Harry nunca se ha sentido tan acalorado. Se siente atrapado y como si se estuviera asfixiando con el fuerte olor fresco de Louis. El alfa está sentado directamente a su lado en la barra y Harry puede sentir su cuerpo acercándose más y más hacia su calor.
Fueron a casa del omega horas antes por obligación del alfa, Harry obtuvo un orgasmo en una ducha fría y pareció volver a su temperatura corporal usual.
Pareció, pues no era así.
Harry nunca pasó un celo tan cerca de un alfa, jamás podría imaginarse lo difícil que sería tomar las riendas de su propio cuerpo cuando el mismo le gritaba que se subiese al regazo de su jefe.
Definitivamente su celo va a seguir en las próximas horas y Harry ya está tratando de encontrar una excusa para alejarse, esto no acabaría bien. Sabía que era posible que esto sucediera, pero esperaba que al menos aguantara hasta la medianoche para poder disfrutar al menos unas horas de lo que probablemente sería el momento más divertido del mes.
—Tengo que irme a Roma una semana.
Louis charla animadamente, poniéndolo al día sobre su último proyecto. A pesar de que el alfa está al lado de Harry, Harry solo registra vagamente lo que está diciendo. Se siente cada vez más caliente a cada minuto.
De repente, hay una mano fría en su mejilla y se sobresalta un poco. Su cabeza está girada hacia un lado, por lo que está mirando a Louis.
—¿Estás bien, Harry?
—Sí, sí.
Louis no parece convencido y levanta la otra mano para presionarla contra la frente de Harry.
—Estás ardiendo. Creo que te viene otra ola. ¿Quieres que te lleve a casa? Nunca debimos volver.
Harry niega con la cabeza. Se siente estúpido.
Aquí se arriesga a entrar en celo en una discoteca que estará plagada de alfas, omegas, y betas. Sin más, se levanta de taburete y anda por la pista de baile.
—¿Harry? ¡Harry!
Pero le ignora, necesita quitar sus ojos de los labios del alfa, esos finos que le gritan que los tome entre sus dientes.
Un latido late a su alrededor, cuerpos sudorosos golpeando y rechinando, todos tocando a todos. Energía meciendo sus cuerpos de un lado a otro, corrientes eléctricas atravesando toda la habitación haciendo que todos cobren vida al ritmo de la canción.
Mantiene los ojos cerrados, sin importarle contra quién se mece, solo quiere sentir el peso de alguien presionado contra su espalda. Cualquier pensamiento de sentirse querido hace que las venas electrificadas de Harry zumben.
—Harry, vas a entrar en celo. Por favor, déjame llevarte a casa.
Respira profundamente a través de su nariz oliendo un frescor delicioso, la lujuria proveniente de su cuerpo le ilumina desde adentro. Su propio cuerpo sabiendo lo que quiere, dispuesto a dar cualquier cosa.
Siente que el aire a su alrededor crepita con la carga electrizante, antes de que un cuerpo se presione contra él. Harry mece el trasero hacia atrás, sintiendo la dura presión de unos muslos anchos detrás, sonriendo tontamente para sí mismo porque sabe quién es.
Su corazón se acelera tan rápido como la música cuando su volumen aumenta aún más, lo que hace que la respiración de todos se acelere con entusiasmo. Harry ya no puede oír a Louis diciéndole que debe irse.
Sus caderas giran lentamente hacia el alfa mientras la canción se ralentiza durante un milisegundo y levanta la cabeza para mirar todas las luces de neón que bailan contra el techo.
Se ven increíbles contra la pared, Harry siente que su respiración tartamudea y su miembro se contrae porque todo lo que está respirando es el olor fresco del alfa detrás de él y es magnífico, piensa mientras todo a su alrededor late más rápido.
Todo lo que puede sentir son las caderas del alfa, se siente como si pudiera quedar grabado en la espalda del omega con lo cerca que está.
Harry deja caer su cabeza hacia adelante, su rizo empapado en sudor cae sobre sus ojos. El chico detrás de él descansa sus manos sobre sus muslos, y sus labios descansan en el cuello del omega.
—Harry, sabes que no puedo parar si sigues así.
—¿Tan poca fuerza de voluntad tiene, señor Tomlinson?
Siente el cosquilleo del roce húmedo, antes de sentir el pinchazo de una lengua en el costado de su cuello. Deja que sus ojos se cierren, su cuello desnudo en sumisión cuando un gruñido suena detrás de él.
—Con ese olor es imposible.
Los dientes rozan su piel caliente y se estremece al sentir la erección gruesa en la hendidura de su trasero y sonríe porque se siente estúpido, pero todavía quiere esto y no quiere que se detenga y se alegra de que su cuerpo esté respondiendo como lo está haciendo.
No tiene miedo, ya no.
La música mantiene a Harry en movimiento, moviéndolo para arquear la espalda, entrelazando sus dedos, mantienen sus cuerpos entrelazados y moviéndose al ritmo de la música, con los sonidos a su alrededor.
Una mano se mueve para rodear su garganta, inclinando su cabeza más y luego moviéndose más, pasando por su cabello rizado para tirar, y su aliento se queda atrapado en su garganta porque a pesar de que es agresivo y dominante, le encanta.
—Tu olor, joder, Harry.
La presión se acumula en su sistema, se siente atrapado en sus pantalones, siente que se asfixia bajo los movimientos erráticos y tiene que morderse el labio con fuerza, para no gritar o llorar porque le encanta esto, todo esto, le encantaría hacer esto toda la noche, nunca parar.
No puede respirar, no puede seguir el ritmo y ahora las manos están en sus caderas y parecen apretarlo más fuerte, acercándolo al cuerpo detrás de él y a Harry no le importa que no pueda encontrar aire, lo único que quiere es acercarse al alfa.
Aprieta los dedos de Louis entre los suyos, lo suficientemente fuerte como para saber que lastimará al de detrás de él, pero ese pensamiento se le escapa mientras ve la luz danzar sobre su piel.
Su piel se ve tan suave, como si estuviera parpadeando y se ven conectados y encajan perfectamente juntos, piensa. Se da la vuelta, su garganta es succionada levemente, y su cerebro se acelera para ponerse al día con el movimiento repentino, solo para ver más cuerpos bailando.
—Deja de moverte así, omega.
Los afilados colmillos le acarician el pulso en la garganta y Harry gime en voz alta, arqueando la espalda. Busca más para presionar contra él, sentir algo áspero y afilado, y morder su piel como los dientes del alfa.
Ha sentido el doloroso placer, y su fantasía que alguna vez construyó se está desmoronando, su mente se enfoca. Lucha desesperadamente por algo, porque el omega no quiere renunciar a nada que se ha asentado a su alrededor.
Se balancea, tensa los músculos de su estómago, siente que sus costillas presionan contra el alfa y deja escapar el aliento que había estado conteniendo. Mueve sus manos a su cintura, soltando la mano del otro para dejarlos caer sobre sus caderas. Moviendo la suya para deslizarse debajo de la delgada y endeble camisa del alfa.
Pasa las yemas de los dedos sobre la suave piel de la espalda del señor Tomlinson, curvándose rápidamente los dedos para rascar la piel de debajo. Harry le siente temblar bajo sus uñas y dedos, sonríe a la habitación llena de música, sintiéndose realizado.
—¿Seguro que quiere eso?
El omega mira hacia abajo, mientras el alfa le levanta la cabeza, notando todos los pequeños mechones brillantes que se levantan torpemente, pero sus ojos caen a la frente pegajosa, luego a las cejas fruncidas oscuras y luego a los ojos brillantes.
Harry piensa en silencio, ¿por qué? Estuvo tan concentrado en los mechones incómodos y las luces danzantes, cuando podría haber estado admirando los profundos ojos azules.
La música o las luces o algo que palpita a su alrededor, hace que los ojos del alfa de pelo castaño brillen aún más. Todo lo que Harry quiere hacer es agacharse un poco y contar todas las manchas de diferentes colores que puede ver en la mirada celeste.
Luego, sus ojos llenos de lujuria caen de esos ojos a la boca color cereza del alfa. Labios no hinchados y lo suficientemente rojos para el gusto de Harry.
Quiere morderlos y chuparlos él mismo, sentir la piel dulce entre los dientes y rodar contra su lengua. Por momentos, su mente confusa piensa en todas las formas posibles en que podría usar la boca del alfa, cada pensamiento solo hace que el goteo resbaladizo del lubricante en su trasero sea más rápido.
Harry gime, la idea de los labios finos del alfa envolviéndolo, chupando y tirando, las mejillas ahuecadas con gemidos poco después, enviando vibraciones a su miembro.
Y casi se viene ahí mismo con esa imagen incrustada en su mente, justo en la pista de baile. La base de su columna se estremece y siente una ráfaga de placer burbujeante y entumecedora, que recorre su cuerpo haciéndolo estremecerse y agarrar al alfa que ya está medio encima de él.
—¿Qué quieres, Harry?
Siente que el alfa también le agarra la cintura con más fuerza, y está sin aliento. Quiere que lo lleve a su maldito coche, que haga lo que quiera con él, porque malditos sean esos labios y ojos azules, mechones brillantes e incómodos y un cuerpo delgado.
Harry se ríe de su pensamiento, tan fuerte como puede, echando la cabeza hacia atrás y lo sabe, solo sabe que el alfa lo está mirando. Siente esos hermosos ojos mirándolo, y se alimenta de la atención.
Levanta las manos, las encierra en puños en su cabello, se desabrocha la camisa de su cuerpo sobrecalentado, exponiendo más de su piel bronceada por el sol, jadeando ruidosamente hacia el techo y mantiene los ojos bien cerrados porque no quiere perder este sentimiento mágico.
Pero luego las manos lo abandonan y está a punto de abrir los ojos para hacer algún tipo de protesta, pero su nuca está agarrada y unos labios suaves presionan con dureza su cuello.
Ese movimiento hace que se sonroje hasta la raíz del cabello y sonríe ampliamente. La lengua de Louis recorre su mandíbula, bajando hasta donde proviene su olor, provocando un gemido del omega, y ve las luces de neón danzantes detrás de sus párpados.
Y este momento, podría ser el mejor momento que haya tenido en toda su vida.
Sabe que es ridículo, que este sea un club de baile sudoroso lleno de seres enloquecidos por el sexo con una sola cosa en mente, pero no le importa.
Una pierna está insertada entre las suyas dos, cree que es imposible que su corazón lata más rápido y está a punto de saltar de su pecho.
—Hazlo, lo deseas.
Se muele hacia el alfa, sintiendo que sus ojos se ponen vidriosos y su boca se afloja cerca de la de Louis, mientras siente un apriete tirando de la parte inferior de su estómago.
Gime contra la boca del alfa, deseando más, anhelando más.
Y está justo en el borde, a punto de inclinarse momentáneamente hacia una felicidad cegadora cuando está siendo empujado bruscamente a través de la multitud marchita.
—No aquí.
Chocan contra personas en su camino hacia donde sea que el alfa los esté llevando. La multitud solo gruñe al pasar y la emoción tira de la boca de Harry, pero todavía frunce un poco el ceño.
Él sabía lo que se avecinaba, pero le encantaba la neblina borrosa que se habían creado cuando estaban bailando.
El aire fresco se precipita hacia él, el viento golpea y el alfa lo abraza, sintiendo que su mente se vuelve más confusa bajo el viento. Harry piensa que se suponía que tomar aire aclararía su mente, pero lo jodió más, pero descubre que quiere que su mente no esté demasiado concentrada.
Solo quiere concentrarse en una cosa y ese es el chico de pelo castaño que les llama un taxi para a saber dónde.
Sus manos son agarradas de nuevo, metidas en un taxi con asientos gastados. Se desliza cerca de la ventana opuesta, apoyando su frente caliente contra la superficie fría para ver pasar todas las luces amarillas brillantes.
Manos fuertes agarran la parte posterior de su cuello, alejándolo de las lindas luces colgantes hacia una boca que espera. Y a Harry no le molesta, incluso si su gruñido dice algo diferente.
No recuerda que sus labios se desconectaran de su cuello nunca, pero está en una puerta gris alta cuando su mente se concentra de nuevo.
Se aparta del otro para mirar, porque bueno, este no es su piso, pero parece algo en lo que disfrutará, así que se encoge de hombros y abre la puerta ya abierta por las llaves colgantes de los dedos del alfa.
Se quita los zapatos, escuchando el clic de la cerradura en su lugar detrás de él, sintiendo la alfombra de debajo de sus dedos que se mueve.
Se da la vuelta para encontrar al otro buscando algo en la penumbra, pero Harry se abalanza sobre él, sin necesidad de ser cegado por luces que arruinarán temporalmente su visión y su estado de ánimo.
Caen al sofá, Harry a horcajadas sobre el otro, y el alfa suelta un gruñido de satisfacción cuando su mano se aplasta entre el cuerpo del omega y el sofá.
Se ríe un poco ante esta situación porque está tratando de tener sexo pero, por supuesto, algo así tiene que suceder. Pero el omega se une a él, riendo también y Harry piensa que están hechos el uno para el otro.
Harry libera su mano, sentándose sobre la ya dura erección del alfa y la risa de él se apaga, dejando al omega sonriéndole con satisfacción.
—¿Ya no se ríe tanto, señor Tomlinson?
—Louis. —Gime.
—¿Louis? —Pregunta en diversión, aún sabiendo a lo que se refiere.
—Llámame Louis.
Lamiendo sus labios, siente que el calor vuelve a subir en la boca del estómago, y se siente tan sobrecalentado que sabe que podría encender fuego. Los pantalones de Harry ya están pensando en el acto.
Sus ojos se conectan y el alfa debajo de él mira desde su boca jadeante a sus pantalones tensos ya mojados, y la sonrisa del omega se extiende lentamente.
La voz del alfa es profunda y lenta cuando habla, y en realidad no suena como siempre en absoluto.
—¿Me necesitas?
Y con eso Harry se sonroja, se siente castrado con esa simple pregunta y debería dejarse llevar por el comentario directo, pero todo lo que siente es más calor burbujeante saliendo de su trasero, porque sí, él quiere el nudo del alfa.
Harry no quiere simplemente ceder, pero su cuerpo está siendo un poco imbécil y piensa que puede jugar con el alfa más tarde. Todo en lo que ha estado pensando es en él dentro de sí mismo.
—Vas a estar bien.
Inmediatamente tira de Harry y entierra su rostro en los rizos mientras huele no tan discretamente al omega. Este último se retuerce en satisfacción.
—Hueles tan bien.
Harry ronronea suavemente y presiona su rostro contra el cuello de Louis. Mientras inhala el aroma fresco del alfa, se le debilitan un poco las rodillas y se alegra de que los brazos de Louis lo rodeen para sostener su peso y mantenerlo erguido.
Puede sentir una gran cantidad de lubricante resbaladizo que sale de él. No puede recordar haber estado tan mojado en toda su vida, pero esa es probablemente la influencia de la presencia de Louis.
Harry nunca ha querido nada tanto en su vida.
Quiere ser sujetado por el alfa y conseguir un buen nudo. Estos pensamientos que está teniendo asustan un poco a Harry porque nunca se había sentido así antes, pero tener a Louis cerca de él se siente tan bien que no reflexiona demasiado sobre ello.
—Te necesito, por favor. Tu olor, Louis.
Harry se aprieta más cerca del chico mayor, aunque no parece posible con ellos ya abrazados como si su vida dependiera de ello.
Louis inhala otra vez a Harry antes de negar con la cabeza, tratando de aclarar su cabeza y recuperar algo de control sobre sí mismo. Presiona un beso rápido en la cabeza de Harry y habla.
—Vamos a llevarte al baño para que puedas darte una ducha fría.
Louis pone una mano en la espalda baja de Harry y lo conduce a través de la sala de estar y el dormitorio hasta el baño contiguo. Una vez allí, lo lleva a la ducha.
—Quiero que te des una buena ducha fría y luego vayas al dormitorio, ¿bien?
Louis cierra la cortina de la ducha.
Tan pronto como Harry puede escuchar la puerta del baño cerrarse, abre la ducha y pone una mano alrededor de su erección para aliviarse un poco. El agua fría, que está lloviendo sobre él, se siente bien contra su piel caliente, pero no hace nada para apagar el deseo de ser anudado y lleno.
Harry aumenta la velocidad de su mano trabajando y solo toma unos minutos antes de que se corra sobre su puño.
Las cosas no parecen seguir el orden indicado pues minutos más tarde, el omega está sobre sus manos y rodillas en la cama, con tres de sus dedos en el trasero cuando se abre la puerta.
En lugar de entrar en la habitación y echarle una mano, Louis se queda quieto en la puerta. Harry puede sentir la mirada de Louis sobre sí mismo y puede distinguir la excitación en el olor de Louis. Necesita empujar su trasero un poco más hacia arriba en el aire presentándose al alfa, quien desea desesperadamente que lo reclame.
Harry está volviendo la cabeza, para poder ver a Louis por encima del hombro. El alfa sostiene una caja en una mano y una bandeja en la otra.
—Te traje una variedad de juguetes y algo de comida para que mantuvieras las fuerzas. Sé que acabamos de cenar, pero lo necesitarás tarde o temprano de todos modos, pequeño.
Pequeño. Louis lo está llamando pequeño de nuevo. Harry cree que murió y se fue al cielo. Se siente eufórico y apreciado.
Louis finalmente se acerca a la cama, coloca la bandeja en la mesita de noche y deja la caja junto a Harry en la cama. Entonces se sienta y comienza a hurgar en la caja. Saca un consolador de color nude antes de volverse para mirar al omega que está inquieto en la cama.
—¿Qué piensas? ¿Crees que esto funcionará?
¿Qué? No, Harry no cree que el consolador funcione; muchas gracias por preguntar. Si estuviera solo en su habitación en casa, sería una historia diferente, después de todo, ha logrado superar sus celos solo hasta ahora.
Pero Louis está aquí con él. Un alfa real está en la misma habitación con él preguntándole si un consolador hará el trabajo. ¡Joder, no!
Harry necesita a Louis. Necesita que Louis le haga un nudo en el trasero y más temprano que tarde. El omega no puede soportarlo mucho más, el olor del alfa es abrumador.
Harry se siente confiado cuando rápidamente saca los dedos de su trasero y se sube al regazo de Louis, sentando su trasero desnudo justo sobre la entrepierna del chico mayor.
Presiona su rostro contra el cuello de Louis donde su olor es más fuerte, y mientras respira profundamente, comienza a mover sus caderas. Puede sentir la dura erección del alfa contra su trasero.
—Tócame, Louis, te necesito. Tomo supresores. —Al omega le resulta difícil juntar palabras en oraciones coherentes con el aroma del alfa abarcando todos sus pensamientos.
Nunca antes se había sentido deseado, sin la gracia que se necesita para caminar sin tropezar con sus propios pies, pero justo en este momento, se siente como un Dios.
Él, Harry Styles, puso caliente a Louis Tomlinson. Harry siente que su vida está cumplida y ahora puede morir feliz.
Harry puede sentir el cuerpo de Louis ponerse rígido debajo de él. Al momento siguiente, Louis está estirando la mano para soltar los brazos de Harry alrededor de su cuello y los baja colocándolos sobre los muslos del omega, antes de maniobrar suavemente a Harry desde su regazo hasta la cama.
Cuando Louis acaricia con una mano los rizos del omega, Harry prácticamente ronronea ante el toque y se acaricia contra él.
—Pequeño, no creo que sea buena idea.
Antes de que la mente de Harry pueda comprender lo que Louis está diciendo, el alfa retira su mano y sale de la habitación cerrando la puerta detrás de él.
Y luego Harry está solo de nuevo y siente que la humillación se apodera de su propio ser. Básicamente se arrojó sobre Louis y el alfa lo rechazó. ¡Es tan jodidamente vergonzoso! Por un momento, pensó que Louis lo deseaba. Claramente estaba equivocado.
¿Cómo pudo ser tan estúpido?
Horas después, Harry está humillado y triste, pero desafortunadamente, eso no le impide estar en celo y necesitar bajarlo. Por lo tanto, hace lo que dijo el alfa y actualmente está montando el consolador que eligió de la caja.
Se mueve frenéticamente hacia arriba y hacia abajo sobre la goma. Ya se ha venido dos veces, pero no le sirve de nada.
El conocimiento de que Louis está en la otra habitación lo está volviendo loco de lujuria y deseo.
La mente de Harry comienza a divagar mientras se imagina al alfa debajo de él sosteniendo sus caderas y haciéndolo suyo, mientras simultáneamente lo tira hacia abajo sobre él.
Deja escapar un gruñido bajo.
La mano derecha recorre su cuerpo hasta llegar a su pezón y le da un giro brusco. En su mente, es la mano de Louis y no la suya; solo la imagen en su cabeza lo está haciendo que deje escapar otro gemido.
Sigue girando y pellizcando la protuberancia endurecida mientras siente que el calor de su próximo orgasmo comienza a extenderse por su estómago. Se hunde en el consolador con especial fuerza y se inclina justo para que golpee su próstata y eso es todo lo que se necesita para empujarlo al límite de nuevo.
Jadeando con fuerza, se desploma de cara al colchón.
Harry siente alivio por lo que parecen ser dos minutos antes de que regrese el anhelo constante y adormecedor.
No puede soportarlo más. Todavía se siente mortificado por el rechazo de Louis, pero en este momento ya no le importa.
Necesita a Louis. Necesita un nudo y va a conseguir uno.
Harry gime suavemente mientras saca el consolador de su sensible lugar y lo deja caer descuidadamente sobre la cama. Con suerte, no lo volverá a necesitar pronto.
No se molesta en ponerse ropa cuando su objetivo requiere que esté desnudo y Louis ya lo ha visto en todo su esplendor de todos modos.
Cuando Harry entra al salón, Louis está sentado en el sofá frente a una gran televisión de espaldas a él. El aire de la habitación huele al aroma del alfa y Harry no puede evitar dejar escapar un leve gemido de placer.
Quiere al alfa, por lo que rápidamente se acerca y rodea el sofá y, antes de que pueda pensar demasiado, se deja caer en el regazo del mismo.
Tomado por sorpresa, Louis deja escapar un gruñido.
—Harry, ¿qué estás haciendo? —Suena sorprendido, mientras pone sus manos en las caderas del omega joven y trata de apartarlo suavemente.
Sin embargo, Harry no deja que esto lo desanime. Después de todo, es un omega con una misión. Se inclina más cerca de Louis para poder gemir en su oído.
—Te necesito. Por favor. No puedo hacerlo solo. Quiero tu nudo.
Harry puede escuchar a Louis tragar saliva y lo toma como un estímulo. Claramente está afectando a Louis, lo que lo hace sentir más seguro.
Lentamente comienza a balancear sus caderas contra Louis, haciendo que su miembro se frote contra la tela de la camisa del alfa. Se siente tan bien que Harry no puede reprimir un gemido, pero aún no es suficiente. Necesita más. Quiere sentir la piel de Louis contra su propio cuerpo sobrecalentado.
—Harry...
Por lo tanto, él desliza sus manos debajo de la camisa de Louis y las arrastra por el costado de él, en su intento de quitársela.
—Pequeño, no puedo, no quieres esto. No debemos. —Dice Louis, su voz vacilante.
Toma las muñecas de Harry con una mano, atrapándolas contra su pecho y lleva la otra mano hasta la mejilla de Harry.
—Te necesito dentro de mí.
Harry se balancea contra el bulto de Louis con más fuerza. Él acaricia su rostro contra el cuello de Louis, colocando algunos besos detrás de su oreja, dejando su olor impregnado.
Ya está tan perdido que se siente mareado de anhelo y cree que va a llorar si Louis no se desnuda pronto. Sus manos todavía están en el fuerte agarre de Louis, pero se las arregla para agarrar la camisa y tira de ella, diciendo con voz ronca.
—Fuera.
Harry se inclina un poco hacia atrás, para poder ver la cara de Louis, y lo que ve le agrada inmensamente.
Las pupilas del alfa están tan dilatadas que sus ojos están casi negros y se muerde el labio. La seguridad de Louis está claramente a punto de romperse y Harry está tan cerca de conseguir lo que quiere que puede sentirlo.
—Mi omega necesita a tu alfa.
Louis comienza a mordisquear los labios de Harry haciendo que el omega gimiera contra sus labios.
Simultáneamente, Louis desliza sus manos por la espalda de Harry, acariciando sus uñas ligeramente sobre la suave piel allí, haciendo que Harry se estremezca y gima suavemente en su boca. Louis comienza en los omóplatos de Harry recorriendo todo el camino hacia abajo hasta que agarra firmemente las nalgas de Harry, apretándolas suavemente.
—Louis, por favor. —Harry gime desesperadamente en la boca del alfa.
—Mi alfa cuidará de tu omega.
Louis deja que los dedos de su mano izquierda se deslicen por la piel húmeda hacia el agujero de Harry, donde está goteando tanto que prácticamente se derrama sobre los dedos de Louis.
—Joder, mira lo húmedo que estás por mí. —Dice, mientras desliza dos dedos dentro de Harry.
El omega suelta un sollozo; los dedos dentro de él se sienten demasiado bien para que se quede callado. El alfa agrega un tercer dedo bombeándolos rápido y fuerte, dentro y fuera del omega en su regazo.
Mueve los dedos buscando hasta que se da un encuentro contra la próstata de Harry. El omega echa la cabeza hacia atrás en un gemido antes de presionar su pecho contra el de Louis, por lo que le permite frotarse contra el otro chico.
No pasa mucho tiempo antes de que Harry sienta que los músculos de sus muslos se contraen y los dedos de los pies se curvan, una clara señal de que se acerca el orgasmo.
—Vamos, consíguelo.
Dice Louis y Harry lo hace.
Se arquea un par de veces contra el estómago de Louis y se corre tan fuerte que siente que está a punto de desmayarse. Se derrumba contra el alfa y acaricia su rostro contra su cuello disfrutando del calor y el olor que irradia el mayor.
La calma que Harry siente después de correrse no dura mucho antes de que vuelva a estar agitado y tenso, aún sin haber conseguido el nudo que su cuerpo ansía desesperadamente y sin haber bajado nunca de su orgasmo.
Louis desliza suavemente sus dedos del lugar sensible de Harry, pone una mano en la espalda del omega y comienza a frotar patrones calmantes.
—¿Has hecho esto antes?
Harry puede sentir un rubor en sus mejillas cuando Louis le pregunta sobre su experiencia sexual. No, no ha hecho esto antes.
Siempre quiso que su primera vez fuera con alguien a quien ama y que lo ama. También hubiera preferido que no sucediera durante su celo para poder saborear cada momento. Lo imaginó con muchas velas perfumadas y pétalos de rosa por todas partes.
Sí, tal vez esto suene como el cliché más grande, pero así es como quería que fuera su primera vez.
Ahora, sin embargo, a él no le importa nada de esto; solo quiere a Louis dentro de él. Sacude la cabeza y gime contra el cuello de Louis.
Harry puede sentir a Louis tensarse debajo de él y espera que esta noticia no desvíe al alfa porque realmente lo necesita.
Pero Louis solo deja escapar un pequeño suspiro, recuperando la compostura, y agarra la barbilla de Harry para que pueda guiar su rostro hacia arriba y mirarlo a los ojos mientras habla.
—Esto es lo que vamos a hacer. Quiero que estés sobre mí, para que puedas marcar el ritmo y tomarte todo el tiempo que necesites. ¿Crees que puedes hacer eso?
—Sí.
Harry respira y se baja apresuradamente del regazo de Louis, para poder desabrochar los pantalones del alfa y, con la ayuda del mismo, quitárselos por completo.
Cuando finalmente ambos están desnudos, Louis palmea sus muslos, indicándole a Harry que vuelva a sentarse a horcajadas sobre su regazo.
Él inmediatamente cumple con la solicitud del alfa y se arrastra sobre su regazo una vez más. No puede creer que esto esté sucediendo realmente, se siente demasiado como si sus sueños más locos se hicieran realidad.
—Te necesito.
Para no perder el tiempo, rápidamente se estira hacia atrás, agarra la erección de Louis y la alinea con él. Justo cuando Harry está a punto de hundirse en Louis, el chico mayor susurra.
—Ve despacio, por favor.
Y tira de Harry a un beso en su cuello, amortiguando el agarre del omega ante la sensación de estirarse lentamente alrededor de Louis.
—Lo estás haciendo bien, tranquilo.
Mientras Harry toma constantemente más de lo que ha estado anhelando, Louis enreda los dedos de su mano derecha en los rizos de Harry y rasca suavemente su cuero cabelludo, haciendo que el omega ronronee de placer.
Al parecer, jugar con su pelo es un gran acierto para Harry.
Una vez que Harry está completamente sentado en Louis, se detiene por un segundo, tratando de adaptarse al ardor que siente por estar lleno, antes de poner sus manos sobre los hombros de Louis para ganar algo de equilibrio y comenzar a moverse hacia arriba y hacia abajo.
—Oh, Harry. —Gruñe en su oído.
No puede creer lo bien que se siente, no puede creer cómo ha sufrido todos sus celos solo hasta ahora, cuando esto es mucho mejor de lo que jamás hubiera imaginado.
No pasa mucho tiempo antes de que Harry sienta que su próximo orgasmo se acumula dentro de él, lo que hace que sus movimientos se vuelvan más y más frenéticos con cada subida y bajada.
—Louis, ahí, joder, ahí.
Los músculos de sus muslos están ardiendo como locos y está seguro de que estará adolorido por esto durante días, pero no puede detenerse ahora. Sintiendo el cansancio de Harry, Louis se aferra a las caderas del omega y comienza a empujar hacia arriba con tanta fuerza que saca sollozos del omega.
—Voy a anudarte.
Las palabras de Louis empujan a Harry al límite y el omega baila en su cerebro, apretándose con fuerza alrededor de la erección dentro de él.
El alfa mientras se empuja tan profundamente dentro de Harry como puede, poniéndose duro él mismo cuando siente que la base de su erección se hincha hasta que su nudo se ha expandido por completo y está en el omega.
—Oh, sí. —Harry finalmente se vuelve dócil y tranquilo, todos sus músculos se relajan, mientras siente a Louis liberarse dentro de él.
Se derrumba contra el alfa y deja escapar un pequeño suspiro feliz. Louis pasea sus manos arriba y abajo de la espalda de Harry mientras besa su cuello repetidamente y Harry nunca se ha sentido más satisfecho en su vida.
Siente que el cansancio de las últimas semanas se desliza hasta sus huesos y está realmente agradecido de que Louis le susurre dulces cosas al oído, diciéndole que descanse un poco porque está aquí y está cuidando a su omega.
No pasa mucho tiempo hasta que Harry se queda dormido en el pecho de Louis con los brazos del mismo envueltos firmemente alrededor de su cintura, sintiéndose cuidado y realmente feliz.
¿Quién hubiera pensado que su noche tomaría un giro tan sorprendente?
Louis apoya la cabeza en el hombro del omega y cierra los ojos porque necesita descansar, y pueden hablar del trabajo cuando se despierten.
Finalmente se duerme con ese solo pensamiento feliz en su mente, oliendo a canela por todos lados.