabes que me gusta cantar mientras arreglo la casa. — Trato de poner pausa a mi Walkman mientras recojo los audífonos que botó mi hermana.
Me queda viendo enojada y se lo que se avecina, es decir, se lo que va a decirle a mis padres solo para que estos me castiguen una vez más por "molestarla".
—¿Lo haces a propósito verdad?, estoy con dolor de cabeza y sabes que todos en esta casa odiamos como cantas y solo lo haces para molestarnos, pero a penas lleguen nuestros padres vas a ver. — Me apunta con un dedo amenazándome.
Siempre me dice lo mismo, ya sé que no canto bien, pero a mí me gusta y con eso siento que me libero un poco de la realidad ya que mientras canto me imagino tantas historias que si alguien entrara a mi mente pensaría que estoy loca.
— Perdóname, no quería molestarte es que estoy acostumbrada a cantar mientras ustedes no están en casa, pero no recordé que hoy no fuiste a la universidad, así que por favor no les digas a mis padres, te juro que no era por molestarte. — Mientras lo digo pongo mis manos al frente como rogándole, pues no quiero otro castigo.
— Ay querida Elizabeth, sabes que no me perdería el ver cómo te castigan, así que les voy a decir de igual manera y ya muévete haciendo lo que falta, voy a seguir descansando. — Se da la vuelta y se va.
«Debí haber suplicado más».
Solo espero que se le olvide lo que pasó porque no quiero otro "castigo". Cuando me disponía a terminar de arreglar la cocina escucho el teléfono de la casa y decido contestar de inmediato esperando que sea Emir, mi novio, el cual debe llamar para confirmar que día nos podemos ver porque no lo he visto en 3 días por su trabajo en la estación de policía.
Apenas levanto el teléfono me doy cuenta de que es Emir — ¿Issa?, quedamos en vernos hace 30 minutos, ¿Dónde...?
Me quedo escuchando y decido responder —Soy Elizabeth, ¿Por qué ibas a verte con mi hermana? — No responde, solo se escucha su respiración y estoy empezando a hacerme ideas, pero estas se detienen cuando habla nuevamente
—¡Oh! Eli cariño, si, lo que pasa es que ayer nos vimos de casualidad en un bar del centro y se le olvidó la chaqueta y bueno ella me llamó para que se la regrese, ¿No te dijo?
No lo he visto por 3 días, lo he extrañado demasiado, ¿Y me dice que ayer estaba en un bar? Entiendo que quiera salir y divertirse, pero ni siquiera me ha llamado para saludar en estos 3 días y la verdad no sé cómo se comunicó con Issadora ya que la única forma en la que ellos pudieron haber hablado es por el teléfono de casa el cuál en todo este tiempo no ha sonado he Issadora no lo ha usado.
«Tal vez si lo usó y no me di cuenta, no te hagas ideas absurdas».
— Si quieres le digo que vaya a buscar su chaqueta, o yo podría ir a la estación y recogerla porque me imagino que estás ahí. — Trato de no sonar afectada.
— No te preocupes, ella tal vez pase otro día por aquí a recogerla, tú no salgas de casa por cosas innecesarias y sí, estoy en la estación, de hecho, estoy muy ocupado y voy a hacer otra vez doble turno, ayer fui al bar un momento y no lo disfruté porque tuvimos que llevar detenido a un grupito de "niños de ciudad" con los cuales me estoy divirtiendo demasiado, pero bueno ya hablamos después. — Iba a responder, pero ya me había colgado.
Se a lo que se refiere con "divertirse" y no me gusta, siempre hace lo mismo, él y sus compañeros graban a los detenidos mientras los humillan y todos esos videos lo suben de manera "anónima" a un lugar que, según él, mucha gente ve, y según entiendo es como la televisión que tienen en la estación y que pocas veces he tenido la oportunidad de ver cómo funciona ese aparato.
Muchas veces le he dicho que en algún momento esas acciones le van a traer consecuencias, pero él se siente "inmortal" ante cualquier posible represalia ya que el cree que por ser un policía todos le deben tener respeto y en parte es verdad ya que todos en este pueblo le tienen mucho respeto, pero sé que no está bien lo que hace.
Después de ponerme a reflexionar me doy cuenta de que no me dijo cuando nos podíamos volver a ver y tampoco le dije que mañana no voy a ir al voluntariado y si va a buscarme y no me encuentra posiblemente se enoje y no quiera verme por más días, pero bueno espero pueda llamarme otra vez ya que, si lo llamo de vuelta a la estación, esa llamada contaría como una emergencia y bueno, querer saber cuándo lo voy a ver no es una emergencia.
Después de que pasé todo el día arreglando la casa, cocinando y acomodando ciertas cosas en el sótano donde están la mayoría de mis pertenencias me dispongo a descansar un momento. Desearía poder descansar en una cama cómoda o tan siquiera tener un espacio solo para mí, pero me conformo con el sofá de la sala, que es donde siempre duermo.
Es algo absurdo que no tenga un cuarto propio cuando 2 de las habitaciones de la casa pasan completamente vacías, pero no quiero causar problemas a nadie. Sobre todo a mi hermana Charlotte y a mi sobrino Esteban que son los dueños de esas habitaciones, aunque desde hace 2 años no las ocupen pues estos ya viven en otra casa a 2 cuadras de la nuestra.
Mi madre nunca ha querido desocupar ninguno de esos cuartos porque dice que yo ya me acostumbré a dormir en el sofá y ellos pueden volver en cualquier momento y no quiere que su hija pase por molestias si en algún momento quiere quedarse a dormir o tenga problemas con Doruk, su esposo.
Bueno yo también soy su hija, pero mi madre siempre ha preferido a mis hermanas o hermano antes que a mí en cualquier aspecto, pero aun así sé que me quiere ¿Qué madre no lo haría? Ellas están destinadas a amarnos. Según mi madre, ella ha desistido de abrazarme o darme cariño por que luego me podría volver una persona "mimada" y ella no quiere eso, o bueno, eso es lo que siempre me ha dicho.
Muchas veces he pedido que me dejen convertir el sótano en mi cuarto ya que prácticamente nadie lo usa, mis cosas ya están ahí e incluso este cuenta con un baño completo, nunca entendí el porqué tiene eso, pero lo tiene. A pesar de rogarles varias veces, mis padres siempre ponen excusas, entre esas está la de la dichosa puerta ya que tiene una que va directo al patio, por lo que cree que puedo escaparme por las noches.
Así que bueno me he tenido que conformar con el sofá desde los 14 años pues a esa edad Issadora en su cumpleaños pidió que el cuarto que ocupábamos las dos sea solo de ella y yo bueno, tuve que acomodarme en el sofá pensando que en algún momento iba a volver a tener un cuarto, pero eso no ha pasado y ya tengo 21 años, así que dudo mucho que en un futuro llegue a dormir nuevamente en una cama.
Cuando me disponía a elevar mis pies sobre el sofá, noto que la "pulsera de la pureza" se quedó enganchada en el borde del sofá. No me gusta llevarla pues resulta muy incómoda, pero lo tengo que hacer, de hecho las mujeres solteras de mi pueblo la tienen que llevar desde la primera menstruación hasta que nos casemos. Esta pulsera debe estar a la vista de todos porque así todo el mundo sabrá si estás o no disponible.
Cuando ya estoy cómoda en el sofá, empiezo a transcribir la letra de una canción en español, en mi libreta de canciones. No es tan difícil como piensa mi familia, de hecho, aprender español fue muy fácil, ahora mismo me alegro haber aprendido un idioma no tan conocido en mi país pues a pesar de que somos angloparlantes la gran mayoría también sabe hablar turco o irlandés.
El turco lo hablan sobre todo los adultos mayores, pues estos vivieron la época donde Vakirust era una colonia de Turquía por ende, era obligatorio saberlo a parte del inglés que es nuestra lengua materna. A pesar de todo, yo me decidí por el español por una sencilla razón, las maravillosas canciones que hay en este idioma, además, nadie más en el pueblo lo habla, lo cual me ayuda mucho cuando necesito desahogarme gritando a todo pulmón.
Cuando ya estoy preparando la mesa para la merienda escucho la puerta principal abriéndose y es cuando me preocupo ya que inmediatamente escucho a mi hermana bajar corriendo hasta donde mi madre la cual inmediatamente se alegra y abraza a mi hermana.
— ¡Cariño mío!, espero que hayas descansado muy bien este día ya que no puedes faltar al curso otro día más. — Dice mientras acaricia la cabeza de mi hermana y la abraza.
«Como me gustaría ser ella»
Cuando estaba por tranquilizarme pensando que mi hermana olvidó lo de esta tarde, esta decide echarme de cabeza.
— Mami, la verdad no pude descansar bien porque Eliza no me dejó, se puso a gritarme sus canciones en la oreja y me dio más dolor de cabeza que la paz que esperaba. — Veo una sonrisa formarse en su rostro mientras lo dice.
Mi madre me regresa a ver y veo que mi padre como siempre no va a decir nada, nunca lo hace si se trata de mí, a veces siento que no me quiere tanto como yo a él. Lo que si hace es obedecer a mi madre y ponerme los castigos, los cuales son horribles e injustos porque en ningún momento le grite como ella dice, pero sé que incluso si trato de explicarme no me escucharán.
— ¿Es enserio?, nunca, pero nunca puedo llegar a la casa y tener algo de paz, porque como siempre algo malo tienes que hacer y solo para fastidiar a tu hermana. Pero ya me estoy cansando de esto así que el maldito problema de siempre se acaba ahora, dame el Walkman.
Siento que quiero morir, de todas las cosas que puede hacerme, el quitarme el Walkman sería lo peor porque es lo único con lo que puedo alejarme de la realidad. Pero esta vez decido jugármela y tratar de explicarle como fueron las cosas.
— Pero mamá, por favor, lo único que te pido es que no me quites mi música, mira si quieres puedes ponerme otro castigo, pero no me lo quites. — Junto mis manos para que vea que estoy rogándole que no me lo quite y se apiade un poco de mí.
— Isa cariño, ¿puedes servir tú la comida?, porque tu hermana va a recibir su castigo desde este momento. — Dice mientras deja sus cosas sobre el sofá donde duermo.
— Claro mami, pero ¿la pongo solo para los 3 verdad? Ya que parte del castigo debe ser que hoy no cene. — Nuevamente la veo esbozar una sonrisa y darme una mirada de superioridad.
«¿Por qué me odias tanto Issa?»
—Si cariño, solo para los 3 porque hoy no viene la familia de Charlotte. — La veo sacar de la repisa 2 libros gruesos y entiendo que es lo que tendré que hacer.
— Acércate. — Dice con cierto hastío en su voz.
Lo hago de inmediato pues no quiero más problemas.
— Estira los brazos al frente. — Lo hago y de inmediato coloca los 2 libros sobre mis brazos. — Si bajas los brazos ya sabes que el castigo serán los azotes, ahora ve a pararte a lado de la mesa del comedor, pues no confío en que lo hagas si no te estoy vigilando.
De inmediato me dirijo al comedor con mi madre y mi padre que no ha dicho nada desde que llegó. Cuando ya estoy ahí, Issadora entra con la comida y todos se sientan a comer mientras yo me estoy "muriendo" con el dolor de los brazos y estómago.
«Debí haber comido algo en la tarde.»
Mientras permanezco en esta posición de castigo noto que mis padres le preguntan y muestran interés por cómo le está yendo a Issadora en el curso de corte y confección que está siguiendo. Me encantaría que ellos se preocuparan de la misma forma por mí, o tan siquiera que me pregunten como fue mi día. Odio el sentimiento de envidia, pero ahora mismo lo estoy sintiendo.
Después de aproximadamente 1 hora se levantan de la mesa y siento que el alma vuelve a mi cuerpo pues ya no aguanto más el dolor en mis brazos y espero que me quiten estos libros que me están matando.
— Ven, te ayudo. — Dice mi padre mientras retira ambos libros. — Puedes ir a dormir, no te preocupes por tu madre que ella misma me dijo que te los quite a penas terminamos la cena.
— Gracias padre, ahora mismo voy, solo tengo que dejar lavando los platos para que mañana mamá no se enoje. — Doy media vuelta y me dirijo a la cocina.
Cuando escucho que los tres subieron a sus habitaciones me dispongo a comer un sándwich lo más rápido posible porque si me atrapan podría correr con peor suerte. Cuando acabo con mi merienda, de inmediato me dispongo a lavar los platos mientras escucho música y susurro las canciones para no despertar nadie.
Luego de 15 min termino y me dirijo a la sala donde acomodo todo en el sofá para dormir lo más cómoda posible, ni siquiera pienso ponerme un pijama pues estoy demasiado cansada como para cambiarme de ropa, por lo que opto por acostarme de inmediato y a penas toco el sofá con mi espalda siento un gran alivio.
«Mañana será mejor que hoy, todo estará bien.»
No pasó mucho tiempo cuando ya sentí todo el peso de este día sobre mí y caí rendida.
« Al fin, lo mejor del día, dormir»
NOTA: Espero les guste la historia, si tienen alguna sugerencia sobre la manera en la que esta historia está escrita me gustaría que me lo dijeran ya que soy nueva en esto.
Gracias por su apoyo <3 y apreciaría mucho que puedan dejar un voto o un comentario.