Hubo varios segundos de silencio.
—¡¿Pero qué mierda estás dices Patrick?! —gritó Lucas al borde de perder el control.
Fue necesaria la ayuda de Mouse y Roy para evitar que Lucas intentará golpear al rubio; y no era de extrañarse, Patrick acababa de decir que había la posibilidad de que Jackson no volviera con vida, y que todo era culpa del furioso chico.
—¡Tú no tienes ni puta idea de todo lo que hemos pasado, todo lo que Jackson ha soportado! —Lucas luchaba por liberarse del agarre de los demás— ¡Lo voy a encontrar, y cuando lo haga me aseguraré de que en tu puta vida vuelvas a verlo!
—¡Tú no puedes alejarme de él, es mi familia!
Las cosas se estaban poniendo peliagudas, por lo que Tory decidió intervenir.
—Todos sabemos que esto es difícil, pero no es momento para que ustedes dos se pongan a pelear...
—¿Después de todo lo que hiciste todavía te consideras su familia? —le preguntó Lucas en un tono de desprecio— Estás enfermo...
—Yo podré estar enfermo, pero yo al menos no me atrevería a engañarlo con otra...
Lucas se quedó en shock al escuchar eso, aunque eso solo duró unos segundos, ya que cuando logró reponerse se lanzó contra el primo de su novio.
**********
Scott regresó a casa varías horas después de haber sentido a esos Lobos; había algo muy extraño en todo eso, estaba seguro que su intuición no le había fallado.
Ahora tenían esa incógnita, y no esperaría ni un segundo para saber de qué se trataba.
—¿Nelson estás ahí? —exclamó el Alfa hablando por teléfono.
—Si Scott, ¿Qué necesitas? —preguntó el otro con una voz ronca.
—Dile a los rastreadores que investiguen a la manada de Alexander, pero diles que no se acerquen mucho, solo lo suficiente para saber que están haciendo.
El otro suspiró al otro lado del teléfono.
—Habíamos acordado en esperar hasta que todos estuvieran hospedados...
—Esto es importante, dime si lo puedes hacer sino para hablar yo con ellos.
—Es la 1 de la mañana Scott, ¿estás demente? —se quejó el otro— Sea lo que sea, te aseguro que ni en sueños podrían ganar una pelea contra nosotros...
—No me preocupa que puedan vencernos.
—Genial, ¿entonces puedo volver a dormir? —dijo el su hermano con un tono cansado.
Scott no tuvo de otra más que decirle que si, tal vez Nelson tenía razón, estaba exagerando.
(...)
A la mañana siguiente Scott salió de prisa rumbo a el centro de Feltwell: esa misma mañana tendría una junta con el alcalde para tramitar un permiso que le hacía falta para mudar la empresa de su familia a esa ciudad.
Nelson le había cancelado, al parecer los Lobos que se habían encargado de deshacerse del cuerpo de Miranda no habían vuelto a casa.
—Buenos días señor, ¿tiene alguna cita? —preguntó la recepcionista en la entrada.
—Sí, el alcalde me citó para hoy a las nueve de la mañana, mi nombre es Scott Nigth.
—Sí, si aquí está su nombre, pero me temo que deberá esperar un poco, él Alcalde ahora mismo está en una reunión urgente con otras personas.
Scott asintió con la cabeza y se sentó en el pequeño sillón que había junto a las escaleras.
De pronto alcanzó a percibir un aroma, uno que se le hacía extrañamente familiar. Tardó varios segundos en reconocer el fuerte olor a pino que le calaba un poco la nariz.
Y no fue lo único que logró oler, pues dentro de la oficina del Alcalde se encontraba Alexander con Ofelia e Isabella.
Mientras que Alexander intentaba contener el impulso de salir y enfrentar a el Alfa que se encontraba afuera de ese lugar, pero no sería imprudente, ese no era el lugar para que dos Lobos se enfrentarán, no con tantas personas inocentes cerca.
—¿Sucede algo Alex? —susurró Isabella al ver los ojos azules de Alexander resplandecer como faroles.
Alexander no pudo ni contrastar, sentía que si lo hacía todo se le saldría de control, por lo que solo se limitó a asentir y apretar un poco los puños.
—Tengo a todos los oficiales del escuadrón "N" buscando, pero no hay señales, —decía el elegante hombre tras el escritorio— me temo que es todo lo que puedo hacer por ustedes...
—No se preocupe Alcalde, sabemos que ustedes están haciendo todo lo posible; nosotros tenemos que retirarnos, todavía hay lugar por buscar. — respondió Isabella tomando a Alexander del brazo. Mientras Ofelia se despedía del Alcalde, Isabella pudo captar la presencia de aquel que tenía tan alterado al Alfa junto a ella, era un olor fuerte y penetrante.
Fue hasta que salieron que lograron ver a un chico pelirrojo sentado mirándolos fijamente, era el dueño de esa presencia tan abrumadora. Fueron tan solo unos segundos, pero parecieron una eternidad. Ahora en sus mentes había solo un pensamiento: ¿Y si ese Alfa tenia a Thomas y los demás?
—Isabella... —alcanzo a decir Ofelia justo antes de que ambos Alfas hicieran crecer su presencia en ese lugar.
Todos en la alcaldía sintieron la atmósfera amenazante, todos y cada uno sintió las inmensas ganas de salir huyendo, pero al mismo tiempo el pánico los paralizaba; fue como si tratarán de evitar cualquier movimiento con el fin de no ser atacados por lo que sea que los estuviera acechando.
Fue una lucha titánica entre el hombre pelirrojo que se encontraba sentado a un lado de las escaleras y el pelinegro que se encontraba frente a la puerta de la oficina del Alcalde. Lamentablemente para Alexander, se había metido con el Alfa equivocado, pues su presencia no solo fue superada, sino que logró hacerlo retroceder un poco.
Scott miraba con odio al que parecía ser Alexander Jones, el hijo del traidor de su gente.
************
Lo único que logró ver fue destrucción y una obscuridad, una densa y profunda oscuridad, una que le hacía sentir vacío, sin esperanza, como si todo lo que lo hacía ser él no estuviera. Al sentirse desprotegido y abandonado, su primer pensamiento fue buscar a Lucas; camino y camino, hasta que sus piernas no dieron más, y cuando no pudo caminar comenzó a gritar.
Observó centenares de cuerpos sin vida en el suelo, entre los que pudo identificar a varios miembros de los aquelarres, además de varios Licántropos destrozados por montones.
—¡¡¡Auxilio!!! —gritaba Jackson mientras lloraba desconsoladamente— ¡¡¡Lucas!!! —sus cuerdas vocales sonaban cada vez más dañadas— ¡¡¡Lucas!!!
En medio de los gritos pudo divisarlo, parado en medio de aquella oscuridad, misma que estaba rodeándolo.
—¡¡¡LUCAS!!! ¡¡¡NO!!!
Y justo cuando esa oscuridad comenzaba a devorar a Lucas, Jack despertó sudando, agitado y confundido. Tardó varios minutos en reconocer el lugar donde estaba, pudo darse cuenta que ya no estaba más atado a aquella fría silla, en su lugar se encontraba una delgada colchoneta pegada al suelo y a su lado se encontraba una pequeña botella de agua.
Quiso levantarse, pero el dolor en sus tobillos lo detuvo, misteriosamente sus heridas estaban vendadas y tenía otra ropa.
—Lo siento, tuve que pedir que te pusieran otra ropa, la que tenías quedó inservible... —la voz de un chico asustó un poco al rubio.
Posó su vista en la persona que acaba de hablarle; era algo alto, cabello castaño y grandes ojos cafés, tal vez tenía la misma edad que Alexander.
Notó que traía un botiquín de primeros auxilios en sus manos, junto con un pequeño plato desechable.
—Debo cambiar tus vendas y desinfectar tus heridas, además mi abuela te envió algo de comida. —siguió hablado el chico mientras se acercaba a Jackson.
Pero cuando quiso tocarlo este se alejó abruptamente, perdiendo el equilibrio en el proceso.
—No deberías moverte mucho, no estás en condiciones para...
—¿Quién eres? —inquirió Jackson interrumpiéndolo.
Aquel chico lo miró unos segundos y después suspiró cansado.
—Se supone que no debes saber mi nombre, ni nada por el estilo...
—Qué extraño, porqué ustedes no pararon de golpearme hasta que les dije mi nombre. —soltó con impotencia mientras intentaba no llorar.
—Entraste a un territorio que ha estado en guerra desde que tengo uso de razón, —Él desvío un poco la mirada de esos ojos celestes que le hacían sentir culpable. — no solemos torturar personas, lo único que queremos es sobrevivir.
De pronto Jackson sintió un intenso dolor en todo el cuerpo, uno que le hizo retorcerse; el chico quiso ayudar, pero Jackson le gritó para que no lo hiciera; la magia en su interior comenzaba a desbordarse.
—Mi padre está buscando la forma de parar esos ataques de dolor...
—Lo que tu padre quiere es drenar todo el poder que guardo en mi interior, —dijo Jackson entre dientes— no lo hagas ver como un acto de caridad.
—Lo dices como si tú aquelarre no quisiera hacer lo mismo...
Jackson se quedó en silencio un momento, hacía demasiado tiempo que no pensaba en su aquelarre.
—Tu magia es lo único que puede salvar a mi gente. —él tomó la cadena que estaba conectada a las esposas de Jackson, y jaló de ella para obligarlo a acercarse. — Cuando alguien de tu familia está en peligro, los Brujos hacemos lo que sea necesario para mantenerlos a salvo, incluso si alguien como tú tiene que pagar el precio.
Jackson sintió mucha impotencia al sentir como ese chico usaba su poder para inmovilizarlo.
—Que noble suena eso desde tu perspectiva, —se quejó cuando el alcohol toco sus muñecas— por personas como ustedes el mundo de las Brujas se está desmoronando...
Él rio un poco justo antes de echar más alcohol a las heridas.
—Hablas como si fueses diferente, dudo que tengas las manos limpias.
Jackson bajo la cabeza, y comenzó a recordar los gritos de dolor de las madres e hijos que murieron a causa de su deseo de venganza; su aquelarre había desaparecido de la faz de la tierra, sin posibilidad de ser salvados.
—Abriré las esposas, por favor no intentes escapar...
Obviamente, Jackson no obedeció, y en un movimiento rápido, lo empujó y comenzó a moverse torpemente hacia la puerta, que curiosamente se encontraba abierta, por un momento pensó que podría salir y conseguir ayuda.
Lamentablemente, una poderosa barrera lo hizo retroceder arrojándolo contra la pared.
—Olvidé decir que hay un poderoso hechizo de atadura en este lugar, no podrás salir, y nadie del exterior puede encontrarte, es como si estuvieras en todas partes, y al mismo tiempo en ninguna. —exclamo él antes tomarlo de los cabellos y lanzarlo sin sutileza a la cama improvisada en el centro de aquel lugar.
Jackson lanzó un quejido de dolor cuando cayó dolorosamente sobre su brazo.
—No puedes escapar...
—Ustedes no entienden, yo necesito encontrar a alguien... —sintió ese enorme dolor recorrer su cuerpo, el dolor era insoportable.
—Pues no creo que salgas de aquí pronto... —exclamó él mientras salía y cerraba la puerta con fuerza.
***********
Roy tuvo que detener a Mouse mientras salían de la biblioteca de Patrick, el pelirrojo quería golpear a Lucas por haberle sido infiel a Jackson; y aunque el Beta estaba igual de molesto, debía detener a su novio, o las cosas se complicarían aún más.
—Ya te dije que me sueltes Roy, no quiero lastimarte...
—No debemos intervenir en esto Mouse, entiende, son sus problemas. —respondió el Lobo con toda la calma que pudo, Mouse comenzaba a desesperarlo.
—Tú no lo entiendes, Jackson es...
— Yo sé que Jackson es como de tu familia, pero debes entender que es a Jackson a quien Lucas le debe una explicación.
Tras esas palabras, Mouse no tuvo de otra más que aguantarse las ganas de golpear a Lucas.
—Ni una palabra de eso a nadie Mouse, es problema de ellos ¿Entendiste?
El Vampiro asintió molesto mientras caminaba rumbo a la cochera, no quería decir algo que afectara la relación que tenía con el Beta.
Mientras que Roy solo se quedó mirando como el pelirrojo se marchaba.
—Debiste haber hecho algo realmente malo para que él se haya puedo así... —habló Sarah desde la puerta principal de aquel enorme lugar.
—Ese es el problema, no hice nada, solo pagué por los errores de otros.
Sarah supo entonces que algo había pasado en su visita a Patrick, de otro modo ese par no estaría así.
—No te preocupes, cuando Mouse regrese estará más calmado; —caminó hasta él— necesito que nos ayudes con Alfred, las cosas con Derek y Jaydan se complicaron.
Roy asintió mientras ambos se dirigían al interior de la mansión.
Por su parte Lucas regresó al departamento de Jack con algunos golpes en la cara y la ropa arruinada por el fuego que Patrick usó para atacarlo.
Se sentía tremendamente molesto, pero sabía que su enojo no estaba dirigido hacia Patrick.
—Maldito bastardo... —dijo antes de arrojar con violencia las cosas que tenía sobre la mesa.
¿Qué pasaría cuando Jackson se enterará de su infidelidad?
¿Terminaría con él?
Algo era seguro, el secreto que había estado guardando todos esos meses había sido descubierto.
Tenía que pensar en una explicación, algo que aminorara el dolor que Jack sentiría al enterarse, pero por más que se esforzaba en pensar, sabía que las cosas se pondrían mal cuando Jackson supiera.
Por una estupidez acabaría la relación con el chico más increíble que había conocido, uno que se había arriesgado por él incontables veces, el que le regaló el precioso don de la magia, y no solo eso, sino que también se le entregó en cuerpo y alma.
Sin más que hacer o decir, comenzó a llorar de impotencia, preguntándose una y otra vez como pudo ser tan estúpido.
**********
Ofelia tuvo que intervenir, y usando un poderoso hechizo de contención, logró hacer que el Alfa no se moviera de su asiento, mientras que ella e Isabella sacaban a Alexander de ahí.
Isabella condujo de vuelta a la mansión, con Ofelia siguiéndole de cerca en su auto.
—¡¡¡Alexander reacciona!!! —gritó la Vampira mientras con una mano intentaba sacarlo de su trance.
—Esto esta jodido... —susurró el pelinegro.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—Su manada, Isabella, su manada esta aquí...
**********
Cristhian corrió a toda velocidad, pero al mismo tiempo cuidando que Thomas no se cayera o se lastimara todavía más.
Por su mente paso la idea de aullar por ayuda, pero con esa cosa siendo distraída por Mabel, no podía arriesgarse a llamar su atención.
—Resiste Thomas, ya casi llegamos...
El pequeño Lobo cruzo la pequeña villa que existía a varios cientos de metros de la mansión de Alexander, observó que nadie salió a su encuentro, lo que le pareció extraño, pero no lo suficiente como para detenerse a investigar.
No fue sino hasta que llegó a la puerta de la mansión, que se percató que esta estaba desierta, y sin ningún rastro de haber sido habitada en mucho tiempo.
—¿Qué ocurre Cris?, ¿por qué no entramos?
—Algo no está bien Thom, deberíamos volver a...
Cristhian fue interrumpido por el horrible rugido de la criatura que habían perdió varios kilómetros atrás. Aquel monstruo los observaba fijamente, como un depredador a su presa, o así era hasta que el ser que lo había creado tomó el control de él.
Cristhian se preparó para pelear, no permitiría que esa cosa le hiciera daño a Thomas; afortunadamente Mabel entró en escena con una enorme barra de metal en sus manos.
—Este lugar esta desierto, ya busqué a los alrededores y no hay señales de nadie. —aquel monstruo dirigió su mirada a "el arma" que Mabel tenía entre sus manos— No hay señal de vida en ningún lado, las pocas casas que hay están abandonadas al igual que la mansión.
—Eso no puede ser posible, Alexander jamás dejaría el bosque sin protección. —dijo Thomas pensativo.
—Me temo que no estamos en el mismo bosque, ¿No lo notaron? —preguntó la chica tomando mi barra con más fuerza— Al parecer estamos en otra versión del mundo que conocemos...
**********
Alfred despertó algo mareado, su cabeza dolía como la última vez que vez que bebió con Lucas.
—Que bueno que despiertas Al, empezábamos a creer que dormirías para siempre... —la voz de Darío lo sorprendió un poco, ¿Qué hacía ahí el castaño?
—¿Qué paso?
—Según lo que me dijeron, Derek y su hermano explotaron de pronto, pero tú lograste absorber gran parte de la explosión, gracias a ti nadie salió herido de gravedad. —dijo el chico mientras le enviaba un mensaje a su padre— Derek y Jaydan están bien, aunque las cosas se han complicado todavía más, Jackson está desaparecido, Thomas y Cristhian todavía no aparecen, y hay un nuevo Alfa en la zona...
Alfred se levantó rápidamente al escuchar que no habían encontrado a su hermano.
—Hey, ni pienses que voy a dejar que te levantes, Helena dijo que de ser necesario te atara a la cama... —exclamó mientras lo empujaba para que se volviese a acostar— y creme que si es necesario lo hare...
—Mi hermano sigue desaparecido, no voy a descansar mientras sé que él puede estar muerto...
—Él esta con vida, Mouse logró usar un espejo mágico para rastrearlos, aunque al parecer hay alguna clase de interferencia, solo pudimos saber que si están con vida. —Alfred sintió como un gran peso se le quitaba de encima.
—¿Cómo esta Derek?
—Bueno, ambos siguen rodeados por la barrera, no pudieron acercarse a ello, pero parece que están bien.
Alfred asintió con la cabeza, pero no dijo nada, algo que el castaño comprendió, su amigo ya estaba bajo mucha presión.
—¿Desde cuándo nuestra vida se convirtió en esto, Darío? —preguntó en un tono de voz cansado— Problemas que nunca terminan, peligro, muerte, desapariciones...
—No todo ha sido malo Al, es gracias a todo esto que tú sabes la verdad de tu familia, y gracias a eso que yo estoy vivo. —respondió él mirándolo fijamente— Una vez me dijiste que Jackson te advirtió de las consecuencias de recurrir a la magia... —Alfred desvío la mirada al escuchar el nombre de Jackson— No importa que pase Alfred, sé que tú podrás lidiar con todo lo que venga; encontraremos a Thomas y haremos que está paz dure más tiempo.
Alfred solo asintió con la cabeza y recibió el abrazo fraternal de su único amigo.
—Lamento interrumpir, —la voz de Samantha llamó su atención— pero necesitan tú presencia en la reunión, Alfred, las cosas no están marchando del todo bien...
El mencionado asintió mientras Darío le ayudaba a levantarse.
**********
Mabel pudo contener al monstruo lo suficiente para que los chicos escaparan, pero parecía ser que esa creatura solo tenía interés en ellos, ya que por más que intento llamar su atención, esa cosa no parecía prestarle atención.
Maldijo interiormente cuando logró captar el olor de Cristhian a la distancia, y si ella podía captarlo, esa cosa también.
—Mierda, mierda...
De pronto un estallido resonó a la distancia, fue casi en el centro de ese bosque, algo acababa de suceder, solo esperaba que ese par estuviera bien, odiaría tener que dar explicaciones en casa.
**********
Ya casi amanecía en Stilzar, y todos seguían hablando de los problemas que comenzaban a venírseles encima.
La llegada de la manada Nigth había trastornado todo, haciendo que sospecharan de que ellos tenían a Thomas y los demás.
Como era de suponerse, Alfred quiso ir a averiguar si Thomas y Cristhian estaban secuestrados.
—¡Entiende que no podemos ir, así como así, Alfred!
—No me quedaré esperando ni un minuto más... —exclamó el chico justo antes de caminar hacia la puerta.
—Si vas, solo lograrás que te maten, debes pensar con la cabeza fría. —dijo Alexander muy serio, se habían mantenido callado durante toda esa discusión. — Ese Alfa no es como yo, —caminó hasta quedar justo al frente de Alfred— te asesinara en cuanto sienta que eres un Brujo.
—Alex tiene razón, no todos los Licántropos tienen buena relación con las Brujas, y que decir de los Vampiros. —fue Sarah quien habló está vez.
—No le tengo miedo a la muerte, puede intentar asesinarme si quiere...
En ese momento Alfred dejo fluir el enorme poder que llevaba reprimiendo en todo ese tiempo.
—No pienso dejar a mi hermano a merced de ellos. —Su voz sonaba algo distorsionada.
—Ni siquiera sabemos si ellos tuvieron algo que ver en su desaparición, mucho menos si ellos se los llevaron. —intervino Isabella en un intento de calmarlo— No podemos hacer nada a ciegas.
—Bella tiene razón, —dijo Helena con una voz neutra— no sabemos cuántos son, o si están planeando atacar en este momento.
—Además Thomas no es el único que está en riesgo... —la voz de Lucas sorprendió a todos, ¿En qué momento había llegado? — No deberías hacer algo tan estúpido...
Todos sintieron como el poder de Alfred se esfumó de un momento a otro.
Era la primera vez en meses que ese par se miraban de cerca y hablaban.
—Al menos no solo... —dijo Lucas serio, pero al mismo tiempo había algo de calidez en su tono, misma que le dio esperanza a Alfred de arreglar las cosas con él.
—No sabemos dónde están, o cuánto llevan aquí. —intervino Mouse rápidamente— Esperemos a que ellos hagan su primer movimiento.
—Su manada debe ser enorme, nunca sentí un poder tan grande, ni siquiera de mi padre tenía ese nivel de poder. —exclamó Alexander aún preocupado.
—No te preocupes Alex, hemos enfrentado a Lobos en el pasado, podremos con ellos también. —hablo Isabella en un tono confiado.
Alex sonrió un poco al escuchar eso.
—De todas formas, no se les hace extraño que nos lo hayamos encontrado en el ayuntamiento.
Las palabras de Ofelia hicieron pensar a todos.
— Yo puedo decirles que hacía ahí... —la voz del padre de Darío llamó la atención de todos— Scott Nigth, Alfa de la manada Nigth, le dio un ultimátum a él alcalde, ahora debe elegir entre apoyarlos a ustedes, o darles la espalda en la masacre que se avecina...
★★★
Sé que tardé demasiado, pero aquí está.
Espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar sus teorías y opiniones.
Les mando un mega abrazo.