peligrosa cercanía

By gabriiella11xx

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Dos familias poderosas, importantes en la élite relacionadas con el ejército. Llenas de decretos oscuros que... More

Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25

Capitulo 4

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By gabriiella11xx

"te extrañare"

Iris

11:00 am

Abro los ojos poco a poco, miro hacia el lado vacío de la cama.

Ethan, no está. ¿Dónde fue?

Me levanto de la cama, me pongo una camiseta de Ethan y camino hacia la cocina. No dormí muy bien, aparte de recordar el sueño que tuve con el imbécil de Adrian. Tengo una resaca de mierda, pero todo se arregla con una aspirina y un poco de agua.

Veo a Ethan preparando el desayuno, está cocinando y huele muy bien lo que sea que esté preparando.

Me acerco y lo abrazo por atrás, se voltea y me da un beso corto en los labios.

- Ten para la resaca. – me pasa una aspirina con un vaso de agua. – le sonrió.

- Mmh huele muy bien, ¿qué preparas?

- Hay una tarta de fresa en el horno. – es una de mis tartas favoritas.

Me acerco estampando mis labios en los suyos, le rodeo el cuello con mis manos, me reparte besos suaves por el cuello, jadeo.

- ¿vamos a follar? – niega

- Haremos el amor, que es algo mucho mejor. – susurra rozando sus labios en mi cuello.

Me alza en brazos como una princesa, sin dejar de besarme, camina a la habitación recostándome suavemente en la cama, como si fuese una muñeca de porcelana.

Me saco la camiseta por arriba de la cabeza, quedando desnuda, solo con bragas.  Me observa por unos segundos repartiendo suaves besos por  mi cuerpo, me acaricia suavemente, recorriendo sus manos por toda mi anatomía.

Jadeo, me saca las bragas introduciendo suavemente sus dedos en mi entrepierna, con movimientos circulares.

- Ethan.. – gimo

Mientras me acaricia la entrepierna, reparte besos por mi cuello, bajando a mi abdomen, suelto un pequeño gemido.

Se aparta, sacándose el short exponiendo su miembro, se coloca un condón y se acomoda para entrar.

Entra en mi interior con movimientos suaves, me aferro a su cuello, mientras me penetra suavemente con tiempo.

- Te amo. – susurra

- Yo a ti. – sonríe

Estampo mis labios en los suyos en un beso apasionado, lleno de ternura y amor, nuestras lenguas se conectan, tiro un poco de su labio generando que suelte un gruñido.

Lame mis pechos envolviendo mis pezones endurecidos con su cálida lengua, gimo al sentir su tacto en mi piel.

Esos ojos azulados aparecen en mi cabeza pero los aparto centrándome en mi maravilloso novio.

Acelera mas los movimientos, jadeo en respuesta, acaricio su espalda mientras sigue penetrándome, el llega antes que yo al orgasmo, se aparta y comienza a penetrarme con sus dedos.

Manosea mis pechos con una mano, saca sus dedos bajando su cabeza jugando con su lengua en mi entrepierna, toca mi clítoris generando que suelte un gemido.

Siento muy cerca el orgasmo, tiro un poco de su cabello haciendo que gruña, suelto pequeños gemidos llegando al orgasmo.

Se acuesta al lado mí, me acurruco con él.

El sexo con Ethan es pasión, cariño y amor, casi siempre llega el al orgasmo primero, pero siempre se ah encargado de que yo también lo haga.

Cae a mi lado, me acurruco junto a él quedándonos abrazados.

- ¿Cuánto tiempo estarás fuera del comando? – pregunto

- La misión durara 4 meses, estaré en el comando de Alemania.

¡4 meses sin vernos! Estará al otro lado del mundo, presiento que no será nada bueno que nos alejemos.

¡4 meses sin follar! Nuestra pobre vagina se congelara si dejamos pasar tanto tiempo...

- Viajo hoy en la noche. – acaricia mi espalda suavemente.

- Te echare de menos. – susurro.

Extrañaremos que tu verga nos folle ¿ahora quien carajos nos follara durante 4 meses?

El sexo no lo es todo.

Claro que lo es, mínimo tendrán que follar por llamada.

- Tratare de llamarte seguido.- asiento, dándole un beso corto en los labios.

- Vamos a ducharnos, la comida llegara pronto. – alzo las cejas.

- ¿Vamos a comer rico? – me reparte besos por el cuello.

- Quiero consentir a mi novia antes de que me vaya. – no puedo evitar sonreír.

Me levanto de la cama de un salto, corro al baño mientras Ethan me sigue por atrás, entramos a la ducha y soltamos un jadeo al sentir el agua fría.

- Joder, esta fría. – me quejo – Ethan suelta una risa, poniendo el agua tibia.

Terminamos de ducharnos, camino y cojo unos pantalones de pijama de polar con diseños de ositos, y un top negro que deja al descubierto mi ombligo.

Ethan está con unos jeans y una camiseta, debe estar vestido como se va hoy mismo.

Nos sentamos en el sillón de mi sala de estar, viendo una serie de mafiosos.

- ¡La comida ya llego!

Ethan sabe muy bien lo que me gusta, pidió pollo frito, hamburguesas, papas fritas, empanaditas fritas de queso, y una Coca-Cola.

Tomo mi hamburguesa dándole un mordisco, esta riquísima, es de pollo frito, con lechuga, palta y tomate.

- Voy a subir muchos kilos con toda esta comida. – digo con la boca llena.

Ethan suelta una risa, acercándose a mis labios, dándome un beso corto.

- Tú no engordas amor, además que si fuera así seguirías igual de hermosa. – Alzo las cejas, le doy otro mordisco a mi hamburguesa. Podría comer esto todos los días.

- Si claro, sabes casi me lo creo. – Ladea la cabeza, con una sonrisa torcida.

Se ve muy guapo, su cabello castaño claro esta revuelto, tiene una leve barba en su rostro, y sus ojos color miel de pestañas largas posados en mi.

- De verdad, cariño, te verías bonita hasta con un saco de papas. – eso fue muy tierno.

Antes los apodos cursis me daban asco, no soportaba el cariño, amor o el cielo. Pero Ethan con el tiempo hizo que me acostumbrara.

Quien lo diría, yo en una relación.

Sonrió, dándole un beso suave y apasionado.

- Siempre eres tan lindo.- sonríe

Seguimos comiendo mientras vemos la serie, ya son las 20:30, Ethan está sacando sus maletas para subirlas al carro.

Me acerco rodeando su cuello con mis manos, el posa sus manos en mi cintura acercándome a él. Me hará mucha falta, no puedo creer que estemos 4 meses separados.

- ¿Qué pasa si nuestra relación no funciona? – frunce el ceño - ya sabes a distancia. – susurro pegando mi rostro a su cuello. Guarda silencio por unos segundos.

- Amor, haremos que funcione, sabes que puedes confiar en mí siempre. Además si durante este tiempo te interesa otra persona me lo dices, yo no te juzgare esas cosas pasan, yo haré lo mismo contigo. – dice tranquilo.

Por esta razón es que lo amo, siempre es tan comprensivo, se que nunca me juzgaría, el mas que una pareja es mi mejor amigo siempre ah estado ahí conmigo.

- No debes pensar que te juzgare, o me enojare porque ya no sientas lo mismo. No te voy a mentir que por un momento me dolería pero más que mi pareja eres mi mejor amiga, y siempre te apoyare. – susurra

Aparto mi rostro de su cuello para mirarlo a los ojos, esos ojos color miel de pestañas largas. Me acerco estampando mis labios en los suyos, el beso es apasionado, suave, nuestras lenguas se conectan, acariciándose en el proceso.

Me aparto, volviéndolo abrazar con fuerza. Siempre que alguien de mis seres queridos va a una misión me quedo con el pecho apretado, sé que es parte de nuestro trabajo, pero me daría mucho miedo que les pasara algo, se que esas misiones son difíciles y peligrosas, también se que todos los soldados estamos preparados, para todo, hasta recibir torturas.

- Te amo. – susurro – y cuídate mucho, que si te pasa algo, matare a todos los hijos de puta. – suelta una risa, con lo que acabo de decir.

- Te amo, y tranquila estaré bien. – dice sonriendo

- Amor debo irme, me están esperando. – dice entre risas – me aparto, se acerca y me da un beso corto en los labios.

- Suerte en su misión, comandante. – dice con una sonrisa torcida

- Lo mismo para usted capitán, tenga un buen viaje. – digo sonriendo

Me guiña un ojo, mientras sale del apartamento cerrando la puerta.

Bueno ahora definitivamente me eh quedado sola en el apartamento.

Adrian

Camino por los pasillos yendo a mi oficina, la misión en Rusia da vueltas en mi cabeza.

Veo a lo lejos como leo, se me acerca, me dedica un saludo militar.

- Coronel – me saluda

- Capitán jones. – lo saludo, siguiendo mi paso ignorándolo.

- Como su amigo, coronel, déjeme decirle que sigue siendo un idiota. – lo ignoro

- Soy tu amigo joder, ten un poco mas de simpatía. – murmura – ruedo los ojos.

A lo lejos veo a iris dándoles órdenes a los soldados, viste con un top negro de entrenamiento que resalta sus pechos dejando un leve escote, su pantalón negro del uniforme resalta su trasero, su cabello lo trae amarrado en una cola alta. Se detallan a la perfección sus curvas, caderas y cintura.

Observo que los soldados hacen lo posible para concentrarse en las órdenes que les dan, pero se les hace muy difícil al recibir órdenes de semejante mujer.

- ¿Podrías disimular? Hasta yo veo como babeas. – murmura leo a mi lado  – lo aniquilo con la mirada.

- Aunque la verdad no eres el único que no disimula, prácticamente todos los soldados hacen lo posible para concentrarse. – dice soltando una pequeña risita.

Iris camina hacia nosotros, nos dedica un saludo militar, leo le devuelve el saludo yo solo la observo.

- Coronel, capitán jones. – nos saluda

- Comandante – la saluda leo.

- Comandante, necesito hablar con usted sobre la misión de Rusia. – asiente

- Sígame. – ordeno – leo se aleja junto a otro capitán.

Entramos a mi oficina, me siento en mi silla, mientras ella se deja caer en una silla al frente mío. En lo único que puedo pensar, es en subirla a la mesa, abrirle las piernas y follarla muy duro, dejando marcas en su hermosa piel.

Debo concentrarme, no me puedo dejar dominar por la calentura.

- El boss estará en un club en Rusia, irá a ver bailarinas. Eso quiere decir que tendremos que estar en Rusia, hasta que dure la misión, viajaríamos a Londres solo a veces. – explico - Tu entraras como bailarina, pero también como negociadora y socia, yerik nos ayudara  y otros contactos.

Tengo algunos contactos en la mafia y mercado negro, muchos me respetan por ser aliado del líder de la mafia alemana, el es un muy buen amigo  y solo hace justicia por su cuenta, lo único que hace es tráfico de armas.

- Yo estaré siempre contigo, seré como un amigo muy cercano de yerik, algo así como su mano derecha. – se acomoda en la silla. - Asistirán algunos capitanes y tenientes solicitados por nosotros, pero cada uno tendrá un papel. –agrego

- Elegirás a tus guardas espaldas y yo a los míos. – informo – asiente

- Como guarda espaldas yo escogeré al capitán weber y al capitán Myers – dice

- Yo escogeré al capitán Brown y jones. – suelta una risa por lo bajo – alzo una ceja-

- ¿Hay algo que te cause gracia? – pregunto serio

- Claro que no, coronel, solo que me imaginaba que llevaría a esos soldados. – dice encogiéndose de hombros. – la ignoro siguiendo con la información.

- La teniente Brown y shepherd, asistirán como tus compañeras de baile, en algunas ocasiones, también asistirán a ciertos eventos que disponga el boss. – revisa las carpetas que le eh dado. – intento hablar pero me interrumpe.

- El capitán rose, sargento Baker y el teniente york, estarán en los lugares como guardias, espiando todo. – dice mientras lee la carpeta - Las tenientes Wayne, Paige, y el sargento Chester serán camareras. – finaliza cerrando la carpeta, alza su mirara, esos ojos azul grisáceos se centran en los míos.

- Necesito que nosotros dos viajemos a Alemania, antes de que vayamos a Rusia, debo visitar a un viejo socio. – informo.

- Viajaremos el miércoles, con los demás nos veremos en Rusia, en el comando de allá. – asiente

- Voy a entrenar a los soldados antes de la misión, necesitamos saber si están en forma. – dice seria

Me gustara mucho verla en acción.

- Entonces ve y entrénalos ahora, tienes 2 días para entrenarlos. – digo serio

- Permiso para retirarme, mi coronel – pide levantándose

- Concedido

Se da media vuelta saliendo de mi oficina, ese culo redondo me encantaría follarlo, se ve jodidamente sensual con todo.

Iris

Camino hacia el patio, justo veo al grupo alfa todos reunidos, están riéndose sobre no se que, me acerco a ellos. Apenas me ven se paran firmes.

- Mi comandante. – me dedican un saludo militar

A pesar de que seamos amigos, ellos saben muy bien que estamos en el trabajo y debemos saludarnos como corresponde.

- Síganme. – ordeno

Camino con ellos a mis espaldas, dirigiéndome al gran gimnasio que tenemos. Hay maquinas para ejercitarse, pesas, un ring para combate cuerpo a cuerpo, cuchillas para entrenar con ellas.

Al entrar veo a muchos soldados entrenando, mientras se ríen y murmuran entre ellos.

Me aclaro la garganta para llamar su atención, alzan su mirada hacia mí, todos se levantan plantándose firmes, dedicándome un saludo militar.

- ¿Qué demanda mi comandante? – preguntan

- Retírense – ordeno - el gimnasio lo necesito desocupado.

- Como demande mi comandante. – dicen firmes, mientras todos salen del gimnasio.

El grupo me observa confundido, se estarán preguntando que hacen aquí.

- ¿Acaso nos vas a matar, que nos trajiste aquí  y sacaste a los soldados? – bromea anne. – le doy una sonrisa torcida.

- Algo así. – todos comparten miradas.

Me paro firme frente a ellos, observo a cada uno.

- Tenemos una misión en Rusia, necesito que entrenen, luego les pasare sus carpetas para que observen la información, y que papel ocuparan en ella, y sus demás compañeros. – explico

- Pero si estamos muy bien entrenados, no creo que sea necesario entrenar. – dice la teniente Paige. – dirijo mis ojos hacia ella. – chasqueo la lengua.

- En esta misión no se enfrentaran con idiotas que solo juegan con las armas, se enfrentaran a mafiosos, narcos, asesinos, psicópatas, violadores, y personas del mercado negro. – explico. - La mafia está involucrada con todo eso, por si no saben o no tiene conocimiento, se hacen tráfico de órganos, mujeres, niños, drogas, armas, se asesina gente, también las torturan, etc. – todos guardan silencio

- ¿Quieren que siga? ¿Así sabrán porque deben entrenar? - pregunto alzando una ceja. – guardan silencio.

- Respondan carajo – exijo  seria

- No, mi comandante. – responden todos.

- Los primeros en enfrentarse cuerpo a cuerpo serán, la teniente Paige por abrir la boca, y la teniente Brown. – ordeno –

Puedo ser muy simpática, pero cuando se trata de trabajo y misiones soy dura y firme, no me gustaría perder a mis soldados en una batalla.

- Los demás entrenen en las maquinas, o con las armas– ordeno

- Como demande mi comandante. – dicen firmes.

Todos se ponen a entrenar, observo que Doris pelea muy bien, se le hizo muy fácil derrotar a la teniente Paige.

Observo que anne sube al ring, me observa divertida.

- Vamos comandante, ¿se anima a luchar a puñitos con una de las mejores tenientes? – dice con una sonrisa.

- ¿Estás segura? – pregunto alzando una ceja. – asiente

Subo al ring, colocándome los guantes, anne me observa atenta, es muy buena en combate cuerpo a cuerpo, pero yo también.

- Solo te advertiré, que si terminas en el suelo, esto fue tu idea. – alza las cejas.

- Vaya ego que se carga, comandante, por dios pero que arrogante. – dice entre risas – la ignoro

Me quedo quieta, la observo atentamente esperando su golpe. Anne lanza el primer puñetazo, lo esquivo y cuando esta distraída le pego una patada tirándola al suelo, para que caiga de rodillas.

Se levanta rápidamente, me pega un puñetazo girándome la cara, esta apunto de pegarme una patada pero le agarro a tiempo el tobillo volteándolo, haciendo que caiga al suelo. Se levanta con un rápido movimiento, me intenta golpear pero la esquivo, la ataco cuando esta de espaldas, justo se da vuelta y le pego un puñetazo tirándola al suelo.

- Si que te lo tomas enserio- dice entre jadeos

- Todo lo tomo enserio.

Se levanta tirándome al suelo, la acorralo haciéndole una llave.

- Jooder vale tú, ganas. – dice quejándose - sonrió mientras la suelto.

Descubro que todos los del grupo han estado observándonos, me quito los guantes.

Llega un grupo de soldados, una de ellas es capitana, también estaba denominada para ser comandante pero me escogieron a mí.

Ella se llama Alexa la capitana crost, es de cabello castaño claro, ojos azules intensos, de cuerpo perfecto, siempre hemos competido en todo. Aunque  la verdad es que ella compite conmigo, porque a mí no me interesa en lo más mínimo.

Camina hacia mí, con sus dos amiguitas, son dos chicas igual de lindas. La teniente Rodríguez (Irina) ojos marrones y cabello café, es una morena. La otra es la teniente rojas (Camila), cabello rubio, ojos verdes.

- Comandante, ¿por qué le prohíbe la entrada a los demás soldados al gimnasio? – pregunta Alexa. – se supone que todos podemos entrenar.

- Son órdenes mías, estamos entrenando para algo que no es de tu incumbencia. – digo seria

Suena por los parlantes del gimnasio Believer de imagine dragons, un muy buen tema.

Observo que toma dos cuchillas de punta filudas, se sube al ring quedando al frente mío.

- Que dice comandante, ¿se anima a pelear con armas blancas con alguien de su nivel? – pregunta desafiante. – todos se tensan.

- Tú no eres de mi nivel. – alza las cejas, soltando una risita.

- Averigüémoslo. – dice encogiéndose de hombros – aprieto la mandíbula.

- Iris no lo hagas, no caigas en su juego. – murmura anne.

- Teniente Brown, deme dos cuchillas de punta afiladas. – ordeno – Doris comparte miradas con anne.

- Es una orden. – digo entre dientes, sin quitarle los ojos de encima a la odiosa perra que tengo al frente.

Doris me pasa las cuchillas, anne solo me observa bajándose del ring.

- El puesto de comandante debió ser mío, pero claro la sobrinita del general debe tenerlo todo fácil.

Aprieto la mandíbula, odio que piensen que todo me lo eh ganado por mi tío.

Se abalanza sobre mí, la esquivo haciendo un leve corte en su brazo, las gotas de sangre caen, me aniquila con la mirada, no puedo evitar sonreír.

- ¿Qué decías? – me burlo con una sonrisa

Camina hacia mí, me doy una rueda hacia atrás, intenta atacarme pero la esquivo haciéndole un leve corte en el muslo.

- ¿Sabes? puede que si seas buena, pero yo follo con el coronel eso me dará mucha más ventaja. – dice con una estúpida sonrisa.

La ira nubla mi sistema, al saber que follo con él y mas encima me humillo, los ojos se me nublan por la rabia.

Avanzo hacia ella, me hace un leve corte en el brazo, le pego una patada tirándola al suelo, le quito las cuchillas tirándolas a la pared, retumban en el gimnasio, me pega una patada tirándome al suelo, se sube arriba mio pegándome puñetazos, le pego una patada en el estomago haciendo que se retuerza del dolor.

- ¡Maldita perra! – chilla - escupo la sangre de mi boca.

Me abalanzo hacia ella, pegándole puñetazos, mi visión se vuelve roja, mi subconsciente solo dice matar, acabar, asesinar, si no hay muerte no hay victoria, si no hay sangre no hay triunfo.

Alexa intenta quitarse, defenderse, pero no puede, la tengo inmovilizada sin dejar de golpearla.

A mis espaldas escucho murmullos, las amigas de Alexa intentan intervenir pero Julián y Theo no las dejan.

- La va a matar

- Suéltala maldita perra.

- ¡Iris para!

- ¡apaguen la música joder!

- Tiene un ataque de ira.

- ¡Alguien haga algo joder!

- Solo su tío puede controlar sus ataques, pero está en una reunión.

- Iré por ayuda

Matar, matar, matar, matar.

Notita:

Holaaa mis amores, espero hayan disfrutado el capítulo. Muy pronto se viene actualización 🔥

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