⚠️ CONTENIDO +18 (Leer bajo su responsabilidad)
Créditos al autor de la imagen.
El siguiente relato contiene temas BDSM por lo que si no es de tu agrado te sugiero no leerlo.
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SEGUNDA PARTE
Tu rostro estaba hecho un caos, los labios y mejillas cubiertos por un tinte carmesí y tus ojos cubiertos por unas escasa lagrimas. El peso de tu cuerpo caía sin cuidado en el torso de Toji, mientras él recorría todo tu cuerpo con sus manos, tocando cada centímetro de tu piel.
Te incorporaste al sentir una presión en tu cuello y dos dedos intrusos en tu boca, pidiendo que los lamieras cual caramelo.
-No me digas que eso es todo lo que me puedes dar- la áspera voz de Toji cerca de tu cuello te causó un hormigueo-No me hagas enojar bebe- sin avisar volvió a penetrarte con sus dedos-Se una buena niña y complace a papi-
Sin esfuerzo alguno te puso de pie, apoyándote en el espejo sujetó tu barbilla para que giraras a verlo. Su mirada posesiva te calentó y antes de suplicarle que te penetrara atrapó tus labios en un brusco beso. Su mano en tu mentón no te dejaba alejarte, su lengua invadía cada parte de tu boca, haciendo que la saliva corriera por la comisura de tus labios.
Con brusquedad sujeto tu cabello obligándote a mirar hacia enfrente y observar la escena de tu cuerpo siendo sometido por él. Tomó tus caderas entre sus grandes manos, elevando tu trasero hacia él. A duras penas te podías sostener en aquella posición, te mantenías de puntitas e intentabas equilibrarte apoyándote en el espejo.
La escena frente a ti te avergonzaba, tenías plena vista de la mayoría de tu cuerpo y sentías pena al ver como torpemente hacías el intento por satisfacer al hombre detrás tuyo. Podías ver a través del espejo como los ojos de Toji parecían comerte con la mirada, su vista recorriendo toda tu espalda y deteniéndose en tu trasero para posteriormente azotar una de tus nalgas.
Te quejaste levemente a lo que Toji empujo tus caderas hacia su pelvis con ayuda de la soga; sentiste su erección entre tus glúteos y la presión de la soga en tu intimidad te hizo gemir aun más fuerte.
-No recuerdo haberte dado permiso de hablar pequeña perra- de nuevo estiro la soga, haciendo aún más presión en tu vulva- Tu cuerpo es mío, así que esta sucia boquita no debe soltar ningún sonido a menos que yo se lo pida- elevó tu barbilla y metió el dedo gordo en tu boca, haciendo que la abrieras más- ¿Entendiste bebe?-
-Si papi- exclamaste mientras asentías.
-Bien, ahora quiero que mantengas tus piernas cerradas, en ningún momento debes separar estos lindos muslos- sus manos recorrieron tus muslos hasta llegar a tus labios mayores, rozándolos tortuosamente.
-Si papi- la situación te hacia humedecer cada vez más, deseabas tener a Toji dentro tuyo pero él no parecía querer llegar aún a ello.
Bajaste la mirada, pues no soportabas verte todo el tiempo en el espejo, expectante esperaste a que Toji actuará. Al poco sentiste su pene deslizarse entre tu vulva, manteniéndose entre tus labios mayores y tus muslos. Gracias a la soga empezó a moverte hacia delante y hacia atrás, iniciando un vaivén. Lo estabas masturbando con tu coño y poco a poco podías sentir como lo llenabas de tus fluidos.
Desde esa posición podías ver como sobresalía su glande para después perderse entre tus piernas. A pesar de no ser penetrada, podías sentir sus venas rozar con tu clítoris. Estuviste a punto de gemir al sentir la soga separar tus pliegues, pero mordiste con fuerza tu labio inferior subiendo la mirada para ver la reacción de Toji. Este te miraba atento, observando que no lo desobedecieras.
De nuevo te sentías en el limite, el vaivén de tu cuerpo impulsaba tus senos, causándote aun más señalaciones de placer, los roncos suspiros de tu amante y su palpitante miembro te llevaban a un nivel que no habías experimentado, al menos no con otro hombre.
Toji se percató de tu proximidad al sentir más presión en su miembro, tus piernas hacían el esfuerzo de mantenerse juntas y hacías presión para no llegar al orgasmo. El hombre era cruel, pero te necesitaba por más tiempo por lo que decidió parar; soltando la soga y saliendo de entre tus piernas.
Te sorprendió su actitud, creíste que habías hecho algo malo y con preocupación lo miraste. Pero su mirada no te mostraba nada más allá de los ojos de un cazador. De un momento a otro te desplomaste, ya no sentías el agarré de él y con tus piernas tan débiles no lograste sostenerte en pie. Aun estando en el piso, Toji sujeto en una coleta tu cabello, acercando sus rostro volvió a devorarte en un fogoso beso.
Podías escuchar los ruidos lascivos que formaban sus lenguas, aun con ello te sentías embelesada. Te obligo a separar sus labios y te dejo en el mismo lugar, únicamente se sentó en el suelo frente al espejo.
-Ven aquí bebe- dio un par de palmadas al espacio entre sus piernas y sin pensarlo te colocaste ahí -Limpia tu desastre- tomó su miembro y apuntándolo hacía ti comenzó a masturbarse.
Te sentiste dudosa por un momento, no eras el tipo de chica que hiciera orales, pues nunca te causo una satisfacción, pero aquel hombre frente a ti hacía que olvidaras cualquier barrera que pudieras crear entre el placer y el pudor. Él se percató de tus dudas, así que te tomó de la nuca atrayéndote hacia sus labios y comenzó a besar tu cuello hasta llegar a la barbilla.
Lentamente te fuiste inclinando hacia su miembro, quedando en cuadro, no te diste cuenta pero así le dabas una muy buena vista de tu parte trasera a Toji. Primero te centraste en lamer su glande, no tenías mucha experiencia por lo que temías hacer algo mal. Con tu mano masajeabas la base del pene, intentando darle atención a toda su longitud. Dejaste salir unas lagrimas a causa de las arcadas, pues sin avisar Toji empujó su miembro hasta rozar tu campanilla, tenías la necesidad de separarte y tomar bocanadas de aire, pero él no parecía cesar su acción.
Cuando pudiste liberarlo inmediatamente tomaste aire para normalizar tu respiración, sin poder disfrutar de tu libertad Toji te sujeto del cuello, paralizándote en el momento.
-Bebe, me defraudas- sus ojos mostraban burla- tu coño me demuestra deseo pero tu no- te beso para poder morder tu labio inferior- demuéstrame de lo que eres capaz- metió dos dedos dentro de ti- muéstrame que puedes hacer más que ensuciarme la verga con tus fluidos-
Soltó tu barbilla con desprecio, de algún rincón saco un condón y arrojándolo a tu pecho te exigió ponérselo.
-Ven aquí- te colocó sobre su ingle, aun hincada podías sentir su pene rozar tu entrada- quiero que me montes, no me moveré en ningún momento- sujetó tu cabello para acercarse a tu oreja- tienes que hacerme llegar tu solita-
Sin más se recargó en la cama, curioso de tus movimientos. Con algo de duda te dejaste caer en su miembro, penetrándote lentamente; debías admitir que no estabas acostumbrada a ese tamaño, por lo que te causo más dificultad de lo que creíste. Al estar completamente llena iniciaste con leves sentones, encontrando la posición correcta en la que podrías mantenerte.
Tus movimientos eran torpes y lentos, estabas nerviosa pues la imponente presencia de Toji no te daba tranquilidad. Tu nerviosismo incremento al escuchar un bostezo por parte de tu acompañante. Estabas a punto de darte por vencida, pero por casualidad viste tu reflejo y te sentiste poderosa. Te estabas dejando someter demasiado por él, que simplemente te centrabas en su placer, pero aquella imagen te calentó el pecho.
Con ambas manos recorriste desde su vientre hasta sus pectorales, rasguñando estos últimos. Entrelazaste tus dedos por detrás de su cabeza, quedando inclinada, desde el espejo se podía ver tu coño siendo penetrado. Sin decoro comenzaste a mover tus caderas de abajo hacia arriba, la piel de tus muslos chocaba contra la de Toji haciendo que resonara en toda la habitación. Tus senos chocaban de vez en cuando contra su pecho, así que tomaste sus manos colocándolas sobre estos, alentándolo a estrujarlos a su placer. Tus labios se encontraban cerca de su oreja, gimiendo y jadeando con más erotismo que nunca, de vez en cuando mordías su lóbulo.
Te sentías una Diosa en esos momentos, tu placer llevaba al de él, todo era reciprocó, más cuando sentiste sus manos estrujar tu cintura y su pelvis elevándose para darte una estocada fuerte. Te diste cuenta de su orgasmo al sentir su semilla caliente dentro de ti.
Ya no te quedaban fuerzas y simplemente te desplomaste sobre él. Con la poca empatía que mantenía Toji acarició tu cabello por un rato hasta que decidió llevarlos a la ducha.
Finalmente, después de otro polvo bajo la regadera, se encontraban en la cama cubiertos por las sabanas. Apoyabas parte de tu cuerpo sobre su pecho, disfrutando del calor de su cuerpo. Antes de quedar dormida escuchaste el timbre de tu celular, bufaste al ver quien llamaba.
-¿Quien esta jodiendo a estas horas?- Toji medio dormido se quejó.
-El idiota de mi ex- estabas por arrojar el celular a algún rincón cuando te arrebato el celular.
-Oye amigo, acabo de recibir la mejor cogida por parte de la dueña de este celular, ¿podrías dejar de joder y dejarnos dormir? okey, adiós bastardo- colgó sin más y dejó el celular en quien sabe donde- ahora si nena, a dormir-
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Holis! Sinceramente no tenía planeado actualizar de nuevo hoy pero la inspiración llegó y la vida es un riesgo krnal, ok no pero me esforcé para que quedara esta parte decente.
Les pido de nuevo que dejen aquí el tema (fantasía cof cof) que les gustaría leer.
Sin más, espero les haya gustado y que tengan linda noshe (*❛‿❛)