The Guardian

By Ana5Harmony

610K 47.8K 34.7K

Hasta del dolor más grande puede surgir el amor. -Su Escritora Prohibida la copia y adaptación de esta histor... More

Capítulo I
Nota
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Between
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capitulo XXVI
Between
Capítulo XXVII
Capítulo XXVIII
Capítulo XXX
Capítulo XXXI
Capítulo XXXII
Capítulo XXXIII

Capítulo XXIX

9K 889 927
By Ana5Harmony

**MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: I Think We're Alone-Tiffany

~*~

UN AÑO ATRÁS

LAUREN MARCHETTI

Siento sus ojos sobre mí mientras me muevo por la habitación. Sé que está molesto, y él no lo oculta.

—¿Un viernes, Lauren? —me vuelve a decir mientras se cruza de brazos apoyándose en la puerta—. ¿No puedes ver a tu amiga otro día?

—Camila cambió toda su semana en el hospital para que tuviéramos esta cena con nuestros amigos.

—Hablas mucho de esta Camila para conocerla desde hace dos semanas—yo camino hacia el espejo para observarme mi maquillaje y ponerme mis aretes.

—Hemos congeniado—esa es la verdad. Camila y yo tenemos dos semanas de conocernos, y nos hemos visto casi cada día. En el Central Park en la mañana para correr un poco y pasear a Thunder.

Los martes hemos almorzado juntas, y Camila ha pasado por mí a Juilliard. Todavía recuerdo como se apoyó en la puerta de mi estudio con un hermoso girasol en su mano escuchando a mis estudiantes tocar, y luego me llevó a un restaurante japonés delicioso.

Los miércoles ha tenido turno durante la noche en el hospital, así que decidí pasar al hospital para llevarle su cena. Así que ese día cenamos juntas, y el viernes decidimos que sería un buen día para conocer a nuestros amigos. Escucho mi celular vibrar y al ver la pantalla no puedo evitar una sonrisa.

|Cami|8:00pm

Hola guapa. Ya compré el vino así que no debes traer nada más que el tiramisú J y tu hermosa presencia. Mi hermano y Nathalie ya están aquí comiéndose los rolls de sushi que compré para ti. Te extraño. No tardes si quieres comer.

|♥|8:01pm

Espero que uses la bandana roja que compramos en el Central Park. Te queda hermosa. Yo también te extraño. Llego en 20 minutos

—¿Eso es todo lo que vas a decir? —yo respiro hondo anticipando otra pelea—. Compre estas entradas hace tres días, Lauren. Tuviste el tiempo suficiente para cancelar tus planes.

—Puedes ir con uno de tus amigos, Caleb—yo tomo mi bolso y me miro una última vez en el espejo—. Sabes que a mi jamás me ha gustado el golf.

—No quiero ir con uno de mis amigos, Lauren—eso me hace alzar la mirada y veo su rostro molesto—. Pensé que con un trabajo normal ibas a tener tiempo para mí y para nuestra relación, pero siempre hay algo más. Es como si no dieras el 100% en esta relación como yo.

Mi corazón se detiene al escuchar esa frase y trato de apretar mis manos para calmarme. En días como hoy me doy cuenta de lo diferentes que somos. El momento en que nos hemos olvidado de reír, de jugar y de disfrutar de estar juntos.

—Lauren...—yo solo alzo mi mano para detenerlo.

—Puedes acusarme de muchas cosas, Caleb Evans—no hay lágrimas en mi rostro. Es simplemente decepción—. Pero jamás vuelvas a decir que no he dado algo por esta relación. Porque en esta habitación—señalo con mi dedo lo que nos rodea y él se lleva las manos al bolsillo de su jeans observándome—...la que ha dejado todo soy yo. Creo que ya ha sido suficiente.

—¿Qué quieres decir con eso? —yo simplemente camino hacia la puerta esperando que me dé permiso para salir.

—Sabes lo que quiero decir—lo veo a los ojos y finalmente él decide apartarse y yo salgo del departamento sin mirar atrás.

~*~

CAMILA LOCKWOOD

Mis manos pasan de nuevo por la bandana roja como si de alguna manera pudiera tocarla a ella. Estoy sentada en mi habitación escuchando las risas de mi hermano, Nathalie y algunos amigos de Lauren que acabo de conocer. Dinah, una de las productoras más reconocidas del momento, algunos maestros de Juilliard muy agradables.

Camino al espejo y me coloco la bandana dejando mi cabello suelto y mis argollas brillan ante la suave luz de la mesa de noche. Mis ojos se enfocan en la mesa donde descansa un pequeño osito doctor que Lauren compró para mí. Veo mi rostro en el espejo y respiro hondo tratando de calmar mi corazón. Mis manos tiemblan al tomar el teléfono y ver una foto de ambas como fondo de pantalla. La foto que veo cada día como si observarla hiciera falta para que Lauren no deje mis pensamientos.

Sé lo que está pasando, y aunque he luchado contra lo que siento es imposible pararlo. Lo supe desde el día que nos conocimos porque hubiera deseado que jamás tuviera que irse esa noche. Desde ese momento supe que era todo diferente. Ahora, dos semanas después es imposible que siga negando lo inevitable.

La verdad es que estoy loca por ella. Estoy a un paso de enamorarme y me aterra. No puedo evitarlo aunque lo intente. No puedo sacarla de mi mente y he caído en el cliché más antiguo en el libro de las lesbianas. Me he fijado en una mujer que jamás podrá ser mía, no porque sea heterosexual, sino porque simplemente no la conocí primero.

—¿Cami? —escucho la puerta abrirse y mi corazón se detiene al verla—. Nathalie me dijo que estabas aquí.

—Llegaste antes—es lo único que puedo decir mientras me acerco a ella tratando de mantener la sonrisa. ¿Siempre ha sido así de hermosa? Puedo jurar que cada día que pasa se pone mucho más linda.

—No había mucho tráfico—ella me sonríe mostrando esos hoyuelos de ensueño y me siento claustrofóbica en mi propia habitación—. Tu hermano me dijo que iba a guardar el tiramisú en la refrigeradora—eso me hace sonreír.

—Tendremos suerte si nos deja el recipiente—ella me sonríe y eso basta para que mi corazón se acelere y mi mente racional tome un descanso.

Me acerco a ella y tomo sus manos separándolas un poco de su cuerpo para absorber su belleza. Mis ojos recorren cada parte de su cuerpo y no puedo disimular mi admiración y mi deseo. Ella lo sabe. Ella tiene que saberlo porque al verla a los ojos puedo notar su pequeño sonrojo.

—Te ves hermosa—mi voz es más ronca de lo normal pero no puedo evitarlo. Estoy loca por ella. Total y absolutamente loca.

—Es solo un jeans y una blusa roja—yo uno mis manos entrelazo mis manos con las de ella.

—No necesitas nada más para ser la mujer más hermosa que he visto en mi vida, Lauren Marchetti—ella me observa con sus ojos llenos de tristeza y me sorprende abrazándome fuertemente la siento tensa, y sé que necesita una amiga.

Yo suspiro llenándome de su olor y la abrazo tan fuerte como puedo enterrando mi rostro en su cuello y cerrando mis ojos. Estor perdida y lo acepto. Prefiero perderme una y otra vez en ella que sentirme segura en mi soledad.

—¿Estas bien, hermosa? —le pregunto suavemente al oído y ella me besa la mejilla. Tenemos dos semanas de conocernos pero hemos pasado casi cada día juntas, y cuando no lo estamos, nos llenamos de mensajes. Nos hemos vuelto afectivas entre nosotras.

—Caleb tiene la facilidad de saber cuándo arruinar un buen momento—me dice y yo simplemente acaricio su espalda de arriba abajo sintiendo como su cuerpo empieza a relajarse.

—Tengo tu vino favorito en hielo—ella suelta una pequeña risita y me gano otro beso en la mejilla—. Nadie puede arruinar un buen momento si tú no dejas que pase. Nuestro amigos están aquí, hermosa. Disfrutemos de esta noche—yo me separo de ella para verla a los ojos y no puedo detener mi mano de tomar un mechón de su cabello y ponerlo atrás de su oreja.

—Usas la bandana—me dice ella suavemente y yo asiento sin dejar de verla a los ojos.

—Tú dices usa la bandana, y yo la uso—le digo tratando de que suene a broma aunque no lo es—. Tú dices bésame y hazme el amor, y yo lo hago. Dónde tú quieras, a la hora que quieras y las veces que quieras —ella contiene el aliento y yo le guiño un ojo tratando de bajar la tensión. Pero jamás había dicho algo más cierto en mi vida.

—Las morenas con bandanas son mi nuevo tipo de mujer—me dice ella acariciando mi mejilla con la yema de sus dedos.

—¿Estas coqueteando conmigo, Lauren? —yo sonrío coquetamente y ella corresponde mi sonrisa.

—¿Está funcionando? —yo me muerdo mi labio inferior y asiento—. ¿Está funcionando lo suficiente para una copa de vino?

—Para la botella entera, y para bailar toda la noche—ambas empezamos a reír y Lauren se inclina para besarme la mejilla—. Lo que sea para no volver a ver tus ojos tristes.

—Gracias—me dice ella y sus ojos muestran afecto. Eso es todo lo que necesito por el momento.

—Dinah insistió en colocar un karaoke—le digo y ella solo me sonríe.

—Típico de Dinah—su voz suena melancólica—. Quizás sea momento de que me escuches cantar. Ven, quiero que conozcas a todos mis amigos—ella me extiende la mano y yo la tomo sin dudarlo. Al sentir su mano entre la mía lo compruebo de nuevo. Estoy loca por ella.

Las risas y la música llena mi departamento y me veo rodeada de personas agradables. Mis amigos y los de Lauren congeniaron de inmediato. En medio de comida y alcohol nos fuimos todos conociendo.

—Es linda—me dice mi hermano cuando me encuentro sola en la cocina sirviéndole más vino a Lauren que parece más que feliz en la sala de estar después de unas cuantas copas—. También cocina delicioso. Creo que podría pagarte la boda con ella solo por probar ese tiramisú de nuevo.

—Es una mujer talentosa—yo la observo y una sonrisa involuntaria se forma en mi rostro al escucharla reír.

—¿Cuántas noches han sido? —yo observo a mi hermano borrando la sonrisa—. Si te hace sonreír debe ser un tigre en la cama. Quizás puedo tener una oportunidad cuando la tires.

—No hables así de ella, por favor—mi hermano parece sorprendido ante lo que escucha y sé que es extraño. Siempre nos hemos hablado de todo, y él sabe el tipo de mujeres que algunas veces se acostaban conmigo, y después con él o viceversa.

—¿Desde cuándo? —no sé cómo responder su pregunta sin delatar que todo es diferente con Lauren, pero debo hacerlo.

—Desde ella—le digo simplemente y él abre sus ojos totalmente sorprendido—. No quiero que nadie te escuche y pueda mal interpretar las cosas. Lauren es mi amiga, y es una mujer diferente a todas las mujeres con las que he salido.

—¿Por qué es diferente? —él me sonríe y yo siento ganas de golpearlo—. ¿Por qué todavía no cae en tu cama?

—Porque ella tiene novio y lo que tenemos es una amistad—mi hermano borra la sonrisa de inmediato.

—Pero tú no quieres una amistad—no sé si es una pregunta pero yo simplemente ignoro.

—Lo que yo quiera no importa, Jesus—yo tomo las dos copas de vino—. Por favor no hagas bromas de ese tipo con Lauren aquí.

El alza las manos en señal de rendición, y yo respiro hondo observando a Lauren a lo lejos. Necesito controlar lo que siento, sobre todo cuando me toca. He descubierto que Lauren es una mujer de contacto, pero ese eso se vuelve mucho más "continuo" cuando está un poco borracha. Debo ser fuerte y resistir las caricias de la mujer que adoro.

Puedo lograrlo.

Yo sé que puedo.

~*~

LAUREN MARCHETTI

—Es linda—me dice Dinah mientras observamos a lo lejos a Camila hablar con su hermano en la cocina.

—Es hermosa—le digo mientras le doy el último sorbo a la copa que tengo en mi mano. Una sonrisa involuntaria se forma en mi rostro al ver a Camila y disfrutar con mis amigos.

—Hace mucho que no te veía sonreír de esta forma. Si es ella la causa, me agrada muchísimo más todavía—yo me giro para observar a Dinah que acaricia mi brazo—. Te extrañamos en el equipo, Lauren. Lo de la disquera es una gran oportunidad. Todavía podemos salvar ese contrato y regresarte a los musicales.

—No ahora, Dinah—no quiero escuchar nada de la vida que decidí dejar atrás. Esta conversación solo es la prueba de mi fracaso profesional.

—Ahora y siempre que te vea—yo bajo la mirada y Dinah suspira a mi lado—. Yo conozco al productor de Sony que habló contigo, Lauren. Puedo mover algunos contactos para que reconsideren tu disco. Existe algo mejor para ti afuera de la burbuja que has creado con Caleb. Has luchado años por tu carrera en la música y cuando la tienes en la mano la tiras por una relación de dos años con un narcisista.

—Dinah...—ella alza la mano evitando que continúe. Ella sabe que voy a defender a Caleb de alguna manera. Desde el inicio de nuestra relación Dinah jamás aprobó a Caleb—. Nunca entendí tus razones para odiarlo, y sigo sin hacerlo. Caleb no es un mal hombre, y cada decisión la he tomado yo.

—Las tomaste tú pero basándote en su opinión y no en la tuya—ella se pone frente a mi y me ve a los ojos—. ¿Cuántas cosas ha sacrificado él de su carrera para estar contigo? —iba a responder pero ella me lo impidió—. No estamos hablando de una clase de violín, Lauren. Estamos hablando que dejaste ir contratos millonarios. ¿Wicked? —sus palabras son como dagas en mi corazón—. Has visto lo grande que es ese musical y lo dejaste ir. Dejaste ir tu disco y la oportunidad de dar a conocer tu arte. Todo lo dejaste por un hombre que lo único que le preocupa es que salgas a cenar con él todas las semanas y que te quedes en casa tejiendo.

—Tengo un trabajo—Dinah rie con sarcasmo—. Él jamás me obligó a tomar esas decisiones. Lo hice pensando en la familia que queríamos construir. No sabía que meses después iba a sentirme claustrofóbica.

—¡¿Cómo esperabas sentirte después de sepultar tu carrera?! —iba a responderle cuando escucho que alguien se aclara la garganta. Dinah se gira y veo a Camila con dos copas de vino, una que inmediatamente me ofrece.

—Lo siento—dice ella rápidamente—. No quería interrumpir.

—No es nada que no sepas, cara—tomo la copa de su mano y ella me sonríe apenada—. Solo que Dinah cree que puede decirme las cosas de la manera más cruda posible porque piensa que no tengo suficiente con mis propios pensamientos.

—Necesitas que te digan la verdad—sus ojos van a Camila—. Y tú si sabes de lo estamos hablando espero que me apoyes en esto—le responde Dinah y Camila me mira preocupada por su respuesta.

—Creo que esta noche podemos olvidarnos de eso y disfrutar—Dinah la observa con ojos entrecerrados y Camila le ofrece la otra copa como una oferta de paz lo cual agradezco.

—Una noche libre de hombres—concuerda Dinah alzando su copa la cual termina de un sorbo—. Iré a la cocina por más—Camila asiente y ambas la vemos mientras se aleja.

—Bueno yo no tengo ese problema—me dice Camila lo que me saca una sonrisa.

—Supongo que no lo tienes cuando te has acostado con casi todo New York y no recuerdas sus nombres—ella me ve sorprendida y yo trato de no reír—. Tu amiga Nathalie me dijo que era raro que recordaras mi nombre antes de dormirse en tu oficina—Camila cerró los ojos avergonzada—. Luego tu amiga Mandy me preguntó si habíamos tenido más de una cita porque deseaba una foto para conservar el momento.

—Lo siento—la veo sonrojarse adorablemente y con lo rojo de la bandana resalta muchísimo más—. Nathalie no sabe tomar y viene de un turno de 24 horas. Y Mandy siempre ha sido imprudente.

—En realidad no me molesta que piensen que estamos saliendo—eso hace que se sonroje aún más.

—Saben que eres mi amiga—ella me ve a los ojos y yo no puedo evitar reír—. Solo ignóralas por favor.

—Solo si bailas conmigo—ella empieza a negar pero yo empiezo a moverme al ritmo de I Think We're Alone Now de Tiffany. Creo que Camila sabe que mi debilidad son las canciones de época.

Todos mis amigos lo saben porque empiezan a gritar mi nombre mientras yo me muevo frente a Camila que mira a todos lados sonrojada.

—¡Muestra esos pasos hermana! —escucho el gripo del hermano de Camila que se gana un insulto por parte de Camila que nos hace reír a todos.

—Baila conmigo—le digo dejando la copa a un lado y ofreciéndole la mano. Ella sonríe y me toma mi mano mientras empieza moverse y se escuchan más gritos. Empieza a girar por la sala de estar que limpiamos unos días atrás para esta fiesta. Varios de nuestros amigos se unen a la pista de baile y yo decido mostrarle mi voz.

Running just as fast as we can

Holding on to one another's hand

Trying to get away into the night

And then you put your arms around me

And we tumble to the ground and they you say...

I think we're alone now—me responde ella pasando sus brazos por mi cuello mientras sonreímos. Yo la tomo de la cintura mientras saltamos juntas dejando atrás la tristeza—. Cantas hermoso.

Una bella canzone per una bellissima donna—la música cambia y escucho una de las canciones que sé que le gustan a Camila—. Lady Antebellum.

Ocean—me dice ella abrazándome un poco más—. Baila conmigo, hermosa—me dice al oído y mi corazón se acelera cuando veo que la luz se vuelve más suave.

—Gracias por esta noche—aprovecho para decirle y Camila baja sus manos hasta tomarme por la cintura y acaricia mi espalda baja—. No ha sido la mejor semana para mí. Creo que puedo decir que no ha sido el mejor año.

—Eso puede cambiar cuando tú lo desees—ella me habla al oído y yo cierro mis ojos escuchándola—. Eres una mujer talentosa que no debería dejar atrás su arte. Si te sientes herida queda en ti ir cerrando cada una de esas heridas auto infringidas, hermosa.

—Creo que ya es muy tarde para eso—Camila se separa de mi para verme a los ojos. Esos ojos marrones que conozco ya como la palma de mi mano. En ellos veo admiración, confianza y algo más.

—Escuché lo que Dinah te dijo sobre el productor—ella sube sus dedos y acaricia mi mejilla. Mi cuerpo tiembla ante su toque y sé que es algo que he tenido que controlar estas dos semanas. Es solo una atracción —. Yo puedo ir contigo y ayudarte a recuperar tus proyectos.

—Caleb jamás lo aprobaría—ella se mueve un poco y me toma las manos para dirigirme a su pequeña terraza. Una pequeña sonrisa se forma en mis labios cuando veo las plantas que compramos tres días atrás. Ella nos da la privacidad necesaria bajando las cortinas.

—La ciudad que nunca duerme—le digo apoyándome en el barandal y ella hace lo mismo. Una sonrisa vuelve a mis labios cuando recuerde como dos días atrás le dije adiós desde esta misma ventana mientras ella se subía a su coche. Ella me dio la confianza de arreglar su terraza, y su pequeño jardín.

—Hermosa—yo me giro para observarla y tiemblo un poco, pero no por frio. Sé lo que siento, y la culpa llena mi corazón. Ella sube su mano de nuevo acariciando mi mejilla y yo me inclino ante su toque. Su pulgar acaricia mi labio inferior y yo respiro hondo porque el alcohol está sacando nuestros deseos. Una atracción que las dos sabemos que está allí, pero no podemos actuar sobre ella. No soy ese tipo de mujer, y Camila lo sabe.

—¿Qué es lo que quieres tú? —yo trato de saborear la pregunta que hace mucho tiempo no escucho—. ¿Por qué te atas a una relación de este tipo, Lauren? —nadie parece entenderlo—. Tus sueños y tus metas también son importantes. Existen miles de personas que darían lo que fuera por tener a una mujer como tú a su lado. Yo soy una de esas personas.

—Camila...—ella deja de acariciar mi rostro y me sonríe con tristeza.

—Lo siento. Es solo que con alcohol en mi cuerpo es difícil que mi cerebro y mi co...libido trabajen juntos. No ayuda tenerte tan cerca y que te veas tan linda esta noche. Tengo tantas ganas de besarte—yo bajo la mirada y ella da unos pasos hacia mi alzando mi rostro por el mentón—. Mereces algo mejor, Lauren. Sé que lo amas y yo entiendo eso, pero no dejes tus sueños atrás por nadie. La primera en tu lista de prioridades siempre debes ser tú.

—Cómo le explico a mis padres que dejé todo por Caleb y al final nuestra relación terminó. Suficiente decepción fue que no quisiera seguir el negocio familiar, para ahora dejar todo cuando realmente tengo una oportunidad. No quiero que me vean como un fracaso, Camila.

—No lo eres—su mano acaricia mi cuello y mi piel se eriza ante su toque. Ella lo siente porque toma mi mano entre la suya fuertemente aprovechando nuestra soledad ella se acerca y pega su frente a mi mentón respirando hondo. Su aliento se siente tibio en mi garganta—. Todos podemos cometer errores en las decisiones que tomamos. En cada cosa que hacemos nos arriesgamos a que el resultado sea bueno o malo. Tú apostaste por tu relación y tomaste decisiones pensando que iba a funcionar, pero no es tu culpa que todo fallara.

—Caleb es lo único que me queda—mis palabras hacen que ella de un paso hacia atrás y desvíe su mirada—. Dejarlo significa que fracasé en todo y no estoy lista para eso, Camila.

—Quedarte con él y dejar atrás tus sueños significa que fracasaste contigo misma. No debes conformarte, Lauren. No creo que seas ese tipo de mujer.

—No recuerdo el tipo de mujer que solía ser—ella me sonríe y se acerca de nuevo y mi corazón se acelera solo por su cercanía.

La tensión y la desesperación empiezan a ser parte de mí, pero Camila solo con dos semanas de conocerme es capaz de identificarlo.

—Ya qué no recuerdas yo puedo ayudarte con eso—ella me guiña un ojo y la tensión que sentía deja mi cuerpo—. Alguien me dijo que eres la mujer que suele besar en terrazas a las morenas que usan una bandana roja.

—Tú y tus besos—sus ojos marrones brillaron y una sonrisa se formó en su rostro. Mi mano se alza y las yemas de mis dedos pasan por su mejilla. La sonrisa se borra y la veo entrecerrar sus ojos ante mi toque—. Quizás tengo una manera de solucionarlo.

Ella abre los ojos sorprendida ante mis palabras y yo alzo mi mano libre para llevarme tres dedos a mis labios los cuales beso suavemente. Ella parece confundida pero cuando alzo esos mismos tres dedos y los pongo sobre sus labios parece entender porque sin dudarlo los besa también.

—No es lo que tenía en mente pero es mucho más de lo que esperaba—me acerco y beso su mejilla y la escucho suspirar—. Bésame todo los días.

—Todos los días—acuerdo con ella diciéndoselo al oído y ella hace el mismo gesto, lleva sus dedos a sus labios y los pone sobre los míos.

—Dale una oportunidad a la disquera, Lauren—me repite ella tomando mis manos—. Yo estaré contigo dándote el apoyo que necesitas.

—Hablaré con Dinah—ella me sonríe y acepta mis palabras. No sé qué es lo que estoy haciendo, pero decepcionar a Camila me parece igual de malo que decirles a mis padres la verdad.

—Eso es todo lo que quería escuchar—me toma las manos y escuchamos la música y Camila salta un poco haciéndome reír. Es momento de regresar a la fiesta, pero mi corazón se siente más ligero.

¿Será posible recuperar todo lo que dejé atrás? No tengo certeza de nada, pero de lo único que estoy segura es que Camila llegó a mi vida en el momento en el que más la necesitaba. Ella me entiende, me comprende y había olvidado lo que se siente ser aceptada por quién realmente eres.

Debería sentirme preocupada por lo que estoy sintiendo, y realmente lo estoy. Me aterra lo que siento porque algunas veces siento que no seré capaz de controlarlo. Camila merece una persona que sea capaz de sentirse casi completa y que ella solo complemente. Una mujer con ideales y sueños que no se rinda. Yo no soy esa mujer, pero me gustaría intentar serlo.

Por ella, y por mí.

~*~

BETWEEN

CALEB EVANS

—¡¿Qué es lo que está pasando?! —le exijo a Billy mientras el permanece cómodamente apoyado en la pared con su rostro sin ninguna emoción—. ¿Por qué veo esto? Esto no tiene sentido. Camila y Lauren se conocieron hasta después de mi muerte. Yo las uní en Italia. Lauren sufrió por mí durante meses. Esto no tiene sentido.

—Quizás las unieras pero no de la forma en que crees—yo lo observo y él se encoge de hombros.

—¿Qué es lo que está pasando? No lo comprendo—Billy no me dice nada y eso me desespera. Nada de esto tiene sentido para mí. No es la historia que conozco.

—La mente siempre ve lo que quiere ver—me dice Billy acercándose—. Los humanos creen que todo lo que hacen tiene una justificación ya sea bueno o malo. Si alguien mata a otra persona siempre se justifica. Puede ser que lo hiciera por una enfermedad mental, celos, enojo, locura incluso placer. Existe siempre una razón, pero la mente puede decidir reconocerla o ignorarla. Cada acción que hiciste en la tierra tiene una reacción, y no siempre será la que esperas.

—¡Eso no tiene sentido! —le grito desesperado—. Yo jamás até a Lauren de esa manera. Siempre busqué lo mejor para los dos.

—Que tú creas que es lo mejor no significa que lo sea. Puede ser solo la justificación para una mala acción—yo niego con la cabeza viendo el espejo que esta vez no muestra absolutamente nada.

—Lo último que vi fue a Lauren en el Central Park culpándome de perder su música. Es lo único que hace desde que perdió la cabeza por esa mujer. ¿Ahora me ponen imágenes con ella siéndome infiel?

—El espejo solo pone las imágenes, Caleb—el hombre parece una estatua de hielo en la puerta cruzado de brazos. No le importa nada de lo que está pasándome, y yo necesito respuestas—. Tú eres el que decide que sentir con cada una.

—¿Son reales? —Billy se encoge de hombros y eso me molesta.

—Es algo que tienes que descubrir por ti mismo. Solo recuerda que cada decisión que tomes aquí en Between, como en la tierra, tiene una consecuencia. Queda en tu mente si la aceptas o la rechazas pero siempre sucederá.

—Esto no puede ser real—me niego a aceptar lo que acabo de ver. Camino hacia la puerta de la cabaña de meditación y Billy se aparta para cederme el paso. Mis ojos vuelven al espejo de nuevo y ahora veo a Camila y Lauren bailando en la misma casa rodeada de sus amigos. Lauren riendo y abrazando a esa mujer. Lauren disimuladamente poniendo sus dedos en sus labios para llevarlos a los de ella como si nadie lo notara. Eso fue cuando estaba conmigo.

De ser real todo eso pasó cuando ella estaba conmigo. Cada acción tiene una consecuencia, y si ser infiel fue la decisión de Lauren eso traerá una consecuencia. Ahora el guardián tiene una misión, tengo que recordar. Voy a recordar y cuando eso suceda podré tomar una decisión. 

Espero que Lauren eligiera bien.

--------------------------------------------

¡LISTO!

Nada es lo que parece. Hemos visto varias historias, pero muchas veces nuestra mente puede aceptar una consecuencia o no. Cuando la mente no la acepta podemos crear nuestro propio mundo, donde justifiquemos nuestra acción. Espero sus comentarios y nos leemos pronto.


Continue Reading

You'll Also Like

426K 17.8K 43
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
302K 19.5K 27
Chiara y Violeta son compañeras de piso, y no se llevan bien. Discuten a menudo, y cuando no lo hacen, se ignoran. Cuando se adelanta la boda de su h...
1.4M 59.8K 63
~ 2° parte ~ Cuando alguien cruza la línea del rey de la Bratva, conoce de primera mano el mismo Infierno. La vida de Atenea ha sido puesta en riesgo...
3.5M 156K 126
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...